Capitulo 17: Rompiendo limites

En el capítulo anterior, Tadao, Kagami y Ryoko se quedaron atrapados en la penumbra. Se encontraban en un lugar desconocido, mucho más profundo de lo que habían caído, con solo la luz tenue del agua que se filtraba a través de grietas en la roca para iluminar la escena.

Tadao miró a su alrededor, tratando de discernir la forma de la cueva. El suelo estaba húmedo y resbaladizo, indicando la presencia de agua cercana. Kagami intentó encender su linterna que tenía guardada por si acaso, pero la luz apenas alcanzaba a disipar las sombras.

Ryoko se acercó a la luz del agua, notando destellos en el fondo de la cueva. Se agachó y examinó las pequeñas luces, descubriendo que eran cristales incrustados en la roca que brillaban con una luminiscencia misteriosa.

"Tal vez podamos seguir estas luces para encontrar una salida", sugirió Kagami, señalando hacia la dirección en la que los cristales brillaban más intensamente.

Tadao asintió, y los tres se dirigieron hacia el resplandor. A medida que avanzaban, las paredes de la cueva parecían cerrarse a su alrededor, creando un pasillo estrecho que se curvaba en espiral hacia abajo. Pero de repente se encontraron con una pared masiva que bloqueaba su camino hacia adelante. La entrada estaba obstruida, y la luz del día apenas penetraba a través de las grietas de la roca. Tadao examinó la roca y con determinación, decidió tomar la iniciativa. Se acercó a la pared, retrocedió un par de pasos y, concentrando toda su fuerza, lanzó un poderoso golpe contra la roca. El sonido resonó en la cueva, y fragmentos de piedra se desprendieron, revelando un agujero lo suficientemente grande como para permitirles pasar.

Ryoko sorprendida "como logro romper esa gran roca y además de que apenas se ve exhausto" mirando a tadao con admiración.

"Te lo explico, pues veras… mi padre identificó la parte más débil de la roca, posiblemente donde las capas se unían de manera menos resistente. Golpeó en ese punto específico para maximizar el impacto y romper la barrera con la menor cantidad de esfuerzo posible", explicó Kagami.

Tadao se detuvo y miró hacia adelante con seriedad. "Chicos, gracias por las palabras y la explicación, pero no hay tiempo para eso, hay algo que necesito que vean."

Ryoko y Kagami se acercaron, percibiendo la gravedad en la expresión de Tadao. Cuando llegaron a su lado, Tadao señaló hacia un resplandor a lo lejos. "Miren eso."

Los tres quedaron boquiabiertos al ver un fuerte iluminado con piedras preciosas y cascadas que brillaban de manera espectacular. Aunque la escena era deslumbrante mantenía un ligero sentimiento de miedo que los 3 pudieron notar, ninguno de ellos pudo evitar mantener su expresión seria.

"Es impresionante, pero no podemos perder de vista a lo que vinimos realmente", comentó Kagami, observando las rocas brillantes con atención. "Creo que estas piedras contienen minerales específicos que reaccionan a la luz, creando este fenómeno. Debemos recordar que, aunque sea hermoso, hay una explicación científica detrás." Tirando la roca brillante detrás de ella.

Tadao asintió con seriedad. "Estas en lo correcto, pero deberíamos regresar e informar sobre esto y crear un plan, pero… por alguna extraña razón ese lugar me da muy mala espina" Dijo regresando junto con los otros 3 por donde entraron.

El sol ardiente se desvanecía en el horizonte mientras Minoru observaba a las chicas jadeando y quejándose, su resistencia puesta a prueba.

Minoru: (frunciendo el ceño) ¡Vamos, chicas, esto apenas está comenzando! No hay tiempo para lamentos ni excusas. La verdadera fuerza se encuentra más allá de la fatiga.

Las chicas, con expresiones de agotamiento y frustración, continuaron con los ejercicios, pero las quejas persistían.

Misao, con los pulmones ardiendo y el rostro enrojecido, se quejaba entre jadeos, y espuma comenzaba a brotar de su boca.

Misao: Entre jadeos. "¡No puedo seguir, sensei! ¡Esto es demasiado!"

Minoru observó con una mezcla de desaprobación y frustración.

Minoru: Con tono firme. "¡No quiero excusas! La resistencia se construye superando los límites. Si no pueden soportar esto, ¿cómo esperan enfrentarse a lo que tendrán que enfrentar?"

Las chicas intercambiaron miradas de agotamiento y desánimo, algunas al borde de las lágrimas.

Ayano: Con voz entrecortada. "Lo siento, Minoru-san. Es demasiado difícil".

Minoru suspiró, su decepción palpable en el aire.

Minoru: Con voz dura. "Vuestra resistencia es insuficiente. Sin determinación, nunca alcanzarán su verdadero potencial".

A pesar de la molestia de Minoru, una chispa de determinación brilló en los ojos de las chicas.

Konata: Con determinación. "¡No nos rendiremos, sensei! ¡Lo intentaremos de nuevo!"

Minoru: con sorpresa. "¡Eso es el espíritu!".

Después de 2 horas de entrenamiento continuo, minoru les dejo descansar por 20 minutos, después de pasar esos minutos, minoru las llamo a las 4 y ellas se acercaron lentamente, mientras se recuperaban aun de la fatiga.

Minoru observó atentamente a Konata, Ayano, Misao y Miyuki mientras sostenía un trozo de papel con anotaciones sobre las áreas a mejorar en sus habilidades físicas. Se acercó al grupo, con expresión seria, y comenzó a compartir sus observaciones.

Minoru: Mientras revisa el papel. "Muy bien, chicas, veamos en qué áreas específicas necesitamos mejorar". Konata, tu agilidad es decente, pero necesitas trabajar en tu resistencia. Te fatigas rápidamente en movimientos prolongados.

