Finalmente, todos tomaron sus platos y tazas para acomodarse en el salón.
Alfred, Bruce, Dick y Damian compartieron un sofá. Jason, Tim y Marinette, el otro.
Una vez que todos estuvieron satisfechos, la conversación regresó a los sorpresivos sucesos de ayer.
Marinette encendió el televisor mientras buscaba el Ladyblog en su teléfono.
Esta iba a ser una laaaarga conversación.
Capítulo 5: Reunión Parte 2~Sábados de secretos.
—Entonces… la maldita cosa estaba hecha rocas, debía pesar algunas toneladas, claramente podía levantar algunas toneladas ¿y se hacía más grande cada vez que lo atacaban? —Jason se quejó, luciendo absolutamente aturdido, mientras todos observaban en la pantalla, una compilación de lo que sucedió durante los dos primeros días de escuela con StoneHeart.
—No lo llames 'cosa' —Marinette lo regañó —Ese era Iván.
Damian se inclinó hacia adelante, desde su sofá, para mirarla — ¿Cómo sabes su nombre?
—Es uno de mis compañeros de clase —ante esa respuesta, Tim la apretó contra su costado. Ella simplemente se acurrucó mejor, metiendo la cabeza bajo la barbilla de su amigo, mientras hacía un gesto hacia el televisor —Lo entenderán en un minuto, solo sigan viendo.
Para el final del video, todos estaban bastante tensos —Pixie pop, juro por Dios que estoy intentando mantener la mente abierta ¡Pero eso parece una serie de chicas mágicas con un CGI espectacularmente bueno y deficiente creatividad de vestuario!
—Esa es una manera de decirlo. Ese reseteo de la ciudad al final parece demasiado conveniente —Dick asintió, en acuerdo con Jason — ¿Qué edad se supone que tienen esos héroes, de todos modos?
Marinette se encogió de hombros —El consenso general es que son adolescentes, dado su tamaño y la forma en que se comportan fuera de las batallas, pero nadie puede decirlo con certeza, ya que la magia que protege sus identidades impide que las personas analicen sus características a profundidad.
Bruce se pellizcó el puente de la nariz con los dedos índice y pulgar — ¿Puedes explicar mejor esto, Marinette?
Marinette se lanzó a un recuento de la cronología de los hechos, explicando más detalles sobre StoneHeart, y usando todo lo que había en el blog de Alya como material audiovisual para complementar sus explicaciones.
Explicó vagamente cómo funcionaban las akumatizaciones, bailando al filo entre dejarles ver que sabía más del tema que el civil promedio, y no hacerlo.
Detalló los poderes de los héroes y lo poco que sabían de HawkMoth, ya que casi nunca aparecía a la luz pública, mucho menos Mayura.
—Sé que suena loco, pero si se quedan en la ciudad el tiempo suficiente, lo verán con sus propios ojos —Marinette suspiró —en promedio hay uno villanos akumatizados en la semana. A veces más. Ayer por la tarde hubo un ataque en el Museo Louvre, justo antes de que Bunnyx me abordara sobre Parrain.
Tim la miró con intriga —También está eso ¿Por qué lo llevaría contigo? Si su trabajo simplemente era sacarlo de la corriente temporal ¿Por qué tomarse la molestia de buscar un conocido?
Marinette se encogió de hombros —Incluso si hubiera tenido el estado mental adecuado para hacer preguntas, cuestionar a un viajero del tiempo no es algo fácil.
Tim todavía parecía inquieto al respecto, igual que Bruce.
— ¡¿Podemos volver al hecho de que todo París ha sido rehén emocional de un hombre mariposa?! —Jason agitó un brazo para llamar la atención —durante ¿qué? ¿Siete meses? —Marinette asintió —más de medio año. Oye, Dickhead, tú eres el que está asociado a la Liga ahora ¿Ellos tampoco saben sobre esto?
Richard negó con la cabeza bruscamente —Nunca escuché ni leí nada como esto.
—Tampoco se ha mencionado en la red de la Liga, Young Justice ni los Titanes —añadió Tim, porque, por supuesto, piratear la correspondencia de los superhéroes era su entretenimiento de los viernes por la noche.
Marinette ladeó la cabeza —Creo haber oído, hace poco, que el alcalde envió una solicitud de auxilio a la Liga, pero nunca indagué al respecto.
Tim frunció el ceño —Lo comprobaré de nuevo más tarde, pero estoy bastante seguro. Algo como esto no debería haber pasado desapercibido.
—Algo debió perderse en el medio —Dick ahogó un quejido, preocupado. Esto no era un pueblito perdido en medio de las colinas ¡Esta era una capital que vivía del turismo! ¿Cómo la situación no era noticia internacional?
—Esto es más que perderse un mensaje —se burló Damian —esto es un bloqueo masivo de información. No hay noticias al respecto fuera de París —el menor hizo un gesto a su teléfono, indicando que lo había comprobado
Dick aplaudió para llamar la atención —Bien, yo digo que nos quedemos unos días. Tenemos los Zetas para regresar a Gotham cuando sea necesario. Y, de todos modos, necesitamos planificar con cuidado cómo anunciar a B al público —Tim ahogó un quejido ahora, previendo el dolor de cabeza que eso iba a significar.
Aunque Alfred estaba felizmente de acuerdo con la moción.
Jason se llevó los brazos tras la cabeza, en una apariencia relajada — ¿Vacaciones familiares en París? Eso no suena para nada como un posible desastre —se burló —Estoy dentro.
Damian le dio un codazo a su hermano mayor—Grayson, necesitaré que envíes un correo a la escuela sobre mi ausencia si nos quedamos más allá del fin de semana.
