Marc estaba revisando su flequillo frente al espejo en su habitación por, quizás, quinta vez cuando escuchó la puerta principal abrirse.
Esa debía ser su madre, sin embargo, alcanzó a oír el murmullo de otra voz junto a la de ella, así que se dirigió escaleras abajo.
Casi tropezó en los últimos escalones cuando vio un cabello rojo muy familiar sobre un par de bolsas de papel.
—Ah, cariño, ahí estás ¿Puedes ayudar a guardar las compras antes de que se vayan? —su madre le dijo, las varias bolsas se colocaban en la encimera de la cocina, ajena al pequeño colapso interno que estaba teniendo su único hijo —me encontré con Nathaniel dos cuadras atrás y muy gentil me ayudó a cargarlas —siguió diciendo mientras se sacudía las manos antes de acomodar su cabello gris oscuro en el recogido medio deshecho que llevaba atado con un listón verde neón.
El pelirrojo mencionado se ruborizó ligeramente, llevándose una mano a la parte posterior de su cabello. Sus ojos aguamarina miraron a Marc de reojo antes de apartar la vista —no fue nada, en verdad, señora Anciel.
—Ya te he dicho que puedes llamarme Bernadette, Nathaniel, querido —lo regañó suavemente la mujer de ojos pardos y pelo gris oscuro, dándole una palmada distraída al pelirrojo. De nuevo, ignorando el cortocircuito que estaba dándole a su hijo.
Marc abrió y cerró la boca un par de veces, su mano izquierda apretando el barandal de la escalera tanto que sus dedos palidecieron —tú- eh… N-no dijiste que ibas a comprar tantas cosas —logró decir, después de unos segundos de parecer un pez fuera del agua —t-te hubiera acompañado, mamá.
—Oh, no pensaba hacerlo —explicó la mujer, moviéndose por la cocina. Nathaniel se hizo a un lado para no estorbar y Marc finalmente logró coordinar sus dos pies con su cerebro para acercarse y ayudar a ordenar todo —pero encontré este pequeño mercado al aire libre y no pude resistirme.
Marc sonrió con cariño a su madre mientras sacaba cosas de las bolsas para luego guardarlas, luego le dirigió una mirada agradecida a su compañero creativo y deletreó un gracias mudo, haciendo que Nathaniel se sonrojara levemente al devolverle la sonrisa.
—Lamento haberte hecho venir hasta acá, Aurore —Mireille se disculpó con su amiga mientras ambas caminaban por los pasillos del edificio TVi, la más baja tenía algunas carpetas en mano —fui una despistada.
—A veces tienes tus momentos atolondrada —se rió la rubia, sin burla real detrás de sus palabras, mientras le daba un suave empujón a su amiga —pero, oye, cualquier cosa por esas notas. Realmente necesito subir mi promedio en historia —suspiró dramáticamente, llevándose el dorso de la mano, que no sostenía su inseparable sombrilla, a la frente —es la única cosa que me falta este fin de semana. Terminaré con eso después del picnic.
Mireille le sonrió a su compañera, luego de dejar escapar una risilla entre dientes, antes de que algunas exclamaciones llamaran la atención de ambas presentadoras adolescentes.
Justo en el lobby había un grupo de adolescentes, no mucho mayores que ellas, pasantes en diferentes dependencias que estaban viendo un video en una laptop.
El par de chicas notaron fácilmente el diseño del Ladyblog.
— ¿Hay una batalla akuma? —Mireille preguntó, preocupada.
Aurore inmediatamente estaba comprobando su teléfono —Imposible, tu alarma tampoco sonó ¿No?
Mireille sacó su celular también, comprobando la alarma, la sección de noticias y, por último, el Ladyblog. Todo parecía en orden —no parece que haya nada.
Aurore suspiró de alivio, guardando su teléfono —deben estar viendo videos pasados. Falsa alarma —murmuró mientras se acercaba, curiosa.
Mireille la siguió después de un momento, menos cómoda con respecto a acercarse a un grupo de desconocidos.
La chica del clima se detuvo en seco cuando su amiga lo hizo.
—Que idiotas.
— ¡Auri! —Mireille chilló, ante el repentino desprecio de su amiga.
—Están viendo las entrevistas de Lila Rossi, Mireille —ella rodó los ojos —y parece que estuvieran viendo al príncipe Ali en persona.
—Oh —la de pelo oscuro se movió incómodamente en su lugar, agradecida de que el grupo aún era totalmente ajeno a ellas.
Aurore estudió a su amiga por un momento. En realidad, nunca había escuchado la opinión de Mireille sobre Rossi, siempre era ella soltando comentarios al respecto a su alrededor, pero Mireille nunca acotaba nada — ¿Mireille?
—Oh, eh… —la más baja jugó con sus dedos nerviosamente —yo, quiero decir, no entiendo cómo Alya tiene esas entrevistas en su blog… Ella parecía tan comprometida y realmente buena reportera cuando comenzó con el blog.
Aurore sonrió suavemente al oírla. Se dio cuenta, en ese momento, que realmente no le gustaría discutir con Mireille por el asunto de Rossi. Lo habían hecho lo suficientemente mal con el asunto de la chica del clima y habían recorrido mucho camino después de eso.
—Es cierto. Supongo que no todo el mundo está hecho para este trabajo ¿Eh, Mimi? —la rubia giró suavemente su sombrilla cerrada mientras pasaba su brazo libre sobre los hombros de Mireille —démonos prisa, ya quiero ver qué bocadillos llevarán los demás al picnic.
Mireille compartió una sonrisa con Aurore y ambas salieron del edificio.
Luka exhaló un pequeño suspiro satisfecho, relajándose bajo los rayos de sol en la cubierta del Liberty. Había sido una mañana nublada y un poco fría al principio, así que el calor era bien agradecido.
Sus dedos se deslizaron suavemente por las cuerdas de su guitarra acústica, tocando acordes al azar. Todo era suave y armonioso, con pequeños picos agudos. No estaba trabajando en una canción realmente, solo fluía; cualquier sonido que evocara la luz del sol, el vaivén tranquilo del agua y la serenidad de una playa.
Se preguntó distraídamente si a Marinette le gustaría oírlo, mientras el ruido de fondo en el barco iba en crescendo y decrescendo. Rose y Juleka estaban en la cocina, dando los toques finales a los bocadillos saludables que llevarían al picnic, de los que Rose y Mylene habían estado hablando durante días.
—Es una pena que Marinette no haya podido venir —Rosita suspiró, anotando los pasos de una receta en su cuaderno de notas rosado, lleno de stickers y escarcha —siempre se le ocurren cosas interesantes o ingredientes especiales.
