Félix bajó del auto, agradeciendo al conductor, antes de entrar en el estudio dónde estaba su madre. Las oficinas de TVi.

Entró y fue directamente con la recepcionista de turno. La mujer joven, de cabello rubio recogido en un moño alto lo recibió amablemente.

—Buenas tardes ¿En qué puedo ayudarte jovencito?

Félix sacó su identificación y se la enseñó —busco la oficina del equipo cinematográfico.

Confundida, la mujer comparó su agenda con la identificación del rubio —Ah, sí. Su madre avisó que vendría —la recepcionista tomó un gafete y se lo extendió —puedes seguir por el ascensor al tercer piso, última puerta hasta el fondo.

Félix tomó la identificación de visitante y se la colgó en el chaleco mientras se dirigía al ascensor. Una vez dentro, se tomó un momento para beber lo último de té en su termo y pensar en qué, exactamente, le iba a decir a su madre; después de todo era evidente que ella querría sacar cualquier detalle que pudiera de su día escolar.

Las puertas del ascensor se abrieron en el piso indicado y Félix se dirigió a una amplia puerta roja que estaba al final del pasillo. Ni bien estuvo a cinco pasos de la puerta, su madre salió con el teléfono en la oreja y parloteando con entusiasmo.

Apenas lo vio, Amelie le dio un gran abrazo y un beso en la mejilla, la cual tuvo que limpiar con el pulgar cuando notó que una marca de su labial manchó la piel clara de su retoño.

Félix solo mostró una sonrisa resignada, claramente acostumbrado, y correspondió al abrazo de su madre. Se quedó con la oreja pegada a su pecho, escuchando el latido de su corazón mientras la mujer terminaba su conversación telefónica, acariciando el hombro del adolescente con su mano libre.

—Ya está, entonces ¿Cómo te fue hoy, mi pequeño? Cuéntame todo sobre tu nueva escuela —le dijo ella mientras guardaba su teléfono.

Félix se hizo para atrás, soltando finalmente el abrazo para mirar a su madre — ¿No estás ocupada ahora, mamá? Eso puede esperar hasta que volvamos a casa —ofreció. Su voz más suave y dulce de lo que había sido todo el día en la escuela.

Amelie desestimó eso con un gesto de su mano derecha mientras guardaba su celular con la izquierda —mi vida, no te preocupes por eso. Todo lo que tenía que aportar en esa reunión ya lo he dicho, solo queda ultimar detalles —le acomodó gentilmente el cabello a su hijo y volvió a preguntar — ¿Comiste bien? ¿Dónde almorzaste?

Ahora, eso era algo que Félix podía responder fácilmente sin ir a mucho detalle —cerca de la escuela hay un local muy agradable. La próxima vez te traeré algo —Félix había visto tarta de manzana en el menú, y sabía que era el favorito de su madre.

—Oh, querido ¿Y cómo está tu primo? —la mujer lo rodeó con un brazo y lo guió de vuelta a la amplia puerta.

El adolescente cruzó sus brazos detrás de la espalda —le transmití tus saludos. Pidió que te saludara de vuelta —ofreció, pensando solo unos segundos en el deplorable espectáculo que había dado con la chica Rossi —él está bien, se le nota a gusto en la escuela y me recibió cálidamente.

Amelie sonrió ampliamente, recordando lo unidos y juguetones que eran esos dos cuando más pequeños, pero guardándose el nostálgico comentario mientras entraban a la reunión.

Tenía muchas ganas de terminar para volver al departamento que había rentado con su hijo y tomar una agradable taza de té.


El recibimiento en la casa Agreste fue completamente diferente.

Adrien subió a su habitación como era habitual y, ni bien Plagg había salido de su sobre-camisa, sintió la puerta volver a abrirse. El kwami voló apresuradamente a sumergirse entre las almohadas para esconderse, y Adrien se volteó, esperando ver a Nathalie ahí para decirle algo sobre su horario. Vaya sorpresa encontrarse de frente con su padre

—Buenas tardes, Padre —logró decir, a través de la sorpresa.

