Saludos a todos,otra semana otro capítulo y aqui tenemos la siguiente parte de la pelea entre los Dragones Celestiales y espero que lo disfuten.

Vol 5 Life-6 Sekiryuutei vs Hakuryuukou 2 parte


La lucha entre la Nekoshou y la caperucita con la Faunus continuaba en un punto muerto, ya que ninguna de las tres podía dar un golpe decisivo y eso era frustrante para ambas partes.

Por su lado tanto Blake como Ruby esquivaban los golpes y bolas de fuego gracias a su velocidad y agilidad, combinando a los clones de la Faunus que servían como distracción.

En cuanto a Koneko, está no parecía verse muy afectada por los ataques de ambas cazadoras. Sin contar que utilizaba su senjutsu para protegerse de la mayoría de los ataques.

Ambos lados permanecieron fijos en sus respectivos lados mientras se veían fijamente a los ojos, sin querer dar marcha atrás.

En eso retomaron su ataque con Koneko lanzando una serie de puñetazos a la pequeña caperucita que los esquivaba a gran velocidad. En eso la peliblanca tuvo que saltar para esquivar un corte con toda la intención de separar su cabeza de su cuerpo.

Entonces fue el turno de la pelinegra de atacar. Creó varios clones con la intención de abrumar a la peliblanca, cosa que parecía funcionar ya que uno de ellos logró conectar un ligero corte en su mejilla. Acto seguido la caperucita apareció a un lado de la Nekoshou con su arma en modo guadaña lista para dar el golpe final, pero koneko logró esquivarla y conectar un puñetazo en Ruby quien sintió como le sacaba todo el aire y la mandó varios metros a distancia con su Aura llegando casi a cero.

-¡Ruby! – Blake no tardó en llegar con su amiga. – ¿Estás bien?

-Ugh… Casi rompe mi Aura solo con ese golpe… – La chica se puso de pie como pudo. – No es tan fuerte como Issei, pero será mejor no recibir otro golpe.

-¿Han tenido bastante? – Koneko se limpió la sangre del corte en su mejilla. – Es obvio que unas simples humanas con un nivel básico de magia no lograrán algo.

-Ni creas que nos asustas. – Los ojos de Blake parecían más felinos mientras dejaba escapar un siseo molesto. – Ruby ¿Puedes seguir?

-Si. Solo tengo que guardar las distancias. Te encargo el ataque directo.

-Sin problema. – La chica se cambió su arma a modo espada y se puso en guardia.

Con un grácil movimiento Ruby clavó a Crescent Rose MK2 en el suelo y comenzó a disparar a la peliblanca mientras Blake avanzaba hacia esta.

Koneko vio esto y dio una fuerte pisada para levantar una parte del suelo con la que primero se protegió de los disparos y luego lo empujó contra sus enemigas. Vio como la pelinegra cruzó a través de la roca con una especie de agujero de oscuridad y se preparó para lanzar un corte, por lo que lanzó un puñetazo cargado con senjutsu ya que era obvio que un arma normal como esa no le haría prácticamente nada.

Pero para su sorpresa, justo antes de conectar el golpe, la chica no sólo esquivó el golpe. También aprisiono su brazo en una sombra con su forma, la cual tenía unos extraños cristales amarillos. De repente la sombra explotó y con ella los cristales que liberaron una energía eléctrica que la aturdido por unos segundos.

Segundos que fueron aprovechados por sus oponentes que se vieron fijamente listas para terminar esto de una vez por todas.

-¿Lista?

-¡Vamos allá! ¡Black Tornado!

Con ese grito ambas crearon una esfera con su respectivo elemento del tamaño de una pelota de basket y las lanzaron juntas, creando un tornado de color azabache que destruyó todo en su camino hasta llegar a la peliblanca que nada pudo hacer para evitar ser engullida por el ataque. Generando una gran explosión.

La peliblanca estaba recostada aturdida por el ataque, nunca se esperó que unas humanas pudieran hacer algo de ese nivel. Justo estaba por levantarse cuando sintió algo de metal en su cabeza.

-Por tu bien quédate en el suelo. – Dijo la voz de Ruby mientras tenía su arma en su modo rifle y tenía el cañón pegado en la cabeza de la peliblanca. – Solo tengo que apretar el gatillo, así que ríndete.

-Y no es la única. – Blake también tenía en la mira a la peliblanca con Gambol Shroud, su mirada era fría y sin vacilación.

Koneko por su parte solo podía gruñir por la frustración, pensar que dos novatas en la magia la hayan derrotado… Seguía siendo débil.

-¡Shirone!

Kuroka gritó viendo cómo esas dos chicas parecían estar listas para ejecutar a su hermana. Estaba por hacer algo cuando sintió algo filoso en su garganta. Vio que era la espada de esa chica multicolor.

-Ni siquiera se les ocurra mover un músculo. – Pyrrha habló con una voz fría viendo a la youkai pelinegra. – Ruby, Blake, terminó. Ya no harán nada estúpido. ¿Verdad?

-Así es señorita. Mis amigos se comportarán y no causarán más líos. – Dijo Fay de forma amable sacándole una sonrisa a la pelirroja.

Con eso dicho tanto la caperucita como la faunus dejaron de apuntar a la peliblanca que se levantó con la cabeza gacha mientras apretaba sus puños.

En eso sintió como alguien la abrazaba. Levantó la cabeza y pudo ver que se trataba de su hermana.

-Onee-sama…

-Me alegra que te encuentres bien Shirone. – Dijo la pelinegra mientras aumentaba su agarre con su hermana.

-Pero perdí… Sigo siendo alguien débil.

-Todos perdieron Koneko-sama.

Lo dicho por Fay llamó la atención de la peliblanca menor quien vio mejor a los demás miembros de su grupo y se sorprendió al ver que era verdad. Bikou tenía su armadura muy abollada, su hermana presentaba algún que otro corte y rastro de quemadura en su ropa y cuerpo y Ravel… ¿Por qué parecía avergonzada y estaba descalza? La única que parecía estar como si nada era Le Fay.

-¿Quienes son ustedes…? – Fue la pregunta de la pequeña nekoshou al grupo de Remnant.

Ellos se vieron entre sí un momento mientras se apartaban del grupo del Hakuryuukou y los encararon, cada uno con una sonrisa, algunos más confiados que otros.

-Simple. Somos cazadores y cazadoras que han entrenado con el Sekiryuutei más poderoso de toda la historia. – Fue Pyrrha la que habló con confianza en sus palabras, a las cuales todos en su grupo asintieron sin dudarlo.

Antes que el otro grupo pudiera decir algo se escuchó un gran estruendo a la distancia, justo por donde vieron que se habían ido ambos dragones celestiales. Eso alarmó al grupo del Sekiryuutei que no dudaron en correr rumbo a esa dirección.

Con el grupo del Hakuryuukou confundidos aún tratando de digerir todo lo ocurrido, pero decidieron seguir a los nativos para ver por qué su líder se tardaba tanto en regresar.

--

De regreso en la zona donde la batalla de los Dragones Celestiales se llevaba a cabo, se veían rastros de los daños que ésta había generado en la zona.

Habían cráteres, zonas quemadas, grietas de gran tamaño, pero lo que era más llamativo era que en el cielo dos seres se seguían moviendo a toda velocidad, a pesar de las heridas que sus cuerpos portaban.

El Hakuryuukou lanzaba rafagas de magia como si fueran una lluvia hecha de meteoros hacia el Sekiryuutei, quien se movía como podía dado el estado en que yacía su cuerpo.

Issei usó una elevación rocosa como escudo que le ganó un segundo de defensa, para luego lanzarse hacia Vali, quien lanzó una rafaga de poder demoníaco hacia él. Esta logró darle en la cara al chico, destrozando la máscara y dejando una marca visible en el párpado izquierdo. Pero Issei solo siguió y aún parcialmente ciego del ojo izquierdo, usó lo último como punto de impulso para girar mientras avanzaba ante la sorpresa de su rival y darle una patada que destrozó el casco y se oyó el crack de la mandíbula.

El Dragón Blanco salió volando hacia el suelo, al mismo tiempo que Issei se tomaba la zona del ojo izquierdo. Parpadeó varias veces y veía borroso…

-Mierda… me daño el ojo.

- [Debes de estar más atento, ese tipo ha mostrado ser el más fuerte de todos los seres con los que te hayas enfrentado. Es claro que está pelea será de las más difíciles que hayas tenido.]

-Lo sé. Pero su magia impide que me acerque sin tener que arriesgarme. – Issei sentía su aliento casi parecer fuego.

- [Entonces sólo te queda ser más ingenioso.] – Fue el consejo de Ddraig quien notó un pequeño cambio en la actitud de su compañero.

-Je. Por alguna razón… Creo que ya me olvidé porque empezamos a pelear… – La sonrisa de Issei hizo que Ddraig hiciera lo mismo. La pelea se estaba volviendo emocionante.

