Hola ¿Qué tal? Soy nuevo en ésto así que no espero que alguien lo lea (Quizás una persona lo lea si tengo suerte) pero si alguien llega a leer esta historia, le explico de que trata.
Esta es una especie de historia crossover de The Loud House (Una serie de la cual soy fan desde finales del 2020) y el que me gusta llamar el Monsterverse (Que serían las películas de Godzilla y Kong) No se si le llegue a atraer a alguien pero espero que si XD
Antes de empezar, si eres fan de The Loud House pero no de las películas del Monsterverse puedes estar tranquilo, no necesitas ver las películas para entender esta historia ya que aquí daré mi interpretación de los monstruos que vaya a incluir. Igual, recomiendo ver esas películas que aunque no sean obras maestras son disfrutables.
Y otra cosa, esta historia la escribo como secuela directa de la primera película de The Loud House.
Sin nada mas que decir, espero les guste.
PD: Pido disculpas por la portada, se que es una mierda.
Siglo XVI
Hace 400 años
El mar, una zona silenciosa que abarca el 70% del planeta tierra y la cuál, para la época, era tranquila y relajante para cualquier persona que navegara en ella dispuesta a descubrir cosas nuevas.
Excepto para los Loud.
Habían pasado varias horas (Quizás un día como mucho) pero aún no podían creer lo que había pasado: Su dragón, Lolo, su propia mascota los había desterrado de Lago Loud, su hogar.
Llevaban mucho tiempo navegando sin rumbo, sin saber a donde ir o por donde comenzar y eso evidentemente tenía triste a toda la familia pero en especial a un integrante de ella: el duque.
A pesar de estar devastados, casi todos hasta ese momento no habían rechazado comer algo. Algunas porque la tristeza no interferia con su hambre y otras por ordenes de sus padres, pero no el duque. Se sentía verdaderamente devastado, según la tradición que le explicó su hermana Lucille, Lolo los habia desterrado porque ya no consideraba que el fuera digno de ser duque y eso hacía que se sintiera culpable de que el y su familia ya no tuvieran un hogar. Sus padres acababan de hablar con el pero incluso aunque se mostrarán en posición autoritaria, no lograron convencer a su único hijo de que fuera a cenar. En su lugar dijo que no bajaría ya que el dirigiría el barco. Había anochecido y aunque se pudiera sentir un frio verdaderamente insoportable, al duque no le importaba.
Ya nada le importaba.
Después del fracaso de sus padres, ninguna de las chicas se sintió con la motivación para hablar con su hermano ya que lo conocían bien. En Lago Loud era un duque con palabra firme y que siempre tenía la última palabra cuando daba una orden o tomaba una decisión. Pero aún así, hubo una que sin importar que sabía lo terco que podría ser su hermano, decidió subir a hablar con el luego de acabar su cena.
-¿No oíste a nuestra madre y a nuestro padre? -Dijo Lucille a la que era la hermana mayor de todos los hijos- Dijo que quiere estar solo.
-Es nuestro hermano -Respondio la mayor- Y si nadie va a intentar animarlo, yo lo haré.
Todas la miraron un segundo, después se miraron y después asintieron dándole la razón y admitiendo muy en el fondo que ninguna tenia ánimos para intentar consolarlo. La mayor noto ésto pero decidió que sería mejor ayudar a su hermano primero. Mas que nada porque en todos los años que lo conocía, el era el soporte de la familia, aquel que mantenía a flote a todos y que estaría ahí para ellas sin importar que complicaciones se les presentará.
Y el que el, de todos fuera el que peor la estuviera pasando, hacía notar lo mal que estaban todos. Volteó a ver sus padres y ellos le dedicaron una mirada que aprobaba que ella fuera hablar con su hermano. Subió las escaleras lentamente aunque se detuvo con una ligera esperanza de que su tercera hermana menor y la cuarta mayor de la familia dijera algún chiste para intentar animar al resto. Ella era conocida por la familia por decir chistes en el momento más inoportuno y el que estuviera callada, con la mirada baja y triste era prueba de que la situación en la que estaban era muy grave.
