Hola hermosas! Avanzamos en la historia y me encanta que les esté gustando! Mil gracias por estar aquí.

Les recuerdo que la historia NO es para menores de edad ni para personas sensibles al tema adulto, es sin fines de lucro, simplemente por diversión.

GRACIAS POR COMPRENDER

DESTINO

CAPITULO 10

El corazón de Candy había quedado acelerado, su rostro estaba enrojecido y sus piernas la sostenían de milagro.

-¿Estás bien Candy? – Preguntó Annie al ver que la rubia no reaccionaba. – Candy… - Dijo Annie una vez más.

-¿Qué sucede? – Preguntó Cassie, quien se animó a salir de su habitación una vez que había escuchado que se habían ido las visitas.

-Es Candy… - Dijo Annie a su amiga, con un dejo de diversión en su rostro.

-¿Qué sucede, Candy? – Preguntó Cassie a la pecosa, pero esta seguía observando hacia la puerta, donde momentos antes había desaparecido aquella figura tan tentadora que poseía el rubio.

-¿Qué pasa? – Preguntó Candy de pronto, como si desde un lugar muy lejano llegara a ella el llamado hecho por sus compañeras.

-Nada, que estamos aquí esperando desde hace media hora y no reaccionas. – Dijo Cassie con travesura.

-¿Media hora? – Preguntó Candy sorprendida al escuchar lo que decía Cassie, para ella acababan de pasar tan solo unos segundos cuando vio que Anthony se despedía de ella y cerraba la puerta.

La risa de Cassie y de Annie se dejó escuchar en el departamento y poco después el rostro de Candy se encendió de un lindo rubor víctima de la vergüenza que sentía por haber sido engañada.

-No hagas caso a Cassie, Candy. – Dijo Annie mirando a Cassie con travesura, Candy sonrió a su amiga y esta la tomó del brazo para que les contara lo que sucedía con aquel guapo muchacho.

-¡Pero por supuesto que sí! – Dijo Cassie jalando a Candy hacia el sofá de la sala, obligándola a sentarse junto a ella para comenzar a interrogarla. – Tienes que contarnos todo lo que ha sucedido desde que conociste a ese bombón tan hermoso. – Dijo la joven con simpatía. Candy se sintió incómoda por la descripción con la que se refería a Anthony.

-El joven Ardlay fue mi paciente. – Dijo Candy con timidez, segura de que no la dejarían ir hasta que confesara la verdad de lo que sucedía con ese deslumbrante joven.

-Nada de joven, Candy, él se llama Anthony, ¿Por qué no se hablan de tú? – Preguntó una vez más Cassie emocionada.

-Él es solo mi paciente. – Dijo Candy con nerviosismo.

-Eso ni tú te la crees, Candy. – Dijo Cassie segura de lo que había visto entre ellos. Annie la miraba asintiendo con una sonrisa traviesa.

-Es verdad Candy… - Le dijo Annie con ternura. Candy suspiró recordando la mirada que momentos antes le había dirigido.

-Es que no sé… - Dijo Candy cubriendo su rostro con el cojín del sofá.

-¿Qué es lo que no sabes Candy? – Preguntó Cassie impaciente.

-No sé qué es lo que siento por él, qué es lo que siente por mí... sé que está guapo... que digo guapo, ¡Es guapísimo! – Decía la rubia un poco desesperada, con su rostro encendido por la timidez y la emoción de confesar a viva voz que aquel chico despertaba en ella sentimientos nuevos en su corazón.

-¿Cómo que qué siente por ti, Candy? – Preguntó Cassie una vez más. – Se ve que lo tienes loquito. – Dijo animando a la rubia. Candy abrió los ojos y miró a Annie quien asintió sin dejar de sonreír.

-¿Ustedes creen? – Preguntó la pecosa una vez más mientras retorcía su uniforme una y otra vez con nerviosismo.

-¡Por Dios, Candy! ¡El chico tenía la intención de presentarse e irse de aquí ¡Ni siquiera se había quitado el abrigo! ¡Y en cuanto te vio decidió quedarse! – Dijo la joven adivinando que Anthony no se había desecho de su abrigo al principio porque no tenía planeado quedarse.

El rostro de Candy se encendió nuevamente al recordar que él mismo le había confesado precisamente el motivo por el cual se había quedado.

-Me dijo que por ese motivo se había quedado… - Dijo Candy con timidez, sintiendo cómo su rostro ardía con intensidad.

-¿A ti te gusta, Candy? – Preguntó Annie con esa inocencia que ella irradiaba.

-¡Le encanta, Annie! ¡Jamás había visto esa mirada tan brillante en Candy, cuando ve a un chico! – Respondió Cassie poniéndose de pie, la joven estaba más que feliz porque Candy se hubiera fijado por fin en un chico y más porque no era el joven de la puerta de enfrente que se había ido molesto porque la rubia se había ido a comprar el pan junto al caballero que la hacía sonrojar.

-Aún no lo sé… - Dijo Candy intentando disfrazar el enamoramiento que comenzaba a nacer en su corazón.

-¿Cómo que no lo sabes, Candy? – Preguntó Cassie incrédula. – Se les nota a los dos que están enamorados, él te ve con admiración, con amor, con ternura, con idealización y respeto… - Decía Cassie animando a que Candy aceptara aquella admiración que Anthony demostraba por él.

