En el tejado de una casa cualquiera se podían ver dos figuras. Estos eran Issei y Kuroka, la cual estaba viendo la luna destrozada.
-¿Sabes algo? A mi me gustaban las noches de luna llena. Supongo que ya no podré disfrutar de eso en este mundo, pero mejor eso a estar muerta. ¿No? – Ella le preguntó al castaño que en todo este rato no le había quitado la vista de encima.
-Si… Pienso lo mismo. – Dijo Issei en tono reflexivo. – Pensar que la mayoría de dioses serían un montón de idiotas. – Esas palabras sacaron una pequeña risa en la Nekoshou.
-No te haces una idea. Lo bueno es que en este mundo no tenemos que preocuparnos por eso… Hasta que llegó ese bastardo nya. – Dijo eso último con fastidio mientras se estiraba.
-No creas que me quedaré de brazos cruzados. – Issei habló con seriedad. – Fui enviado a este mundo para salvarlo y eso planeo hacer. Además cuento con la ayuda de Vali y los de su grupo.
-Honestamente eso es un fastidio. – Kuroka se llevó las manos a las caderas mientras resoplaba por la nariz. – ¿Qué te hace pensar que os ayudaré con esto nya?
-Dudo que nos dejes tirados. No eres tan ruin. – Él contestó sin saber que le había dado a Kuroka el momento perfecto para empezar con su prueba.
-¿Eso crees nya? – Ella preguntó con un tono de voz algo sombrío y burlón. – Tú no sabes nada de mí.
-Bueno se que sueles ser algo floja en ocasiones. – Contestó con una mirada divertida. – También que te gusta mucho el pescado… Algo que compartes con Blake hablando de coincidencias. Junto que disfrutas molestar a los demás con comentarios sarcásticos o bromas – Mencionó mientras levantaba un dedo por cada cosa que decía dejando a Kuroka con la boca abierta. – Y sobre todo que te preocupas mucho por Koneko-chan, tal como lo haría una buena hermana mayor.
Eso último le hizo morderse el labio inferior, cosa que fue notada por el castaño antes de que ella sonreirá de una forma algo inquietante.
-Una "buena hermana" no abandonaría a su hermana a su suerte… Cosa que yo hice. – Kuroka vio al castaño con una mirada oscura, cosa que le sacó un pequeño escalofrío al castaño. – La única razón por la que volví a por ella fue porque pensé que sería útil para el grupo. Un grupo que trabajaba con terroristas al cual me uní después de haber matado a incontables demonios que buscaban arrestarme por haber matado a mi amo. – Ella se fue acercando al castaño mientras decía eso, quedando justo a escasos centímetros de su cara. – ¿Qué tienes que decir a eso Sekiryuutei nya?
-Ya sabía de eso. – Respondió de forma simple mientras su expresión era una neutral.
-¿Eh? – Kuroka alejó su rostro del del castaño mientras su rostro reflejaba confusión e incredulidad. – P-p-pero… ¿Cómo puedes estar tan tranquilo al saber que maté a alguien? Y sobre todo, ¿Cómo es que lo sabes? – Estaba tan desconcertada que incluso olvidó decir su típico tic verbal.
-Bueno… Puede que haya tenido una charla con una gatita blanca y una pequeña pajarita y me hayan contado parte de tu historia. – Mencionó con simpleza mientras se encogía de hombros. Por su parte Kuroka gruño por lo bajo, jurando castigar a cierto par de mocosas lengua larga. – Y sobre de qué no me importe que hayas tenido que matar a alguien bueno… Yo mismo me vi en la obligación de quitar una vida… Más de una vez, así que no soy quién para juzgarte.
Lo vio con sorpresa y ahí recordó que les habían dicho que tuvieron problemas en ese lugar llamado Menagerie, donde se encontraron con ese Cadre que se creía Frankenstein… Con que fue él quien lo hizo.
-Además eso que dijiste sobre Koneko-chan… Simplemente no me lo creo. – Issei sonrió de lado al decir eso. – Es más que obvio el amor que sientes por tu hermana. Lo vi cuando pasó lo de Davs y lo he visto desde entonces.
-Eso es… – Intentó decir algo pero simplemente no encontró palabras.
-Sin contar que Koneko-chan también se preocupa por ti, así que si ella te tiene en tan buena estima no me compro el papel de hermana malvada… Molesta tal vez, pero definitivamente no eres mala.
Kuroka se volteo para evitar que el castaño la viera tan avergonzada y sonrojada como estaba. Esto no era justo, se suponía que debía asustarlo y hacer que la evitará.
En eso sintió como él la volteaba para que lo viera y seguía manteniendo esa sonrisa amable que ve que siempre tiene cuando está con alguna de esas humanas… No sabe porque, pero piensa que le queda a la perfección.
-Realmente quiero entenderte Kuroka. No solo porque Koneko-chan me lo pidiera, sino porque quiero hacerlo. Se que es un tema difícil pero… ¿Podrías contarme por qué no estabas con tu hermana y por qué eras una criminal? Por favor.
Volvió a morderse el labio al ver la forma en que la miraba simplemente con el deseo de entenderla. Podía sentirlo él era totalmente honesto sin segundas intenciones… Si que era alguien muy raro. Dando un último suspiro asintió con la cabeza.
-¿Cuánto te contó Shirone exactamente? – Ante su pregunta Issei le contó lo que habló con la Nekoshou peliblanca. – Bien. Eso facilita las cosas… Después de que nuestros padres murieran tanto Shirone como yo quedamos al cuidado de la casa Naberius, donde uno de los demonios de dicha casa me convirtió en su Bishop bajo la promesa de ayudarme a hacerme más fuerte con mi senjutsu. – Issei pudo notar el cambio de tono cuando empezó a hablar de la casa Naberius, cada palabra cargada de odio. – Luego descubrí que el tipo solo estaba reuniendo información para crear Super Demonios… Y para ello iba a usar a mi hermana como conejillo de indias.