La hermana mayor subió y vio a su hermano dirigiendo el barco. Solo le bastó verlo para darse cuenta de que no tenía idea de a dónde dirigir el barco.
Ver así a su hermano le rompió el corazón pero aún así se motivó a acercarse a el y hablarle.
-Hermano- Dijo ella olvidándose de la formalidad con la que normalmente se hablaban- ¿Qué crees que estás haciendo?-
El duque miró al horizonte durante unos segundos en silencio y después habló.
-¿Qué crees que hago?- Dijo el, con su acento apenas distinguiéndose por la tristeza.
La hermana mayor no pudo evitar mostrar cierto enfado ante ese comentario.
-Navegar sin rumbo ¿Quizás?- Respondió ella, inmediatamente se arrepintió de decir ese comentario al ver que su hermano bajo la cabeza con la mirada triste por lo que se relajó. Toco su mano y noto que estaba fría - Querido Hermano, te estás congelando, baja y cena algo o podrías enfermarte-.
-Si te mandaron nuestros padres, recuerdales que fui firme cuando dije que yo dirigiría el barco el resto de la noche-
-Hermano, yo...-
El duque levantó la mano izquierda lo cual en Lago Loud significaba que era su turno de hablar.
-Por favor hermana- Dijo el duque con voz algo quebrada y haciendo un esfuerzo por no llorar- Quiero estar solo-.
La hermana mayor la miro con tristeza.
-Hermano, yo... se que estás triste...- No continúo hablando porque su hermano alzo de nuevo la mano izquierda. En esta ocasión, ella hizo un gran esfuerzo por no enfadarse y se contuvo. Muy en el fondo, ella era la única de la familia que le molestaba ese gesto de su hermano ya que aunque el fuera el duque, ella era la hermana mayor y cada que hacía ese gesto, lo veía como una falta de respeto hacia ella. Nunca lo comentó con nadie porque ella sabía que el era el duque y que tenía que respetar eso. Sin embargo las cosas habían cambiado en las últimas horas y si veía a su hermano hacer ese gesto de nuevo, perdería los estribos.
-¿Triste?- Soltó después de lo que pareció una eternidad- ¡Por supuesto que lo estoy! ¿Ninguna de ustedes lo entiende? ¡Lolo nos desterró! ¡Nuestra Lolo nos echo de nuestro hogar y ahora estamos a la deriva y sin rumbo! Y todo... es p-por mi culpa.
El duque sostenía el timón pero no pudo evitar derramar unas cuantas lágrimas después de decir ésto. Verlo así no le gustaba nada a su hermana mayor y el que dijera esas palabras la desconcertó.
-¿De qué hablas?- Dijo ella.
-Sabes bien de lo que hablo-.
-Hermano...-
-Lucille lo dijo, Lolo dejó de considerarme digno de ser el duque de Lago Loud, por mi culpa nos obligaron a abandonar nuestro único hogar. Y-y lo peor e-es... ¡Que ni siquiera se lo que hice para que crea eso!
El duque no resistió mas y dejo caer su cabeza suavemente contra el timón llorando silenciosamente.
Su hermana no sabía que decirle, ella también estaba destrozada, no pensaba más en otra cosa que en lo mucho que extrañaría su hogar y apenas si comía más por necesidad que por otra cosa.
Pensó en que decirle mientras que sin que los 2 se dieran cuenta, el aire empezó a incrementarse y un submarino (Invento que se mantuvo oculto a la humanidad hasta años después) se acercaba a su barco con el pasajero de este siguiéndolos.
-Hermano, literalmente nada de esto es tu culpa ¿Entiendes? Tu no hiciste nada malo, fuiste el mejor duque que pudo tener Lago Loud.