El aludido se pasó una mano por el pelo —Y yo tengo que avisar a Jim. Suerte que tengo vacaciones acumuladas en el trabajo.
—Tamara me va a querer asesinar cuando sepa que estaré fuera más que un fin de semana —Tim añadió, hundiendo la cabeza en el cabello de Marinette y sonando lamentable.
Jason se burló de todos ellos. Hasta que la puerta sonó.
— ¿Esperas más visitas? —Tim preguntó, sonando incrédulo, apenas levantando la cabeza del cabello de Marinette.
Alfred se aclaró la garganta —Esa debe ser Leslie, para el chequeo de seguimiento del Maestro Bruce —el mayordomo aprovechó que Marinette estaba envuelta en el abrazo de Tim para atender la puerta.
Todos los demás voltearon a ver a dicho hombre, que había estado terriblemente callado durante varios minutos. Bruce estaba analizando el Ladyblog con ojo crítico… aunque a nadie se le escapó la mueca que hizo cuando Alfred abrió la puerta a Leslie. Provocó que Marinette y los chicos se rieran abiertamente de él.
Rápidamente, Marinette se desenredó de Tim para empezar a recoger todos los trastes usados. Jason y Dick se hicieron cargo de la limpieza mientras Marinette rellenaba la tetera y volvía a colocarla sobre el fuego.
Leslie le hizo un nuevo chequeo físico a Bruce mientras respondía a las preguntas aleatorias, aunque minuciosas, de sus hijos con familiaridad. Comprobó con Alfred y Marinette cómo se sentía tras la caminata de anoche y cómo había dormido. Finalmente preguntó qué había desayunado.
—Por cierto, tenías razón, querida —Lesile le sonrió a Marinette, mientras guardaba sus instrumentos, cuando ella le ofreció una taza de té —el restaurante del hotel era hermoso y la comida era muy buena.
Marinette le sonrió de vuelta —Me alegra que haya sido de su agrado, doctora Leslie.
—Entonces, Bruce ¿Cómo se siente tu estómago? ¿Alguna molestia por los lácteos?
El hombre negó con la cabeza —Me siento bien. Simplemente me lleno con algo de rapidez.
Leslie asintió —Es normal. Come hasta que estés satisfecho y tu estómago se adaptará progresivamente —hizo unas últimas anotaciones antes de beber su té —puedes empezar a integrar carnes blancas. Aves de corral y pescados preferiblemente, pero no intentes otros mariscos, ni carnes rojas, hasta dentro de ocho o diez días. Te veré de nuevo entonces para otro chequeo y comprobar si necesitas suplementos, pero no duden en llamar si parece que algo va mal —en vez de dirigir esa advertencia a su paciente, miró a su alrededor.
Todos los presentes, excepto Alfred y Damian, hicieron un saludo militar en reconocimiento —Entendido.
Bruce resopló, aunque se quedó sabiamente en silencio.
—Sin nada más, me retiro. Debo volver a casa.
Alfred asintió —Jóvenes maestros, ¿si pudieran facilitarme las llaves del vehículo que rentaron?
Dick sacó las llaves del bolsillo de sus jeans y las arrojó cuidadosamente al hombre —Todas tuyas, Alfie. Y antes de que te vayas, Leslie ¿Papá está bien para salir a caminar hoy?
La doctora le sonrió —Por supuesto, pero procuren que no se exceda y tome descansos. Y mucha agua —siguió a Alfred hacia la puerta, ignorando el gruñido(berrinche) de su paciente — ¡Diviértanse haciendo turismo, todos ustedes! ¡Fue un placer conocerte, Marinette!
Todos respondieron con agradecimientos y despedidas para la gentil mujer hasta que la puerta se cerró tras ella y Alfred.
Dick le pasó un brazo sobre los hombros a Marinette — ¿Qué dices, Cupcake? ¿Estás dispuesta a darnos un tour?
La chica sonrió, dándole una suave palmada en el brazo —Siempre les dije que los llevaría a las mejores vistas de París si venían a visitarme, y yo cumplo mis promesas, así que cuenta conmigo —hizo una pausa y miró a su padrino — ¿Qué dices, Parrain?
La perspectiva de pasar el día con su familia sonaba maravillosa para Bruce, incluso después de conocer la situación de la ciudad —Suena bien para mí.
Dick sonrió ampliamente —Bueno, todos deberíamos elegir un lugar que queremos ver y organizarlo desde ahí.
—El Museo de Orsay. O el Louvre —declaró inmediatamente Damian.
Tim se estiró perezosamente en el sofá, enfatizando lo grande que era la sudadera con capucha roja que estaba usando —También deberíamos buscar un lugar para alquilar mientras nos quedamos aquí. Hoteles descartados: demasiadas posibilidades para fuga de información.
—Un lugar con espacio para Titus y Alfred el gato —indicó Damian de inmediato.
A lo que Dick accedió con una sonrisa —Por supuesto, Dami.
Tim bostezó mientras tomaba su celular —Sí, una casa con jardín. Anotado, Gremlin.
Bruce parpadeó cuando el apodo de Tim no desató, instantáneamente, una ráfaga de insultos de parte de su hijo menor — ¿Entonces, Parrain? —Marinette llamó su atención — ¿Hay algo en particular que quieras hacer o ver?
Él consideró su pregunta un momento —Un paseo por el río suena agradable.
Dick se animó, balanceándose de talones a la punta de sus pies — ¡Me gusta esa idea! ¿Sabes si se pueden rentar botes deportivos?
