Lo que Félix pensó, sería un almuerzo realmente incómodo, demostró ser una experiencia completamente diferente.

La comida en la casa Dupain-Cheng era realmente deliciosa, no solo los productos horneados de la panadería. Sabine había cocinado ese día y la influencia china estaba agradablemente presente en los alimentos.

Además, Marinette y él sí que repasaron el plan de estudios, determinando en qué áreas Félix estaba al corriente, dónde tenía alguna carencia y dónde estaba adelantando. El chico tomó notas de los temas que no había visto en su antigua escuela, dispuesto a ponerse al corriente lo más pronto posible.

Sin más, podía pedirle los apuntes a su primo. Sabía que Adrien no tendría ningún problema con ello.

— ¿Dupain-Cheng? —murmuró el chico, mientras recogían sus cosas para regresar a la escuela. Marinette hizo un sonido para que supiera que la estaba escuchando, mientras se aseguraba de tener todo en su mochila —comprenderás que este es un tema un poco incómodo, pero quiero salir de ello, así que… —Félix se volvió a mirarla, ya que Marinette había hecho lo mismo, intrigada por sus palabras —incluso si no comprendo tu, extrañamente gentil, voluntad de darme una segunda oportunidad después de mi primera impresión con tu clase —Félix se detuvo un momento, sus manos se abrieron y cerraron en puños detrás de su espalda. A Marinette le recordó tétricamente a Gabriel Agreste, pero la postura de Félix hablaba más de solemnidad que de imposición —siento que debo ofrecerte unas disculpas.

La franco-china se tomó un momento para repasar sus palabras, sintió la suave presión de Tikki en el bolsito junto a su cadera, y sabía que su kwami la estaba instando a aceptar la proverbial bandera blanca ofrecida por el británico. Sin embargo, conteniendo una sonrisa, se acercó un poco más a Félix, procurando que su rostro no delatara sus intenciones.

Félix solo le sostuvo la mirada — ¿Estás arrepentido por lo grosero que fuiste simulando ser Adrien?

El rubio asintió, sin dejar de mirar los ojos azules de la chica.

— ¿Ves? Estaba en lo correcto al darte otra oportunidad —Marinette finalmente le dio una sonrisa grande y genuina —puede que las palabras no enmienden lo que hiciste, pero sé que estás siendo sincero ahora mismo y acepto tus disculpas, Graham de Vanily.

La postura de Félix se relajó en respuesta. Marinette incluso pensó que él le estaba devolviendo una pequeña sonrisa, pero no podría asegurarlo.

Ambos tomaron sus cosas y salieron de la residencia.
La chica gritó una despedida a sus padres mientras salían por la puerta del edificio en lugar de la panadería.

Félix lanzó una mirada al cielo, más nublado que cuando llegó en la mañana a la escuela, e incluso parecía que una ligera niebla amenazaba con cubrir la ciudad, si intentaba mirar más lejos que la Place des Vosges.

Sacó una sombrilla negra de su maletín mientras Marinette cerraba la puerta. Cuando la chica se puso al día con él, justo fuera del techado, Félix extendió la sombrilla sobre ellos, al mismo tiempo que pequeñas gotas de agua empezaban a oscurecer el suelo a su alrededor.

Marinette le dio una mirada sorprendida. Hablando de un tiempo perfecto.

— ¿Vamos? —murmuró Félix, casi al mismo tiempo que un trueno rompía en la distancia.

La oji-zarca asintió y procuró igualar el paso de su compañero de asiento mientras regresaban el corto trayecto hasta la escuela. Había algunos estudiantes corriendo de vuelta para tratar de mojarse lo menos posible, y otros pocos -como ellos- se tomaban su tiempo bajo la protección de un paraguas o gabardinas impermeables.

El conocido sedán plateado se estacionó justo cuando Félix y Marinette estaban por llegar a las escaleras y Adrien se bajó apresurado, apenas logrando extender su sombrilla correctamente, antes de avanzar prácticamente a zancadas para alcanzarlos.

—Hola, chicos —saludó con una amplia sonrisa.

Félix simplemente le dio un asentimiento en respuesta a su primo, mientras Marinette balbuceaba un 'hola' de vuelta.
Los tres atravesaron el patio mientras la lluvia aumentaba en intensidad lentamente. En cuanto llegaron a su salón, Adrien subió a la parte de atrás del aula, para colgar su sombrilla en las perchas a un lado del librero y Félix lo imitó, mientras Marinette se dirigió inmediatamente a su asiento.

