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El Elegido de Otra Galaxia
16: Dinámica Matrimonial y el estúpido invento de Anakin
Anakin observaba su invento más reciente, mientras usaba la Fuerza, para asegurarse de que todos los componentes, fueran los indicados y que estuviera realmente armando un teletransportador. Debía de asegurarse de que se abriera un portal en otro lugar. No quería crear un desintegrador por accidente. La sonrisa en su rostro, aumentó. Pudo oler el almuerzo casero, recién hecho de su esposa, escuchó sus pasos en el piso superior. ― ¡Ani, hora de almorzar! ―le llamó ella ― ¡Así que deja allí, lo que sea que estés inventando y ven!
― ¡Estoy en camino, Lady Canciller! ―bromeó Anakin, dejando de lado el trapo que había usado y encaminándose fuera de su estación de trabajo, adentrándose en el espacio que quedaba entre la mesa del comedor y la sala de estar, le gustaba la distribución de su casa. Rápidamente, giró en U, fue al baño, se limpió las manos y se acercó al comedor ―Lamento la demora.
― ¿En qué trabajas? ―Preguntó con gran interés.
―Quiero construir un hipertransportador.
Padme lo miró fijamente ― ¿Algo así como los hiperimpulsores de las naves que usábamos?
Anakin asintió y una sonrisa apareció en su rostro. Padme amaba ver esa sonrisa en el rostro de su esposo y ese brillo en sus ojos, cuando realizaba trabajo mecánico y de científico en Laboratorios STAR. Amaba verlo así, amaba el trabajo que él hacía. Ambos trabajos en realidad: Mecánico y científico. Amaba ser una política y hacer lo que tanto quería, en un lugar donde no los juzgarían. Solo odiaba que Palpatine y Vader, los hubieran separado y no les hubieran permitido conocer y criar a sus hijos. Ahora eran felices y reconstruirían sus vidas, para que fueran diez veces mejores, que la última vez. ―Técnicamente puede explicarse el viaje hiperespacial partiendo de un punto de singularidad hiperenergética lograda por la reacción antimateria. Una vez lograda la singularidad, el siguiente paso es provocar una torsión en las cuerdas del nanoespacio acercando dos puntos cuánticos lejanos a una distancia mucho menor. La tremenda energía de la antimateria aumenta el nanoespacio a hiperespacio. Es por esto que tecnología hiperespacial y antimateria van juntas. ―Padme entendió menos de un tercio de sus palabras, pero no dejó de escucharlo ―Creo que sería incluso posible, que los humanos hagamos viajes así, sin necesidad de naves. Pero además del hipertransportador, tendré que crear trajes que resistan la fricción, la piel humana jamás podría soportarlo.
Padme asintió, cuando Anakin terminó la historia. ― ¿Esperas ganar un Premio Nobel en física cuántica o algo así, Maestro Jedi? ―bromeó un poco.
―Algo así. ―admitió Anakin, sonriente ―Otro medio para viajar por el mundo, ¿Sabes? Tengo que enseñarle esto, al Dr. Stone.
Padme frunció el ceño, su instinto le decía, que fuera a ver lo que su esposo construyó, se paró de la mesa y fue hasta el garaje, en donde todo era normal, excepto por el gran anillo de metal que estaba contra la pared, se volvió para mirarlo, con los ojos tan grandes como platos ― ¿Y cómo vas a llevarte ese armatoste, hasta Laboratorios Star?
Anakin saltó en su silla, desvió la mirada, mientras se ponía muy nervioso y rascaba su nuca, con su mano derecha. Amaba tanto, el haber recuperado su mano de carne y hueso. ―Estoy intentando construir un rayo miniaturizador y que disminuya el peso de los objetos.
Padme se veía enojada, pero a los ojos de Anakin, era tan bello que fuera un rostro típico de "acabo de descubrir la estupidez que hizo mi esposo". Así que no le importaba mucho, porque era esa mirada de "esposa", ahora en este mundo, Padme y Anakin podían comportarse como ellos querían hacerlo. Eran esposos y en la Galaxia, tuvieron que encerrarse en el apartamento de Padme en el Republica 500 o viajar hasta planetas aislados (como Onderon) para demostrarse su amor. ―Cuando dices "estoy intentando construir…" significa: "Ahora mismo, me he dado cuenta del problema y tendré que trabajar horas extra, hasta descubrir como inventarlo"
―Exactamente ―admitió Anakin.
―Pues prefiero que "intentes" descubrir como construir ese Miniaturizador, en el Laboratorio Star y no aquí en la casa, donde podrías mandar a volar la casa por los aires. ―ordenó Padme, imaginando su casa volando por los aires.
Anakin enseñó una estúpida sonrisa de novio enamorado y eso calmó muchísimo a Padme, haciéndola recordar mejores tiempos. Haciéndola recordar todas las misiones contra los Separatistas, en donde terminaba disparando con un desintegrador en modo aturdidor, mientras que su esposo usaba su sable de luz. Eran buenos tiempos a pesar de todo. ― ¡Sí señora!
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Una semana después, los Laboratorios STAR, llegaron con un camión muy largo y sin techo, más de treinta hombres musculosos, desmontaron el anillo teletransportador de Anakin, subiéndolo en piezas y sin ser necesaria tantísima parafernalia, como Anakin lo había imaginado.
Y dos meses después, Anakin Skywalker, ganó el premio Nobel de la Física Cuántica, para gran orgullo de su esposa, al demostrar que el teletransportador era operable.
En la noche de un viernes, el teletransportador se encendió, pero Cyborg y Flash estuvieron allí, viendo aparecer a una mujer y dos hombres castaños, junto a una mujer pelirroja.
Ellos dijeron llamarse: Leia Skywalker, Luke Skywalker, Han Solo y Mara Jade. Estaban allí, para ayudarlos con los remanentes Imperiales. A Cyborg y a Flash, les quedó claro que conocían a Vadear y a la Cancillerina, porque usaban esas mismas dos palabras "Remanentes Imperiales", así que sus amigos, sabrían de lo que hablaban con exactitud y podrían ayudarse mutuamente, entre todos.