-No es verdad- Dijo el chico.
-Por supuesto que lo es- Respondio la hermana tomandolo de los hombros aun conservando la calma mientras que sin que ellos lo notaran el oleaje empezaba a subir.
El chico no aguanto más y dio un manotazo a los brazos de su hermana para que lo soltará y el la miro con cierto desdén mientras ella lo miraba sorprendida.
-¡CLARO QUE NO!- Respondió el chico ya sin temor a no guardar silencio.
-Hermano, tranquilo. Y-yo entiendo lo que estás pasando...
Su hermano volvió a levantar la mano.
-¡Por supuesto que no lo entiendes! ¡Ni nuestros padres o nuestras hermanas lo entienden!- Dijo el duque respirando profundo y soltando la bomba- Y mucho menos tú-.
Ese fue el momento en el que la hermana mayor no pudo más y poco a poco perdió la paciencia.
-¿Qué dices?- Dijo ella con un tono claramente molesto.
-Sabes de lo que hablo- Dijo el chico no guardándose nada- Toda nuestra familia ayudó en algo al pueblo excepto tú. ¡Todo lo que a ti te importaba era pasar tiempo en el castillo o buscando pareja con la esperanza de poder dejarnos! ¡¿Y por qué?! ¡Porque no podías con la idea de que yo fuera el duque!
El resto de la familia salió a ver que estaba pasando alertados por los gritos del chico y salieron a tiempo para ver como la hermana mayor estallaba en un estado de enfado total y sin darse cuenta de lo que se estaba formando adelante del barco.
-¡¿Disculpa?! ¡Creo que el que no entiende nada en este momento eres tú! ¡¿Tienes idea de lo difícil que es ser la hermana mayor de esta familia?! ¡¿Tienes idea de lo que he sacrificado por cuidar a nuestras hermanas?! ¡Por supuesto que no lo sabes!- Dijo ella señalando con el dedo índice la cabeza de su hermano y desconcertando a su hermano.
Ella en un momento lo consideró, su hermano era quién mantenia al pueblo estable y a su familia a flote pero ella era quien mantenía a sus hermanos disciplinados cuando sus padres o su hermano no podían hacerlo. Ella era la persona en quien confiar para sus 3 hermanas cercanas en edad y con las que compartía más tiempo. Sin embargo, el esfuerzo de hacerlo por varios años ya la tenía agotada y pensó en dejar el pueblo para vivir de manera independiente y descubrir el mundo que deseaba explorar.
Habló con sus padres y aunque no estaban muy convencidos de esto, al final aceptaron que se fuera. Ella decidió que pasaría una última semana con su familia y después les daría la noticia.
Cosa que no hizo.
El tiempo que pasó con su familia en la que se suponía era su última semana le hizo ver lo mucho que los quería, lo mucho que ellos la necesitaban y lo mucho que ella los extrañaría. Tanto fue así que cuando los reunió para contarles de su partida, ella cambio de parecer y en su lugar anunció que quería organizar una fiesta y necesitaba la ayuda de todos.
Cosa que tomó a todos por sorpresa ya que ella jamás organizaba fiestas y era la primera que se oponía a eso ya que decía que dejaría al castillo en una pila de escombros. Pero aún así sus hermanos le creyeron y quedaron maravillados con la noticia y sus padres asumieron de inmediato que su hija habia decidido quedarse en Lago Loud y le siguieron el juego.
En un principio se sorprendió de que su hermano estuviera enterado de que se iría (Más tomando en cuenta que el no mostró indicios de que se enterará de eso) pero esa sorpresa fue reemplazada por la rabia que sentía ante el hecho de que su hermano, quien parecía conocer a toda su familia mejor que nadie, pensará tal cosa.