Marinette se deslizó desde debajo de su brazo para volver a sentarse junto a Tim en el sofá —Sé que los cruceros que salen del puente de Alexandre III son muy populares por su cenas con música en vivo, pero supongo que se pueden rentar botes privados, aunque no tengo información sobre eso —se llevó una mano bajo el mentón mientras hablaba —por cierto, Tim, entre el sexto y séptimo distrito están la mayoría de casas vacacionales de la gente que viene a veranear o a pasar las fiestas de fin de año en la ciudad. Muchas de ellas se ponen en renta el resto del año.
Tim tarareó en reconocimiento —Gracias por el dato. Echaré un vistazo.
Sonriendo, Marinette deslizó su pie alrededor del tobillo de Tim, y tiró juguetonamente, consiguiendo su atención en forma de una mirada curiosa —Aún no escucho lo que tú quieres hacer, Oiseau. La primera vez que me llevaste a tu skatepark favorito en Gotham, yo prometí que te llevaría a donde quisieras en París —ella le recordó — ¿Entonces? ¿Qué será?
Tim se mordió el labio inferior y se retorció en su sitio, atrayendo la mirada curiosa de los demás —He visto fotos geniales del barrio Montmartre. Especialmente de la basílica y la casa hundida —el adolescente mayor explicó —me gustaría tomar mis propias fotos allí.
Marinette asintió con entusiasmo — ¡Seguro! Montmartre es uno de mis lugares favoritos para ir en diciembre. El mercado Saint-Pierre simplemente cobra vida en las vísperas de Navidad. ¡Y la plaza du Tertre siempre está llena de artistas creando y exponiendo sus obras! —su última exclamación llamó la atención de Damian también — ¿Qué hay de ti, Jay?
Marinette y Tim giraron en tándem para mirar al de mechón blanco, esperando su respuesta. Jason les sonrió con picardía — ¿Crees que pueda salirme con la mía subiendo a Notre Dame a ver las gárgolas, Pixie?
La chica se rió entre dientes mientras Tim negaba con la cabeza — ¿Ya te sientes nostálgico? —se burló ella de vuelta —Hay una escalera de caracol que permite subir a las torres de la catedral… Aunque no puedo prometer que la policía, o los mismos Chat Noir y Ladybug, no arrastren tu trasero fuera de allí si te ven entre las gárgolas.
Jason se rió, como si la perspectiva de eso fuera lo divertido de su idea inicial — ¿Qué hay de las catacumbas? ¿Se puede hacer espeleoturismo aquí, verdad?
Marinette se estremeció —Bien, públicamente solo hay acceso a las viejas minas bajo el distrito catorce… lo que, en realidad, solo equivale al 0,5% de los 300 kilómetros de túneles y criptas —hizo una pequeña pausa —Bajo el quinto, sexto, duodécimo, decimotercero, decimoquinto y decimosexto distrito está prohibido, pero todo el mundo sabe que hay gente haciendo expediciones allí abajo por cuenta propia, ya que hay entradas "secretas" a lo largo del metro y las alcantarillas… solo debes saber dónde buscar.
Jason parecía bastante más interesado a medida que ella hablaba. Dick le hizo un gesto para atraer su atención — ¿Por qué todo ese espacio está prohibido al público?
Marinette cruzó una pierna sobre la otra y volvió a acurrucarse en el costado de Tim —Diversos motivos. El sistema de túneles es muy complejo y es fácil que la gente se pierda: durante la segunda Guerra Mundial, tanto los Alemanes como la Resistencia Francesa establecieron algunos búnkers y es posible que no todos hayan sido descubiertos y limpiados aún a día de hoy —lo que básicamente significaba que aún podía haber criptas con armas, municiones y desafortunados cadáveres sin encontrar —también hay pasillos bajos y estrechos que se inundan en temporada de lluvias. Y si eso no fuera suficiente, algunos años atrás, grupos de fanáticos de la alquimia, intentaron encontrar los restos de Nicolas Flamel entre las catacumbas, tratando de atravesar los muros de piedra caliza, lo que terminó en múltiples tragedias.
— ¿De qué me suena ese nombre? —Dick preguntó en voz baja.
—Nicolas Flamel fue llamado el Alquimista francés por excelencia, gracias a un supuesto 'grimorio alquímico' que pasó veinte años tratando de descifrar —Bruce explicó —una fortuna decente de origen mayormente desconocido, que empleó en donaciones y fundaciones, además de su supervivencia a la peste negra fueron algunos otros "argumentos" sobre su habilidad alquímica.
—Y, cuando intentaron exhumar su cuerpo, descubrieron una tumba vacía. Lo que sumó rumores a que había logrado la inmortalidad —complementó Marinette.
—Pff, mi tumba también está vacía. Gran cosa —bromeó Jason, obteniendo gritos indignados de su nombre, de parte de Dick, Tim y Bruce.
Damian simplemente chasqueó la lengua, mientras que Marinette lo confrontó con una ceja levantada —Tu tumba está vacía porque te devolvieron a la vida y te arrojaron a un pozo de magia corrupta creado quién sabe cómo* —sintió a Tikki agitarse en su bolsillo y rezó para que nadie más se diera cuenta del movimiento inusual de la tela —así que ¿qué clase de argumento en contra de lo sobrenatural estás tratando de ofrecer aquí, JayJay?
Jason abrió y cerró la boca por un momento, sin tener una respuesta para eso, lo que provocó que sus hermanos se rieran de él —Te cerraron la boca, Jay —resopló Tim, con una gran sonrisa en los labios.
—Oh, cierra el pico, reemplazo —Jason espetó, sin el veneno que solía poner en esa palabra al principio, mientras se estiraba por sobre el joven genio para arrebatarle a Marinette, arrastrándola en un abrazo apretado para revolverle el pelo como venganza.
