En la mesa estaba el matrimonio Malfoy, Yelena y un hombre de aproximadamente cincuenta años que los miraba con una sonrisa.

-Trabajaran con el señor Krueger –dijo Lucius cortando carne- bueno, no exactamente, me refiero a que él también está en esto, ustedes se pondrán de acuerdo para poder trabajar con Draco.

-Llevo una extensa investigación –dijo el hombre- si lo desean pueden disponer de ella, todo lo necesario para solucionar esta complicada situación.

-Gracias –respondió Harry con amabilidad sin creer en esa falsa sonrisa.

Mas tarde, los tres se encontraban en la habitación de Harry.

-Entonces Krueger si está aquí –dijo Candance sentada en la cama- ¡a ese tipo ni siquiera puede llamársele investigador, es un tirano!

-Lo sé, además esa amabilidad es más falsa que una moneda de tres knuts –concordó Harry- esto es más complejo de lo que pensé, un dragón no se puede domar, solo adiestrar si se comienza desde pequeño y con tratos crueles.

-Ese salvajismo extra en estos dragones humanos por decirles de alguna manera…–exclamó Candance- es muy raro, aunque ciertamente no se trata de un dragón común, necesito verlo en persona para poder analizarlo más a fondo… ¿será una especie determinada o una nueva?

-Justamente estaba pensando eso -dijo Charlie, sentado a la pequeña mesa que había- ¿una especie nueva, una combinación? ¿Está mal que ya quiera verlo?

Harry sonrió al ver la emoción de sus compañeros, fuera de la situación tan trágica, le gustaba ver la pasión de sus amigos y compañeros por su profesión, esos dos en verdad amaban los dragones.

- ¿Y cuál es el plan?

-Tengo que ver cómo trabaja Krueger, sobre eso podemos meternos nosotros, no creo que nos de espacio… Candance, pídele su información, a ver si es cierto que es tan servicial.

-En caso de que don cacas no quiera compartir, tendré que comenzar de cero, que es lo que haré, tampoco me fio de una investigación que se basa en crueldad animal.

-Cierto, Charlie tu ve que averiguas con la gente que trabaja aquí.

-Ok ¿tú que harás?

-Intentaré hablar con Draco, por ahora descansemos, mañana tenemos mucho que hacer.

Al día siguiente, desayunaron de nuevo con todos, a excepción de Narcisa, el ambiente era raro, así que se apresuraron a comer; al salir del comedor, Candance alcanzó a Krueger.

-Señor Krueger ¿podría…?

-No –interrumpió el hombre con mala cara y ya fuera de la vista del matrimonio Malfoy- no se equivoquen, yo no estoy aquí para hacer su trabajo, sino el mío y de una vez les digo que no pretendo trabajar "en equipo" –dijo haciendo comillas con los dedos- suficiente tengo con la gente de aquí interfiriendo en todo e inmiscuyéndose donde no les llaman retrasando mi proceso –concluyó dándose la vuelta y dejándola con la palabra en la boca.

Harry en tanto había preguntado donde estaba la habitación de Draco y había ido encontrándose con gritos y ruido de platos rotos.

- ¡No me importa, vete, lárgate, te odio! ¿¡Me oyes?! ¡Te odio!

La puerta se abrió y Narcisa salió de ahí llorando a lágrima viva, alcanzó a ver a Draco acostado boca abajo llorando también, luego la puerta se cerró.

-Señora Malfoy –dijo acercándose sin saber cómo consolarla, pero ella alzó la mano mientras negaba con la cabeza.

-No… no digas nada, no hace falta…

-Lamento esto.

-No lo juzgues, no es su culpa… desde que comenzó esto hace meses se ha tornado agresivo e irascible…

- ¿Ha sido violento con ustedes?

-No, aun no… pero veo que se contiene, empeora cuando la luna llena está a la vuelta de la esquina, como ahora.

- ¿Que hacen cuando se transforma?

-Yo me voy a mi habitación y Lucius va conmigo, notamos que es más violento cuando estamos presentes, además el señor Krueger nos ha pedido libertad para trabajar con él, dice que es mejor que no estemos.