Ahí la Nekoshou no pudo evitar temblar de la rabia que era solo recordar lo que querían hacerle a su hermanita. Tanta era su rabia que parte de su poder se estaba filtrando sin que ella se diera cuenta. Pero fue sacada de su estado al sentir como el Sekiryuutei acariciaba su cabeza. Lo vio con sorpresa para luego dar un par de respiraciones para calmarse.
-¿Mejor? – Pregunto sin dejar de realizar su acción a lo que ella asintió. – Bien. ¿Podrías seguir? Claro si no tienes problemas.
-Esta bien nya. – Ella contestó con un tono de voz suave. – Obviamente no iba a permitir que usarán a la única familia que me quedaba como una rata de laboratorio, así que lo mate. Los demonios, como los clasistas extremos que son, no dudaron en declararme como culpable bajo el pretexto de que el poder me volvió loca y enviar a muchos a matarme. Sabiendo lo que se venía, dejé a Shirone en una de las pocas casas demoníacas en las que sabía que estaría a salvo.
-La casa de Rías-senpai, ¿No es así? – Más que pregunta era una afirmación a lo que ella asintió. – Ya veo. Así que estuviste dispuesta a dejar a tu única familia con tal de que estuviera a salvo. – Sonrió al ver como la Nekoshou asintió. – ¿Ves? Tenía razón, no eres mala y realmente se ve que tu prioridad es que tu hermana esté a salvo.
-Cállate nya… – Kuroka apartó la mirada con un puchero que la hacía ver bastante linda.
En eso el castaño recordó algo que Ravel le había mencionado en su charla de esta mañana y no pudo evitar sonreír aún más, cosa que llamó la atención de Kuroka.
-¿Ahora que te pasa nya?
-Solo que creo pensar que fue mucha coincidencia de que poco después de que te llevaras tanto a Koneko-chan como a Ravel-chan se supiera la basura que era el hermano de esta última… – Sonrió más al ver como desviaba la mirada. – Ya veo… No eres una gata mala al fin de cuentas, solo eres una gatita traviesa de vez en cuando.
Dijo eso último con diversión, cosa que apeno aún más a Kuroka. Se sentía más avergonzada que con la broma más reciente de su hermana… Aún tiene pendiente su venganza.
-Se lo merecía después de lo que le hizo a la Gremory. En parte me sentía en deuda con ella… Una lástima que no pudiera hacer más.
Kuroka bajo la mirada al igual que sus orejas se pegaban a su cabeza señal de su estado de ánimo, solo para que estas se levantaran de golpe al sentir como alguien la abrazaba.
-¿Qué estás…?
-Hiciste todo lo que podías en ese momento. Es más, incluso hiciste más de lo que tenías y eso me deja claro que eres alguien más amable de lo que te gusta dejar ver. – Dijo al separarse un poco pero sin romper el abrazo. – Así que vamos quita esa cara, estoy seguro que a Koneko-chan no le gustaría ver que llegues con una expresión de tristeza. Además te ves más hermosa cuando sonríes aun si es después de hacer una broma.
La Nekoshou no pudo evitar sonrojarse al oírle decir esas palabras, sumado a esa sonrisa sincera que le estaba dando. En eso sintió como algo dentro de ella parecía empezar a sentirse cálido.
-Oye… Sekiryuutei… – Ella habló con un tono avergonzado nada usual en ella. – La última vez… Dijiste que no te acostarías conmigo solo por que si… ¿Verdad?
-Exactamente. – Él respondió sin vacilación.
-Entonces… En el hipotético caso de que… Yo si quisiera algo serio… ¿Jamás me abandonarías?
-Bueno si algo pasara entre nosotros… – Desvío la mirada mientras tragaba un poco de saliva al sentir como se pegaban los pechos de la Nekoshou a su pecho. – Yo jamás te dejaría de lado a ti ni a las demás y si eso significa volverme el enemigo del mundo entero pues que así sea.
-Y… ¿Nuestros hijos? – Ella preguntó con voz temblorosa. – ¿También harías lo mismo por nuestros hijos?
-Claro que también los protegería de todo lo que los amenazara y procuraría estar para ellos en cada momento de sus vidas.
En ese momento Kuroka, por primera vez en su vida, sintió como si algo dentro de ella desapareciera. Como si un gran muro que había construido inconscientemente hubiera sido derribado, inundando todo su ser con una ardiente pero agradable sensación. Sonrió con resignación al creer entender que era y…
-Ya veo… Gracias por responder con sinceridad Sekiryuutei.
-No hay problema. Y deja de llamarme así, sabes cual es mi nombre.
-Lo sé… – Kuroka lo vio a los ojos y el castaño pudo jurar ver algo familiar en su mirada. – Issei-nya.
Antes de que pudiera decir algo, Issei sintió como sus labios se encontraban con los de Kuroka. Pero a diferencia de la última vez este beso era más calmado y cálido, pero después se sintió salado cuando algunas de las lágrimas de la pelinegra cayeron en sus labios. Después de unos segundos más Issei sintió como ella acababa el beso y lo veía de nuevo a los ojos, notando así finalmente que esa mirada era la misma que le daban sus 6 novias actuales.
-Kuroka…
-Ahora ya tengo mi respuesta nya. – Ella dijo mientras tenía una sonrisa tierna junto a un sonrojo. El parpadeo un poco al verla así junto a sonrojarse. – Así que más te vale hacerte responsable de mi Issei, ya que esta gatita traviesa hará que nunca la puedas dejar nya.
Y sin esperar respuesta Kuroka lo volvió a besar, solo que esta vez con un poco más de intensidad. Issei por su parte se quedó estático unos segundos antes de finalmente resignarse y devolver el beso con la misma intensidad, mordiéndole suavemente el labio haciendo que la pelinegra gimiera en el beso y poco a poco dejándose llevar. Cuando se separaron el castaño captó algo por el rabillo del ojo, haciendo que se sorprendiera.
