Salutaciónes creaturas del internet nuevo sábado y nuevo cap de este fic,espero que lo disfruten.


En las calles de Mistral se encontraban patrullando varios miembros de White Fang. Durante estas semanas esto ha sido lo habitual, muchos estaban sorprendidos por lo relativamente fácil que fue apoderarse del Reino. Pero no se quejan, esta es la primera gran victoria para su causa.

Todo estaba en calma, ni siquiera se podía oír el sonido de algún insecto. Pero en eso uno de los patrulleros creyó escuchar unos pasos a unos metros de distancia y al girarse pudo ver unas siluetas acercándose.

-¡Alto! ¡Identifiquense! – El miembro de White Fang apuntó su arma a los desconocidos quienes siguieron acercándose como si nada. – ¡Dije alto!

-Si, si. Ya los escuchamos. – Una de las siluetas fue alcanzada por la luz de la luna, revelando así que era Bikou quien tenía una sonrisa burlona. – Pero no vamos a hacerles caso.

Así el miembro de White Fang que habló, así como algunos que estaban cerca de él apuntaron al grupo. Pero de repente todas sus armas fueron partidas a la mitad.

-No has perdido habilidad Arthur nya. – Kuroka dijo con una pequeña sonrisa mientras el nombrado solo se ajustaba sus lentes.

-Aun si no son demasiado fuertes, entrenar con los amigos del Sekiryuutei ayuda en algo.

-Ahora ustedes. – Qrow que tenía su arma desenvainada vio con seriedad a los terroristas que aún estaban en shock. – Podemos hacer esto por las buenas y comienzan a cantar como canarios o se hacen los valientes e intentan enfrentarnos… Creo que pueden ver que estos mocosos no son normales. Así que… ¿Qué eligen?

-Miserables humanos… – Uno de los miembros habló con rabia para después sacar de su atuendo un pequeño mando con un botón. – ¡Ni siquiera ustedes podrán con un ejército! – Fue el grito que dio antes de pulsar el botón.

A los pocos segundos se empezaron a escuchar alarmas por todas partes, así como muchos pasos provenientes de todas direcciones.

-Bueno parece que será por las malas. – Bikou dijo con indiferencia. – Mejor para mí, he estado algo aburrido y un poco de ejercicio no me caería mal.

-...¿Me dicen porque nos lo trajimos a él y no a Ravel? – Koneko vio con su típica cara de poker al Youkai mono quien se mostró ofendido.

-Céntrate. – Vali camino hasta estar delante de todo su grupo e hizo aparecer la Divine Dividing. – Es hora de hacer nuestro papel en esto.

- {Pensar que aceptarías ser la distracción, Vali. Normalmente prefieres estar en primera línea.}

-Por esta vez lo dejaré pasar. Lo que está por ocurrir más adelante es algo personal para algunos… Y entiendo lo que es eso. – Respondió mientras generaba una esfera de energía en su mano derecha.

- {Solo procura no exagerar, estos sujetos son más débiles que un demonio de clase baja.}

El peliblanco sólo asintió con la cabeza con cansancio para seguidamente alzar el vuelo para esquivar una rafaga de balas que unos soldados recién llegados dispararon.

-¡Recordar! ¡Nada de bajas!

-¡Recibido! – Respondieron todos mientras comenzaban a atacar a todo aquel que se les acercara.

-Bien… – Vali llegó a una altura y generó un círculo mágico sorprendiendo a los terroristas. – Empecemos con esto. – Dijo para soltar una rafaga de luz que impactó con varios de los miembros de White Fang, dejándolos fuera de combate.

Y con eso el grupo del Hakuryuukou comenzó con su misión. Generar caos en Mistral y hacerse notar y por ese inicio explosivo será una tarea fácil para ellos.

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En la parte baja de Haven, más concretamente en el campo de entrenamiento, se podía ver a varios miembros de White Fang tomando todo tipo de armas y poniendo rumbo a Mistral.

-¡Maldita sea, justo estaba viendo mi programa favorito! ¿¡Qué demonios habrá pasado!?

-¡Seguramente esos humanos de la resistencia finalmente se cansaron de esconderse!

-¡Ustedes dos callense y apresuren el paso! ¡Mientras más rápido acabemos con ellos más rápido regresaremos! – Uno de los miembros de White Fang, el cual era mucho más grande y musculoso que el resto y que cargaba con una enorme espada-motosierra, les habló con voz de mando.

-¡¡Sí señor!! – Respondieron todos los demás miembros que estaban con él.

Sin que lo supieran eran observados a la distancia por varias personas que sonrieron al ver como una gran cantidad de terroristas salían de Haven.

-Creo que esto será fácil. – Uno de los miembros de la resistencia habló con gracia.

-Sin duda viejo. – Otro miembro le respondió con el mismo tono para después ver a su lago. – Cuando tú nos digas pequeña.

-¡Estoy lista para el combate! – Penny dio un saludo militar con su típica energía. – Bien, ahora sigamos el plan del amigo Issei. – Puso un rostro serio y comenzó a avanzar seguida por los miembros de la resistencia, así como de varios Atlesian Knight y Paladins. – ¡¡Al ataqueeeeee!!

Con ese grito Penny despegó en dirección hacia el campo de entrenamiento. Los miembros de la resistencia dieron un grito de guerra antes de seguir a la androide, disparando a los miembros de White Fang que estaban ahí quienes se sorprendieron por la llegada de todos esos humanos y máquinas.

-Espero que a los nuevos amigos les vaya bien. – Penny dijo mientras disparaba a unos cuantos miembros de White Fang que rodaron por el impacto.

Con eso en mente Penny volvió a enfocar su atención a la batalla. Tiene que eliminar todas las armas y apresar a todos los miembros de White Fang. Su amigo Issei le confió está misión y no piensa fallarle.

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Al otro lado de Haven, en una de las mansiones cercanas a esta se podía apreciar a varios miembros de White Fang preparando sus armas.

-Recordar. Al más mínimos movimiento sospechoso abrir fuego y avisar a los refuerzos. – Comentó uno de los miembros de White Fang a un pequeño grupo de sus compañeros, los cuales se quedarían ahí.

-No os preocupéis, vosotros ir y acabad con esos humanos.

El faunus asintió antes de encaminarse a la batalla junto con algunos de sus aliados.

-Pensar que al fin saldrian de sus escondites. – Dijo un Faunus con cuernos de búfalo. – Al final nos ahorraron el trabajó de ir a buscarlos.

-Je, pues se arrepentirán de esa decisión. – Dijo otro Faunus que tenía ojos de serpiente.

-Pues no creo que eso vaya a pasar.

Los miembros de White Fang se sorprendieron al escuchar esa voz y al girarse se encontraron con un grupo de rubios quienes tenían una mirada seria.