Mylene estuvo de acuerdo —sí, últimamente parece estar muy ocupada. Es un poco triste.
La rubia afirmó con un sonido también triste.
Luka frunció con el recuerdo. Era inusual que Marinette se mantuviera alejada de las reuniones de chicas por mucho tiempo. La chica siempre hacía espacio para ellas, sin importar si luego se retrasaba con sus diseños o incluso los deberes escolares o quehaceres.
— ¿Luka? ¡Estamos listas para irnos! —el músico se levantó, guitarra en mano, cuando Rose y Juleka lo llamaron. Aparentemente listas para irse.
Se acomodó distraídamente su sudadera con capucha cuando unas corrientes particularmente fuertes lograron que el agua del Sena se meciera contra los muros laterales que la contenía.
Esperaba que Marinette tomara su consejo del viernes y llevara un abrigo.
Honestamente, lo último que quería era verla enferma.
—Listo. Todo quedó perfecto —Marinette se pasó un brazo por la frente, luciendo una sonrisa satisfecha, una vez que terminó de colocar las hermosas rosas de manzana en las cajas de la panadería que su mamá le había dado para ellas.
Estaban todas espolvoreadas con brillantina comestible roja y azúcar glass teñida de rojo. Había sido una adición de último momento, pero la adolescente estaba realmente satisfecha.
—Sí, quedaron muy bien, Marinette —Tikki estuvo de acuerdo. Ella y los otros kwamis compartiendo las pequeñas delicias que Marinette hizo especialmente para ellos —pero si no te das prisa y te arreglas, no vas a llegar a tiempo.
Marinette se miró en cuanto Tikki la señaló. Estaba usando su pijama bajo el delantal, el cual estaba manchado de colorante comestible rojo y algo de canela, cosas que también habían llegado a su cabello… por la razón que fuera.
La superheroína adolescente chilló mientras se deshacía del delantal y lo arrojaba a un cesto para lavar — ¡Voy a darme un baño! ¡Suban todos a la habitación!
Tikki negó con la cabeza mientras el resto de los kwamis reían levemente, pero todos hicieron caso y tomaron el resto de las rosas que les correspondían para los kwamis que todavía estaban en la habitación.
El agua de la ducha empezó a correr… afortunadamente, no se escuchó ningún resbalón o caída. Tikki ya contaba eso como una victoria.
De repente, Pillen y Kaalki tiraron de sus manos para llevarla hasta el armario de su portadora.
Félix y Adrien fueron despedidos con besos en la frente y buenos deseos de parte de su tía/madre para irse rumbo al picnic.
Aún era un poco temprano para irse, considerando que iban en auto, pero Adrien parecía estar lleno de energía y tener problemas para ser paciente, lo cual era un poco inusual. Félix solo podía resoplar y seguir a su primo famélico de interacción social.
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Como el británico había predicho, no había mucha gente en el parque cuando llegaron. Lo cual, en realidad, no estaba tan mal, cuando se dio cuenta de que Rossi tampoco había llegado. La pequeña chica Hapréle estaba tendiendo y asegurando las mantas de picnic sobre el césped, a la sombra, con ayuda de su novio, del chico Kanté y el robot con hélice que lo acompañaba.
Adrien se movió inmediatamente para saludar, presentar su aporte al picnic y ayudar a acomodar.
Félix, por el contrario, dirigió su mirada hacia la panadería en la esquina. Había una cantidad decente de personas entrando y saliendo, con grandes bolsas de pan o cajas sobre cajas de productos horneados y tazas de café. Todo eso, pensó Félix, y aún no los inunda la fiebre del almuerzo. Realmente esperaba que Marinette tuviera la prevención de salir por la puerta del departamento, incluso si desde la panadería salía directamente al parque, porque intentar navegar entre el tumulto de gente con los bocadillos encima sería mucho peor que la carrera de obstáculos del profesor D'Argencourt de hace dos días.
Estaba a punto de sacar su teléfono y enviarle un nuevo mensaje cuando más gente empezó a llegar. Gente indeseable entre ellos.
— ¡Hola, Félix! —chilló la voz asquerosa y falsamente dulce de la chica italiana —no estaba segura de verte en el picnic, esta es una grata sorpresa —la morena se acercó, contoneándose, con el mejor amigo de Adrien y Lady Wifi detrás, llevando bolsas. Sus ojos olivas pasaron de Félix a Adrien con ambición —Oh, Adrien~
— ¡Hermano, sí viniste! —aparentemente sin querer, Nino interrumpió a la italiana en sus intenciones de abalanzarse sobre Adrien y pegarse como una lapa a él, dejando su carga sobre la manta de picnic y yendo a chocar puños con su mejor amigo —debo admitir que tenía mis dudas.
—Exactamente mis pensamientos —añadió la dueña del Ladyblog.
Adrien se rió entre dientes, perdiendo la tensión que Lila le había generado al hacerlo su foco de atención —mi padre piensa que estoy pasando tiempo con mi Tía y Félix —le respondió a la pareja en voz baja —lo que, en realidad, no es completamente una mentira.
Nino y Alya se rieron, el DJ pasó un brazo sobre los hombros de su mejor amigo —ese es mi amigo.
— ¡Hola a todos! —Rose entró saludando con una mano en alto y una canasta de picnic sujeta entre su brazo libre y el de Juleka. Luka venía un par de pasos detrás de ellas —hace un día maravilloso para el picnic.
Félix miró el panorama, unos cuantos pasos lejos de los demás, con una expresión en blanco y preguntándose de nuevo qué demonios estaba haciendo él allí.
Empezaba a haber demasiado ruido para él. Las chicas se habían reunido en torno a Rossi, que estaba hablando quién-sabe-qué sobre sabrá Dios qué diseñador mientras lucía su chaqueta de mezclilla mientras que los dos deportistas de la clase se habían unido a Max hacía solo unos instantes.
De repente, la única presencia tranquila en medio de todo, se posicionó a solo unos pasos de él, a su derecha. Logró que Félix hiciera una pausa en sus pensamientos despectivos y mirara al chico a su lado. Luka Couffaine.}
El adolescente de pelo azulado mostraba un semblante sereno, también mirando el panorama a su alrededor, no obstante, Félix era bastante observador, y se dio cuenta que el chico apretaba ligeramente el tirante de su guitarra cuando se quedó mirando en dirección a las chicas.
Específicamente a Rossi.
Félix trató de evaluarlo. ¿Era una oveja más de esa niña o tenía algo de cerebro?