-Oye… Kuroka…
-¿Hmmm~? – Ella preguntó aún aturdida por el beso.
-Acaso… ¿No llevas sostén? – El preguntó descaradamente mientras sus ojos seguían pegados en sus hombros, los cuales ahora estaban al descubierto y se podía apreciar que faltaban las tiras de susodicha prenda.
-Oh… Pues no. De hecho nunca llevo sostén, ni tampoco panties.
No sabe si es por la información extra, la forma linda que se lo dijo mientras inclinaba la cabeza o que para mostrar que sus palabras eran verdad movió un poco su kimono dejando ver que en efecto… No llevaba panties. Pero su cerebro sufrió un corto circuito junto a sentir que sus instintos despertaban.
-Davs… Aile…
- [ ¿Si Issei/Issei-kun? ] – Preguntaron ambas IAs con algo de nerviosismo en su voz.
-O se van ahora mismo o se unen… Ustedes deciden…
-¿Eh? – Kuroka se mostró obviamente confundida ante las palabras del castaño y el hecho de que no pudiera verle los ojos por culpa del flequillo no ayuda. – ¿¿Eh?? – Y su confusión fue a más cuando, de repente, ambas IAs aparecieron en un destello de luz a sus lados y la agarraron de los brazos.
-Enhorabuena Kuroka Toujou… Despertaste a la bestia… Y está tiene hambre…
-Espero que estés lista para lo que viene. Hoy se estuvo conteniendo mucho…
-Yo… – Dijo tragando un poco de saliva al finalmente ver la mirada que tenía el Sekiryuutei junto a que comenzó a sentir sus piernas temblar. – Solo se gentil nya…
- No te preocupes mi hermosa gatita. – Dijo con una voz ronca antes de acercarse a su oído. – 'Te consentire terriblemente… Hasta corromperte por completo…'
-Oh… Dioses… – Fue lo único que pudo decir antes de desaparecer en un círculo mágico creado por la IA pelirroja.
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En otra parte de Mistral se podía ver al Nevermore Mecha de Salem en frente de sus tres lacayos. Hazel estaba asomándose por encima de un arbusto para asegurarse de que no había nadie cerca y cuando verificó que no había nadie la máquina proyectó un holograma de la bruja inmortal.
- Así que aquí es dónde se escondían. Es de alabar lo bien que se os da sobrevivir. – Salem habló con gracia antes de ver a los 3 con dureza. – Aunque hubiera estado mejor si tuvieran la Reliquia.
-Lo sentimos señora. No esperábamos que el Sekiryuutei y sus compañeros encontraran tantos aliados de golpe. – Hazel se disculpó mientras estaba sobre una de sus rodillas.
-Y menos aún que él y la líder de la tribu Branwen estuvieran aliados. – Mercury prosiguió con rabia filtrándose en su voz. – Pensar que esa mujer nos la jugó de esa manera. Y para colmo resultó ser la Spring Maiden.
- Sin duda supo jugar bien sus cartas. – Salem habló con un tono de voz solemne. – Y es obvio que después de esto no volverá a la tribu Branwen… Aunque eso puede ser beneficioso para mí. Más ratas con las que experimentar. – Los tres se tensaron ante sus palabras, cosa que pareció complacer a la bruja Grimm. – Y hablando de experimentos. ¿Qué pasó con Cinder?
-Ella… Murió My Lady… – Si bien a Emerald no le gustó que llamaran a la pelinegra "experimento" decidió no mostrarlo. En su lugar sólo respondió con la cabeza gacha. – Al parecer Raven Branwen acabó con ella.
- Tch, esa estúpida… – Salem se mostró molesta al saber que había perdido a la única Maiden que tenía en su poder. – Esta misión ha sido un verdadero fracaso… Pero al menos sacamos algunas buenas noticias.
-¿Podríamos saber de qué buenas noticias está hablando My Lady? – Emerald preguntó sin entender de qué estaba hablando.
- Pues del nuevo Grimm que apareció en Mistral. ¿A qué otra cosa podría referirme? – Dijo con una sonrisa que asustó a los tres criminales. – Pensar que los Grimms evolucionaron tanto solo para poder eliminar al Sekiryuutei me parece… Fascinante.
-Si usted lo dice señora… – Hazel habló sin saber muy bien cómo reaccionar. – En cuanto a ese tipo que se hace llamar dios…
- Ah si… Loky. – De repente la mujer se mostró muy molesta. Los tres criminales por un segundo creyeron sentir su presencia real justo allí. – Sin duda su llegada es completamente inaceptable. ¿Quién mierda se cree que es para llegar a este mundo y decir que matara a MI oponente en el juego de salvar el mundo? Ugh… Me hizo recordar cuán grande es mi odio hacia los dioses…
-Ya… Sobre eso… ¿Cuándo podrá sacarnos de aquí?
- ¿Cómo dices? – Salem enfocó su mirada molesta en Mercury.
-Si… Ya sabe… Mistral está rodeada actualmente por una barrera que bloquea cualquier método de escape…
- Se quedarán ah í. – Dijo con un semblante serio junto que dejaba ver que se encontraba molesta. – Tu mismo lo dijiste, el reino está rodeado de una barrera y esta parece ser capaz de bloquear mi magia. ¿Por qué creen que les estoy hablando a través de esta cosa? Aunque la señal no es muy estable.
-Con todo respeto señora, pero este lugar está a punto de volverse un campo de batalla aún más feroz que el de hace unos días.
- ¿Y eso debería de importarme? – Los tres criminales abrieron los ojos ante el tono de desinterés que la bruja mostró. – A mi solo me importa ver que el Sekiryuutei y el Hakuryuukou se hagan cargo de ese dios presuntuoso. – Escupió esa última parte con veneno mientras sus ojos brillaban, dándole una imagen más atemorizante. – Están por su cuenta, sobrevivan como puedan. Consideren este su castigo por fallar en su misión.
