El mar nunca ha sido amigo del hombre. A lo sumo fue cómplice de su inquietud.

José Conrado

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Mayowanai DIVE! Yume! POWER! Tomoni hashire mirai e

Kimi yo kimi no mama gimme-gimme-fly!

Tokihanate Piscis, jump'n to the sky

Foruda no katatsumi nokosareta itsuka no photos

Utsuru egao wasurekaketeta hashagu jounetsu

Takaku tooku tsuyoku

Motto hayaku koeru tsunagu

Kiseki egaita hikari ga yomigaeru

Mayowanai DIVE! Yume! POWER! Tomoni hashire mirai e

Kimi no SHI-A-WA-SE mamoru TABI ni kirameku yo energy

Hanasanai CATCH! Yume! WONDER! Yorisoeru yo my heart, your heart

Kimi yo kimi no mama gimme-gimme-love!

Tokihanate Piscis, jump'n to the sky

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Había caído la noche y el cielo estaba despejado. Mientras tanto, en la base de IDOL, las chicas continuaban sus entrenamientos, aunque al final Honoka llegó con las demás líderes.

La peli jengibre notó el esfuerzo que estaban poniendo las combatientes y pensó en algo que podría animarles y les propuso ver una película y no solo eso, ya la tenía elegida.

- ¿En serio vamos a ver eso?

- ¿Qué tiene de malo? Me llamó la atención – Honoka había mostrado la película para que todas las féminas la vieran.

- ¿Kraken y Sirenas? ¿No dijeron que esa película era mala?

- Vamos chicas, no creo que sea tan mala, después de todo, viene de Dreamworks así que no creo que tengamos nada que temer.

- Puede que sea así – las demás líderes confiaron en Honoka y pusieron la película para que los grupos disfrutaran un momento de descanso.

La trama era simple, una chica Kraken que se camuflaba entre los humanos para parecer normal, aunque había una nueva chica que conocía que ella no era humana. Pero esta chica de cabello rojo tampoco era humana, sino una sirena disfrazada llamada Reina Nerissa.

Y ni que decir cuando la película acabó.

- ¡Que mala es! – Honoka exclamó.

- Te dijimos que si estabas segura de que era buena idea verla.

- Lo sé, pero es que se miraba muy buena, además de que era de Dreamworks.

- Supongo que ya no hacen buenas películas, por algo la cuarta entrega de Kung Fu Panda fue muy mal recibida.

- Como sea, lamento haberla hecho ver esta película.

- No te preocupes Kousaka-san, todo está bien, igual nos hace saber que las sirenas son malas.

- Y eso que Chika-chan quería que formáramos un grupo en donde llamáramos Sirenas – Riko miró a la peli mandarina quien se sonrojó un poco.

- E-Es porque me gustan las sirenas, al menos así lo era.

- Muy bien, es hora de ir a descansar, mañana seguiremos con los entrenamientos ¿entendido? – Umi dijo.

- ¡Sí!

Con eso, todas se fueron a descansar a sus cuartos. Por el lado de la peli azul, esta pensó un poco en la película y a pesar de que la trama fue algo que no le gustó por lo trivial que fue, así como ser la copia de la Sirenita 2, pero podía pensar en que las sirenas tenían esa capacidad de trastornar la mente con sus cantos.

- Las sirenas son de temer… me pregunto si un día vamos a pelear contra una.

Umi no vería venir que justo esas palabras se cumplirían debido al Marino que estaba por despertar.

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Yomiyama es un pueblo muy bonito, pequeño y raro. En él, se pueden apreciar diferentes tipos de personas extrovertidas o raras. A pesar de ser pequeño se puede notar a simple vista que es bonito y que muchas de las personas que habitan allí son amables.

A pesar de eso, lo que poca gente del exterior sabe es que muchos tienen miedo de un fenómeno extraño el cual los ha azotado por años y es algo que no pueden dejar pasar debido a las consecuencias horribles que tiene.

Aunque lo que pocos sabían es que todo ese asunto tan solo sería algo que se imaginaban.

En el pueblo, había una preparatoria la cual poseía una clase que era considerada maldita y aunque la gente diría que solo eran supersticiones, los que sabían de ese tema, conocían que no era algo de lo que burlarse.