-¡Crees que eres el único que está dolido y te haces la víctima por eso pero no es así! ¡LITERALMENTE YO TAMBIÉN LO ESTOY! ¡Nuestras hermanas lo están! ¡Nuestros padres también lo están! ¡Y lo estamos más por verte así! ¡Y en lugar de ser fuerte por todos, estás aquí actuando como un estúpido! ¡¿Crees que eso es lo que necesitamos?! ¡¿Qué ganaras algo actuando así?! ¡Todas ahora mismo necesitamos al chico con ambición de líder que supo dirigir a todo un pueblo y no al chiquillo berrinchudo que se derrumba facil ANTE LA ADVERSIDAD!
Tanto el duque como el resto de la familia se quedaron sin palabras, la hermana mayor se acercó a su familia y todos la abrazaron mientras ella rompía en llanto (Algunos miraron a su hermano con una mirada de enojo y decepción)
El duque vio esto y no pudo evitar sentirse culpable por como le habló a su hermana, ella solo quería animarlo y el, por la frustración y el enojo, no solo la trató mal a ella, sino que trató mal a sus padres y al resto de sus hermanas no siendo el apoyo que todos necesitaban.
-Madre, Padre... Chicas- Dijo el duque antes de pasar su antebrazo por sus ojos secando sus lágrimas- Y-yo...
El chico no continúo hablando ya que en ese momento sintió como el viento aumento a tal punto que hizo retroceder el barco que iba navegando solo durante la discusión. Todos voltearon en dirección de dónde soplaba el viento y vieron horrorizados como lo que parecía ser una gran tormenta se dirigía hacia su barco.
-¡OH POR DIOS!- Grito la madre- ¡Alguien tome el timón!
El duque, quien era el más cercano al timón, fue hacía el y lo giró haciendo que el barco diera media vuelta en dirección contraria de la tormenta. Sin embargo, al intentar alejarse, notaron que algo andaba mal.
-¿Es impresión mía o esa tormenta se está acercando muy rápido hacia nosotros?- Dijo la quinta hermana mayor.
-¡Creo que tu intuición no es mala, hermana! ¡Solo que eso no parece ser una tormenta!- Dijo la segunda hermana menor al notar la cantidad de rayos amarillos que sale de aquella tormenta- ¡No una normal al menos!
Después de unos segundos y justo cuando la tormenta estaba por alcanzarlos, esta se detuvo.
-Oigan- Dijo la segunda hermana mayor con un gran optimismo- Miren, se detuvo.
-Es extraño- Dijo la pequeña genio de la familia- Las tormentas no hacen...
La segunda hermana menor no terminó su frase ya que el barco frenó abruptamente quedando de costado.
-¡Hermano! ¡¿Que fue eso?! -Grito la tercera hermana mayor.
Su hermano no respondió y ante la sorpresa corrió al costado izquierdo del barco para ver que hizo que lo frenará. Sus padres y sus hermanas lo siguieron y vieron atónitos lo que su hermano estaba viendo.
Enfrente de ellos, vieron lo que parecía ser una especie de monstruo gigante con un aspecto de cocodrilo. O es lo que al duque le pareció ver de ese monstruo.
¿Qué...es esa cosa?- Dijo una de las gemelas.
Sin ninguna respuesta, el aparente cocodrilo nadó debajo del barco y se dirigió hacia la tormenta que continúo su camino hacia ellos.
¡¿Eso importa?!- Gritó la hermana mayor- ¡Hay que alejarse de esa cosa y de la tormenta!-.
Al oír esto el duque giro a la izquierda y el barco avanzó. Mientras tanto la tormenta incrementó su fuerza, sus rayos y truenos aumentaron en intensidad y se oyeron ruidos fuertes dentro de ella.
-¡Todos adentro!- Gritó el padre al ver que el barco no iba a lograr alejarse de la tormenta.
Todos entraron dentro del barco con excepción de la hermana mayor y...