Rose y Juleka ya estaban en el salón, acurrucadas en su asiento con el teléfono de la menuda rubia, probablemente viendo algún vídeo.

Esta vez, Félix era mucho más consciente de su compañera de asiento. Por lo tanto, se dio cuenta de que Marinette parecía cambiar completamente cuando entraba al salón de clases.
Ella se sentaba en su lugar, colocando su mochila a su lado en la banca, y no levantaba la mirada para nada mientras sacaba lo que necesitaba para la siguiente clase; si se la miraba detalladamente, podrían adivinar que ella estaba tratando de ocupar el mínimo espacio posible, con los hombros un poco encorvados y la postura tensa.

Marinette lucía incómoda, lo cual no tenía sentido para Félix. Ella había estado en esta clase todo el año, como mínimo, y a juzgar por los vídeos que había visto y borrado un par de meses antes, la mayoría de la clase era diabéticamente dulce y unida.
Félix no podía entender como ella, incomprensiblemente gentil y amable, no encajaría en ese grupo, al punto de aparentar estar más cómoda caminando con un extraño que en su salón de clases.

Diciéndose a sí mismo que eso no era asunto suyo, Félix se sentó en su lado de la banca y sacó lo necesario para su próxima clase, además de un libro. Strange Case of Dr Jekyll and Mr Hyde, ponía en la portada.

A medida que más de sus compañeros de salón iban entrando, más sentía la tensión en la chica a su lado. Especialmente cuando entró aquella castaña que aparentemente le había robado el trono a Chloe.

Estaba tratando de concentrarse en su libro, y la narrativa de Mister Utterson cuando los murmullos de la clase empezaron a ser molestos. Casi todos estaban alrededor de esa castaña, la cual hablaba sin parar, sosteniendo una de sus manos como si le doliera, pero tenía una sonrisa en sus labios y una mirada que el rubio solo podría definir cómo regocijo por la atención que obtenía.
Aún en su esfuerzo de ignorar las voces ajenas, Félix alcanzó a oír algo sobre una obra o película, el nombre pasó por su mente e hizo ondear una bandera, pero no pudo ubicar de dónde lo recordaba, así que simplemente resopló y trató de volver a su libro. El suave murmullo del grafito de un lápiz raspando contra papel a su lado fue un sonido para concentrarse, mucho más agradecido que las voces fluctuantes del resto de la clase.


Casi toda la clase estaba alrededor de Lila, aprovechando que el docente de turno aún no había llegado. Por supuesto que Alya estaba en primera fila, sentada a su lado, bebiendo ingenuamente feliz de cada palabra que pronunciaba la italiana.
En la fila de abajo, Nino estaba igual o más entusiasmado, mientras que Adrien simplemente se obligaba a colocar esa sonrisa gentil de siempre, fingiendo interés aun sabiendo que todo lo que salía de la boca de Lila era mentira tras mentira. Sin embargo, no iba a ser él quien llamara la atención sobre eso, no es que importara realmente, Lila solo estaba entreteniendo a todos con historias, así que no había nada de malo en eso.

Aun sabiendo ello, Adrien preferiría no estar en su asiento en ese momento. La palabrería de Lila y los murmullos asombrados e impresionados a su alrededor empezaban a volverse un poco molestos. Trató de concentrarse en el suave sonido de la lluvia cayendo afuera, pero era imposible.

En un momento, miró hacia el fondo del salón. Marinette y Félix eran los únicos que no estaban poniendo atención a Lila, es más, parecían totalmente ajenos y separados del resto de la clase, como si estuvieran en su propia burbuja de comodidad y tranquilidad. Adrien no pudo evitar envidiarlos un poco. Le gustaría tanto poder, simplemente, subir y unirse a ellos; tal vez echar un vistazo a lo que Marinette estuviese dibujando mientras el sonido de las hojas del libro de Félix se mezclaba con el arrullo de la lluvia. Pero eso sería grosero para con Lila y él no podía hacer eso. Él había hecho un trato con ella, por Marinette. Así que tenía que quedarse donde estaba. Él podía hacer eso, por su princesa…

—… Y mientras modelaba en Italia, me llamaron para el casting de una película. No estaba muy segura al respecto, pero el equipo de fotografía me animó y pensé ¿Por qué no?

— ¿Y para qué película era? —preguntó Nino con gran entusiasmo e interés.