Marinette trató de saltar fuera del sofá, pero no fue lo suficientemente rápida en desenredarse del abrazo de Tim. Sin embargo, cuando las grandes manos de Jason envolvieron la piel expuesta de sus antebrazos para atraerla a su regazo, una sacudida floreció por su columna vertebral: se sintió como si un rayo aterrizara en su núcleo y enviara electricidad por todas sus terminaciones nerviosas.
Banderas rojas se levantaron en su mente, gritando alerta, problemas, corrupción y haciendo hervir en ella la urgencia de transformarse y desatar su cura milagrosa, a pesar de que no había un akuma ni un sentimonstruo, ni tan siquiera una batalla.
Cuando bajó la mirada, no pudo evitar un jadeo al ver un fluido verde tóxico resaltar en las venas de las manos y los antebrazos de Jason. Fue solo un segundo, pero le dio la sensación de que ácido puro fluía por su torrente sanguíneo. Instintivamente, sabía que nadie más que ella había visto eso.
— ¿Pixie? —Marinette, aun aturdida, levantó la mirada cuando Jason la llamó, probablemente preocupado de haberla lastimado sin querer, aunque eso no se procesó. Marinette simplemente pudo observar cómo el verde, que había transformado los ojos de Jason después de su resurrección, retrocedía hasta el mínimo posible, dejándolos un poco más parecidos al azul que estaba retratado en las viejas fotos de la mansión — ¿Marinette?
Saliendo finalmente de su estupor, Marinette se apresuró a encontrar una tapadera para su inesperada reacción. Ella colocó sus manos sobre las de Jason y lo persuadió para que aflojara su agarre, cambiando a una cara de horror obviamente falsa —No, Jay, cualquier cosa menos cosquillas.
Sabía que había firmado su sentencia de muerte, porque la intención inicial de Jason no habían sido las cosquillas, pero fue lo único que pudo pensar para encubrir sus jadeos sin aliento.
Ella vio el momento en que los ojos azul-verdoso se iluminaron con travesura y se tragó un suspiro.
Dioses. Las cosas que hacía para proteger su identidad secreta (porque ese extraño shock había sido, definitivamente, de naturaleza mágica).
— ¡Nooooo! —un momento después, ella, Jason y Tim se encontraron retozando en el sofá, en una guerra de cosquillas. Marinette no estaba segura de cuándo ni por qué se había involucrado Tim, ni si estaba la ayudando a ella o a Jason, simplemente continuó retorciéndose y tratando de escapar, rezando porque Tikki no estuviera siendo muy maltratada en esa guerra de cosquillas.
Finalmente, Dick y Damian tuvieron que intervenir, cuando la escucharon quedarse sin aliento constantemente. El de ojos verdes la levantó fuera del alcance de cualquiera de sus hermanos mayores mientras Dick hacía lo que podía para contener a los otros dos —Ahora, niños, seguramente ninguno de ustedes quiere ir y decirle a los padres de Marinette que rompieron un sofá en medio de una guerra de cosquillas ¿verdad? —Dick los regañó en broma.
Marinette agradeció a Damián con un rápido beso en la mejilla, tras ser bajada sobre sus propios pies. Fue un gesto tan rápido que no se dio cuenta del suave enrojecimiento que floreció en la piel morena, concretamente en los bordes de sus orejas… o del suave destello de calidez que inundó su propio pecho por un instante.
—Hablando de eso —Bruce añadió, después de estar perfectamente feliz de dejar a los niños en su caos —ustedes cuatro deberían recordar que tienen educación y modales, y bajar a saludar a Tom y Sabine — instruyó, sabiendo con certeza que no se habrían detenido a las cortesías básicas en su prisa por llegar a él —especialmente si pretenden arrastrar a su hija todo el día, a través de la ciudad, con nosotros.
En respuesta, sus cuatro hijos mostraron diferentes grados de remordimiento en sus rostros, haciéndole saber que tenía la razón.
—Está bien, muchachos. Yo tampoco he ido a darle los buenos días —Marinette trató de suavizar eso con una sonrisa —si esperan unos minutos a que prepare una taza de té para mamá y café en leche para papá, podemos bajar juntos —los cuatro asintieron a ella antes de que se moviera de vuelta a la cocina —mientras estoy en esto, Tim ¿quieres otra taza café?
— ¡Yo siempre! — respondió sin dudar, ya de vuelta en su teléfono.
Dick frunció la nariz — ¿Cuánto café llevan ustedes dos?
—Para citar a Jason: no lo suficiente —Marinette respondió burlonamente.
Tim estuvo de acuerdo, levantando su taza vacía en imitación de un brindis antes de que su amiga la rellenara —Nunca lo suficiente.
Jason negó con la cabeza —Mocosos impertinentes
—Dos tazas grandes cada uno —declaró Damian, cruzado de brazos.
Tim hizo un gesto como si espantara a una mosca, antes de levantarse del sofá —Demon spawn, ¿Esto parece bien para tus animales? —le acercó su teléfono.
Dick y Bruce echaron un vistazo a la pantalla sobre los hombros del menor. En la pantalla había una serie de fotos de una bonita casona de dos pisos con 8 dormitorios, cuatro de ellos con camas matrimoniales y baño privado, los otros cuarto con camas de plaza y media; otros dos baños en los pasillos, una cocina completamente equipada de concepto abierto, la sala de estar en el primer piso tenía un centro de entretenimiento, en el segundo piso había un balcón amplio que se extendía más allá del porche.
