Anteriormente en Kamen Rider Pegasus: en busca de los Losts…
¡Soy Kousaka Honoka! Llegamos con Kusakari-kun, Kawakita-kun y Yukiho a Nara en donde hay un parque con venados por todos lados y pasamos un lindo momento con Kawakita-kun… no sé por qué me sonrojó al pensar en eso, pero como sea, algo raro pasa aquí.
¡ES LA HORA DEL COSMOS!
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Hate nu uchū o nagareboshi ga
Furikaera zu ni yami e mukau
ā Kimi mo kon inochi o chirasu made susumu no ka?
Todoke inori sora no oku e
Hibike tōku kono sakebi
Kizutsui ta senshi tachi yo
Kin no hikari kesa nai de
Katachi no nai seiza no namae o
Hito wa dare mo ga koi to yobu yo
ā Shinjitsu no kizuna wa kanashii hodo tsuyoi kara
Todoke namida sekaijū o
Nurasu hodo ni tomedonaku
Moshi kimi o ushinau nara
Waga kokoro wa yami ni
Todoke inori sora no oku e
Hibike tōku kono sakebi
Kagayakeru senshi tachi yo
Dōka hikari kesa nai de
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El momento de Keiji con Honoka fue interrumpido cuando escucharon algo y fueron rápidamente a ver qué pasaba.
La peli jengibre fue la primera en ver como un grupo de personas corría de ahí como si no quisieran ser vistos, no obstante, lograron huir para descontento de la oji azul.
- Demonios, huyeron.
- ¿Qué alcanzaste a ver?
- Había personas ocultas ahí, pero no sé quiénes eran – los dos dejaron eso y continuaron viendo a la familia venado sin problemas.
Por otro lado, las personas que huyeron llevaban consigo una serie de armas como rifles y escopetas y no solo eso, sino además tenían municiones para eso.
- Si no fuera por esos tipos, el botín que hubiéramos tenido.
- Esos venados pequeños se venderían como pan caliente en el mercado negro.
- Pero no importa, tenemos que estar atentos a que no haya nada, nos confiamos esta vez, además de que hay que seguir escondiéndonos de que alguien nos vea.
Todo lucía normal después de eso, la gente miraba a los venados de forma amigable, aunque igual estaban tratando de darles su espacio ya que siempre no había que olvidar que eran animales salvajes.
Las dos parejas seguían con lo suyo dando un paseo, aunque hubo otra persona la cual andaba cerca de la familia venado justo cuando los demás turistas se alejaron de ahí.
- Ahí está, una gran familia de venados – sonrió el sujeto el cual se había vestido de ropa de camuflaje.
El tipo estaba apuntando hacia los animales que estaban en paz, usando un rifle, pero antes de que disparara, una mano tomó el arma.
- ¡¿Qué mierda?! – el hombre vio a la persona que estaba tomando su mano, aunque al final se quedó de piedra viendo la apariencia de esa forma humanoide.
A su lado, estaba una figura la cual tenía un cuerpo de color café en su mayoría, así mismo, lo más llamativo eran los cuernos parecidos a los de un venado, poseía ojos amarillos y sus manos y pies son de color negro.
- No dejaré que le hagas nada a esos venados, son seres que no te han hecho nada y si los cazas, morirás.
- ¿Q-Qué es lo que eres?
- La defensora de los venados – sin más, el que era un Lost le dio un fuerte golpe en el estómago que lo dejó sin aire.
Con eso, fue duro para el cazador quien quedó inconsciente por el golpe y de hecho, la policía llegó momentos después, como si alguien la hubiera llamado.
El tipo fue llevado a prisión por tratar de cazar a los venados y así, esta familia se pudo salvar, aunque no todo iba a ser del todo lo que iba a pasar.
Llegando la noche, la cuidadora Kasahara Karen estaba rondando por el parque para evitar algún futuro problema con algún cazador.
Los cazadores que se habían ido antes en la tarde habían vuelto para cazar a los venados, por lo que vinieron vestidos con ropas oscuras para evitar ser vistos.
- Muchachos, estamos aquí para tomar la vida de esos venados. El mercado negro nos estará pagando mucho por ellos ya que estos animales son valiosos ¿de acuerdo?
- De acuerdo jefe.
- ¡Matemos a esos animales!
- Atacaremos por varios lados, hay que evitar ser vistos por alguien – el grupo de 5 cazadores se fueron por varios lados escondiéndose para evitar ser vistos.
La negra noche ayudaba mucho con el escondite de los malhechores y se fueron dirigiendo hacia donde estaban los animales y cuando uno de ellos notó a uno de los animales dormidos, se acercó a él y sin compasión, disparó.