Konata asintió, tomando nota mental de la sugerencia. Minoru se movió hacia Ayano, evaluándola con atención.

Minoru: Ayano, tu fuerza y velocidad son notables, pero tu técnica de defensa podría ser más refinada. Trabaja en bloquear de manera más eficiente y sin desperdiciar energía.

Ayano asintió, tomando las indicaciones de Minoru en serio. Luego, se volvió hacia Misao, quien estaba aún tratando de recuperarse tras la exigente sesión.

Minoru: Misao, necesitas mejorar tu resistencia cardiovascular. Te falta aguante en movimientos continuos y esto limitará tu capacidad en enfrentamientos prolongados.

Misao, entre jadeos, asintió, aceptando la sugerencia de Minoru. Finalmente, Minoru se dirigió a Miyuki, quien se esforzaba por mantenerse en pie.

Minoru: Miyuki, tu flexibilidad es destacable, pero necesitas trabajar en tu velocidad. En situaciones rápidas, puedes quedarte rezagada.

Miyuki, con determinación en sus ojos, agradeció la retroalimentación y se preparó para centrarse en mejorar su velocidad.

Minoru: Recuerden, chicas, la mejora viene de la práctica constante y la superación de sus limitaciones. Sigamos con el entrenamiento, y verán resultados si se esfuerzan en estas áreas específicas, ya que ustedes no serán inyectados con la droga del diablo de lo que me mencionaron, ya que solo las entrenare con su resistencia y aumentar sus capacidades para que estén listas para cualquier momento y ayudando a aumentar sus habilidades más a su máxima capacidad, así que. ¡Sigamos trabajando!

konata: Alzando la mano. "¿Como es que sabe tanto sobre nosotras si nunca nos había visto? ¿Has estado investigando o algo así?

Minoru sonrió ante la pregunta de Konata y asintió.

Minoru: No es que haya estado investigando, Konata. En realidad, tengo fuentes confiables.

Konata levantó una ceja con escepticismo.

Konata: ¿Fuentes confiables? ¿Quiénes son?

En ese momento, un destello de recuerdo cruzó la mente de Minoru, y decidió compartir un flashback de una conversación que tuvo con Kagami mientras compartían su última comida como compañeros.

Flashback:

Minoru y Kagami estaban sentados en un pequeño restaurante, disfrutando de una comida tranquila.

Kagami: Con curiosidad. "¿porque quieres saber sobre las habilidades de mis amigas?"

Minoru: Nervioso, sacudiendo las manos. "Solo lo digo como un practica o algo asi… jeje"

Kagami sonrió con confianza.

Kagami: Comenzando a explicar. "Cada una tiene habilidades únicas. Ayano es fuerte y veloz, pero a veces pierde la concentración. Konata es ágil, pero su resistencia podría ser mejor. Misao tiene agilidad, pero su resistencia cardiovascular es su punto débil. Miyuki es flexible, pero su velocidad podría mejorar".

Minoru: Asintiendo. Entiendo. "¿Cómo obtuviste toda esta información?"

Kagami: Sonríe. "Son mis amigas, siempre las eh observado".

Fin del Flashback:

De vuelta en el presente, Minoru compartió la historia con Konata, quien parpadeó sorprendida.

Konata: Asombrada. "¿Kagami te dijo todo eso?"

Minoru: Sí, Kagami me dio esta información valiosa, más me lo dio ya que dijo que era alguien de fiar. Así que, ¿están listas para seguir trabajando en esas áreas que necesitan mejora?

Las chicas, aún intrigadas, asintieron y continuaron con el entrenamiento, conscientes de que kagami siempre las estuvo observando.

La confrontación anterior intensa entre Matsuri, Inori y el padre de Misao culminó en un impacto deslumbrante que los envió volando en direcciones opuestas. El sonido de la colisión resonó en el aire mientras los tres cuerpos se dispersaban por el área.

Matsuri, con su agilidad característica, fue arrojada hacia atrás y aterrizó en el estanque cercano con un chapoteo. El agua salpicó a su alrededor mientras emergía, empapada pero enérgica.

Inori, por otro lado, fue propulsada hacia arriba antes de girar en el aire. Con destreza, aterrizó en posición vertical en el techo de un edificio cercano, su ropa ondeando con la fuerza del impacto.

El padre de Misao, el menos afortunado, fue enviado hacia atrás y terminó apoyado en un árbol, suspirando pesadamente mientras se recuperaba del impacto.

Inori: Observando a Matsuri y al padre de Misao. "¿Están bien?"

Matsuri: Sacudiéndose el agua. Sí, estoy bien. Eso fue bastante impactante, pero ¿quién en su sano juicio lanza una granada en medio de la batalla?"

Padre de Misao: Sonriendo. "Siempre lo uso cuando estoy completamente rodeado".

Inori, alzando la mirada hacia los lugares que cayeron, notando la impresionante escena que los rodeaba.

Inori: Parece que todos terminamos en lugares diferentes. Esto definitivamente no fue lo que esperábamos.

Matsuri: Sonriendo. "Al menos podemos decir que fue un final impactante para la pelea".

Padre de misao: Colocando su espada grande a su costado "Gracias a ustedes ya me siento a gusto, ahora pueden irse a lo que estaban haciendo"

De repente Kosuke, jadeante y con hojas de árboles adheridas a su ropa, irrumpió en el lugar donde había concluido la batalla. La tensión se disipó en el aire mientras los demás esperaban ansiosos, notando la expresión seria en el rostro de Kosuke.

Kosuke: Respirando agitadamente. "¡Chicos, tenemos un problema serio! Kagami, Ryoko y Tadao quedaron atrapados en una especie de mazmorra. Tuve que correr bastante para llegar lo más rápido posible".

