Reunidos por fin
—¡Mags, he vuelto! ¡Traigo el almuerzo!
Después de su paseo mañanero, Marx había regresado a la Lor para visitar a su compañero de piso, cargando con una bolsa de comida preparada por Kawasaki dentro de su gorro. Aunque la Lor no era el lugar donde residían habitualmente, ambos pasaban tanto tiempo ahí que era prácticamente su segunda casa, para desgracia del sistema operativo semi-consciente de la nave. Si bien Magolor había recuperado el respeto de dicho software tras muchas disculpas y obras de buena fe, Marx tenía la sensación de que a él le tenía cierta manía. ¿Sería por haber instalado todos esos videojuegos de dudosa procedencia justo antes de que acabase infectado de virus? Nah, eso solo había sido solo una coincidencia. Estaba seguro de que a máquina le tenía inquina sin razón.
Aún así, era raro que las luces de la nave no se hubiesen encendido automáticamente al entrar él. De hecho, todo estaba casi completamente oscuro, la única iluminación siendo las luces de emergencia. Aunque era habitual que Magolor apagase las luces cuando se quería echar una siesta rápida tras pasarse muchas horas investigando o trabajando en proyectos para su parque de atracciones, las luces solían encenderse automáticamente al detectar otra presencia en la nave.
"Je. Buen intento Mags, pero no caeré en una broma tan cutre," pensó el bufón, creyendo que Magolor planeaba darle un susto como venganza por haberle echado curry extra-picante a su café esa mañana.
Marx hizo aparecer un proyectil de energía para tener algo de luz y se adentró en la nave, prestando atención a sus alrededores en caso de que viese algo moviéndose en la penumbra. Su intención era anticiparse a Magolor y, cuando este estuviese a punto de saltarle encima, contraatacar con una de sus "caras terroríficas." Había estado ensayando una nueva y aquella parecía una buena ocasión para probarla.
Pero Marx avanzaba y no había ni rastro del mago. "Mmm, quizás si que esté dormido después de todo," se dijo decepcionado mientras se aproximaba a la sala de mandos. "Bueno, en ese caso, el susto se lo daré yo a él. Hora de hacerle batir el récord de 'salto en cama debido a susto'" añadió con malicia.
Sin embargo, al llegar a la sala de mando, todos sus planes de travesuras fueron rápidamente descartados. El lugar estaba destrozado y Magolor tendido en el suelo boca abajo.
—¡Mags!— exclamó el bufón alarmado, volando hacia su inconsciente amigo apresuradamente. O al menos él esperaba que solo estuviese inconsciente. Magolor había sobrevivido a la Otra Dimensión sin poderes ni nada. ¡No podía estar muerto!
Y tenía razón. Tras darle la vuelta e incorporarle usando sus alas, Marx no tardó en comprobar que Magolor respiraba, lo cual liberó un peso en su corazón (porque sí, al contrario de la creencia popular, además de caos el bufón tenía un corazón en su interior). Aún así, su estado de alarma no desapareció. Estaba claro que Magolor había sido víctima de un ataque y no sabía si el atacante seguiría escondido, al acecho de su siguiente víctima, o si se habría dado ya a la fuga. Marx esperaba que fuese el primer caso. Estaba deseando hacerle pagar por haber atacado a Magolor.
—Ay...
El quejido del mago atrajo su atención. Magolor abrió los ojos lentamente.
—Buenos días, bello durmiente— le dijo Marx en tono de burla, escondiendo de esa manera cualquier indicio de que hubiera estado preocupado por el mago.
—¿Marx?— preguntó Magolor, confundido.— ¿Por qué están las luces apagadas?
—Eso quisiera saber yo— respondió este, haciendo con las alas un gesto similar a encogerse de hombros.
—Mi cabeza. Creo que me he dado un golpe— dijo el mago, medio aturdido, llevándose una mano a la nuca.
Marx sacudió su cuerpo para dejar caer su gorro y la bolsa de comida. A continuación, con una de sus alas mientras seguía sosteniendo a Magolor con la otra, sacó un trozo de pan recién hecho de su interior.
—Come. No vayas a tener una contusión o algo chungo de ese estilo— dijo mientras le ponía el pan a su alcance. Magolor lo agarró con una de sus manos y lo metió bajo su capucha para comérselo, notando el efecto curativo de la comida de manera inmediata, su dolor y aturdimiento desapareciendo por completo.