Y sin siquiera esperar una respuesta la bruja Grimm cortó la comunicación y al segundo siguiente el Nevermore Mecha salió volando del lugar. Dejando solos a los tres criminales que tenían reacciones muy distintas.
-¿¡Qué demonios se cree esa zorra!? ¿¡Qué esperaba que lográramos nosotros contra el Sekiryuutei y sus compañeros!? ¿¡Puede ser más irracional esa mujer!? – Mercury proclamó furioso a los cuatro vientos antes de que Hazel le tapara la boca. No quería que los encontrarán tan pronto.
-Creeme chico, esto tampoco me gusta. Pero no podemos hacer nada. – Hazel le destapo la boca a Mercury quien solo chasqueó la lengua. – Además, ¿Te recuerdo lo que ella es capaz de hacerte si te escucha?
Ante esas palabras toda la ira de Mercury desapareció siendo reemplazada por miedo y asco.
Por su parte Emerald solo permanecía en silencio tratando de pensar en qué hacer en esta situación, junto que todo esto le parece irónico… Siguió a Cinder para poder escapar de las calles y ahora se encuentra en ellas de nuevo, sin contar que están en medio de una lucha de seres de otro mundo.
-(Me preguntó… ¿Qué hubiera pasado si las cosas hubieran sido distintas? ¿Y si no hubiera aceptado la propuesta de Cinder? ¿Seguiría robando en las calles o hubiera acabado muerta por ahí?) – En eso y sin saber por qué, la imagen de Neo y Raven llegaron a su mente. – (¿Y si, en lugar de haber conocido su lado bestial, hubiera visto previamente el buen lado del Sekiryuutei? ¿También hubiera traicionado a Salem?) – Emerald sólo dio un suspiro cansado, ya que no valía la pena pensar en eso. Después de todo su destino ya estaba sellado… ¿No?
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Al día siguiente, en el cuarto provisional de Issei. Este se encontraba durmiendo plácidamente en su cama, pero los rayos del sol filtrándose por los huecos de las persianas lo despertaron al darle en la cara.
-Te maldigo sol… – Dijo mientras trataba de mover su brazo derecho, pero había algo sobre este que se lo impedía.
Al mirar pudo apreciar la cara adormilada de Aile, la cual se veía bastante linda.
-'Issei-kun…' – La IA pelinegra lo llamó en sueños mientras se acurrucaba.
-(Jeje, sin duda se ve muy tierna cuando duerme. Aunque Davs no se queda atrás.) – Fueron sus pensamientos antes de mirar su brazo izquierdo, notando que la susodicha estaba sobre ese brazo.
-*Purrrrr* – El sonido de un ronroneo debajo de la sabana llamó su atención. En eso algo comenzó a moverse en dicha zona y a los pocos segundos la cara de Kuroka apareció desde debajo de la sabana. – Buenos días Issei-nya.
-Buenos días Kuroka. – Regreso el saludo con una sonrisa. – ¿Cómo dormiste? – Pregunto viendo cómo la Nekoshou se acomodaba más en su lugar mientras tenía una sonrisa radiante en su rostro.
-Mejor que nunca… Me siento en paz nya. – Al decir eso depositó un tierno beso en los labios del castaño, solo duró un par de segundos pero se sentía la ternura en él. – Y eso que técnicamente no descansamos mucho nya… Y más sorprendente que sigamos siendo vírgenes.
-Siento si no es lo que esperabas, pero ya fuimos bastante rápido con lo de anoche. Quiero tomarme las cosas con calma si te parece bien.
-No tengo problema con eso… Mientras sigas a mi lado todo está bien nya. – Dijo mientras recostaba su cabeza en el pecho del castaño, relajándose al escuchar sus latidos. – Oye… – Comenzó a hablar llamando su atención y él levantó una ceja al ver que parecía avergonzada. – Mi temporada de apareamiento es en unos meses y bueno… – Trago saliva al entender la nada sutil petición. – Me gustaría que tú y yo…
-Esta bien. – Él acarició su cabeza, aunque tenía una expresión avergonzada. – Le dije a las chicas que decidieran quién iría primero… Así que trataré de que se den prisa. Después de todo no quiero dejarte sola en un momento como ese.
El rostro de Kuroka se iluminó al escucharle decir eso. Por lo que una vez más lo beso, solo que esta vez con más pasión donde se llevó a cabo una lucha de lenguas con el castaño saliendo como vencedor. Al separarse Kuroka vio con cariño a Issei y este le sonrió.
-Gracias, se que seras un buen padre nya.
-Espero que sí. Solo no esperes quedar embarazada después de eso, el mundo aún está en peligro y no quiero que tu…
-Hmmm… Está bien, lo entiendo. – Ella contestó con un pequeño puchero que la hacía ver más linda. – Pero a cambio… No te dejaré descansar ni un segundo.
Oírla decir eso con ese tono de voz tan sexy junto a esa mirada depredadora le dio un escalofrío de los buenos. No pudo evitar sonreír como idiota ante la idea y Kuroka río por ello.
-Veo que están de buen humor los dos. – Ambos dirigieron su mirada a la persona que habló, resultando ser Davs. – Aunque es normal… Sigues siendo un animal insaciable Issei.
-Si eres así de bueno con el juego previo, ya quiero ver como será el plato fuerte. – Ahora fue Aile quien habló antes de darle un beso en la mejilla al castaño.
Kuroka hizo un puchero al ver que su plática con Issei se vio interrumpida y que esas dos estaban tomando su atención, por lo que ella hizo lo más maduro posible…
-¡Yo estaba teniendo un momento íntimo con Issei-nya! – Lanzarse sobre él y aplastar su rostro con sus pechos.