Las miradas preocupadas se intercambiaron entre los presentes. Matsuri, Inori ya se estaban preparando para la siguiente tarea.

Matsuri: "¿En una mazmorra? ¿Cómo sucedió eso?"

Kosuke: Recuperando el aliento. "Después de que fuimos a buscarlo encontramos una ruptura o una grieta grande y nos adentramos, descubrimos una entrada subterránea. Decidimos explorar, pero algo salió mal. Una puerta se abrió por debajo de ellos y cerro y ahora están atrapados".

Inori: Decidida. "Entonces, debemos ir a ayudarlos. ¿Dónde está la entrada?"

Kosuke, recuperando el aliento rápidamente, miró a Matsuri e Inori con determinación.

Kosuke: Jadeando. "¡Por aquí, Rápido, ¡síganme! Vamos a necesitar toda la velocidad y agilidad que podamos para llegar a la mazmorra lo antes posible".

Matsuri: Asintiendo. "Entendido, Kosuke. Te seguiremos el paso".

Inori: Preparada. "¡Vamos!"

Antes de salir corriendo, Matsuri e Inori se volvieron hacia el padre de Misao, quien había presenciado la conversación.

Matsuri: Con amabilidad. "¿Quieres venir con nosotros?"

Padre de Misao: Negando con la cabeza. "Gracias por la oferta, pero creo que estaré bien aquí. Prefiero no estorbar. Vayan y rescátenlos".

Inori: Asintiendo. Entendido, nos vemos pronto.

Con una rápida despedida, Matsuri e Inori se unieron a Kosuke, quien ya había comenzado a correr con gran velocidad. El sonido de sus pisadas resonaba en el aire mientras se movían con agilidad, esquivando las ramas y raíces de los árboles que cruzaban su camino.

El viento soplaba a su alrededor mientras se internaban en el bosque, cada vez más decididos a alcanzar la entrada de la mazmorra y liberar a Kagami, Ryoko y Tadao. Con cada paso, la urgencia aumentaba, y el trio mantenía su enfoque en llegar a tiempo y enfrentar los desafíos que encontrarían en el camino.

El grupo llegó exhausto a la entrada de la mazmorra después de una hora de correr a toda velocidad. Al observar la fisura en el suelo que conducía al interior, sin dudarlo, Matsuri, Inori y Kosuke se prepararon para descender rápidamente y ayudar a Kagami, Ryoko y Tadao, kosuke explico en el camino que fueran cautelosos cuando llegaran al piso.

Kosuke: ¡Vamos a rebotar por las paredes! ¡Síganme!

Con una mezcla de nerviosismo y emoción, el trío se posicionó en la fisura. Kosuke tomó impulso y, con agilidad, saltó hacia abajo, utilizando la primera pared para rebotar y cambiar de dirección. Matsuri e Inori lo siguieron de cerca.

Los tres, como una coreografía perfectamente coordinada, comenzaron a rebotar entre las paredes de la fisura. Cada salto era casi preciso, aprovechando la inclinación de las paredes para dirigirse hacia abajo de manera controlada. El sonido de sus aterrizajes resonaba en la mazmorra mientras descendían a toda velocidad.

El trío rebotó y giró entre las paredes, aprovechando la gravedad y la geometría de la fisura para mantener un descenso rápido y controlado. La adrenalina fluía a medida que avanzaban hacia lo desconocido.

Finalmente, con una serie de saltos perfectamente ejecutados, aterrizaron en el suelo de la mazmorra. Se pusieron de pie rápidamente, listos para enfrentar cualquier desafío que se presentara en su búsqueda para liberar a Kagami, Ryoko y Tadao.

Matsuri: Sonriendo. ¡Eso fue emocionante! Quisiera hacerlo de nuevo, pero no es momento de eso ahora, vamos a encontrar a nuestros amigos.

Después de una caminata no tan larga, kosuke vio la puerta por donde cayeron los 3 anteriormente y kosuke se detuvo casi cerca de la puerta y se inclino para escuchar por debajo de la puerta, concentrándose en un sonido distante. Matsuri e Inori, intrigadas, se acercaron y observaron mientras Kosuke escuchaba con atención.

Kosuke: Susurrando. "Puedo escuchar algo. Parece que hay algo que siguen ahí".

Con renovado sentido de urgencia, el trío intentó abrir la puerta subterránea. A medida que la puerta se movía, reveló un pozo oscuro y estrecho que descendía aún más en la mazmorra subterránea.

Matsuri: Observando el pozo. "Entonces, nuestros amigos deben estar al final de esta caída".

Inori: Decidida. "Hagámoslo. No perdamos más el tiem….".

Pero matsuri fue interrumpida por una colisión repentina, en la oscura mazmorra subterránea resonó mientras Matsuri, Inori y Kosuke miraban hacia arriba, alertados por el inesperado evento. Kagami, con un sonido de molestia, tenía la cara atascada en el techo de la cueva.

Con un esfuerzo adicional, Kagami logró liberar su rostro del techo de la cueva, aterrizando en el suelo con una mirada de molestia clara en su rostro.

Kagami: Irritada. "¡¿Por qué abrieron la puerta justo cuando me lanzaron?!"

Después de eso un sonido de su nariz resonó y Kagami se llevó la mano a la nariz, notando un poco de sangre.

Kagami: Molesta. "Bien hecho, ahora mi nariz está sangrando. ¿Alguien que me quiera decir de quien fue el culpable, que abrió la puerta?"

Ryoko y Tadao salieron detrás de Kagami, mirando con desconcierto a los presentes.

Ryoko: Sonriendo. "Supongo que nuestro rescate se volvió un tanto caótico, tehe…".

Tadao: Riéndose. "Al menos estamos todos juntos ahora".