Luka debió darse cuenta de su mirada, y volteó a verlo.
—Hola —saludó sencillamente, esperando al vacilante asentimiento de Félix antes de volver a hablar —Supongo que Marinette aún no ha salido de casa.
A Félix le extrañó que le preguntara directamente por Marinette, pero sus palabras lo hicieron consciente de que la mayor parte de su cuerpo aún seguía en dirección a la panadería. Aparentemente no era el único observador por allí.
—No, parece que aún no —respondió de forma ecuánime.
Luka echó un vistazo a su hermana y amigos, luego a la panadería, y sonrió levemente —iré a ver si necesita ayuda para traer sus cosas —Félix no sabía si Luka había pensado en voz alta o si había sentido la necesidad -por cualquier extraña razón- de informarle sus acciones — ¿Vienes? —Félix tampoco se había dado cuenta de que estaba dudando inconscientemente sobre hacer eso mismo hasta que Luka lo mencionó; entonces, se encontró caminando hacia la panadería, sin siquiera una mirada atrás ni hacia su primo.
Luka no dijo nada al respecto, solo sonrió, y ambos cruzaron la calle.
Ambos sintieron, también, unos ojos sobre ellos.
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— ¿Quién era ese con la guitarra? No creo haberlo visto en la escuela —preguntó Lila, entre sus amigas.
—Es mi hermano, Luka —respondió Juleka, en su habitual voz baja.
—Es el guitarrista de nuestra banda —añadió Rose con emoción —tocará con nosotros en el baile.
Lila fingió una exclamación de asombro y emoción antes de volver la mirada al susodicho, solo para entrecerrar los ojos al ver que se unía con Félix hacia la esquina contraría.
No importaba. Que fueran a buscar a la tonta esa. Pronto todos verían a Marinette Dupain-Cheng de la forma en que Lila la desvelaría. Como una rencorosa, maliciosa y desagradable chica, con la cual nadie más en la clase querría asociarse; luego de eso, solo sería cuestión de horas para que se esparciera por la escuela.
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—Tikki ¿Estás segura de esto? —Marinette preguntó por, quizás, tercera vez, mientras se miraba en el espejo de su habitación, repasando la blusa que llevaba puesta desde todos los ángulos posibles.
—Positivo —afirmó la kwami roja, mientras ella y varios otros levantaban el secador de pelo hacia la chica.
Aun así, Marinette repasó su elección de ropa mientras pasaba una toalla por su cabello empapado, tratando de absorber la mayor cantidad de agua posible. Llevaba sus jeans rosados habituales, sin embargo, estaba usando un blusón tipo suéter, de color rojo-rosado, con mangas debajo del codo y cuello en 'v' ancho, que caía sobre sus hombros, tenía tres tiras de encaje dorado, separas, que subían hasta otra tira que se ajustaba alrededor de su cuello con un pequeño broche oculto; la base tenía un poco de escarcha dorada y caía más allá de la pretina de sus jeans de forma holgada y cómoda.
Era una de tantas prendas que había diseñado, pensando en tener más material que publicitar en su sitio web. Se preguntó distraídamente si Juleka querría volver a modelar con ella después de lo que pasó con Reflekdoll. Era un color más intenso de los que solía vestir, pero le gustaba la combinación con el encaje y la escarcha dorada. Tikki y Pollen le habían sugerido usarla y bueno…
Se estremeció ligeramente cuando los kwamis lograron encender la secadora y la apuntaron correctamente a su cabello. Sonriendo por lo dulce que eran sus pequeños compañeros -siempre que no estaban haciendo un desastre en su habitación- empezó a mover los dedos por su pelo, para que el aire tibio ayudara a secar las raíces de su pelo.
— ¿Cómo debería peinarme? —murmuró en voz alta.
Pollen se deslizó hacia una de las cestas de accesorios en el tocador de Marinette y regresó con una cinta dorada escarchada entre sus manitas — ¿cómo suena una coleta hacia un lado, mi reina? —se acercó al hombro del lado contrario hacia el que Marinette primaba su flequillo.
La oji-azul le sonrió a la pequeña abeja, acariciándola con el dedo índice antes de tomar la cinta.
Y entonces, golpearon a su puerta.
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Luka caminó delante de Félix mientras atravesaban la casa Dupain-Cheng, después de saludar muy rápidamente a Sabine y a Tom, ambos muy gentiles con ellos, preguntando a Luka por su madre incluso.
Fue en ese momento que el término "mejores amigos", que Marinette había usado para referirse a Luka, se asentó. El chico estaba claramente cómodo con la familia de Marinette, a un nivel que Félix no podía verse llegando, evidentemente ha estado antes en la casa y se mueve con una familiaridad que una semana aún no le da al rubio.
Félix puede recordar la forma en que Marinette lucía relajada y feliz el viernes, cuando este chico llegó. Era casi equivalente a la felicidad en el rostro del propio Luka, y ambos parecían muy cómodos en su cercanía física; había confianza entre ellos, y un entendimiento mutuo.
Félix entrecerró los ojos duramente, sin querer, en la espalda de Luka, mientras esta nueva realización era procesada.
Él también quería eso.
Quería lo que Luka tenía con Marinette.
Quería que la confianza entre ellos creciera, quería que ella fuera feliz cuando estaban juntos, porque ella sin duda lo hacía sentirse bien (ya había admitido que le gustaba su sonrisa y el alegre sonido de su risa, después de todo).
Incluso, y a pesar de su eterno rechazo al contacto físico con otros fuera de su familia, Félix también quería que la comodidad física entre ellos creciera. Quería seguir llevándola del brazo y que ella se recostara en su hombro. Quería apoyar su cabeza en la de ella y que su aroma a postre lo envolviera, en cualquier momento. Quería… que ella lo abrazara.
Había tantas cosas que Félix nunca pensó que anhelaría tener en algún momento de su vida. Pero ahí estaban. Marinette había despertado todos esos deseos, cuando demostró que quería ser su amiga honestamente. La pequeña niña había despertado un hambre que Félix nunca había tenido, que ahora exigía más y más. Y si Marinette estaba tan dispuesta a darle todo eso, como parecía, Félix iba a tomarlo sin pensarlo dos veces… solo preguntándose si sería capaz de hacer lo mismo por ella equitativamente.
Luka se detuvo unos segundos en la trampilla que hacía las veces de puerta a la habitación de Marinette, escuchando los picos ansiosos, y a la vez determinados, en la melodía del chico a su espalda. Era... intrigante.
Sacudió la cabeza y golpeó.