-Ustedes… ¡Son la familia Arc! – Unos de los miembros de White Fang reconoció a la familia y no tardó en elevar su arma así como el resto.

-Siempre con la violencia… – Ravel negó con la cabeza solo para tronar los dedos haciendo que apareciera un pequeño círculo en las armas de los terroristas que comenzaron a arder al rojo vivo, por lo que las soltaron junto que daban un grito de dolor. – Ahora si realmente quieren mostrar que no son animales, actúen como gente civilizada y ríndanse.

Todos los miembros de White Fang miraban con rabia a esa rubia enana, pero sin que esta lo supiera uno de los faunus escondido detrás de sus compañeros tenía en su mano un mando con un botón que servía para pedir los refuerzos. Y justo cuando estaba por pulsar el botón…

-¿Qué te crees…?

-¿Qué estás haciendo?

De repente Lin y Gris aparecieron delante del faunus con una mirada seria. Justo antes de que esté dijera o hiciera algo, ambas gemelas lo atacaron. Una dándole un puñetazo en el estómago y la otra dándole una patada en la cabeza, noqueandolo enseguida.

Todos los Faunos estaban sorprendidos por la velocidad de esas dos humanas y solo pudieron levantar las manos mientras gruñían al ver que los demás humanos estaban en posición de combate.

-Eso fue fácil. – Juniper sonaba algo decepcionada de ver que las cosas fueron bastante simples.

-Por mi mejor mamá, así tenemos más tiempo para sacar a los prisioneros y darle los primeros auxilios a los que lo necesiten.

-Vaya eso sonó muy inteligente viniendo de ti Jade. – Vermillon sonó algo burlona y Jade solo le saco el dedo medio. – Bueno hay que atar a estos tipos para que no molesten ni pidan ayuda.

-Yo me ocuparé de eso con la ayuda de Jade, Vermillon, Magenta y las gemelas. – Ravel dijo mientras hacía aparecer de un círculo mágico un montón de cuerdas.

-Entonces no tenemos tiempo que perder. ¡Vamos! – Nicolás derrumbó la puerta de una patada e ingresó corriendo al lugar seguido de cerca por su esposa, Celeste y Jaune.

Así las que se quedaron ayudaron a Ravel a atar a todos los miembros de White Fang, lo cual no llevó mucho tiempo ya que estos no presentaron ninguna resistencia.

-Bueno ya estaría. – Magenta terminó de atar al último faunus y se secó el poco sudor que tenía en la frente.

-Ni crean que lograran salir de ésta humanos. – Gruño un faunus que tenía una cola de perro. – Todo el lugar está lleno de más miembros.

-Meh, dudo que sean un reto para el Sekiryuutei. – Los faunus vieron a Jade con duda. – El Demonio Rojo.

-¿¡Ese monstruo está aquí!?

Fue el grito de terror de todos los faunus. Puede que lo desprecien por "traicionarlos" al apoyar a los humanos, pero saben que ni con un ejército podrían hacerle frente.

-¿¡Qué le llamaron!?

-¡¡Repetirlo bastardos!!

Ambas gemelas gritaron furiosas al oír a estos tipos llamar al castaño de esa manera. Y el hecho que tenían sus armas desenfundadas, siendo un par de dagas, no hizo más que poner más nerviosos a los miembros de White Fang.

-Se que nos dijeron que no los mataremos. –Los faunus vieron con miedo el como la rubia menor creó una bola de fuego en sus manos. – Pero no creo que les moleste si les causo quemaduras de 3 grado.

-Ustedes tres, calmense. – Vermillon habló con autoridad, pero se podía ver la furia en sus ojos. – A mí también me molesta, pero tenemos prioridades.

Las tres rubias vieron con rabia un momento a sus prisioneros quienes estaban sudando balas, pero estos soltaron un suspiro de alivio al ver como esas tres parecían calmarse un poco. Estaban a salvo…

-Es mejor meterles más miedo en el cuerpo. – Magenta habló con una sonrisa siniestra que le puso los pelos de punta a los faunus. – Cómo por ejemplo… Diciéndoles que ahora hay un "Demonio Blanco".

-*Glup* ¿Qué quieren decir con eso? – El faunus con cuernos de búfalo preguntó con miedo filtrándose en su voz.

-Oh cierto~... – Jade asintió a lo dicho por su hermana. – Ahora también hay que contar al Hakuryuukou~. El rival de Issei, el cual en palabras de este es tan fuerte como él~.

-Sin contar que Vali no es tan amable como Issei. – Ravel estaba disfrutando ver cómo esos tipos estaban temblando. – Solo acepto no matar a ninguno de su patética organización porque los ve como menos que insectos.

-Cierto. Tienen…

-Mucha suerte…

Lin y Gris rieron entre dientes al ver como más de uno de esos faunus se desmayó ante tal revelación.

-Fufufu, eso fue divertido.

-Por una vez estamos de acuerdo hermana. – Jade le sonrió a Vermillon quien hizo lo mismo.

-Creo que se me pegó algo de esa gata… Meh es divertido ver como esos cobardes temblaban. – Ravel al inicio se vio perturbada en pensar eso, pero inmediatamente lo desestimó y sonrió con diversión.

-Eres toda una sádica, ¿Te lo han dicho? – Magenta dijo eso con gracia. Aunque no niega que también le gustó ver a esos tipos asustarse.

-Pues se lo merecen por llamar…

-"Monstruo" a nuestro héroe.

Ver como esas dos se sonrojaban le pareció… Curioso a la Phenex quien sentía un fastidio en el estómago que no hizo más que aumentar al ver como las demás estaban igual… Ugh, odia esto y lo peor es que aun no sabe por qué le molesta tanto.

-Hablando de nuestro caballero de brillante armadura… ¿Puedo preguntarte algo Ravel? – Jade habló con una seriedad que no era propia de ella.

-¿Eh? Oh pues… Si, supongo.

-Bien porque… Realmente necesitamos que nos aclares algo. – Jade acercó a la rubia y sus hermanas también se acercaron para escuchar. – '¿Es cierto eso que Issei, debido a ciertos factores genéticos que no puede controlar, es poligamo por naturaleza?'

Ahí la rubia se volvió de piedra, metafóricamente hablando claro está. No se espero que esa fuera la pregunta que quería hacerle… Y la verdad no sabe cómo responder.

-Yo ammm… ¿Quién les dijo eso? – Pregunto una vez logró salir de su shock, aunque tenía un sonrojo en sus mejillas.

-Esa chica que se hace llamar su hermana. Nora se llama si no mal recuerdo. – Magenta hizo memoria y contestó.