En el suelo, Vali tomó su mandíbula y se oyó el sonido del hueso volviendo a su lugar. Este escupió sangre y un molar, al ver ello… Sonrió más.

-Ese tipo… Su fuerza bruta no es poca cosa. Je, esto es más emocionante de lo que imaginé.

- {He visto poseedores de Ddraig con los años… Y este chico supera a todos en la fuerza bruta y la resistencia. Es básicamente un animal para pelear. Lo diré claro, es más compatible que tú en el uso del poder de los Dragones Celestiales.}

-Eso vuelve esta pelea incluso más emocionante.

Albion sentía algo en Vali que no había sentido en meses. Se sentía feliz… Como si lo muerto que estaba en él, fuera revivido. Miró al poseedor de Ddraig y lo admite…

- {Te has hecho de un buen poseedor Ddraig. No dudo que puede que sea el mejor de la historia en tu larga línea.}

- [Tu poseedor también es alguien muy interesante Albion. Sin duda esta generación que nos tocó está llena de sorpresas.]

Ambos Dragones rieron al pensar eso. Pero saben que la pelea no acabará con esto. No hasta que no puedan más… Y eso lo saben los dos.

Vali se puso de pie e Issei bajó al suelo. Ambos trataban de recuperar aire.

-...Me has roto la mandíbula.

-Tú me has dejado medio ciego del ojo izquierdo…

-Que puedo decir. Me lo estoy pasando como nunca antes.

-Jejeje. Es verdad, nunca me había emocionado tanto en una pelea. Kokabiel no cuenta.

-¿Ese loco estuvo aquí? – Verlo asentir y dar una sonrisa, como diciendo que fue sencillo le hizo reír por lo bajo. – ¿Listo para continuar? – Vali dio una sonrisa emocionada al hacer esa pregunta.

-Sigamos hasta no poder más. – Issei hizo lo mismo mostrando sus colmillos.

Ambos volvieron al cielo, posándose a los segundos en unas rocas, poniéndose en guardia. El cielo relampagueo, sintiendo el deseo de lucha de los dos. Al mismo tiempo, que gente llegaba a ver que era lo que pasaba. Y veían el estado del lugar.

-Wow, parece que ese chico no es tan blando como pensábamos. – Bikou desde donde estaba podía ver claramente todas las heridas que ahora tenía Vali, cosa que no era ninguna broma.

-¿Eres idiota Nya? – Kuroka le dio un sape a su compañero al decir eso. – ¿Acaso no eres capaz de ver el estado de Vali? Es la primera vez que lo veo tan herido. No con ese idiota de la True Longinus término así.

-¡¿El peleó contra el usuario de la Longinus más poderosa?! – Nora pasó a ver a la pelinegra con sorpresa.

-Momento… – Weiss recordó algo que le dijeron en Menagerie.– ¿No fue el tipo ese por el que el mundo sobrenatural quedó al descubierto?

Una vez más el grupo del Hakuryuukou se quedó sorprendido, por la cantidad de información que tenían estos chicos sobre su mundo.

-Ese mismo. Cao Cao eres un idiota en toda ley. – Para que el mismo Arthur dijera eso, significaba mucho.

-Pfff… Suena como Cacao.

-Yang… No es el momento… – Blake se tapó la cara mientras la rubia reía ella sola.

Por su parte Koneko estaba con la vista fija del que fue su Senpai en la Academia Kuoh. No podía creer que ese idiota pervertido no solo sea el Sekiryuutei, si no que sea capaz de hacerle frente a Vali. Eso era algo inimaginable para ella.

-¿Qué opinas ahora de mi novio enana? – Ruby habló con orgullo en su voz y algo de burla hacia la peliblanca.

-No te olvides de nosotras Rubes. – Yang amonestó a su hermanita, haciendo que las demás menos Nora y Penny asintieran.

-Esperen… ¿Todas ustedes…? – Koneko dejó de lado su expresión estoica y vio a esas chicas con incredulidad. – Eso es… Ni yo se que decir.

-¿Tan mala es la idea Koneko-sama? Hasta donde yo se la poligamia es algo normal en muchas facciones de los sobrenatural. – Fay vio a la peliblanca con una ceja alzada.

-Lo que me sorprende es que un degenerado pervertido como él… – Se detuvo al oír a su espalda un montón de armas siendo cargadas. – Lograra ese sueño ridículo suyo que no paraba de gritar a los cuatro vientos cuando aún era un humano normal.

-Qué desagradable… – Ravel vio al Sekiryuutei con asco por un segundo antes de pasar a ver el resto de la pelea en silencio.

Las novias del Sekiryuutei junto a las chicas de Atlas y Nora vieron con enfado a la rubia, pero decidieron guardar silencio y concentrarse en ver la pelea.

Ambos Dragones siguieron viéndose, esperando que uno hiciera el movimiento. Y cuando una roca cayó al suelo, ambos volvieron a alzar vuelo y encontrarse en el aire.

El choque de los puños de los dos en la cara del oponente casi parecía deformarlas, pero Issei logró mandar a Vali hacia atrás. Mostrando su clara superioridad física.

Vali salió volando, pero su mano se alzó al cielo y un rayo salió de este para que del cielo emerja lo que parecía ser una bestia hecha de rayos puros.

-¿¡Que mierda!?

Mientras con ambos grupos estos estaban sorprendidos por el nivel de esta pelea. Primera vez que ven a esos dos luchar a esos extremos.

-¡Mando a volar a Vali! – Bikou grito en incredulidad al ver como su líder salió volando varios metros a la distancia.

-No pensará usar eso… ¿O si? – Fue la pregunta al aire de Le Fay, cosa que llamó la atención de los residentes de Remnant. Pero antes que puedan preguntar a qué se refería y que era esa cosa que había hecho aparecer, pudieron escuchar el grito de Ddraig.

- [¡Magia Shinto! ¡La bestia de los relámpagos, Kirin! ¡Si eso te da puede ser malo!]

La advertencia de Ddraig era clara, pero Issei sonrió al ver ello. Solo debe de superarlo. Concentró poder en su mano derecha que era de Dragón y una llamarada emergió de esta. Ese fuego era intenso.

- {No es magia… Ese fuego. Parece que el aura de ese chico es llama pura. Un fuego que hará arder todo. ¡Me agrada!}

-¡Y a mí! ¡Veamos cómo superas esto, Sekiryuutei!

La bestia relampagueante voló hacia Issei, quien activó el comando base del Boosted Gear.

[¡Boost!] [¡Boost!] [¡Boost!] [¡Boost!] [¡Boost!] [¡Boost!] [¡Boost!] [¡Boost!] [¡Boost!] [¡Boost!] [¡Boost!] [¡Boost!] [¡Boost!] [¡Boost!] [¡Boost!] [¡Boost!]

Salió volando hacia el ataque, que pareció rugir al ver su presa. El choque de la bestia eléctrica y el puño de fuego creó una onda de energía que hizo que las nubes suelten más rayos, que esta vez sí abrieron la tierra. Pero el choque siguió, hasta que para sorpresa de todos, el Sekiryuutei superó el ataque de Vali y siguió su camino hacia él, dándole un golpe en todo el abdomen que destrozó esa área. Dejando caer trozos de la armadura del Dragón Blanco.

-¡Está loco nya! – Kuroka no podía creer que alguien fuese directo a un ataque de ese nivel.

-Ese idiota… Cuando regrese aquí nos escuchará a todas. – Blake se llevó una mano al pecho al sentir como su corazón latía de los nervios al ver lo temerario que era el castaño.

-Te apoyo en eso Blake. – Comentó Weiss estando en un estado similar que la faunus.

-Oigan, su amigo parece que va ha hacer algo.

Todos vieron a la dirección que señalaba la pequeña maga y los del grupo de Vali solo pudieron pensar que ese tipo era un maldito lunático.

Issei vio una joya azul y la atrapó con su mano izquierda, alzando un ala para cubrirse del ataque de magia de Vali, pero que lo hizo volar girando sin control hacia atrás. Usó sus propulsores para detenerse, pero el daño estaba hecho. Issei miró su mano derecha y aun siendo de dragón, veía escamas quemadas y el músculo era visible en algunas partes. No cree poder repetir esa hazaña.

-Con que por eso… Lo resististe. – Vali vomitó sangre tras decir eso. – Tu brazo es de dragón.

-Jejeje. Digamos que me pasó mucho… – Issei miró la gema en su mano, la lanzó al aire y la atrapó. – Hmmm. Sabes, me interesa mucho lo que eres capaz de hacer con ese poder tuyo. Me pregunto si lo puedo replicar.

Esas palabras sorprendieron a Vali, ¿Que estaba…?