-¡HERMANO!-
-¡Entra! ¡Yo los sacaré de la tormenta!-
-¡Ya estamos en el centro de ella! -Gritó la hermana mayor lo más fuerte que podía para que su hermano lo escuchará- ¡Ya no tiene caso intentar salir de ella!
-¡Confía en mí!- Dijo el chico- ¡Se lo que hago!
-¡Hermanito! ¡Por favor!- Grito ella- ¡Entra con...!
Fue lo último que dijo ella antes de que un trueno impactará contra el barco de los Loud destruyendolo y haciendo caer al duque al mar quien por el impacto, perdió la consciencia.
Lo último que vió fueron 2 figuras de gran tamaño que no logró distinguir que eran enfrentándose entre sí.
Tiempo después, el Chico poco a poco despertó desconcertado. No solo por el hecho de no recordar lo que pasó o no saber dónde estaba, sino porque lo primero que vio al girar su cabeza a la derecha fue a una niña de su edad, de piel morena, con pecas en sus mejillas y con el cabello negro y largo mirándolo fijamente con sus brazos apoyados en la cama y con una sonrisa relajada.
Ambos cruzaron miradas y un milisegundo después, los 2 se sobresaltaron. La chica se levantó, retrocedió unos pasos y solo pudo apartar la mirada sin poder disimular sus mejillas sonrojadas. Mientras que el chico retrocedio sobre su cama y se golpeó accidentalmente con el respaldo de está.
-¿Quién eres tú?- El duque fue el primero que rompió ese momento incómodo con esa pregunta pero antes de que la chica pudiera responder, alguien entró a la habitación.
-¡Hija! ¡Aquí estás!- Dijo la enfermera que entró a la habitación. Tenía el pelo negro, vestia uniforme de enfermera blanco, zapatos negros y una gorra de enfermera en la cabeza- ¿Qué haces aquí? Tu hermano te ha estado buscando por todas partes-.
La niña no dijo nada y solo bajo la cabeza avergonzada. Su madre la miro confundida y después miró al chico.
-Oh, vaya, veo que ya despertaste- Dijo la enfermera- ¿Como te sientes?
-Un... un poco mareado- Dijo el chico aún llevándose una mano a su cabeza y mirando de reojo a la niña quién pareció notar cierta preocupación de ella en el.
-No tarda en venir el doctor- Dijo la mujer antes de mirar a su hija- Tu hermano está en la sala de espera, ve con el y esperanos afuera-.
-Si madre- Respondió la niña y mientras miraba aún al duque, salió de la habitación.
-Disculpa a mi hija- Dijo la enfermera- Ella normalmente no actúa así. Debiste verla cuando te encontramos, se veia muy preocupada por ti-.
El chico habría mostrado alguna reacción ante estas palabras sino fuera porque logró recordar lo que pasó pero antes de que pudiera preguntar algo, el doctor entró a la habitación.
-Por fin despertaste, nos tenias preocupados- Dijo el doctor. Tenía el cabello negro, una barba pronunciada, vestía una bata blanca, pantalones y zapatos negros. -¿Cómo estás?-
-Dice que solo se siente un poco mareado- Respondió la enfermera.
-Ya veo- Dijo el doctor mirando a la enfermera y despúes al chico - Afortunadamente, solo es eso. Te revisamos y nos aseguramos que estabas bien, no tuviste ninguna fractura o alguna lesión de gravedad.
-Eso es excelente- Dijo el chico. Intentó levantarse llevándose su mano izquierda a la cabeza y apenas se dio cuenta de que está estaba vendada.
-Ey, ey, relájate niño- Respondió el doctor acercándose a el duque junto a la enfermera- Por ahora deberías descansar, no estás en condiciones de levantarte todavía-.
-No puedo quedarme aquí, debo volver con mi familia- Dijo el Chico levantando la cabeza y mirándolos a los 2- Yo venia con ellos en un barco ¿Dónde están? ¿Están bien?-.
El Doctor y la enfermera se miraron sorprendidos ante su pregunta y después con tristeza.