Escuchó un pequeño estruendo, nada inusual cuando se trataba de Marinette, seguido de una exclamación — ¡Ya voy! —así que retrocedió un peldaño.
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Marinette chocó con su silla de escritorio cuando el golpe en su puerta la tomó desprevenida. De inmediato, se abalanzó para atrapar su secadora de pelo mientras los kwamis se ocultaban — ¡Ya voy! —apagó el aparato, aún con su cabello medio húmedo, y lo dejó sobre el escritorio antes de ir a abrir.
Casi tropieza cuando ve de primeras los ojos celestes de Luka.
—Hn ¡Oh! —se quejó en voz baja mientras recuperaba su equilibrio — ¡Luka, Félix! ¿Qué hacen aquí, chicos? —los miró a ambos con ojos ensanchados por la sorpresa.
—Pensé que te vendría bien un poco de ayuda para llevar las cosas al parque —comentó el músico. Marinette lanzó inmediatamente una mirada a la cocina, no podía verse del todo desde su posición en las escaleras, pero en la encimera estaban las cinco cajas con las rosas de manzana. Empezó a bajar las escaleras, guiando a los chicos de vuelta al piso principal.
— ¿Interrumpimos algo? —finalmente habló Félix, mirándola de arriba a abajo
— ¿Qué? ¡Uh, no! —ella chilló, pasando una mano por su pelo —estaba tratando de peinarme, pero lo dejaré como un caso perdido. ¿Ya está todo el mundo en el parque? ¡Déjenme tomar mi bolso y podemos ir! —ella empezó a hablar un poco más rápido.
—Mélodie —Luka la llamó, con voz suave pero firme, haciéndola callar —está bien. No todos habían llegado aún y no necesitas apresurarte, hay mucho tiempo para el picnic —él la tranquilizó.
Marinette miró entre los dos antes de detenerse a tomar una respiración profunda —tienes razón. Lo siento. ¡No tardó! —les dio una sonrisa y volvió escaleras arriba para recuperar su bolsita habitual, a Tikki, y despedirse silenciosamente de los kwamis.
—Ella no necesitaba disculparse por nada —Félix murmuró, como pensando en voz alta.
—Lo sabes, y yo también, pero ella no —respondió Luka, igualmente en voz baja. Los ojos puestos en la puerta de la chica.
Félix hizo un sonido en el fondo de su garganta, como un zumbido, mientras repasaba un pensamiento que había tenido de vez en cuando, durante los últimos días —eso es… quiero decir ¿Ella tiene ansiedad? No justo ahora, en general, me refiero —preguntó vacilante. Si Luka era un amigo cercano, tal vez lo sabría ¿No?
Félix había tenido esa idea en la cabeza por un tiempo. No es que Marinette fuera 'naturalmente torpe' o que tuviera un espiral de 'pensamientos catastróficos' aleatoriamente, como Marc lo había llamado. Tal vez ella sufría de ansiedad.
El músico movió suavemente la cabeza —creo que sí. A veces necesita que alguien más la centre, una vez comienza con ese... ¿Torrente de pensamientos? —Luka no estaba seguro de cómo llamarlo, pero Félix pareció entender.
—Me preguntó qué lo detona —murmuró de nuevo, pensando en voz alta.
Luka podía pensar en una persona en particular que lo hiciera. Adrien. Pero no es algo que fuera compartir con nadie más —no estoy seguro.
Félix, por otro lado, también podía pensar en una persona. Lila Rossi.
No es que ninguno de ellos pudiera empezar a imaginar que, más allá de un enamoramiento masivo o una abusona de colegio, la ansiedad de Marinette hubiera nacido el mismo día que apareció Hawk Moth, cuando ella tuvo que convertirse en la salvadora de París.
— ¡Estoy lista! —Marinette bajó rápidamente las escaleras, con su dulce sonrisa en los labios. Había atado una sudadera negra a su cintura y añadido unas zapatillas negras con un lazo dorado de la misma tela dorada que Pollen le había dado para el pelo, la cual aún tenía en una mano.
— ¿No vas a recogerlo? —Luka se tomó el atrevimiento de acomodarle unos pocos mechones desordenados. No recordaba haberla visto con el pelo suelto antes, pero ella era bonita de cualquier modo.
Marinette se ruborizó muy suavemente —aún no se seca por completo —explicó, mostrando la cinta dorada.
Luka tomó el artículo y lo ató a su muñeca, para que no lo perdiera hasta que quisiera usarlo, ni se enredara al llevar algo —entonces ¿En qué ayudamos?
Marinette se volvió hacia la cocina —en verdad no tenían que molestarse —susurró ella, recogiendo dos cajas.
—No es molestia —aseguró Luka, apilando las dos cajas para cargarlas.
—Conociéndote, Dupain-Cheng, habrías intentado llevarlas todas de una vez y probablemente tendrías un accidente en el camino —se burló el rubio, recogiendo otras dos cajas.
La aludida infló las mejillas — ¿Qué sabrías, Graham de Vanily? —le reprochó ella, aun obteniendo una mirada burlona mientras recogía la última caja destinada al picnic.
Luka se rió entre dientes ante la extrañamente juguetona interacción — ¿Vamos?
—Uh, sí. Lo siento —Marinette se apresuró hacia la puerta, para abrirla y dejar que ellos salieran. Félix resopló cuando ella, nuevamente, se disculpó sin necesidad.
—Entonces ¿Qué hay aquí? Todavía está tibio —Luka preguntó, mientras Marinette cerraba la puerta del edificio.
Marinette giró sus llaves antes de guardarlas en su pequeña bolsa —Saqué las últimas del horno hace poco más de media hora —recordó —son rosas de manzana.
Luka tarareó —nunca las he probado, pero suena delicioso.
Ella le regresó una sonrisa —espero que te gusten —dijo sinceramente, mientras los tres se movían hacia el parque.
—Solo una advertencia —Félix se inclinó hacia su oído, sin descuidar las dos cajas en su agarre —Rossi ya está allí.
Luka alcanzó a oírlo y, aunque no entendió a qué venían esas palabras, tanto él como Luka vieron a Marinette estremecerse y tensar los hombros de inmediato. La niña tragó duro y apretó ligeramente la caja en sus manos, sin embargo, sus ojos brillaron con determinación en ellos.
Marinette estaba decidida a no permitir que la presencia de Lila arruinara su tiempo de diversión con sus amigos.
— ¡Hola, Marinette! —Rose fue la primera en verlos llegar, y levantó una mano en alto, sacudiéndola desde su lugar en la manta, junto a Juleka.