- {Es una locura. Somos seres opuestos, puedes morir en el proceso.}

-[Albion, si algo sé de mi compañero es que lo normal o preestablecido, no sirve con él. Es más, puede que te ganes una sorpresa.]

Issei sonrió al oír eso. Si de verdad el Davs era para que él pueda evolucionar sin límites, es momento de corroborar eso .

Alzó la mano con la gema azul y la puso sobre la gema en su mano derecha, destrozando la verde y eso generó un destello tan fuerte que Issei dio un grito de dolor al sentir que por sus venas corría fuego.

-¡¡Ese tipo es un suicida!! – Ravel no creía que realmente lo hizo. – ¡¡Lo que acaba de hacer lo va a matar!

-¡Claro que no! – Pyrrha dio un paso al frente ante la sorpresa de la pequeña rubia. – ¡Mi compañero y novio si se propone algo, definitivamente lo logra!

-¡Así es! – Ruby igual dio un paso al frente. – ¡¡Issei es capaz de hacer posible lo imposible y si existe alguien que pueda contradecir lo que el mundo le mandé es el!!

A esas palabras todos volvieron a poner su atención en la pelea, aún sorprendidos por el nivel de confianza que todos parecían tener para con el Sekiryuutei.

-¡¡¡ARDE!!! ¡¡¡ARDEEEEEEEEEE!!! – Issei se sostuvo la mano derecha, a la vez que oía los gritos de Ddraig… – ¡Ddraig!

- [¡¡¡AGH!!! ¡Hasta a mí…! ¡Esto no….!] – El grito de Draig demostraba que no estaba bien.

El Hakuryuukou veía ello. No lo creía… ¿Tan lejos estaba dispuesto a llegar…?

-...Quizás tú eras lo que faltaba en nuestro mundo… – Fue lo que Vali dijo sin poder evitar sonar melancólico.

-¿Qué…? – Issei seguía tratando de que el dolor no lo mate, pero lo logró oír.

-Cuando el mundo se fue al demonio, todos trataban de salvar su cuello. No importaba el resto, si lograbas sobrevivir. Pero tú… – Vali lo señaló y… – Tu no eres así. Peleas por algo más que tú y eso te hace hacer esas locuras. Cosas que ni los Dioses se atreverían. Quizás… Debí ser así. Pero mi mente estaba nublada… Y no ayudaba que no tenía a nadie con quien pueda entenderme… Me sentía solo.

Ante esas palabras el grupo del peliblanco abrieron los ojos, jamás se esperaron que su líder se sintiera de esa manera y decir que él mismo piensa que el Sekiryuutei era lo que su mundo necesitaba… Al parecer si juzgaron demasiado rápido al chico.

También el grupo de Sekiryuutei estaba algo sorprendidos, pensar que el rival destinado del castaño llegará a decir eso …Era algo sorprendente, pero solo confirmaba que el castaño era alguien muy especial.

Issei abrió los ojos con sorpresa. ¿Se sentía solo…? Pero él… tenía gente a su lado. Amigos… ¿Cómo…?

Recordó las palabras de Salem. Que lo peor de tener tanto poder, es que al final estés solo. Y él lo sabía… Aún con sus amigos, sus novias… No tenía a nadie a quien llamar su igual. Aun con los que llegaron de su mundo, con los Reyes Dragones, con Sairaorg… ¿Quien puede entender la carga del Dragón Celestial? Nadie… Solo otro.

Y lo entendió… Al no estar en ese mundo, dejó solo también al único que también lo puede entender. Apretó los dientes… Parece que lo juzgo mal. De esperarse, él también debe de haber perdido algo ahí.

-...Lo que pasó… Jamás me lo perdonaré… – Vali lo miró con duda. – Debí estar ahí, peleando… Evitando que gente salga herida. Pero no fue así… Y en mi vida podré perdonarme eso… El que le falle al mundo donde nací. – Los ojos de Issei brillaron. – Por eso… Lucho por este mundo. Para qué… Si mi destino es morir destruyendo a Salem o los Dioses de este mundo, podré ir al más allá y ver a los que les falle con una sonrisa y decirles que al menos hice algo con mi vida que valía la pena… ¡Que al final no fui un fracaso que más de una vez los avergonzó!

Vali vio las lágrimas caer de los ojos de Issei y las llamas poseyeron el brazo derecho. Estaba estabilizando el destello.

-Tú…

-Por eso… ¡No puedo rendirme aquí! – El destello se detuvo y apareció un guante blancon la joya azul en este.

-[¡El poder del Vanishing Dragon es nuestro!]

-Esto no…Pero ¿Como? - Ravel no sabía que decir ante lo que vio y no era la única. Todos en su grupo tenían la boca abierta no creyendo lo que vieron.

-Se los dijimos. - Blake habló con una sonrisa en su rostro. - Issei es capaz de hacer realidad lo imposible.

-Y más vale que no lo olviden. - Yang también tenía una sonrisa en su rostro, solo que la de ella era una llena de soberbia.

Siguieron observando la pelea pero está vez con el grupo del Hakuryuukou teniendo su mirada más atenta en el Sekiryuutei,en especial cierta nekomata pelinegra que comenzaba a pensar que ese chico era muy interesante.

Vali no lo creía y Albion menos. Lo había logrado, el Sekiryuutei tomó parte de sus poderes. Miró a Issei y no pudo evitar sonreír. Parece que…

-...Veo que si tengo un digno rival. Así que, sigamos.

-Si… Hasta no poder más.

- {[ Conmovedor.]} – Un par de voces extrañas se hicieron presentes en en sus Sacred Gear.

Ambos Dragones Celestiales afilaron las miradas al oír ello. Eso no… Si algo es claro, es que… Esta es su pelea. De nadie más… Si se quieren meter, lo harán a la manera de ellos. De nadie más. Así que si van a meterse, solo sirvan para catalizar poder y no más. ¡No se metan, sepan sus lugares!

- { Tu anfitrión es tan patético.}

- [ No más que el tuyo jajaja.]

Tanto Issei como Vali sacudieron las cabezas. Se miraron y…

-...Tú también. – Issei vio como Vali movía la cabeza.

-Tsk… Es peor que los anfitriones pasados. Veo que estás igual. – El peliblanco se mostraba molesto.

-...Aún no entiendo sus ganas de querer hacer eso. Pero que entienda su lugar… Peleo por lo que yo creo. No por un odio que no es mío.

- [ Oh vamos majestad. No sea así. Solo deme un segundo para-]

-¡Púdrete! ¡Ya te dije que si vas a meterte en esta pelea solo me darás poder y te quedarás en tu lugar! ¡Y es una orden!

- { Jajajajaja. ¿Vas a dejar que te derrote alguien tan insignificante como el lord.}

-Tú también te callas. Ya estuve harto de aguantar a esos bastardos en mi cabeza. ¿O deseas que te encierre como con ellos? – Vali afiló la mirada. – Solo te usaré si lo veo necesario, pero me vas a obedecer.

- [ Cielos. Ninguno está siendo divertido.]

- { Al menos nos están dejando participar. Es algo.}

- [ Si. Oh bueno, si me deja salir yo no me quejo. Es mejor pelear con el Dragón de la Supremacía que destruir todo. Es más divertido.]

- { En eso estoy de acuerdo Dragón de la Dominación. Dejemos que nuestros amos sigan con esto cuanto quieran kukuku.}

Parece que llegaron a un acuerdo para la pelea. ¿Será posible que puedan hacer algo con ellos si se dan la oportunidad? Quizás… La respuesta no era rechazarlos del todo, sino… Entenderlos.

-Vale, parece que llegamos a un acuerdo.

-Si. ¡Vamos!

El aura de Vali salió y la de Issei también. Ambos volaron hacia el otro. Issei lanzó un golpe que Vali esquivó, pero este dejó una onda de ciento que el blanco apenas esquivó. Lanzó una rafaga de magia, que Issei desvió con la mano derecha al cielo. Los dos sonrieron al otro, aun no acaba…

Mientras tanto con los demás.

-No me digan que Vali usara eso… – Arthur habló apenas en un susurró mientras gotas de sudor bajaban por su rostro.

-Parece que no… Esas cosas se callaron. – Bikou respiro tranquilo. – Y pensar que el Sekiryuutei también tiene una "Voz maligna" susurrandole al oído.

-Y nosotros no esperábamos que a su amigo le pasara igual. – Blake miró al equipo de Vali. – Pero parecen haber llegado a un acuerdo.

-No se si eso es algo bueno o algo malo… – Ciel aún tenía temblores. ¿Así sonaba el que trataban de hacer enloquecer a Issei? Era terrorífico y ni qué decir del que parece tener el de armadura blanca.

-Ciertamente… Pero pasando a algo más importante. – Todos pasaron a ver a Kuroka. – ¿Saben si a el-?

-Onee-sama, ni se te ocurra intentar seducirlo.