—Se llama Ossessione —respondió de inmediato la morena —significa Obsesión. Fue dirigida por Luchino Visconti di Modrone —Lila sonrió al ver la mirada confundida de la mayoría a su alrededor —era un Conde en la provincia de Milán.

Lila podría jurar que, además de las expresiones de entendimiento y asombro de los ingenuos a su alrededor, había oído un resoplido burlón. Estaba por mirar a su alrededor para ver si se trataba de Chloe o MariTonta, cuando una voz tímida lanzó una pregunta.

—Perdón, Lila —los ojos oliváceos se centraron en Mylene —pensé que esa película era muy antigua. Mis padres la ven a veces, les gusta mucho.

Bien, ese era un problema menor —oh, esa debe ser la original. Yo participé en una versión más nueva, un tipo de remaster para nuevo público —respondió hábilmente, haciendo pequeños gestos con las manos antes de llevarse una al pecho —aunque, a fin de cuentas, solo participé como extra en unas pocas escenas. Nada relevante —inclinó ligeramente la cabeza, mientras bajaba el tono hacia lo último de sus palabras, dando una gran actuación como alguien avergonzada y/o desanimada.

—Vamos chica, solo eso ya es tan genial —Alya la codeó ligeramente, en un intento de animarla. Y Mylene, Rose y Nino la imitaron, adulándola y diciéndole que no tenía por qué ser tan modesta.


— ¿Dupain-Cheng? —murmuró Félix mientras colocaba un separador entre las primeras páginas de su libro. No le estaba dando la atención que merecía, así que mejor dejarlo para después.

Marinette detuvo sus trazos al oírlo — ¿Sí? —ofreció vacilante mientras fruncía el ceño a su cuaderno y tomaba una goma de borrar para corregir algo.

— ¿Qué ocurre con la chica de la segunda fila? —disimuladamente cabeceó hacia el tumulto de gente.

Marinette finalmente se desconectó de su dibujo y volteó a ver — ¿La de chaqueta naranja? —preguntó de vuelta, bastante segura. Resopló cuando el rubio lo confirmó — ¿Qué no pasa con Lila Rossi? sería una mejor pregunta —ironizó en voz baja, pero Félix oyó perfectamente el desdén y eso alimentó bastante su curiosidad — ¿Por qué lo preguntas?

—Sin mencionar que habla como un perico… —Félix hizo una ligera pausa, admirando como Marinette casi dejaba escapar una risa, pero se mordía el labio para evitarlo —sigue hablando de que participó en una película de los años cuarenta, de la cual estoy bastante seguro, no existe ninguna adaptación o remasterización, dada lo absolutamente polémica que fue en su momento.

Marinette no pudo evitar mirar a Félix con asombro en los ojos por unos cuantos segundos. ¿Era de verdad? ¿El chico había visto a través de las mentiras de Lila sin necesidad de una prueba sólida empujada en su cara?

Félix, por su parte, no entendió a qué venía la reacción de la chica a su lado.

—A decir verdad… esa chica miente tanto como respira —mencionó la oji-zarca, después de un ligero carraspeo —llegó a esta escuela hace unos pocos meses hablando sin parar sobre las conexiones que tenía y los viajes que había hecho —Marinette volvió la mirada a su cuaderno, pero no recogió su lápiz —se akumatizó el mismo día que llegó y desapareció como por dos meses, afirmando que estaba de viaje en Achú, y algo sobre caridad y campañas contra la contaminación.

Félix la vio lanzar una mirada cautelosa al resto del salón, también notó que había estado hablando más bajo de lo usual y que la tensión crecía en ella a cada palabra, ahogando el sentimiento de desprecio en pura autoconservación.

El rubio mostró una expresión que delataba lo poco impresionado que estaba con su compañera de clase —he oído la expresión 'miente hasta que se haga realidad' pero eso suena a delirios de grandeza si me lo preguntas —comentó casualmente mientras guardaba su libro en su maletín, habiendo escuchado un paraguas sacudirse fuera del aula, muy probablemente su siguiente profesor.

Y, efectivamente, la señora Mendeleiev entró en el aula, con un par de libros gruesos bajo un brazo. Todos los estudiantes se apresuraron a sus asientos mientras la mujer caminaba hacia su escritorio y encendía el proyector para dar inicio a su clase.


El resto de la clase fue bastante fácil para Félix. Con un dominio bastante fluido del francés no tenía problemas para seguir la corriente. Afortunadamente, su ventajoso puesto al final de la clase evitaba tener que lidiar con nada más que ocasionales miradas de sus compañeros que fácilmente ignoró.