-Entiendo.

-Sé que es difícil tu posición –dijo enjugándose las lágrimas- después de todo lo que sucedió en la guerra, pero ayúdalo por favor…

-Haré lo posible.

Después de eso, ella asintió en silencio, le oprimió una mano y luego se fue; Harry vio la puerta por un momento y también se fue.

Se reunieron en la habitación de Harry, donde acordaron que de ahora en más comerían ahí para evitar ambientes raros.

-El señor cacas me mando a la mierda –dijo Candance- pero no es como si no lo esperara.

-La señora Malfoy dice que el carácter de Draco cambió drásticamente desde que esto comenzó.

-Podría estar relacionado con la naturaleza arisca de un dragón, me gustaría mucho hablar con él para hacerle algunas preguntas ¿crees que acceda?

-Lo dudo mucho, aunque hoy intentaré hablar con él.

-Sí corrió a su propia madre gritándole mierda y media ¿Qué esperas tú? –pregunto Charlie.

-No lo sé, pero hay que intentarlo ¿Qué averiguaste tu?

-Platiqué con algunos trabajadores de la casa, hay domadores que viven aquí para cuidar a los dos dragones que quedan, dicen que Krueger es una mierda, que usa grilletes, cadenas y picas para domarlo cuando se transforma, pero ellos no pueden intervenir, deben dejarlo trabajar.

-No podemos planear nada hasta que veamos cómo trabaja, una cosa es saber de su reputación y otra verlo directamente, paciencia chicos.

Después de comer, Harry decidió arriesgarse, así que se dirigió a la habitación de Draco, solo que contrario a lo que siempre hacía, entró sin llamar; la habitación estaba en penumbras pues no había nadie dentro; vio a través de las cortinas de la puerta de cristal y madera, que Draco estaba sentando en la terraza; miró que en la mesa estaba la charola con la comida intacta, se sentía nervioso, pero aspiró profundo y fue ahí.

Sin decir nada, abrió la puerta y miró a Draco sentado en un mullido puf de color vino, con una manta en sus hombros mientras miraba el extenso valle que se extendía frente a ellos.

Harry también miró el lugar, la terraza en realidad no lo era como tal, era un espacio con pavimento en el suelo y no había baranda, no había diseño elegante, como si esto fuera en realidad lo más práctico dadas las circunstancias; más adelante se extendía el pasto llegando hasta el valle; había viento helado que le hizo ajustarse su chaqueta.

-Malfoy…

- ¿No te enseñaron modales, Potter? –dijo sin siquiera mirarlo.

-Sí te pedía permiso para entrar, ibas a mandarme a la mierda…. Malfoy, tu padre me…

-Sé por qué estás aquí –interrumpió –por las ingenuas e inútiles esperanzas de mis padres –añadió sonriendo sin mirarlo ni una sola vez, siempre manteniendo la vista en el valle.

Harry jaló una silla y se sentó junto a él, pero mirándolo directamente.

-Malfoy, yo no estoy aquí para sostener tu mano ni para decirte que no te preocupes y que todo saldrá bien; porque, a decir verdad, ni siquiera sé a ciencia cierta a qué nos enfrentamos, pero la maldición habla de una posibilidad ¡una! ¿No crees que vale la pena aferrarse a eso al menos?

-Nadie lo ha logrado en casi diez siglos.

- ¿Y eso lo hace imposible?... Malfoy… -insistió al solo recibir exasperante silencio por respuesta.

- ¿Qué haces aquí? –preguntó, pero esta vez mirándolo - ¿crees que mis antepasados no lo intentaron todo y aun así terminaron viviendo aquí? –Entonces volvió a mirar hacia el frente –Sé que este será mi hogar, solo que mis padres se niegan a aceptarlo… deberían resignarse… como yo.

-Malfoy…

-No quiero discutir Potter, estoy cansado y nervioso –dijo alzando una mano y girando la cara –suficiente tengo con el imbécil de Krueger como para que tú también quieras experimentar conmigo.