Inori: Sonriendo. "Bueno, al menos todos estamos a salvo ahora"

Kagami: Molesta. ¡NO ME IGNOREN!

Kosuke: Con sarcasmo. "Oh, lo siento, Kagami. No sabía que estabas haciendo una entrada dramática desde el techo. Tal vez deberías haber gritado "¡Aquí voy!" antes de lanzarte".

La tensión aumentó, y Kagami y Kosuke intercambiaron palabras afiladas. La discusión se intensificó, cada uno culpando al otro por la situación caótica.

Kagami: ¡Es tu culpa por ser tan apresurado!

Kosuke: ¡Yo no habría abierto la puerta si no te hubieras quedado atascada en el techo!

En medio de la pelea verbal, Tadao intervino, tratando de calmar la situación.

Tadao: Interrumpiendo. "¡Basta ya! Estamos todos aquí, y discutir no nos llevará a ninguna parte".

En tono burla. "Vaya, vaya. Parece que nos perdimos una pequeña fiesta. ¿No piensan invitarnos a su entretenimiento?"

El grupo se giró al unísono, sus expresiones pasaron de la tensión a la seriedad al escuchar la voz detrás de ellos. Al voltear, se encontraron con tres individuos, los Graduados 1, 2 y 3. El Graduado 3, con una prótesis en el brazo, habló con tono sarcástico.

Graduado 3: Señalando a la prótesis. "¿Ven esto? Perdí estopor su culpa aquella noche y hoy cobraremos venganza".

Kagami, Kosuke, Inori y los demás mantenían una postura defensiva, conscientes de la reputación de los Graduados y de la habilidad que poseían.

Kosuke, intrigado por la llegada de los Graduados, no pudo contener su curiosidad.

Kosuke: Frunciendo el ceño. "¿Cómo llegaron aquí? La puerta estaba cerrada".

Graduado 2: Sonriendo. "Oh, no es la única entrada que hay. Hay maneras de llegar a lugares si sabes dónde buscar".

Tadao, riéndose por la llegada de los Graduados, hizo un comentario.

Tadao: Riéndose. "Parece que ahora estamos en desventaja, ¿eh? ¿Seis contra tres?"

Sin embargo, la risa se desvaneció cuando una chica de estatura no tan baja apareció detrás de ellos, bostezando y sosteniendo una katana. La energía en la mazmorra cambió instantáneamente, y Tadao, Inori y Matsuri se volvieron para enfrentarse a la inesperada amenaza.

La chica, con una expresión tranquila pero decidida, observó al grupo con sus ojos alerta, sin decir ni una sola palabra.

Mientras se preparaban para enfrentar a la enigmática chica de la katana, Tadao se preguntaba en su mente acerca de su identidad, sintiendo un aura de pelea abrumadora que lo dejaba intrigado.

Tadao: Pensando. "¿Quién diablos es ella? Su presencia es increíblemente fuerte".

Matsuri, Inori y Tadao recordaron las palabras de Kagami sobre una chica de pelo azul, aunque no podían conectar la información en ese momento. Además, había un vago sentimiento de familiaridad, como si hubieran visto a alguien similar en el pasado.

Matsuri: Frunciendo el ceño. "Kagami mencionó algo sobre una chica de pelo azul, ¿no es así?"

Inori: Tratando de recordar. "Sí y dijo que era peligrosa".

Tadao: Murmurando. "Esa apariencia... ¿De quién se parece?"

En medio de la confusión y la tensión, la chica de la katana permanecía imperturbable, observando al grupo con una mezcla de desinterés y paciencia. La revelación de su identidad pendía en el aire, y la mazmorra subterránea se llenó de un silencio tenso antes de que la situación se desatara en un nuevo y desconcertante enfrentamiento.

La tensión en la mazmorra subterránea alcanzó su punto álgido cuando uno de los Graduados anunció su intención de comenzar la pelea. Sin dar aviso, Kosuke, Kagami y Ryoko, decididos a enfrentarse a los Graduados, se abalanzaron contra ellos en un enfrentamiento 3 vs 3.

El choque de fuerzas llenó la mazmorra con el sonido de golpes, esquivas y estrategias calculadas. Kosuke se movía con agilidad, esquivando los ataques del Graduado 1. Kagami canalizaba su energía en cada golpe, enfrentándose al Graduado 2, mientras que Ryoko demostraba su destreza en el combate contra el Graduado 3 con la prótesis en el brazo.

En el otro extremo de la mazmorra subterránea, Kanata permanecía inmóvil, sosteniendo su katana con una tranquilidad inquietante. Tadao, al observarla con cautela, advirtió a Inori y Matsuri acerca de la peculiaridad de la situación.

Tadao: Susurrando. "Tengan cuidado con esa katana. No siento ninguna abertura, y algo me dice que no deberíamos subestimarla".

Inori y Matsuri intercambiaron miradas preocupadas mientras se preparaban para enfrentarse a Kanata. La atmósfera estaba llena de anticipación, y la chica de la katana parecía estar esperando pacientemente el momento adecuado para actuar.

Inori: Preocupada. "No subestimemos sus habilidades. Tadao tiene razón; esa katana parece ser más peligrosa de lo que aparenta".

Matsuri: Seria. "Estemos alerta. No sabemos a lo que nos enfrentamos".

Tadao sin dudar, decidido a enfrentarse directamente a Kanata, se lanzó hacia ella con un ataque frontal, mientras Inori y Matsuri flanqueaban por los costados. Sin embargo, para sorpresa de todos, Kanata se movía con una agilidad asombrosa, esquivando los golpes con una gracia casi sobrenatural.

Tadao, al realizar un golpe directo, sintió como si hubiera golpeado el aire. La chica de la katana se desplazaba con una velocidad desconcertante, haciendo que sus ataques pasaran a través de ella como si fuera una ilusión.