¿Dijo seducirlo? Ante esas palabras las novias del castaño junto a las dos chicas de Atlas vieron con deseos homicidas a la pelinegra. A lo que los hombres del grupo y el par de rubias del grupo del peliblanco dieron un par de pasos atrás.

-¡Pero mira lo fuerte que es Shirone! ¡Es seguro que con alguien como él, nuestra raza resurgirá más fuerte que nunca! Y no veo que tu estés muy por la labor de contribuir.

-¡¡Sobre nuestros cadáveres!!

Fue el grito general de casi todas en el grupo que pasaron a ver con rabia a la pelinegra, quien simplemente les dio una sonrisa llena de soberbia.

-Bueno sería cosa de que interactúe con él. – Vieron cómo hacía rebotar sus pechos que claramente eran más grandes que los de ellas. – Creo que puedo ser muy convincente.

-...Voy a matarla. – Yang trató de ir hacia ella, pero Nora la detuvo.

-Primero tendrás que ganarte el favor de su hermana de vínculo. ¡¡¡OSEA YO!!! Y no te veo capaz de eso. – Le dio una sonrisa que hizo que la pelinegra la vea con detenimiento. ¿Con que esas tenemos? Acepta el reto.

-...Por todos los cielos Nora… – Ren solo se llevó ambas manos al rostro. Quiere a su novia pero hay veces que…

El resto del grupo de Vali vio esto con una sonrisa nerviosa y en el caso de Ravel, ella se masajeaba el puente de la nariz pidiendo paciencia a cualquier entidad superior en el multiverso.

En el aire, los dos seguían en lo suyo. Peleando más y más, Issei logró esquivar un golpe de Vali y le dio.

[¡Divide!]

Vali sintió el efecto de su propia habilidad, con que así se siente. Pero no ha terminado. Tomó a Issei de la cabeza y varios círculos mágicos aparecieron frente a él. Issei apretó los dientes y recibió el impacto en la cara de todo ese daño. Su rostro estaba todo ensangrentado mientras caía al suelo… Vali fue contra él, pero la cola del Sekiryuutei atacó. El híbrido demonio logró cubrirse con una brazo de la estocada que aun así le atravesó el brazo.

Pero… Issei chasqueó con su mano izquierda, el destello en la punta de la cola creó una explosión que mandó a Vali a volar al aire. Al mismo tiempo que su brazo derecho quedaba roto. Issei se detuvo en el aire. Su cara estaba toda ensangrentada y se veían daños visibles en esta…

Ninguno podía más… Ya no… El cuerpo no les da. Pero…

-Aún no… – Issei alzó la mirada…

-No cuando… – Vali se tomó el brazo derecho…

- ¡¡¡AÚN NO HEMOS ACABADO!!! – El grito de los dos, sumado al destello rojo y blanco en sus ojos solo hizo que la tierra entera empiece a temblar al ver el aura salir de los dos y que estas sacaron orbes rojos y blancos de estos.

Rayos empezaron a caer, rojos y blancos… La tierra se elevó en trozos, el viento ardía y las nubes se hicieron oscuras. Porque el cielo lo sabía. Estaban ante sus Emperadores.

-No… Realmente ambos lo usarán. – Bikou estaba que le daba algo al ver el aura de ambos dragones celestiales incrementarse de golpe.

[Yo, aquel que despertará…] / {Yo, aquel que despertará…}

[Soy el Dragón Celestial que robó los principios de la Dominación de Dios.] / {Soy el Dragón Celestial que tomó los principios de la Supremacía de Dios.}

[Me río del "infinito" y desprecio a los "sueños".] / {Envidio al "infinito" y persigo a los "sueños".}

[Me convertiré en el Dragón Rojo de la Dominación.] / {Me convertiré en el Dragón Blanco de la Supremacía.}

El cuerpo de ambos creció tres veces mientras las armaduras cambiaban un poco, se volvían más dragones en cierto punto. Los rayos cayeron con más fuerza y todo Remnant tembló ante el poder de los dos Dragones que hacían temblar a los Dioses. Que abrían la tierra y tenían al cielo a sus pies.

Los ojos de los cascos de ambos brillaron al entrar en la última parte…

[¡Y te hundiré en las profundidades del purgatorio carmesí!] / {¡Y te llevaré a los límites del paraíso blanco!}

[{JUGGERNAUT DRIVE}]

Y así, por primera vez desde su creación… Remnant tenía en sus tierras a los seres que no eran controlados por nadie. Que aún a las puertas de la muerte o la derrota, harían temblar al mundo.

Ante ellos… Yacían los Dragones Celestiales.

-Realmente lo hicieron…

-Este sentimiento sigue siendo igual de horrible que la última vez que Issei lo usó.

Fueron las palabras de Arthur y Ruby quienes eran los únicos que parecían poder decir algo, pero parecía que en cualquier momento se desmayarían por la presión. Y no eran los únicos.

--

- Oh… Mi… Dios… – Salem estaba entre asombrada, eufórica y algo asustada. Esto iba más allá de lo que podría haber imaginado. – Ni en mis fantasías más salvajes podría haber imaginado esto.

-Esto es… My Lady, ¿Que haremos ahora? – Por su parte Watts solo podía temblar del miedo.

- ¿Qué más? Disfrutar del show de… Los Dragones Celestiales. – Salem sonrió emocionada al decir esas palabras. Al parecer tendrá más diversión de la que pensó, además de que al parecer al fin tiene la respuesta del por qué el Sekiryuutei no tenía ningún registro antes de llegar a Beacon. – Con qué otros mundos… Fascinante.

-(Cálmate Watts, mira el lado positivo. Parece que están tan emocionados por pelear entre sí. Eso es, esa emoción puede llevar a que uno mate al otro sin querer. ¡O mejor todavía, que ambos se maten!) – El científico trató de no caer en la locura repasando los escenarios que más podrían darle paz.

Sin más ambos siguieron viendo lo que sería la mayor pelea que Remnant haya visto jamás.

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Con Cinder, Emerald y Mercury. Estos tres no podían creer todo lo que vieron y oyeron. ¿Otros mundos…?

-Eso tiene sentido si te paras a pensarlo. Quiero decir, ¿Qué más podría explicar la mera existencia de eso dos? – Mercury, quien parecía una regadera andante, habló tratando de asimilar todo.

-Eso no cambia nada Mercury. ¡Esos tipos eran monstruos incluso en su propio mundo donde al parecer existían seres muy poderosos! – Emerald ya no quiso ver más y se escondió en su saco de dormir. – ¡Si se acaban matando el uno al otro me avisan!

Todo lo que recibió en respuesta fue un suspiro cansado del chico, ya que Cinder veía esto con suma atención. Aunque lo más correcto sería decir que veía al chico de armadura blanca con intensidad. No sabía por qué, pero había algo en el que le llamaba especialmente la atención. Casi como si viera una especie de reflejo de sí misma en él…

Pero eso ahora no importa, el combate parecía haber alcanzado un nuevo nivel y no quería perderse ni un solo detalle, por mucho miedo que tuviera.

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Por su parte el mismo cuervo de antes veía toda la escena sin saber que pensar, solo sabía que esos dos chicos son peligrosos. Pensamiento que se incrementó al ver como poco a poco ambos se transformaban en seres que se suponen que solo existen en la fantasía.

Tenía que buscar un lugar seguro para poder seguir viendo de lo que ambos eran capaces y con suerte estos dos eran la solución para poder acabar con Salem de una vez por todas.

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En la zona de la batalla, el cielo no dejaba de relampaguear. Se sentía como este parecía temblar ante la presencia de los dos seres ahí presentes.

El Sekiryuutei miró a todos lados, como si fuera un bebé que acaba de nacer. Su sentido de la realidad era apenas claro, pero… Sentía una ira poderosa en él. Oscura y peligrosa… ¿Esto era la Juggernaut Drive? No es como lo pensó. Hay… Más que solo odio aquí. Pero… ¿Qué más puede ser?

- ¿Primera vez consciente en esa forma? – Alzó la vista para ver que el Hakuryuukou estaba también como él. – No me sorprende… Aún tras todo, este poder es peligroso.

- Lo se… Pero por el momento servirá para arreglar las cosas entre nosotros. – El Sekiryuutei habló mientras sus ojos brillaban indicando que estaba listo para seguir con la pelea.

- Je. Suena bien. Veamos quien es más fuerte… Sekiryuutei.

Issei asintió, se sentía raro tener un pensamiento más animal que humano en este estado. Pero al menos, su deseo de destrucción y lucha solo se enfocan en Vali.

Los dos desaparecieron de la vista de todos y solo se vio como una serie de impactos estaban dando en el cielo, pero no a los que estaban peleando. Eran tan rápidos, que el ojo normal no los puede ver.

-Esto es una locura… No puedo creer que él también esté consciente en ese estado nya. – Kuroka intentaba seguir con la mirada a esos dos, pero era imposible.