—Hey, chica —Alya se levantó de su lugar entre Nino y Lila para dirigirse a su mejor amiga —ya estaba pensando en llamarte y ver si te habías quedado dormida —bromeó la morena.
Marinette se encogió ligeramente de hombros —bueno, recibí un poco de ayuda —miró dulcemente a los dos chicos con ella.
Si bien Alya le dio una mirada desconfiada a Félix, no dijo nada al respecto, en favor de abrir la caja en manos de su amiga, para averiguar qué había traído.
— ¡Oh! Son tan bonitas —Rose exclamó, viendo la caja abierta mientras Luka y Félix dejaban las suyas en la manta de picnic para poder tomar asiento.
Luka se situó entre su hermana y el lugar donde Marinette se arrodilló para poner la caja abierta. Félix se sentó, renuente, al otro lado de Marinette, mirando a Adrien quien le lanzaba una mirada interrogante.
—Marinette es una artista, en la ropa y en la comida —comentó Marc, anunciando su arribo junto con Nathaniel.
— ¡Viniste, Marc! —Marinette se animó un poco. Se levantó de inmediato para abrazar a su amigo pelinegro con un solo brazo, dándoles a la co-autores de cómic una gran sonrisa —me alegra que ambos estén aquí —no era simplemente una exageración de cariño.
Marinette estaba especialmente feliz de tener personas como Marc y Félix, que creían en ella, cerca.
Marc le devolvió el afecto con una sonrisa cariñosa, pero Nathaniel no pudo evitar mirarlos por unos segundos de más. Si bien ya había desaparecido ese crush infantil por Marinette, eso no quitaba que había llegado a conocerla mucho -primer amor de la infancia y todo eso- y había algo en ella, no sabría señalar qué, que parecía gritar alivio en ese momento… y Nathaniel no podía entender por qué.
— ¿Nosotras también recibimos una bienvenida? —Aurore bromeó, caminando junto con Mireille desde el otro lado del parque.
Marinette se animó aún más al oírlas, así que soltó a Marc para saludarlas, lo que dejó al par de artistas para acomodar su aporte en la manta: una ensalada fría.
Algunos de la clase akuma parecían sorprendidos por las adicciones inesperadas. Alix, por ejemplo, estaba casi segura sobre la asistencia de Marc incluso sin que Nathaniel se lo dijera, pero no sé esperaba al par de presentadoras adolescentes.
Lila también estaba extrañada. Pensó que había tenido todo sobre el picnic controlado y en conocimiento, sin embargo, esta nueva situación no era más que beneficiosa para ella. Estudiantes de otro salón solo significaban más personas para adorarla a ella y que esparcirán las verdades sobreMarinette Dupain-Cheng.
Todos se acomodaron en la manta, empezando a elegir bocadillos y bebidas de todas las cosas que se habían traído al picnic.
Lila atrajo fácilmente la atención hacia sí, platicando sobre una maravillosa comida en el jardín que había tenido en el palacio del príncipe Ali en su última visita al palacio de Achú. Rose le preguntó, emocionada, si había tantas rosas en el jardín cómo había escuchado; Lila, sin embargo, la desestimó, diciendo que había visto más lirios, lilas y azucenas que cualquier otra flor.
Aurore no pudo evitar molestarse con la clase vecina cuando los vio centrados en Lila con la mayor atención del mundo —tiene más carisma un Wonderoo —resopló la rubia, llamando la atención del pequeño grupo a su alrededor.
— ¿Un qué? —Féiix frunció el ceño.
—Es un juguete cuentacuentos que además reproduce canciones —explicó Marc -después de controlar una pequeña risa, que hizo que Nathaniel lo mirara con sorpresa- mientras Marinette buscaba una imagen de dicho juguete en internet y se lo enseñaba.
Félix lo miró, era una extraña criatura que parecía una mezcla de un osito de peluche y un ave. Incluso reprodujo la propaganda para escuchar la voz del aparato. Tenía que estar de acuerdo con Aurore, era más carismático —y mejor apariencia —añadió mientras le regresaba su teléfono a Marinette, está vez haciendo reír a Aurore.
Adrien se aclaró la garganta, feliz de que Nino estuviera un poco más a atento a Lila que a él en ese momento —chicos —murmuró, en un tono que sonaba como regaño o advertencia —eso no es agradable —en un momento, enganchó su mirada con la de Marinette y le frunció el ceño reprobatoriamente.
Félix se dio cuenta de eso cuando Marinette se encogió levemente a su lado, cosa que igual notó Luka. El británico le envió su propio ceño fruncido, más severo, a su primo mientras tanto él como Luka se arrimaron más a Marinette, tratando de brindar confort, cosa que sorprendió al modelo.
—Lo que no es agradable, Adrien, es que ella vaya por la vida actuando como si fuera Sherezade pero creyéndose cada palabra —le regresó Aurore.
Nathaniel los miró de un lado al otro, confundido —no entiendo ¿Qué tendría que ver la protagonista de Mil y una noches? ¿Y por qué hablan así de Lila? —Nathaniel no era realmente fanático de estar oyendo las vivencias de Lila, tendía a desconectarse con facilidad cuando algo hacia click con su inspiración creativa y empezaba a dibujar, como le sucedía mucho en clases, eso no quitaba que había sido muy gentil de su parte ofrecerse a presentar su cómic con algunos mangakas o productoras de cómics de renombre.
No es que él y Marc fueran a quedarse con una sola opción. Estaban trabajando muy duro para tener una base considerable de volúmenes que presentar y, particularmente, con el anuncio de la segunda película de Ladybug y Chat Noir dirigida por Astruc, pensaban que tenían una buena oportunidad si lograban concretar una cita para presentar su trabajo.
El pelirrojo, sin embargo, estaba realmente fuera de juego cuando Marc le dio una mirada de cachorro con sus, oh, tan hermosos ojos esmeralda —Nath ¿Realmente has escuchado lo que dice? —el pelirrojo se ruborizó levemente, tuvo que esforzarse para mantener su mente en la conversación y no permitir que sus ojos vagaran por el lindo rostro de Marc hasta sus rosados labios.
—Por favor, Nathaniel, no tú también —gimió Aurore.
—Yo, ugh.. ¿Qué? —el artista meneó la cabeza, honestamente desconcertado.