Estaba guardando todo en su maletín cuando la chica Lady Wifi subió hasta su asiento. Afortunadamente, apenas le dirigió una mirada cautelosa antes de girar y dirigirse a su compañera de asiento.

—Hey, amiga.

—Hola Alya —la saludó de vuelta Dupain-Cheng, mientras también guardaba sus cosas en su mochila rosa.

— ¿Cómo van los preparativos del evento? ¿Algo que reportar?

Simplemente escuchando a medias, sin otro remedio, Félix se preguntó si se trataba de un evento escolar o algo personal mientras sacaba su celular y enviaba un mensaje a su madre.

Marinette parecía bastante aliviada con el interés de Alya —Sí, te recuerdo que tenemos reunión con los demás representantes y el director pasado mañana —mencionó —y los preparativos van bastante bie-

Lady Wifi, muy groseramente -añadiría Félix-, interrumpió a su compañera —oh, no sabes cuánto me alegra oír eso. Estoy tan ocupada preparando la próxima entrevista y nuevos posts para mi blog que a menudo siento que el día no me alcanza.

—Umm, Alya —la llamó tímidamente, de vuelta en su posición encogida y de autopreservación —también haces parte del grupo que publicita el evento ¿Verdad?

La morena meneó una mano, desestimando el asunto —Claro que sí, chica. Todos los miembros tenemos un chat grupal para mantenernos al día con lo que hay que hacer —señaló su teléfono con el encanto de catarina —Reunión. Miércoles. No se me olvida. Nos vemos mañana, Marinette.

—Nos… vemos mañana —murmuró de vuelta, aunque resultó evidente que Alya no la había escuchado. La chica de lentes corrió con Nino y ambos se apresuraron fuera del salón y de la escuela.

Félix recibió su contestación y se acomodó su maletín para irse también.

—Sin interés en parecer entrometido —inició el rubio, mientras Marinette también se levantaba de su sitio y ambos bajaban las escaleras en medio de los asientos —el evento del que hablaban ¿Es escolar?

—Por supuesto que lo es —respondió en cambio una voz empalagosamente dulce, hasta el punto de ser irritante para los dos nuevos compañeros de asientos. Marinette y Félix se voltearon para ver a Lila casi acorralando a Adrien en su asiento. De hecho, el modelo aprovechó la breve distracción de Rossi para levantarse y poner algo de distancia —representante de la clase ¿Y no le has explicado a Félix sobre nuestro evento escolar, Marinette? —la castaña fingió una mirada de suave comparecencia y negó con la cabeza, chasqueando la lengua — ¿Dónde tienes la cabeza?

Ignorando momentáneamente el uso descarado de su nombre, Félix notó que Marinette apretó los puños en las correas de su mochila. Por un instante allí, estaba de vuelta la chica que bromeó descaradamente con él, con una determinación renovada, de no dejarse por-de-bajear de otra persona. Félix se quedó un segundo atónito en sus fulgurantes ojos azules, encendidos y atemorizantes para alguien del común. Y de repente, estaba realmente curioso de saber qué iba a suceder allí. Ella parecía un volcán a punto de estallar.

Pero todo se esfumó en el momento en que las llamaradas de fuego azul se desviaron de Rossi. El fuego en Marinette se apagó decepcionantemente rápido, Félix notó después de un momento, cuando la chica miró a Adrien.
Félix podría jurar que su primo estaba haciéndole señales para que se tranquilizara.

—Lo primero era que nuestro compañero se pusiera al día con las clases ¿No lo crees, Lila? —se forzó a decir, con un tono tenso y medido —no está bien sobrecargar a un nuevo alumno.

—Hmm —Rossi se acomodó el pelo tras la espalda, casi dándole una bofetada a Adrien con el mismo, de no ser por los rápidos reflejos del rubio.

—Verás Fél, la escuela se prepara para un evento de caridad por el Día de los Héroes —entró Adrien, con voz suave y su sonrisa habitual.

— ¿Día de los Héroes? —Félix había escuchado eso en algún momento, pero no sabía con exactitud de qué se trataba.

—En el Día de los Héroes, todos hacen buenas acciones. Es una celebración nacional en París —suplió su familiar.

