Disclaimer: Estos personajes no me pertenecen, solo esta historia alternativa.
Milk
Mientras cocinaba no podía sentirse mas nerviosa, este momento era lo que más quería y había deseado en la vida.
Estar cerca de su esposo, ponerle fin a esa soledad y amargura, tener a alguien, un motivo para vivir, pero, ese pensamiento no la hacía sentir bien. En primer lugar porque no quería sonar como una loca obsesiva y necesitada (aunque siempre lo haya parecido) y en segundo lugar porque quería hacer las cosas bien, tener una relación sana y equilibrada y tener la capacidad de estar bien sola para no arruinarlo todo y que más que mamà parezca esposa ahora sí y ¡Maldición, eso sonaba igual a la primera razón! ¡¿Por qué era tan difícil relajarse y no tener pensamientos en los que claramente se autosaboteaba?!
Toda esa tensión se manifestó en la realidad, un dolor punzante la trajo de vuelta al ahora porque la experta en la cocina casi se rebana su propio dedo por estar tan perdida en sus pensamientos.
Suspiró tratando de relajarse, comenzó a respirar haciendo leves movimientos de taichi para dejar de sobrepensar y cuando estuvo a punto de relajarse completamente fue interrumpida por la cosa más extraña y poco probable del mundo.
Unas palabras que quizá jamás habían sido dirigidas a su persona (al menos no lo recordaba haber escuchado de alguien antes)
-¿Necesitas ayuda?- no pudo reaccionar de la sorpresa ante eso, se congeló sintiendo ardor en los ojos sin saber que sentía.
¿Era miedo, tristeza, felicidad? No lo sabía, era algo que sentía en el pecho y que ella misma describió como sentimiento, tal vez no supo nombrarlo porque nunca aprendió sobre las emociones, salvo quizá por su padre los demás siempre atribuyeron todas sus necesidades afectivas al enojo y la insatisfacción que parecían caracterizarla.
Siempre fue la difícil, la madre y esposa furiosa, neurótica a la que nada nunca la bastaba, eso hizo que estuviera tan sola e incomprendida como se sentía.
Black
Ahora que estaba en esa pequeña casita tan tranquila y lejos de la civilización y de cualquier otro ser humano que no fuera ella se permitió pensar en lo que había hecho y lo que estaba haciendo en ese preciso momento.
Estaba en la casa de su enemigo, con su esposa, esperando a que ella le ofreciera su comida, compañía y quien sabe qué más solo porque no había querido matarla esta vez.
¿Por qué no solo lo había hecho? ¿Qué tenía esa mirada llena de esperanza y desesperación que lo había convencido de no acabar con su vida en ese momento?
Puede que haya sido su absoluta devoción a Son Goku, claro que varias personas (incluidos los mismísimos dioses) parecían tenerle un aprecio a veces exagerado. No pudo evitar hacer un gesto de repulsión ante la idea, quizá hasta era cierta envidia porque él siendo tan astuto, calculador, inteligente y destacado solía ser ignorado, siempre fue así, siempre tuvo que luchar por conseguir todo, siempre tuvo que ser fuerte y estar solo, siendo relegado a un asistente, puesto en segundo plano. Quizá inconscientemente, había sentido que eso tenían en comùn (segun su perspectiva).
De alguna manera pudo confirmar esa idea cuando caminando por la casa se encontró con la imagen de la mujer en la cocina, herida superficialmente, con un desastre a su alrededor de ollas, sartenes y otros utensilios de cocina e ingredientes repartidos por todo el lugar.
¿Habrá invitado a alguien? la idea le preocupó bastante, pero, después de meditarlo un poco recordó que en ese futuro no tenía familia y el lugar estaba demasiado apartado, aunado claro, al hecho de que el mundo estaba hecho un caos, gracias a él mismo.
La escena le causó cierta lástima, muy a su pesar y al odio que sentía por los humanos, sin embargo, no fue que la viera a ella en sí, más bien, se vio a sí mismo en su pasado en sus tareas diarias sirviendo a su superior, esforzándose por hacer todo perfecto, agotado y frustrado en una cocina sin ser nunca reconocido.
Por eso quiso ayudarla, porque cuando él estuvo ahí deseaba que alguien fuera en su ayuda y no había nadie, no quería ser indiferente ante un dolor que él conocía bien, el dolor de solo servir a otros y ser invisible.
Milk
Se quedó paralizada sin saber qué decir, solo pudo asentir torpemente y con mucha desconfianza. No solo porque su esposo fuera ignorante en la cocina, sino porque él no era así, jamás había sido de esa manera con ella, tener ese tipo de atenciones, ¿Qué estaba pasando?
Justo en ese instante, mientras veía a su esposo cortar los vegetales con una asombrosa naturalidad pensaba que todo eso, todo esos eventos de las últimas horas parecían una mentira, una simulación, tenía que ser actuado o irreal.
¿Desde cuándo su esposo sabía realizar tareas mundanas como cortar rábanos y cebollas?
¿Cómo es que estaba vivo?
¿Se había curado del corazón?
¿Y cómo de repente era tan considerado como para ofrecerle ayuda?
Había demasiadas preguntas que necesitaban ser respondidas.
Una gran presión se instaló en su estómago y pecho, una que hacía que quisiera huir, correr, arrancarse el corazón y llorar, llorar días y noches porque veía su sueño materializado, lo único que quería y había deseado en la vida, pero que era demasiado para ser real.
Tal vez era su intuición advertiéndole del peligro o tal vez era solo que una parte de ella se aferraba a lo malo, a la soledad, a no ser apreciada como le gustaría, a sufrir. Tal vez eran tan profundas las creencias negativas de ella (confirmadas con actitudes por su esposo en el pasado) que no pensaba que fuera merecedora de aquello, de estar con el hombre que amaba otra vez, de tener un nuevo inicio con él.
Lo único que podía sentir era como estar caminando en la cuerda floja, como estar construyendo la misma casa de cartas que era su relación y se fuera a caer otra vez, anticipando así su inminente y doloroso final, igual que pasó la otra vez cuando lo perdió por esa enfermedad en el corazón
Pero siendo totalmente honestos, ¿realmente tuvo alguna vez a Goku por voluntad y decisión de él?
¿o su relación siempre pendió de un delgado hilo en forma de promesa infantil y obligación?
Ese golpe de realidad cayó como balde de agua fría para ella.
Definitivamente en la cena había bastantes cosas que discutir.
Continuará...
Muchas gracias por leer y hacerme llegar sus mensajes de apoyo.
Me motivan mucho.
Quiero darle el crédito a BTS por inspirarme con su canción House of cards de la cual tomé una o dos frases.
Esperen actualización pronto.
:)