-¿Qué?- Dijo el chico- ¿Por qué no responden? ¡¿Dónde están mis padres y mis hermanas?!
La enfermera solo bajó la cabeza y el doctor se agachó con una rodilla sobre el suelo para estar a su altura y lo tomó por el hombro.
-Chico- Dijo el doctor con una mirada seria- Nuestros hijos te encontraron inconsciente en la playa, nos llamaron y te trajimos lo más rápido posible a este hospital-.
El chico sintió un nudo en la garganta ante las palabras del doctor quien respiro profundo para lo que estaba por decir.
-Lo... lo siento pero estabas solo, no vimos que nadie estuviera contigo- Dijo el doctor.
El duque quedó en shock ante estas palabras, abriendo la boca y los ojos porque supo lo que quería decir.
-No... no, no, no- Fue todo lo que pudo decir antes de comenzar a llorar.
La enfermera quiso decir algo pero en ese momento, alguien tocó la puerta.
-Muy bien, buen trabajo señores- Dijo el hombre que entró en la habitación- Pero creo que ya hicieron suficiente-.
-Disculpe ¿Quién es usted? - Dijo la enfermera.
-Me llamo Fritz- Dijo el hombre de no mas de 30 años, con cabello corto rubio, lentes negros, bata blanca y pantalones y zapatos negros. - El jefe me envió y me pidió que me encargará del chico, entiende que es su día libre y no quiere que lo pierdan-.
El doctor y la enfermera se miraron sin creerle del todo cosa que Fritz noto.
-Jamás lo habíamos visto aquí ¿Eres nuevo?- Preguntó la enfermera.
-Asi es- Respondió Fritz con mucha tranquilidad- Entiendo que no me crean por lo que, con todo respeto, si aún tienen dudas, pueden preguntarle al jefe ustedes mismos.
El doctor y la enfermera dudaron un poco pero al final se miraron y accedieron ya que ninguno quería iniciar una discusión.
-Volveremos en un momento- Dijo la enfermera al chico- Hay algo que queremos hablar contigo-.
El duque aun con lágrimas en sus ojos no levantó la vista pero asintió mostrando que si los escucho.
Fritz abrió la puerta y permitió salir al Doctor y la enfermera de la habitación. Después procedió a cerrar la puerta con llave y miro al chico.
-Vi lo que pasó con tu familia- Dijo Fritz quitándose los lentes- Lo siento mucho.
El duque puso las manos en su cara y lloró silenciosamente mientras Fritz permanecía en silencio dejando que se descargara. Después de unos segundos, el chico paso su antebrazo izquierdo por sus ojos y lo miró.
-¿Quién... Quién es usted?-
-Supongo que no oíste mi nombre así que lo repito, me llamó Fritz...-
-Oí su nombre- Lo interrumpió el chico- Pero no soy tan tonto como para creer que usted trabaja aquí-.
Fritz sonrio ligeramente ante este comentario.
-Bueno... En eso tienes razón. No soy doctor ni trabajo aquí- Dijo Fritz, quién después de decir eso se quito la bata y sacó de su traje una hoja recortada con algo dibujado- Fritz Fitzgerald, soy de un grupo que se hace llamar "Monarca" encargado de la vigilancia y protección de los Titanes del mundo-.
-¿Titanes?- Dijo el duque confundido. Fritz solo asintió y guardó la hoja en su bolsillo.- Usted... ¿Dijo que vio lo que pasó con mi familia?-
Fritz asintió una vez más.
-¿Usted estaba ahí? ¿Sabe... que era esa tormenta?- Preguntó. Fritz no respondió y camino al lado contrario de la cama y se sentó dándole la espalda al chico.
-¿Qué es lo que recuerdas de ella?- Preguntó Fritz sin mirar al chico en espera de oir su respuesta.