-¡Oye, tu turno ya terminó!
-¡Eso! ¡Ahora estamos nosotras!
Ambas IAs imitaron a la pelinegra y aplastaron sus pechos en el rostro del castaño quien sintió como sus instintos despertaban nuevamente.
-¡Kya/Nya! – Las tres chicas dieron un pequeño grito de sorpresa al ser empujadas contra la cama.
- Así que aún tienen energía, ¿Eh? – La voz de Issei las hizo estremecerse en su lugar. – Bien entonces… Continuemos.
-¡Es-espera! ¡Al menos deja que vuelva a poner el hechizo anti-sonido y-! ¡¡Nyaaaa~!! – Kuroka se vio interrumpida al sentir como el castaño la ponía en cuatro y… Probaba su flor por así decirlo mientras usaba sus dedos en Davs y Aile.
-¡Oh Issei, no pares!
-¡Sigue Issei-kun, sigueee!
-¡Oh por mis ancestros, esto es… Nyaaa~!
Issei sonrió internamente mientras seguía complaciendo a sus tres parejas. Tan metido estaba en ello que no escucho el sonido de la puerta siendo tocada.
-¿Estás despierto Issei-senpai? ¿Qué son esos rui…? – Koneko, harta de tocar la puerta y no recibir respuesta, abrió la puerta e ingresó al cuarto. Al hacerlo sus ojos casi se salen de sus cuencas al mismo tiempo que su cara se ponía totalmente roja, más al ver a cierta pelinegra. – ¿¡Onee-sama!?
-¡Nya! ¡S-Shirone, bu-buenos diaaaaas~! – Saludo entre gemidos ya que el castaño no había parado su labor debido a no haberse dado cuenta de la presencia de la peliblanca… Hasta ahora.
Levantando su cabeza de forma casi mecánica se dio cuenta de la presencia de Koneko que seguía con su expresión de sorpresa y sonrojo.
-Eto… Buenos días Koneko-chan… Veras, esto puedo explicarlo. – Comenzó a sudar al ver como la pequeña Nekoshou había agachado la cabeza y comenzaba a temblar.
-Pensé que Senpai si era alguien diferente… Pero al final sigue siendo el mismo pervertido de la academia… – Comenzó a hablar con una voz carente de toda emoción que puso nervioso a todos en la habitación. – Creo que tendré que quitarle lo pervertido a golpes.
En ese momento la peliblanca se rodeó de senjutsu y sus ojos brillaron de forma siniestra.
-¡Espera Koneko-chan! – Issei se puso de pie con las manos al frente tratando de calmar las cosas… Olvidose que no traía prenda alguna y debido a que no hace mucho estaba en un tiempo de calidad…
-¿Koneko-chan? – Pregunto al ver como la peliblanca una vez más se había quedado inmovil con una expresión en shock. – Oye Koneko-chan, ¿Estás bien?
Pregunto preocupado, mismo estado en el que se encontraba su hermana y las otras dos hasta que Davs noto en donde estaba fija la mirada de la pequeña Nekoshou.
-Es grande, ¿Verdad? – La IA pelirroja preguntó mientras veía de manera divertida a la peliblanca. – Pues tu hermana tuvo todo eso en su boca anoche.
-¡Mi imouto no necesita saber eso nya! – Kuroka le gritó algo avergonzada a Davs quién sonrió.
-Y no solo su boca. Puedo decir que ella también sabe usar sus… Activos. ¿No es así Issei-kun? – Aile también decidió molestar a la Nekoshou mayor.
-Bu-bueno… – ¿Cómo demonios llegamos a esto? – S-supongo qué sí… Digo, su cuerpo es muy suave y cálido. Además que…
La Nekoshou mayor se sonrojo aun mas por las palabras de Issei junto que las dos IAs estaban apunto de morirse de la risa al ver como Issei se mataba la cabeza pensando qué decir.
-También que bueno… Una vez te deja pasar sus defensas muestra ser alguien muy dulce, amable y cariñosa… Y bueno se que es muy rápido pero me gustaría verla feliz. – Siguió hablando tratando de evitar que lo maten o peor aún… Que las demás suban a la habitación.
-...Supongo que me alegra saber que finalmente decidiste darle una oportunidad al amor Onee-sama… – Koneko habló con la mirada gacha, pero la felicidad en su voz era notoria y eso hizo sonreír a la Nekoshou pelinegra. – Pero aun así… Issei-senpai recibirá su justo castigo. – Dijo antes de salir corriendo de la habitación cerrando la puerta tras ella.
-¡¡Espera Koneko-chan!! ¡¡Woah!! – El castaño se cayó de cara al tratar de perseguir a la peliblanca. – Estoy muerto… Definitivamente estoy muerto…
-Ya ya Issei. – Davs le daba unas palmaditas en la cabeza a lo que él la vio con un poco de fastidio y algo de esperanza. – Solo te moleran a golpes cuando todo esto de Loky termine. – Dijo con una sonrisa alegre mientras tenía los ojos cerrados.
-...Lo siento Kuroka. Parece que no podré cumplir con lo que dije. – Se disculpó entre lágrimas con la Nekoshou. Era oficial, estaba jodido.
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Un rato después, en la planta baja…
-¡¡Orden, orden!! – Ruby golpeó suavemente la mesa con el arma de Nora. – ¿Está el jurado listo para dictar sentencia?
-Si su señoría. – Weiss respondió mientras levantaba la mano. A su lado estaba el resto de su equipo junto a Pyrrha, el Team NPC y las hermanas Arc. – Encontramos al acusado… ¡Culpable y exigimos la pena máxima!
-¿Puedo decir algo antes de que me maten? – Pregunto el castaño de forma monótona a lo que Ruby asintió con la cabeza. – Gracias… ¿¡Porque carajos estoy atado y colgado de cabeza como si fuese un capullo!?