-No me compares con esa basura, yo sí quiero ayudarte, aunque aún no sepa cómo, solo déjame hacerlo.

Draco no dijo nada por un momento, solo miraba el frio y solitario valle desesperando a Harry.

- ¿Sabes que es lo peor? –Dijo sonriendo cansinamente viéndolo por un instante –que sé que tu intención es cierta, no dejas de ser "San Potter" … "El Salvador del mundo mágico"

-Malfoy…

-Y eso es justamente lo que te hace tan patético… ¿sabes que es lo que realmente necesito?

-Qué.

-Qué me dejen en paz… estoy tan cansado…

-Ok, me voy –dijo poniéndose de pie –pero vendré mañana, solo quiero que platiquemos sin que me comas ¿ok?

Draco lo miró sorprendido por el comentario encontrándose con un Harry que lo miraba como si nada, así que no pudo evitar esbozar una pequeña sonrisa,

-Eres un idiota.

-Tú más –dijo entonces –nos vemos mañana Malfoy, es más, te aviso que vendré a desayunar contigo ¿va? –Y sin esperar respuesta del boquiabierto Draco, se fue.

- ¿Qué tal te fue? –preguntó Charlie cuando entró a su habitación.

-Pues aún estoy completo –respondió sentándose y sirviéndose té de una tetera que tenían en la mesa.

-Eso veo ¿pudiste hablar con él? –preguntó sorprendido.

-Pues ciertamente no le di chance de correrme, si habló conmigo no fue por gusto.

- ¿Y bien?

-En primera esta casa es deprimente… incluso aunque el valle es hermoso, inspira… no sé, soledad, tristeza… desolación.

-Y no es para menos Harry, nadie de la familia quiere nunca tener que venir aquí, creo que lo que hace fea a esta casa es las circunstancias de su construcción.

Candance en tanto tenía otro tipo de investigación en mente, caminó con naturalidad por la casa encontrándose a Yelena en una de las pequeñas salas de lectura que había por ahí.

-Hola –dijo entrando.

-Hola –respondió Yelena sonriendo mientras hojeaba una revista de modas y bebía un té- ¿gustas un té? es agradable que haya una chica más con quien platicar, mi tía nunca está de humor –añadió rodando los ojos.

-Me gustaría mucho, gracias –dijo sentándose muy animada junto a ella- aquí hace mucho frio, bueno no dentro de la casa, pero afuera está helando.

-Sí, odio este ambiente, pero bueno… -añadió alzándose de hombros- todo sea por mi prometido.

-Oye, no quiero ser entrometida pero también eres una Malfoy ¿no?

-Sé a dónde vas –exclamó riendo- Y si, somos primos, pero en tercer grado, somos de la rama de Helgar, así que no hay problema.

-No quiero parecer insensible, pero ¿Boda en una situación así?

- ¿Y por qué no?... Draco es muy capaz y saldrá airoso de todo esto, ya lo verás; incluso mi hermano vendrá a entregarme ese día, mi padre no podrá porque está enfermo y no puede viajar.

- ¿A entregarte?... ¿entonces piensas casarte aquí?

-Por supuesto, a mi encantaría una gran boda digna de los Malfoy, pero ya habrá tiempo de una gran fiesta, por lo pronto Santino vendrá en unos días, ya lo hablamos.

-Santino.

-Sí, mi hermano mayor, es genial que venga porque muero de aburrimiento.

-Sí, esta casa es deprimente.

- ¿Verdad que sí?... le he dicho a mi tía que nuestra boda le daría un poco de alegría a esta casa horrible pero solo me da largas, aun así, ya tengo mi vestido de novia, no es lo que siempre soñé, pero es lindo… -añadió con resignación para luego animarse ella sola- ya podré comprarme todos los que quiera después.

- ¡Qué bonito!

- ¿Y tú?... ¿una chica entre puros hombres, como es que te gusta eso?

-Soy zoolo…

- ¡Mira qué lindo! –exclamó enseñándole un vestido de la revista.