Marc colocó una mano sobre su hombro — ¿Sabes cómo ella llegó diciendo que había salvado al gatito mascota de Jagged Stone de una pista de aterrizaje? —Nathaniel asintió —bien, ignorando lo ilógico que suena ¿Recuerdas cuando Marinette hizo la portada de su álbum? —cabeceó hacia la chica que los había unido, disculpándose mentalmente con ella cuando la vio encogerse un poco más —Jagged le dio crédito públicamente y Marinette pasó como un mes, si no más, firmando álbumes de personas tanto de la escuela como fuera.
— ¡Marc! —la diseñadora se quejó en un gemido cuando Luka la miró con ojos ligeramente ensanchados por la sorpresa, pero llenos de orgullo y Félix arqueó una ceja hacia ella.
—Lo siento Nette —la miró de reojo antes de continuar con su compañero — ¿Ves las diferencias entre ambas cosas? ¿En dónde, sin contar a Lila, has visto cualquier noticia referente a eso?
Adrien ahogó un quejido silencioso mientras Nathaniel parpadeaba varias veces, repasando la pregunta —yo… supongo que en ninguna parte… no es que lo haya buscado realmente.
—Te haré fácil el trabajo, Nathaniel —Aurore le extendió su teléfono con el buscador abierto, las palabras clave "mascotas" y "Jagged Stone" resaltaban en la parte superior. Por más que Nathaniel bajó entre bloggs, noticias, paparazzis y revistas, no encontró nada sobre Jagged con un gato, y menos de una niña salvando a su mascota.
Marc incluso presionó el link de una entrevista con un famoso presentador de programas sobre vida silvestre, dónde él y Jagged estaban hablando sobre los cocodrilos y el cuidado que requieren. Jagged decía específicamente que no tenía ninguna otra mascota ni planes para adquirirla, y está entrevista tenía menos de un año.
Sacudiendo la cabeza muy levemente, Nathaniel le regresó el teléfono a Aurore — ¿Lo entiendes ahora?
—Aurore, deja que lo procese —pidió suavemente Marinette, quien había comenzado a mirar su teléfono de reojo desde hacía unos segundos.
La rubia rodó los ojos —es una farsante ¿Qué es tan difícil?
—Chicas- —volvió a quejarse Adrien, mirando hacia el grupo alrededor de Lila con precaución. No sabía lo que Lila estaba diciendo, pero se dio cuenta que la chica miraba al grupo más pequeño de vez en cuando. Adrien solo esperaba no ver una mariposa negra pronto.
¿Tanto era pedir un día tranquilo?
— ¿Estás esperando a alguien más? —preguntó Luka a Marinette.
—Oh, lo siento. Es que Kagami me dijo que iba a intentar venir pero nunca me confirmó si podía o no —explicó la pequeña franco-china.
Eso atrajo la atención de Adrien — ¿Invitaste también a Kagami? —preguntó él.
—Uh, yo ¿Sí? —se sobresaltó la aludida —después de decirle a Marc y a las chicas, y más tarde a Luka pensé en decirle a ella también —explicó, agachando un poco la cabeza. Félix, a su lado, pudo ver el momento exacto en que sus pensamientos empezaron a trabajar a toda marcha — ¿Tú también la invitaste? ¡Oh! ¿La invitaste después que yo y fue extraño? ¡Lo siento! No quise incomodar. Yo no-
—Marinette. Para. Respira —Félix la detuvo, colocando una mano sobre la de ella para centrarla. Su voz fue firme, pero no demasiado alta, y la oji-azul obedeció unos segundos después, respirando profundamente.
— ¡No, no! No es nada como eso, Marinette —Adrien aseguró, tratando de que su amiga no se sintiera mal —tenía entendido que tenía su agenda ocupada hoy así que no le hablé sobre el picnic —al menos, esa era una parte de la razón.
Después de su escapada en la fiesta aniversario de los Bourgois, Adrien realmente ya no sabía estar a solas con Kagami, le ponía nervioso que ella preguntara de nuevo sobre llevar su amistad un paso más allá. No podía decir que Kagami no le gustara al menos un poco, eso sería mentir, pero no podía verse abrazándola o, Dios no lo quiera, besándola, sin que la imagen de su Lady ocupara completamente su mente.
No era justo para Kagami que él cediera si aún amaba con locura a otra chica y, aunque lo estaba intentando, olvidar sus sentimientos por Ladybug era realmente muy difícil.
—No tienes qué disculparte por invitarla, Marinette, ella es tu amiga ¿No? —la calmó de nuevo el rubio británico, apretando ligeramente su mano una vez más.
Marinette respiró profundo y asintió, tratando de ordenar su cabeza de nuevo.
Eso es, hasta un conocido auto rojo se detuvo a un lado del parque, y el pulcro blanco de la ropa de Kagami apareció cuando la puerta fue abierta.
— ¡Kagami! —Marinette se animó visiblemente cuando la esgrimista despachó su transporte. Tanto así que se levantó de su sitio y fue a encontrarla a mitad de camino — ¡Me alegra mucho que hayas podido venir!
Kagami mostró un asomo de sonrisa después de que Marinette la abrazó fugazmente —me las arreglé para sacar algo de tiempo. No puedo quedarme demasiado —explicó, levantando la caja que traía en una mano —traje onigiris —añadió.
Marinette la encaminó hacia el grupo —me alegra que estés aquí. Espero que pases un buen rato.
Los dos grupos que se habían formado en el picnic se tomaron un momento para darle la bienvenida a Kagami. Lila se contuvo de exteriorizar cualquier emoción mientras se enfurecía internamente, recordando su treta con la foto besando la mejilla de Adrien y como no fue suficiente para alejar a esa molestia de él. Kagami, por su parte, ni siquiera le dio una mirada, mientras elegía su lugar en el grupo que parecía formarse alrededor de Marinette.
Aunque había una pequeña e invisible división en el grupo, no era suficiente para que no interactuaran unos con otros. Mientras comían de los diversos platos que todos habían traído, Alix y Kim tocaron llevaron el tema de los juegos olímpicos, lo que atrajo a Kagami y Adrien a la plática, en el tema de la esgrima.
Lila se detuvo un momento, revisando los platos y cajas de bocadillos hasta elegir el que necesitaba. Le dio una mirada analítica a Marinette, quien parecía bastante relajada. Ella, Marc y Félix estaban mirando a Luka, quien les platicaba de algo mientras señalaba su guitarra desenfundada.
Momento perfecto.
—Lila ¿Estás bien? —Alix le palmeó la espalda mientras Rose se apresuraba a darle un vaso con refresco, cuando la castaña empezó a toser de forma insistente.
—Sí, yo- —un nuevo ataque de tos la interrumpió, pero recibió el vaso —lo siento… empiezo a sentirme... un poco mal —bebió parte de su vaso, pero se tambaleó y lo dejó caer en un nuevo ataque de tos.
