Saludos a todos los que leen esta pequeña historia, primero que nada quiero desearles un feliz año nuevo y esperar que el próximo año sea uno mejor que este. Pero bueno sin mas que decir vamos con el último cap del año.
Dos días habían pasado desde el repentino ataque del Necroverno y que el Sekiryuutei obtuviera una nueva armadura, la cual le daba un incremento muy notorio en la velocidad del castaño.
Después de aquello las cosas habían sido más tranquilas para todos ellos, algo bueno en verdad. Sin embargo, las cosas no eran tan tranquilas para cierto castaño más denso que una piedra…
Kuroka parecía haber ganado un interés genuino por la idea de repoblar su especie con la ayuda del Sekiryuutei. Muestra de ello eran los incesantes intentos de esta por seducirlo, cosa que no les gustó a ninguna de sus novias. Por suerte Koneko parecía poder controlar en algo a su hermana, pero le parecía raro que ella también tuviera los labios fruncidos cada que Kuroka hacía algo con él… Nah, lo está pensando de más.
También tiene que mencionar que Le Fay se había mostrado algo tímida cerca de él, cosa que le parecía raro. Más cuando parecía querer decirle algo, pero negaba con la cabeza y se marchaba a hacer alguna otra cosa. Solo le gustaría que Arthur deje de verlo con la intención de partirlo en dos con su espada… Al parecer es del tipo sobreprotector.
Luego estaba Ravel que, por más que ella quisiera negarlo, era una Tsundere de manual. Se mostraba preocupada, pero siempre con una actitud altanera y orgullosa que le recordaba en algo a Weiss. Solo que ella siempre termina llamándolo Baka, idiota en su idioma natal… ¿Es raro que eso le haga un poco feliz? En fin…
Ya para acabar estaban las chicas y… Bueno, que ellas quieran tener su atención no era algo nuevo. Pero con lo de Kuroka se muestran mucho más posesivas, ni que hablar de Davs y Aile a las cuales no era raro verlas al despertar. Esto claro desembocó en algún que otro enfrentamiento con las demás, pero ya se había acostumbrado.
Hablando de acostumbrarse, si bien tanto Koneko como Ravel aún se mostraban algo tensas ante la presencia de la IA pelirroja, se podía notar que ya no parecían atar su imagen completamente a su pasado con Rias Gremory. ¿Qué fue lo que pasó esta para tenerlas en ese estado? Honestamente prefiere no saberlo.
En estos dos días había intentado entrenar con su nueva forma diciendo que solo necesitaba descansar un poco y estaría como nuevo… Aún le duele la oreja de cómo Blake se la había jalado diciendo que deje de ser un idiota imprudente. Jura que se vengará de ese mono por reírse de su sufrimiento.
Pero yendo ya a la actualidad, era el amanecer del tercer día desde el incidente y se podía ver a Issei durmiendo tranquilamente en lo que sería su habitación en esa cabaña. Aún le sorprende que no hubiera perdió ninguna parte en medio del combate inicial con el Grimm. Pero bueno, el caso es que estaba durmiendo plácidamente hasta que notó algo moviéndose cerca de él.
Al abrir los ojos lo primero que notó fue a las dos IAs, cada una a un lado de su cama y, como no, desnudas. Pero en eso sintió que algo se movía debajo de las sábanas, deslizándose poco a poco hacia su rostro.
-'¿Qué demonios…?' – Su duda fue contestada cuando vio un par de orejas de gato negro asomarse por el borde de las sábanas. – 'Oh, buenos días Blake.'
-Error nya. – Se escuchó antes de que las sábanas se deslizasen un poco más, revelando a cierta Nekoshou.
-'¿Kuroka?' – Preguntó en voz baja ya que no quería despertar a las AIs, ya que sabe que si lo hace… Arde Troya.
-Acertaste nya. – Dijo con una sonrisa coqueta mientras se levantaba un poco dando una vista de sus pechos. – ¿Ves algo que te guste Sekiryuutei nya?
-...Mentiría si dijera que no…
-Me alegra saberlo nya. – En eso ella se le acercó y le susurró algo en el oído. – 'También me alegra saber que causó una buena reacción en ti nya~~.' – Dijo mientras colocaba su mano en una zona muy sensible para él.
-'¡E-esa es una reacción completamente natural para un hombre en la mañana!'
-¿Oh~? ¿Seguro que solo es eso~?
Trato de decir algo más, pero solo pudo gruñir por lo bajo al sentir como ella movía su mano por encima de la ropa. Esto no era bueno. ¡Ni siquiera él es tan fuerte para resistir tal tentación!
-Fufu, te ves lindo así nya. – Seguía con su sonrisa coqueta en su rostro. – Dime Sekiryuutei. ¿No te gustaría comenzar a ayudarme? Por lo que escuche te gusta ayudar a los demás y puedo decir que esto es algo que los dos disfrutariamos. – En eso ella colocó sus labios con los de él… Y ok, lo admite, la chica sabe lo que hace.
Kuroka pensaba que ya lo tenía, solo tenía que seguir un poco más. Pero lo que no espero fue que el chico correspondiera el beso de una forma tan agresiva al mismo tiempo que la agarraba del trasero, lo cual le sacó un jadeo que por suerte fue amortiguado por los labios del chico. Después sintió como este empezó a cargarla hacia el baño que tenía esa habitación y cuando entraron, rápidamente cerró la puerta antes de sentarla encima del lavadero.
-Wow… Sin duda sabes besar, eso te lo doy nya. – Dijo mientras trataba de recuperar el aliento. – ¿Entonces quieres hacerlo en el baño? Bueno, no tengo problema con-.
-No… – Dijo tras recuperar el aliento. Esas palabras dejaron en shock a la pelinegra. – Yo no tengo intención de hacerlo contigo, no de esta forma.
-¿Q-qué? ¿De qué estás…?
-Kuroka… Me niego a tener una relación simplemente sexual.
-¿Acaso no eres un pervertido? Solo te pido que me ayudes a que mi raza renazca, nada más. No tendrías que estar involucrado nya.
-Ahí te equivocas. – La pelinegra lo vio con duda. – Algo como eso simplemente no está bien. ¿Realmente esperas que simplemente te deje embarazada y después te deje a tu suerte con NUESTROS hijos? Lo siento, pero no haré eso.
-Tch, qué tontería nya. No puedo creer que estés hablando en serio.
-Pues creetelo. – Hablo con seriedad. Su mirada y tono lo decían todo.