Una hora después llegó a la habitación de Harry, donde ya estaban los chicos tomando café y unas galletas.

- ¿Quieres café? –preguntó Harry.

-Sí, no quiero más té.

- ¿Con quién tomabas té?

-Estuve investigando –dijo sonriendo picara mientras se acomodaba en la cama de Harry con varias galletas en un platito y su taza de café- ¿recuerdan a la prometida de Draco?

- ¿Y cómo olvidarla? –Respondió Charlie- es la única que no parece saber que pasa aquí con exactitud.

-Sí, es muy rara… bueno, pues es su prima por parte de la rama del hijo huevon de Armand y dice que quiere casarse aquí, que incluso su hermano mayor vendrá a entregarla.

Charlie y Harry se miraron entre sí.

- ¿Hablas en serio? –preguntó Harry.

-Ajá –respondió mordiendo una galleta de chocolate y nueces- y se ve que ama tanto a Draco, como Charlie amó a su última novia.

-Oye, yo amaba a Susie.

-Tú última novia se llamaba Mary, tarado y rompieron hace un mes.

- ¡Oh!... cierto.

-Parece tan superficial, solo piensa en fiestas y esas cosas, dice que habrá una gran boda cuando Draco salga de todo esto.

-Parece que vive en las nubes –dijo Harry.

-Así es ¿y cómo te fue con Draco?

-Está muy deprimido y no es para menos, le dije que desayunaría mañana con él.

- ¿Y aceptó? –pregunto sorprendida.

-No le pregunté.

Candance sonrió para luego preguntar:

- ¿Cenaremos aquí?

-Así es, pequeña ratatouille –respondió Charlie- por desgracia nos perderemos de tu fina cocina.

-Ingratos, la próxima vez solo les cocinaré un par de huevos, pero de esos que les cuelgan entre…

-Ok, ok –interrumpió Harry- solo permanezcamos atentos a ver que más pasa.

Al día siguiente, Harry se dirigió a la habitación de Draco y nuevamente entró sin llamar y de igual manera lo encontró afuera; así que caminó hacia ahí viendo que el desayuno estaba en la mesa, así que agarró la charola y salió al patio.

-Hola Malfoy… ok –dijo al ver que Draco no había respondido a su saludo y miraba absorto el solitario paraje- oye ¿siquiera entraste en la noche? –con la charola en las manos miró donde dejarla, pero al no ver nada, simplemente llamó- Peach.

- ¿Sí señor Potter? –respondió el elfo apareciéndose frente a él.

- ¿Podrías traerme mi desayuno aquí también? Comeremos juntos.

El elfo miró temeroso a Draco, quien solo lanzó un suave suspiro de exasperación, pero sin decir nada.

-A la orden señor Potter.

El elfo desapareció y unos instantes después apareció de nuevo, hizo aparecer una mesa, una silla y el desayuno de Harry.

- ¿Algo más señor?

-No, muchas gracias.

Cuando quedaron solos, Harry se sentó frente a Draco.

-Panqueques con mantequilla de avellana, tu mamá me dijo que eran tus favoritos.

-No tengo hambre.

-Malfoy, estas demacrado… se nota que has perdido peso ¿Por qué no los…?

-Me hartas Potter, por favor, solo lárgate –dijo mirándolo con fastidio y luego mirando a un lado, ya que Harry se había sentado justo enfrente.

-Sabes que no te haré caso ¿verdad?

Draco solo se inclinó y frotó su frente como si estuviera dolorida, luego se quedó así, con la cabeza recargada en su mano, tanto que Harry se preguntó si se había quedado dormido.

-Malfoy por favor… necesitas hablar con alguien, al menos para desahogarte, sé que no somos amigos, pero estoy aquí para ayudarte, come un poco, eso te hará sentir mejor, incluso estas pálido.