—Adrien — 'saludó' de vuelta el hombre, completamente erguido frente a él, en su habitual postura con los brazos tras la espalda —Tengo entendido que Félix se integró a tu clase el día de hoy —lanzó, directo al punto.

El rubio se permitió una pequeña sonrisa —Sí, Padre —incluso con el desacuerdo respecto a Lila, Adrien estaba feliz de que su primo estuviera en su misma escuela y salón — ¿Tú y Nathalie lo sabían? ¿Por qué no me lo dijeron? —cuidó mucho que su tono no sonara a reproche, simplemente a curiosidad.

—No pensé que realmente fuera a entrar a tu clase después de lo que hizo en su última visita. Pero bueno, tu tía siempre ha sido… impulsiva —mencionó cuidadosamente, por mero respeto a su esposa.

Secretamente, Gabriel había estado esperando sacar provecho de esa situación. Tomando en cuenta los acontecimientos mencionados, se esperaba sacar algún akuma con un poderoso resentimiento hacia el inglés. Le había extrañado que ninguna emoción particularmente fuerte resaltara de la escuela ese día.

—Yo… hablé con mis compañeros después de eso. Les expliqué que Félix estaba pasando por un momento muy duro y ellos me prometieron que no guardarían resentimiento por eso —explicó el menor, llevándose una mano a la nuca inconscientemente —claro, había algo de tensión hoy, pero ¡Todo fue bien! —se apresuró en responder.

Gabriel lo miró unos segundos antes de asentir y girarse para salir de la habitación. Un par de pasos antes de alcanzar la puerta, miró a su hijo de lado —no está de más decirte que si tienes que hacer cualquier clase de trabajo escolar con Félix, debes avisar a Nathalie de antemano. No quiero ningún tipo de 'visita sorpresa' ¿Estamos claros, Adrien?

El niño miró hacia el suelo ante esta nueva imposición, sin ningún otro remedio que responder —Sí, padre.

Y con eso, el hombre salió de la habitación, cerrando la puerta tras de sí.

Adrien se quedó en su lugar un poco más, dándole una mirada de decepción al suelo. Plagg salió de su escondite para flotar hasta el hombro de su portador, dándole una mirada suave y solo ofreciendo silenciosa compañía para variar.

Unos minutos después, Adrien estaba preparándose para su clase de chino.


Marinette estaba trabajando, muy concentrada, en los patrones para la chaqueta de Jagged Stone, mientras en su computadora se mostraba una transmisión en vivo, con Kitty Section practicando desde el Liberty, y varios de sus compañeros de clase viendo la transmisión.

La voz de Rose sonaba increíblemente bien junto con la batería de Iván, y las guitarras de Luka y Juleka. Marinette acostumbraba a oír la música de Jagged cuando trabajaba en algo para él, pero Luka le había escrito para avisar de su práctica y ella no podía decir que no.

La oji-zarca se tomaba un minuto, de vez en cuando, para levantar la vista del suelo -donde estaba trabajando en sus patrones- y mirar a sus amigos en la pantalla. Estaban usando las máscaras que ella había hecho para el vídeo musical que les habían intentado plagiar y ella no podía sentirse más feliz de que sus amigos apreciaran tanto su trabajo.

El resto de sus compañeros conectados a la transmisión tenían las cámaras y micrófonos apagados para que fuera más cómodo, pero Mari podía leer los nombres de Nino, Mylene, Kim, Alix, Nathaniel, e incluso Sabrina por ahí.

La diseñadora estaba de vuelta en su escritorio, trabajando en detalles más pequeños cuando la práctica acabó y los integrantes de la banda se despidieron con sus compañeros. Casi inmediatamente después de eso, recibió una solicitud para videollamada de Luka.

Marinette no dudó en aceptar.

—Hola, mélodie ¿Qué te pareció la práctica? —la saludó el guitarrista, desde la punta del barco.

—Hola Luka, estuvieron increíbles —le sonrió ella en respuesta —cada vez que los escucho, suenan mejor. De verdad.

