El lunes por la mañana, el cielo estaba tan nublado como el ánimo de Marinette.

Habían tenido una situación de Akuma a las CINCO de la mañana. De nuevo el Señor Pichón. No había sido muy difícil de atender, pero con ella y Chat Noir aún medio adormilados, se había alargado más de lo que le gustaría.

Cuando volvió a su casa, ya no tenía sentido volver a dormir, así que la chica simplemente se había arreglado lentamente para la escuela y había bajado a tomar un desayuno normal y un buen café con leche, sorprendiendo a su madre en el proceso.

Sabine sabía que su hija podría dormir incluso a través de un ataque de akuma, siempre que no fue en su entorno inmediato, pero aceptó la explicación de su hija y le recordó que llevara una sombrilla por si acaso, deseándole un buen día en la escuela .

Marinette llegó sorprendentemente temprano a la escuela, bebiendo pequeños sorbos de su café. No había nadie de su salón a la vista con excepción de Nathaniel, quien estaba sentado con Marc en una banca, probablemente discutiendo cosas sobre su cómic. Marc le había comentado recientemente que ellos acordado tener cierto número de volúmenes antes de siquiera pensar en hablar con editoriales para publicación, aunque Marinette estaba secretamente preocupada de que algo de eso tuviera que ver con Lila prometiendo a Nath que hablaría de ellos y su cómic con no-sé-cual-artista mangaka que había conocido en uno de sus muchos viajes completamente falsos.

La oji-azul decidió dejar su mochila en los casilleros antes de subir al despacho del director, ya que aún tenía unos veinte minutos antes de empezar la clase, y no se sintió sintiéndome dejando sus cosas solo en el salón de clase.

Se detuvo un momento para mirar a lado y lado del pasillo de casilleros cuando un escalofrío le erizó la piel completamente, no vio a nadie que conociera, y ninguno de los pocos estudiantes que estaban allí miraban en su dirección. Simplemente lo aquejó al clima templado y se dirigió a las escaleras.

Una vez frente al despacho, golpeó la puerta y esperó el permiso del hombre para entrar. Hubo algo de ruido y una voz, definitivamente electrónica, antes de que el Sr. Damocles permitiera la entrada.

—Buenos días, director —ofreció Marinette, cerrando la puerta detrás de ella.

—Ah, Mademoiselle Dupain-Cheng —reconoció el hombre —Buenos días, adelante por favor —hizo un gesto hacia las sillas frente a él - ¿Puedo ayudarla en algo?

—Envié un correo ayer por la tarde, imagino que aún no lo ha visto —comentó la chica con una sonrisa —es una idea para el baile del día de los héroes, un nuevo aporte.

Interesado, el hombre encendió su computadora de escritorio y fue a revisar su correo - ¿Y para qué era necesario el correo si usted y los representantes de las otras clases tienen reunión conmigo en un par de días? —Inquirió el hombre, mientras revisaba su bandeja de entrada, hallando el e-mail de Marinette. La adolescente se limitó a esperar con una sonrisa expectante a que el director, se rió entre dientes cuando las cejas del hombre se levantaron tanto como para llegar a dónde -en sus días mozos- habría estado la línea de su pelo - ¿Es esto una broma, señorita?

—No, señor. Verá que cuenta con la firma de la señorita Rolling y del mismísimo Jagged Stone —señaló el documento en la pantalla —verá, estoy haciendo una comisión para el Sr. Stone, y le comenté sobre el baile de la escuela cuando me preguntó qué planeaba hacer por el día de los héroes, cuando le mencioné que deberíamos tanto música en vivo como un DJ, se ofreció a hacer una aparición especial con una o dos canciones —Marinette sacó su teléfono —puedo llamarlos si no confía en mí palabra, pero puede confirmar que el correo es verídico si envía su consentimiento al correo adjunto… eso si está de acuerdo.

El hombre lo meditó un poco, peinando su barba con la mano derecha. Marinette era una de sus mejores estudiantes si pasaba por alto su tendencia a llegar en el último segundo a clases, y sus únicos problemas en la escuela se remontaban a un malentendido con una estudiante enferma, y la hija del alcalde.

—Indudablemente, la aparición de Jagged Stone sería una gran adición a nuestro evento… aunque leo aquí que su condición es no publicitar su aparición.