—No luces bien, chica. Trata de respirar despacio —Alya se apresuró a sostenerla de un lado.
—Me siento mareada.
— ¡Chicos, Lila no se siente bien! —Rose exclamó, haciendo que todos volvieran en su dirección.
Félix, Aurore y Kagami fruncieron el ceño — ¿Qué se supone que le pasa? —preguntó el rubio.
Alya gruñó de molestia por la forma en que lo dijo —parece que Lila se fuera a desmayar.
La morena de ojos olivas recogió el bocadillo que había mordido a medias —no será…
— ¿Qué cosa, Lila? —preguntó Rose.
—No lo creo, pero… Marinette —tosió un poco más — ¿Qué le pusiste a estas cosas?
La aludida se tensó —no llevan demasiados ingredientes. Masa de hojaldre, manzanas rojas —se detuvo un momento cuando Lila volvió a toser —canela, azúcar glass…
— ¡Marinette ¿cómo pusiste?! —ella jadeó de pronto.
La diseñadora frunció el ceño — ¿Qué?
— ¡Soy alérgica a las manzanas rojas y aun así las usaste! ¡Ni siquiera me advertiste! —Lila se llevó una mano a la garganta, actuando como si le faltara la respiración, mientras pequeñas lágrimas empezaron a formarse en sus ojos.
— ¿Marinette? —Alix miró en su dirección, confundida. Marinette siempre se aseguraba que todo el mundo pudiera comer sus postres cuando los compraría con el grupo.
— ¡Chica! ¿No me dijiste que habías revisado las alergias de todos? —exclamó Alya.
—Y-yo, sí, lo hice.
Lila empezó a llorar de forma entrecortada — ¡No puedo creer que lo sabías y aun así lo hiciste! —sollozó la italiana — ¿Por qué? —ella volvió a toser —Necesito irme a casa. Mi medicina…
Alya y Mylene la ayudaron a levantarse — ¡Marinette, no puedo creerte! Esto va mucho más allá de una broma de mal gusto.
— ¡Alya, espera! No sabía que era alergi-
Pero Alya ni siquiera parecía oírla — ¡Esto no tiene excusa! Lila necesita atención médica.
Marinette retrocedió algunos pasos, sintiendo la necesidad de alejarse, porque de repente había mucha presión en su pecho y no podía respirar correctamente —yo- yo le prometo que ella no tenía- —intentó hablar.
—Marinette, escúchame, necesito que respires profundo —Kagami se levantó y la sujetó por los antebrazos de manera firme, pero sin llegar a lastimarla. Marinette balbuceó un poco más, aun mirando por dónde Alya y algunos otros se habían llevado a Lila miente que el resto de la clase los miraba -a ella, la miraban específicamente a ella- de mala manera.
Félix se colocó rápidamente a un lado de la esgrimista para bloquear la visión de la oji-azul —oye, miramos ¿De acuerdo? No mires a ninguna otra parte. Estamos aquí, Marinette.
—Les juro que no lo sabía —repitió ella.
—Marinette, lo sabemos —Luka se aseguró, levantándose también.
La diseñadora, sin embargo, cometió el error de mirar a Adrien. El rubio se había levantado también, tenía el cuerpo ligeramente inclinado hacia el otro grupo, pero volvió la mirada a Marinette —Adrien… no lo hice —suplicó, solo quería que él confiara en ella, que le creyera por sobre Lila.
Adrien abrió la boca, pero realmente no sabía qué decir, así que la cerró de nuevo, sin darle siquiera una palabra de aliento o un mísero asentimiento.
Marinette cerró los ojos con fuerza, sintiendo que su corazón dolía. Adrien sabía que Lila mentía con cada respiración ¿Por qué no creía en ella? ¿Por qué no confiaba en ella? No estaba pidiendo que hiciera nada, solo quería oír un 'te creo' ¿Era demasiado pedir?
Se apoyó en Kagami, sintiendo que todo era demasiado, pero una alarma más fuerte retumbó en su cabeza.
Ella no podía permitirse sentir tanto. En cualquier momento aparecería una maldita mariposa, o una pluma, y ella no podía estar en esta situación.
Ella era Ladybug.
Ella no podía permitirse sentir.
—Marinette —Félix y Kagami exclamaron a la vez, cuando la oji-azul casi se desmoronó sobre la japonesa. Marc, Nathaniel, Aurore y Mireille se acercaron un poco.
—Marinette, sabemos que ese fue solo un teatro más de Rossi. No dejes que eso te afecte —Félix le dijo con firmeza —nadie puede probar que intentaste dañarla.
Kagami sintió directamente contra su cuerpo como Marinette se estremecía, probablemente conteniendo un sollozó.
Luka, por su parte, sintió un hueco en su pecho cuando pudo escuchar como la melodía de Marinette se convertía en un ruido blanco, como el de una radio sin señal, por unos instantes, antes de tornarse en una melodía plana y sin emociones.
El músico jamás había escuchado a una persona hacer eso en todos sus años de vida… y que precisamente fuera Marinette quien se reprimiera de una manera tan antinatural.
— ¡Cuidado, Akuma!
Todos se quedaron en silencio después del grito.
"Truth. Líes. Yo soy ShadowMoth…"
Conteo de palabras: 7025
Una vez más, la ropa de Mari pueden verla en ao3, en wattpad o en mi Instagram.
Oh. Mis. Dioses.
Empecemos por decir que lamento MUCHO haberlos dejado una semana sin cap. Se me juntaron días duros en el trabajo con la decoración navideña, que mi madre no quería hacerla sin mí, el primer día de fiesta (aquí en Colombia el 8 de Diciembre tenemos Noche de velitas/faroles) y con la planeación de un viaje (Ni siquiera he podido ir a verme Encanto ¡y soy colombiana!). Es la primera vez que me voy de viaje con mis amigos, sin ningún familiar y lo llevamos planeando muchas semanas, pero apenas estas ultimas dos se sintió como algo real. No vamos hoy viernes a medio día ¡Deséenme mucha suerte!
Como decía, lamento el retraso, y muchas gracias por su paciencia. Aquí estoy con un cap más largo, el esperado picnic y, con un poco de suerte, estas mini-vacaciones me servirán para tener le próximo cap a tiempo.
Ahora sí ¡Vamos con los rws!
Ryuuzaky: Hola!
Me alegro que te encante porque amo describir su evolución pasito a paso. Son tan bellos!
Gracias a ti por el apoyo. Espero que el picnic no haya decepcionado y espera el próximo. Saludos!