El de puntas azules le correspondió con su propia sonrisa, suave y agradable —gracias, Marinette. Y ¿Qué estás haciendo?

La chica levantó su trabajo para que entrara en el rango de la cámara —trabajaba en patrones para una comisión que concreté ayer.

— ¿Otra más? Creí que ya habías acabado de recibir comisiones para el baile —mencionó Luka, ligeramente preocupado.

—Sin problemas, contaba con esta comisión junto a las demás —aseguró con confianza.

Luka le dio una mirada suave —Si estás segura. Procura no sobre-esforzarte, mélodie.

Marinette se ruborizó suavemente ante su apodo, pero le correspondió la sonrisa —lo prometo, Luka.

—Bueno. ¿Estaría bien si toco algo para ti un rato?

Ella asintió, emocionada, solo para detenerse un momento —Claro, digo, si no estás ocupado.

Luka simplemente negó con la cabeza y acomodó su teléfono no muy lejos de él antes de acomodar su guitarra y darle una mirada rápida a la hermosa chica en su pantalla, para luego empezar a tocar.

Las notas eran suaves y dulces, relajantes y llenas de buena energía al mismo tiempo. Marinette cerró los ojos unos segundos para dejarse llevar por la música, y pronto estaba trabajando de nuevo en su escritorio, inspirada por la hermosa tonada.

El martes llegó rápido. Para el final de la noche anterior, Marinette había terminado los patrones básicos para la chaqueta de Jagged, faltando solamente detalles que acomodar. De ese modo, para el fin de semana podría estar trabajando con el cuero para crear la base de la chaqueta sobre la cual trabajar.

Antes de dormir, había garabateado también algunos de los accesorios para sus otras comisiones, por lo cual llevaba en brazos su cuaderno de bocetos mientras se apresuraba a la escuela, esperando conseguir la opinión de quienes los habían encargado.

Segundo día que llegaba a tiempo, su madre estaba realmente asombrada. Si tan solo pudiera mantener ese ritmo a diario.

Marinette vio a Félix entrar en el salón de los casilleros apenas puso un pie dentro de la escuela. Tomó la misma dirección luego de echar un vistazo y no hallar a ninguna de las personas que necesitaba en el patio, pero entonces vio a Lila deslizarse tras Félix, con una mirada que no auguraba nada bueno.

Cuidadosamente, Marinette fue tras ella, procurando que nadie la escuchara ni notara. No fue problema, ella tenía mucha práctica escabulléndose.

Fue como ver una repetición de su propia historia… Más o menos.

Félix, sin duda, era mucho más calculador y calmado que ella. Pero Lila estaba jugando el mismo papel. Luciendo dulce y encantadora para atraer al rubio a su red, luego triste y dolida cuando él, muy secamente, insistió en que no tenía ninguna intención de ser su amigo; finalmente, ahí estaba la víbora maliciosa y manipuladora, carente de empatía, amenazando y dando una última oportunidad.

Era como ver una película por segunda vez. Ya sabías lo que pasaría, pero eso no hacía las emociones menos intensas.

Pero Félix, en lugar de enfurecerse, simplemente bufó y rodó los ojos al cielo. Cómo si lo sucedido hubiera sido un mero fastidio, un leve inconveniente, una molestia en lugar de una preocupación. El berrinche de un niño en vez de una declaración de guerra.

Claro. Félix no sabía el alcance de Lila. No lo había vivido -padecido- como lo había hecho Marinette.

¿Y bien? Ella tenía que hacer algo ¿Cierto?

Pero ¿Qué podía hacer ella cuando no podía defenderse a sí misma de las tretas de Lila?

—Buenos días —logró, después de al menos un minuto entero, segura de que Lila estaba lejos.

—Dupain-Cheng —reconoció el rubio mientras cerraba su casillero, con sus cosas para el primer período de clases listas —buen día —respondió de vuelta, educadamente, y con una expresión mucho más ligera.