—Ofrecí mantenerlo como 'un invitado sorpresa' en la publicidad del baile y dijo que estaba bien. Me gustaría no comentarlo con los demás representantes por el bien de esta petición —explicó lo más gentil que pudo.

El hombre asintió —muy bien, me encargaré de los trámites correspondientes entonces. Le enviaré un correo respuesta con el resultado —decidió.

Marinette saltó de su lugar, con emoción —muchas gracias, directora.

Damocles le sonrió a la niña cálidamente, poniéndose en pie de igual manera para extenderle una mano —no, gracias a ti por conseguir esto para la escuela, seguramente será un gran evento de caridad para el día de los héroes —Marinette estrechó la mano del director y se despidió para salir felizmente del despacho, pero el hombre la interrumpió, como una ocurrencia tardía —oh, casi lo olvidó —revisó algunas carpetas sobre su escritorio antes de encontrar la hoja correcta y extenderla a la franco-china —por favor, entrégale esto a Madame Bustier en cuanto la veas, es la información de tu nuevo compañero de clases.

—Uh, sí señor —obediente, la chica recibió la hoja y se giró para salir de la oficina, dando un vistazo a la hoja.

Y hasta ahí le llegó la felicidad.

Se congeló. Ni siquiera notó que la puerta del despacho no había estado completamente cerrada, simplemente se congeló en su lugar al ver la foto y el nombre del nuevo estudiante.

Y entonces, alguien chocó con ella.

—Ay Dios ¿No puedes ser más torpe? —Siseó una voz desagradablemente conocida, que hizo a Marinette apretar las manos en puño por reflejo —oh, ¿Con quién estoy hablando? Por supuesto que puedes.

Lila.

La chica se sacudía la ropa como si el hecho de chocar con Marinette hubiera arrojado polvo sobre su 'precioso' atuendo, y la miraba con altivez y arrogancia en sus ojos oliváceos.

—Yo iba saliendo de una puerta, tú eres la que no estaba poniendo atención —resopló por lo bajo Marinette, incapaz de quedarse callada —aunque no sé que podrías estar haciendo aquí, la primera clase es en el piso de abajo —la miró de modo sospechoso, hasta que se dio cuenta de que algo le faltaba y ella lo tenía.

La hoja del estudiante transferido.

—Iba hacia la biblioteca, aunque no es tu asunto, MariTonta —se burló, estudiando descaradamente la hoja en su posición — ¿Qué es esto? ¿Un nuevo novio al que acosar, perdedora?

Nuestro nuevo compañero de clases —recalcó —ahora, por favor, no hagas uno de tus numeritos y regrésamelo para que pueda dárselo a la maestra Bustier —extendió la mano.

Lila la miró con veneno en los ojos y, por un segundo allí, Marinette pensó que iba a hacer precisamente eso, montar una escena y hacerla quedar mal con todos sus compañeros… pero finalmente la italiana se encogió de hombros y le arrojó la hoja.

—Como si fuera cualquier cosa interesante. Un chico nuevo en la clase es solo otro idiota que caerá de rodillas ante mi y no pensará en dirigirte la mirada —se regodeó, y estaba a punto de decir algo más cuando un grito las interrumpió.

— ¡Chica, ahí estás! —Alya subió de dos en dos las escaleras, con su tablet en mano y su bandolera balanceándose tras ella —no puedo creer que llegaste temprano y hola Lila ¡Tienen que ver el vídeo de la batalla de esta mañana! ¡El Señor Ramier sigue rompiendo récords en re-akumatización! A ese hombre debe meterlo en terapia —bromeó mientras empujaba su tablet, con su blog abierto en la última actualización en pantalla, y reproducía el vídeo.

Marinette sonrió al recordar haber visto a Alya, en pijama, entre la multitud. La gente había visto al Sr. Pichón en acción taaantas veces, que ya ni siquiera lo consideraban un peligro. Se quedaban alrededor simplemente cuidando de no estorbar a Ladybug y Chat Noir en la pelea.

—Honestamente, todo ese ruido me despertó y no vi mucho —resopló la italiana, antes de poner una sonrisa dulce en su rostro —pero Ladybug pasó por mi ventana y me saludó después de eso.