-...Imbécil. – De repente ella chasqueó los dedos y su figura desnuda fue envuelta por su kimono negro. – Solo tenías que embarazarme y ya. Pero no, tienes que tratar de colarme esa tontería del "amor mutuo". ¡Ja! Que buena broma.
-¿Broma? – Issei sonó entre sorprendido y enojado por esas palabras. – ¿De qué mierda estás hablando?
-Que eso no existe. – Sin decir más salió del baño y por el portazo que escucho también de la habitación sentía que estaba muy molesta.
- [No dejarás pasar por alto esto, ¿No?] – Vio como una luz verde aparecía en su mano izquierda.
-...¿Y tú qué crees Ddraig?
- [Que sin duda eres el Sekiryuutei más metiche de todos los tiempos.] – Rio ante eso,era verdad. – [Aconsejo que hables con la gata loli, después de todo es su hermana. Ella debe de saber algo y si no aconsejo hablar con la Phoenix.]
-Suena como un plan. – Issei sonó decidido. Puede que se esté metiendo donde no le llaman, pero al menos hará el intento.
-¿Está todo bien ahí dentro Issei-kun? Escuchamos un ruido fuerte. – La voz de Aile sonó al otro lado de la puerta del baño y se notaba preocupada.
-Si Aile, solo tuve un… Pequeño tropiezo por así decirlo.
-¿Seguro que estás bien Issei? – Ahora era Davs la que preguntó igual de preocupada como su hermana.
-Si Davs, estoy bien. Solo denme un momento y regreso con ustedes.
-...¿Puedes abrir la puerta un segundo?
Alzó una ceja al oír ello, pero simplemente se encogió de hombros y abrió la puerta. Al momento en que ambas lo pudieron ver bajaron la mirada y…
-Oh, parece que me equivoque. – Davs sonó algo decepcionada.
-¿Qué cosa?
-Seguramente pensó que tenías una erección matutina. – Aile sonrió de manera burlona mientras veía a su hermana quien le sacó la lengua.
-...Disfrutan molestarme. ¿Verdad? – Vio a ambas AIs con los ojos entrecerrados, quienes sólo desviaron la mirada y comenzaban a silbar inocentemente. – ...Tienen suerte que las dos me parezcan hermosas y que sean importantes para mi.
-...Creo que ya aguantamos bastante. ¿No Aile? – La IA pelirroja tenía un claro sonrojo en su cara por sus palabras, pero también tenía algo en la mirada que le dio escalofríos.
-Si… Al diablo el orden. – Dijo con el mismo sonrojo y mirada que su hermana. Cerró la puerta del baño, cosa que hizo tragar saliva al castaño. – Creo que es tiempo de que tengamos tiempo de calidad.
-...Suerte que este baño es grande. – Fue todo lo que dijo Issei antes de tomar de la muñeca a ambas y acercarlas.
Al poco tiempo empezaron a escucharse jadeos y gemidos provenientes del baño, así como algún que otro grito placentero de las IAs… Sip, una mañana muy intensa la de hoy.
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En el reino de Atlas, para ser más exactos en la mansión de la familia Schnee. Podemos ver que en una de las muchas habitaciones de la mansión se encontraba Azazel quien había convertido la habitación en un laboratorio improvisado. Justo en este momento estaba analizando una muestra de Dust en crudo.
-Hmmm… Interesante. Verdaderamente interesante. – Dijo mientras apuntaba los resultados de este análisis en una pequeña libreta. – Si los siguientes análisis salen bien, puede que esté delante de algo realmente increíble.
Azazel estaba realmente fascinado por el Dust. Hace tiempo que no estaba tan interesado en algo. Para ser más precisos, desde que el mundo comenzó a irse al traste. Soltó un suspiro lastimero recordando el cómo sus intentos de la paz fueron en vano, no pudiendo razonar con su "hermano" ni con el que llamó amigo una vez…
-¿Está ahí Sr. Azazel? – La voz de Willow proveniente desde detrás de la puerta lo sacó de sus pensamientos.
-Si, puedes pasar Willow. No hay riesgo de que algo explote esta vez.
-Jajaja, de acuerdo. – La mujer abrió la puerta. Se podía notar que ahora usaba ropas más simples y que traía una bandeja con una tetera y dos tazas. – Traje algo de café por si querías.
-Gracias, realmente necesitaba algo para beber. – Tomó la taza con una sonrisa y bebió el contenido. – Justo lo que necesitaba. He estado aquí ya por un buen rato.
-Ni que lo digas. Solo sales de aquí para ir al baño o para comer. Y esto último también es raro, ya que por lo general es Klein quien te trae la comida.
-Jajajaja, lo siento por eso. Pero no puedo evitarlo. Cuando algo me llama tanto la atención simplemente me pongo a investigarlo.
La mujer solo pudo reír un poco por lo bajo. Sí debía de ser sincera consigo misma, este hombre le parecía más un niño curioso que un ser que ha vivido por miles de años… Aunque este fuera el caso claro.
-Dejando eso de lado. – Hablo sacándola de sus pensamientos. – Creo que estamos cerca de al fin concluir con el proceso de divorcio. Tengo que decir que los abogados aquí son igual de molestos que los que había en casa… Unos vampiros chupa sangre.
-...Supongo que hay cosas que no cambian incluso en otros universos. – Ambos rieron por eso.
-Realmente le agradezco toda su ayuda Sr. Azazel. – Le dio una sonrisa sincera que desde hace meses comenzó a dar más seguido. – Realmente esto significa mucho para mí.
-Ya le dije que no hay problema Willow, ha sido un placer. – El respondió con una sonrisa igual de sincera. Debía de reconocer que se sentía agradable tener a esta mujer cerca. – Y por favor, solo llámame Azazel. Dejaré que me llamen señor cuando me case, cosa que jamás pasará.
-¿Y eso por qué? ¿Es asexual o algo así?
-...Espero que ese comentario haya sido una broma. – El caído le dedicó una mirada plana a la peliblanca quién río sin descaro.
-Meh, no serías el primero en pasar toda la vida solo por esta o cualquier otra razón. – Ella solo se encogió de hombros. – Yo por mi parte dudo que vuelva a casarme, menos aún interesarme por alguien.
-No creo que todos vayan a ir tras tu apellido Willow. Solo mira a tu hija.