-Nora… – Dijo con un tic en su ojo derecho mientras humo salía de su cabeza. Literalmente. – Juro que en el poco tiempo que la conozco esa chica ha mostrado ser igual o peor que el cara de mono y esa gata floja.

-Ravel solo… Responde por favor. – Vermillon quería saber la respuesta cuanto antes.

-Yo… Es una historia muy larga y complicada de explicar y lo mejor sería que lo hablaran con él. – Intentó esquivar la pregunta, pero la mirada que las 4 le estaban lanzando estaba haciendo difícil eso. – ……Esta bien responderé, solo dejen de verme así. Es molesto.

-¿Entonces es…?

-¿Verdad o no?

Las gemelas se veían ansiosas por saber la respuesta, así como las otras tres.

-Me desplumaran por decirles… Pero si… Si lo es. – Listo, soltó la bomba. – De hecho, la adicta al helado no es su única pareja actualmente.

-¿Cómo que no es…? Espera. – Vermillon recordó lo de la taberna de Lil. – ¿De casualidad hablas de las chicas del Team RWBY, Pyrrha, Ciel y Penny?

-Bueno esas últimas dos no, pero se nota que están tras él y a las otras cinco… Sí lo son.

-Ya veo…

Ravel empezó a sentirse incómoda cuando esas 5 se quedaron calladas de la nada. Oigan, la están asustando. Ya reaccionen y digan algo.

-Bueno esta información es útil… Muy útil. – Jade se lamió los labios mientras que su mirada indicaba que estaba formulando un plan.

-Espera, ¿Qué? – Ravel habló con calma, pero sus ojos estaban abiertos como platos.

-Jijiji. ¿Piensas lo mismo que yo hermana? – Lin vio a su hermana con una mirada cómplice.

-Jijiji. Creo que si hermana, creo que si… – Gris le respondió mientras le sonreía de vuelta a su hermana.

-O-oigan… – Ahora Ravel empezó a sentirse confundida. ¡¿Le explica alguien qué pasa?!

-Pensar que tendríamos una oportunidad… Pero no me quejo. ¿Qué hay de ustedes hermanas? – Vermillon vio a sus hermanas que levantaron un pulgar. – Bien esta decidió.

-Si… – Magenta sonrió de manera depredadora. – ¡Haremos que Issei se fije en nosotras también!

Y fue ahí cuando Ravel sintió que el cerebro se le apagaba un momento para reiniciarse. Y cuándo finalmente volvió en sí…

-¿¡Qué están pensando!? – Gritó mientras ardía literalmente para sorpresa de las otras rubias. – ¡Acaban de confirmar que tienen varias parejas! ¿¡Y no tienen nada mas que decir que harán que se fije en ustedes!? – Ravel terminó con su arrebato mientras trataba de recuperar el aliento.

-Para ninguna de nosotras es un secreto que él llamó nuestra atención cuando lo vimos enfrentarse a ese Wyvern… Bueno, menos a Celes. Ella solo quiere saber sobre su armadura. – Jade dijo eso último restándole importancia.

-Sin contar que al interactuar un poco con él se nota que es más amable y gentil de lo que aparenta. – Vermillon dijo mientras se sonrojaba un poco. – Si contar que no conozca nuestro apellido es refrescante.

-Cierto. Es el primer chico, además de nuestro padre y hermano, que nos ve por quienes somos y no por la familia de la que somos parte.

-Además…

-Nos gusta el cómo nos mira…

-Y cree que no nos damos cuenta…

-Es bueno saber que resultamos atractivas.

Las gemelas tenían un fuerte sonrojo en sus rostros al decir eso, pero era la verdad. Les parecía algo gracioso el ver como el castaño veía de forma disimulada sus pechos para luego apartar la mirada y parecía reprenderse por hacer eso. Sin contar claro les alegra que la persona que tanto admiran las encuentra atractivas.

-Sin contar que vimos cómo ayudó a nuestro hermano a entrenar y al parecer lo motivó. Se le veía de mejor humor antes de que iniciaremos con el plan. – Magenta dibujó una sonrisa tierna al decir ello. – Eso le hizo ganar muchos puntos con nosotras.

-...

Por primera vez en su corta vida, Ravel Phenex se había quedado sin palabras. Y no era para menos, pues las cinco rubias delante suyo le habían enumerado con una sonrisa en sus rostros los motivos más que aceptables por los que ellas se acabaron interesando en Issei… Y lo más curioso de todo, es que no podía estar en desacuerdo con ninguna de las afirmaciones.

-...Si quieren meterse en esto tendrán que hablar con él y con las demás… No está en mi dar detalles.

-Nos lo imaginábamos. – Magenta sonrió confiada. – Pero no nos vamos a rendir tan fácilmente.

-Cierto. Nosotras somos…

-Perfectamente conscientes…

-De nuestros encantos…

-¡Y no dudaremos en usarlos! – Lin y Gris hablaron con el fuego de la determinación ardiendo en sus ojos azules.

-Siempre me gustaron los retos. Este será el mayor que haya tenido. – Vermillon se mostró decidida a seguir adelante con esto.

-Sin contar que te gustan más jóvenes que tú. – Jade le sonrió burlona a su hermana que gruño. – Pero no es como si yo fuera diferente.

Mientras todo esto pasaba, los miembros de White Fang veían la interacción de las rubias con una gota de sudor en sus cabezas… ¿De qué se perdieron exactamente?

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Mientras tanto en Haven. Raven y Vernal sonrieron de manera disimulada al oír todo el caso que estaban desatando los demás. Pero quienes no se veían tan felices eran Cinder y su grupo, en especial Sienna quién estaba mostrando los colmillos.

-¡¡Esto es un sin sentido!! ¿¡De la noche a la mañana esos rebeldes han pasado de pequeñas escaramuzas a un ataque a gran escala!?

-Al parecer la gran Sienna Khan subestimó al enemigo. – Raven dijo con diversión mientras sonreía bajo su máscara. El plan parece ir a la perfección.

-¿¡Qué dijiste zorra!? – Sienna no dudó en sacar su arma, la cual era un látigo encadenado que tenía tres hojas unidas al extremo. Dichas hojas parecían poder separarse del látigo y cada una estaba cargada con un tipo de Dust. Hielo, fuego y electricidad para ser precisos.

-Lo que escuchaste. – Raven no se mostró intimidada en lo más mínimo y sólo mantuvo su agarre en su propia arma. – Estabas tan confiada por al fin haber logrado algo en todos tus años como líder de ese grupito tuyo, pero mira ahora tienes a tus hombres corriendo como gallinas sin cabeza.

-¿Eso cuenta como insulto racista? – Vernal trató de aguantarse la risa al ver como la faunus parecía un animal salvaje apunto de lanzarse al ataque.