No obstante, los efectos beneficiosos de la comida no hicieron nada por paliar su horror al ver el estado de la sala de mandos.
—¡No!¡No!¡No!— gritó el mago, dando un salto frenético hacia los controles de la Lor antes de tratar, sin éxito, de activar desesperadamente la destrozada consola.— ¡¿Qué diablos ha pasado?!
—No sé. Ya estaba así cuando llegué— respondió Marx.—Pero me atrevería a decir que alguien te ha noqueado para poder cargarse los mandos de la Lor.
—¡Esto es un desastre!— gritó el mago desesperado.
—Eh, eh, no pierdas los nervios. Seguro que puedes arreglarla— trató de calmarle Marx. No entendía por qué el mago estaba actuando así. La Lor había estado en peor estado en el pasado.
—Pues claro que puedo, aunque podría tardar días, y tendría que pedirle piezas de repuesto a Susie— respondió Magolor.—¡Pero mi investigación está arruinada igualmente! No puedo acceder a las copias de seguridad y seguro que los análisis en proceso se han ido al traste. Maldita sea, estaba tan cerca...— terminó frustrado.
Marx se detuvo a pensar en algo que había dicho Magolor: su investigación estaba arruinada. Puede que el atacante no fuera a por el mago después de todo, sino a por su trabajo. Bueno, si esa persona se creía que aún así se iba a librar de su ira, estaba muy equivocado.
¿Acaso Magolor había encontrado algo que pudiera haber propiciado el ataque? Y de ser así, ¿quién estaba detrás y cómo había actuado con tanta certeza? Fuera como fuera, Marx estaba seguro de que el asunto de los portales estaba relacionado con el ataque a Magolor. El bufón estaba al corriente de lo que su amigo había estado investigando, así como de su encuentro con Kirby y los demás la tarde anterior. Por eso le había extrañado tanto ver a Kirby con Taranza antes. Seguramente, también se tratase de un Kirby alternativo. Pero, ¿quién era esa supuesta prima? Uggh, pensar le daba hambre.
—¿Cerca de qué?— le preguntó al mago, intrigado, mientras cogía otro de los panes y lo devoraba.
—De encontrar la manera de abrir un portal hacia "ningún sitio"— respondió el mago.
Marx torció su cabeza, confundido, antes de decirle a su compañero:
—Creo que te ha afectado el golpe. Lo que has dicho no tiene sentido.
—Es que es literalmente "ningún sitio". Y al mismo tiempo, es "todos los sitios". ¡Es el mayor descubrimiento desde la época de los Ancestros!—exclamó el mago.
—Vamos a tener que ir a un especialista— suspiró Marx, poniendo los ojos en blanco.—Está claro que la comida no te ha curado del todo.
Magolor parecía haberse dado cuenta por fin de que, debido a los nervios, no se estaba explicando correctamente, así que se aclaro la garganta y en un tono más sosegado clarificó:
—Marx, el punto de entrada de esos portales no es el universo del que vienen la chica y el otro Dedede. Es una dimensión intermedia.
— — —
Dedede y Meta Knight no sabían cómo reaccionar ante aquella revelación.
Por un lado, el caballero estaba tentado de murmurarle a Dedede un "te lo dije", pero no consideraba oportuno hacerlo dadas las circunstancias. Una Sectonia de un universo alternativo apareciendo de la nada para decir que todos los universos les necesitaban no era algo que pudieran tomarse a la ligera. De hecho, era bastante grave a la par que chocante.
Incluso Taranza se había quedado anonadado. La araña había intuido, debido a un par de frases que la Sectonia alternativa había dejado escapar, que algo bastante serio yacía tras la llegada de los habitantes de esa otra dimensión, pero nunca habría imaginado que fuera algo de una escala tan grande.
—¿A qué te refieres con que todos los universos necesitan nuestra ayuda?— quiso saber Meta Knight, dando voz a lo que tanto él como Dedede y Taranza se estaban preguntando.
—Es complicado de explicar— respondió la Sectonia alternativa.—Supongo que debería empezar por el principio...
Dedede, viéndose venir que la visitante de la otra dimensión estaba a punto de ponerse a narrar un flashback, se apresuró a interrumpirla.
—Aguarda. ¿Cómo de larga dices que es la historia?— preguntó el rey, ganándose miradas de reproche por parte de Meta Knight y Taranza.