A pesar del silenciador, se escuchó un poco del disparo. Incluso alguien más oyó el sonido, siendo esta Honoka quien andaba cerca andando con su moto.
- ¿Y ese sonido? – susurró la peli jengibre la cual decidió ir hacia el sitio en donde escuchó eso.
De nuevo en el sitio, el cazador estaba tomando al animal el cual comprobó que estaba muerto por lo que estaba llevándoselo, justo cuando la oji azul arribó al lugar.
- ¿Qué diablos? ¡¿Qué le hiciste a ese venado?!
- ¡Cállate! – el sujeto sacó su arma y disparó, pero de suerte logró esquivar la bala y saltó hacia unos arbustos.
El cazador tenía que huir de ahí antes de que fuera delatado, pero por un momento, hubo un pequeño brillo para luego mostrar a Honoka transformada.
- ¿Qué diablos?
- Lo que has hecho es imperdonable, has acabado con la vida de un pobre animal y eso no lo perdono ya que son seres vivos como nosotros.
- ¡Aléjate de mí, monstruo! – sin importarle, otra cosa, el sujeto siguió disparando al cuerpo de Honoka, pero las balas no le hicieron nada – ¿Qué?
- Tú… abajo – la Rider fue hacia el tipo y en lugar de matarlo, le dio un golpe en la parte trasera de su cabeza haciendo que cayera al suelo.
Justo cuando el cazador cayó, Honoka trató de ver el cuerpo del venado y buscar algún signo vital, no obstante, por más que quiso hacer algo, no pudo.
Y ni que decir que cuando escuchó un ruido atrás, se puso alerta solo para ver a la misma criatura que atacó al hombre durante el día.
Era el Lost.
Antes de que dijera algo, el Lost notó como Honoka estaba tratando de ayudar al venado y notó al sujeto a su lado, y evitó sacar conclusiones apresuradas.
- No puede ser… está muerto – en ese momento, la Rider sintió la presencia del Lost detrás de ella y al darse la vuelta, se puso a la defensiva – un Lost.
- Kamen Rider Pegasus… no pensé que andarías por aquí.
- Escuché un ruido y vine a ver, encontrándome con este tipo y bueno, mató a ese venado – el Lost miró todo lo que había y aunque ya había oído cosas malas de la Rider, se dio cuenta que no mentía en ese momento.
- No es la primera vez que eso pasa. Por eso es que estoy aquí, para detener a los cazadores que se la pasan matando a los pobres venados – el Lost exclamó tomando al tipo en uno de sus brazos y al venado en el otro.
- ¿Qué harás con ellos?
- Al venado… le daré un entierro digno, era una criatura inocente que no merecía este destino, pero si hay más cazadores, entonces… los haré pagar caro.
- Entiendo – Honoka se quedó en silencio un momento – te ayudaré.
- ¿Por qué Pegaso? Hemos escuchado lo mala persona que eres y aunque debería pelear contigo en este momento, para mí es más importante que los venados se encuentren bien – sin más, este se fue y Honoka la siguió.
Unos momentos después, el sujeto estaba amarrado en un árbol mientras que el venado fue llevado a un apartado en donde sería enterrado por ambas chicas. Mientras ocurría, los cazadores encontraron a su amigo en esas condiciones.
- Mierda, lo agarraron.
- Es un idiota, le dije que fuera más precavido.
- ¿Qué hacemos jefe?
- Matemos a los culpables, esos aprenderán a no meterse conmigo – los demás asintieron.
Mientras tanto, el entierro del venado se llevó a cabo y Honoka y el Lost fueron a donde estaba la familia de animales quienes dormían tranquilamente.
- Pegaso, realmente no pensé que tuvieras corazón para ayudar a los animales.
- No soy inhumana, tengo un corazón grande y lo que no perdono es la injusticia que se realiza – la peli jengibre decía aun en su estado Rider – por la apariencia que tienes, puedo deducir que tu constelación perdida es la de Venado ¿no?
- Así es, soy el Lost de Venado. A diferencia de mis demás compañeros, no me gusta pelear, en cambio, prefiero cuidar a los venados que son animales inocentes y que me gustan mucho – el Lost decía – sé que esto es algo que mi Señor no quiere, pero no puedo evitarlo, solo acepté la medalla para cuidar este parque de los cazadores.
- ¿En serio?
- Sí, aunque signifique renunciar a mi puesto como Lost, ya que solo deseo la paz de los animales – la oji azul se quedó en silencio.