Tadao: Frunciendo el ceño. "¿Qué demonios...?"

Inori y Matsuri, observando la escena, se dieron cuenta de que Kanata no era una oponente común. Su capacidad para evadir los ataques con facilidad y parecer inalcanzable planteaba un desafío significativo.

Inori: Asombrada. "¡Eso es increíble! ¿Cómo esquivó eso?"

Matsuri: Preocupada. "No estoy segura, pero necesitamos encontrar una manera de superar su evasión".

Los tres, Tadao, Inori y Matsuri, coordinaron un ataque simultáneo para evitar que la chica pudiera esquivar. Sin embargo, a pesar de sus esfuerzos, la chica hábilmente bloqueó los golpes con su katana. Aunque parecía que estaban logrando algo, la extraña resistencia de chica desconcertaba al grupo.

De repente, en medio del intercambio de golpes, Tadao realizó un golpe directo que fue recibido de lleno en la katana de la chica. Para sorpresa de tadao, la chica realizó un movimiento inusual con la mano, cambiando la dirección del golpe y desviándolo directamente a la cara de Inori.

Inori: Sintiendo el impacto. "¡Ah! ¿Qué... qué acaba de pasar?" Impactando contra la pared un poco aturdida.

La ira ardía en Tadao después de golpear accidentalmente a su propia hija. Lanzó una serie de golpes más rápidos y decididos y la chica, aunque recibió algunos golpes, demostró una habilidad sorprendente para esquivar y bloquear.

En un momento, Tadao, con toda su fuerza, lanzó un golpe directo, pero Kanata se agachó hábilmente y, usando el impulso de Tadao, contragolpeó con la funda de la katana, golpeando su estómago y enviándolo a volar varios metros lejos.

Matsuri, al ver la situación, intensificó su ataque, empuñando cuchillos en ambas manos. Sin embargo, en medio de su ofensiva, sintió un corte en el pecho y, antes de que pudiera reaccionar, fue pateada al otro extremo de la mazmorra por la misteriosa chica.

Kanata, tras esos movimientos, suspiró y emitió un gesto de incomodidad, pero no pronunció ni una palabra.

A pesar de los duros golpes y las tácticas astutas de la chica, Tadao, Inori y Matsuri se levantaron nuevamente. La consciencia de que, si eran derrotados, Kagami y los otros dos quedarían en total desventaja les proporcionó la motivación necesaria para resistir y seguir luchando.

Tadao, con determinación en sus ojos, se puso de pie y se aseguró de estar listo para el próximo enfrentamiento. Inori y Matsuri también se recuperaron, sus miradas reflejaban la resiliencia y la firmeza ante la adversidad.

Inori: Respirando profundamente. "No podemos rendirnos. Kagami y los demás quedarían en total desventaja y como su hermana mayor no puedo permitirlo".

Matsuri: Ajustando su postura. "Hagámoslo juntos. No podemos permitir que nos derroten aquí y además ya comienzo a entender un poco el estilo de pelea de esa chica".

En el otro lado, el enfrentamiento entre Kagami y el Graduado 2 estaba en su punto álgido. Después de ser lanzada al suelo, Kagami demostró su destreza y agilidad al esquivar los golpes del graduado mientras giraba en el suelo. Los impactos del graduado dejaron marcas en la tierra rocosa, dejando grandes agujeros de forma de puños, evidenciando su fuerza abismal.

En un hábil giro, Kagami logró reponerse antes de que el graduado pudiera realizar otro ataque. La energía en el aire era palpable mientras ambos contendientes se preparaban para el próximo intercambio.

Mientras tanto, Ryoko y Kosuke continuaban su propia lucha. Kosuke, con choques de puños poderosos, intentaba encontrar una abertura en la defensa del Graduado 1. Mientras tanto, Ryoko, aprovechando su agilidad, esquivaba los golpes y contraatacaba con movimientos rápidos y precisos.

De regreso donde el ambiente en la mazmorra subterránea era tenso y cargado de fatiga en el otro lugar, Tadao, Matsuri e Inori estaban jadeando, los cortes en los cuerpos de Tadao, Matsuri e Inori estaban goteando sangre en el suelo de la mazmorra subterránea, creando pequeñas gotas carmesí que se perdían en la oscuridad. Las heridas eran variadas: cortes superficiales y profundos, magulladuras y contusiones, evidencia de la intensidad del combate.

Tadao tenía varios cortes a lo largo de sus brazos y piernas, algunos de ellos más profundos que otros, mostrando su valentía y resistencia en la batalla. Matsuri y Inori también llevaban su parte de heridas, con cortes en los hombros, las piernas y el torso, pero su determinación seguía intacta.

Mientras tanto la misteriosa adversaria, estaba bostezando, aparentemente aburrida de la batalla que se desarrollaba ante ella. Sacudió su brazo con indiferencia, como si estuviera tratando de deshacerse de alguna molestia menor.

De repente un cuerpo salió disparado en donde estaban ellos y al ver que era, era uno de los graduados y se dirija hacia la chica y el repentino ataque del Graduado provocó una distracción crucial en Kanata, permitiendo que Matsuri, Inori y Tadao fueran sorprendidos y envueltos rápidamente en cintas por una fuerza desconocida. Kosuke y Kagami, actuando con rapidez, los agarraron y comenzaron a subir rápidamente, buscando escapar de la mazmorra subterránea lo más rápido posible.

Despues de ascender de aquella grieta cayeron a la superficie y las cintas improvisadas que envolvían a Matsuri, Inori y Tadao comenzaron a desenrollarse misteriosamente, deslizándose de sus cuerpos y retrocediendo hacia su dueña original, Kagami. En un movimiento fluido y casi mágico, las cintas se enroscaron alrededor de los brazos de Kagami, formando una especie de envoltura protectora similar a las que utilizan los boxeadores para proteger sus manos durante los combates.