—Un poco larga. ¿Por qué?— preguntó la Sectonia alternativa, visiblemente molesta. "Espero que no pretenda decirme que pasa del tema por que le aburre o algo de ese estilo," se dijo la araña a si misma, con enfado creciente. Según su punto de vista, exponer los motivos tras su llegada a ese mundo era de vital importancia para poder continuar con su misión, no sólo para que los cuatro héroes de los que había hablado el Meta Knight de su dimensión se prestasen a ayudarla, sino también para que entendiesen tanto lo que estaba en juego como los riesgos.
—Porque en ese caso vas a tener que esperar— respondió Dedede en tono impaciente.
—¡¿Cómo qué esperar?!— exclamó indignada.—¿No ha oído lo que he dicho antes? ¡Todos los universos están en peligro! ¿Acaso no entiende la gravedad de la situación?
—Sí, y por eso mismo no puedo quedarme quieto a escuchar una historia "un poco larga" cuando esos cuatro, bueno, cinco críos aún no están de vuelta— replicó el rey.— ¡Si la situación es tan grave ellos también podrían estar en peligro! ¡Debemos ir a buscarles ya!
Al oír aquellas expresión de la Sectonia alternativa se serenó, tornándose reflexiva. Aquel era un buen punto, y, por su cambio de postura hacia el rey, tanto el Meta Knight alternativo como Tar parecían estar de acuerdo.
—Tiene razón— concedió Sectonia.— La guardiana, su hermano y el Kirby de este universo son de vital importancia.— A continuación, la araña reparó en algo y preguntó.—Dígame, ¿es uno de esos "críos" un Waddle Dee con una bandana, por casualidad?—preguntó.
—Sí— respondió Dedede. "¿Cómo ha sabido eso? Taranza parece tan sorprendido como yo de que haya acertado, por lo que puedo descartar que él le haya hablado de Bandee... ¿Quién es esta Sectonia exactamente?" se preguntó mientras estudiaba a la Sectonia alternativa con detenimiento.
—Entonces ya están localizados a los cuatro héroes— dijo la araña para si misma, pareciendo algo satisfecha. A continuación, se giró hacia Dedede y añadió: —tiene razón, Alteza. Averiguar qué ha pasado con ellos es prioritario.
—¿Tiff Tuff peligo?— preguntó el Kirby bebé, sentado junto al Dedede inconsciente.
—No lo sabemos aún, peque— le respondió Sectonia, tratando de tranquilizarle.
Meta Knight dejó escapar un largo suspiro de exasperación antes de girarse y echarle en cara al rey:
—Esto no sería un problema si ni tú ni Kirby os hubieseis negado a formar parte del sistema de comunicación de Susie, como te dije.
—Lo que me sorprende es que TÚ de entre todas las personas le dijera que sí— replicó Dedede.
—Es útil para cosas puntuales. Obviamente, no voy a hablar de mis estrategias y planes de defensa por esa línea— dijo el caballero.
—No sé para que iba usar yo algo así, la verdad— replicó el rey encogiéndose de hombros.
—Pues exactamente para este tipo de situaciones. Una llamada y sabríamos si los niños están en peligro, distraídos con cualquier tontería o si ya vienen de vuelta y nos estamos preocupando por nada— expuso el caballero.
—Conociendo a Kirby, yo apostaría por la segunda opción— murmuró Taranza.
Sectonia observó el intercambio bastante perpleja. Meta Knight ya le había advertido que la versión de él que encontraría en esa dimensión sería bastante diferente, y que el rey de las tierras inferiores tampoco se iba a parecer mucho al de la suya. Pero no se habría imaginado jamás esa dinámica entre ambos después de observar el desdén con el que Meta Knight y el rey se trataban en su dimensión (aunque el primero se esforzaba más en ocultar ese desdén delante de su "jefe"). Los Meta Knight y Dedede de esa dimensión extraña para ella podrían estar discutiendo, pero era más una discusión entre dos amigos cercanos o incluso miembros de una familia que una verdadera disputa.
—Ejem. ¿Podríais volver a centraros en lo que nos ocupa?— pidió Sectonia una vez salió de su estupor.— Hay que encontrar a esos niños, así que deberíamos empezar ya a trazar un plan para hacerlo.— A continuación, murmuró: —porque yo la verdad no sé ni por dónde empezar a buscar.