-Yo... no lo sé. En un segundo estaba discutiendo con mi hermana...- El duque se tomó una pausa después de decir eso para respirar profundo y no romper en llanto otra vez.- Y... al otro, el barco iba directo hacia ella. No estoy seguro, pero podría jurar que se formó de la nada y que...se movia demasiado rapido.-
Fritz asintió y procesó las palabras del chico queriendo confirmar que no dijera nada que no tuviera que saber.
-¿Algo más?- Preguntó Fritz.
-Bueno... recuerdo que cuando intentamos escapar de la tormenta, algo apareció delante del barco. Mi familia y yo lo vimos, parecía... una especie de cocodrilo o lagartija gigante que después nadó y fue directo a la tormenta- Dijo el duque.
Fritz dudó y consideró hacer el plan B.
-Y no se si fue por la tormenta pero... creí ver 2 grandes criaturas que se enfrentaban entre si antes de que quedara inconsciente -Dijo el duque- Dice que estuvo ahí ¿No? ¿Sabe que era eso?-.
Fritz volteo momentáneamente a verlo y después de unos segundos, habló.
-Iba navegando por esa zona cuando vi su barco a lo lejos. Debía de encontrar señales que me guiarán a la tormenta que encontraron y su barco fue la señal ya que pude ver como muchas nubes se formaban delante de su barco creando esa supuesta tormenta-.
Fritz se levantó de la cama, camino unos segundos y continúo hablando dándole la espalda al chico.
-Me adentré en ella- Dijo Fritz- Y luego... vi su barco destruido y a ti, inconsciente dentro del mar-.
El chico abrió los ojos sorprendido.
-¿Usted me salvó? ¿Qué hay de mi familia? ¿Por qué no intentó salvarlos? Y sobretodo, si es verdad lo que dice ¿Por qué me dejo en la orilla para que alguien más me encontrará?-. Dijo el chico atando los cabos de lo que le dijo el doctor y lo que le dijo Fritz.
-Porque nadie puede saber quién soy ni para quien trabajo. Y respondiendo a lo otro, fuiste el único sobreviviente- Dijo Fritz sin inmutarse- No quedó ningún rastro del barco ni de tu familia ya que el rayo los desintegró-.
Si el duque estaba confundido, ahora lo estaba más.
-¿Y usted como sabe eso?- Dijo el chico empezando a desconfiar de el hombre.- ¿Qué hacia allí exactamente y que era ese monstruo y esa tormenta?-.
Fritz se dió la vuelta y lo miró pensativo.
-Bueno niño- Respondió- Esa información es clasificada pero tuviste contacto y viviste para contarlo así que en este caso, creo que tienes derecho a saberlo. Pero antes de que te lo diga debes entender que está información es de vital importancia para el futuro de este planeta y que solo la debes compartir con personas que confíes de aquí en adelante ya que si esto llegan a saberlo las personas equivocadas, podria ser catastrófico ¿Entiendes?-.
El duque no estaba seguro de lo que decía pero por otro lado, le había salvado la vida y creyó que el sabría lo que era esa tormenta y ese monstruo que vió por lo que se decidió.
-De acuerdo- Respondió.
Fritz sonrió. Después de unos minutos de contarle lo que sabía, salió del hospital y partió rumbo a reunirse con su líder para darle las buenas noticias.
-Así es señorita Aggie- Dijo Fritz dando un sorbo a su té luego de contarle todo lo que pasó- Puedo confirmarle que el chico fue el único que sobrevivió y que con la información que le dí, se mantendrá alejado de Lago Loud-.
Aggie sonrió ante esto.
-Buen trabajo Fritz- Dijo la nueva duquesa de Lago Loud- Con suerte, si es que su generación futura y asquerosa regresa aquí, no sabrán nada de esto y de sus antepasados-.
Aggie dejo su té de lado y se levantó caminando hacia la ventana mirando hacia el pueblo.
-¿Y qué será del chico?- Preguntó Aggie.