Tenía un hermoso jardín delantero lleno arbustos florales y un jardín trasero muy amplio con un árbol de hojas caducas y muchas sillas de jardín. Los laterales de la casa estaban separados de los vecinos por pequeños pasillos de un metro y una cerca blanca.
— ¡Se ve muy bien, Timmy! —Dick estuvo de acuerdo con una sonrisa, aunque esta disminuyó cuando su hermano solamente asintió sin mirarlo.
—El espacio parece adecuado —Damian también accedió, después de revisar los jardines con ojo crítico. Bruce también expresó su acuerdo antes de que su hijo menor devolviera el teléfono.
Marinette y Jason también se acercaron a mirar. Jason mostró su acuerdo fácilmente, mientras que la chica se animó — ¡Esa es la casa de Madame Gaullete!
Tim levantó una ceja hacia ella, recuperando su taza, nuevamente llena y cálida — ¿Conoces a los dueños?
—Es amiga de mi Nonna —explicó —lo divertido del asunto es que ambas vivieron aquí muchos años, pero se conocieron en un tour por el Caribe. Madame Gaullete también es una aficionada a viajar por el mundo —Marinette hizo una pausa mientras recuperaba su teléfono —Creo que tengo su número por aquí…
Después de una llamada, los Wayne tenían la casa alquilada y podían recoger las llaves en media hora. Marinette sirvió las bebidas de sus padres en tazas para llevar y animó a los chicos a bajar con ella.
Bruce eligió quedarse en el sofá, echando un vistazo más profundo al Ladyblog.
La panadería estaba en un rato lento, ya pasado el furor del desayuno, así que Tom y Sabine recibieron y saludaron a sus visitantes con entusiasmo y calidez, además de agradecer a su hija por las bebidas.
—Esperábamos que nos permitieran robarles a su hija por el día —Dick fue quién preguntó, con su sonrisa encantadora y en perfecto francés —nos gustaría hacer un poco de turismo y, ya de paso, todos extrañamos mucho a Nettie desde el año pasado.
La pareja no tuvo problemas en aceptar. Marinette generalmente era muy diligente en ayudarlos con la tienda los fines de semana, así que ambos estaban felices de concederle un tiempo libre.
Alfred regresó de llevar a Leslie al "aeropuerto" justo cuando los Dupain-Cheng preguntaban por el recorrido que la familia estadounidense pretendía hacer y si Bruce estaba en condiciones de seguirles el ritmo.
—Por supuesto, no deberíamos tratar de hacer todo hoy —Marinette estuvo de acuerdo —el museo de Orsay está cerca del lugar que alquilaron, pensé que podríamos empezar por allí, luego almorzar y recorrer Montmartre, ydar ese paseo por el Seine al final de la tarde. Madame Gaulette nos dio el contacto de un conocido que alquila un yate. Mañana, antes del mediodía, podemos ir al Louvre y luego dirigirnos a las catacumbas.
Todos parecían de acuerdo con el plan antes de preguntarle a Alfred si tenía alguna otra sugerencia. El mayordomo negó, afirmando que estaba satisfecho con la planeación actual.
—Tom, Sabine ¿Por qué no se unen a nosotros en el bote? —Dick ofreció —Hay suficiente espacio, podríamos comprar comida para llevar y cenar todos juntos.
Los esposos intercambiaron miradas, en lo que parecía una conversación silenciosa, bajo la mirada entusiasta y suplicante de Marinette, cosa que Tim no pasó por alto. Después de unos segundos, se volvieron hacia el mayor de los hermanos —Gracias por la invitación. Iremos con gusto —aceptó Tom, colocando una mano sobre el hombro de su esposa.
—Marinette, nos llamas cuando se hayan desocupado en Montmartre y nos reuniremos en el muelle —terminó Sabine.
Su hija los abrazó con entusiasmo —Claro, mamá.
Tim se aclaró la garganta para llamar la atención de los demás después de un minuto —Tenemos que recoger las llaves de la casa en 20. Será mejor que tomemos las cosas de B y nos vayamos.
Alfred asintió —Iré a hacer la maleta.
Marinette también se animó —Tengo algo que darles antes de irnos —sonrió a todos antes de dirigirse a las escaleras.
Las risas divertidas que Tom y Sabine soltaron en respuesta a su hija, hicieron que los cuatro justicieros se miraran entre sí antes de seguirla.
—No pudo haber tenido tiempo de hacernos cosas a todos ¿Cierto? —Tim murmuró mientras subían a la casa —ese es su tipo de sorpresa habitual, pero…
—No lo creo, pero estaba tomando tanto café como tú ¿Quién nos asegura que se fue a dormir cuando dijo que lo haría? —rebatió Jason, en tono similar.
Marinette los ignoró por completo, con una gran sonrisa, mientras entraba a la casa. Echó un vistazo a Bruce y Alfred, quienes parecían casi listos para irse, y siguió de largo a su habitación, instando a sus invitados a seguirla.
Bruce los observó desfilar con una ceja en alto. Mientras que los tres mayores se encogieron de hombros, Damian fue el único en detenerse y repetir lo que Marinette les había dicho.
Bruce se permitió una pequeña sonrisa, intuyendo de qué se trataba. Él y Alfred siguieron a los jóvenes arriba solo para ver a Marinette con la mitad del cuerpo metido en un cofre lleno de cajas y papel de regalo.
La niña se levantó con una pila de cinco cajas planas rectangulares de colores. Gris, azul cían, rojo carmesí, rojo granate y verde oscuro.
—Atrapen —Marinette le sonrió con picardía antes de empezar a lanzar las cajas. Las rojas a Tim y Jason, la verde a Damian y la cían a Dick. Mientras que la gris fue entregada cuidadosamente en manos de Alfred —bueno ¿Qué esperan? ¡Ábranlas!