-¡¡Basta!! – De repente un muro de fuego se elevó entre ambas mujeres. – ¡Si van a matarse háganlo luego! ¡Ahora tenemos algo más importante que hacer! – Cinder tenía llamas en su mano derecha mientras sus ojos despedían energía.

-Como sea. – Raven solo se cruzó de brazos. – Solo estoy aquí para que nos dejen en paz a Vernal y a mi. Lo demás no podría importarme menos.

-En ese caso muévete vieja. – Cinder le dio una mirada fulminante a la pelinegra, la cual tuvo que hacer un esfuerzo enorme por no mandar al traste su tapadera todavía. – Al Gran salón. Rápido.

Sin más todos siguieron avanzando hasta llegar a un enorme portón y al momento de atravesarlo se encontraron con lo que sería el Gran salón de Haven. El Gran salón es un edificio espacioso que conduce a la oficina del Director que contiene una estatua de una mujer. El interior está coloreado con verdes y marrones. La estatua está flanqueada por dos escaleras que se unen en la parte superior. Hay una pasarela superior a la que se puede acceder por escaleras que flanquean cerca de la entrada de la sala. Las paredes están decoradas con varias pinturas, las cuales estaban destrozadas o pintadas por encima y también habían estandartes azules con el símbolo de White Fang. La planta baja también tiene algunas vitrinas, las cuales estaban rotas.

-Debo decir que el lugar es bonito… Obviando algunos detalles. – Emerald dijo mientras veía compleja lo maltratado que estaba el lugar.

-Y bueno, ¿Dónde está la dichosa Bóveda o lo que sea? – Vernal parecía harta de esperar tanto, además le estaba dando una mirada discreta a Raven que asintió.

-Justo aquí. – Sienna se acercó a la estatua mientras sacaba de sus ropas un reloj de bolsillo. Después colocó el reloj en la cadena de la estatua y lo activó. A los pocos segundos la estatua empezó a hundirse, revelando así un pasadizo secreto.

-Eso es algo muy de películas de espías.

-No importa, ustedes dos vamos. – Cinder comenzó a caminar con dirección a la entrada. – Emerald, Mercury quédense con Sienna y Hazel para evitar que alguien nos siga. Trataremos de no tardar.

-¡Recibido! – Dijeron ambos mientras veían cómo esas 3 se marchaban.

-Tch, solo espero que mis compañeros logren detenerlos.

-No lo harán… – El hombre habló con una voz profunda, pero se le notaba el miedo en la cara. – Solo Salem es rival para ese demonio. Cualquier otro que lo intente desafiar… Está condenado.

-Si por lo menos no tuviera ese asqueroso guantelete definitivamente lo destruiría. – Mercury habló con odio en su voz. Parece que aún estaba resentido por la humillación.

-Aún sin esa cosa te aplastó… No seas ingenuo Mercury.

-¿Y tú de qué parte estás Emerald? – El peliplata pasó a ver a la chica con rabia. – Desde que nos esteramos de que ese bastardo es de otro mundo estas rara.

-Solo soy realista… Ese tipo mostró ser fuerte aun sin esa cosa. Que tu tengas el ego herido es tu problema. – Emerald lo vio con dureza, cosa que no le gustó al chico que se acercó a la chica. Pero justo cuando parecía estar por golpearla…

-¿Tu mamá nunca te enseñó a no levantarle la mano a una chica? – Escuchar esa voz le sacó un escalofrío a los 3 esbirros de Salem, los cuales vieron en todas direcciones aterrados.

-Por el amor de Dios… Decidme que no fui la única que escucho eso y que no estoy delirando.

En ese momento los 4 vieron como las puertas del salón salieron volando y justo ahí estaba cierto castaño que había estado en las pesadillas de casi todos los presentes y junto a él estaban otros 7 adolescentes, todos en posición de combate.

-¡Yo! Cuánto tiempo ustedes tres. – Saludo con una sonrisa burlona mientras levantaba la mano. – Hazel, veo que estás en mejores condiciones. ¿No tienes problemas al mover tus brazos?

El mencionado solo retrocedió unos pasos al igual que Mercury y Emerald.

-A si ustedes dos. ¿No son los perros falderos de Cinder? – Se llevó una mano a la barbilla en una pose pensativa. – Si no mal recuerdo… Eran Mercury y Emerald. Reconocería esos aromas en donde fuera.

-¡¡Hiiiiiiiiiiiii!!

-Tranquila mujer, no hace falta que te pongas así. Casi parezco el malo de la película. – Issei se rasco la parte de atrás de la cabeza al ver el grito que dio la peliverde. Parece que la traumo un poco…

-No puedes culparla, tu cara enojada da miedo. – El castaño le dio una mirada plana a Yang quien solo le guiño el ojo. – Sabes que es broma Ise.

-En fin… – En eso la mirada de Issei se posó en la mujer faunus. – Imagino que tú debes ser Sienna Khan… – Issei dijo con algo de enojo, algo que todos notaron y lo vieron con rareza.

-Tu debes de ser ese tal Sekiryuutei que esos tres no paran de mencionar. – Dijo con el mismo tono de enojo que el castaño a la par que sus pupilas parecían más felinas.

-Ese soy yo… Llevaba tiempo queriendo conocerte… Y partirte la cara.

-¿Issei? – Ruby vio como los caninos de Issei se volvían más afilados de lo que son normalmente.

-No si yo antes de arrancó la yugular… – Sienna también mostró sus colmillos al mismo tiempo que dio un golpe al aire con su látigo.

-Oigan… ¿Es cosa mía o estos dos realmente quieren matarse? – Mercury podía sentir el instinto asesino de ambos empezando a ser notorio… Y le ponía de los nervios.

Sin previo aviso Issei se lanzó en dirección a Sienna con su puño en alto. Sienna imito esa acción y los puños de ambos se encontraron donde se mantuvieron en esa posición unos segundos antes que el Sekiryuutei diera una patada que la líder de White fang esquivó por los pelos, aunque la Aura de esta estaba fluctuando un poco.

-¡¡Comete esto!! – Sienna separó las hojas de su látigo y se las lanzó al castaño y al momento que impactaron, Issei sintió como era quemado, congelado y electrocutado al mismo tiempo.

- ¡¡Zorra!! – Issei se quitó las armas del cuerpo y rápidamente cargó fuego en su puño con el cual dio un puñetazo al suelo. Este viajó por el suelo hasta explotar cerca de la Faunus que salió volando. – ¿¡Qué opinas de eso!?

-¡¡Bastardo!! – Sienna se levantó con su Aura fluctuando violentamente. – ¡¡Acabaré contigo!!