Y era verdad. Luego de que Koneko saliera de la habitación tanto el castaño y las otras tres salieron de su habitación, ya que en palabras de Issei no había caso retrasar lo inevitable. Aunque se arrepintió de sus palabras cuando al bajar pudo ver un brillo maligno en los ojos de casi todas las féminas… Con Vernal, Raven, Rossweisse, Ravel y Fay incluidas y antes de darse cuenta se encontraba colgado y en medio de esta imitación de juicio.
-No se diga más. – Ruby ignoró la pregunta del castaño y parecía lista a llevar a cabo su sentencia.
-¡Protesto! – Davs, quien ahora vestía un traje de abogada, se levantó de golpe y señaló a la jueza. – ¿Me quedó bien la referencia hermana?
-Hmmm… Te doy un 8. – Respondió Aile, la cual también vestía un traje de abogada.
-Bien. – Ruby asintió a las palabras de la IA pelirroja. – Se le permite la palabra a la abogada del acusado.
-Gracias, su señoría. – Davs se aclaró la garganta antes de caminar hasta estar frente al castaño. – Mi cliente como tal no hizo nada malo, simplemente hizo lo que se le da mejor. Ayudar a las personas que están cerca de él. ¿Enserio lo castigaran por ser de buen corazón?
-¡Protesto! – Ravel se levantó de golpe. Koneko y Fay estaban a su lado. – ¡El acusado no es más que un pervertido y un playboy sin remedio! ¡Mi clienta encontró a su querida hermana mayor en pleno… A-a-acto sexual con el acusado! ¿¡Cómo le ayuda eso exactamente!?
-Para responder a esa pregunta me gustaría llamar a la mayor involucrada en esto. – La pelirroja vio a la caperucita quien parecía pensarlo por unos segundos antes de asentir. – Llamó a Kuroka Toujou al estrado.
Poco tiempo después se puede ver a la mayor de las Nekousho sentada en un estrado improvisado. Esta se encogió en su lugar ante la mirada de furia de la mayoría de las féminas… Esto es incomodo.
-Muy bien. ¿Podría relatar a toda la corte los acontecimientos que la llevaron a pasar una noche de pasión con mi cliente junto a como él la ayudó a superar un trauma de su pasado?
-Bien… – Dio un suspiro al saber que mejor seguía el juego… No quiere que algo le pase al castaño. – La cosa es que el y yo hablamos ayer en la noche donde me comento que ciertas dos lenguas largas comentaron cosas que no les correspondían decir de mi nya. – Tanto Koneko como Ravel tragaron un poco de saliva al ver la mirada seria en la Nekoshou mayor. – Intente hacer que se alejara de mí y así no tener que lidiar con estos sentimientos que nacieron al ver lo honesto y amable que es y una vez logre contarle sobre mi pasado bueno… Una cosa llevó a la otra. – Desvió la mirada mientras un ligero sonrojo se apreciaba en su rostro.
Davs sonrió al ver como varias parecían meditar las palabras de la Nekoshou. De seguro podrían llegar a sentir algo de empatía al saber que más de una tuvo algún problema y el castaño no dudó en ayudarlas.
-Como verá su señoría, mi cliente no cometió ningún crimen. Él simplemente hizo lo que hace con todos, ayudar y que me parta un rayo si más de una no aprovechó algún momento emocional para luego pasar a tener un momento de "diversión" con el.
Todas vieron al techo esperando que algo pasara y como vieron que no fue así no les quedó más que suspirar ya que era cierto. Incluso las hermanas Arc que no tienen mucho de conocerlo saben que él ayuda sin dudar a quien tenga cerca… Y tampoco es que puedan decir que no hubieran aprovechado para hacer "travesuras" con él si la oportunidad se les presentara.
-Bien, supongo que podemos perdonarlo por eso. – Ruby hizo girar a Magnhild en su mano. – Pero… Eso no le excusa de que lo hiciera con ustedes también. – La caperucita pasó a señalar a las dos IAs que se tensaron ante la acusación. – ¿Tenéis algo que decir al respecto?
-Bu-bueno… – Davs no supo qué contestar a eso.
-Entonces es culpable. – Ruby dijo ello con una sonrisa dulce que daba escalofríos.
-¡Oh vamos! ¿¡La pechugona de tu hermana puede pasar dos noches con él y nosotras no!? ¡Eso no es justo! – Aile se levantó indignada de su asiento.
-¿¡Que mi hermana hizo que!? – Ruby gritó mientras su mirada, así como la de las demás, se concentró en la rubia del team RWBY quien solo reía de forma nerviosa. – Mi adorada y querida hermana mayor. ¿Algo que tengas que decir?
-Bueno… Jejeje. – Yang río nerviosa mientras miraba en todas direcciones.
-Y ni qué decir de qué Vernal le metió mano ayer por la tarde. – Ahora las miradas se centraron en la bandida, la cual estaba en el sofá de la sala junto a Raven y Rossweisse.
-¡Estaba ebria! – No tardó en excusarse al ver la mirada intensa de la mayoría. – ¡Además no pasó nada! ¡Él me rechazó cuando intenté llevarlo a mi habitación, no hay delito que perseguir!
-Pero como ven, su amabilidad innata es lo que provoca estos eventos. Aunque lo de Vernal lo "frustró" lo suficiente como para que se dejara llevar un poco con Kuroka. – Tras decir Davs se volvió a sentar. – No tengo nada más que decir señoría.
-De acuerdo… – Ruby habló con resignación. – Supongo entonces que Issei es inocente.
Tanto el acusado como sus abogadas y la Nekoshou mayor suspiraron de alivio. Se habían salvado.
- [Se les olvidó mencionar que la jefa terrorista le robó un beso.]
-¡¡¡MALDITA SEA DDRAIG!!! – Grito Issei mientras se sacudía en su posición. -¿¡Porque carajos me echas de cabeza!?