-Si… ¿Pero cuánto tiempo podrán estar así? – Pregunto Ren temeroso de qué su amigo volviera a perderse en el instinto de destrucción de esa cosa.

-Antes que Vali comenzará a escuchar esa voz podía estar en ese estado 15 minutos sin problemas pero… – Arthur respondió viéndose preocupado de que en cualquier momento ambos perdieran el control.

-...Supongo que solo nos queda observar y esperar lo mejor… – Fue lo dicho por Ruby quien estaba llorando un poco de la preocupación.

El Hakuryuukou estaba atacando con varias rafagas mágicas que salían de su cuerpo sin que él tenga que hacer mucho esfuerzo. Era inmediato y eso demostraba la gran mejoría que le dio la Juggernaut Drive en el uso de su magia.

El Sekiryuutei solo se movió a tal velocidad que parecía ser un misil para esquivar todos los ataques que iban hacia él, pero sabe que no es sencillo siendo esta la primera vez que usa esta forma de manera consciente. Se sentía fuera de su elemento.

Aun así, giró como un trompo mientras volaba hacia una magia que Vali le lanzó, sus alas soltando poder para poder dispersar el ataque, a lo que el Hakuryuukou fue contra él. Sus garras brillaron con magia y atacó con estas.

El impacto del taladro rojo con las garras blancas se dio, generando una onda que abrió la tierra y el cielo se abrió sobre ellos. Vali logró detener a Issei y usando su cuerpo, giró para lanzar al Sekiryuutei al cielo con tal fuerza que este salió disparado con un boom sónico.

-¿Esta es la fuerza de los Dragones Celestiales?

-Así es… Por algo eran seres temidos y respetados en nuestro mundo. - Arthur le respondió a la pelirroja sin apartar su mirada de la lucha. - Siempre estuvieron en el centro de todo, en cada momento importante en la historia ahí estuvieron.

El grupo del Sekiryuutei guardó silencio, cada uno con su mirada fija en la lucha de dos seres cuyos poderes superan su imaginación.

El Sekiryuutei dio un rugido de dolor por la fuerza con la que había sido lanzado. Su cuerpo sentía la desorientación de lo que acababa de pasar, al mismo tiempo que trataba de recuperarse. Pero no hubo oportunidad dado que vio sobre él un enorme círculo mágico. Trató de reaccionar, pero no fue capaz. Del enorme círculo, cayeron cientos, miles de ráfagas blancas de magia que le dieron al Sekiryuutei en la espalda y estas lo mandaron al suelo mientras aun el ataque seguía e Issei era incapaz de salir de este.

El Sekiryuutei impactó al suelo, al mismo tiempo que los ataques del cielo no paraban, sino que seguían y hasta eran más poderosos y veloces. El dragón rojo trató de levantarse, pero era imposible con todos los ataques cayendo sobre él y sentía su espalda rajarse con los impactos. Su armadura se estaba agrietando… Y su visión se nublaba…

-¡Issei!

Fue el grito de todos los de su grupo al verlo recibir todo ese castigo. Era algo que les dolía de ver.

-Esto no parece ir nada bien para el Sekiryuutei. – Bikou hablo pero se callo al ver la mirada de Nora. – Yo solo decía.

-Pero aun así no se rinde… Trata de seguir levantándose… ¿Acaso su determinación es inquebrantable? – Ravel veía eso con incredulidad y… Hasta cierto punto admiración.

-¡¡Vamos Ise, levántate!! ¡¡Sé que tú eres el único que puede aguantar esto y más!! – Yang gritó dándole ánimos al castaño mientras algunas lágrimas salían de sus ojos. Le dolía ver al amor de su vida así. Pero su confianza en él era ciega.

- No me digas que esto es todo… ¿Sekiryuutei? – Se veía la inexperiencia de su rival en esta forma, pero de verdad esperó más…

- Es solo la segunda vez que uso esta cosa y la primera no estando consciente… Pero eso no me detendrá.

El Dragón rojo gruño… Se trató de levantar, pero los ataques seguían. Ya no… ¡Ya dejen que se levante!

Las gemas verdes en las alas brillaron, soltaron un brillo azul y…

[¡Divide!]

- {¡Imposible!} – Albion no creía lo que estaba viendo.

[¡Divide!] [¡Divide!] [¡Divide!] [¡Divide!] [¡Divide!] [¡Divide!] [¡Divide!] [¡Divide!] [¡Divide!] [¡Divide!] [¡Divide!] [¡Divide!] [¡Divide!] [¡Divide!] [¡Divide!] [¡Divide!] [¡Divide!] [¡Divide!] [¡Divide!] [¡Divide!] [¡Divide!] [¡Divide!] [¡Divide!] [¡Divide!] [¡Divide!] [¡Divide!] [¡Divide!] [¡Divide!]

-¡También puede usar el poder de Vali-sama en esa forma!

Le Fay gritó en shock y no era la única, nadie daba crédito a lo que veían.

-El puede… ¡Él puede ganar esto! – Ruby gritó creyendo que el castaño saldría de esta.

La onda azul que salía de las alas creció, hasta el punto que todos los ataques que caían sobre Issei solo se hicieron partículas de luz y el círculo mágico en el cielo fue destruido por una rafaga roja que salió de la boca del Sekiryuutei.

El Hakuryuukou no lo creía… Usó su habilidad de manera constante como si fuera ya suya en solo su segundo intento. Este sujeto…

Issei se tambaleó. El daño en su columna, un poco más y se la rompen. Sacudió la cabeza y vomitó sangre. Ah, mejor… Eso era lo que le molestaba el pecho.

Alzó la vista, abrió la boca y una poderosa llamarada salió de esta a tal velocidad que el cielo se vio bañada del calor que puede ser descrito como sacado del infierno mismo.

-¿¡Realmente puede sacar tanto fuego!?

-Definitivamente no quiero pelear contra ese tipo.

Ravel grito en shock esas llamas parecían ser mucho más calientes de las que cualquier miembro de su familia fuese capaz de lanzar.

Por su parte Bikou veía que el Sekiryuutei era alguien de temer, pensar que alguien que a simple vista no parecer la gran cosa sea capaz de darle tanta pelea a Vali… Era algo aterrador.

El Hakuryuukou lo esquivó y creó un domo de energía alrededor de él para que el calor no lo afecte. No pensó que sería tan poderosa. Pero en eso, vio algo salir de las llamas… Era el Sekiryuutei. ¿¡Se escondió en sus propias llamas!?

- {¡El chico está jodidamente loco!} – Albion nunca había visto a alguien tan audaz a la hora de pelear. Le dio igual lastimarse con tal de acercarse y…

La mandíbula del Sekiryuutei agarró el hombro del Hakuryuukou, quien rugió del dolor.

-¡Juro que cuando salga de esta yo misma lo matare por idiota! – Blake gritó mientras trataba de regresar a su ritmo cardíaco a la normalidad.

-¡Haz fila Blake, lo moleré a golpes por su actitud imprudente! – Yang gritó con su cabello en llamas y ojos rojos, pero se calmó al ver la mirada de sus amigos en ella. – ¿Qué?

-Nada…

-Ese tipo está mal de la cabeza.

-Puede ser pero está demostrado ser muy interesante Nya.- Se lamió los labios al pensar en cómo llamar su atención y si lo que Shirone dijo es cierto …Jeje puede que ya tenga la mitad de la lucha ganada.

Koneko solo negó con la cabeza ante la actitud de su hermana,más al ver como esas chicas estaban desprendiendo un aura de muerte…la de ojos plata la asusta.

Vali trató de quitarse a Issei de él. Pero este no se soltaba, solo se aferraba más a él. Muy bien…

- ¡Veamos si te gusta esto!

Acercó su otra mano al abdomen de Issei y este sintió un dolor agudo… Uno que recordaba muy bien… Luz… Lanza…

Soltó a Vali al mismo tiempo que iba de caída al suelo con una lanza en su estómago que le atravesaba el cuerpo, dado que esta era notoria y de gran tamaño.

El impacto del cuerpo del Sekiryuutei en el suelo creó un cráter, a la vez que Vali se tomaba la zona dañada y trataba de que no sangre más… Un poco más y le arrancaba el hombro.

Por su lado, el Sekiryuutei se quedó quieto en su lugar. Las gemas de su armadura parecían parpadear, como si se quisieran apagar. Como si la vida lo dejara poco a poco…

El dolor era el mismo… El mismo que sintió al morir. El mismo ataque, la misma zona. Vaya ironía. Su sangre bañaba el suelo en donde estaba… Se veía que quería cerrar los ojos y no abrirlos de nuevo. Al fin y al cabo… Hay otro Dragón Celestial y más talentoso que él… Quizás él pueda…

-No… ¡Ponte de pie, vamos, solo párate maldita sea! – Pyrrha gritó con lágrimas en sus ojos al ver como Issei parecía rendirse a seguir luchando.