-Yo solo sé que mi corazón late descontrolado cuando estoy cerca de él, que mi estómago se hace nudo cuando se acerca a mí y que mis piernas me tiemblan y son incapaces de sostenerme cuando besa mi mano al despedirse. – Dijo la rubia explicando las emociones que Anthony le provocaba en su interior.

-¡Eso es amor, Candy! – Dijo Annie emocionada, por primera vez en la noche había hablado con emoción y alegría, atreviéndose a hacer un escándalo de los sentimientos que Candy había declarado. Candy observó a ambas jóvenes con el rostro enrojecido, recordando el momento que había sido interrumpido horas antes frente al edificio.

Un grito de emoción se dejó escuchar en el departamento, un grito que si bien los vecinos no escuchaban era testigo de la emoción que provocaba el amor juvenil entre las amigas.

Annie también se atrevió a confesar que Archie se le había declarado y si. Ien no había sido la manera tan romántica que ella hubiese deseado el fin era que ahora podrían llamarse una pareja.

Cassie escuchaba a ambas chicas hablar de sus sentimientos y enamorados y a pesar de tener ese sentimiento de vacío y soledad en su pecho se sentía ilusionada por ver felices a aquellas chicas que consideraba sus hermanitas. La rubia ojiazul sonrió con ternura al verlas tan felices.


Por su lado Anthony salió casi flotando del departamento de las jóvenes, mientras un Archie un tanto sentido con él y un Stear sonriente lo esperaban.

-¿Cuándo pensabas decírnoslo? – Preguntó Archie con los brazos cruzados. Anthony lo miró suspirando, sabía bien que cuando él se enterara le iba a reclamar su discreción.

-Cuando hubiera algo en concreto. – Reveló Anthony sin cuidado.

-¿Entonces vas en serio con Candy? – Preguntó Stear emocionado, le emocionaba pensar por primera vez enamorado a Anthony. Anthony asintió a la pregunta de Stear.

-Antes tuve mis dudas acerca de esto. – Reveló el rubio mientras subían al elevador. – Pero después de esta noche les puedo asegurar que tengo muchas posibilidades. – Dijo seguro de que Candy había correspondido a sus halagos y galanteos.

-¿Posibilidades? – Preguntó Stear sarcástico. - ¡Pero si Candy ya es de la familia! – Dijo con gracia el inventor. – Te mira como si no hubiera nadie más en la habitación. – Dijo de nuevo. Anthony sonrió con aquella sonrisa tan espectacular que poseía.

-No sé si fue así. – Dijo Archie un tanto celoso por la hermosa joven que había conquistado su primo.

-Por cierto Archie. – Dijo Anthony seguro de que había hecho bien en ocultar a la joven enfermera de su primo, él sabía que siempre habían tenido los gustos muy parecidos. – Felicidades por Annie, es una joven muy hermosa. – Dijo una vez más, seguro que aquel comentario animaría a su primo. – Además de inteligente y elegante. – Agregó nuevamente. Archie sonrió al recordar a Annie, definitivamente Annie era una mujer muy hermosa y a él le gustaba bastante, sin embargo al conocer a Candy sintió que se había precipitado con ella y una duda nacía en su pecho.

-Annie es una joven muy valiosa. – Dijo Archie pensativo. – Pero no sé si es la chica para mí. – Dijo nuevamente a pesar de haberle pedido ser su novia. Stear y Anthony lo miraron confundidos, intercambiando miradas entre ellos.

-Archie, no puedes hacer eso. – Dijo Stear inquieto y algo molesto, llamando su atención. Archie lo miró confundido. – Tú fuiste quien estuvo acosándola a diario, insististe en venir a visitarla y presentar a Anthony ante ella porque estabas seguro que ella era la indicada y ahora ¿No estás seguro? – Preguntó Stear indignado.

-Es que me pongo a pensar si ella no es la chica con la que mis padres querían comprometerme. – Decía con cierta desesperación. Anthony suspiró.

-Archie, tienes que madurar. – Dijo Anthony retándolo por su manera de ser infantil y hasta un poco inmadura. – Ya no somos unos niños y las mujeres no son un objeto. – Dijo de nuevo con molestia. – Lo que siento por Candy es verdadero, no es un capricho, ni mucho menos un mañana quiero a otra, ella es la mujer que quiero para que sea la señora Brower. – Dijo mirando nuevamente al castaño, este bajó la mirada comprendiendo que su comportamiento no era el adecuado.

-Lo siento mucho Anthony. – Dijo Archie disculpándose con él. – Tienes razón, me alegra que hayas encontrado una mujer que te haga feliz. – Dijo una vez más, sin embargo tenía en su interior esa duda en sus sentimientos. Anthony sonrió comprendiendo que su primo había captado lo que quiso decirle.

Archie desde muy pequeño había competido con Anthony por las niñas que se les acercaban, buscando siempre a la más bonita para él. Cuando conoció a Annie quedó impresionado por la belleza de la joven, pero su personalidad tímida e introvertida era algo que no le agradaba del todo y al ver a Candy, había pensado que no había joven más hermosa en la habitación que aquella pecosa de ojos verdes.

-Candy es muy hermosa, Anthony. – Dijo Stear con travesura, poniendo un puño frente a Anthony para que este lo chocara. Anthony sonrió y chocó el puño con él.