- [Por qué esto es divertido.] – Miserable dragón bastardo… Se las pagarás algún día.
-Expliquen eso. – La voz carente de emoción de la caperucita los hizo estremecerse. – Ahora.
-Bu-bueno… Estábamos hablando sobre lo de contarnos dónde están sus demás aliados y… Una cosa llevó a la otra y…
-Lo tuyo no es normal… – Raven habló con rabia filtrándose en su voz. – Pero como sea ya luego lo matan todas, tenemos cosas más importantes que hacer.
Tanto el jurado, el lado demandante y la jueza se vieron por un segundo para luego dar un suspiro de rendición y asentir con la cabeza. En eso Ruby bajo de su estrado improvisado y fue a buscar su arma con la cual cortó la cuerda que mantenía colgado al castaño. Está de más decir que cayó de cara y solo dio quejidos de dolor.
Algo alejados del "juicio" estaban los demás hombres del grupo y Nora donde eran los varones quienes no sabían qué cara poner y la pelinaranja poco le faltaba para rodar en el suelo de la risa.
-Nunca hay un momento aburrido con ustedes, ¿No? – Juane le preguntó a Ren mientras tenía una sonrisa nerviosa al ver a sus hermanas prestarse para este circo.
-No sabes ni la mitad…
La respuesta del ninja hizo que el rubio suspirara… Y pensar que, si las cosas siguen así, existe la posibilidad de que el y el castaño terminen siendo familia… No sabe si la idea le gusta o no.
-Bueno ahora… ¿Qué tal si hablamos acerca del plan de acción contra Loky? – Las palabras de Arthur hicieron que todos se pusieran serios.
-Muy bien. – Weiss se colocó en el centro de la sala junto con la demonio Phenex. – Cómo ya sabéis, nuestro rival es nada más y nada menos que un dios. Si bien contamos con la ayuda de Issei y Vali no podemos lanzarnos a la loca.
-Y menos aún sabiendo quienes están con él. – Ravel creó un círculo mágico donde se proyectó la imagen del Dios en primera instancia, para luego crear otras dos imágenes de un par de lobos. Uno de color negro con ojos rojos y otro de color blanco de ojos azules. – Sköll y Hati, los nietos de Loky. Al parecer ellos sí lograron salir vivos del Ragnarök y ese dios los trajo consigo.
-Según la información dada por Rossweisse aquí presente, ese par de lobos son un poco más fuertes que el Minotaur. – Weiss agradeció con la cabeza a la Valquiria que asintió con una sonrisa.
-Lidiar con los tres a la vez prácticamente sería un suicidio. Pero para nuestra suerte contamos con un arma sumamente poderosa.
-Por no decir injusta. – Yang corto la explicación de la demonio. – Digo las Longinus de Ise y Vali son poderosas, pero esa espada tuya es una locura chico bonito. – Dijo mientras veía a Arthur.
-Si eso te parece una locura tengo que decirte que la Excalibur original tenía el mismo poder junto a otros 6, lo que la hacía sumamente versátil. Por algo es un arma forjada por un Dios. – Dijo con simpleza mientras se ajustaba sus lentes. Los nativos de Remnant no supieron qué cara poner… Excepto Ruby que parecía emocionada por saber de un arma como esa.
-Volviendo al tema central… – Weiss optó por seguir contando el plan. – Lo mejor que podemos hacer es usar las cartas de Loky en su contra. Pará ello usaremos el poder de Excalibur Ruler para tomar el control de sus nietos.
-Y una vez que los tengamos sometidos podremos encargarnos más fácilmente del dios loco, al cual no debemos de dudar en matar. – Ravel concluyó mientras hacía desaparecer el círculo mágico. – Ahora en cuanto a los equipos…
-Nosotros justo a Gogm-chan nos podemos encargar de Hati. – Fay habló con entusiasmo mientras sus compañeros asentían con la cabeza.
-Entonces eso nos deja a Sköll a nosotros. – Ruby habló con determinación mientras su equipo junto a los tres miembros del Team HVNL y las dos miembros del Team NPC asentían.
-Siento no poder ayudar amiga Ruby, pero en mi condición no podría ser de mucha ayuda. – Penny habló mientras bajaba la cabeza.
-No te preocupes Penny. – El castaño se le acercó y acarició su cabeza. – No es tu culpa que estés así y además somos capaces de manejarlo por nuestra cuenta. Cuando esto termine te llevaremos con tu padre para que te deje como nueva.
-¡Ok amigo Issei! – Ella le abrazó con el único brazo que tenía actualmente, pero se separó de él a los segundos. – Quiero decir… Me parece la mejor opción…
-De acuerdo… – Tanto Weiss como sus amigas vieron con sospecha a la androide. Aún recuerdan cuando se metió en la bañera con él cuando pasó lo de Ilia. – Ahora en cuanto a la barrera, ¿Qué tal va lo de mandar un mensaje en caso de ser necesario?
-Todo ya está preparado Weiss-sama. Tanto Rossweisse-sama como yo preparamos una manera de poder comunicarnos con el exterior de ser necesario. – Le Fay le sonrió a la heredera quien asintió complacida al oír eso.
-Perfecto. Supongo entonces que eso es todo. En dos días se nos acaba el plazo, así que tenemos que estar preparados para entonces.
Con eso dicho la reunión pareció haber terminado y todos empezaron a ir cada cual por su lado. Sin embargo en un momento dado los ojos de Yang se posaron en la figura de Raven quien parecía hablar algo con Vernal mientras se retiraba.
-...Espero no arrepentirme de lo que estoy por hacer… ¡Raven! – La mencionada se volvió y vio a Yang con algo de sorpresa. – ¿Podemos hablar? ¿De ser posible en privado?
-Dalo por hecho. – Vernal se apresuró a decir antes de salir corriendo ante la mirada confusa de la rubia y la enfadada de la pelinegra.