De pronto, el Kirby bebé se incorporó, como si hubiera percibido algo que los demás no. La bolita salió corriendo hacia una de las ventanas de la sala (sin cristales porque aún no había sido reparada) para asomarse. Los cuatro adultos conscientes en la sala le siguieron, curiosos ante su cambio de comportamiento.
—¡Tella Moque, poyo!— señaló el pequeño a una estela brillante que se aproximaba al castillo mientras daba saltitos de alegría.
—Son ellos. Menos mal...— suspiró Dedede con alivio.
—Y luego dirás que no te preocupas por Kirby— se burló Meta Knight.
—Chitón— gruñó Dedede, poniéndose colorado y apartando la mirada.
—A todo esto, ¿Qué hacemos con el otro Dedede?— preguntó Taranza.
—Ya lo llevo yo a la enfermería— dijo una voz cansada, pero petulante, detrás de ellos.
Todos se giraron para mirar al recién llegado, quien resultó ser Escargoon.
—¡Goonie, poyo!— exclamó alegre el Kirby bebé.
—Hola, Kirby— saludó de vuelta Escargoon, sin mucho entusiasmo.— Espera, ¡este es el Kirby de mi mundo!— exclamó el caracol tras reparar tanto en su formas como su apariencia. El Kirby bebé aplaudió, contento de que Escargoon le hubiese reconocido.— ¡¿De dónde ha salido?!— le preguntó a sus captores.
—De dónde sales tú sería una pregunta más apropiada— contraatacó Dedede.—Seguro que has estado escondido en el agujero todo este rato mientras luchábamos contra Dark Matter, como un cobarde— le reprochó.
—¿Cobarde yo? Que insolencia. Solo me preocupo por mi propia preservación— replicó Escargoon, con aire altanero. Luego reparó en Sectonia y una extraña expresión se dibujó en su rostro.—Un segundo, tu cara me suena...—comenzó a decir. De pronto, como si algo hubiese hecho "clic" en su cabeza, el caracol exclamó:—¡Ya recuerdo! ¡Usted es la osada soberana de Floralia que nos amenazó con declararnos la guerra si no colaborábamos con usted en... algo que no recuerdo!
Sectonia dejó escapar un quejido de decepción al oír aquello último.
—Así que tú también tienes problemas para recordar lo que ocurrió. Que inoportuno. Esperaba contar con el testimonio de alguien más para rellenar los huecos en mi propia memoria— dijo la araña.
—¿Ibas a declarar la guerra? ¿Tan grave es la situación como para amenazar con algo así?— le preguntó Taranza, un poco temeroso, al ver que ella no había negado afirmación.
—Fue un farol táctico— confesó la Sectonia alternativa para evitar que los habitantes de esa dimensión la considerasen una déspota. Además, su hogar había padecido demasiado las consecuencias de la guerra contra eNeMeE como para lanzar a sus habitantes de lleno a otra.
—¿¡Nos engañaste!?— gritó el caracol, colérico.— No, si al final los que vamos a declararle la guerra a Floralia somos nosotros por tener a una dirigente tan irrespetuosa y mentirosa— le amenazó.
—No puedo ser respetuosa con quienes colaboraron con eNeMeE en el pasado, así que es mejor que rebajes esos humos o ese farol se volverá realidad— amenazó Sectonia de vuelta, decidiendo no revelar que no era tal dirigente ante Escargoon. Por desgracia, tanto él como su rey solo colaborarían con ella bajo coacción.
—¡Aquí nadie va a declararle la guerra a nadie!— exclamó enfadado el Dedede de ese universo, poniéndose entre ambos.—Es más, ¿cómo se os ocurre hablar de semejante tema delante de un crío tan pequeño?— les echó en cara mientras señalaba al Kirby bebé, quien tenía una expresión compungida en su rostro y parecía estresado. Si Dedede recordaba lo que había contado Tiff correctamente, en su universo la mayoría de Guerreros Estelares, facción a la que pertenecía ese Kirby, fallecieron en la guerra contra Nightmare. Era lógico tanto que el pequeño conociese las connotaciones de esa palabra como que no reaccionase bien ante ella.
Sectonia parecía haber reparado en lo mismo, así que se apresuró disculparse.
—Tiene razón, lo siento— dijo la araña a Dedede y al Kirby bebé.— La guerra es un tema demasiado serio como para tomárselo a la ligera.
—Cierto, cierto— concordó Escargoon, mostrando un poco de arrepentimiento por haberse dejado llevar por su enfado. Su Dream Land tampoco es que tuviese los recursos para meterse en guerra contra ninguna nación.— Bueno, creo que aquí no soy bien recibido así que me llevaré a mi señor a la enfermería— decidió finalmente.