-¡Ni se te ocurra dejarnos, nunca te perdonaré si lo haces! – Weiss también estaba derramando lágrimas al igual que las demás chicas.

Ren por su parte abrazaba a Nora en un intento de consolarla, pero él tampoco estaba en el mejor estado. Tenía los dientes apretados mientras pedía que su amigo se ponga de pie en su cabeza.

Todo eso era visto por los miembros del grupo de Hakuryuukou, podían notar como ese chico era importante para todos ellos. La que seguía sorprendida era Koneko ya que nunca imaginó que alguien como él fuese capaz de tener tanta gente preocupada por él.

El cuerpo del dragón rojo tembló, su mente se estaba apagando, pero su voluntad aun le decía que se levantara. Sus ojos no parecían claros.

Pero logró centrar su mirada en su oponente… Si, es verdad. Esta vez, la pelea no era por algo personal. Era más, para entender a alguien… Y de alguna manera, ayudarlo a cerrar ese capítulo en su vida… Y el acercarse más a la redención de haber fallado.

Su cuerpo se movió… Se apoyó con sus temblorosos brazos. Su boca botó la sangre que estaba ahí, y trató de ponerse de pie. El dolor en su abdomen era grande, pero… Se arrodilló y llevó sus manos a la lanza que tenía ahí y la sacó con fuerza. Chorros de sangre salieron, pero el Boosted Gear lo empezó a tratar. Se empezó a parar… Era imposible que alguien con todo ese daño y pérdida de sangre lo haga. Pero lo estaba haciendo.

-Se puso de pie… Eso no debería ser posible. – Koneko no podía entenderlo. ¿Cómo es capaz de hacer eso? ¿Cómo es que era tan fuerte?

-Porque así es Issei, así de simple. – Ruby le contestó a la pequeña nekomata mientras seguía viendo la pelea. – No importa cuántas veces caiga, siempre se pondrá de pie para lograr lo que se propone. – Dijo con una pequeña sonrisa mientras veía como el Sekiryuutei estaba de regreso a la pelea.

Esta solo pudo centrar su vista nuevamente en aquel que siempre consideró una plaga en su antigua academia. ¿Pero era realmente eso? ¿O el verdadero Issei Hyoudou era quien estaba viendo ahora?

-(Rias-sama… ¿Era esto lo que vio más allá de su Sacred Gear?) – Koneko sabía que jamás obtendría respuesta a eso… Pero no le importaba, ahora sólo tenía una cosa clara… Y era que su Senpai se pusiera de pie.

- Eso es… Ponte de pie. – Vali se tomaba la zona herida, la sangre no paraba de salir. Aun así, su deseo de lucha no se había ido. – ¡Aún no hemos acabado, mi rival! ¡Aún no estoy satisfecho! ¡Pelea y demuestra que eres el único que está a mi altura! – Algunos juraron ver una pequeña lagrima escurrirse por uno de los ojos del dragón blanco.

-Vali está…¿Llorando?

-Asi parece ser el caso Bikou…- Ravel habló mostrándose entre sorprendida y triste de ver quién la aceptó en su grupo cuando no tenía a dónde más ir.

-Al parecer Issei no es el único que ha sufrido. - Ren habló con su vista fija en ambos dragones celestiales.

Fue el grito de Vali, quien parecía saber que eso lo haría ponerse de pie, porque lo hizo. Issei estaba de pie, sangre saliendo de su herida, pero las gemas en la armadura volvieron a brillar.

El Sekiryuutei no respondió. Solo rugió con tal fuerza que todo tembló. Hablar solo haría que pierda la concentración para evitar desmayarse. No solo ello, estaba respirando profundamente para calmar el dolor.

-Ahora… Sigamos… – Issei habló y desapareció de la vista de todos, solo para aparecer sobre Vali y darle una patada que lo lanzó a un lado, solo para aparecer a su lado y darle un golpe que destrozó parte de la armadura.

- ¡Es más rápido! ¿¡Cómo!? – Vali vio el Aura en el Sekiryuutei y… – Tú…

-{¡Ddraig, tu poseedor está tocando terreno peligroso!} – Todos oyeron el grito de Albion, que sonaba horrorizado. – {¡Está usando más Aura para atacar que para curarse con esas llamas que tiene para poder ser más fuerte en lo que le queda de la pelea! ¡Se desangrara a este ritmo y morirá!}

- [Lo sé…] – La voz de Ddraig sonaba triste. Pero estaba firme. – [Lo sé. Pero también entiendo lo que desea hacer. No creas que pelea ahora por la rabia o lo que pasó antes de la pelea. Lo hace, porque lo entiende mejor que nadie.]

El grupo del Sekiryuutei dio un jadeo de horror al escuchar lo que ambos dragones dijeron, mientras que el grupo el Hakuryuukou abrían los ojos por la incredulidad. Pensar que existirá alguien dispuesto a ir tan lejos…

-¿Porque siempre estás dispuesto a arriesgarte tanto por los demás? - Ciel estaba derramando lágrimas con una mano en su pecho.

-"Idiota tu…Más te vale salir de esta por qué si no yo…"

-Amigo Issei…

Issei atacaba aun cuando la sangre salía de su herida, sus golpes lograban dar daño en Vali, quien contrarrestaba todo con su magia y velocidad. Los dos se movían en el aire a una velocidad que no debería de ser posible en el estado que estaban. Pero…

-Basta… Deténgase por favor. - Ruby pedía entre lágrimas al ver como ambos Dragones Celestiales seguían peleando aún con todas las heridas y la sangre que estaban perdiendo.

-...No pueden parar. - Para su sorpresa fue koneko quien le respondió. -Issei-Sempai y Vali ya no están peleando por ser los dragones celestiales.

-¿Qué quieres decir con eso Shirone?

-...Ambos están sacando sus sentimientos en esta lucha, están teniendo una conversación en este momento.

Ambos grupos se quedaron callados ante las palabras de la pequeña peliblanca. Tratando de procesar lo que dijo, pero tenía sentido ya no podían sentir agresión en esta pelea solo un sentimiento de melancolía de tristeza.

- [Lo sientes…. ¿Verdad?] – Ddraig sonaba triste. – [El dolor… La tristeza de saber que todo lo que conoció se fue y no haber podido hacer nada. Ese es el dolor que sientes tú y tu poseedor, Albion. ¿O lo niegas?]

- {Kuh…} – Albion no pudo decir nada . Es más… – {Maldición Ddraig… Este chico… ¿Cómo puede haber alguien tan noble…? Porque ha logrado que Vali al fin pueda llorar… Y yo también.}

Y era así, se veía que en medio de la pelea, de los ojos del Hakiryuukou salían lágrimas. Las lágrimas que tanto contuvo. El dolor que quiso negar y ocultar. Vali dio un rugido mientras siguió atacando, Issei lanzó ráfagas de energía de su boca. Pero a la vez, se veían las lágrimas en los ojos del Sekiryuutei.

- {¡Maldita sea Ddraig! ¡No debiste desaparecer! ¿¡Sabes siquiera lo que se sintió ver todo irse al demonio!? ¡Esperaba que aparecieras, pero no estabas en ningún lado!} – Se oyó el grito lloroso de Albion, a lo que Ddraig…

- [¡Lo sé! ¡Y no sabes lo mucho que me arrepiento, así que sigamos para que dejemos ese dolor atrás!] – El llanto de Ddraig fue tal que se sintió como si fuera un puñal, el dolor de no poder hacer nada.

-También Albion parece que tenía cosas guardadas. – Ruby trató de contener las lágrimas que querían salir.

-...Y pensar que nunca nos dimos cuenta de eso. – Fay sonó triste. Se supone que son un grupo, ellos debieron de ver que esos dos también estaban sufriendo.

No era la única en ese estado, todos en el grupo de Vali bajaron la cabeza apenados.

-Al parecer él es igual a Issei… - Blake habló con sus orejas gachas llamando la atención de todos. -Se guarda lo que siente para sí mismo no permitiendo que nadie lo vea sufrir.

Nadie pudo decir nada para contradecirla, ya que ese parecía ser el caso. Ambos dragones celestiales parecían ser más parecidos que cualquiera pudiera haber adivinado.

Los Dos siguieron luchando, los golpes, la magia… Eran solo el medio en que podían hablarse, la única manera en que podía entenderse. Vali recibió un golpe de Issei, pero se lo devolvió al mismo tiempo que…

- No lo entiendo… – Issei lo miró, respirando agitado. – ¿Por qué…? ¿Por qué no estabas ahí cuando más de uno te necesito? – El Blanco le dio otro golpe y esta vez con más fuerza, a lo que el rojo rugió del dolor. - ¿¡Por qué!? ¡Si solo hubieras estado ahí…! ¡Si hubiera sabido que había uno que me entendía…! ¡No habría hecho cosas de las que me arrepiento!

