Notas Importantes:
-Debido a que no me siento cómoda usando sufijos y honoríficos japoneses, usaré los nombres occidentales, sin embargo, voy a conservar los grados de relación que se usan en japonés, por lo que tanto Gouenji como Haruna no van a usar sus nombres como lo harían en el doblaje, sino sus apellidos. Así que el trato se mantiene como en japonés ya que de eso depende parte de la historia.
-Si bien estoy usando el universo del anime post Galaxy, voy a combinarlo con los sucesos del juego 1 y 2, Go y Chrono Stone, Everyday y del manga HonoSuto.
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UNA TEORÍA DE CATORCE PUNTOS
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"Hablar de Axel era hablar de cosas que nunca serían dichas.
Hablar de él era evocar recuerdos que nunca olvidaría".
I. MEDIANOCHE
"Hoy es noche de luna llena".
Aquello es una mala señal, no se considera tan supersticioso, pero lo sabe, lo confirma cuando el reloj de su escritorio marca las diez y media y apenas ha terminado la mitad del papeleo. Axel arruga sin querer el documento entre sus manos, no puede ocultar su frustración. Jude ha organizado todo de una forma que le marea, sus métodos pueden ser efectivos, pero a sus ojos también son poco prácticos —y cabe la posibilidad de que solo él entendiera sus propios procedimientos—: Un archivador por cada miembro del programa de fútbol juvenil: Datos completos, alimentación, rutina de ejercicios, fortalezas y debilidades, afinidad y su posibilidad de supertécnicas individuales o conjuntas acorde a su tipo y elementos, sin contar los cuadros comparativos y gráficas. Actualizar los archivadores cada viernes no había sido una buena idea, sabe que es su culpa por haber aceptado.
Probablemente más de un supervisor estaba insultándolo en esos momentos. Él lo estaba haciendo.
"Dos años y sigo sin poder cambiar esto", comienza a refunfuñar, de verdad está luchando para no dormirse.
El sonido de tres toques en la puerta lo sacan de sus pensamientos, el vigilante ya ha venido antes a verlo, debe estar impaciente porque se vaya a casa. Una punzada de desesperación lo atraviesa, él también quiere irse.
—Hoy me quedaré hasta tarde —Axel responde desde su sitio—. Llamaré a centralita de seguridad antes de irme.
—Hazlo o te confundirán con un ladrón como la semana pasada. Casi te golpean los de seguridad.
En lugar del vigilante, una voz femenina le responde y abre la puerta. Axel la ve entrar y no es capaz de disimular su expresión sorprendida, gesto que parece confundir a la recién llegada.
Hills no debería estar allí.
—Eras tú. Pensé que ya te habías ido a casa.
—Nunca me voy sin despedirme.
El sonido de los zapatos de tacón que Celia usa hacen eco en la habitación cuando ingresa en ella. Axel no le presta atención, excepto cuando escucha el sonido de una bolsa plástica y la ve sacar de ella dos latas de energizantes, Celia sabe muy bien que al ex delantero le gustan y que las prefiere por sobre el café.
—Fui a la tienda y traje algo para despertar. Aguantaremos un par de horas con esto —en un intento de avivar el ambiente, le lanza una de las latas, se arrepintió al ver cómo apenas lograba atraparla antes de que lo golpee en la nariz—. ¡Perdón!, olvidé que tus reflejos son lentos después de las diez.
—No pasa nada, de hecho, gracias —Axel prefiere ignorar el casi golpe. El trago de energizante le quema la garganta, logra despertarlo—. ¿Todavía no terminas tus sesiones?
—Ya están hechas —Celia toma asiento junto a él—. ¿Me pasas el archivador de JP, por favor?
—Él es de mi grupo. ¿Te quedaste para ayudarme? —Su tono de duda la deja desconcertada.
—¿Ayudarte? Soy la asesora del club y del programa, no tu secretaria.
—No me refería a eso.
—Déjalo. Dame el archivador, si no lo actualizo ahora, nunca saldremos de aquí. El jefe nos llamará la atención si no terminamos antes de las doce, no tiene sentimientos cuando se enfada.
—El jefe…
El único jefe allí es él.
—¿En qué estaba pensando el presidente Blaze al aplicar este sistema tan complicado? —Celia levanta la voz, se escucha enfadada, aunque su rostro refleja lo contrario—. Nos demoramos más en salir. Alguien debería rebelarse contra ese explotador, nos tiene a todos en malas condiciones. Cuando lo vea, voy a decirle un par de cosas…
Axel no responde, se limita a alcanzarle el archivador. Por un momento, la sonrisa victoriosa de aquella señorita lo deja pensando:
A Celia la conoce desde los catorce años, la describía como habitualmente cooperativas y dispuesta al trabajo duro (con solo alguna que otra rebelión ocasional). Nunca ha sentido la confianza para usar su nombre, ella tampoco ha dejado de llamarlo por su apellido, pero, conociéndola, ha hecho de llamarlo Blaze una costumbre. No parece distante ni seria al hacerlo, a diferencia de él.
Blaze es más que suficiente para ella, al igual que oírlo llamarla Hills.
—JP se gradúa este año —Celia habla sin mirarlo, parece tener una charla consigo misma—, si tengo que hacer su carta de recomendación no lo pensaría dos veces, el programa lo ha ayudado mucho. ¿No crees que a la asociación le encantaría tenerlo en su división sub 18?
Axel asiente en silencio, había pensado lo mismo.
—Concéntrate en los de primero, de tercero me encargo yo.
—Te quedaste con los buenos —Celia se queja en un tono lastimero que lo obliga a verla unos segundos.
—¿Crees que los de primero y segundo son malos? —la pregunta de Axel es serena, pero le sigue el juego, interesado en saber a dónde quiere llegar con esa actitud. Ella evita mirarlo en esos momentos.
—Para nada. Me gusta ver sus avances, pero cada vez que comparo el rendimiento individual de los chicos, tercero se siente muy lejano a primero y segundo. Debe ser porque ninguno de ellos vivió lo mismo que el grupo de Arion.
—Y espero que no lo hagan —la voz de Axel se torna dura, se oye resuelto cuando responde.
Celia sonríe, sabe que el programa actual tiene como objetivo prevenir eso.
Ninguno vuelve a hablar.
Dan las once en punto. Axel vuelve a mirar por la ventana.
Cuando hay luna llena, sabe que abandonará la oficina a medianoche, era una especie de mala suerte que cargaba desde su encuentro con Ozrock en la asociación juvenil de fútbol, aquella noche no sería distinta.
Pero Celia lo acompaña y el energizante lo ha reanimado.
Siente que lo abandona un gran peso de encima con solo eso.
—"Quizás pueda irme temprano a casa" —piensa. La tensión lo abandona.
Es una de las tantas ocasiones en las que agradece el tener a la señorita Hills como su compañera.
Mi cariño por este ship es tan fuerte que tenía la necesidad de escribir algo de ellos, por fin me animé. Sé que puede ser considerada una rarepair, pero su charla en el capítulo 8 del juego me pareció tan linda por parte de Gouenji que dije "de aquí soy" (y sus interacciones adorables en HonoSuto me hacen feliz). Como suelo hacer en mis otros fics, daré más detalles al finalizar. Muchas gracias por leer.
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