—No intentes escapar. Tanto los guardias del castillo como mis hombres tienen el perímetro vigilado— le advirtió Meta Knight.
—No pensaba hacerlo. Tampoco es que pueda llegar muy lejos con esta carga— refunfuñó el caracol mirando de soslayo a su Dedede.
Dicho eso, Escargoon agarró al Dedede inconsciente y comenzó a arrastrarlo, pero cuando se disponía a abandonar la sala algo le arrolló.
—¡Suelta a Dedede, Dark Matter!— gritó Kirby, quien había entrado corriendo a gran velocidad.
Parecía que mientras ellos habían estado discutiendo, Kirby había aterrizado y algún Waddle Dee o Doo habría informado a los niños de que se estaba produciendo un ataque de Dark Matter. "Culpa mía por no avisar a nadie de fuera de que ya estaba solucionado el problema," se dijo Dedede.
—Je, llegas tarde Kirby. Meta Knight y yo ya nos hemos encargado de la copia Dark Matter— se mofó Dedede de manera amistosa. En lugar de mostrarse sorprendido, Kirby suspiró aliviado. "Parece cansado. ¿Habrá pasado algo o simplemente se ha saltado su siesta mañanera?" se preguntó el monarca.
—Oh... solo era una copia— dijo Gooey, quien había entrado justo detrás de Kirby, en un tono extraño que podría o bien ser alivio o bien ser decepción. A veces leer las emociones del limo era muy difícil.
Detrás de ellos llegó Tiff, seguida de cerca por Bandee. Como era de esperar, nada más entrar en la sala los ojos de la niña se posaron únicamente en una persona.
—¡Kirby!— exclamó feliz al ver a la pequeña bolita.
—¡Tiff!— grito este de vuelta, la felicidad reflejada en sus ojitos mientras se lanzaba a los brazos de la niña, fundiéndose en un abrazo tan tierno que conmovió a todos los presentes, a excepción de Escargoon.
—¡Tuff, es él!— llamó Tiff a su hermano, quien acababa de entrar en la sala.—¡Es nuestro Kirby!
Obviamente, el niño también se unió al abrazo de sus hermanos.
—Menos mal que estás bien, pequeñajo- le dijo el niño a la bolita.
—Tiff, Tuff, poyo, poyo— repetía el pequeño con lágrimas de felicidad en sus ojos.
La encantadora escena no duro mucho más, puesto que alguien estaba tirado bocabajo en el suelo y no aguantaba más su posición.
—Esto... siento interrumpir este momento tan tierno que da asco pero, ¡¿puede el Kirby con más de un año de edad mental quitarse de encima mío?!— pidió un enfadado Escargoon.
—Oh ¡lo siento!— se disculpó el héroe, bajándose del caparazón del caracol y ayudándole a levantarse.— Entré con tanta prisa que no me fije en en nada ni...nadie.
Kirby había reparado en una cara que le era familiar pero nunca había visto en persona, su mente cortocircuitando debido a la impresión. Por un segundo su corazón dio un vuelco pensando que de alguna manera Sectonia había regresado a la vida libre de la corrupción del espejo, pero, tras sacudir su cabeza para salir de su pasmo, en seguida se dio cuenta de que eso no era posible y que la persona que tenían ante él debía ser la Sectonia de la que había hablado Tiff.
—Saludos, héroe de esta dimensión— comenzó a decir ella.
Kirby retrocedió un poco. Era la primera vez no sabía como tratar con alguien, por lo que se sentía un poco angustiado. ¿Qué clase de persona era esa Sectonia? ¿Podía fiarse de ella? ¿Le odiaría si descubriera que él había causado su muerte? Kirby miró a Taranza. ¿Cómo se estaría tomando su amigo aquella situación? Al fin y al cabo, era él quien había llevado a la Sectonia alternativa a ellos.
Por su parte, a Sectonia no se le había pasado por alto la forma en la que el supuesto héroe de esa dimensión la miraba. "¿Pasó algo entre mi yo de está dimensión y él?" pensó la antigua princesa, pero decidió no indagar en ello. Tenían cosas más importantes en las que centrarse.
—No sé cómo era vuestra relación con mi yo de esta dimensión, ni me interesa— continuó diciendo.— Si os resulta más conveniente y fácil, podéis llamarme Toni, tal y como hace Tar...digo, Taranza.