-Es muy hermosa Stear, pero no es una chica más. – Le dijo mirándolo a los ojos. Stear asintió seguro y orgulloso de él.

-Me alegro por ti Anthony… solo que…

-¿Solo que qué? – Preguntó Anthony al ver a su primo un tanto nervioso.

-Stear y yo comentábamos que tal vez no sea del agrado de la tía abuela. – Dijo Archie con sinceridad, recordando el compromiso que querían imponerle desde hacía tiempo.

-¿Por qué lo dices? – Preguntó Anthony con asombro, incapaz de creer que una criatura tan hermosa e independiente como Candy no pudiera ser amada por alguien.

-Candy es una joven… humilde… - Respondió con timidez Stear. – A ti, a Archie y a mí no nos importa, pero la tía abuela tiene sus prejuicios. – Agregó mientras el elevador se abría y ellos caminaban hasta el automóvil del inventor. Anthony suspiró con melancolía.

-No me importa si ella no tiene dinero, no me importa si la tía abuela no está dispuesta a aceptar mi relación, hablaré con mi tío William de todo esto y si él tampoco lo aprueba... renuncio a la familia Ardlay. – Dijo Anthony con seguridad. Stear y Archie abrieron los ojos sorprendidos.

-¿Serías capaz, Anthony? – Preguntó Stear con cierto temor en su voz.

-Completamente. – Dijo el rubio mirando al frente del camino. – Las personas somos iguales, todos somos valiosos, lo único que nos diferencia es la suerte de haber nacido en una familia con mayores oportunidades, pero les aseguro que Candy es tan valiosa como cualquier chica de sociedad que conozco. – Dijo incapaz de decir frente a sus primos que creía incluso que era más valiosa que todas las mujeres que había conocido.

-Pues cuentas con todo mi apoyo, Anthony. – Dijo Stear palmeando su espalda con la mano derecha mientras conducía con la izquierda.

-Sabes que también conmigo. – Dijo Archie con una sonrisa sincera. Anthony sonrió seguro que así sería, pero con el corazón desconfiado por la aprobación de la tía abuela.

- No necesito su aprobación, soy mayor de edad… además sé que el tío William estará de acuerdo conmigo. – Pensó Anthony con la esperanza que le daba el saberse apoyado por su tío, quien era la autoridad máxima de la familia Ardlay.

A pesar de la decisión de Anthony y de la seguridad que siempre demostraba, no pudo evitar que un mal pensamiento pasara por su cabeza, algo así como un presentimiento, un presentimiento que le advertía no solo lo que sus primos comentaban, sino que era algo que le avisaba que debería luchar más fuerte que los mismos Cornwell para ver realizado su amor, pero pese a todo el pronóstico que de seguro enfrentaría él estaba dispuesto a luchar por esa ilusión que comenzaba a albergarse en su alma.


Mientras tanto en Chicago, la tía Elroy como siempre estaba al pendiente de todo lo que sucedía en la mansión y buscaba de una manera u otra informarse de lo que estaba sucediendo en Nueva York.

-¿Cómo has estado hijo? – Preguntó con cierta ternura en su voz.

-Bien, tía abuela. – Respondió el joven desde el otro lado de la línea. - ¿Cuándo me levantarás el castigo, tía abuela? – Preguntó una vez más con la esperanza de que le permitiera regresar a la ciudad de los vientos.

-No es un castigo hijo. – Dijo la matriarca con seriedad, estaba segura que aquella petición que ella tenía era con el propósito de estar informada de todo lo que hacía Anthony y los hermanos Cornwell.

-Pues no lo parece, todo aquí es muy aburrido. – Dijo el moreno quejándose de todo.

-Solo quiero saber cómo están tus primos. – Dijo la vieja Elroy una vez más.

-Ellos están bien. – Dijo Neal mientras jugaba con una pelota pequeña en su mano derecha. – Solo van y vienen al trabajo. – Dijo una vez más.

La verdad era que Neal estaba completamente aburrido y no tenía ganas de estar al pendiente de sus primos todo el día, prefería irse por ahí y buscar un poco de diversión antes que pasar un reporte completo y detallado a la mujer que se empeñaba en vigilar a sus nietos.

-Me alegra saber eso. – Dijo Elroy sintiéndose orgullosa de ellos, sabía que los tres eran buenos en los negocios y se enorgullecía de haber permitido que se fueran a reforzar sus conocimientos dentro de las empresas. - ¿Y tú? ¿Has aprendido algo? - Preguntó una vez más interesada ahora en el menor de los cuatro, sabía que era un poco más desobligado que los otros tres, pero al mismo tiempo era al que más le permitía ese tipo de acciones.

-Muchas cosas tía abuela. – Respondió el moreno con cierta sonrisa irónica en su voz, sonrisa que no podía apreciarse a través del auricular.

-Me alegro hijo… ¿Puedo hablar con Anthony o con alguno de tus primos? – Preguntó impaciente por comunicarse con los muchachos.

-No han llegado. – Respondió Neal con cierto fastidio en su voz. – Y por pura casualidad me encontraste a mí… - Pensó el moreno con fastidio.

-Pero ya es muy tarde. – Dijo la mujer con cierta molestia en su voz.

-No lo sé, tal vez se quedaron hasta tarde trabajando, después del accidente de Anthony dice que le cuesta trabajo atender todo con una sola mano. – Dijo sin imputarse, a él le importaba muy poco lo que Anthony o cualquiera de los Cornwell estuvieran pasando.

