Los personajes de S.M. no me pertenecen, yo solo los tomo prestados.

Capítulo 13

1.-

—Isabella, te buscan. —dijo Alice, entrando a la parte de atrás de la repostería.

Isabella, dio un respingo al sentir una especie de dejavú desagradable.

—Si es otra de tus bromas, te despediré, Alice. No me importa que seas mi amiga. —le advirtió, para luego dejar lo que estaba haciendo y limpiarse las manos en el delantal.

—Ya te dije que lo siento —se defendió Alice —. Y esta vez es una mujer quien busca el empleo.

—Más te vale. —aun así, Isabella le advirtió de nuevo.

—Si quieres velo tú misma en el monitor. —propuso Alice, para que Isabella se calmara.

Isabella miró el monitor por inercia, dándose cuenta que, esta vez, Alice decía la verdad. Su humor decreció.

[...]

Cuando Isabella salió al frente y vio a la delgada rubia que la estaba esperando, se decepcionó. Había desistido de encontrar una empleada, pero tenerla le sacaría de muchos apuros. Sin embargo, se daba cuenta esto no podría ser.

—Buenos días. —Aún así, saludó con cortesía a la mujer.

—Buenos días. Vengo por lo del empleo.

Edward hizo todo un esfuerzo porque la voz le saliera acorde a su mentira.

A Isabella le pareció raro el tono, pero ella no era quien para juzgar las voces.

—Lo siento... —dijo y quiso agregar algo más, pero Edward la interrumpió.

—¿Ya no están solicitando? —preguntó, casi echándose a llorar.

—No es eso —le aclaró Isabella, realmente comenzando a sentirse mal por la mujer, ya que había notado el tono desesperanzado—. Pero es que necesito una mujer con... mucha fuerza. —obvió la palabra robusta para no ofenderla más de lo que ya posiblemente lo hacía.

Edward se animó de inmediato, al saber que todavía podía conseguir el trabajo.

—No lo parece, pero soy muy fuerte. —explicó, pero Isabella compuso una cara de duda—. Por favor —Edward suplicó—, tengo una hija. —concluyó, esperando que esto tocara el corazón de Isabella...