-Ella tuvo mejor suerte que yo. – La mujer sonrió con cierto deje de tristeza. – Ese chico es totalmente transparente con lo que siente… Solo desearía que no fuese tan denso. Según lo que me dice Weiss, eso es algo que no han podido quitarle.
-¡Jajajajaja! – Azazel solo pudo reír a carcajadas ante eso.
-No es algo gracioso Azazel. Como mujer puedo entender que es frustrante para mi hija y las demás que él sea más denso que una piedra. – Le dio un ligero manotazo en el pecho mientras soltaba un bufido. – Pero dejando eso de lado, tengo que decir que es alguien admirable.
-Supongo que tienes razón. Si mi viejo de una línea de tiempo alterna lo eligió a él sobre cualquier otro para salvar vuestro mundo dice mucho.
-Me sigue pareciendo algo increíble eso de líneas de tiempo alternas.
-Meh, yo ya me hice de la idea de que esas películas de ciencia ficción tenían razón. Es más fácil así. – Se encogió de hombros quitándole importancia al tema.
-Pero bueno, creo que me retiraré por el momento. Quiero saber como va la madre del joven Sairaorg.
-Ok. Nos vemos. – Dijo mientras veía alejarse a la mujer y… Vaya, para haber dado a luz 3 hijos se conservaba bastante bien en más zonas aparte del pecho…
-Por cierto Azazel… – El caído la vio a medio salir de la habitación, dándole una mirada divertida y algo coqueta. – Si bien dije que quizás no vuelva a fijarme en nadie, no quita que sigo siendo una mujer. 'Y aun tengo que pagarle de alguna forma su ayuda…'
Fue todo lo que dijo antes de salir de la habitación, cerrando la puerta detrás de ella y dejando a un Azazel con los ojos muy abiertos.
-Al parecer no es la clásica mujer de alta sociedad. – Dijo con una sonrisa divertida una vez salió de la sorpresa. – En fin, seguiré analizando esta cosa. Creo que estoy cerca de descubrir que es este Dust.
Fue lo que dijo mientras volvía a su labor, aunque por alguna razón eso que dijo la peliblanca le… Gusto un poco. Aunque claro, no quiere arriesgarse a que sus dos hijas luego traten de castrarlo por tocar a su madre…
Y hablando de la peliblanca, esta cuando ya se encontraba a unos metros de la puerta se apoyó en una pared mientras tenía la mirada perdida.
-...¿Qué demonios fue eso? No es la primera vez que alguien se me queda viendo así. ¡¿Por qué está vez reaccione así?!
Willow deseaba que la tierra se la tragara. No sabe con qué cara lo verá de ahora en adelante, pero no puede negar que le gustó sentir que la encontrará atractiva… ¡Para el tren Willow Schnee!
-Ugh, solo es el efecto de convivir con él a diario. Nada más, ya pasará.
-¿Pasar que madre?
-¡¡¡AAAAAAAAAAAH!!! – Willow dio el grito más fuerte que haya dado en mucho tiempo. Miró a su lado y pudo notar la presencia de un chico peliblanco en la escaleras. – ¡Maldita sea Whitley, casi me da un infarto!
-Lo siento… – El chico llamado Whitley se disculpó con una expresión complicada. – ¿Está todo bien madre?
-Si, todo está bien hijo… Nada raro pasa. – Se abofeteó mentalmente por sonar nerviosa. Por su parte el peliblanco menor solo levantó una ceja para después encogerse de hombros.
-Si tu lo dices madre. ¿Cómo van las cosas con…?
-Según el Sr. Azazel, bastante bien.
-Ya veo. – El chico respondió con una pequeña sonrisa, cosa que aún le parecía algo raro a su madre.
-...¿Sabes? De entre los 3, pensé que tú serías el único que no estaría del todo de acuerdo con esto del divorcio.
-Si bien es cierto que soy el más "cercano" a padre, eso no me hace ajeno a todo el mal que ha hecho. – Whitley se cruzó de brazos mientras cerraba los ojos.
-Ya veo… Hijo… Quisiera pedirte perdón por no estar para ti todos esos años… – Ahora el peliblanco la miraba con los ojos ligeramente abiertos. – Se que no hay excusa que valga, pero te juro que trataré de ser una mejor madre y estar para ti… Si me dejas.
-Yo… – El peliblanco no supo qué responder a eso, menos aún por qué derramó algunas lágrimas. Esto era nuevo para él. – Claro… Mamá.
Sin más Willow abrazó con fuerza al chico y este le regresó el abrazo tras unos segundos de sorpresa. Esto era raro, pero al mismo tiempo… Agradable.
-Oh, antes de que se me olvide. Winter vendrá de visita en una hora y dijo que vendrá con el nuevo general.
-¿En serio? ¿Te dijo por qué?
-No. Solo dijo que era para tratar de afianzar lazos o algo así, no fue muy clara que digamos. – Willow negó con la cabeza mientras tenía una pequeña sonrisa. – En cuanto al general, dice que le gustaría poder hablar con tu invitado. Ya sabes, darle las gracias y tal por todo lo que hizo por los faunus indirectamente.
-Entiendo… – Willow dejó escapar el suspiro que no sabía que estaba reteniendo. – Bueno, yo ahora iré a visitar al joven Sairaorg. ¿Quieres venir?
-Claro. No veo por qué no.
Así ambos procedieron a bajar por las escaleras con una pequeña sonrisa. Parece que los lazos que Willow creyó destruidos o inexistentes si estaban ahí. Y eso le alegra más de lo que uno pueda creer.
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En la oficina de Ozpin. Podemos ver como él, Glynda y Tannin, quien estaba en su forma reducida, estaban llevando a cabo una reunión.
-¿Cómo van las cosas con los árboles que plantó Sr.Tannin? – Ozpin preguntó al dragón. – Espero que todo esté marchando bien.
- Por el momento todo parece ir bien. Como me dijo la tierra es buena y los árboles parecen estar sanos, pero tendré que esperar a que den frutos para estar seguro.
-Lo entiendo. Espero que todo salga bien. – Ozpin pareció relajarse un poco al oír eso. – ¿Y qué tal va la "mudanza" de los demás dragones?
- Con eso si hubo algunos problemas. – Ambos humanos se vieron un poco preocupados. – Tranquilos, no es nada grave realmente. Es solo que algunos dragones preferirían habitar en climas que más se ajusten a ellos.
-¿No todos los dragones viven en el mismo hábitat? – Preguntó Glynda algo desconcertada.
