Félix no había estado exagerando al catalogar su nueva escuela como 'territorio enemigo'. La clase, evidentemente, lo recordaba por su actuación en el aniversario de la desaparición de su tía y no parecían tener intención alguna de encubrirlo ni remotamente.

Adrien le había dirigido una patética mirada de cachorro cuando había llegado, sin embargo, una mujer pelirroja había entrado y había puesto en orden la clase para presentarlo. Félix agradeció al cielo por ello.

Ignorando el ofrecimiento de 'compartir algo sobre él' con la clase, Félix caminó directamente a la mesa donde Dupain-Cheng estaba sentada y ocupó la silla libre. Ignoró estoicamente las miradas de Adrien y Chloe sobre él, y esquivó el pie de una chica que había sido deliberadamente extendido hacia él, dando una rápida mirada fría a la escuálida muchacha de extravagante cabello rosa.

Sabía que todos los ojos estaban vueltos hacia él cuando se sentó. La propia Dupain-Cheng lo miraba con asombro por su elección pero, de nuevo, le ofreció una sonrisa de 'bienvenida' supuso él.

Félix no entendía por qué se tomaba la molestia.


Para ser honestos, Félix estaba sorprendido de que las clases estuvieran a un nivel decente, considerando que esta era una escuela pública. No estaba tan lejos en comparación con su escuela anterior con excepción de la clase de literatura, puesto que estaban viendo autores ingleses que él había estado estudiando y leyendo desde hacía mucho tiempo, por lo cual, fue un buen momento para analizar la estructura de la clase.

Tenía entendido que Chloe era la abeja reina del salón, caprichosa, mimada y sin sentido común como era, no se esperaba nada menos, sin embargo, algo estaba mal con eso. Parecía que otra chica había llegado a ocupar su lugar. Una castaña sentada en la segunda fila, al lado de la chica Lady Wifi si no recordaba mal. Parecía ser el centro de atención cada vez que había cambio de clase o algunos minutos libres, todos parecían querer escucharla y estar cerca de ella.

Todos excepto, sorprendentemente, Adrien. Y Dupain-Cheng a su lado.

La campana para el almuerzo lo sacó de sus pensamientos, guardó rápidamente sus cosas, con la esperanza de que Adrien no lo interceptara.

— ¿Supongo que vas a almorzar con Adrien? —preguntó la chica a su lado, tan bajo, que tuvo que mirarla para comprobar que le había hablado en realidad.

—Como si mi tío me quisiera cerca de la mansión Agreste en un futuro cercano —resopló irónicamente —por cierto, ya hiciste tu trabajo como representante, puedes dejar la fachada —ofreció en voz baja, mientras cerraba su maleta.

Marinette le dio una mirada confusa, de nuevo, abrumadoramente genuina —no entiendo…

El rubio resopló —soy consciente de que todos en esta clase me odian, Dupain-Cheng, no tienes que fingir que no es así, no voy a acusarte con mi primo —rodó los ojos.

Marinette le dio una mirada herida que casi lo deja congelado en su lugar —no estoy mintiendo —aseguró, en voz baja pero decidida, y a Félix le pareció que había algo de desesperación ahí, pero no podía asegurarlo, porque ella rápidamente se aclaró la garganta y se puso en pie, tomando su mochila rosa, pero aun mirándolo a los ojos —lo que hiciste la última vez claramente fue desagradable, y sí estoy molesta por eso, pero no te odio, y puedo darte una oportunidad si es que tienes intención de demostrar que esas acciones no reflejan quién eres en realidad.

Y eso sí dejó paralizado a Félix, porque no podía seguir pensando que ella era solo una buena actriz. No cuando ella lo miraba con esos ojos abrumadoramente azules.

Ella era honesta.

Y, por su vida, Félix no podía entender por qué.

— ¡Félix! —Adrien lo sacó de sus pensamientos, abordándolo con un abrazo.