El Sekiryuutei solo le gruño mientras volvía al ataque con Sienna intentando atraparlo con su látigo, pero no se espero que él lo atrapara y lo usará para jalarla hacia él y procedió a darle un cabezazo para luego conectar un gancho en el estomago haciendo que escupiera una gran cantidad de saliva y un poco de sangre. Finalmente le conectó una patada que hizo que chocará contra una de las columnas del lugar.

-¡Issei cálmate! ¡La tenemos que entregar viva! – Weiss le gritó para que el castaño entrará en razón pero…

- Grrr… – El gruño como un animal en respuesta. – ¡Groooaaar!

- ¡Groooaaar! – Para sorpresa de todos, Sienna le rugió en respuesta. Después se le lanzó y cuando el castaño estaba por conectarle un puñetazo, ella hizo un trompo en el aire para esquivarlo y le mordió el brazo y con un giro lo lanzó contra un pilar.

-No tengo muy claro qué está pasando pero… – Mercury puso una sonrisa confiada mientras desplegaba las cuchillas ocultas de sus botas. – ¡No desaprovecharé la oportunidad de acabar con él!

El asesino intentó atacar por la espalda al Sekiryuutei solo para recibir de lleno una bola de fuego que lo hizo chocar con una de las paredes del salón.

-¿Te olvidaste de nosotros? – Yang dijo con sus ojos rojos y sus puños en llamas, indicando que fue ella la que lo atacó. – Vinimos aquí para recuperar la Reliquia y liberar a Mistral.

-No crean que solo tienen que preocuparse por Issei. – Pyrrha tenía a Akouo en su modo de rifle. – Nosotros también nos hemos hecho más fuertes.

-Podemos encargarnos de ustedes. – Ruby tenía a Crescent Rose MK2 en su modo guadaña mientras una corriente de aire recorría su hoja.

-Espera, esta sensación… ¡Pero no es posible! – Hazel sintió que esa energía le resultaba familiar, pues era similar a la que despedía Salem cuándo… – ¿¡Dónde aprendisteis a usar magia!?

-Estuvimos un tiempo practicando… – Blake movió a Gambol Shroud y está se envolvió en una energía oscura. – ¿Creisteis que nos conformaríamos con nuestro nivel después de lo que pasamos en Vale?

-Esto tiene que ser una broma… – Emerald no podía creer lo que oía.

-Dejemos de hablar y vamos a romper sus piernas. – Nora tenía varios rayos rosas rodeándola tanto a ella como a su arma Magnhild. – Yo pido al grandote.

-¡Me importa muy poco si tenéis magia o lo que sea, me niego a perder contra alguno de ustedes! – Mercury pisó fuerte, rompiendo en algo el suelo. – ¡Os mataré a todos!

-Hmp. Ni creas que hemos olvidado lo que intentaste hacerle a Issei en Beacon… Te haremos pagar por intentar matar a mi futuro esposo. – La mirada de Weiss se tornó gelida a la par que el suelo bajo de ella se congelaba.

-Si queréis hacerle daño a mi mejor amigo, primero tendréis que pasar por encima de mi cadáver primero. – Ren preparó a Storm Flower mientras hacía levitar unas piedras y cristales rotos a su alrededor.

-Qué así sea mocosos. – Hazel sacó dos grandes pedazos de Dust. Uno de hielo y otro de fuego. – ¡Acabemos con esto! – Gritó mientras se clavaba los cristales en los hombros, haciendo que su brazo derecho se envolviera en fuego y el izquierdo en un aire gélido.

Sin más que decir todos los jóvenes cazadores se lanzaron contra los esbirros de Salem quienes hicieron lo mismo, listos para la batalla.

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Mientras tanto en el elevador, Cinder, Raven y Vernal seguían bajando. Sin embargo, estas últimas vieron de reojo a la entrada superior. Una esperando que logren apañárselas y la otra esperando que terminen rápido.

-Ya estamos llegando. – Cinder llamó la atención de ambas mujeres que vieron como, efectivamente, habían llegado a la bóveda de la Reliquia del Conocimiento.

Esta era una gran cueva debajo de la escuela. Esta como si sintiera que la Spring Maiden estuviera presente, los círculos en el suelo y la puerta de la cámara de la Reliquia comenzaron a brillar intensamente. Dándole así un aspecto místico y misterioso al lugar.

-Se ve… Bonito. – Vernal comentó mientras bajaba del elevador después de que esté se detuviera. – ¿Y ahora qué?

-Hay que abrir la puerta. – Cinder dijo mientras tenía una pequeña sonrisa en su rostro. – Después de ti.

Vio a Vernal para que comenzara a caminar cosa que hizo con ella yendo detrás de la bandida y con Raven siendo la última en moverse.

Conforme avanzaban los círculos en el suelo comenzaban a brillar con más intensidad junto que notaban como de los árboles que había empezó a caer brasas. Vernal levantó una mano para tocarla y esta se deshizo.

Finalmente estaban a unos cuantos pasos de la que sería la entrada a la bóveda. Raven le dio un asentimiento a Vernal para que ella comenzara a caminar a la puerta. Dejando solas a Raven y Cinder.

-¿Sabes? He oído historias de la gran Raven Branwen. – Comenzó a hablar viendo como poco a poco Vernal alzaba la mano. – Que es alguien fuerte, valiente e inteligente.

-¿Y? – No le veía el punto a que comenzara a decir todo eso, pero vio la sonrisa maliciosa en su rostro y lo entendió. – ¡Vernal! – Intentó desenvainar su espada pero fue congelada en su lugar por Cinder.

-Lastima que todos estén equivocados. – Vio como la bandida se giró e intentó atacarla, sólo para quedar inmovil en su lugar.

La razón era porque Cinder le había perforado el abdomen con su brazo de Grimm, el cual se había estirado varios metros. Con eso hecho Vernal cayo al suelo y Cinder comenzó a acercarse a ella.

-No es nada personal, pero es porque eres alguien indigna de este poder. – Dijo con una sonrisa confiada y extasiada por poder hacerse del poder de la Spring Maiden. – Pero yo… Sí lo soy.

Pero en eso sintió que algo estaba mal ya que no sentía el poder llendo a ella y ahí fue que notó la sonrisa en el rostro de la bandida, para a los segundos resquebrajarse como si estuviera hecha de vidrio.

-¿¡Que mierda!? – Gritó con el rostro desencajado, a los segundos esa expresión cambió a una de rabia al reconocer ese truco.

-"Apuesto a que esa no la viste venir tuerta."

Cinder se dio la vuelta rápidamente y se encontró con la responsable de este maldito truco. Y no venía sola.

-"A pasado tiempo bruja." – Neo estaba con una sonrisa burlona mientras hacía girar su paraguas. – "Ver tu cara de rabia hace que haya valido la pena escuchar el cómo discutían con ese idiota sin piernas."

-¿¡De qué estás hablando!? Espera… ¿Acaso…?