A pesar de su indisposición, Draco sabía que Harry no era como Krueger y aunque aún se preguntaba qué demonios hacía ahí, tenía razón en que necesitaba hablar con alguien, pero incluso sabiendo eso, no podía externar todo lo que sentía… para comenzar no quería comer porque simple y sencillamente un nudo en su estómago se lo impedía… la angustia, el miedo y la incertidumbre hacían que la comida perdiera su sabor, que pareciera que era solo cartón; deseaba volver a experimentar las delicias de un buen platillo o de algo sencillo como los panqueques con crema de avellana pero ahora todo eso había perdido su encanto.

-Todo es inútil –dijo entonces sin levantar la cara- solo deseo pasar este trance sin que me molesten ¿acaso eso es mucho pedir?

-Lo es cuando has renunciado a luchar sin siquiera iniciar la batalla.

- ¿¡Y tú qué sabes de lo que yo he luchado?! –gritó mirándolo al fin- ¿¡cómo te atreves a decir que no he hecho nada?!

-Pues entonces cuéntame –respondió sin inmutarse en lo más minino, una ventaja de trabajar con dragones -Draco hizo una mueca de exasperación, siempre le había sido difícil expresar sus sentimientos y más ahora con esta situación- ¿Preferirías que yo fuera otra persona?... como Crabbe o Goyle o tal vez Blaise o Pansy.

-No –dijo después de unos instantes- ni siquiera con ellos podría hablar.

- ¿Por qué?

-No lo sé, es difícil… no soy muy abierto con mis sentimientos –dijo alzando la cara y reacomodándose en el puf.

-Malfoy, podemos intentarlo ¿no vale acaso la pena?

Draco lo miró y suspiró suavemente, por supuesto que valía la pena, pero no tenía caso.

-Es inútil Potter, nadie lo ha logrado… sé muy bien que no se puede domar un dragón adulto, aunque bueno… tal vez con mucho tiempo y esfuerzo, pero tiempo es lo que menos tengo.

- ¿Entonces crees que es posible?

-No es eso lo que dije, la verdad es que no lo creo… por eso pienso que mis padres deberían resignarse a perderme y listo, no quiero ser cruel con ellos, no más de lo que ya he sido.

-Decían que Hogwarts era inexpugnable, todos decían que nadie podía entrar, la tradición decía que nadie podía entrar, incluso Dumbledore decía que nadie podía entrar sin permiso, pero un ególatra chico de diecisiete años logró lo que todos pensaban que era imposible.

Draco sonrió cansino al escuchar la historia.

-Sí ¿verdad? Qué orgullo.

-El punto es que no quiero que te rindas sin pelear solo porque alguien más no lo ha logrado, siempre hay un "primero en todo" alguna vez.

Draco lo miró a los ojos, deseaba decirle que no solo deseaba, sino que quería con todas sus fuerzas que en realidad hubiese una oportunidad, pero ¿para qué?... ¿para tener una pequeña esperanza, aferrarse a ella y luego ver que hiciera lo que hiciera, terminaría perdiendo su humanidad?

-Solo háblame Malfoy, no te pido nada más, no soy tu enemigo.

Draco cerró los ojos y suspiró… estaba tan cansado y solo deseaba dormir, aunque el sueño se escapara de sus ojos negándose a concederle ese pequeño refugio.

- ¿Y qué quieres que te diga? –Dijo entonces sin abrir los ojos- ¿Qué puedo decir que sea de ayuda?

Harry sonrió viendo que al menos había sorteado un obstáculo.

-Fuera de los cambios físicos ¿Qué más comenzaste a experimentar?

Draco abrió los ojos, lo miró y luego miró al valle, como analizando la respuesta.

-Ira… -dijo entonces, mirando a Harry- una furia incontrolable que me hace decir cosas horribles.

- ¿Qué más?

-Me siento enojado todo el tiempo y quisiera romper todo… de hecho por eso tengo tan pocas cosas en la habitación, nada estaba a salvo… solo comencé a calmarme pasando el rato aquí.

- ¿Qué tanto piensas al ver el valle?

Draco se alzó de hombros y miró el frio paisaje de nuevo.

-Es hipnótico de alguna forma… siento que me llama… como si quisiera hacerme saber que pronto seré parte de él.

- ¿Cómo son tus transformaciones?