- Puede que podamos vivir en múltiples climas, pero no significa que algunos no prefiramos lugares más cálidos o fríos. Un claro ejemplo es uno de mis subordinados, el cual es un dragón de hielo. El habitaba en una montaña helada que había en el inframundo.
-Entiendo. Eso puede suponer un problema mientras su existencia siga siendo secreta para el mundo.
- Cierto. Pero como bien dijimos, no podemos simplemente aparecer de la nada y esperar que la gente no entre en pánico y traten de atacarnos por miedo. Sin ofender, pero los humanos suelen ser así ante lo desconocido.
-No se preocupe, tiene razón en eso. Por lo general nos dejamos llevar por el miedo a lo que no entendemos… Eso suele causar problemas. – Ozpin suspiro con cansancio. El mejor que nadie conoce los defectos de la humanidad. Después de todo lo ha visto en su larga vida.
- Por eso digo que no es nada grave por el momento. Cuando nuestra existencia sea algo público y nos acepten, trataremos de expandir nuestro hogar.
-Entonces solo nos queda espe-. – Las palabras de Glynda quedaron inconclusas cuando alguien irrumpió en la oficina.
- ¡¡Aléjate de mi puto loco adicto al café!! – Bova entró presa del pánico mientras saltaba al regazo de la mujer en un intento de tejer una zona segura.
-¡¡Solo un pinchazo, es todo lo que pido!! – Oobleck estaba en la puerta con… Una aguja del tamaño de un bate de béisbol. – ¡¡Después prometo dejarte en paz!!
-¡¡Quitenme a este lunático de encima!! – Bova por su parte trataba por todos los medios de evitar que ese loco lo atrapé. Ya tuvo suficiente pruebas y demás mierdas para seguir aguantando esto.
-Oobleck, amigo mío… Creo que ya hiciste más que suficiente para tener una idea de la anatomía de los dragones. – Ozpin decidió apiadarse del joven dragón, el cual lo veía como su salvador.
-¡Pe-pe-pero Ozpin…!
-Es más. ¿No preferirías hacer algo de trabajo de campo y estudiar a los dragones en su hábitat natural? – Esas palabras parecieron despertar el instinto aventurero del buen doc. – El Sr. Tannin nos acaba de decir que algunos dragones ya se mudaron al recién nombrado "Valle Dragonoid".
-¡Eso suena interesante, vaya si es así! ¡Esto sin duda sería un gran avance en mi tesis! ¡Ya puedo oír a todos esos del magistrado rabiando cuando sepan que yo, el Doctor Oobleck, a quien habían tachado de loco hiperactivo, fui el primero en estudiar a toda una nueva raza jajajajaja!
- ...Acabas de condenarnos a todos los dragones anciano. – Si bien Bova estaba feliz de al fin ser libre de ese maníaco, no sabe cómo sentirse al ver que ese loco estará conviviendo con los demás de su raza. Aunque… – Con suerte alguno de los demás lo devore y se acaban las molestias.
- Dudo que alguno de los dragones que estén allí logren seguirle el paso a esta central eléctrica con piernas… – Pará que el propio Tannin diga eso… Vaya.
-Pero solo por si acaso, ¿Qué tal si le pides a Penemue que te acompañe?
-Lo haría si supiera donde está. – La respuesta del doctor hizo que Ozpin levantará una ceja en confusión.
-Ella se fue a tomar algo con Shion. – Glynda soltó el dato. – Parece que esos dos se hicieron buenos amigos. Ella misma dijo que es agradable pasar el tiempo con un hombre que no le mira las tetas cada minuto.
- Lo cual es sorprendente a mi parecer. ¿Seguros de que el tipo no es gay? – Glynda le dio un zape al dragón que seguía en su regazo. – Solo preguntó.
-Como sea, ¿Por qué no te llevas al Sr. Tannin contigo? Siendo él una figura de alto cargo tal vez tú presencia sea mejor recibida.
- No creo que esa sea una buena- ¡¡Aaaaaaaaaaah!!
El Ex-Rey Dragón fue llevado en contra de su voluntad por el buen doc a una velocidad sorprendente. Eso le sacó una gota de sudor a ambos humanos, mientras que el joven dragón…
-¡¡¡ESO ES, SUFRE VIEJO DE MIERDA JAJAJAJA!!! – Bova reía como loco feliz de ver a su padre siendo arrastrado por el adicto a la cafeína.
-Yo no me reiria tanto si fuera tu Bova. Tu aun tienes algunas cosas que hacer.
- ¿Ah? Ni de broma. No pienso… – El dragón sintió como algo dentro de él le dijera que se callara al ver la sonrisa amable que tenía la profesora rubia. – Yo… Si señora…
-Buen dragón. – Se ajustó sus anteojos con una sonrisa.
Ozpin por su parte solo suspiro. Ama a esta mujer pero… Realmente le da miedo a veces.
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De regreso con Issei y los demás, las cosas se habían puesto un poquito tensas. ¿La razón? Pues…
-Ustedes… – Blake sonó molesta mientras veía a ciertas IAs abrazadas al castaño.
-¿Qué hacen tan pegadas a Ise? – Yang preguntó tratando de sonar calmada. Palabra clave "tratar", ya que tenía sus ojos rojos y cabello en llamas.
-Issei-kun es muy cómodo. – Dijo la IA pelinegra mientras afianzaba su agarre en el castaño. – Solo estamos recibiendo un poco de cariño. ¿No es así hermana?
-En efecto, después de todo Issei es tanto de nosotras como de ustedes. – Al igual que su hermana afianzó su agarre. El castaño solo tragó saliva al ver la mirada de las chicas. – No veo que tenga de malo que le demostremos cuánto lo amamos.
-'Yo las mató.' – Susurro la peliblanca mientras estaba cruzada de brazos y piernas, con el suelo a su alrededor cubierto por una fina capa de hielo… Eso da miedo.
-Tranquila Weiss. – Ruby trataba de calmar a su amiga a pesar de tener también el ceño fruncido. – Apesar de que fueron desconsideradas de saltarse su turno… – Varias de nosotras hicimos lo mismo y… ¿Por qué se me quedan viendo así?
Y era cierto. Tanto sus amigas como las AIs veían a Ruby con los ojos abiertos denotando sorpresa.
-Es que sis… – La rubia se rascaba una mejilla sin saber cómo continuar.
-Ese fue un comentario muy maduro de tu parte Ruby.
-Si. ¿Segura que no estás enferma?