-Veo que lo descubriste. – La ojiazul de Atlas tenía una pequeña sonrisa mientras preparaba su espada. – Hemos estado aquí con ustedes… Todo el tiempo.

En ese momento tanto Neo, Ciel y Vernal no pudieron evitar recordar cómo las cosas llegaron a este resultado.

Flashback_

-¿En serio es necesario hacer una parada? – Fue la queja de Mercury quien veía con fastidio a Vernal.

-Bueno a menos que quieras oler mi orina durante todo lo que nos queda de viaje no, no es necesario.

-Grr. Solo detente Mercury, solo así se callara. – Cinder ordenó al asesino mientras ella se llevaba su mano humana al rostro en un intento de apaciguar su jaqueca.

Mercury obedeció mientras soltaba insultos a Vernal que solo le mostró el dedo medio. Descendió la nave a una zona cercana a Mistral, con eso hecho Vernal no tardó en bajar con Raven siguiéndola de cerca.

-¿A dónde crees que vas? – Interrogó Emerald con una ceja alzada. – Creo que ella es lo suficientemente mayor para ir sola.

-Puede ser. Pero prefiero estar cerca de ella a tener que aguantarlos a ustedes tres y si lo que les preocupa es que nos escapemos descuiden, sabemos que no tiene caso si es que esa bruja de Salem está más activa.

Sin esperar respuesta la mujer camino por donde se había ido la bandida dejando a los tres con la palabra en la boca.

-Tch, son un verdadero dolor en el trasero. – Mercury se cruzó de brazos mientras se recostaba en la nave.

-Guarda silencio Mercury, solo tenemos que aguantarlas un poco más. – Cinder habló con su único ojo brillo con el poder de la Fall Maiden. – Solo tenemos que conseguir la Reliquia.

A una distancia de los tres sirvientes de Salem se encontraban Vernal y Raven donde la primera dio un suspiro lleno de fastidio.

-Al fin un momento lejos de esos tres. Ya me estaban volviendo loca. – La bandida se estiró un poco y posó sus ojos en su amiga quien estaba negando con la cabeza. – Bueno vamos Raven, apurate en llamar a nuestros cómplices.

-Te recuerdo que sigo siendo tu jefa Vernal. – Mencionó con los ojos en blanco detrás de su máscara. Pero procedió a abrir un portal con su Semblanza donde no tardaron en salir dos figuras de él. – Ninguno sospecha nada de nosotras. ¿Cómo van las cosas de su lado?

-"Nos reunimos con la resistencia aquí en Mistral."

-Y ya coordinamos el cómo será nuestro asalto a Haven. – Ciel dijo mientras veía a ambas mujeres.

-Bien y tengo una pregunta para ustedes dos. – Las dos levantaron una ceja y asintieron con la cabeza estando de acuerdo con que haga su pregunta. – ¿Aún hay cupo en el harem de ese Sekiryuutei? – Esa pregunta desencajó a las dos chicas que estaban apunto de decirle que no de la forma más descortés posible.

-¡No empieces otra vez Vernal! – Raven soltó poder de sus ojos al decir eso. Ya empezaba a hartarse de esto.

-¡No me jodas Raven! – Encaró a su amiga mientras tenía un rostro de fastidió. – ¡Sabes que estoy desesperada por algo de afecto masculino! ¡Que tu ya te hayas rendido al celibato no es problema mio, yo si quiero tener una buena noche de sexo salvaje! – Le grito a la cara, cosa que hizo que Raven gruñera con más fuerza.

-Yo la mató.

-"Ponte a la cola."

Ambas chicas sacaron sus armas listas para acabar con esa fresca rompehogares.

-¡Basta! – Raven se puso en medio de las dos chicas y su amiga. – Ya hablaremos de esto después. Ustedes dos, hagan lo suyo.

-Tch, está bien. Neo haz lo tuyo.

Asintiendo de mala gana, Neo activo su magia y se hizo desaparecer tanto a ella misma como a Ciel.

-Vale… Tengo que decir que eso es impresionante. – Vernal tenía los ojos abiertos al igual que la boca. – Bien andando. Mientras más rápido terminemos esto, más rápido estaré en la cama de tu yerno.

No esperando respuesta la bandida comenzó a caminar con dirección a donde estaban esos tres, con Raven que le pedía a cualquier ser superior paciencia para no matar a su amiga y con eso ella también comenzó a caminar sintiendo que era seguida por esas dos. Solo espera que este plan funcione.

Fin Flashback_

-Miserables… – Cinder estaba que echaba espuma por la boca de la rabia. Pero rápidamente su boca se torció en una sonrisa burlona. – Bueno pues bravo. Lograron engañarme con eso. Las felicito. – Ella dijo con sarcasmo mientras daba unos aplausos lentos.

-Ugh. ¿Qué demonios es esa cosa? – Ciel vio el brazo izquierdo de la pelinegra con asco.

-"Un recordatorio permanente que, aún con los poderes de una Maiden, no pudo derrotar al Team RWBY." – Neo dijo eso solo para recibir una mirada de odio por parte de Cinder. – "Hubiera preferido que te mataran… Pero ya que estoy aquí…"

-¡Jajajajaja! ¿¡Realmente crees que tienes oportunidad contra mi muda de mierda!? – Cinder escupió esas palabras con burla y soberbia.

-"Te recuerdo que ya perdiste una vez contra mis amigas y en ese entonces no eran tan fuertes." – Neo por su lado no le importo lo que le dijo. – "Sin contar claro que mi amor esta aqui y en cualquier momento podría bajar a terminar el trabajo. Y si lo preguntas… Habló de Issei." – Sonrió con placer al ver como Cinder perdía toda su confianza y daba un par de pasos atrás.

-Sin contar claro que hay un par que no están muy felices por tu ataque a traición. – Ciel comentó viendo cómo Vernal desenvainaba sus armas y Raven se liberaba de su prisión de hielo ante la clara sorpresa de Cinder.

-¿¡Cómo demonios pudo…!?

-Sabía que intentarías apuñalarnos por la espalda. Es por eso que tomé mis precauciones… Además te mentimos. – Raven procedió a quitarse su máscara y tirarla a un lado, dejando visible su rostro.

-¿Qué quieres..? – Su pregunta murió al ver algo que no espero y eso era ver cómo los ojos de Raven irradiaban poder… Un poder muy familiar para ella. – Tú eres…

-La Spring Maiden. – Raven terminó sus palabras y daba una sonrisa confiada. – ¿Sabes qué es lo gracioso? Vernal y yo ya nos hicimos a la idea de que si seguimos adelante con nuestra treta, ella seguramente moriría.