Su primo actuando como un cachorro hambriento -de afecto en lugar de comida- lo sacó abruptamente de su conmoción interna.

—No sabía nada de esto ¿Cómo…? ¿Qué estás-

Viendo que su primo no sería capaz de expresar correctamente sus pensamientos, lo suficientemente rápido, Feliz levantó una mano para callarlo —me sorprende, y a la vez no, que no estuvieras enterado. Nathalie debe saberlo, ya que mi madre le pidió la información de tu escuela —la expresión de Adrien se contrajo un par de segundos en tristeza y decepción, pero fue particularmente rápido para ocultarlo —mamá vino a dirigir una película aquí, y están tratando de convencerla para que dirija también algún tipo de mini-serie, no estoy seguro sobre eso último, pero aparentemente, estaremos aquí un tiempo y, por alguna razón, ella pensó que sería bueno inscribirme en tu clase —había sido la mayor cantidad de palabras que había soltado en todo el día y Félix ya quería terminar esta conversación.

Marinette los observó conversar, aparentemente concentrados, y decidió que debía dejarlos solos, por lo que empezó a bajar las escaleras del salón, sin embargo, su paso a un lado de Adrien coincidió con el final de la explicación de Félix, y el modelo la siguió con la mirada —Marinette —la llamó alegremente, hasta que se percató de que ella no lucía muy bien de ánimos. La chica se había detenido en seco, y apenas volvió la cabeza para mirarlo — ¿te encuentras bien?

—S-sí, por supuesto —Félix la miró también, la chica tímida pero decidida se había convertido en una tímida e insegura en, aparentemente, un parpadeo —yo, uh, debería irme ¡Nos vemos después del almuerzo, chicos!

— ¿Qué le ocurre? —murmuró para sí, pero Félix notó la preocupación absoluta en sus ojos, tan similares y diferentes a los propios a la vez —Félix ¿Le dijiste algo?

—Por el contrario, mi querido primo. Tu amiguita fue la que me dejó sin palabras —ofreció, sincero pero inseguro de qué hacer ahora respecto a la chica —fue… desconcertante y abrumadoramente gentil.

Adrien se rió ante la elección de palabras de Félix —Marinette es así, ella es tan gentil y bondadosa, siempre está dispuesta a ayudar a sus amigos y a defender a quienes quiere. Ella es nuestra Ladybug cotidiana.

Para Félix, la expresión de Adrien era abrumadoramente sacarina, pero notó que el modelo no lo había corregido cuando la llamó 'su amiguita' ¿No era su novia entonces? ¿El vídeo que había borrado de la chica junto con sus amigos era su intento de confesión?
El chico se llevó una mano a la frente. Ella estaba actuando tan gentil y reconfortante, y él ni siquiera había pensado en ofrecerle una disculpa.

—Bien, con tu permiso, me gustaría conseguir algo de comer antes de que se acabe el tiempo del receso —comentó antes de encaminarse fuera del salón.

—Espera Félix ¿No quieres venir a casa a comer? —ofreció Adrien, siguiéndolo.

Félix bufó, por supuesto que Adrien no sabría nada sobre los anillos — ¿Conociendo al tío? No creo que me acerque a tu casa hasta que él tenga ganas de volver a invitarnos.

—Pero Fé-

—Adrien, te recuerdo que deliberadamente te puse en peligro, y eres su único hijo. Dudo que esté contento de verme en su casa sin previo aviso —apeló por la lógica mientras caminaba hacia la salida de la escuela.

De ninguna forma iba a comer comida de la cafetería.

—Padre no come conmigo de todos modos —el dolido y decepcionado murmullo posiblemente no estaba destinado a que Félix lo escuchara, así que lo archivó en su mente para más tarde.

—De cualquier modo, creo que te están esperando —Félix asintió con la cabeza hacia Gorila, que estaba esperando fuera del sedán, aparcado justo frente a la escuela. El guardaespaldas/conductor lo saludó con el mismo gesto.