Marinette puso los ojos en blanco cuando otra mentira más comenzó a salir de esa lengua viperina. Por suerte, Alya ni siquiera la notó, mirando con total entusiasmo a Lila.

— ¿De verdad? ¡Eso es genial, Lila! —Exclamó entusiasmada — ¿Recordaste preguntarle por una entrevista para mí? —Los ojos brillantes de la bloguera miraron con esperanza a la italiana.

Marinette solo esperó a ver qué inventaría ella esta vez —Oh, Alya, lo siento mucho. Cómo te dije, recién me había levantado con el alboroto de la pelea, y Ladybug también parecía tan cansada, que no me atreví a mencionarlo —la expresión de Lila se derritió en completa culpa y arrepentimiento cuando Alya se desinfló visiblemente —perdóname por favor. Soy una terrible amiga, prometo que la próxima vez…

Alya se mordió los labios, tratando de no parecer triste para no hacer sentir peor a Lila No, no. Lo entiendo, está bien Lila, no te disculpes. La próxima será —suspiró resignada, pero abrazando a la castaña que parecía a punto de llorar.

Mientras planeaba la retirada, Marinette se preguntó si la italiana, al menos, había asistido a clases de actuación alguna vez y por eso veía la vida como un escenario retorcido.

— ¿Marinette? ¿A dónde vas? —Preguntó Alya, cuando escuchó sus pasos en los escalones y apartó su mirada de Lila para encontrar la más baja en medio de las escaleras.

—Voy por mis cosas, la campana no tarda en sonar. Te veo en el salón, Alya —explicó, apenas girándose para verla antes de bajar al primer piso y volverse hacia la zona de los casilleros.

Alya se preguntó, no por primera vez ese mes, ¿Qué diablos estaba pasando con Marinette?


Félix era cualquier cosa menos feliz.

En realidad, si no tuviese una -ampliamente ensayada- poker face , cualquier persona que lo viera fácilmente podría catalogarlo como miserable.

A Félix le parecía un adjetivo aceptable.

Todavía no podía entender qué había hecho tan mal para que su madre pensara que inscribirlo en la misma escuela y clase que su primo Adrien -de todas las malditas escuelas de París- era una buena idea. A Félix le parecía más un castigo y, de nuevo, no podía entender qué había hecho mal. Pensó que su madre había estado feliz de que recuperara uno de los anillos de la familia.

Pero, supuso, eso no invalidaba completamente el haber puesto a su primo en peligro con premeditación y alevosía, más encima negociar con un terrorista (porque ahora lo sabía, Hawk Moth había sido declarado terrorista en París. Tal vez sí debió investigar más el asunto antes de viajar, pero había estado mucho más empeñado en planear cómo podría vengarse de Adrien por no asistir al funeral de su padre) Y, por suerte, su madre no sabía nada de su audaz movimiento hacia Ladybug, o habría estado horrorizada, ella y su padre lo criado para ser un caballero y planeaba mantener esa percepción de su dulce madre sobre él.

Aun así, Félix pensó que era muy cruel de parte de su madre ponerlo en la misma clase llena de adolescentes a los que había perjudicado e insultado en nombre de su rencor hacia Adrien.

Pero lo hecho, hecho estaba, ya Félix no le quedaba ninguna otra opción que afrontar este nuevo cambio como todo en la vida. Con la frente en alto, orgulloso y con el conocimiento de que podría poner cualquier situación a su favor, con los movimientos y la actuación correcta.

Entonces, Félix no era nada sino adaptable.

Años en la industria del cine junto a sus padres, asistir a fiestas, premiaciones, pre-estrenos y demás, sistema moldeado al rubio para ver a través de máscaras, leer el lenguaje corporal y adaptarse según la situación y lo que deseaba conseguir.

Y, en ese momento, Félix solo quería conseguir que el resto de su período escolar en el extranjero, fluyera con la mayor tranquilidad posible.

... Y, tal vez, el segundo anillo de su familia.

Respecto a eso, Félix sabía que debía jugar muy bien sus cartas y planear cada paso alrededor de su querido tío Gabriel.

Con todo eso en mente, el chico se dio cuenta vagamente que había llegado a su nueva escuela con unos quince minutos de antelación. Aceptando que estaba, disponible, entrando en territorio enemigo, tomó un sorbo de su termo de té y entró con la barbilla en alto, sacando de su bolsillo la hoja que contenía su horario, los nombres de sus profesores, y el número de su casillero .