Con cada vuelta, las cintas se ajustaban con firmeza alrededor de los brazos de Kagami, creando un patrón intrincado y seguro.

Tadao: Suspirando. "Valió la pena enseñarte a usar esas cintas, hija, si la pelea se hubiera alargado hubiésemos muerto posiblemente."

Kagami: Jadeando, desatándose las cintas, mientras miraba a su padre: "No, aun no los uso correctamente, apenas puedo hacer esto, con este son 2 veces que lo uso, uno fue para poder derrotar a la graduada 5 y el de hoy, pero por lo menos logramos salir de esta, valio la pena".

Matsuri: Frunció el ceño, molesto, "¿Valió la pena? ¡Me sacaron en plena batalla!"

Kagami: Respirando agitado, intervino, "Deberías agradecerme, Matsuri. Te salvé la vida."

Señalando sus cortes, agregó, "Y si seguías así, te hubieras desmayado por la pérdida de sangre."

Ryoko, con voz cansada, abrazó a Kagami por la espalda, "Hiciste una buena salvada, Kagami."

Con la mano haciendo el símbolo de la paz, continuó, "Gracias a ti y a Kosuke por coordinarse."

Kosuke, jadeando, asintió débilmente, "Cállate… No teníamos muchas opciones…"

Ryoko añadió, con una sonrisa fatigada, "Y gracias a la coordinación de Kagami y Kosuke, lanzando al graduado hacia el otro graduado y el otro hacia la chica, creamos una buena distracción."

Inori: Sujetando a matsuri. "Deja de quejarte, Matsuri. Te abrirás más el corte que tienes en la espalda."

Tadao: Levantándose, dirigiéndose a por donde salieron, se acercó y se quedó en silencio, por unos segundos. "Parece que no nos van a seguir".

Kosuke: Suspirando. "Aunque me moleste decirlo, deberíamos retirarnos por el momento".

Kagami: Asintiendo. "Concuerdo contigo por esta vez"

Tadao: Levantándose. "Muy bien chicos… regresemos a casa, por ahora"

el grupo emprendió su camino de regreso a su lugar a casa. Mientras caminaban por el terreno irregular y oscuro.

Ryoko: acercándose a Kagami, mostrando claramente su fatiga. "Kagami, ¿podrías cargarme un poco? Mis piernas me duelen bastante", solicitó con una mirada de súplica en sus ojos.

Kagami frunció el ceño ligeramente, preocupado por la carga adicional en medio de su huida. Sin embargo, al ver la expresión de agotamiento en el rostro de Ryoko, su preocupación se disipó. "Hmm, está bien", respondió con una sonrisa forzada, tratando de ocultar cualquier incertidumbre. "Sube".

La sorpresa se reflejó en los ojos de Ryoko cuando Kagami accedió sin protestar. "¡Gracias, Kagami! Realmente necesito un descanso", expresó con alivio mientras se preparaba para subir.

Kagami se inclinó, ofreciendo su espalda como soporte. "No hay problema", dijo con un tono de voz tranquilo, aunque en su mente surgían dudas sobre su capacidad para continuar.

Ryoko subió a la espalda de Kagami con cuidado, sintiendo un alivio inmediato en sus piernas doloridas. "¡Ah, eso es mucho mejor!", suspiró con gratitud mientras se acomodaba.

Kagami ajustó su posición para soportar mejor el peso adicional y luego comenzó a caminar con cuidado. "¿Te sientes cómoda?" preguntó, preocupado por el bienestar de su amiga.

"Sí, gracias", respondió Ryoko con una sonrisa sincera. "Eres un buen amigo, Kagami".

Kagami asintió, sintiéndose reconfortado por las palabras de Ryoko. Juntos, continuaron avanzando,

Mientras el grupo caminaba a través de la oscuridad, Matsuri e Inori sintieron cómo el aire de repente se volvía más pesado a su alrededor. Un aura de pura ira y odio comenzó a envolver a kagami, ryoko, kosuke y tadao, envuelta en las sombras que los rodeaban. Se miraron entre sí, compartiendo una mirada preocupada mientras se preparaban para lo que pudiera venir.

Al frente, Kagami caminaba con pesadez, el cansancio marcado en cada paso que daba. Cargaba a Ryoko sobre sus hombros, pero su rostro estaba endurecido por una mirada de puro rencor. Ryoko, Kosuke y Tadao caminaban a su lado, con expresiones igualmente sombrías, como si estuvieran consumidos por la misma ira ardiente.

Matsuri y Inori intercambiaron una mirada preocupada. Algo no estaba bien. La oscuridad que rodeaba a sus compañeros era más que física; era una oscuridad interna, una tormenta de emociones negativas que amenazaba con desatar la destrucción.

Sin pensarlo 2 veces, puso sus manos donde estaban guardadas sus cuchillos apunto de desenfundarlas, pero inori la detuvo antes que lo hiciera.

Inori: Susurrando. "¿Que estás haciendo?

Matsuri: Tensa. "Perdon lo hice por instinto" soltando sus cuchillos y siguió su camino con los demás, pero tanto matsuri e inori, se sintieron un poco intimidadas por el cambio en el ambiente de los 3.

Kagami: En su mente. "Me duele el brazo por alguna extraña razón"

Después de ser derrotados, los graduados se reagruparon, con la chica de pequeño cuerpo entre ellos, lista para continuar su búsqueda junto con sus compañeros. Sin embargo, antes de que pudieran avanzar, una voz misteriosa resonó desde lo más profundo de la grieta, deteniéndolos en su camino.