-No tendría problema si eso ayudaba a Raven. – La mencionada dijo sin quitar la mirada sobre Cinder. – Pero por fortuna ella se topó con unos sujetos más que interesantes. ¿Creo que está de más decir de quien hablamos?

-Y entonces decidiste aliarte con ellos. – Cinder habló con rabia, entendiendo finalmente que casi desde el principio estaban jugando con ella. – Sekiryuutei… ¡Ese miserable monstruo bastardo siempre se pone en mi-!

La pelinegra no pudo terminar de hablar al tener que esquivar una bala que pasó peligrosamente cerca de su cara. Miró con rabia a la morena, la cual sujetaba una pistola de alto calibre en su mano libre.

-No vuelvas a llamar así a mi Issei, zorra del demonio.

-"Primero. ¿Cómo qué TU Issei?" – Neo vio a la chica con rabia. – "Segundo. ¿De dónde sacaste esa pistola?"

-Tú no eres la única enamorada de él Neo, ya lo sabes. En cuanto a esto. – Levantó la mano y mostró el arma. – Es un regalo de Gunmetal. La llamé Blue Rose… Bueno en realidad así la llamo Issei, ya que le recordaba a algo de su mundo. – Admitió mientras bajaba la cabeza algo avergonzada.

-Eso ahora no importa. – Raven enfundó su katana y se puso en pose de pelea. – ¿Listas?

Su respuesta vino al ver como las otras tres se ponían en pose de pelea también. Dio una pequeña sonrisa antes de ver a Cinder, la cual se elevó en el aire con las llamas que salían de sus botas. Ok, hora de acabar con esto.

--

De vuelta con Vali y su equipo, estos estaban prácticamente barriendo el suelo con sus enemigos.

-Esto resultó aburrido. – Bikou dijo mientras golpeaba a dos miembros de White Fang con su bastón. – Se que no debería esperar un reto, pero esto es triste…

-Deja de quejarte Bikou. – Arthur reprendió a su compañero mientras cortaba las armas de otros cinco miembros de White Fang al mismo tiempo que los noqueaba.

-Onii-sama tiene razón Bikou-sama. Por favor céntrese. – Le Fay habló desde su escoba. La rubia creó unos círculos mágicos de donde salieron rafagas elementales hacia un grupo de Faunus que trataban de atacarlos con Bazoocas.

-...De nuevo. ¿No pudimos traernos Ravel en su lugar? – preguntó Koneko con una voz monótona mientras dejaba inconscientes a un par de faunus de un puñetazo cada uno. – Al menos ella se centraría… Claro que terminaría discutiendo con Onee-sama por algo, pero al menos ella me agrada más.

-Nyajaja. En eso último estoy de acuerdo contigo Shirone. – Kuroka se encontraba parada en su sitio, rodeada de Faunus inconscientes por los efectos de su niebla venenosa diluida.

-¡Jodanse todos! – Gritó el youkai mono mientras agitaba su bastón y mandaba a volar a cuatro faunus.

-Oye, que los necesitamos vivos idiota. Hasta a mi me quedó claro eso. – Qrow tenía un poco más de dificultad a la hora de encargarse de los faunus, pero aún así lo estaba haciendo bien.

-Creeme Old Crow. – Bikou dijo con un poco de burla en su voz. – Si nos contuvieramos más estaríamos dormidos y no es como si importe mucho, todos siguen respirando… Con más de un hueso roto y algunos con una posible conmoción cerebral, pero vivos al final de cuentas.

El pelinegro estaba por decirle algo, pero sus palabras se quedaron en su boca al ver cómo algo caía cerca de él. Al mirar se sorprendió al ver que era un Faunus de White Fang, solo que este tenía un enorme agujero en el pecho.

-...Eso no es cosa mía… – Fue lo único que alcanzó a decir Bikou al ver el cadáver.

-¡Cuidado!

La maga rubia señaló al cielo y todos pasaron a ver como más cadáveres de miembros de White Fang empezaron a caer desde el cielo, provocando que tanto sus compañeros como los faunus se pusieran a cubierto rápidamente.

-Oh por dios… – Uno de los miembros de White Fang se horrorizó al ver a uno de sus compañeros caer a su lado… O mejor dicho, solo su torso. – ¿¡Ustedes tienen algo que ver con esto verdad!?

-Pues no nya. Nosotros tenemos órdenes de no matar a nadie. – Kuroka le contestó con seriedad al tipo que le habló con rabia.

-Oigan… ¿Estos nos son los que estaban vigilando la frontera Sur? – Uno de los miembros de White Fang logró reconocer a uno de los cadáveres, sorprendido y dolido al ver el destino de su compañero.

-¿La frontera? ¿Entonces como…?

-¿Qué pasa mocosa? ¿Por qué te callas? – A Qrow le sorprendió ver cómo la peliblanca simplemente se quedó en silencio con una expresión mortificada.

Pero ella no era la única. Kuroka y Bikou estaban igual, además que estaban viendo en una dirección en concreto.

-¿Qué ocurre chicos? ¿Qué sentís?

-Algo… Está mal aquí Arthur… – Bikou habló como si se sintiera mal, cosa que sorprendió al rubio. – Algo despide… Una energía asquerosa… Más incluso que la que despiden los Grimm.

-Y sea lo que sea… Viene hacia aquí… – Kuroka, la cual se veía como si quisiera vomitar, señaló en una dirección ante la confusión general de los presentes. Fue entonces cuando…

- ¡¡Diiiiiooooosaaaaa!!

Apareció lo que parecía ser una quimera entre un escorpión y una persona. Ya que del torso para arriba era una persona, pero sus rostro solo reflejaba locura junto que tenía unas cuantas marcas negras en su rostro. Parecía estar unido a lo que sería un Dead Stalker gigante con un enorme par de tenazas y poseía dos colas que terminaban en un aguijón cada una.

-¿Qué es esa cosa…? – Arthur preguntó luciendo algo perturbado y no era el único, pues casi todos estaban de la misma manera.

-Es… Tyrian Callows… – Qrow dijo con dificultad ya que aún estaba en shock. – Uno de los criminales más peligrosos de Remnant… El cual el mocoso dejó paralítico.

-Pues ese ya no parece ser el caso. – Vali descendió de los cielos y vio a la quimera con el ceño fruncido. – Creo que esa tal Salem experimento con él.

- {Siento rastros de magia negra en esa cosa, es desagradable… Pensar que le haría eso a unos de sus servidores. No parece ser distinta a los demonios de nuestro mundo.}

-Razón no te falta nya. – Kuroka estaba temblando del asco por la energía que desprendía esa cosa y de la furia, ya que a su mente llegaron recuerdos que no quería volver a tener en su mente. – Hay que acabar con esa cosa.

-No me lo digas dos veces. – Bikou se puso al lado de la pelinegra mientras sostenía su bastón con fuerza.