Adrien suspiró, acomodándose la tira de su bandolera —nos vemos de vuelta en clase entonces —antes de meterse en el auto, vio a Marinette en la esquina, esperando el cambio de semáforo para cruzar. Se le escapó una sonrisa y se subió al vehículo, cerrando la puerta tras de sí.

Félix siguió la mirada de su primo, encontrando de nuevo a su compañera de asiento. Se mordió el labio inferior, y dudó un segundo antes de avanzar a zancadas tras de ella, apenas alcanzándola antes de que cruzara.

— ¡Dupain-Cheng!

Marinette literalmente saltó en su lugar cuando Félix la llamó, giró para verlo y casi se va de espaldas a la calle -con el semáforo aún en verde, nada menos- hasta que el rubio alargó un brazo, envolviendo su espalda para sostenerla y evitar la caída.

—Uh… No era mi intención asustarte —ofreció débilmente, tirando de ella más hacia la acera antes de soltarla.

Marinette se tomó un momento para superar el escalofrío que la había recorrido de pies a cabeza, aunque no era para menos, la última vez que estuvo tan cerca de Félix había tenido que golpearlo para que no la besara en contra de su voluntad.

Claro que el chico no sabía que era ella.

—E-está bien —se las arregló para decir —no importa, soy naturalmente torpe… uh ¿Puedo ayudarte? —Marinette miró unos segundos sobre el hombro de Félix. Juleka, Rose y Alix los estaban mirando desde la puerta de la escuela con total extrañeza y desconfianza.

—Sí, bueno… —Félix se movió un poco, para mirar con disimulo lo que había provocado la mueca de incomodidad en su compañera de asiento, y reprimió una mueca el mismo. Solo medio día de clases y ya se estaba cansando de todos los ojos puestos sobre él —me preguntaba si puedes recomendarme algún lugar cercano y decente donde pueda almorzar.

La chica resopló una corta risa — ¿La comida de la cafetería escolar no llega a tus estándares de 'decencia'? —se burló antes de ser siquiera consciente de lo que había dicho.

Aunque a Félix le pareció divertido, si la inclinación de sus labios era algo que tomar en cuenta, y respondió antes de que ella pudiera retractarse — ¿Comida de una escuela pública? Por favor.

Marinette sonrió de lado, negando con la cabeza —la comida aquí no es tan mala.

—Oh, no estoy escuchando un "es buena" —devolvió Félix —hay un abismo que separa esos términos cuando se trata de comida y… veo que tú tampoco almuerzas allí.

La expresión divertida de la franco-china cambió nuevamente a una de incomodidad, y Félix seguía preguntándose ¿qué demonios estaba pasando en esa escuela? cuando ella le contestó con cinco palabras, aparentemente simples, pero escondiendo toda una historia detrás, por lo que el chico podía decir —No es por la comida.

El silencio entre ellos colgó, pesado, por algunos segundos, hasta que Marinette se mordió los labios, sacudió la cabeza y se obligó a dejar de pensar en ello.

—De todos modos, conozco el mejor lugar del vecindario —añadió, de vuelta en su tono suave y gentil — ¿Vamos? —ofreció ella mientras se daba vuelta nuevamente, para mirar el semáforo. Estaba a punto de darles el paso.

Félix se ajustó el tirante de su maletín sobre el hombro derecho mientras la seguía para cruzar la calle —Claro.

El joven británico se sorprendió cuando simplemente entraron en el primer local en la esquina contraria a la escuela. Alcanzó a leer que era una panadería cuando Marinette abrió la puerta y lo invitó a pasar.

Estaba por mencionar que, honestamente, preferiría un restaurante para un menú más variado, cuando tomó la primera bocanada de aire dentro del local.

Maldita sea. Olía fenomenal.

No era solo el olor a masa recién horneada. Tomándose un momento, Félix podía separar el olor del azúcar en polvo, del chocolate amargo, las finas hierbas y algunos otros añadidos flotando de forma delicada en el cálido local; los aromas no chocaban ni saturaban el aire, simplemente jugaban con el olfato y despertaban el hambre. Y, en honor a la verdad, Félix estaba repentinamente muy hambriento.