"Dejen que se vayan", ordenó la voz, envuelta en una autoridad imponente que hizo que los graduados se detuvieran en seco. Uno de ellos, visiblemente frustrado por su derrota anterior, respondió con un tono desafiante: "no podemos dejarlos ir, ellos ya sabrán donde encontrarnos"

La voz, tranquila pero llena de poder, instó a los graduados a calmarse, advirtiéndoles que no los encontrarían tan fácilmente la próxima vez. Sin embargo, agregó un comentario intrigante: "Además, he visto a alguien interesante".

La chica y los otros graduados intercambiaron miradas nerviosas, intrigados por la mención de esta "persona interesante". ¿Quién podría ser y qué importancia tenía para su situación actual?

"Graduado 2", comenzó el jefe con seriedad, "cuando Kagami te atacó en ese último golpe antes de ser lanzado, ¿cuántos golpes sentiste en ese momento?".

El Graduado 2 frunció el ceño, tratando de recordar con precisión los eventos del combate. Después de un momento de reflexión, respondió: "Vi que Kagami lanzó un solo golpe, pero después de sentirlo, sentí otro golpe en el mismo lugar, aunque no lo vi".

El jefe asintió con seriedad, comprendiendo la gravedad de la situación. Con un chasquido de sus dedos, indicó que había encontrado lo que buscaba.

"Ahí está lo interesante", declaró el jefe, con un tono enigmático. Luego, señalando hacia la chica de pequeño cuerpo que estaba entre los graduados, continuó: "Esa chica ha demostrado ser capaz de ejecutar un golpe doble consecutivo".

"Lo que presenciaron durante el combate no fue simplemente habilidad técnica, sino una manifestación de las excepcionales capacidades físicas de la chica", comenzó el jefe, captando la atención de todos los presentes.

"Para ponerlo en perspectiva, imaginen que intentan realizar ese mismo golpe", dijo el jefe, dirigiéndose a los graduados. "En una persona normal, ejecutar un golpe tan rápido y potente sería fatal para el brazo. Los tendones se romperían, dejando el brazo completamente inmovilizado e inservible".

Los graduados asintieron, comprendiendo el punto del jefe.

"Sin embargo", continuó el jefe, "en el caso de esa chica, ella logró lo que parecía casi imposible. Gracias a la resistencia y flexibilidad excepcionales de sus tendones, pudo ejecutar el golpe doble consecutivo de manera efectiva, sin poner en peligro su brazo, bueno… aunque me da la sensación de que ella no se dio cuenta de eso, aunque también de que ya la conocí antes, pero puede que sea solo suposiciones mías…".

Dentro de una pequeña cabaña abandonada, Konata, Misao, Ayano y Miyuki estaban tiradas en la cama, agotadas después de un extenso día de entrenamiento. Sus cuerpos estaban adoloridos y cansados por el esfuerzo físico y mental que habían dedicado para mejorar sus habilidades y prepararse para los desafíos que les esperaban.

Konata se frotaba los músculos adoloridos, sintiendo el cansancio arrastrándose sobre ella como una manta pesada. Misao y Ayano estaban acostadas lado a lado, intercambiando sus experiencias del día mientras intentaban recuperar fuerzas para el próximo entrenamiento. Miyuki, con su habitual serenidad, cerraba los ojos, concentrándose en su respiración mientras buscaba relajar su cuerpo tenso.

El ambiente dentro de la cabaña era tranquilo, solo interrumpido por el suave susurro del viento que se colaba por las grietas en las paredes. Las chicas se sumergieron en un silencio cómodo, cada una perdida en sus propios pensamientos mientras reflexionaba sobre los desafíos que habían enfrentado y los que aún estaban por venir.

Fuera de la cabaña, Minoru vigilaba el perímetro, cubriendo a sus compañeros mientras descansaban de su arduo entrenamiento. Con una mirada atenta y una determinación inquebrantable, se mantenía alerta ante cualquier señal de peligro que pudiera acechar en la oscuridad de la noche.

De repente, un sonido repentino en el bolsillo de Minoru interrumpió el tranquilo ambiente de la cabaña, atrayendo la atención de minoru hacia su aparato. Con cautela, sacó el dispositivo y observó la pantalla, notando los puntos rojos que indicaban la ubicación de alguien que se acercaba.

Minoru: Tenso. "Maldición… están muy cerca de aquí"

"Chicas", llamó en voz baja, acercándose al grupo. "Kagami y los otros dos se están acercando. Tenemos que actuar rápido".

Las chicas levantaron la mirada, sus ojos llenos de preocupación al escuchar las noticias. Sin embargo, la determinación brillaba en sus rostros mientras escuchaban a Minoru.

"¿Qué debemos hacer?", preguntó Ayano, su voz temblorosa pero firme.

Minoru se tomó un momento para pensar, evaluando las opciones. Sabía que debían evitar a toda costa que Kagami descubriera su entrenamiento secreto.

"Deben esconderse", dijo finalmente, su voz firme. "No puedo arriesgarme a que Kagami los descubra. Prométanme que se mantendrán ocultas".

Las chicas asintieron con determinación, entendiendo la gravedad de la situación. "Lo prometemos", respondieron al unísono.

Sin perder tiempo, Minoru las llevó a un rincón oculto de la cabaña y les indicó que permanecieran allí en silencio.

Ya afuera:

Minoru observó con nerviosismo cómo Kagami y sus compañeros se acercaban cada vez más a la cabaña. Sabía que no podía arriesgar la seguridad de sus compañeras, así que ideó un plan de último momento para alejarlos de la cabaña.

"Chicas, necesito que confíen en mí", les dijo en un susurro urgente. "Salgan de su escondite, apaguen la fogata y síganme. Tenemos que alejarnos de la cabaña lo más rápido posible".

Las chicas asintieron con determinación y comenzaron a apagar la fogata, extinguiendo las llamas y sumiendo la cabaña en la oscuridad. Rápidamente, Minoru condujo a las chicas fuera de la cabaña, adentrándose en la oscuridad de la noche.