-Por lo que pude averiguar, lo adoptarán el doctor y la enfermera que lo atendieron-. Dijo Fritz
-Pobre de esa familia- Dijo Aggie entre risas- Van a adoptar a un niño travieso y que creerán que está loco-.
-¿Y qué tal si le creen?-.
-Si le creen esparcirán la mentira que le dijiste al pequeño y tonto Loud. Pero la verdad, dudo que todas las generaciones que sigan crean está historia. El ser humano es escéptico en ciertos niveles y estoy segura que lo que le contaste al chico quedará en el olvido en algún futuro-. Respondió Aggie con serenidad.
Fritz bebió otro sorbo de su té y miro a Aggie.
-Señorita Aggie- Dijo el hombre- Presiento que hay algo que quiere decirme y es la razón principal por la que me pidió que regresará ¿No es así?
Aggie se dio la vuelta y lo miro con una sonrisa.
-Eres alguien muy listo y capaz, Fritz - Le dijo caminando a el- Por eso, he decidido que tu tomes mi lugar como presidente de Monarca-.
-¡¿Qué?!- Respondió Fritz genuinamente sorprendido- Pero... Disculpe señorita, yo... no puedo aceptar eso-.
-Claro que puedes- Le dijo deteniéndose enfrente de él- Sin tí, la infiltración a Monarca no habría salido bien y no habríamos podido limpiar esa escoria subordinada de los López de nuestro grupo-.
-Bueno... No puedo discutir eso- Dijo Fritz.
-Además- Dijo Aggie después de asentir ante la respuesta de Fritz- Ahora que soy la nueva duquesa de este patético pueblo, no me será posible dirigirlos mientras permanezca aquí-.
-Entiendo- Dijo Fritz no muy convencido de aceptar su ascenso cosa que Aggie notó.
-Lo harás bien. Solo asegúrate que los...- Aggie se tomó una pausa haciendo que Fritz levantará la vista- Ugh, que los López no metan su mano a Monarca de nuevo y que las futuras generaciones estén listas para cuando ellos quieran reclamar el planeta de nuevo-.
Al escuchar esto, Fritz se convenció, termino su té y se levantó.
-Hare lo que pueda jefa- Dijo Fritz levantando la mano para estrecharla- Se lo agradezco-.
-Se que lo harás- Respondió Aggie estrechando su mano- y ya no me digas jefa, tu ahora eres el líder-.
-Oh, lo siento, es la costumbre-.
-Aunque si puedes hacer una última cosa por mí-.
-¿Ah sí? ¿Qué cosa?-.
-Retirarte-.
Fritz río ligeramente con esa petición.
-Como ordene, majestad-.
Fritz hizo reverencia y salió de la habitación y del castillo dejando a Aggie contemplando el pueblo y la cueva donde se encontraba Lolo.
Más tarde, ella fue a alimentar a Lolo quién se veía deprimida por lo que hizo horas atrás.
-Oh, no estes triste querida- Dijo Aggie llevando basura en una pequeña carretilla y sosteniendo el cetro con la gema que controlaba a Lolo cosa que ella notó y la asustó.
-Relajate, solo vengo a traerte esto- Dijo Aggie tirando toda la basura enfrente de Lolo- Hora de comer-.
Lolo se acercó desconfiando de Aggie pero accedió a comer lo que le dejó creciendo poco a poco.
-Eso es, come- Dijo Aggie sonriendo maliciosamente- Deberás estar lista para hacer que todos me respeten... Y por si el te encuentra-.
Aggie sonrió mientras veía a Lolo comer sin saber que en cuestión de meses, pasaría lo peor en Lago Loud.
Y con eso, llegamos al final del primer capítulo. Si alguien leyó esto, lo agradezco de corazón y espero que te haya gustado este capítulo.
Si aprendo como funciona está aplicación, actualizare pronto esta historia.
Hasta la próxima (Eso espero)