-Muy dolorosas… las articulaciones se me dislocan y tengo plena consciencia de eso, pero al mismo tiempo un zumbido enloquecedor me resuena en la cabeza y quisiera azotarla en el suelo o en la pared para detenerlo, pero nada lo apaga.

- ¿Qué haces cuando comienza? -Draco suspiró y miró hacia un lado- sé que es difícil hablar de esto.

-Siento mucho calor, como si me quemara por dentro, solo quiero salir para que el viento lo apague de alguna manera, así que salgo aquí… de hecho está diseñado para eso, por eso está abierto al valle.

- ¿Recuerdas todo lo que vives, cuando ya eres un dragón?

-No, solo cuando inicia, después no recuerdo nada… cuando recobro la noción de mí mismo es porque soy humano de nuevo y estoy aquí, solo tengo marcas, pero no recuerdos.

- ¿Marcas?

-Sí… heridas, moretones y algunos huesos rotos… no sé qué hago para tener esas heridas, no lo recuerdo.

-Dime algo Malfoy… ¿has hablado con Krueger desde que llegó a aquí?

-No, solo lo vi cuando mi padre me lo presentó.

- ¿Qué sientes cuando piensas en él?

Draco lo miró extrañado y un poco ofendido.

- ¿Y por qué diablos tendría que pensar en él?

Harry solo se alzó de hombros e insistió.

-Solo dime lo que pasa por tu cabeza cuando lo menciono.

Draco se removió en su mullido lugar, hasta ahora se daba cuenta de cuan incómodo era pensar en ese tipo.

-Miedo… -dijo al fin evitando mirar a Harry- ese tipo me da miedo y siento escalofríos el tan solo hablar de él.

-Pero dices que no lo has tratado.

-Pues no, pero me aterra –exclamó apenado viendo a Harry dándose cuenta de que eso último se le había escapado- no recuerdo interactuar con él, pero las noches de luna llena, un par de horas antes, comienzan con sus preparativos.

- ¿Qué tipo de preparativos?

-Yo me meto para no verlos, pero puedo escucharlos… traen su equipo, no sé de qué clase sea, pero escucho el tintinear de las cadenas… y prefiero no averiguarlo.

-Entiendo…

-Francamente estoy tan, tan agotado… -dijo recargando la cabeza en sus antebrazos- solo deseo que esto termine ya, de todos modos, pierdo la conciencia de mí mismo, que importa que sea un dragón o un hurón –añadió sonriendo con sarcasmo- al final no importa.

-Esta noche es luna llena.

-Sí… un paso más a mi conversión definitiva…

-Esta noche estaré presente.

-Oh genial, fantástico.

-Necesito ver cómo…

-Gracias por hacer más detestables estas noches, no sabía que se podía –interrumpió malhumorado.

-Nada se acaba hasta que se acaba Malfoy –dijo con una pequeña sonrisa- de una en un millón hay una oportunidad y si tú no quieres aferrarte a ella, yo lo haré por ti, ahora come que se van a enfriar.

-No es cierto, tienen un hechizo para que no se enfríen.

- ¡Come ya Malfoy! ¿O quieres que yo te dé en la boquita? Habérmelo dicho antes, lo haría con gusto.

Draco lo miró horrorizado mientras Harry reía y comenzaba a desayunar con total desfachatez.

-Vaya manías…

-¿Darte de comer en la boca, que hay de malo en ello? –preguntó antes de zamparse un trozo de pan horneado con una yema de huevo- me gusta ser cariñoso cuando estoy con algún chico –añadió alzándose de hombros- aunque he de confesar que hace mucho que no lo soy, no hay tiempo en realidad –continuó como si nada mientras mojaba otro trozo de pan en una salsa de crema y se lo comía- hace mucho que no tengo una relación estable, trabajando en la reserva no hay mucho chance, salimos los viernes con los chicos a tomar una cerveza y luego si tengo ganas, me voy por ahí buscando acción, pero solo es cosa de una noche, no hay esa familiaridad de desayunar juntos y todo eso, solo es sexo -Draco lo miraba boquiabierto- pero sé preparar buenos desayunos.