-*Gasp* ¡Ya no soy ninguna niña! ¡Tengo casi 16!
-...Y aun bebes el café con 5 cucharadas de azúcar.
-Y te vuelves loca con las galletas.
-Y usas ropa interior de ositos.
-¡¡Yang!! – Vio a su hermana con rabia. ¡Eso último no es necesario decirlo en voz alta!
-Es la verdad Rubes. ¿Qué quieres que haga?
-Eso último ya lo sabía. – El comentario de Issei hizo que se ganara la mirada de todas, pero la de Ruby era una de horror. – Bueno… Ammm. ¿Recuerdas lo de Menagerie?
La pobre chica solo pudo sonrojarse a niveles extremos, junto a que unas cuantas lágrimas de la vergüenza se formaban en sus ojos.
-Yo creo que eso es algo tierno. – Le dio una sonrisa algo nerviosa en un intento de hacerla sentir mejor.
Por su parte la pobre chica solo se cubrió su rostro mientras soltaba un enorme grito de vergüenza, el cual hizo saltar un poco a los presentes. La chica tiene buenos pulmones.
-Dejando de lado el drama. – La peliblanca optó por seguir con la conversación. – Solo no tomen ventaja de que están siempre con mi esposo, ¿Quedo claro?
-...
El silencio de ambas IAs, así como del castaño, no les gustó en lo más mínimo.
-...No se atrevieron, ¿Verdad?
-Bueno… ¿Quién tiene hambre? Yo muero de hambre. – El castaño se separó de las IAs e intentó escapar. – Iré por un- ¡Arg! – Palabra clave "intento".
-¡Tú te quedas! – Blake lo tomó del cuello de la camisa y lo regresó a su lugar. – Ahora dinos mi amado Alfa… ¿¡Que mierda hiciste con esas dos aprovechadas!?
Issei realmente no sabia que hacer en este momento. Si trata de mentir, lo matan. Si trata de escapar, lo matan. Si es sincero, ¡Lo torturan y después lo matan!
Miró en todos lados en busca de ayuda, pero todos desviaban la mirada. Unos por miedo a convertirse en un daño colateral y otros por aparente indiferencia.
-Estamos esperando Issei. – Ruby tenía una sonrisa amable que no combinaba para nada con esos ojos de pez muerto.
-Si Ise, si eres sincero con nosotras te prometemos una muerte rápida. – No sabe que es peor. Una Yang ardiendo en furia literalmente o una Yang con una sonrisa tranquila al decir que lo mataran.
-Pero igual será dolorosa. – Ok, definitivamente era Pyrrha quien daba más miedo. Al no haberse recogido el pelo, tenía unos cuantos mechones sobre su cara. Dándole así una apariencia algo siniestra.
-(¡Dios, si puedes oírme, envíame ayuda de verdad!)
Issei rezaba interna en espera de un milagro que lo salve y al parecer funcionó. Todos escucharon un gran estruendo fuera de la cabaña, cosa que alertó a todos ya que podría ser un nuevo ataque.
El Sekiryuutei soltó un suspiro aliviado. Al parecer Dios si logró escucharlo.
-De esta no te libras Issei. – Ciel sacó su espada y se acercó a la puerta.
-"Si, luego de ver qué está pasando tendrás mucho de que hacerte responsable." – Neo habló a través de su Scroll siguiendo a la chica de Atlas.
Está tomó el pomo de la puerta mientras la morena preparaba su magia. Tras una cuenta de 3, Neo abrió rápidamente la puerta y Ciel no tardó en desplegar una barrera para que los demás pudieran salir sin riesgo.
Ya afuera, todos vieron con una ceja alzada lo que parecía ser un gran agujero con forma humana delante de la cabaña. ¿Qué demonios?
-...Y yo que pensaba que esto solo se veía en los dibujos animados.
-Nora, céntrate. – Ren regañó a su novia quien lo vio con un tierno puchero. Pero al oír lo que parecían quejidos salir del agujero se pusieron en guardia.
-Tch, malditos Grimms del demonio. – El dueño de la voz se estaba levantando del cráter y parecía muy molesto. – ¿Qué mierdas hacen unas Manticoras en esta parte de Anima?
-No puede ser verdad lo que veo… – Weiss estaba sorprendida y a la vez desconcertada al ver quién tenían delante.
-¿¿Tío Qrow?? – Preguntaron Ruby y Yang a la vez.
-¿Conocen al anciano? – Bikou preguntó desconcertado. ¿Cuales son las posibilidades de que se topen con un familiar en medio de la nada… Dos veces.
-¡¿A quién llamas tú anciano?!
-Pues al tipo que tiene cara de anciano y algunas canas. – El youkai respondió como si fuese lo más obvio del mundo. – ¡Ay! ¡Eso duele Ravel!
-¡Pues compórtate por una maldita vez en tu vida! – Contestó mientras se sobaba la mano por el zape que le dio. Cabeza hueca…
- {Me recuerdas, ¿Porque dejamos al idiota ir con nosotros?}
-A veces yo también me lo pregunto Albion.
-¡Hey!
-¡Ya basta! – Issei impuso orden antes de que las cosas se fueran de las manos. – No esperaba verte de nuevo tan pronto Qrow. ¿Ha pasado algo?
-Nada relevante, solo que ese Roman parece haberse asentado en Patch y por cierto te manda saludos enana. – Neo solo le saco el dedo medio. – Y veo que su club se expandió. ¿Quienes son los que acompañan al idiota del bastón?
-Pues… Es una muuuuy larga historia Qrow. Pero mejor te lo explicamos adentro y de paso nos cuentas qué haces en Anima.
-Me parece bien… ¿De casualidad-?
-No hay alcohol. – Issei se apresuró a contestar.
-Mierda… Debí comprar un par de botellas en el camino. – Ese comentario hizo que tanto Koneko y Ravel pongan mala cara. Genial, un alcohólico.
Al final todos volvieron a entrar y no tardaron en ponerse cómodos. Issei y su grupo se mostró expectante ante la explicación del pelinegro quien tras dejar su espada al lado del sillón empezó.
-Bueno la razón por la que estoy aquí es bastante simple. Si bien es cierto que Tai sabe que todos ustedes saben cuidarse solos y que el chico dragón va con ustedes, aún teme por sus princesas.
-Ugh. – Las dos hermanas gimieron de vergüenza mientras se cubrían el rostro. Y no les ayudaba la risa de algunos de los presentes.
-Así que básicamente me envió para ver como estaban… Y saber si no será abuelo pronto.