Bruce acarició el bordado de su camisa mientras veía a Tim ser el primero en abrir su obsequio.
Tim se quedó boquiabierto, contemplando la prenda que extrajo de la caja: era un chaleco formal de color vino tan oscuro que casi parecía negro, bordado por todas partes con hilo dorado para formar un dragón chino; lo más impactante, sin embrago, debía ser la fina capucha que no desentonaba con la prenda elegante, parecía que podía plisarse entre la espalda y ocultarse a plena vista.
Damian fue el siguiente, su prenda era un cómodo jersey ombre que iba de verde bosque a gris con un gran bolsillo canguro para mascotas, y huellas de gato bordadas con hilo negro en vertical, que iban desde los hombros al final de las mangas.
Dick hizo una mezcla de chillido y arrullo cuando vio su regalo: un blazer semi-formal con corte frac (dos faldones en la parte posterior que llegaban por encima de la rodilla) hecho en una tela de estampado militar azul en las mangas y solapas, y todo lo demás de un sólido azul turquí.
Mientras tanto, Jason parecía enloquecer en silencio, contemplando su propia chaqueta: una mezcla impresionante de estilo rockero y motociclista, color rojo sangre y negro, con un par de bolsillos falsos en el exterior y varios bolsillos más ocultos, dos correas en la parte baja y unas cuantas cadenas negras que estaban bien aseguradas a la tela, de modo que no hacían ni un ruido al moverse.
Entonces, se desató el caos. Dick, Jason y Tim empezaron a hablar uno sobre el otro. Marinette simplemente les ofrecía una sonrisa angelical mientras ella y Damian veían a Alfred observar a detalle la chaqueta de traje gris pizarra que, a diferencia de la camisa de Bruce, tenía bordados los nombres y apellidos de todos sus nietos y nietas (adoptados o no) con hilo iridiscente, por lo que solo se veían cuando la luz le daba de la forma adecuada.
Con ojos aguados pero felices, Alfred se acercó a la chica y le dio un beso en la frente —El obsequio es muy apreciado, mi querida niña.
Antes de que la franco-china pudiera abrir la boca para responder, Tim finalmente salió de su aturdimiento y se volvió hacia ella, arrojándole una miríada de preguntas incompletas e inconexas que casi nadie entendió. Marinette estaba luchando por no reírse.
— ¿Cuándo empezaste a incursionar en prendas más complejas? —Damian cuestionó, con voz serena pero firme, por encima del balbuceo de Tim.
Marinette tarareó mientras se giraba hacia él, fingiendo ignorar por completo a Tim —Algo menos de un año. ¿Recuerdas cuando te conté de esa competencia escolar con mini obras de teatro? —ella esperó a que Damian asintiera con la cabeza. Tim finalmente se calló —yo ayudaba con los vestuarios, pero me estaba frustrando con algunas cosas que no me salían bien, así que fui a investigar en internet y me topé con muchos universitarios que estaban subiendo videos de sus clases y/o proyectos de diseño y costura —Marinette hizo una mueca divertida, recordando esos días —fue como caer por una madriguera de conejo. No podía dejar de investigar y practicar. Pasé de accesorios y cosas sencillas, como pijamas, a ropa de diario y formal en el espacio de un par de meses.
—Entonces… ¿Esa chaqueta de sastre que me enviaste por navidad…? —parecía que Tim finalmente había recordado cómo hablar coherentemente.
—La hice yo misma por completo —su amiga confirmó con orgullo, colocándose ambas manos en la cintura.
Dick le dio un golpecito en el hombro — ¿Y cuándo tuviste tiempo de hacer todo eso? Ninguno de nosotros, excepto Alfred, cumple años pronto.
En respuesta, la niña se encogió de hombros —Justo después de fin de año empiezo con la planificación de los próximos regalos de cumpleaños y Navidad para familiares y amigos, según me venga la inspiración. Hace que esté menos ocupada y apurada a lo largo del año.
Tim parpadeó rápidamente — ¿Estás diciendo que acabas de adelantarnos los regalos de cumpleaños a todos?
Marinette se rió entre dientes —Quizás —esperó a que Tim abriera la boca para seguir interrogándola antes de continuar — ¿No tenemos unas llaves que recoger?
Pero entonces Jason también reaccionó —Oye, Cupcake ¿Inspiraste mi chaqueta en la que usó Jagged para su último concierto en vivo?
Marinette se mordió los labios, tentada a decir que sí y seguir adelante… pero Jason la miraba con la curiosidad de un niño pequeño y ver sus ojos verde-azulado le hizo sentir con ganas de perpetuar el caos. Recogió su cuaderno de bocetos y pasó las páginas descuidadamente —Oh, te refieres… ¿A esta?
Tim y Jason se inclinaron frente a las páginas que ella les mostró, donde una chaqueta rockera al estilo de los 90s, púrpura oscuro con correas negras, hebillas y cadenas doradas, junto a un pantalón con botas ligeramente acampanadas, con dobleces desiguales que aparentaban desgarros estaban plasmados. Las medidas estaban enlistadas y detalladas a la derecha, junto con los materiales y dos fechas separadas por el espacio de tres semanas.
Las mandíbulas de ambos chicos se fueron hasta el suelo cuando se dieron cuenta de lo que esa información significaba.
— ¡¿Tú hiciste la última chaqueta de Jagged?!
Bruce y Alfred apenas reaccionaron al estruendo de los muchachos, aunque Dick casi saltó sobre la espalda de Jason para echar su propio vistazo al cuaderno de bocetos.