-Yo también ayudaré. – Koneko se puso al otro lado de su hermana.

-Se lo encargo a ustedes entonces. Nosotros seguiremos capturando a más de estos tipos.

Los tres Youkais asintieron a las palabras del Hakuryuukou. Mientras este junto a Arthur, Le Fay y Qrow continuaron con su labor de noquear a los faunus.

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De vuelta en la zona de entrenamiento. Penny y la resistencia habían logrado reducir con éxito a los faunus que quedaban en el lugar, además que habían logrado destruir varias de las armas que tenían aquí.

-¡Miserables humanos! ¡Pagarán por esto!

-Si si si. Ya os oímos como unas quince veces ya. – Uno de los miembros de la resistencia habló con aburrimiento mientras movía la mano, restándole importancia a las palabras del faunus que lo vio con rabia.

-Pensar que sería tan fácil. – Otro de los miembros de la resistencia dijo con asombro en su voz. – Y solo nos costó un par de esos Atlesian Knight.

-Cierto. No olvidaremos vuestro sacrificio, pequeñas tostadoras. – Una de las miembros de la resistencia dijo con falso dolor mientras sujetaba una de las cabezas de esos robots.

-¿Saben? Después de esto seremos considerados héroes, lo que se siente raro. Digo,la mayoría somos parte de Spider.

-¡Pero todos ustedes arriesgaron la vida en esta contienda! ¡Siéntanse orgullosos de eso! – Penny alzó la voz, llamando la atención de los presentes.

-Jajaja. Tu si que sabes cómo levantar los ánimos pequeña. – Todos los miembros de la resistencia asintieron a esas palabras.

-Pensar que este plan suyo saldría tan bien. – Dijo otro con una sonrisa en su rostro. – Tus amigos son sorprendentes, pero es de esperarse si están en el grupo del Demonio Rojo, o Sekiryuutei o como prefiera llamarse.

-Jejeje pues si. El amigo Issei si que sabe sacar lo mejor de todos nosotros.

Todos pudieron notar el cariño con el que dijo eso, lo que los hizo suspirar. Estos jóvenes… Sin embargo se extrañaron como la chica, de la nada, se quedó viendo en una dirección.

-¿Qué pasa pequeña? – Preguntó una de los miembros de la resistencia mientras preparaba su arma instintivamente.

-Detectó una señal de energía algo… Extraña. – Penny respondió mientras desplegaba sus espadas, lo cual alertó a los demás miembros de la resistencia. – Parece la lectura de un Faunus… Pero también parece la de un Grimm.

Justo antes de que alguien pudiera preguntar de qué hablaba, vieron cómo una de las puertas del lugar salía volando hasta quedar a unos metros de ellos… Notando que esta tenía la marca de un puño grabada.

Antes que puedan decir algo, vieron como una criatura entraba y se horrorizaron al ver su apariencia. Parecía medir poco menos de tres metros de altura, tenía una gran musculatura junto que sus venas resaltaban bajo la piel. También era posible ver como esta se pegaba a algunas partes de su cuerpo como en el cuello. Tenía varias espinas de hueso saliendo de su espalda, codos y tobillos. A su vez tenía una cola que parecía ser la de un felino, pero lo que perturbó más a la mayoría era su rostro ya que pudieron reconocer que se trataba de…

-¿¿Di-di-director Leonardo Lionheart?? – Uno de los miembros de White Fang preguntó con horror al ver esa cosa.

-N-no puede ser verdad… – Uno de los miembros de la resistencia tuvo que aguantarse las ganas de vomitar. – ¿¡¿Y LUEGO LOS MONSTRUOS SOMOS NOSOTROS?!? ¡¡¡MIREN LO QUE LE HICIERON A ESE FAUNUS!!!

-¡¡¡ESPERA, NOSOTROS NO SABEMOS NADA DE ESTO!!! – Otro de los faunus habló aún aterrado.

-¿¡¿Y DE DÓNDE MIERDA A SALIDO ESO?!? – Una de las miembros de la resistencia tomó al faunus por el cuello del uniforme y señaló con miedo a esa cosa que empezó a acercarse a ellos.

-¡¡No hay tiempo para esto!! ¡¡Saquen a todos los faunus de aquí ahora mismo!!

-¿¡Y tú qué harás!? – Preguntó una mujer faunus al ver como esa niña hacía girar esas espadas a su alrededor al mismo tiempo que los Atlesian Knight y Paladins se activaban de nuevo.

-Haré mi deber… Protegerlos a todos. – Dijo de forma seria mientras encaraba a la abominación. – Salgan ahora.

-¡No niña! ¡No vamos a dejarte sola contra-!

-¡¡Dije ahora!! ¡¡Es una orden!!

Todos los miembros de la resistencia se vieron entre sí unos segundos antes de agachar la cabeza con rabia en la mirada y hacer lo que Penny dijo.

-¡Más te vale volver mocosa!

-¡Eso! ¡Aún te debemos una copa!

Fue algunas de las palabras de aliento que le dieron los miembros de la resistencia que comenzaron a irse con los miembros de White Fang. La pelinaranja por su parte solo sonrió un poco antes de volver a ver a esa abominación con seriedad.

- Duele… Duele… ¡¡Dueleeeeeee!!

-No te preocupes… – Penny puso sus armas en modo pistola. – Yo haré que deje de doler…

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En una casa se puede ver como la mujer que había colapsado comenzaba a moverse, señal de que estaba despertando y al poco tiempo abrió los ojos.

-Yo… Mi cabeza… Duele como si hubiera bebido alcohol. – Soltó un leve gruñido mientras se ponía de pie. – ¿Dónde estoy? ¿Que estaba…? – En eso su mente se despejo y abrió los ojos con miedo. – ¡Tengo que advertirles a todos!

Con esa declaración se apresuró a salir de su refugio temporal con la intención de alertar a toda la población. Pero se sorprendió al ver que no había nadie, parecía casi un pueblo fantasma. De repente sintió un par de presencias poderosas, unas que reconocería en cualquier parte… Eran dragones.

Una se encontraba al otro lado de la ciudad mientras que la otra estaba en la parte alta y esa era la que estaba más cerca de su posición, por lo que tomó una decisión. Emprendió camino con rumbo fijo a la segunda presencia, esperando que pueda ayudarla con lo que sabe que se aproxima.

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En Lake Matsu, el Grimm con forma de tortuga gigante estaba cada vez más cerca de las orillas de Mistral. El otro Grimm encima de él vio el lugar con intensidad, siendo capaz de notar más claramente a sus dos objetivos en aquel reino de humanos.

La hora de que los Grimm recuperen su lugar en lo alto de la pirámide estaba cada vez más cerca.