-Es verdad… ¿Cómo va su brazo? – Preguntó la vieja una vez más. Neal rodó los ojos fastidiado por tener que atender todas las semanas a la misma hora la llamada donde le preguntaba casi casi hasta el color de ropa que estaban usando, solo para decir si era o no apropiada.

-Ya le retiraron el inmovilizador. – Agregó el moreno con ganas de levantarse de ahí e irse. – Tía abuela, disculpa que te interrumpa… - Dijo sin obtener la atención de la vieja, apretando con fuerza la pelota cuando se dio cuenta que había sido ignorado. – Sí… bien… - Decía simplemente con monosílabos. – Está bien… salúdame a mamá y a Elisa… sí para ti también… te quiero… - Le dijo con ironía, mientras seguía rodando los ojos cada que decía algo. – Maldita vieja molesta. – Pensó Neal al colgar la bocina del teléfono, aún estaba molesto con ella por haberlo enviado a Nueva York con la excusa de vigilar a sus primos, específicamente a Anthony, pero él bien sabía que las intenciones de aquella mujer era alejarlo de las compañías que tenía, sobre todo porque no eran compañías gratas pero con estas él tenía cierto poder sobre ellas, poder que no tenía con los miembros de su familia.

-¿Qué sucede tía abuela? – Preguntó Elisa entrando tranquilamente al despacho de la matriarca sin siquiera anunciarse.

-Nada, solo hablaba con tu hermano. – Respondió la mujer aún pensativa.

-¿De verdad? ¿Cómo está Anthony? – Preguntó Elisa con emoción, antes de preguntar por su hermano o por otra persona, lo primero que ella quería saber era sobre Anthony, ya que estaba segura que él sería su prometido dentro de muy poco tiempo.

-Ya está mejor, le quitaron el inmovilizador. – Dijo Elroy queriendo darle solo buenas noticias a su nieta.

-Debiste permitirme ir a cuidarlo, estoy segura que con mis cuidados y atenciones él estaría mejor mucho antes. – Dijo la morena cruzándose de brazos, demostrando a la mayor que aún estaba molesta por no haberle dado permiso de ir a Nueva York.

-Elisa, tú eres una señorita decente, y no está bien visto que estés viviendo con cuatro caballeros sin la debida atención de tu madre o la mía. – Dijo Elroy segura de cuidar las buenas costumbres.

-Pero era algo primordial, tía abuela. – Agregó la morena con impaciencia.

-Ya, no te preocupes. Anthony está mucho mejor. – Dijo de nuevo la mujer, confiando en lo que le había dicho su nieto.

-¿Cuándo volverá tía abuela? – Preguntó Elisa con impaciencia, haciendo ver a su abuela que estaba muy desesperada por volver a verlo.

-Dale tiempo, tiene solo un par de meses preparándose. – Dijo La tía abuela mirando a su nieta con ternura.

-A veces me parece que se fue a Nueva York solo por huir de mí. – Dijo haciendo un puchero para que la vieja Elroy la considerara como siempre.

-Son ideas tuyas, Elisa. – Dijo la mayor con cierto nerviosismo, ella sabía bien que esas habían sido las intenciones de Anthony cuando pidió alejarse de Chicago.

-Lo que pasa es que lo extraño tanto, quisiera que estuviera aquí para anunciar nuestro compromiso. – Dijo la morena dando por hecho que el compromiso entre ellos era definitivo.

-Todavía no he hablado con Anthony de ello. – Elroy mintió, no quería decirte todavía que Anthony se había ido no solo para huir de ella, sino para evitar que se anunciara el compromiso que estaba segura era lo mejor para su nieto.

-Pero él no se negará a tus órdenes o a las del tío William. – Dijo Elisa segura de que así era. Elroy asintió con duda en su interior, sabía bien que William no tenía la intención de obligar a Anthony a casarse con ella o con cualquier joven que él no aprobara.

Elisa se despidió con un beso en la mejilla de la mayor y salió del despacho, dejando a Elroy con más dudas que certezas, ella estaba segura que Anthony no quería casarse con Elisa, es más, había dicho que si lo obligaban a hacerlo él mismo renunciaría al apellido Ardlay, y ella no podía permitir que eso sucediera. Anthony era uno de los miembros más importantes del clan, un futuro líder que se preparaba para dirigir la familia en el caso en el que William decidiera descansar o pasar el mando a otro, y si algún día tuviera hijos, estos tendrían que prepararse para tomar un día su lugar, pero el día a ello estaba muy lejano, por eso había permitido que se fuera un año lejos de Chicago para que conociera el mundo, para que se preparara y cuando volviera hablaría nuevamente con él del compromiso que a ella le alegraría el alma si se llevara a cabo.


Anthony entró a la mansión todavía en silencio, las palabras de sus primos lo habían llenado de dudas y temores, dudas con respecto a si su tía abuela o su tío William aceptarían su decisión de enamorar a una joven y humilde enfermera, temores de pensar en una ruptura familiar si ellos se negaban, sin embargo lo que había visto en los ojos de Candy no podía pasarlo desapercibido, ella correspondía a sus miradas, reaccionaba a su voz, sus ojos se dilataban cuando lo tenía cerca y podía ver cómo su hermoso rostro se tintaba de rojo cuando él la halagaba.