Riéndose, Marinette colocó el libro en manos de Tim antes de girarse hacia su armario. Con toda tranquilidad y serenidad del mundo… si ignoraban su sonrisa traviesa.
— ¿Te encargó un atuendo y no nos lo contaste? —continuó Jason — ¡Eso es alta traición!
— ¡Lo último que supe fue que estabas diseñando la portada de su reciente álbum! ¡¿Cómo pasaste de diseño gráfico a un outfit de escenario completo?! —Tim sonaba altamente indignado y traicionado. Casi evitó que Marinette se riera de ellos.
Casi.
Especialmente porque Damian parecía divertido viendo a sus hermanos actuar así.
Mientras tanto, la niña había recogido unos calcetines blancos y un par de botas altas color gris ratón y se las estaba colocando —Tim, mon Oiseau, tenemos que recoger las llaves en 15 minutos y estamos a 12 de la dirección… siempre y cuando el tráfico acompañe.
La sonrisa traviesa de Marinette se ensanchó un poco más cuando vio a Tim sonrojarse de pura indignación —Escúchame ahora~
— ¡Yo conduzco! —Jason, en cambio, se dirigió hacia Alfred para recuperar las llaves del auto antes de que Dick pudiera hacerlo.
Marinette le dio una palmada en el hombro a Tim y cambió su expresión a una más dulce —Relájate, les contaré la historia en el auto —prometió —tenemos todo el día para ponernos al corriente. Por ahora, hay que salir.
El aludido colocó una mano en su espalda —Bien. Te vienes conmigo al frente —exigió, sin preguntar.
La franco-china estuvo fácilmente de acuerdo —Solo déjame tomar mi bolso.
Rápidamente, la superheroína secreta subió al altillo donde estaba su cama y agarró un bolso ligeramente más grande de lo habitual, con un tirante grueso, y dejó que Tikki se deslizara allí con un par de macaroons, metió su teléfono, sus llaves, su cartera antes de volver a bajar los escalones para recuperar su cuaderno de bocetos junto con un par de lápices, y detenerse frente a su espejo con el ceño fruncido.
—Miren lo que le hicieron a mi cabello —refunfuñó suavemente en dirección a los chicos. La guerra de cosquillas con Jason y Tim le había dejado un desastre en el pelo.
Ninguno de los dos se disculpó —Agarra un cepillo. Lo arreglaré —Tim rodó los ojos, esperando a que Marinette tomara el artículo, y unos coleteros, de su tocador para tomarla de la mano y arrastrarla con él.
Todos los siguieron, cerrando las puertas tras de sí.
Una parada rápida para despedirse de Tom y Sabine, y Jason rápidamente estuvo al volante, ignorando el navegador del auto para seguir los atajos que Marinette sugería, mientras ella se relajaba con los diestros dedos de Tim que tejían sus mechones.
La niña también contó la historia de su vinculación con Jagged Stone desde el principio, para beneficio de Bruce y Alfred. Desde la excursión escolar para experiencia de trabajo en Le Grand París donde la enviaron a ser 'buscadora' y acabó por tener que fabricar los lentes de Torre Eiffel que Jagged quería (mientras tanto, un akumatizado fanático loco de Jagged lo buscó por todo el hotel, y luego por toda la ciudad, atrapando gente en fotografías), lo cual condujo a que Jagged la eligiera como artista para el diseño de portada de su más reciente álbum (el mismo día en que el propio Jagged fue akumatizado ¡Convirtiendo a Fang en un jodido dragón!); luego vino el programa "Un día en mis zapatos" para el que Jagged estuvo en la panadería 'trabajando' y divirtiéndose con Tom (Tim, Jason y Dick no entendían cómo no se habían enterado del show ¿Qué tan profundo es este extraño bloqueo mediático en París?) hasta que Penny fue akumatizada (después de eso, Tom y Sabine los adoptaron como familia honoraria).
Finalmente, poco después de año nuevo, Penny la citó para hablar de un atuendo completo, que ella y Jagged aprobaron y fue usado hace unas cuantas semanas en el escenario.
—...a la derecha en este semáforo. Así que, con mis padres y Penny llegamos al acuerdo de mantener mi anonimato con un alias, por lo menos hasta que sea mayor de edad o esté decidida a publicitarme como diseñadora. Entonces MDC, "la nueva y misteriosa diseñadora de Jagged".
—El hecho de que te dijera desde el principio que tiene intención de encargarte múltiples veces es una locura —Tim exclamó, atando el final de una trenza holandesa con un coletero rosa —Jagged se ha vuelto famoso por lucir a los diseñadores una única vez y luego cambiar al siguiente.
Jason tarareó en acuerdo, mientras comprobaba los retrovisores —Dice que después del primer atuendo se relajan demasiado y pierden de vista su estilo.
Para cuando estaban girando en la última rotonda hacia el séptimo distrito, Marinette tenía a una familia de justicieros razonablemente preocupados por la frecuencia con la que se veía envuelta en, o cerca de, los ataques akumas.
Y eso que aún no sabían que casi toda su clase había sido akumatizada…
(Mucho menos que ella es Ladybug)
Se detuvieron frente a la casa, bastante fiel a las fotografías que Tim les había mostrado exceptuando por el jardín que estaba en su mayoría lleno de brotes esperando a que se asentara la primavera para florecer y unos pocos arbustos con flores invernales. El jardín delantero, lleno de césped corto y bien cuidado, solo se interrumpía por delgados senderos adoquinados que conducían a la puerta principal y al jardín trasero, así como un camino hacia el garaje en el lado izquierdo.