Una llamada Calamidad de la clase 3-3 que afectaba a los estudiantes de esa aula y todo era un lío cuando eran asignados ahí, pero lo que no sabían es que no era una maldición ni nada por el estilo.

Ese día, las clases estaban iniciando y en esa clase, se llevaba una especie de protocolo en el que se ignoraba un estudiante para lograr calmar un poco esta dichosa calamidad.

Dos estudiantes fueron los que conformarían esto, siendo estos: una peli negra de un ojo rojo y en el otro un parche llamada Misaki Mei y un chico de cabello castaño y ojos del mismo color llamado Sakakibara Koichi.

Los dos estaban calmados haciendo sus cosas, incluso no les importaba mucho lo que hacían los demás sobre el hecho de ignorarlos por el problema de la calamidad.

- Veo que las cosas siguen iguales – Koichi decía notando a varios estudiantes entrenando en el campo de atletismo.

- Es típico, los demás hacen eso porque no tienen de que preocuparse, por lo que ellos viven bien – la peli negra decía tomando algo de su jugo y notaba a los atletas tomando agua por montones.

- Y vaya que toman mucha de esa agua, yo por eso traigo mi botella.

- Yo igual, no es que no me gusta el agua de aquí, pero prefiero tener lo mío.

Todo iba bien, pero un poco alejados de ellos, uno de los atletas que era alumno de la clase 3-3, iba hacia el baño luego de tomar agua.

Fue a las duchas y abrió la llave para que la fresca agua diera en su cuerpo y eso lo relajó, luego de todo el entrenamiento que había tenido.

Todo iba bien hasta que cuando estaba por tomar el jabón, escuchó una especie de canto proviniendo de algún lado, aunque débil, se podía escuchar. No fue lo único ya que de repente, sintió una especie de mareo.

- ¿Q-Qué es esto? ¿Por qué me siento así? – el chico trató de salir, pero el jabón cayó de sus manos y acabó tropezando con él.

Los pasos flojos del chico lo llevaron hacia el lavamanos en donde terminó estrellando su cabeza en uno de los bordes lo que causó un sangrado duro, además de una conmoción cerebral la cual fue la determinante de su muerte.

La escuela solicitó investigación, siendo que al final se dijo que fue accidental, no encontrando nada raro en él y notando todo el sitio, fue que se resbaló en el agua, se golpeó y murió.

- Otra víctima de la Calamidad.

- No puede ser, no quiero pensar quien será el siguiente en morir.

- Ojalá que no sea yo – el pánico estaba apoderándose de los demás por todo esto.

En ese momento, la escuela comenzó a temblar un poco y como era normal, todos se asustaron y salieron corriendo pensando en que era un terremoto.

Pero la realidad era otra.

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En los cuarteles generales de IDOL, las líderes se reunieron rápidamente al tener reportes sobre actividad extraña.

- Tenemos informes sobre una actividad siniestra en Yomiyama.

- ¿Qué tipo de actividad siniestra?

- Podemos decir que hay posibilidades de que un Marino esté manifestándose.

- Habrá que mandar a patrullar la zona en caso de que sea así – las demás asintieron.

Umi llamó a las que irían con ella por órdenes de Honoka y las demás para patrullar la zona de Yomiyama.

De parte de su mejor amiga, irían Koizumi Hanayo y Ayase Eli.

Por el equipo de Chika, irían Ohara Mari y Kurosawa Ruby.

Del lado del equipo de Ayumu fueron Konoe Kanata y Miyashita Ai.

En cuanto al equipo de Kanon estaban Arashi Chisato y Heanna Sumire.

Y de parte de Kaho iban Yugiri Tsuzuri y Anyoji Hime.

El equipo partió hacia la zona de Yomiyama en donde nada más llegar luego de horas de vuelo, notaron a casi todo el sitio afuera de la escuela ayudando a los estudiantes debido al susto por el terremoto.

- ¿Qué fue lo que pasó?

- Iré a preguntar a algunas personas.

Un momento después, las chicas se reunieron para hablar sobre el asunto y lo que pudieron averiguar sobre todo.