El Sekiryuutei recibió el impacto de varias rafagas de magia que lo mandaron al aire y el blanco apareció sobre él para darle una patada que lo mandó al suelo.

Issei trató de ponerse de pie, pero el dolor era mucho. Casi no puede moverse. Pero logró ver como el Hakuryuukou lo miraba…

- ...Lo siento… – Fue lo que atinó a decir mientras lloraba y sus lágrimas, que eran grandes por su tamaño, caían al suelo. – No sabes cuanto lo siento… Y lo pienso cada día… Que no merezco ser feliz, cuando tantos murieron por no estar ahí… Y aun ahora… No sé que hacer más que pedir perdón a los que les falle.

El Hakuryuukou sintió sus lágrimas caer al mismo tiempo que el Sekiryuutei sollozaba un poco en donde estaba. Ambos se quedaron quietos, tratando de poner su mente en orden.

-Issei…

El grupo del Sekiryuutei solo podía ver como su amigo lloraba y se seguía culpando por no estar cuando su mundo más lo necesitaba.

-Idiota… Te dijimos que no es tu culpa… – Yang estaba limpiándose unas lágrimas que salieron al oír las palabras del Sekiryuutei. – ¿Por qué no lo entiendes?

-Porque así es él… Siempre queriendo cargar con todo aún lo que no debe. – Pyrrha le contestó a su amiga, quien apretó sus puños lo, sabe pero aún así…

-Pero aún así… – Blake intentó decir algo, pero las palabras no salían de su garganta.

-"Esto no es justo…" – Fue lo que alcanzó a escribir Neo en su Scroll antes de dejarlo caer y ponerse a llorar.

Penny abrazo a su amiga para consolarla. Ella como una androide no era capaz de llorar, pero eso no impedía que pudiera sentir tristeza. Tanto por su amigo Issei Y Ddraig como también por Vali y Albion.

-¿Por qué las cosas se tuvieron que dar así? ¿Por qué? – Weiss se cubrió la cara con las manos, dejando escapar un sollozo de lamento mientras era abrazada por Ciel quien estaba en un estado similar al suyo.

Nora no podía hacer más que llorar mientras abrazaba a Ren. Este por su parte también dejó fluir sus lágrimas mientras devolvía el abrazo de la pelinaranja.

Por su parte el grupo del Hakuryuukou no estaba mejor. Tanto Kuroka como Koneko tenían sus orejas gachas y lágrimas saliendo de sus ojos mientras se abrazaban la una a la otra.

Fay se aferraba a su hermano que le acariciaba su espalda con la mano izquierda mientras apretaba su mano derecha y recordaba a todas las personas que había perdido. Sus padres… A ella…

Ravel solo agachó la cabeza mientras apretaba la chaqueta con fuerza y lágrimas eran derramadas de sus ojos al recordar a su madre y sus otros dos hermanos, las únicas personas dentro de la familia en quienes podía confiar y más quería.

Incluso Bikou enterró su báculo de un fuerte golpe en el suelo mientras se cubría la cara con su mano izquierda.

Issei se puso de pie, su cuerpo le pedía a gritos que deje de moverse. Pero no podía hacerlo, debe de… Sus huesos tronaban, sus músculos se desgarraban, hasta el punto que sangre caía de sus articulaciones. Él solo…

Alzó la mirada y sus ojos brillaron, su determinación suprimió la tristeza y el dolor. Debe de hacer lo que tiene que hacer.

- Vali… – Llamó a su rival, quien lo miró. – ……Soltemos el dolor que sentimos. Dejemoslo ir contra él otro. Usa mi cuerpo para desahogarte… Es lo mínimo que puedo hacer para aliviar el dolor que has pasado.

Las palabras de Issei hicieron que Vali lo vea con sorpresa. Pero sus ojos se suavizaron hasta el punto…

- ...Igual.

El rugido que los dos dieron solo llevó a que los choquen en el aire, sus cuerpos ya no daban para más. Se veía en cómo se movían y la sangre que salía de ellos. Lo que los impulsaba era sólo ese deseo de sentir que no estaban solos en el dolor que tenían. Que había al menos uno… Que entendía que eran.

Ambos grupos solo lloraron más al ver como ambos se despedazaban con cada ataque, eran capaces de sentir toda la ira, la frustración y la tristeza que los cuatro sentían.

Solo podían mantener su vista fija hasta que la lucha termine, sea cual sea el resultado. Es lo único que podían hacer en este momento.

Los Dragones Celestiailes se atacaron y rugieron, eran más animales tratando de dejar su dolor a través de la violencia. Golpes, garras, mordidas. Era todo lo que había entre ellos. Ya no hubo palabras, solo atacar.

Issei esquivó un golpe y le dio un más fuerte a Vali que lo llevó al aire, este se detuvo en medio del aire. Los dos sentían que ya no eran capaces de estar en la Juggernaut Drive, el poder ya les estaba pasando factura a pesar del poco tiempo de uso.

El Hakuryuukou afiló la mirada y… El pecho de su armadura se abrió. Energía se cargó en esa zona.

El Sekiryuutei hizo lo mismo, pero en vez de quedarse en donde estaba para que hubiera un choque de energía, voló hacia su rival. Este lanzaba magia de círculos que salían de sus alas.

-¡Ese ataque es…! – Pyrrha entró en pánico así como todos al saber lo que estaba por pasar. – ¿¡El también puede usarlo!?

-No… ¿Hasta a ese punto están dispuestos a llegar? – Koneko habló entre sorprendida y asustada. Sabía que correr era inútil, si esos dos ataques llegan a colisionar no existirá lugar seguro.

El Dragón rojo voló sin importarle el daño, sin importar lo que le pasara. Logró llegar con Vali y lo empujó con él hacia el cielo… Alejándose lo más que puede de la tierra. Elevándose más allá de lo que un ser en Remnant ha visto. Y los demás veían con duda qué era lo que estaba pasando. ¿Que tenía planeado Issei?

- ¡¡¡ISSEEEEEEEEIIIIIIIIIIII!!! – Ruby gritó angustiada y temerosa de cómo podría acabar esto.

--

En su ascenso, Issei no soltaba a Vali, que seguía atacando con su magia, pero el Sekiryuutei no lo soltaba. Estaban subiendo más allá de lo que eran las nubes… Más y más…

- ¿Qué tienes en mente…? – Vali preguntó, no dejando de cargar energía.

- Mostrarte algo… – Issei siguió volando, su Longinus Smasher cargando también.

Y tras unos segundos, los dos salieron de la atmósfera del planeta. Sus armaduras les daban para sobrevivir el vacío que podía haber. Y Vali pasó a ver que…

- Es como…

- Si. Me recuerda a casa.

Ambos vieron que en lo poco que se veía de esta altura… No era diferente a la Tierra. Podrían ser planetas hermanos. Y…

- Sé que no te interesa este lugar… No es tu mundo. Pero al mismo tiempo, puede ser la segunda oportunidad que podemos tener.

- Lo dices como si hubiera algo más para mí… No tengo nada más, que la batalla… – Vali sonaba triste de decir eso.

- ¿Quién dice que tiene que ser de ese modo? – Issei habló mientras seguía viendo Remnant. – Yo al igual que tú pensé que no me quedaba nada, que simplemente luchaba para limpiar mi conciencia de la culpa de no poder salvar nuestro mundo.

- ¿Y no era así?

- Lo fue un tiempo, pero luego me di cuenta que había ganado cosas muy valiosas.

-¿Y eso es…? – Vali preguntó apenas en un murmullo no confiando en su voz.

- Nuevos amigos… Una nueva familia… Un nuevo hogar… Eso es lo que Remnant y todos los que conozco significan para mi. – Issei vio al Hakuryuukou directamente a los ojos y le dio lo más cercano posible a una sonrisa triste.

Los dos seguían subiendo y ya la energía de los los Longinus Smasher estaba al tope, esperando ser liberadas.

Vali miró el planeta y…

- Solo dime que hay algo divertido que hacer en este mundo.

-Ja. Creeme, no te aburres. Hay mucho que hacer. Pero debes de darte esa oportunidad.

Vali se quedó en silencio unos segundos…

- ...Quizás… Es hora de dejar… Ahora que lo pienso… No me has dicho tu nombre.

- Ah cierto… Issei Hyoudou… Un gusto…

- ...Issei… Je, eso explica tu modo honesto de ser. Eres un caso raro… Pero se aprecia al fin algo de honestidad tras tanto… – Vali no pudo evitar reír. – Sabes que ya no podemos contener la energía, ¿No?

- Si…

- Acabaremos muy mal…

- ...Las chicas me van a matar… Pero ya que. Al menos hice un nuevo amigo.