-¡Ya no digas más Qrow!
-¡No digas cosas así frente a nuestros amigos tío!
El mencionado solo pudo reír un poco por lo bajo ante la reacción de sus sobrinas. Parece que aún siguen siendo ese par de niñas que conocía o por lo menos un poco. Podía ver en sus miradas que habían madurado bastante, así como el resto.
-¿Y por qué cayó del cielo Sr. Qrow? – Penny preguntó mientras los demás asentían. Aquello fue algo raro.
-Simple. Mientras iba de camino a Mistral un maldito grupo de Manticoras salió de la nada. Logré acabar con la mayoría, pero una me tomó en sus garras y me estaba llevando como comida para llevar. – Resopló con fastidio murmurando algo como Grimms de mierda.
-¿Y lo mataste? ¡¿En pleno vuelo?!
-Era eso o terminar siendo su almuerzo y al final no fue nada… Demasiado grave. Tengo en 0 mi Aura y la espalda me está matando, pero dejando eso de lado estoy fresco como una lechuga.
A todos les salió una gota de sudor al ver como el pelinegro quiso reafirmar su punto flexionando uno de sus brazos solo para quejarse por el dolor.
-...¿En serio sois familia? – La pregunta de Arthur era válida.
-Si… – Yang respondió dando un suspiro que se ganó una mirada de fastidio de su tío.
-Tampoco lo digas como si fuese un castigo mocosa.
-No ayuda que montes un escándalo cada vez que te pasas de copas.
-¡Hey! – Tanto Yang como Ruby le dieron una mirada como diciendo que se atreva a negarlo, cosa que obviamente no hizo. – Tch, como sea. ¿Me dicen ya que han estado haciendo estos meses que no los vemos?
Todos los nativos de Remnant, así como el Sekiryuutei y las IAs dieron un suspiro. Este tipo… En fin, le contaron a detalle todo lo ocurrido. El ataque de los Sea Feilong de camino a Menagerie, el ataque de los miembros de White Fang en ese lugar liderados por Kokabiel, la llegada de algunos supervivientes del antiguo mundo de Issei, la aparición del Dragonor, la llegada a Anima para recuperar el control que tiene Sienna sobre Mistral, el enfrentamiento con el Nuckelavee, el encuentro y enfrentamiento con Vali y su equipo y por último el encuentro con el Necroverno.
-...A Tai le dará un ataque cuando le cuente todo esto. – Qrow bebió de su petaca. – Definitivamente debí comprar unas botellas para el camino. Ustedes sí que saben cómo divertirse y por lo visto son un imán de problemas.
-Corrección, Issei-senpai es el imán de problemas.
-No me hace gracia Koneko-chan. – Issei vio con una sonrisa forzada a la peliblanca quién sólo desvió la mirada descaradamente.
-Pero dejando eso de lado, aun no me dicen de quién es esta cabaña. – Varios de los presentes se tensaron ante eso. – Por lo bien cuidada que está es claro que le pertenece a alguien y dudo que ustedes la compraran… Bueno de la mini Ice Queen si lo veo posible, pero aun así no creo que sea de ella.
La heredera estaba por decir algo, pero Pyrrha le tapó la boca con la mano. Todos pasaron a ver a Yang y Ruby quienes se vieron la una a la otra por unos segundos, haciendo que Qrow se preocupara un poco.
-Por favor, solo decirme que la obtuvieron de manera legal.
-Bueno… Lo cierto es que es de alguien. ¡Pero nos deja vivir aquí por ahora! – Ruby se apresuró a contestar cuando vio que su tío se levantó de golpe de su asiento. – ¡Es la verdad!
-De acuerdo… ¿Y donde está el dueño?
-Lo más correcto sería decir dueña. – Lo dicho por Yang hizo que su tío la viera con una ceja alzada. – Agh, mira solo… No vayas a hacer una locura de las tuyas. Prometelo.
-Yang…
-¡Promételo Qrow!
El mencionado se mostró reacio al principio, pero tras unos segundos finalmente asintió.
-Bien… Pues el caso es que-.
-Niños, ¿Estáis ahí? ¿Alguno me podría explicar por qué hay un agujero con forma humana delante de…?
De repente Raven abrió la puerta, ingresando a la cabaña como si nada y cuando su vista captó al pelinegro adulto se mostró sorprendida.
-¿¡Qrow!?
-¿¡Raven!?
-¡Tío Qrow!
-¡Qrow!
-¡Nora! ¡Ay! – La pelinaranja que se había levantado de un salto fue sentada de nuevo en su sitio por un golpe en la cabeza por parte de Issei.
-No es el mejor momento hermanita.
-Perdón…
-¡¿Qué haces aquí?! – El pelinegro preguntó con notoria rabia en su voz.
-Esta cabaña es mía. ¿Qué haces tú aquí?
-Llegué por casualidad mientras buscaba a MI familia y ver si se encontraban bien. – El hombre se cruzó de hombros mientras veía de forma intensa a Raven. – Pero claro, dudo que esa palabra signifique algo para ti.
Todos pudieron notar el veneno tras esas palabras y al parecer la mujer también ya que habían notado cómo frunció el ceño y apretaba los puños.
-Te aconsejo que cuides tus palabras Qrow.
-¿O que? ¿Qué vas a hacerme? ¿Me echarás de tu casa? Entonces te ahorraré la molestia. Vámonos niñas.
-¡P-pero tío Qrow-!
-¡Sin peros Ruby! ¡Nos vamos de ahora mismo! ¡Y créeme que hablaremos muy seriamente de esto después!
Tanto los que conocían al hombre como los que no estaban sorprendidos del cambio de actitud de este tipo con respecto a Raven.
Ruby y Yang no sabían qué hacer. La primera porque en el poco tiempo que conoce a la mujer le impresionó lo agradable que era y la segunda porque aún quería respuestas. Pero antes de que alguien dijera algo más…
-Nadie irá a ningún lado. – Issei encaró al hombre que lo vio con fastidio. – Sé que esto no es lo mejor, pero tenemos que dejar de lado cualquier rencor personal. Tenemos cosas más importantes en las que pensar.
-Tú no te metas niño. Esto no tiene nada que ver contigo.
-Me meto porque me importan Ruby y Yang. Además, como dije, hay cosas más importantes que una disputa familiar. La Reliquia en Haven está en peligro y necesitamos a Raven para obtenerla antes que Salem.