¿Taranza estaba llamando a la Sectonia alternativa con otro nombre? Sí, aquello podría funcionar para aceptar a esa persona, que al fin y al cabo nada tenía que ver con lo que había ocurrido en su dimensión, como una nueva amiga, dejando completamente de lado a la antigua enemiga a la que ese nombre estaba asociado.
—Toni... creo que puedo habituarme mejor a ese nombre— accedió Kirby, finalmente, con una media sonrisa.
—Entonces, ¿tú no eres la reina tiránica corrompida por un espejo mágico a la que Kirby no tuvo más remedio que matar?— preguntó Gooey, con curiosidad genuina, aunque una vez más sin pararse a pensar en lo que estaba diciendo.
Esa pregunta se sintió como si alguien hubiese tirado una bomba en medio de la sala. Dedede y Kirby, quienes ya se habían sentido bastante incómodos, no pudieron evitar sobresaltarse y alarmarse, sobre todo porque no sabían como esa Sectonia iba a tomarse revelación; el rostro de Taranza había pasado a tener una expresión compungida y parecía querer desaparecer de la faz de Pop Star; Tiff y Tuff llegaron demasiado tarde a taparle la boca a Gooey; Meta Knight se llevó una mano a la sien, y Bandee bufó exasperado:
—Por todas las Novas, Gooey. ¿Cuántas veces tengo que decirte que hay que hablar con más tacto de ese tema?
—Lo siento...— se disculpo este.
En cuanto a Sectonia, las palabras de esa criatura extraña le habían sentado como una ducha de agua fría."Conque aquí fui una Reina Tiránica... Supongo que eso explica tanto el comportamiento de Tar esta mañana después de que que le atacara por acto reflejo como la reacción de todos ante mi presencia."
Ocultando cualquier indicio de que ese descubrimiento le hubiese afectado, Sectonia volvió a adoptar una postura formal y, con un tono profesional, explicó:
—Como ya dije, no estoy interesada en quién fue mi yo de esta dimensión. Mi propósito es salvar nuestros mundos, así que os ruego dejéis de lado cualquier prejuicio causado por lo que ella os hiciera en el pasado y nos centremos en abordar el problema actual— pidió.
—Entonces, ¿tú sabes cómo acabamos aquí?— quiso saber Tuff.
—Sí, aunque hay cosas que no he conseguido recordar aún— admitió Sectonia.— Espero que a medida que vaya contando mi historia se vayan completando esos huecos.
—Y los nuestros también— añadió Tiff.
En ese momento, Dedede dio un paso al frente, llamando la atención de los presentes.
—Bueno, ahora que estamos todos, sugiero que vayamos a un sitio más cómodo para hablar de esto— dijo el rey.— Por suerte, viéndome venir algo de este estilo, le pedí a los Dees que reparasen primero la sala de reuniones. ¿O acaso preferís quedaros de pie aquí en medio?
A nadie parecía entusiasmarle la segunda opción, así que todos decidieron seguir a Dedede hacia la sala de reuniones. De camino, Tuff se presentó formalmente a los Meta Knight y Dedede de esa dimensión, motivado por su hermana.
—¿Es verdad que le diste un martillazo tan fuerte al Dedede de mi dimensión que salió volando del interior de un robot?— preguntó el niño, recordando lo que había contado su hermana.
—Sí. Aunque en mi defensa diré que él se lo buscó— respondió Dedede.— ¿Ves todo esto? No estaría así de no ser por él— añadió, señalando a los apuntalados muros del castillo.
—Jo, habría pagado por verlo— lamentó Tuff.
—Oye, si Toni tiene algo importante que contarnos, ¿entonces no puedo echarme la siesta?— preguntó Kirby de pronto. Su contraparte bebé caminaba a su lado, mirando con curiosidad todo lo que hacía e incluso intentaba imitarle, cosa que hizo que se llevara una pequeña regañina por parte de Tiff. Kirby no podía evitar encontrarlo raro, pero de cierta manera le divertía. Además, si bien él ya se había encontrado con otras versiones de si mismo en el pasado (ya fuesen divisiones o "yos" alternativos) por lo que más o menos estaba acostumbrado, aquella debía ser la primera vez que ese Kirby veía alguien idéntico, o casi idéntico, a él.