— ¿Qué clase de mentira intentó venderte para tenerte de su lado? —logró preguntar ella, antes de moverse hacia su propio casillero.

— ¿Hablas de Rossi? —devolvió Félix, a sabiendas.

Marinette abrió su casillero y empezó a meter y sacar cosas —alcancé a verla arremeter contra ti cuando llegué —murmuró casualmente, dando una mirada de reojo a su alrededor.

Algunos alumnos de otras clases los estaban mirando, pero probablemente sólo porque Félix era la novedad en la escuela.

— 'Arremeter' es una palabra grande —bufó, no dispuesto a darle tanta importancia a la italiana —hizo un show "dulce" para intentar que nos amistáramos —enfatizó las comillas con sus manos antes de recostarse contra el casillero al lado de Marinette —cuando expresé mi nulo interés, aseguró que ella estaba en lo más alto de la clase, que si no me andaba con cuidado me convertiría en una paria o algo así, sin importar lo que Adrien les dijera a sus compañeros de mi —negó con la cabeza, realmente poco impresionado por los hechos previos.

—Si no estás de su lado, estás en su contra —murmuró Marinette, sintiendo ese déjà vu desagradable. Agachó ligeramente la cabeza mientras cerraba su casillero.

Félix no podía ver sus ojos, ahora detrás de su flequillo gracias a la posición de su cabeza -la cual, decidió, no le quedaba bien a Dupain-Cheng- pero el tono de su voz hablaba de muchas cosas, cosas alarmantes.

— ¿Hizo lo mismo contigo… verdad? —preguntó con tono de voz medido, mirándola fijamente.

La franco-china levantó la mirada, lo justo para verlo a los ojos, con su cuaderno de bocetos fuertemente apretado entre sus brazos. Esa mirada, Félix se dio cuenta, no buscaba compasión sobre sí misma, tampoco era una llamada de auxilio; Félix no podría señalar exactamente todo lo que decían esos impresionantes ojos de campanilla azul, pero había algo de complicidad allí, y resignación.

Félix sintió que, de algún modo, estaba compartiendo algo con Dupain-Cheng, algo en lo que nadie más podría inmiscuirse. Algo importante, pero no sabía el qué, y quería descubrirlo.

—Creo que la respuesta es evidente —contestó ella, su voz era suave y agradable, dónde cualquier otra persona expresaría desdén, ansiedad o incluso miedo.

Félix la entendía cada vez menos. Dupain-Cheng parecía tener una mente lo suficientemente aguda y astuta para contrarrestar manipulación y actuaciones de Rossi, siendo la presidenta de clase debía tener algún tipo de respeto o confianza del resto de la clase sobre ella, entonces ¿Por qué actuaba tan resignada? ¿Por qué se empeñaba en permitir que la situación fluyera?

Para Félix, Marinette Dupain-Cheng era cada vez más un misterio, un enigma. Uno que se encontró deseando comprender, aunque no sabía por qué, y eso no le gustaba.

Marinette, después de dar su respuesta, miró a su alrededor una vez más para distraerse. Notó a Marc y Alix entre otros estudiantes, un poco lejos de ellos. La pelirosa los miraba con el ceño fruncido, claramente disgustada, con las manos en la cintura; Marc por su parte, la estaba mirando directamente a ella, así que cuando sus miradas se encontraron, Marinette pudo leer la preocupación en los ojos verdes del escritor. La campana de aviso sonó en ese instante, así que la diseñadora simplemente le dio una sonrisa tranquilizante a Marc, para asegurarle que ella estaba bien, y luego se volvió hacia Félix.

— ¿Vamos al salón? —ofreció ella suavemente. La señorita Mendeleiev les había dicho que los quería a primera hora en el laboratorio para poner en práctica la clase de ayer, y sabía que Félix aún no se familiarizaba con el edificio entero.

Félix simplemente ajustó el tirante de su maletín sobre su hombro mientras le daba un asentimiento a la chica —sí, vamos.


