Royal Exchange.
Capítulo uno: La campesina.
—¡Kohaku! ¡Vuelve aquí, jovencita!
Kohaku rió divertida mientras escapaba corriendo a máxima velocidad lejos de su tía Turquoise, pasando la cerca de madera con un gran salto para escapar de la granja de sus tíos y correr hacia la ciudad a pocos kilómetros del bosque, donde su amigo Chrome debía estarla esperando.
Cualquier dama se cansaría de correr desde el campo hasta el reino, pero Kohaku no era una dama cualquiera. Ella había sido criada por ex guardias del palacio, su tío Jasper y su tía Turquoise, y a ninguno de los dos le tembló la voz a la hora de mandarla a hacer trabajo pesado, y a ella le encantaba ayudarlos en todo lo que podía. Su tía era muy quejona y no le gustaba que fuera a la ciudad, pero aun así le enseñó muchas cosas geniales, aunque era su tío Jasper quién más le había enseñado a cazar, pescar, trepar y defenderse a sí misma. Kohaku los adoraba a ambos, incluso aunque a veces se peleaba bastante con su tía, de verdad agradecía que la hubieran criado luego de que sus padres murieran por una enfermedad cuando ella era apenas una bebé.
Llegó a la herrería del viejo Kaseki casi brincando de la emoción por la travesura de haberse escapado de casa una vez más, y al notarla Chrome limpió los rastros de cenizas de su mejilla y la miró con desaprobación.
—¿Otra vez te escapaste de tu casa? Te dije que no necesito tu ayuda para ir a las cuevas, ya las conozco a la perfección, sé dónde estará cada metal que necesito.
—Pero no puedes cargarlo todo tú solo, tienes que hacer varios viajes y acabas agotado —lo desestimó pasando por su lado para asomarse a donde estaba el horno, viendo al viejo Kaseki trabajando en otra genial espada, seguramente algún pedido del palacio para los guardias, el ejército o quién sabe qué cosa.
—Bueno, es verdad que tu ayuda nos facilita mucho las cosas a mí y a Kaseki, pero si eso te mete en problemas con tus tíos realmente no creo que valga la pena. Ni siquiera te estamos pagando. —Se mostró un poco culpable.
—El dinero no es problema para mí, puedo cazar mi propia comida y hacer mi propia ropa. —Aunque era terrible cociendo pero siempre podía atar todo y ya—. Y mis tíos no son tan malos. Solo Turquoise se queja de que me vaya, pero al final del día todavía me da postre. —Rio alegremente—. No te preocupes. ¿Vamos de una vez?
Chrome suspiró.
—De acuerdo, de acuerdo.
Se despidieron de Kaseki, que apenas y si los miró por estar tan concentrado en su labor de artesano, y partieron a las cuevas para conseguir más materiales para la herrería.
A medio camino de abandonar el reino, Kohaku se distrajo al notar la comitiva del rey pasando por la calle principal de la ciudad.
—Oh, es el rey Kokuyo —murmuró impresionada.
Al rey casi nunca se le veía en la ciudad. Si no estaba en el palacio estaba en el extranjero o en uno de los pueblos que también estaban bajo su dominio.
—Creo que acaba de volver de un pueblo vecino por la boda de la duquesa Lillian que se casó en uno de los pueblos más lejanos. —Chrome bostezó, nada interesado en el gobernante de la nación—. O eso estaba diciendo el viejo Kaseki esta mañana.
—¿Quién es la duquesa Lillian?
Siguieron su camino, ninguno demasiado interesado en ver al rey, a diferencia del resto de la ciudad.
—Escuche que es su cuñada… o más bien la prima de su esposa.
—¿Tenemos reina? —preguntó confundida. No recordaba haber escuchado nunca acerca de una reina.
—No, no la tenemos, eso hasta yo lo sé. —Rodó los ojos—. Pero él estuvo casado, sino no tendría a su hija la princesa Ruri, ¿no?
—Cierto… tal vez su esposa murió o algo. —Se encogió de hombros.
Realmente no era raro que la gente muriera todo el tiempo. Incluso contando con los mejores curanderos había poco que se pudiera hacer cuando alguien era herido de gravedad o contraía una enfermedad grave. Lo bueno era que Kohaku y sus tíos siempre gozaron de buena salud.
Ese había sido un largo y productivo día en las cuevas, pero a pesar de que lograron extraer mucho material, Chrome estaba preocupado de que no fuera suficiente para su jefe. Kohaku le dijo que no tenía problema y acordó volver a ayudarlo mañana, ignorando sus quejas de que debería ser más obediente con sus tíos.
Cuando regresó a casa esa noche, recibió un gran regaño de parte de Turquoise, pero Jasper intervino y no le gritó mucho, aun así ella siguió quejándose de eso el resto de la cena.