Todos estos meses que había estado de viaje solo conoció a los Losts que buscaban el beneficioso propio. Aun así, nunca pensó en que habría uno que solo buscaba el bienestar ajeno y más ante criaturas no humanas.
- Pegaso, creo que algo anda mal – la voz del Lost la hizo volver en sí.
- ¿Por qué lo dices? – ambas fueron hacia un escondite detrás del lugar en el que la familia venado estaba durmiendo.
Unos momentos después, fueron apareciendo muchos más cazadores con armas apuntando a todos lados, esperando que algo saliera y solo rematarlo con una bala.
- Vamos a matar a todos los venados que haya aquí ¿entendido?
- Sí.
- Si alguien se mete, mátenlo.
- Entendido jefe.
Lejos de ahí, Keiji se había preocupado por la ausencia de Honoka por lo que decidió salir, dejando que Yukiho y Soji descansaran.
El peli azul continuó su camino y aunque no conocía el sitio, logró llegar al parque en donde escuchó un sonido extraño, algo que lo hizo ir a ver.
Honoka y el Lost se pusieron atentas justo cuando aparecieron los cazadores apuntando a todos lados y se pusieron delante de ellos.
- Ustedes fueron los que le hicieron eso a nuestro amigo ¿no es así?
- Ese maldito mató a un venado, no merece vivir, pero le he perdonado la vida – el Lost de Venado dijo.
- ¡Los mataré a todos! ¡Pagarán por eso y me llevaré a los venados de este asqueroso parque! – exclamó el jefe – ¡dispárenle!
- ¡Mueran! – fue una lluvia de balas que se dirigió hacia las dos chicas, por lo que se pusieron delante de los venados para evitar que fueran heridos.
A pesar de eso, las dos sabían que no podían estar así todo el rato, por lo que Honoka fue la primera en atacar a los tipos, derribándolos y quintándoles sus armas, pero a pesar de eso, no se rendían.
Una de las balas pasó cerca de la cabeza del padre venado, algo que al final molestó al Lost y fue al ataque también, dejando fuera de combate rápidamente a los cazadores.
A pesar de perder sus armas, tenían cuchillos para tratar de hacerles daño, aunque sus intentos solo quedaban en eso.
- Demonios, no se cansan a pesar de que no tienen chance – Honoka exclamó y bajó la guardia mirando a uno de los tipos en el suelo.
- Estos tipos por ganar dinero hacen lo que sea – justo cuando el Lost dijo eso, no se dieron cuenta de que uno de los hombres tirados en el suelo apuntó su pequeña arma de fuego hacia la peli jengibre.
- ¡Cuidado! – el grito de Keiji hizo reaccionar a las dos y justo empujó a Honoka, evitando que la bala le diera en la cabeza y justo rozó el cabello azul del chico.
- ¡Kawakita-kun!
- ¡Maldito! ¡Osamenta del mal! – los cuernos del Lost crecieron hasta dar en el cuerpo del cazador, atravesándolo por completo.
- ¡¿Te encuentras bien Kawakita-kun?! – Honoka preguntaba a su amigo el cual solo sonrió.
- Lo estoy, no te preocupes, lo importante es que estés bien – a pesar de que no podía ver su rostro, las mejillas de Honoka se pusieron rojas, pero decidió levantarse con él.
- Entregaré a estos malditos a la policía – el Lost perdió su transformación al igual que Honoka y ahí fue donde se reconocieron.
Al día siguiente, los tipos fueron llevados por las patrullas por el delito de caza ilegal y el asesinato de un venado por lo que les esperaba una buena condena en prisión.
- Muchas gracias por la ayuda, Pegaso.
- No hay de que, espero que las cosas marchen bien aquí, Kasahara-san – las dos se dieron la mano y Honoka decidió seguir con lo suyo.
Incluso Yukiho le reclamó porque no le dijo nada sobre el problema, aunque en sí, le gustó que no hubiera algo grave en todo este asunto.
Y con eso, el cuarteto continuó su camino en busca de los demás Losts, aunque Honoka sonrió ante eso ya que por el momento, tenía a alguien que conoció que no era una mala persona.
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Ugoki-dashite 'ru mirai wo tomerarenai
Sono saki no poshibiritii
Ore-tachi dake no...
Dare no tame de naku
Idomu koto, osorenai
Atsuku, naru, karada, kokoro
Sore ni, tada, shitagau, honnou
Tsuyoku, naru, omoi, negai
Sore ni, tada, hitori, ugoku
Believe yourself Ashita e...
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Continuará…