- No debo rendirme, Candy… - Se decía emocionado al recordar una vez más el breve momento que habían vivido afuera del edificio, él iba a besarla y estaba seguro que ella lo permitiría, si no hubiera sido por el imbécil de Grandchester. – Tenía que ser él… - Pensó Anthony seguro de que estaba interesado en Candy.

Anthony y Terry se habían conocido en el barco camino a Inglaterra, el mismo barco que los había llevado a ambos para estudiar en el mismo colegio. Anthony había bebido un poco celebrando la llegada del año nuevo en compañía de George y sus primos, sin embargo en ese tiempo, al no estar acostumbrado a beber tan solo una copa de licor de chocolate, el champagne que había ingerido lo desequilibró un poco y decidió salir para tomar aire… mala elección, el aire frío de cubierta lo golpeó repentinamente y aumentó su mareó, caminó desorientado buscando donde sentarse y por error chocó con Terry, quien se encontraba en cubierta, esto no le pareció al joven rebelde a pesar de la disculpa que el rubio había dado, Terry de inmediato buscó una pelea por el descuido de Anthony, los Cornwell llegaron pronto para ayudarlo ya que él no estaba en sus cinco sentidos, por el contrario de Terry que en ese momento estaba bueno y sano, una sorpresa para Anthony ya que después sería raro cuando lo volviera a ver sobrio.

Cuando llegaron al internado se volvieron a encontrar y para su mala suerte era el vecino de al lado, vecino que resultó ser muy ruidoso cuando llegaba por las noches en estado etílico.

El encuentro del barco no fue olvidado y lo retó en un par de ocasiones más para enfrentarse a golpes y en una batalla de esgrima, ninguno de los dos cedía en sus intentos y la rivalidad aumentó cuando el joven rescató a Elisa de una trampa que su mismo hermano había hecho con la finalidad de molestar a los Cornwell, sin embargo Elisa fue la suertuda de caer en ella y Terry la salvó, poniendo sus ojos en la damisela en apuros, pero el rechazo y al mismo tiempo coqueteo de la joven quien insistía que era la prometida de Anthony, hizo que este tuviera más rencor hacia él.

Anthony jamás supo de los motivos que Terry tuvo para abandonar el colegio, simplemente un día se enteró que había abandonado el San Pablo y no lo había vuelto a ver hasta que su rostro apareció en los titulares de la obra "El Rey Lear" donde tenía un papel breve pero importante, después de eso hasta esa noche lo había tenido de frente, pero al parecer su rencor hacia él seguía intacto.

-Aunque ahora parece que si es real. – Se dijo Anthony pensativo, ya que no era imposible advertir que tenía interés en la joven enfermera y para su mala suerte eran vecinos, una desventaja que tenía ya que él no podía verla a diario sin excusa. – O tal vez sí… - Se dijo con una sonrisa de triunfo.

Anthony se levantó de su cama, no podía dormir, se cubrió del frío y salió caminando hacia el invernadero de la mansión. Se sentó en aquella mesa larga en donde tenía todo tipo de esquejes de rosal y comenzó a buscar una nueva variedad de rosas que pudiera hacer justicia a la belleza de la rubia.

La mañana llegó rápidamente y Anthony caminó de regreso a la mansión, no había dormido en toda la noche, sin embargo no se sentía cansado, al contrario aquella resolución que había tomado le había dado la energía suficiente para iniciar su día.

-Buenos días Anthony. – Saludó Stear con el rostro aún desvelado. - ¿Dormiste afuera? – Preguntó al ver que su primo acababa de entrar por la parte trasera de la mansión.

-Estaba en el invernadero. – Respondió Anthony con una gran sonrisa. Stear abrió los ojos sorprendido por lo que había dicho.

-¿En el invernadero? – Preguntó Archie extrañado, quien venía bajando las escaleras mientras Anthony se disponía a subirlas. – Hace tiempo que no pasabas tiempo en ese lugar. – Dijo Archie una vez más, recordando que en el pasado su primo se la llevaba encerrado en el invernadero con la idea de crear una nueva estirpe de rosas.

-Creo que he encontrado nueva inspiración. – Dijo Anthony con una sonrisa genuina, llena de emoción y alegría. Archie y Stear se miraron cómplices, sabían bien a lo que el rubio se refería.

-Me alegra escuchar eso, Anthony. – Dijo Stear con una sonrisa en sus labios, sintiéndose feliz y dichoso de que por fin su primo se hubiera dedicado a algo que le apasionaba de verdad y que había abandonado desde el día que su madre había muerto.

-Denme unos minutos y bajo enseguida. – Dijo Anthony subiendo con rapidez para prepararse y poder irse a las oficinas.

-¿Una nueva inspiración y le sigue hablando con tanta propiedad? – Preguntó Archie con ironía, Stear lo miró en desacuerdo por su comentario.

-¿Qué te sucede Archie? – Preguntó Stear al ver que su hermano suspiraba un tanto defraudado. – Desde ayer que conociste a Candy tu trato con la señorita Britter cambió. – Indagó el mayor, conocía bien a su hermano y aunque jamás lo había visto tan entusiasmado con una joven como lo había visto con Annie, también debía reconocer que ya se le hacía mucho que le había durado el nuevo capricho.