—¿Por qué no puedes simplemente obedecer, Kohaku? Te he dicho muchas veces que tienes prohibido ir a la ciudad. Tu hogar está aquí en el campo con nosotros. Tienes catorce años y pronto cumplirás quince, entraras en edad de casarte y mírate. Desobediente, con ropas harapientas, tierra y polvo en todo el cabello. ¿Cómo se supone que te conseguiremos un buen esposo así? Necesitas empezar a comportarte como la dama que eres.
Kohaku rodó los ojos y le lanzó una mirada suplicante a Jasper, pidiéndole que interviniera una vez más. Él suspiró antes de hablar.
—Suficiente, Turquoise, ya sabes que de esa manera no la harás cambiar de opinión. —Le colocó una mano en el hombro. —Además, todo estará bien mientras se mantenga lejos del palacio… —Ambos compartieron una mirada que Kohaku no entendió del todo, pero al menos eso pareció calmar a su tía, además que de todos modos había muchas cosas sobre sus tíos que nunca entendía para nada.
—En eso sí que cumplo, nunca me he acercado al palacio —murmuró mientras terminaba de comer su ración de pollo y vegetales—. Aunque no entiendo por qué. ¿Hay algo peligroso allí o algo así? —preguntó con desinterés, pues realmente no le interesaba aquel enorme castillo en realidad.
—No… —Ambos se revolvieron nerviosamente, antes de que Turquoise siguiera hablando—. Solo que algunos soldados se creen con el derecho a hacer lo que quieran, y aunque no te portes como una dama y seas solo una campesina sigues siendo una hermosa joven, me preocupa que quieran hacerte algo. Solo es eso. —Bajó la mirada, comiendo sin ganas.
—Insisto en que puedo defenderme perfectamente de quien sea, pero no te preocupes, sí eso te preocupa tanto no me acercaré al palacio y ya. Realmente no me interesa. —Sorbió de su jugo de frutas, sin darse cuenta del suspiro de alivio que lanzaron ambos cuando no estaba viendo—. Mañana volveré a irme a ayudar a Chrome, por cierto.
—¡Kohaku! —El grito de su tía no se hizo esperar—. Ya te he dicho que no me gusta que frecuentes a ese hechicero extraño.
—No es un hechicero, trabaja con Kaseki en la herrería. —Se cruzó de brazos, un poco ofendida—. Y es el único amigo que tengo, no dejaré de verlo por más que te quejes.
—Ese chico es un…
—Turquoise, por favor —Jasper la interrumpió—. No sirve de nada hablarle de este modo, ya la conoces. —Sorbió tranquilamente de su copa de vino—. Sí no le dices una buena razón para no seguir siendo amiga de ese muchacho, no te hará caso. Y no tienes más pruebas que los chismes de tus amigas —concluyó, haciendo que Turquoise se quedara muda un momento antes de encajar un puñetazo en el brazo de su esposo, que no se inmutó ni un poco pero aun así fingió un quejido de dolor para contentarla, haciendo a Kohaku reír.
—¿Y tú de qué te ríes, jovencita? No habrá postre para ti esta noche. —Tomó lo que quedaba de su tarta de manzana y la guardo en una de sus ollas.
—¿Qué? Pero… —Rayos ¿hoy si la había molestado de más?
Se dieron las buenas noches y fue a su habitación, refunfuñando por haber tentado de más su suerte, pero apenas se sentó en su cama escuchó un golpe en su puerta. La abrió, encontrándose con su tía sosteniendo un plato con dos porciones de tarta.
—Más te vale quedarte al menos para almorzar antes de irte con ese chiquillo y volver antes del atardecer ¿entendido? —le dijo con la voz cargada de irritación mientras le tendía el plato.
Kohaku sonrió enormemente, antes de darle un pequeño abrazo y tomar el plato con gusto.
—¡Claro, lo prometo!
En verdad adoraba a su pequeña familia, y eso incluía a Chrome y a Kaseki. Esperaba que su tía pudiera aceptarlos pronto, porque no pensaba dejar de verlos. Ellos eran todo lo que tenía, todo lo que siempre tuvo a lo largo de su vida.
Y así era feliz.
Continuará...
Holaaaaaaaaaaaa :D
Ya que pronto se terminará Una Nueva Vida, crei que era buen momento para publicar este nuevo Long-fic xP
Tengo esto escrito desde hace como medio año xD Finalmente decidí subirlo antes de que se acabe el año solo porque si :P
Ya tengo varios capítulos escritos y probablemente actualice pronto!
Por cierto, este fic es una ADAPTACIÓN a un "cuento de hadas", aunq realmente no estoy segura de si se clasifica así, pero es un cuento clásico uwu
Creo que es bastante obvio a qué cuento está adaptando, pero al primero que adivine le dedicó el próximo cap OwO
Aunque les advierto que no es un copia y pega, es una adaptación muy al estilo SenHaku y a mi propio estilo claro, y ojalá que les guste! :3
COMENTEN! *o*
Me despido!
CELESTE kaomy fueraaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!