Cuando ambos llegaron al laboratorio, Lila ya estaba ahí, sentada en el lugar habitual de Marinette junto a Alya.

La aspirante a diseñadora ni siquiera se sorprendió. Dirigió su vista a Alya, por mera costumbre, la cual le respondió con una mirada de disculpa, un encogimiento de hombros y un gesto hacia su celular.

Evitando poner los ojos en blanco y apenas ahogando un suspiro, guió a Félix a una mesa disponible y ambos se sentaron, esta vez con el británico cerca a la pared, y Marinette del lado del pasillo.

Mientras el rubio acomodaba sus cosas, Marinette tomó su teléfono, que zumbó con un mensaje nuevo.

"Lo siento, amiga. Ya sabes que la tinitus de Lila la está molestando de nuevo, necesitaba el asiento al frente"

Marinette resopló y guardó su teléfono, habiéndole respondido con un simple emoji de "ok", antes de preparar sus útiles para la clase. Marinette no se dio cuenta de que Lila y Alya voltearon a mirarla, la primera con más disimulo que la otra, y con una mirada mucho más desagradable, mientras que la de lentes era más desconcertada.

Pero Félix sí lo notó.


Ugh, estoy muriendo aquí. Saben una de las peores cosas de esta estúpida pandemia? Que si no tienes síntomas de covid, o no te estás desangrando/con un hueso expuesto, probablemente te dejen horas esperando en Urgencias.

Estúpidos hospitales.

Intoxicación alimentaria, y una fiebre de 38.8. He estado muerta en vida todo el día, y no puedo dormir así que ¡a publicar!

Vamos con los rws.

Yami96: Me encanta que te encante, y ojalá siga así.
xD sí, guerra de ships. Todo el mundo ama a Marinette.
Este fic no es canonico con el especial de New York, solo hasta el final de la tercera temporada, y no sé so Zoe vaya a aparecer.

Manu: Cruzo dedos para que Luka sepa la identidad de Mari, entonces podría entender porque Marinette no podía ser completamente sincera con él. El chico es un cielo, merece una explicación y un cierre.
¿Honestamente? Temo por el futuro de Chat. Y después de MegaLeech hoy, odio cada día más a Gabriel.
Sí, he visto algunos capítulos de Hanyou no Yashahime, pero igual que el Kanketsu-hen no me convence mucho, y no voy al día. Pero, como dije antes, no quiero hablar aquí de otros shipps o series.
No escribo lemon heterosexual. Y no hago fics a petición.

Laurenlmprincess: Wow, bajémosle unos tonitos a la agresividad xD Sé que a Adrien a veces dan ganas de gritarle las cosas en la cara, pero aguaaaantame xD
Me alegra que les esté gustando Félix, y espero que te siga gustando la historia.

Ana-iniguez2: De hecho, sí. Ese trueno es una señal de algo nuevo. Qué cosa y, especialmente, quién siente primero ese algo nuevo son cosas que se verán más adelante.
Realmente me hace muy feliz ver que les está gustando mi versión de Félix.
Fans de Marichat al poder!
Yo también vi solo la primera generación de Yugioh! Y me quedé ahí porque encontré uno de mis fandoms favoritos. Tengo muuuuchos fics de yugioh en wattpad. Es como mi bebé consentido y mi fuente favorita de yaoi.
Espero que el capítulo haya sido de tu agrado.

Merylune: No creo ser la persona adecuada para crear esa tendencia. No puedo ver a Félix y Adrien teniendo sentimientos románticos uno por el otro, así que en mi cabeza más bien serían ambos enamorados de Marinette y ella en una relación abierta con ambos.
Espero poder desarrollar esta guerra silenciosa entre Félix y Lila tan bien como lo planea mi cabeza, quiero que sea un desarrollo lento y en crescendo.
Y claro que veremos a Adrien celoso xD

Cecibel: Pues aquí está.

Gracias a todos los que leen. Un comentario es una pizca de alegría extra para esta gata enferma. Ojalá les haya gustado y nos leemos la próxima semana,
Un saludo.