-No te hagas, que tú también observaste a Candy más de la cuenta. – Dijo Archie para excusarse de su comportamiento.

-De acuerdo… - Dijo Stear sin inmutarse. – Yo también quedé impresionado por su belleza, es una mujer hermosa por dentro y por fuera y me bastó tan solo unas horas para comprobarlo. – Decía sin dejar de mirar al menor, quien lo miraba molesto por estar siendo reprendido por su comportamiento. – Y te puedo asegurar que fue lo mismo que Anthony vio en ella, no solo su belleza exterior. – Decía nuevamente sin bajar la guardia con su hermano. – Pero yo respeto que Anthony la haya elegido y que ella tenga ese mismo interés en él. – Agregó seguro de sus palabras.

-¿Cómo lo sabes? Se dirigen entre ellos con demasiada propiedad, ella ni siquiera le ha permitido que le hable con mayor confianza. – Decía Archie impaciente, había algo que le molestaba de esa relación que había entre ellos.

-Eso es cosa de ellos, Archie. Anthony respeta a la señorita White y ella lo respeta a él, se conocieron en diferentes circunstancias en las que tú y Annie se conocieron. – Decía regañando seriamente a su hermano. – Está bien que dudes de lo que sientes por Annie, eso no te lo discuto, pero dudar solo porque Anthony conoció a una joven más hermosa y encantadora, eso sí no te lo voy a permitir. – Le dijo mirándolo fijamente a los ojos. Archie lo miró confundido, su hermano sabía que esa era su molestia. – Siempre has competido con Anthony, y no comprendo por qué al igual que él eres asediado por las damas, no comprendo ese juego de querer ganar diciendo que tienes a la mujer más hermosa. – Dijo de nuevo su hermano.

-Eso no es lo que sucede. – Respondió Archie intentando defenderse de algo que no podía, porque sabía en el fondo de su corazón que su vanidad era mayor al amor que tenía por su primo, creía que al ser más guapo y elegante que él podía conseguir a la mejor chica, eso pensó al conocer a Annie, pero al conocer a Candy volvió a sus antiguos hábitos.

-¡Por Dios, Archie! ¡Sabes que es así! - Dijo Stear asegurándose que Anthony no bajara. – Lo único que puedo decirte es que ya madures y respetes la relación que Anthony quiere entablar con esa señorita y si realmente sientes algo por la señorita Britter, te recomiendo que te esfuerces más en demostrárselo… de lo contrario la podrías perder. – Dijo firmemente, mirando a su hermano fijamente, advirtiendo que seguía siendo el mismo chico inmaduro que siempre había sido.

Archie bajó la mirada avergonzado, sabía que su hermano tenía razón, no podía pasarse la vida buscando a la joven más hermosa solo para tenerla a su lado y así lucirla, sabía que Annie además de hermosa tenía un buen corazón, pero Candy tenía algo que Annie no tenía y eso era lo que lo estaba llamando a quererla conocer mejor, después de todo ella no tenía siquiera una verdadera relación con Anthony, así que no estaba cometiendo ningún pecado.

-¿Nos vamos? – Preguntó Anthony con una sonrisa radiante, sonrisa que le permitía demostrar a sus primos que su alegría no era pasajera, que su alegría nacía de la emoción que tenía por esta nueva relación la cual estaba impaciente por iniciar.

-Nos vamos… - Dijo Archie un tanto molesto, pero intentando disimularlo. Anthony al conocer a ambos, de inmediato se dio cuenta que algo sucedía, miró a Stear y este negó indicando que más tarde le explicaba. Anthony asintió y guardó silencio.

Una vez que llegaron al edificio Ardlay, Stear se dirigió a su oficina primero que los otros dos. Archie sonrió incómodo a Anthony y con una seña le indicó que iría a su oficina, Anthony asintió y después de unos segundos de observar el comportamiento de ambos hermanos, tuvo una ligera idea de lo que había sucedido.

-¿Puedo pasar? – Preguntó Stear en cuanto había cerrado la puerta de su oficina.

-Por favor. – Le indicó Anthony para que le explicara lo sucedido. – Te estaba esperando… - Confesó convencido de que si Stear no llegaba en cinco minutos él iría a buscarlo.

-Lo siento Anthony. – Dijo Stear con cierto cansancio en su voz.

-¿Y ahora que dijo? – Preguntó Anthony, sabía que Archie era el que lo había hecho enojar y no al revés.

-¡No entiendo por qué no madura! - Dijo Stear con molestia. Anthony lo escuchó con paciencia.

-Calma Stear. – Le dijo Anthony mientras se sentaba frente a él. - ¿Qué pasa? – Preguntó poniéndose cómodo.

-Lo mismo de siempre, al parecer ya no está tan convencido de lo que siente por la señorita Britter. – Dijo Stear avergonzado por esa indecisión que mostraba su hermano.

-Entiéndelo Stear, Archie siempre ha sido así. – Dijo Anthony con tranquilidad. – Toda su vida se la ha pasado rodeado de jóvenes hermosas que se desviven por él, tiene mucho de donde escoger. – Dijo una vez más el rubio, seguro que si no era Annie sería alguna otra de las chicas que había conocido.