—Hasta el año pasado simplemente compartimos en clase lo que cada uno hacía, pero desde que Chat Noir y Ladybug aparecieron en la ciudad, todos buscan hacer cada vez cosas más significativas —continuó Marinette —Este año, el director decidió unificar los esfuerzos de los estudiantes en un gran evento. Todo lo recaudado irá a organizaciones benéficas, aunque aún se está por definir a cuál, pero probablemente la del Príncipe Ali-

Lila finalmente encontró una oportunidad en la conversación —esa debería ser la opción más evidente ¿No lo crees, Marinette? Después de todo el Príncipe y yo somos taaaaan~ buenos amigos —ahí estaba de nuevo, Félix notó, a la espera de obtener toda la atención posible. Lo miró a él y después a su primo — ¿Recuerdas que el año pasado no pude estar en París para esas fechas porque estaba trabajando con él contra la contaminación del aire?

Adrien simplemente colocó una mirada de desaprobación, mientras la castaña lo tomaba del brazo y se inclinaba hacia él —Lila… —ella lo apretó del brazo, obviamente para que se callara.

— ¿Que no era contaminación ambiental? —murmuró Marinette para sí, ganándose una mirada envenenada de Lila que no pasó desapercibida para Félix.

— ¿Y se espera que yo participe? —preguntó el británico a su compañera de asiento, eligiendo ignorar al par frente a ellos.

—No, si tú no quieres —advirtió Marinette —eres nuevo aquí después de todo, no estás obligado a sobrecargarte de responsabilidades solo por llegar a la escuela en un momento ocupado.

Viendo la forma en que los párpados de la chica caían, Félix estaba inclinado a pensar que estaban realmente ocupados con el evento.

—Si gustas, Félix, Adrien y yo podríamos contarte todo sobre el evento, ya que Marinette no tiene tiempo para informarte adecuadamente —ofreció una sonriente Lila, inclinando su cabeza hacia el hombro del modelo. Reprimiendo una mueca, Adrien trató de apartarse gentilmente, solo para descubrir que la italiana tenía un buen agarre en su brazo —Tal vez, al final, te interese participar con nosotros.

Marinette resopló, internamente molesta con la forma en que Lila estaba absolutamente pegada a Adrien… pero ahí estaba de nuevo. La actitud pasiva de Adrien sin siquiera pedirle que lo soltara, sin corregir sobre sus inexistentes viajes ni conexiones a pesar de saber que eran tan falsos como la amistad que la chica proclamaba con Ladybug. Adrien simplemente la estaba dejando jugar su juego como quisiera, tejiendo su telaraña alrededor de todos.

Marinette empezaba a decepcionarse de eso. Y dolía, porque había pensado que, sabiendo ambos lo que sabían de Lila, las cosas serían diferentes.

Pero no. Ni siquiera en presencia de su primo-

—En primer lugar, no nos conocemos de nada y no te he dado permiso de llamarme por mi nombre, Rossi —intervino Félix, realmente harto. Lila lo miró con una cara de conmoción y tristeza más falsa que la sonrisa incómoda de Adrien.

—Lo siento, y-yo solo quería-

—Tampoco tengo la intención de ser tu amigo —volvió a interrumpir, y antes de que Adrien pudiera decir nada tampoco, continuó —y, en segundo lugar, no deberías hablar en nombre de otras personas sin su permiso —se acomodó el tirante de su maletín y pasó a un lado de Adrien, lo que le dio una apertura al modelo para soltarse de Lila — ¿Dupain-Cheng?

Con un pequeño sobresalto, Marinette siguió los pasos de Félix hacia la salida del salón, negándose rotundamente a mirar a Rossi, la cual apenas pudo contener un gruñido de indignación al ver que Félix no caía en su juego y Adrien no tardaba en salir tras ellos.

— ¿S-sí? —Marinette no sabía si estaba más sorprendida o complacida con lo duro que Félix había sido con Lila.

—No tengo ninguna intención de socializar más de lo necesario con esa chica, sin embargo, siento que debería estar al menos informado del mentado evento escolar —decidió, con un suspiro. Todo el agotamiento del día empezaba a instalarse sobre sus hombros — ¿Estaría bien mañana en el almuerzo de nuevo?

La franco-china asintió, de vuelta en su pequeña pero gentil y genuina sonrisa —claro. Nos vemos mañana.

Félix asintió, acercándose a un auto negro, estacionado justo detrás del plateado que transportaba a Adrien. La puerta fue abierta para él desde el interior y estaba a punto de subir cuando una mano se posó en su hombro.