-¡¿Y ella que tiene que ver con todo esto?!
-Muy simple… Ella es la Spring Maiden. – La respuesta de Issei dejó en shock al pelinegro.
-Bromeas, ¿No?
-No. Raven, muestrale. – El Sekiryuutei pasó su vista en la mujer que parecía insegura de hacerlo. – No tenemos tiempo para esto, solo muestrale tus poderes de una vez. – Por el tono de su voz todos entendieron que no era una petición, era una orden.
-...Los tienes bien puestos niño, eso te lo doy. – Fue lo que ella dijo con una pequeña sonrisa antes de cerrar los ojos y al volver a abrirlos se vio el destello de poder en forma de llamas.
-...Mierda. – Fue todo lo que dijo Qrow antes de volver a sentarse y llevarse una mano a la frente. – Tch, de todas las mujeres en el maldito Remnant justo tenias que ser tú. ¿Quién fue la pobre desgraciada a la que mataste por el poder?
-Si por mi fuera este poder se lo puede quedar cualquiera. – A algunos les sorprendió la forma en que dijo eso, llena de odio. – Te lo advierto Qrow, no hables de lo que no sabes.
Se podía sentir la tensión nuevamente en el lugar, provocando que algunos no sepan qué hacer o decir.
-Como dije, necesitamos a Raven ahora mismo. Así que déjame darte una advertencia. – Los ojos de Issei destellaron en verde por un segundo al ver a Qrow. – Cagala cabron… Y te mato.
-...Como sea, solo procura que no me arrepienta. – Fue todo lo que dijo antes de levantarse e ir hacia la puerta. – Voy a dar un paseo. Volveré para antes de la hora de comer.
-Bien. – Fue todo lo que dijo antes de ver al pelinegro marcharse. – Ufff… No recordaba lo molesto que era.
-Chico yo…
-Olvidalo Raven. – Levantó una mano interrumpiendola, para seguidamente verla con intensidad. – No creas que después de tener la Reliquia a salvo no tendremos una seria charla y no está en discusión.
La mujer internamente estaba sorprendida, en lo poco que llevaba de conocer a este chico lo había visto como un chico pervertido pero de buen corazón. Sin embargo, ahora estaba viendo una faceta completamente distinta de él. Tal seriedad y presencia no eran las que debería tener alguien de su edad… Aunque debía reconocer que esa expresión le queda… Pausa, ¿De dónde vino eso?
-(Tch, a veces detesto que me incline por los que son más jóvenes.) – Maldijo en su mente. Aún recuerda su tiempo en Beacon y las veces que se quedaba viendo a algunos chicos de cursos inferiores… Solo para que Summer la moleste con eso.
-¿Raven?
-Oh claro… Lo tendré presente.
-Bien… – Issei sonó poco convencido por eso. – Solo espero que ese idiota no cause muchos problemas. ¿En serio son hermanos?
-Por desgracia. – Ella respondió mientras se cruzaba de brazos.
-¡¿Hermano?! – Los que no lo conocían preguntaron incrédulos.
- {Vaya, note algunos rasgos en común pero no creí que fuesen hermanos.} – Vaya, para que el propio Albion lo diga.
-En fin. Creo que me iré ya, pero volveré dentro de un rato. No estoy de humor para hablar ahora.
Con eso la mujer salió de la cabaña dejando a todos en un silencio algo incómodo, en especial para los miembros del grupo del Hakuryuukou ya que por lo que entendieron hay varios roces en esa familia.
-(Me recuerdan a mi y a Onee-sama al inicio.) – Koneko no pudo evitar pensar eso al ver el trato que había entre ambos pelinegros mayores.
-Creo que yo también daré un paseo. Estar quieta en un solo lugar es agobiante nya.
-Solo procura no hacer ninguna tontería.
-Jodete Vali. – El mencionado, al igual que los de su equipo vieron con sorpresa la respuesta tan directa de la Nekoshou y como ni se dignó a ver a nadie cuando se fue.
-Wow, creo que alguien se levantó con la pata izquierda.
-Yang… No. – Blake dijo eso con cansancio. – Solo… No.
-Aunque es cierto que Kuroka-sama se ve algo gruñona desde esta mañana. Me pregunto qué le habrá pasado. – Fay se mostró preocupada por la actitud de su compañera.
-Mientras no nos afecte no tiene importancia. – Vali le restó toda importancia a la actitud de la pelinegra.
-Eres un insensible, ¿Sabes? – Ravel lo vio con el ceño levemente fruncido.
Al peliblanco le dio igual y se retiró de la sala diciendo que quería entrenar un poco. Eso le sacó un suspiro a su grupo.
-Oh antes de que se nos olvide. – Weiss pasó a ver al castaño con seriedad. – Issei, aún nos debes una explicación de-.
-Luego. – Respondió antes de que la chica terminará.
-Ise, no vengas con esas. Nos tienes que-.
-Dije luego Yang. – Volvió a responder y esta vez lo dijo de tal forma que daba a entender que no cambiaría de opinión. – Koneko, ¿Podemos hablar en privado?
-¿Eh? Si claro. – Respondió algo desconcertada ya que no uso el "chan" esta vez.
Con eso ambos también pasaron a retirarse dejando a todos con más dudas. Sobre todos a los que conocían de más tiempo al castaño, ya que no era muy común verlo así de cortante.
-Definitivamente nos perdimos de mucho.
-Bikou, ahora no. – Arthur reprendió a su compañero quien sólo bufo. Aunque debía reconocer que, ciertamente, habían cosas que se les estaban escapando.
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En una de las habitaciones de la cabaña, Koneko estaba sentada en el borde de una cama esperando que el castaño hablara. Este por su parte estaba apoyado en la pared mientras buscaba la forma de preguntar sin sonar demasiado insensible.
-Primero que nada, perdón por lo abrupto que fui Koneko-chan. Pero es un tema algo delicado.
-¿Qué sucede, Issei-senpai?
-Veras… – Tomó aire y decidió ser honesto. Es lo mejor que puede hacer. – Esto es algo que tiene que ver con tu hermana.
-¿Onee-sama? – Ella ladeó la cabeza en confusión. Entonces una idea pasó por su mente. – Tú sabes lo que le pasa, ¿Verdad?
-¿Tan obvio soy? – Preguntó con una pequeña sonrisa resignada, a lo que la peliblanca asintió. – Si. Verás, la cosa es que ella se coló en mi habitación en la mañana. ¡No hicimos nada! – Aclaro al ver como la chica se tronaba los nudillos y fruncía el ceño.