-Lo sé Anthony, ese fue el motivo por el cual no aceptó el compromiso que mis padres querían pactar con la familia Britter y casualmente se interesa en la chica con la que al parecer querían comprometerlo y ahora resulta que no está convencido de ello. – Dijo Stear tallando su rostro con impaciencia, demostrándole a Anthony que ya estaba cansado de ese comportamiento tan inmaduro de su hermano. – Cuando a mí me comprometieron con Patty, yo acepté sin oponerme del todo, obediente… - Dijo recordando que al principio a pesar de sentirse atraído por la joven temía no enamorarse de ella. Ahora era un joven enamorado de la jovencita que había conocido la noche de la gala de mayo en el colegio, un simple choque, un intercambio de lentes había bastado para sentir algo extraño en su interior.

-Pero tú ya sentías algo por la señorita O'Brian. – Dijo Anthony con una sonrisa al ver que su primo se derretía tan solo de pensar en Patricia.

-Lo sé, pero también sé que si mis padres me hubieran dicho que debía casarme con la señorita Britter igual lo hubiera hecho, yo jamás hubiera tenido el valor que tu tuviste de enfrentar a la tía abuela para negarte a casar con Elisa. – Dijo Stear desesperado. Anthony sonrió de lado.

-Tal vez ese fue el problema. – Dijo Anthony seguro de sus palabras. Stear lo miró confundido. – También creo que si me hubiesen dicho que estaba comprometido o que me comprometerían con alguna otra señorita que yo no conociera, tal vez hubiese aceptado por lo menos conocerla, tratarla… - Decía Anthony pensativo, dando la oportunidad a alguien que jamás hubiese visto. – Pero a Elisa la conozco, sé que es una joven…

- Intrigosa, caprichosa, coqueta y además mentirosa… - Dijo Stear seguro de que Anthony no se atrevería a describirla como realmente era. – Te entiendo… tal vez yo también hubiera peleado como gato boca arriba. – Dijo a manera de broma. Anthony sonrió por su comentario.

-La tía abuela ni siquiera quiso buscar, solo dictaminó la sentencia dándome la pena de muerte sin ser juzgado. – Dijo el rubio poniendo sus manos sobre su cuello para hacer reír a su primo, quien solo sonrió de lado.

-Archie cree que la señorita White es muy hermosa… - Dijo Stear con cierta pena en su voz, la mirada de Anthony después de haber estado tranquila y serena se transformó de inmediato.

-¡Eso sí que no se lo voy a permitir! – Dijo Anthony poniéndose de pie con la intención de ir a enfrentar a su primo.

El corazón de Anthony latía acelerado, pero esta vez no por la emoción de ver a la joven rubia, sino por el coraje que sentía al descubrir que a su primo le había interesado Candy de la misma manera que le había interesado a él, él lo sabía, sabía que por eso debía presentarla ante ellos cuando ya fuera su novia, cuando ella ya hubiera aceptado tener una relación con él, de esa forma podría asegurarse que Archie no intentaría conquistarla.

Continuará…

Llegamos hasta aquí por hoy! Espero que les haya gustado y Archie vuelve a las andadas, es joven y aun no sabe lo que quiere y al parecer su interés en Candy es genuino o será solo otro capricho? Creo que lo veremos más adelante.


AGRADECIMIENTOS ESPECIALES

TeamColombia:

Hola hermosas! ¿Cómo están? Espero que muy bien. Siento mucho la presencia de Terry, sin embargo es parte de la historia y a veces es imposible no tener al rebelde peleando su lugar junto a Candy. Espero que este capítulo haya sido de su agrado o por lo menos que se hayan entretenido un poquito. Les mando un fuerte abrazo a cada una de ustedes.

Usagi de Andrómeda:

Hola hermosa! Un verdadero gusto leerte! me alegra que te haya gustado el capítulo anterior! y todos los demás jajajaja. Definitivamente Archie y Terry en una misma habitación no es muy recomendable, pero sabemos que al mismo tiempo le ponen sabor a la historia jajaja. Siento mucho que hayas pasado algo similar al ser solo una espectadora, creo que en alguna ocasión nos pasó a muchas.

Que linda! En verdad que trato de hacer las cosas bien porque amo a esta pareja, de hecho tengo peticiones de Archific y Alberfic, sin embargo no me nace nada jajajaja.

El tema de las Britter definitivamente debería de ser un caso para todos los involucrados, ya que está un compromiso no pactado más sin embargo hay intenciones de hacerse o por lo menos había...

Tom entra en otra etapa de la historia, pero definitivamente no es mi intención en esta historia que Candy sienta algo especial por Terry más que una amistad, soy de la creencia que Candy no se enamoraría de nadie más si Anthony hubiese continuado con vida.

Hermosa, mil gracias por leer y por dejarme tu comentario, me alegra que te esté gustando la historia, te mando un fuerte abrazo y también deseo que estés muy bien.

ViriG:

Hola hermosa! ¿Te incomodó el capítulo anterior? sorry! no estaba en mis planes lograrlo, pero definitivamente Stear estaba muy incómodo con la situación. Sí! Anthony de inmediato se apuntó para ir con ella por el pan jajajaja también morí de risa al leer tú comentario.

Creo que Terry no será la única vez que moleste, creo que ese interés por Candy irá en aumento, pero desafortunadamente el de Candy por Anthony y viceversa también.

Al parecer Archie aquí es algo inmaduro, creo que la libertad que se le ha delegado no le ha sentado para nada bien y anda de pispireto, le gustó Annie, pero al conocer a Candy algo le pasó en su corazón que cree tener una oportunidad, lo que no pensó es que es amiga de la que ahora sí es su novia.