- ¿En qué momento pasamos de hablar de mi triste y patética vida a tu fantástica y movida vida social, Potter?

-Pues…

-Por mi puedes salir con un hipogrifo si quieres, pero… un momento ¿ya no sales con la hermana de la comadreja?

-No, terminamos después de la guerra, cuando finalmente discerní que soy bisexual, pero con gran preferencia a los hombres, así que hablamos y quedamos en buenos términos; en realidad es una buena amiga.

-Ok –respondió alzando las cejas y poniendo su plato en sus piernas ante la discreta sonrisa de Harry, quien justamente había comenzado a hablar de eso en un intento de romper la tensión y distraer a Draco un rato de su situación y al parecer lo había logrado.

- ¿Y tú, como es que tu prima es tu prometida, que no hay más mujeres?

Draco rodó los ojos y negó con la cabeza antes de probar un bocado de su panqueque de avellanas encontrándolo rico por primera vez en mucho tiempo.

-Fue cosa de mis padres… entre los sangre pura los matrimonios arreglados son muy comunes.

-Pero no la amas ¿o sí?

-No, pero ¿eso importa? –Preguntó con naturalidad- además no tengo mucha suerte con eso, la primera chica con la que me prometieron, Astoria Greengrass, resultó con una maldición generacional que minó su salud, por eso mis padres terminaron el compromiso ¿te imaginas que supieran que yo tenía una peor?

A pesar de las circunstancias, Harry se alegraba que Draco se mostrara más abierto, eso era un gran escape para el gran estrés al que había estado sometido esos meses, sin haber querido hablar con nadie.

-Me estoy dando cuenta de que esto es más común de lo que parece.

-Sí, pero todos guardan esas cosas bajo la alfombra -dijo alzándose de hombros con naturalidad.

- ¿Tuviste muchas novias en la escuela? -Draco lo miró un momento, sorprendido de esas preguntas típicas de adolescentes- es que nunca te vi con nadie aparte de tu grupito.

-Bueno, los primeros años era más divertido molestarte a ti y a tus amigos, luego no tuve el tiempo ni el ánimo para una novia, aunque bueno… Pansy y yo lo intentamos, nos llevábamos muy bien y lo mantuvimos en secreto… duramos un mes.

- ¡Uy cuanto!

Draco sonrió.

-Pero era como besarme con mi hermana si la hubiese tenido, así que no… no me provocaba nada, pero aun así ambos perdimos nuestra virginidad el uno con el otro, pero no fue la gran experiencia que imaginábamos, mejor lo dejamos por la paz, después salí con algunos… bueno, con el señor Tenebroso mirando sobre mi hombro no tenía tiempo de esas cosas.

-Sí, fue una época horrible.

-Nunca te di las gracias por interceder por nosotros.

-Tu madre salvó mi vida al no delatarme ante Voldemort, era lo menos que podía hacer.

Quedaron en silencio un rato, en lo que comían, luego Draco bebió un sorbo de leche y habló.

- ¿Domador de dragones?... pensé que ser auror era tu sueño dorado.

-Y lo era hasta que descubrí que estaba hasta los huevos de que todos pensaran que yo estaba ahí para salvarlos hasta del maldito calentamiento global… fue platicando con Charlie que su profesión me llamó la atención, así que vine y después de un intenso entrenamiento, comprobé que definitivamente este era mi camino… puedo volar libre y tratar con majestuosas bestias increíbles… me siento feliz, así que si, este es mi camino -Draco sonrió cansinamente sin decir nada, luego miró su plato y luego al valle- ¿y tú, a que te has dedicado?

-Me siento cansado –dijo entonces dejando el plato en la mesa y comenzando a levantarse- quisiera dormir…

Harry lo vio dejar su manta en el puf y meterse a su habitación, así que también se levantó y entró; lo vio levantar las mantas de su cama y simplemente acostarse mientras abrazaba su almohada dándole la espalda.

-Descansa –exclamó sabiendo que Draco ya no hablaría más, así que salió de la habitación.