-¿Entonces cuál es el problema Issei-senpai?
-Pues, irónicamente, que no hicimos nada. – La chica lo vio como si le hubiera salido una segunda cabeza. – Mira seré directo. ¿Qué problema tiene Kuroka con el amor exactamente?
-Eso… Es un tema personal. – Ella respondió mientras desviaba la mirada, lo cual hizo que el castaño chasqueó la lengua. – ¿Pero qué tiene que ver una cosa con la otra?
-La cosa es que rechace "aparearme" con ella si es solo eso. Podré ser un pervertido, pero nunca me aprovecharía de una mujer de esa manera y menos la dejaría sola si está esperando un hijo mio.
Eso sonrojo un poco a la peliblanca junto a que la sorprendió, ya que sabe que su hermana es atractiva para los hombres y que él diga que la "rechazó" más sabiendo como es él… Era algo increíble.
-Entiendo… Bueno, ella ciertamente no tiene una buena visión del amor y tampoco la puedo culpar.
-¿Qué quieres decir Koneko-chan? – Vio como ella parecía vacilante. – Puedes confiar en mí. Prometo que lo que me digas no saldrá de aquí.
-...Está bien. Confiare en ti Issei-senpai. – Tomó una gran bocanada de aire y se preparó mentalmente. – La cosa es que… Nuestra madre se enamoró de nuestro padre, pero él solo la usaba para saciar su lujuria. Ni nos reconocía como hijas.
El castaño abrió los ojos en shock por un momento para luego apretar los dientes y sus puños por la ira que estaba sintiendo. Pero dejó que la peliblanca siguiera con su relato.
-La verdad es que yo no recuerdo mucho de esos días, pero se que él estaba obsesionado con alguna clase de investigación y nuestra madre nos dejó con un clan de demonios el día que nuestro padre haría un experimento especialmente peligroso… Nunca volvimos a saber de ellos. – Ella bajó la mirada algo triste. – Luego de eso pasaron muchas cosas que hicieron que Onee-sama y yo nos separáramos. – Suspiro mientras se limpiaba una lágrima traicionera. – No crea mal Issei-senpai, sé que mi hermana me ama y se preocupa por mi. Pero ella tras lo de nuestros padres no cree que algo así como el amor romántico exista.
-Ya veo… Siento escuchar eso.
-Está bien, después de lo ocurrido con Onee-sama es normal que desees saber.
El solo asintió, pero a su vez se sentía conflictuado. ¿Cómo podría ayudar a Kuroka con algo como eso? Sabe que igual es un imposible, pero honestamente no le gustaría ver a Kuroka reducida a… Simplemente una madre soltera por algo como eso.
-Solo yo me meto en estos líos. – La peliblanca lo vio sin entender a qué se refería, solo para sentir como su senpai acariciaba su cabeza. – No sé cómo, pero te prometo que ayudaré a tu hermana. Y solo por si acaso, no me refiero a eso de repoblar su raza. Si no a que vea que el amor si existe. Solo es cosa de tener algo de suerte. Puedes confiar en tu senpai Koneko-chan.
La mencionada sintió como su corazón daba un brinco ante esas palabras sumadas a esa sonrisa honesta que le estaba dando. ¿Él siempre tuvo una sonrisa tan bonita?
-Gracias senpai… Eres alguien muy amable. – Dijo mientras cerraba los ojos para disfrutar de la caricia.
-No es nada Koneko-chan, con gusto lo hago.
Ambos permanecieron así unos segundos más antes de que el castaño retiró su mano, cosa que no pareció gustarle a la peliblanca quien hizo el amago de tomar la mano de este y ponerla donde estaba. Esto la sorprendió, pero sacudió la cabeza.
-Bueno, ¿Qué me dices si entrenamos un poco?
-Eso… Me gustaría senpai. – Respondió con una pequeña sonrisa.
Y así ambos se dirigieron al exterior, pero durante el camino Koneko podía sentir como esa sensación tan cálida en su pecho no se iba. Es más, parecia aumentar… Cielos, quién diría que él sería quien… Oh bueno, ahora que lo conoce mejor no tiene problema.
Así las horas pasaron hasta llegar la hora de la cena, donde cada uno comió donde quiso como ya era costumbre. Aunque está vez se sintió tensión en el ambiente ya que en esta ocasión Raven se había quedado, esto debido a la insistencia de Yang quien pensó que podría iniciar una charla con esta y finalmente saber de qué quería hablar… Pero no pasó y en su lugar tuvo la "cena familiar" más tensa e incómoda que haya tenido en su vida.
Y tras todo eso, muchos se fueron a dormir. El único que permanecía despierto era Issei quien se encontraba en el tejado que tenía el porche de la casa, observando las estrellas.
-( Realmente las cosas están bastante difíciles compañero.)
-Ni que lo digas Ddraig. – Se sacudió el cabello en un intento de calmarse. – No solo tenemos que pensar en cómo llegar a Haven sin causar daños colaterales, sino que también está lo de Raven y Yang y como cereza en el pastel lo de Kuroka… Eso me pasa por ser un metiche.
-( Puede ser, pero eso es lo que te hace ser tu.) – Rio ante las palabras de Ddraig, era verdad. – ( Todo se resolverá y saldrán bien al final. Siempre lo hacen.)
-Si… Supongo que-. – En eso la puerta de abajo se oyó. – ¿Quién saldrá a estas horas?
Se asomó un poco por el borde y vio a Raven. Cierto, ella aún estaba aquí. Bueno quizás sea buena idea despedirse y… Espera. ¿Qué es eso que está viendo? Parece…
-Otro día más en el que no podemos hablar como se debe… Supongo que seré una cobarde por el resto de mi vida. – Fueron las palabras de Raven mientras veía la foto que conservaba de su tiempo en Patch. Se le había olvidado dejarla donde siempre y se la trajo. – Je. Apenas llegó a los 40 y ya empiezo a tener estos deslices. Ay de mí.
-Yo no diría que es un desliz. Más bien quieres mantenerla cerca de ti.
Raven abrió los ojos con horror al reconocer la voz. Alzó la vista y se topó con Issei quien tenía su mirada fija sobre ella.
-Creo que tendremos que adelantar la charla Raven.
La mujer solo maldijo y tuvo que asentir a las palabras del adolecente sobre ella… Al parecer tendrá que hacerle frente a sus miedos quiera o no.