Anthony y los Ardlay llevan negocios de la familia Stevens, pero solo fue una excusa por que no quería ir a la reunión, pero definitivamente el vaquerito está disponible para la siguiente etapa de la historia.

Amiga te mando un fuerte abrazo, espero que estés muy bien.

P.D. Por supuesto que te hospedo, solo que te aviso que seguimos llegando a 38 grados (ya está bajando jajajaja) será que lo soportas.

P.D.2. Cassie es una mujer hermosa, ella se parece a la señora Britter y Amelia se parecía a la madre de Archie, creo que las dos serían muy hermosas.

María José M:

Hola hermosa! Definitivamente fuiste la única que notó que Archie se entusiasmó con la pecosa, creo que el chico elegante está decidido a ver si tiene alguna oportunidad con Candy, aprovechando que Anthony y ella aún no se hablan con tanta familiaridad, este chamaco que no se fija que es amiga de su ahora novia, tache por él.

Creo que conoces demasiado bien a Elisa porque no sería para nada extraño que como dices hubiera "cacareado" por todo el colegio que está comprometida con Anthony sin ser cierto. Jajajajaja morí con eso de marcar su territorio, definitivamente me imaginé a Elisa como un poodle rojo levantando la patita jajaja.

Me encanta tu comentario en verdad me reí mucho, creo que Candy, Annie y Cassie tienen mucho en común, son chicas que han crecido muy cerca y van adoptando comportamiento entre sí, físicamente no son muy parecidas (solo Annie y Cassie, pero esto es coincidencia, lo tomé porque ese fue el motivo por el cual adoptan a Annie) pero en su forma de ser algo deben ir aprendiendo de la otra y aunque Cassie no es tan atrevida como Candy, algo le va aprendiendo, lo mismo Annie, quien a pesar de ser tímida algo le quedará de Candy después de tanto convivio.

P.D. ¿No será mucha molestia? jajajaja típico!

Cl1969:

Ciao stupendo! Sono molto felice di leggerti e sapere che sei attento alla lettura, pensavo non ti fosse piaciuto. Grazie mille per essere lì. La questione Britter porterà sicuramente alcuni problemi, poiché ogni volta diventa un po' più intricata. Archie è un flirt, penso che abbia fatto una specie di competizione con Anthony per vedere chi aveva la fidanzata più bella, ma a quanto pare pensa che Anthony lo abbia battuto, un po' per l'immaturità del ragazzo. Anche Terry ed Elisa si sono incontrati al San Pablo, e forse c'è qualcosa che Terry sa. Amico, ti mando un grande abbraccio. Grazie mille ancora per aver scritto.

Rose1404:

Hola hermosa! Como siempre un placer leerte bien, gracias por comentar y no dejar atrás ningún capítulo.

El amor de Anthony y Candy es un amor único, definitivamente creo que hay pocos así o tal vez ninguno en la vida real sinf. Muchas gracias por tus impaciencia por leer más, eso me anima a continuar escribiendo.

Te mando un fuerte abrazo hermosa.

Luz Mayely León:

Hola hermosa! ¿Cómo estás? Espero que muy bien, definitivamente el amor entre Candy y Anthony está en el aire, ambos están ya más que enamorados, ahora solo les falta reforzar ese lazo que los une desde antes para que se convierta en un amor fuerte y capaz de sortear los obstáculos.

Amiga, te mando un fuerte abrazo!

P.D. Mi correo está al final de los comentarios del capítulo dos.

Silandrew:

Hola mi hermosa amiga ¿Cómo vas con las vueltas? Espero que no sean tantas. Tienes razón en que Terry no será la única ocasión que de lata, es de los que necesita la atención de alguien, también en lo que es algo liberal y eso mismo es lo que hará que Cassie sufra por él, definitivamente la pobre no la pasará bien en esta historia.

Para nada me parece una locura lo que propones, estaría bien una pareja entre Albert y Cassie, definitivamente si los veo juntos. Gracias por ampliar mi imaginación.

Amiga bella, sé que vas pian pianito, pero sé que la terminarás y eso me hace muy feliz. Te mando un fuertísimo abrazo.

Luna Andry:

Hola Luna! ¿Cómo estás? Espero que muy bien y un poco más desahogada con tus responsabilidades.

Creo que Anthony ya no puede tener más de los mismos pretextos para ir al hospital jajaja sino pobre nos quedaría todo lastimado, no como Neal que siempre tenía un rasguño nuevo jajaja.

Amé la comparación de Stear con el señor cara de papa! jajajaja definitivamente así estaría este joven inventor al tener cerca a tan guapas chicas jajajaja. Patty entrará en acción en la siguiente etapa de la historia, creo que la pobre se quedó atorada en Europa por la guerra, pero escuché por ahí decir que unos cuantos capítulos más volverá, algo así pasando el año nuevo jajaja.

Amiga hermosa, me alegra que estés aquí pendiente de la lectura, gracias por hacerme un espacio en tu agenda. Te mando un fuerte abrazo de todo corazón.


Mil gracias a todas y cada una de las personas que leen de forma anónima, gracias por formar parte de esta gran comunidad y gracias de nuevo por darme un espacio de su tiempo.


GeoMtzR

10/10/2024.