TheBlackKitty1994: xD Descuida.
Espera ¿cómo está eso de que te mandaron fotos inapropiadas? Pero los MD Fanfiction no dejan enviar imágenes ¿fue en una red social? Si es así ¿qué necesidad había de cambiar tu Nick aquí? Estoy confundida. Pero bueno, espero que no te suceda de nuevo. He, sí, el proceso para pubicar aquí no es el más sencillo, honestamente prefiero Wattpad y AO3 pero es que aquí el fandom en español es más activo, por eso me quedo.
xD no añadiré un 'me encanta' más a eso.
Tengo que encontrar apodos más lindos, pero esos están bien para el principio de su amistad.
Creme el insomnio es una mierda cuando tienes un empleo al que llegar, en especial si tienes cualquier tipo de ansiedad, porque entonces despiertas cada tanto, preocupada de no oir tu alarma y que llegues tarde… al menos… eso me pasa a mi :v
Creo que todo el mundo coincide en que Adrien/Chat necesitan más amor. Hashtag DenleUnAbrazoAlNiño.
Gracias por todo el apoyo. Saludos!
AitoLigth145: ¡Querida! Tengo pendiente ponerme al día contigo.
Arceus y los kwamis quieran que mañana en carretera pueda ponerme a ello.
Literal el pobre Adrien xD … Así es Marinette, es parte de lo que la hace una genial Ladybug y persona en general, pero la deja vulnerable a personas despreciables como Lila.
¡Estamos en un campo de batalla!
Seh. Alguien que nos diga de una vez qué mal tenia Emilie para elegir semejante marido :v
¡Necesito ver pronto a Marc y Nath como superhéroes pero no hay noticias d capítulos a la vista! ToT ya toca esperar hasta el año entrante según parece.
¡Ahora tengo dudas sobre los sentimonstruos que parecen humanos! ¿Se enferman? ¿Pueden morir por causas naturales, como de viejos? ¿o son inmortales fuera de que se les retire el amok? ¿pueden tener hijos?
Gah! ¡Tantas dudas, Astruc!
¡Vamos todos a por Gabriel! (levanta trincheras y antorchas)
¡Está ardiendo y estallará! ¿Qué piensas? Abrazos!
Laurenlmprincess: Aquí llegó la tormenta y viene pa largo.
¡Espero que te haya gustado cómo empezó el asunto del picnic! Saludos.
Manu: Hola. Gracias por el apoyo.
Yo te soy sincera y te digo que ya perdí la esperanza en el Lukanette.
¡Uffff! Si algo me molesta bien feo es como desperdiciaron el trauma de Marinette llegando a ser la nueva guardiana solo para que Alya descubriera su secreto. Verdad, Mentiras, y la mitad de Banda de los secretos estaban tan bien construidos, reflejando todos los problemas de Marinette para su estallido en Banda de los secretos y luego simplemente ¡puf! En señor Pichón. Equipo de Miraculous ¡ALYA NO ES UNA SOLUCIÓN! Está bien que descubrió lo de que Marinette podía crear lo que quisiera ¡pero ya con eso tiraron a la basura taaantas cosas que podían haber hecho con el desarrollo de personaje de Marinette ¡Argh! Es molesto.
Temo por el momento, si es que llega, en que Luka se vaya. Ya ha dicho que su sueño no es ser un musico famoso como Jagged ¿entonces? ¿por qué se iría? ToT
Pues ya ves que Viperion no aparecerá en el picnic. Sorry. Pero ahí estaba Luka siendo un amor de chico. Como siempre.
Interesante todos tus pensamientos sobre Félix y Adrien y lo que podría pasar con ellos. Gracias por compartir.
Si no salen nuevos avisos de capítulos por lo que queda del año creo que voy a desconectarme un poco de la serie, las teorías y demás, y a concentrarme en el fic.
Nos leemos! Saludos.
RilaZou: Gracias por llevar el marcador xD
Re sí. Amelie aquí es la más emocionada x3
¡Llegó el picnic! Y a Adrien se le viene todo encima.
¿Qué piensas?
¡Abrazos!
Karen Agreste: Holi!
Kagami y Félix son como los más ¿agresivos? ¿directos? Del equipo de protección de Marinette xD sí, todos deberían temerles si deciden trabajar juntos… y ps… ahí tienes a Adrien. Casi le provoca a Mari un ataque de ansiedad por no decir no pio u-ú
Nunca he hecho las rosa de manzana por mi cuenta, pero me pareció algo que Marinette haría. Y sí, Amelie ya está ansiado conocer a su prospecto de futura nuera xD
Gracias por el apoyo, abrazos!
Yami96: Hola! xD lamento haberte asustado con el titulo.
Félix, como mencioné en algún cap pasado, practica -entre otras cosas- artes marciales mixtas.
Félix y su instinto felino, de hecho xD
Bueno, ya los estaba haciendo demasiado lindos y bien portados, hay que recordar que los kwamis metieron en un pequeño lio a Mari en Truth cuando le mandaron su pizarra de fotos a Luka xD son lindos pero desmadrosos.
Aun falta mucho para Félix portador de miraculous, pero me parece que nadie lo ha adivinado aun xD será divertido sorprenderlos. Mantendré a algunos de los nuevos héroes y en otros habrá cambios :3
xD No es que sea ilegal, pero ya sabemos cómo es Amelie cuando ve a su hijo 'siendo un adolescente normal' y más si Mari está involucrada. Es entendible que Félix sea un poco precavido a su alrededor a veces.
xDDDDD Me encanta tu descripción de su amistad. Literal son así.
Eres como mi mejor amiga, a veces no quiere que le de cariño y a veces sí, pero le toca aguantarme cuando quiero darle afecto xD
¡Como siempre, gracias por todo el apoyo. Abrazos!
AyaCeres: Bienvenida!
Aquí tenemos la primera parte del dichoso picnic, espero que haya sido decente.
Todo el mundo quería a Kagami y ps, ahí tienen a Kagami xD
No, no eras la única pensando que Lila tenía planeado algo feo para Marinette, y aquí podemos ver claramente cómo se dividen las cosas.
Espero que el fic te siga gustando.
Muchos abrazos!
Merylune: Hola de vuelta! Gracias por seguir dándole una oportunidad al fic.
Adrien se sentirá celoso de Félix, pero -como todo con este niño denso y sobreprotegido- tardará un poco en llegar xD
Esa foto que tiene Sabine es material de primerísima calidad. Ya veremos qué pasa con esa foto.
¡Me alegra que adores el fic!