—No hay tiempo. Si tantas ganas tenías de dormir, haberlo pensado antes de tardar tanto en volver— le echó en cara Dedede mientras invitaba a todos a pasar a la sala de reuniones.
—Eh, no fue culpa mía. ¡Nos atacó una copia de Dark Nebula!— se excusó Kirby, quedándose atrás con Dedede mientras los demás ocupaban sus asientos.
Así que los críos sí que habían estado en peligro después de todo, aunque, como siempre, habían salido victoriosos. "En ese caso, supongo que no debería ser tan duro con él," pensó Dedede.
—Bueno, si ves que estas muy cansado puedes cerrar los ojos y dormir un poco— concedió el rey.—Ya nos ocuparemos de contarte lo importante. ¡Pero al menos intenta mantenerte despierto!— le exigió.
Kirby asintió con alegría antes de ocupar un asiento al lado de la ventana donde el calor del sol era más agradable. Dedede puso los ojos en blanco y ocupó el asiento central, que era el más grande de todos y el que estaba reservado para él.
—Conque a nosotros nos atacó una copia de Dark Matter y a vosotros una copia de Dark Nebula... ¿Hay que lamentar heridos?— quiso saber Meta Knight.
—No, señor. Todos salimos enteros del enfrentamiento— confirmó Bandee.
—Aunque Daroach casi no lo cuenta— añadió Gooey.
—Ese ladrón siempre jugándose la vida...— se quejó el caballero.
—No fue culpa suya. Esa copia estaba muy empeñada en acabar tanto con él como con Kirby— excusó Gooey al ratón.
—En ese caso, supongo que debería mandarle algo para compensarle por las molestias— comentó Meta Knight, pensativo.
—¿Os habéis enfrentado a Copias de otros seres?— preguntó Toni. El resto, salvo Taranza y el Kirby bebé, asintieron.— Por casualidad no tendrían aspecto "holográfico," ¿verdad?— quiso asegurarse la araña.
—Sí. Intuyo que sabes lo que son— adivinó Meta Knight
—Así es— asintió la araña.— Se llaman...
—... Ecos, y su existencia es consecuencia de lo que está poniendo todos los universos en peligro— dijo Tiff al mismo tiempo que Toni. Todos los presentes se quedaron mirándola, anonadados.— ¡Lo siento!— se disculpó rápidamente.— No quería ser maleducada, pero de pronto se me han venido esas palabras a la cabeza.
—Eso es porque fue exactamente lo mismo que expliqué en tu dimensión durante nuestro primer encuentro— dijo Toni.
—Nuestro primer encuentro...— repitió Tiff, tratando de hacer memoria.— Lo siento, no lo recuerdo bien. Ahora sé que estabas con nosotros antes de que acabásemos en esta dimensión, pero sigo sin saber por qué— dijo la niña, algo afligida. El Kirby bebé, quien estaba sentado entre ella y su contraparte mayor, le dio unos toquecitos para intentar consolarla.
—Hey, al menos eso es un indicio de que estas recuperando la memoria— trató de animarla Bandee.
—Supongo que sí, pero no siento que sea suficiente— replicó ella.
—No te preocupes. Mi historia lo será— le aseguró Toni. A continuación, se dirigió a los habitantes de aquella dimensión:— él confiaba en que nos prestaríais vuestra ayuda si nosotros no conseguíamos completar esta misión por nuestra cuenta.
—¿Él?— preguntó Meta Knight, intrigado.
—El Meta Knight de mi dimensión— respondió Toni.— Él es, o era, el cabecilla de nuestra misión, pero viendo que no está con nosotros supongo que ese rol ahora me corresponde a mi. Espero que lo que voy a contaros sea suficiente para convenceros de que os unáis a nuestra causa.
La araña dio un largo suspiro antes de comenzar a relatar:
—Todo empezó hace poco más de una semana...
En los siguientes capítulos veremos, por fin, como comenzó esta historia. ¿O quizás no?
¡Feliz fin de año! Siento mucho el retraso en este capítulo. Entre que he estado ocupada estudiando oposiciones, me he estado dedicando a corregir capítulos antiguos tanto en esta versión como en la inglesa y trabajando en el remake de "Sueños atados al cielo", no he podido dedicar mucho tiempo a seguir avanzando en este fic. Pero bueno, aquí tenéis el nuevo capítulo. ¡Nos leemos el año que viene!
(Nota: esto fue escrito cuando aún era 2024 en la zona horaria de la autora)