Marinette lo miró con esa pequeña sonrisa divertida, la misma que enseñó cuando bromeó descaradamente con él un minuto antes, seguramente divertida con lo que sea que su rostro estaba dejando ver, así que Félix se obligó a guardar la compostura.

—Realmente espero que la comida aquí sepa tan bien como huele —ofreció en voz baja, mientras Marinette desviaba la mirada para observar a la clienta en turno. Había una fila de, al menos, seis personas.

—Oh, no te decepcionarás —prometió ella, quitándose la mochila de los hombros.

Félix estaba por preguntar si ella tenía alguna sugerencia, antes de formarse en la fila, cuando la chica lo tomó de la muñeca y tiró de él hacia el mostrador. Parpadeó, desorientado, cuando la gente no hizo ningún comentario sobre ellos saltándose la fila y, en cambio, la mujer detrás del mostrador -que Félix adivinó, era asiática- se volteó y les dio una cálida sonrisa a ambos.

— Bienvenida, querida ¿Cómo fue la escuela? —preguntó amablemente mientras le entregaba una bonita caja con el pedido a la mujer mayor en fila.

Distraídamente, Félix se preguntó qué tan seguido venía Marinette a este local para obtener ese trato.

—Bien —respondió ella automáticamente —este es mi nuevo compañero de clases, lo estoy ayudando a ponerse al día con el plan de clases ¿Está bien que almuerce aquí, Mamá?

Bueno, ahora, eso explicaba mucho.

—Claro que sí, querida. Tus amigos son bienvenidos, adelante…

—Me llamo Félix, Madame Cheng —se presentó el rubio, con un tono más suave del que había usado en todo el día, pero formal, aun así —un gusto conocerla.

La mujer le dio una sonrisa —Soy Sabine, y el gusto es mío —contestó —adelante, pasen dentro. Y, Marinette, dile a tu padre que se están agotando los macarrons, por favor.

Marinette levantó un lado del mostrador y le hizo una señal a Félix para que pasara —Claro, mamá —luego guio al chico a la trastienda, deteniéndose para saludar a su padre -un hombre tan grande como un oso, que hizo que Félix tragara en seco a primera vista- y presentar nuevamente al británico, antes de entrar en la casa.


Ahora, para responder a los rws.

2: me da mucho gusto que te encante mi historia. Gracias por darle un oportunidad. Intento publicar una vez a la semana, aunque no tengo un día determinado pro ahora jeje.

Manu: Sí, también estoy de acuerdo en que a Marinette le falta mucho de conocer a Adrien. 4 temporadas y ella aun lo tiene en el pedestal del chico perfecto, es por eso que, siendo realistas, el adrinette no tiene ningún fundamente para ser una relación sana sin que ellos sepan sus otras identidades.
El Feligami podría ser viable en la serie según como lleven el personaje de Félix. Solo el tiempo lo dirá. Aquí pueden ver que yo elijo creer que no es tan malo como lo pintaron en su debut, pero todo queda en manos de Astruc.
Si bien es cierto que el LadyNoir tiene el mejor desarrollo de todo el cuadro amoroso, el capitulo de Chat Blanc se encargó de matarlo hasta que Hawk Moth esté vencido, quiero decir, ¿la gente, y el propio Astruc dimensiona el trauma que Marinette recibió en ese capítulo?

"Nuestro amor le hizo esto al mundo"

Laurenlmprincess: Dudo que haya alguien sano y cuerdo a quien le agrade Lila (que no sea solo estéticamente, a mí ni eso) sin contar a las personas que tienen debilidad por los antagonistas. A Marinette le espera mucho del juego de Lila con el qué lidiar, afortunadamente, ella no estará sola.

Un saludo a todos, gracias por leer y comentar.
Nos leemos en el próximo capitulo ^^