—Félix —Adrien, ¿cómo no? —No tenías que ser tan duro con Lila, ella-

—Conocemos muy bien su tipo de persona, Adrien —lo cortó Félix —trepadora social. Habla sin parar en busca de atención y no puede sostener ni un cuarto de lo que dice —se encogió de hombros —me doy cuenta de que lo sabes, lo que me hace preguntarme ¿Por qué molestarte en alguien como ella?

—Lila simplemente no sabe cómo relacionarse con las personas —abogó —y la entiendo, a mí también me costó trabajo la primera vez que vine a la escuela. Eventualmente aprenderá, y ella no hace daño a nadie, Félix.

Félix forzó su poker face justo donde estaba, para no lanzar un suspiro decepcionado —la última vez que estuve aquí, adopté la impresión de que tenías otros amigos más… genuinos —lanzó una mirada al otro lado de la calle, dónde Marinette justamente estaba entrando a la panadería —pero bien, suerte con tu "proyecto de caridad social" —se encogió de hombros y se subió al vehículo —oh, mamá dice 'hola'

—Saluda a la tía Amélie de mi parte —logró decir el portador del anillo miraculous antes de que la puerta se cerrara. No le quedó de otra que subirse a su propio vehículo y dejar que Gorila lo llevara a casa para sus lecciones de chino y piano.


Vamos con los comentarios.

Alexiel1086: Me da mucho gusto saberlo, ojala te sigan gustando mis ideas.

Stephanie-mal: Me hace muy feliz saberlo. Ojala tengamos razón respecto a Félix. Por ahí están corriendo las voces de que aparecerá tres o cuatro veces más. Estoy ansiosa y nerviosa por ello.

Manu: Muchas cosas. Primero, no creo que Rena vaya a ser akumatizada, porque entonces Gabriel descubriría la identidad de Mari y realmente dudo que vaya a suceder de esa manera. Pero sí, totalmente veo a Félix como Akuma. No creo que vayan a desperdiciar la oportunidad.

Uff, lo del viaje de Lila con Adrien me tiene con ganas de matar y prender fuego, específicamente a Gabriel ¿Qué demonios hombre? Pero dudo muchísimo que Félix tome el lugar de Adrien con Lila .-.

Concuerdo con que el Lukanette fue injustamente destruido. O sea, Luka es mucho mejor candidato para que Marinette le diga su identidad!

Segundo, no creo que este sea lugar para hablar de otros fandoms, pero como no tienes cuenta te resumiré. De Inuyasha, respeto pero no comparto en absoluto tu postura. Detesto a Kikyo con cada parte de mi alma, me he visto el anime unas 10 veces mínimo y nunca dejo de odiarla. Creo que la Kikyo que se vio en la mayor parte del anime no era más que una versión llena de odio y distorsionada de la Kikyo original, y esa es la que juzgo, sin embargo, la que vemos en el especial de cuando ella e Inuyasha se conocen y lo poco de ella que vemos 'cambiada' al final de Kanketsu-hen sigue siendo una mujer con la que no puedo simpatizar y que no me cae bien.
Tampoco aprecio el InuSango ni el InuAyame. Y el InuKoga casi hace que yo odie el yaoi, por suerte otro anime me salvo de ello, pero esa pareja nunca funcionaría, en mi propia opinión.

Laurenlmprincess: Serán un apoyo mutuo, quiero desarrollar una amistad lo más sana posible para ambos. Los dioses saben que lo necesitan.

Merylune: He visto el LukAdriNette, y el DamiLukaNette, pero creo que en ningún lado he visto FeliAdriNette. Creo que sería un desarrollo interesante de ver.

Yami96: esto será una guerra de shipps en medio de lidiar con Lila, Shadow Moth y la salud mental (cosa que no existe en la serie, pero mi yo psicóloga me lo exige) espero que te siga gustando el desarrollo y gracias por recordarme sobre Markov, me aseguraré de tenerlo en mente.

Ana-iniguez2: tengo que poner tu nombre con guión en lugar de punto porque de lo contrario lo toman como link y lo borran. Sorry.

Me alegra que te siga gustando, ja, yo también tengo un poco de esa debilidad por los personajes fríos. Seto Kaiba de YuGiOh! Como ejemplo si lo conoces. Creo que la actitud de Félix refleja bien el tipo de vida que creo que lleva, y la reciente perdida de su padre, pero prometo que lo veremos desarrollarse a lo largo del fic, Marinette obrará su magia de la amistad en él xD

Paolitalopher; en eso estoy n.n

Dani Salvatore Potter: espero que te siga gustando mi historia, saludos.