Un muchacho, apenas mayor que Marinette, los esperaba con las llaves y un inventario de los artículos disponibles en la casa. Explicó que el servicio de limpieza había pasado ayer por la tarde, por lo que toda la ropa de cama y toallas estaban recién cambiadas y listas para usar.
Fue un intercambio rápido y pronto la familia gothamita estaba inspeccionando el interior y eligiendo habitaciones.
Dick y Alfred eligieron los dormitorios con camas más pequeñas, dejando a Bruce, Tim, Jason y Damian con las camas matrimoniales.
Alfred parecía satisfecho con la cocina. Tim y Jason encontraron adecuado el equipo de entretenimiento en la sala de estar y había un área vacía justo frente a las paredes corredizas de cristal, que daban al patio trasero, en la que los muchachos acordaron traer y acomodar el equipo de gimnasio portátil (hubo múltiples miradas de advertencia a Bruce que le decían claramente que ni pensara en comenzar a entrenar sin supervisión de cualquier de ellos)
El patio trasero estaba equipado con muebles de jardín: una mesa redonda con una sombrilla y seis sillas, más un puñado de asoleadoras, todo en color blanco.
También había un alto manzano de tronco y ramas gruesas, al que Dick no se lo pensó dos veces antes de trepar, riendo para sí mismo mientras se colgaba cabeza abajo de una rama.
Damian negó con la cabeza ante las payasadas de su hermano mayor, mientras que Bruce, en cambio, lo miró con cariñosa nostalgia.
Marinette, animada por las travesuras de Dick, dio una serie de vueltas de carro que la dejaron justo bajo el acróbata, entre las raíces del manzano — ¿No es un jardín precioso? —preguntó ella, casualmente, con una gran sonrisa.
—Sí que lo es —Dick igualó su sonrisa, dejándose caer perfectamente sobre sus pies, a dos pasos de la franco-china —entonces ¿Sobre ese recorrido?
Marinette asintió, dirigiendo su mirada a Damian —El museo de Orsay está a unos ocho minutos a pie desde aquí ¿Quieres ir ahora o primero volverás a Gotham por Titus y Alfred el gato?
Damian lo consideró — ¿Se permite la entrada a mascotas en los museos?
—Sólo si están certificados como animales de apoyo emocional, perros guía o de servicio —asintió ella.
Damian respondió con un asentimiento —Titus y Alfred el gato tienen sus certificados. Iré por ellos.
Tim le hizo un gesto a su hermano menor mientras daba un paso hacia Jason, para quitarle las llaves del auto —Yo también voy a casa por mi cámara fotográfica.
Jason le entregó el pequeño llavero después de un breve tira y afloja, que le valió un -igualmente juguetón- codazo en el estómago. Luego se inclinó hacia Tim y le susurró un par de cosas para que recogiera de su apartamento compartido. Dick hizo lo mismo con Damian. Mientras, Marinette sugirió que podrían ir a comprar los artículos de uso diario y algo de despensa en un supermercado que vio una cuadra atrás. Alfred estuvo entusiastamente de acuerdo con ella.
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Unos cuarenta minutos después, todos estaban de vuelta en la casa rentada.
Jason, Alfred y Marinette habían vuelto con dos carritos prestados del supermercado llenos.
Tim regresó con su cámara, una maleta con más ropa suya y de Jason, los snacks americanos favoritos de ambos, equipo ligero de gimnasio y su laptop. Mientras que Damian volvió con Titus de su correa y Alfred el gato descansando en el bolsillo del jersey que Marinette le acababa de regalar (se cambió específicamente por esa utilidad) sus platos y bolsas de comida, sus juguetes y artículos de limpieza; una maleta con ropa suya y de Dick, y una que Alfred había dejado preparada, más artículos de entrenamiento (entre los que estaba una espada de madera de prácticas, por supuesto) y un celular nuevo, listo para programar, para su padre.
Dick y Bruce, que se habían quedado en la casa y aprovecharon para hacer una revisión a conciencia de cada habitación (la paranoia no es hereditaria, es contagiosa) se acercaron a ayudar en la descarga de las compras justo cuando Marinette fue derribada por un emocional gran danés que se escabulló del agarre de Damian.
Marinette lo tomó con gracia y simplemente se dejó abordar por Titus, riendo y devolviéndole el favor con rasguños bajo la mandíbula y halagos arrullados en un francés rápido y agudo, como si hablara con un bebé.
Dick y Jason se rieron ante la vista, especialmente cuando Damian se vio momentáneamente indignado al ver que Titus ignoraba sus órdenes de liberar a Marinette.
Se tomaron unos diez minutos más para ordenar lo que habían traído y finalmente subieron de vuelta al auto para dirigirse a su primer destino.
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Conteo de palabras: 6.904
*Sí, sí. Sé que los pozos de Lázaro no fue lo que revivió de Jason, pero shhh, síganme la corriente aquí.
La Seine: Río Sena.
Mon Oiseau: Mi ave/pájaro.
Le Grand París: hotel del Alcalde.
La cantidad de investigación que hice sobre París para escribir este y el siguiente capítulo es de estudio xD Videos de youtube, google maps, paginas para turistas. En fin.
Oh, y la mención a Nicolas Flamel proviene de la película de terror 'Así en la Tierra como en el infierno' que transcurre precisamente en Paris y sus catacumbas, por si alguien siente curiosidad, está el Netflix pero se puede encontrar en otras páginas web.
Y sí, el título es una referencia Sábados Secretos.
Roxxi: ¡Gracias como siempre por todo el apoyo! ¡Espero que hayas disfrutado del capítulo! ¡Un gran abrazo!