- ...Je, ¿Por qué no? Eso no suena mal.

Ambos dieron una sonrisa al otro, la energía a punto de salir.

- {Hey Ddraig… Puede que no te lo haya dicho, pero me alegra verte de nuevo.}

- [Igualmente Albion. Me alegra verte viejo amigo.]

Y ya estando los dos a una altura que puede considerarse segura…

[{¡LONGINUS SMASHER!}]

Solo se vio sobre el planeta, como los destellos rojos y blancos, explotaron.

--

En tierra, los demás veían el cielo, en busca de esos dos… Y en ello…

Un destello se hizo presente, uno que ocasionó una enorme explosion en el cielo, que lo abrió e hizo que el espacio sea visible. Nubes, rayos y tormentas se crearon en ese punto. Como si el cielo llorara… Como si sintiera el dolor de los Dragones Celestiales, que soltaron todo en una explosion de energía que de haber pasado en tierra, pudo destruir todo el continente.

El viento era tan poderoso que la tierra se elevó, los rayos abrieron la tierra y el mar se sacudió. Todo Remnant, no importaba donde estuvieran, vieron eso… El Llanto Celestial.

-No… – Ruby cayó de rodillas. – No…

-Por favor… Qué este bien… Es todo lo que pido… – Blake tenía ambas manos juntas como si estuviera haciendo una plegaria. – No se si me escuchas, pero por favor… Que Issei regrese bien. – Blake le pedía al Dios que trajo a Issei a este mundo, es lo único que puede hacer en este momento.

-Él… Él volverá… – Yang sentía que en cualquier momento su cuerpo desfallecer. – Me lo prometió… Nos lo prometió…

-Vali-sama… – Fay también estaba llorando esperando que su líder esté bien. Puede que él no sea el más expresivo, pero todo este tiempo lo ha llegado a estimar.

-El es fuerte…Volverá y seguirá siendo el mismo gruñón de siempre y nosotros… Lo sacaremos de quicio. – Bikou habló mientras su voz temblaba, parecía que intentaba convencerse a sí mismo más que a la pequeña maga.

-...Tienen que volver… – Koneko, quien estaba siendo abrazada por su hermana, habló con algo de angustia en su voz. – ¡¡Ellos tienen que volver!!

-¡Oigan! ¡Miren! – Penny señaló algo en el cielo.

En un punto, se vio que de ahí caían dos figuras. Se notaba que poco de sus armaduras quedaban, el daño era tan severo que caían a una gran velocidad, que cayeron con fuerza justo donde habían iniciado la pelea con un poderoso estruendo.

Todos rápidamente se acercaron al lugar donde habían caído.

Al llegar a ese lugar, se pudo ver que los dos Dragones Celestiales estaban apenas de pie… Sus armaduras con poco rastros de la Juggernaut Drive y cayéndose a pedazos.

Vali alzó la mirada y vio como Issei se puso de pie y caminó tambaleante hacia él… Su armadura cayéndose a pedazos. Él hizo lo mismo…

Y a unos pasos, se detuvieron… Mirandose a los ojos de sus dañadas armaduras. Pero fue el Sekiryuutei quien alzó la mano. Y el Hakuryuukou hizo lo mismo… Ambos pusieron la mano como puños, como si fueran a dar un golpe. Pero no fue así.

Se vio como los dos chocaron puños, como prueba de que había acabado. Cada uno asintió al otro y tras hacer eso, ambos cayeron de frente al suelo. Sus cuerpos al impactar el suelo, sólo destruyó las armaduras y los dos quedaron en el suelo sin moverse más.

-¡¡¡ISSEI!!!

-¡¡¡VALI!!!

Ambos grupos fueron rápidamente con su respectivo aliado. Ruby le dio la vuelta al castaño y Bikou hizo lo mismo con el peliblanco y…

-Oigan… No me jodan, ¿Quieren…? – El youkai mono habló con alegría en su voz al ver que ambos aún seguían vivos pero… – Por poco se matan joder… ¿Por qué sonríen así…?

Y era verdad. Ambos tenían una sonrisa más que marcada en sus rostros inconscientes.

- [...¿Alguien anotó la matrícula…?] – Ddraig habló con dolor.

- {...Ugh… Hace milenios que no me siento de esta manera…} – Albion sonaba de la misma manera que Ddraig. El dolor era infernal.

-Ddraig, Issei…

- [Estarán bien…] – El dragón le respondió a Weiss, quien suspiró. – [Pero dudo que se muevan por un tiempo…]

- {Si… Los dos tienen los huesos rotos y los músculos desgarrados. Estarán fuera de combate unos días.}

-Eso es obvio, casi se matan… – Ravel habló como si fuera obvio, a la vez que miraba al castaño con interés.

- [Bueno… Considerando que estuvimos en medio de una explosion que pudo destruir todo el continente, no esperen menos… Alegrense de que están vivos.]

-Cierto… – Yang acarició la mejilla derecha del castaño con su mano normal.

- {Hablando de eso… ¿Alguien puede explicarle a estos idiotas que es lo que pasa en este mundo? Y no lo nieguen, solo Fay se salva al ser la más sensata.} – Los del equipo Vali miraron molestos las alas del Hakuryuukou. – {Eso lo agradecería.}

-Estaremos encantadas de explicarles… – Blake habló con cierta gracia.

- {Gracias. Ahora, Fay… Tú estás a cargo mientras Vali duerme. Haz que no cometan una idiotez y aprendan lo más que se pueda de este mundo.}

-Como usted diga Albion-Sama. – Fay contestó con una sonrisa al pedido del Vanishing Dragón.

- [Ruby… Igual, tú estás a cargo… Y que Nora no rompa piernas hasta que mi compañero despierte. Porque si no, le quita los panqueques dos meses… Órdenes suyas.]

-Cuenta conmigo Ddraig. – Ruby no pudo evitar soltar una ligera risa ante el grito de pánico que dio la bombardera.

- [Con eso dicho… Me voy a dormir…]

- {Igual…}

Los Dragones Celestiales se fueron a dormir. El guantelete y las alas desaparecieron, indicando que de verdad estaban fuera de combate.

Aunque ahora… Hay un problema.

-¿Dónde vamos a descansar? ¿Y cómo nos los vamos a llevar? – Ciel sabe que están en medio de la nada y eso puede ser malo.

-Sin contar que necesitan un lugar seguro para recuperarse. ¿Hm? – Ravel alzó la mirada y vio algo… – Oigan, ¿Qué es eso…?

Todos se giraron para ver que era un Nevermore mecanizado… ¿¡Mecanizado!?

-Mierda, Salem ya debe de saber de esto. – Ren pareció entender que esa cosa debe de ser algo de ella. Porque ese Grimm no era normal. – ¡Hay que eliminarlo!

Aun no entendiendo que pasaba, los del equipo Vali iban a atacar a esa cosa, pero… Un rayo destruyó el Grimm de la nada.

-...Fay, dime que fuiste tú.

-No… No fui yo. – La maga negó lo que Koneko preguntó.

-Fui yo la que lo hizo. Esperaba el momento para deshacerme de esa cosa. – Una voz cerca de ellos se oyó.

Todos se giraron para ver quien los ayudó y…

-Tú eres… – Yang reconoció a la mujer y todos pudieron ver… El parecido que tenía con la rubia. Solo que su cabello negro y ojos rojos la diferenciaban.

-...Soy Raven Branwen… Y puedo ayudarlos… Porque necesito que me ayuden a proteger la Reliquia de Salem. Y también… Tengo cosas de que hablar contigo, Yang.

Todos se quedaron en silencio, Yang sobre todo… Dado que su madre de nacimiento estaba frente a ella.

Y así, la batalla de los Dragones Celestiales acabó… Con un giro más que inesperado.

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En su castillo…

- Watts… ¿Qué pasó…? – Salem miró al científico muy molesta.

-¡Algo debió de haber destruido a mi robot My Lady, esa es la única explicación posible! – Watts grito en pánico intentando evitar que su ama lo castigue por algo que está fuera de su control.

-...Tienes 10 segundos para irte antes que te rompa los huesos por crear algo que se rompe con facilidad. 1…

La mujer lo vio irse a toda velocidad de ahí. Vaya… Cobarde.

- Pero… Otros mundos. Y Dragones Celestiales. Eso suena muy interesante. Es más… ¿Cuánto tiempo estarán alejados los Dioses? Dudo que les guste saber que… Hay seres que pueden superarlos. Jejejeje. – La mujer se retiró a sus aposentos, pensando en llamar a Cinder y ver qué le pareció la pelea. De seguro Emerald se desmayó del miedo. Eso le parece muy gracioso.

Sin que Salem lo supiera, el pozo que lleva días vigilando ya no burbujeaba… Y justo al lado de este se podía ver un rastro de ese líquido negro… Un rastro muy grande.