Mientras tanto, Kagami y sus compañeros finalmente llegaron a la cabaña, solo para encontrarla oscura y aparentemente abandonada.

Mientras tanto, Minoru y las chicas se alejaban rápidamente, manteniendo un ritmo constante pero silencioso para evitar ser detectados. Sabían que no podían bajar la guardia hasta estar completamente fuera de peligro.

Después de un tiempo, Minoru finalmente se detuvo y miró hacia atrás para asegurarse de que estaban a salvo. Con un suspiro de alivio, se volvió hacia las chicas y les ofreció una sonrisa de gratitud y alivio.

"Lo logramos", dijo Minoru, su voz llena de tranquilidad. "Estamos a salvo por ahora".

Mientras tanto kagami frunció el ceño mientras observaba la supuesta fogata, su mente analítica detectando varios detalles reveladores. Aun cuando sus compañeros y su compañera en brazos, dormida, los demás insistían en que debían seguir buscando en otra dirección, Kagami no pudo evitar detenerse para examinar más de cerca la fogata aparentemente recién apagada.

A medida que se acercaba, notó que el humo aún se desvanecía lentamente en el aire nocturno. El suelo debajo de la fogata aún estaba tibio al tacto, indicando que había sido apagada recientemente. El olor a madera quemada todavía impregnaba el aire, fresco y penetrante.

Kagami frunció el ceño mientras evaluaba la situación. Aunque todos los indicios apuntaban a que la fogata había sido encendida recientemente, decidió no profundizar más en el asunto. Después de todo, no había nada más que pudiera hacer al respecto, y no tenía tiempo que perder.

Con un suspiro resignado, Kagami se dio la vuelta y se unió a sus compañeros, diciéndose a sí misma que probablemente eran solo turistas que habían acampado en el área. Sin embargo, en lo más profundo de su mente, una pequeña voz le decía que tal vez había algo más en esa fogata de lo que parecía.

En un lugar no tan lejano:

Patricia estaba ocupada preparando su maleta en su habitación mientras Hiyori la observaba desde la puerta, curiosa por lo que veía. Patricia estaba poniendo cuidadosamente su ropa en la maleta, pero también estaba empacando algunas prendas de Hiyori en otra maleta.

"¿Qué estás haciendo, Patricia?" preguntó Hiyori, con un brillo de intriga en sus ojos.

Patricia sonrió mientras continuaba doblando una camiseta. "¡Nos vamos de viaje, Hiyori!"

La curiosidad invadió a Hiyori. "¡Vaya! ¿A dónde vamos?"

"A ver a Kagami", respondió Patricia con una sonrisa amplia.

"¿Por qué vamos a ver a Kagami?" preguntó Hiyori, confundida. "No quiero incomodarla".

Patricia dejó de empacar por un momento y se acercó a Hiyori con calma. "Oh, Hiyori, no te preocupes por eso. Kagami estará encantada de vernos. Además, tú eres mi amiga, y quiero que compartas esta experiencia especial conmigo".

Hiyori asintió, sintiéndose un poco más tranquila con la explicación de Patricia. "Pero, ¿cómo sabes dónde está Kagami?"

Patricia sacó su celular y señaló un punto en el mapa. "Le puse un rastreador a Kagami en una de sus cintas. Así que sé exactamente dónde está en todo momento".

Hiyori se sintió un poco incómoda al enterarse de esto, pero decidió no insistir. "Oh, ya veo... Está bien, confío en ti, Patricia".

Patricia sonrio al ver que su amiga acepto su petición. "Salimos mañana, asi que a levantarse temprano"

Después de salir de la habitación de Patricia, Hiyori se sintió un poco inquieta. Mientras caminaba por el pasillo, no podía sacarse de la cabeza la conversación que acababa de tener con su amiga. La idea de que Patricia hubiera puesto un rastreador en Kagami la dejó reflexionando.

Hiyori de repente recordó los últimos días y semanas. Se dio cuenta de que Patricia había estado muy pendiente de su celular últimamente. A menudo la veía revisándolo con atención, y a veces incluso notaba que su amiga decía cosas un poco extrañas, hablaba y después comenzaba a sonreír como boba.

"¿Qué sentido tiene todo esto?" se preguntaba Hiyori para sí misma. "¿Por qué Patricia estaría tan obsesionada con su celular últimamente? Se preguntaba eso por días.

Con esa decisión tomada, Hiyori dejó de darle vueltas al asunto y decidió disfrutar del viaje que le esperaba junto a Patricia

En un oscuro y desolado paisaje, una grieta se extendía como una cicatriz en la tierra árida. Al costado de la grieta, algo rojo parpadeaba intermitentemente, entre el césped.

PIT-PIT-PIT-PIT-PIT-PIT-PIT-PIT-PIT-PIT

De nuevo nos adentramos dentro de la gran brecha, revelando una escena surrealista. En la penumbra, figuras misteriosas se movían entre las sombras, sus siluetas apenas visibles.

El hombre, ahora en el centro de la caverna, levantó la voz con autoridad. "¡Que comience el verdadero espectáculo!", anunció con un tono que resonaba en la oscuridad.

Con un eco profundo y escalofriante, las grandes criaturas comenzaron a emitir un coro de "Sí, señor", cada voz resonando en la caverna con una intensidad casi sobrenatural. Entre ellos, unas voces destacaban, un tono ligeramente más agudo, pero igualmente potente que los demás.

El hombre sonrió satisfecho al escuchar la respuesta de las criaturas. "Bueno, empecemos de una vez"

Cap. 18: "Entrenamiento al Límite y Ataque en masa en la Ciudad de Tokio"

Mas capítulos próximamente…