Se acercó a buscar este último por el simple hecho de familiarizarse, pues aún no contaba con todos los libros requeridos por el establecimiento ni nada que necesitara guardar específicamente.

Un fingido carraspeo a su lado lo atrapó justo después de introducir la combinación, y Félix se volvió para ver una chica de aspecto familiar a unos pocos pasos de él.

Genial… hora de que inicie el espectáculo.


Marinette caminó, perdida en sus pensamientos, hacia el salón de los casilleros. Aliviada a medias de que Lila estaba ocupada con Alya mientras su mente debatía otro asunto igual de importante.

De algún modo, había conseguido hablar sola con Adrien poco después de la akumatización triple de Alya, Juleka y Rose. Marinette, por supuesto, no tenía nada que reclamarle a Adrien respecto a las acciones de su primo, pero el chico parecía querer hablar del asunto y ¿Cómo podría ella negarle eso?

Adrien había explicado la situación familiar de Félix, si bien no era una excusa para todo lo que hizo, podía entender cómo y por qué se acumulado los malos sentimientos del rubio británico. Y, proveniente de un lugar donde nadie tenía que preocuparse de reprimir sus emociones para no acabar como marioneta de un villano con un broche mágico, le sorprendía en realidad que no hubieran lidiado con el muchacho being akuma en cambio.

Marinette había escuchado pacientemente la explicación de Adrien, ofreciendo pequeños comentarios aquí y allá, como que no era de ninguna forma su culpa que su padre no le hubiera permitido viajar para apoyar a Félix en su momento de pérdida, y que eso no lo hacía mal primo, porque él había tenido toda la intención de hacerlo, simplemente no tuvo la oportunidad.

Maldita sea con Gabriel Agreste. Famoso diseñador y todo lo que quieran, pero realmente hacía falta un buen golpe de sentido común… o de humanidad.

Aparentemente, Adrien se había reconfortado mucho en esa charla. Marinette también había asegurado que no sostendría ningún rencor contra Félix y, si alguna vez lo volvía a ver, podría darle una segunda oportunidad.

El modelo la había abrazado después de eso, haciendo que Marinette casi se derritiera en ese momento, pero…

El sentimiento no era tan intenso como antes.

Después de todo lo que había sucedido el día del aniversario de los Bourgeois, Marinette se había obligado a retroceder. No sabía si Adrien y Kagami había decidido finalmente tener una relación, ninguno de los dos había comentado nada al respecto, pero ella sabía que había algo ahí. Entonces, ella tenía que retroceder. Asumir que Adrien y ella solo podía ser amigos.

Al menos el chico se lo estaba haciendo un poquito menos difícil con algunas… actitudes que estaba tomando últimamente.

La visión de cabello rubio cerca de ella en los casilleros la sacó de su espiral cada vez más profundo de pensamientos, sin embargo, negro y gris dónde debería haber blanco y mezclilla levantó una bandera en su mente.

¿Era hora de empezar, no?

Echando un vistazo rápido a su kwami mientras tomaba sus cosas del casillero, Marinette tomó aire para llenarse de determinación y asintió para sí misma.

.

—Ejem…

Ojos verdes se centraron en ella, sospechosos y alerta. Marinette se dio cuenta de que eran ligeramente más oscuros que los de Adrien, como un bosque espeso.

Casi la distraen por un momento allí —eh .. ¿Félix Graham de Vanily, si no me equivoco?

El rubio giró por completo hacia ella entonces —eso es correcto, y usted sería…

—Marinette. Marinette Dupain-Cheng —se presentó, levantando la hoja con su información —soy el representante de la clase a la que entrarás, así que, déjame darte la bienvenida a Françoise Dupont —le tendió la mano, ofreciendo una pequeña pero genuina sonrisa.

Félix mantuvo su poker face pero, internamente, estaba bastante contrariado. Recordaba a esta chica de los vídeos que había borrado del teléfono de Adrien, la que tenía sentimientos por su primo ¿O era su novia? No lo sabía, pero finalmente podía ponerle nombre. Marinette.