- Un terremoto solo en la escuela – Umi decía mirando a su equipo – no tiene sentido.

- Sí, no puede temblar solo en una región pequeña, se tiene que sentir en todo el pueblo.

- ¿Habrá un Marino?

- No lo sé con certeza, puede que así sea, pero tenemos que averiguar más sobre el asunto.

- ¿Qué hacemos entonces? – Sumire preguntó.

- Vamos a patrullar por el área, tenemos que ver si hay sospechoso.

- ¡Sí!

El grupo entero se dispersó y muchos fueron por alrededores de Yomiyama en busca de algo sospechoso.

Por el lado de Umi, esta fue junto con Tzusuri por la academia buscando algo que fuera extraño. No había nadie luego del temblor por lo que tenían total libertad de andar por los pasillos y aulas.

- ¿Por qué andamos aquí? No tiene mucho sentido.

- Puede que sí, aunque tenemos que vigilar ya que cualquier detalle es importante para nosotros – Umi dijo a lo que la albina asintió.

Las dos siguieron caminando hasta que encontraron las escaleras que iban a la parte inferior de la escuela en donde estaban los dispensadores de agua y no notaron nada raro.

- Creo que debemos irnos, me da cosa estar aquí.

- Supongo que sí, no hay nada aquí – justo cuando se estaban yendo, escucharon un ruido el cual llamó la atención de ambas.

Umi y Tsuzuri fueron a ver qué fue lo que pasó con ese ruido y no solo eso, sino que lo escucharon más fuerte, pero no podían ver de dónde provenía ese sonido.

Buscaron por todos lados, aunque en el momento en que se acercaban a la fuente del sonido, Tsuzuri se empezó a sentir mareada al igual que Umi.

- ¿Q-Qué es esto? – la peli blanca exclamó tomándose la cabeza, aunque la peli azul se agarró de la pared para evitar caerse.

- No lo sé, pero es como una especie de voz que escucho, pero no es tan fuerte.

- Lo sé… pero… – Tsuzuri estaba por caer sobre una tubería que estaba puesta en la pared, pero Umi logró tomarla a tiempo antes de que el golpe fuera mortal.

- Ten cuidado, esta voz parece que nos jode la cabeza y nos marea.

- Umi-san… lo siento – la chica cayó dormida, pero de suerte Umi la logró poner en el suelo a salvo.

La oji avellana continuó buscando la fuente del sonido, llegando a una especie de ruina en una de las esquinas de ese cuarto. El sonido venía de ahí.

- Necesito entrar ahí… no me importa que ese canto me esté matando la cabeza, tengo que entrar ahí – la chica sacó su arma laser que tenían todas y la disparó múltiples veces a la pared hasta que la grieta se hizo más grande y finalmente se derrumbó.

Umi iluminó y se dio cuenta que había unas escaleras que iban hacia abajo a un lugar extraño. Realmente la peli azul creía que nunca se había hecho estas escaleras ya que lucían demasiado antiguas.

- Me pregunto qué es lo que pasa aquí, es más, estas escaleras se ven muy raras – a medida que la joven seguía caminando, llegó a un sitio plano el cual era más extraño, no parecía estar hecho de algún material que conocía.

No obstante, Umi se quedó en silencio al darse cuenta de que en lo que estaba caminando, no era un suelo.

Era piel.

La voz extraña volvió a sonarse, pero esta vez sintió un breve temblor y fue cuando se dio cuenta de todo lo que ocurría.

Eso no era un piso, era el monstruo que andaba buscando.

Lo peor fue que cuando Umi quiso salir corriendo, eso despertó al dormido monstruo el cual rugió con fuerza haciendo temblar los cimientos de la academia.

Umi sin querer, había despertado al Marino que habitaba debajo de la academia de Yomiyama.

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Mirai wa kono te ni aru wa

Te o toriatte yumemite ikou

Daitan ni kyō wa hadashi de odotte (mera mera)

Kokoro ni hi o tomose

Warawarete mo kenasarete mo

Sore ga kitto ichiban kagayaku no sa

Yume wa kogaredo kogetari wa shinai yo

Taiyō mitai ni mainichi ai ni kite

Bokura o terashite kureru

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Continuará…