¿Por qué estaba ella sonriéndole? Se preguntó Félix mientras correspondía el apretón de manos, era sorprendente muy poco falsa, mejor de lo que esperaría, pero no podía ser genuina, Félix estaba seguro de ello, ella debía estar enojada con él igual que el resto de la clase.

—Un gusto, señorita Dupain-Cheng —respondió con un tono plano.

- ¿Estás listo para ir al salón? Y siéntete libre de preguntar si necesitas algo —ofreció, ligeramente nerviosa, mientras señalaba la puerta hacia el pasillo.

Félix contuvo un suspiro, ella era bastante profesional y él realmente ocupaba una guía, puesto que no sabía qué salón correspondía a cada clase —eso sería muy oportuno, Dupain-Cheng, tomaré tu ofrecimiento.

Marinette decidió que llamarse por los apellidos estaba bien por ahora. Ambos eran largos, sí, pero no había ningún tipo de confianza entre ellos y el rubio no parecía muy interesado en fomentarla. Tomó una carpeta de su casillero y lo cerró para caminar con el chico.

—Este es el salón de Madame Bustier —mencionó la chica mientras entraban. Se detuvo junto a la mesa de la profesora y sacó una hoja de su carpeta.

—Es la maestra de literatura.

—Sí, de literatura, poesía, e idiomas —ella confirmó —mira, esta es la disposición de asientos actuales, para que elijas tu asiento —le extendió la hoja.

Félix la tomó. La mayoría de asientos estaban ocupados a excepción de una de las mesas de atrás, la derecha, que estaba junto a la ventana del pasillo. La que daba al ventanal exterior tenía un ocupante. Y había un par de asientos diferentes desocupados en las mesas de la izquierda.

—Solo por curiosidad —empezó el rubio, viendo que la chica esperaba, aparentemente, a que él decidiera — ¿Dónde se sienta Adrien?

Marinette se movió hacia la derecha y colocó una palma sobre la punta del escritorio que daba al pasillo —este es el asiento de Adrien. A su lado se sienta Nino, su mejor amigo.

Cuando Félix asintió y volvió la mirada a la hoja, Marinette subió hasta el último escalón y dejó sus cosas en el asiento más próximo a la ventana exterior. Félix se sorprendió vagamente de que la presidenta de la clase se sentara hasta el fondo, pero no preguntó nada, y decidió que era una posición ventajosa para él también, si Dupain-Cheng seguía manteniendo esa profesionalidad.

Un pelirrojo, un poco más bajo que Félix, muchacho entró en ese momento; sostenía una carpeta contra su pecho y tenía un ojo cubierto por el flequillo. Le dio una mirada de reojo al rubio, pero siguió hasta su asiento, ofreciendo un saludo rápido a la pelinegra en el fondo.

La campana sonó en ese momento y todos los demás empezaron a entrar lentamente. Félix se quedó en silencio e ignorando a todos, a un lado de la mesa del profesor, esperando que la docente llegara y lo presentara, como sucedía en su anterior escuela en Inglaterra.

Y quizás… solo quizás, estaba rezando porque la mujer llegara antes de que su primo tuviera la ocasión de abordarlo.

Pero nadie lo sabría nunca.


N / A: Holaaa. Lamento mucho la tardanza, este capitulo iba a estar subido mucho antes (quiero intentar actualizar una vez a la semana) pero mi laptop se estropeo apenas unos días después de subir el primer cap y recien hoy la pude recuperar en funcionamiento. Gracias por su paciencia.

Gracias a todas las personas que le dieron una oportunidad a mi fic.
Ahora para responder a los rw

Manu: La pareja de este fic aún no está decidida y probablemente tenga un final abierto, pero será una competencia constante y sólida entre el Felinette y el Marichat.
Supongo que eso responde a cual será la actitud de Félix hacia Marinette.
En cuanto a metro Adrigami, lo siento pero no sucederá. No me gustaba como funcionaban como pareja al final de la tercera temporada y Lies terminó de matarlo. Adrien necesita crecer mucho como persona antes de poder entablar una relación, y Kagami no reconoce a Adrien como realmente es.

Gracias por tu interés.

Laurenlmprincess: Sí, a Marinette le sobreviene un montón de drama, será progresivo y tendrá momentos lindos entre medio. Espero que te quedes para descubrirlos a medida que llegan.

Gracias a todos. Nos seguimos leyendo.