-¡Que conste que aún no terminamos de hablar Vernal! En fin… ¿Qué quieres Yang? – Preguntó sintiéndose algo nerviosa por dentro, pero para su suerte no se reflejaba por fuera.
-Como dije quiero hablar… Solo nosotras ya que desde antes del asalto a Haven me has estado evitando. – Se cruzó de brazos al decir eso junto que cierto deje de rencor se filtró en su voz. – Y como dentro de poco lucharemos contra un par de lobos gigantes de otro mundo, creo que no hay mejor momento para hablar que ahora.
Raven estaba por decir algo, pero noto como Issei a la distancia veía la escena y este le asintió con la cabeza mientras le sonreía. Por lo que ella dio un suspiro y con la cabeza le indico a Yang que la siguiera… Solo espera poder hacer esto. Issei por su parte las siguió disimuladamente, ya que le había prometido a Raven estar ahí con ella para cuando llegara el momento.
Cuando llegaron a un lugar más apartado Raven se volvió para encarar a su hija, notando así que el castaño estaba apoyado en una pared a escasos metros. Eso la hizo sonreír por inercia, al final si cumplió con su palabra.
-¿Por qué sonríes así? – Yang preguntó desconcertada al ver a su madre biológica dar una sonrisa bastante similar a la suya… Parece que heredó más de ella de lo que pensó.
-Solo lo hago al ver lo fuerte que eres… Derrotar a dos Grimm Clase Gaea aun con ayuda es algo que no pasa todos los días… Excepto si se trata de ese novio tuyo.
-Si. Issei es increíble, pero no vine aquí para hablar de él sino-.
-Quieres saber por qué me fui. – Raven fue directamente al grano, cosa que sorprendió un poco a Yang que apenas alcanzó a asentir con la cabeza. – Bien… Pues desde ya te digo que no me fui porque no te quería. Es más, incluso ahora eres lo más importante en mi vida. – Listo, fue sincera… Y debía admitir que se sentía bien.
Vio como el rostro de Yang era uno de sorpresa para luego cambiar a uno de rabia ya que estaba apretando los dientes y sus ojos estaban rojos… Sabe que esta es una reacción más que normal considerando todos los años en lo que estuvo fuera de su vida, pero aun así le dolía el ver como su hija la veía.
-Claro, soy lo más valioso de tu vida y por esa razón me dejaste tirada con papá durante toda mi vida. – Dijo con sarcasmo y un deje de veneno en su voz. – ¿Tienes la mínima idea de lo que es descubrir que la mujer que creías tu madre no lo era, para luego enterarte que la mujer que me trajo al mudo se largó y se olvidó de mí como si fuese menos que un trapo sucio…? Déjame responder por ti. ¡¡¡NO LO SABES!!!
Grito eso último mientras su cabello se incendiaba a la vez que un poco de su magia se filtraba aumentando las llamas. Raven por su parte solo bajaba la cabeza sin decir nada… Sabe que no puede objetar las palabras de su hija.
-Pase más de 10 años… ¡¡¡10 AÑOS…!!! De mi vida pensando en eso. Es más casi causó la muerte de Ruby en un arrebato infantil para buscarte… Aun al dia de hoy no me perdono por eso y tu lo único que tienes que decir es… Que soy lo más importante en tu vida… No me jodas Raven.
-Pero es la verdad. – Ella habló con fuerza a pesar de que su voz parecía estar a punto de quebrarse en cualquier momento. – Desde que me fui te estuve observando. Cada que podía iba a verte a lo lejos, maldiciendome por mí decisión… Pero feliz al verte crecer y convertirte en una persona mucho mejor de lo que soy.
-Claro que soy mejor que tú, yo jamás abandonaría a mi familia. – Dijo con dureza, cosa que se sintió peor que cualquier golpe que Raven haya recibido en su vida. – Así que antes de que esto termine y no tengamos que vernos la cara nunca más dime. – Tomó una gran bocanada de aire para poder tranquilizarse un poco. – Si es cierto eso de que soy tan importante para ti… ¿Por qué me dejaste? Solo quiero saber eso para cerrar con este capítulo en mi vida.
Al oír eso último el cuerpo de Raven se vio envuelto por varios rayos, cosa que sorprendió un poco a Yang que retrocedió un paso de la impresión.
-...Por esto mismo… – Raven habló mientras comenzaba a llorar. – Cuando apenas tenías un año de edad… Recibí el poder de la Spring Maiden… Una maldición que te impide sentir emociones, ya que el más mínimo desliz y… Ya lo ves.
-...¿Estas diciendo que te fuiste por ser una Maiden?
-Si… Cuando recibí este poder… Casi pierdo lo más importante de mi vida… A ti. – Yang abrió los ojos con sorpresa, pero se mantuvo en silencio dejando a la mujer seguir con su relato. – Por accidente solté un rayo, uno que pasó muy cerca de ti… Traté por un tiempo ocultar el poder, de controlarlo, pero simplemente era una bomba de tiempo que lastimaria a todos los que estuvieran cerca de mi.
-Raven…
-No se lo doloroso que tuvo que ser para ti Yang… Pero dime… ¿Te imaginas lo doloroso que fue para mi verme convertida en esto? ¿Qué jamás podría mostrar sentimientos de nuevo sin miedo a dañar a las personas que amo? ¿Qué jamás podría tomar a mi propia hija en brazos por temor a calcinarla viva? ¡¿De exiliarme a mí misma y ver como alguien más te da todo aquello que yo ya no podía darte!? ¿¡¿DE VIVIR CON LA IDEA DE QUÉ TODA MI FELICIDAD SE ME FUE ARREBATADA POR ALGO QUE NI SIQUIERA PEDÍ?!?
Raven estalló, finalmente dejando salir toda la angustia y dolor que guardaba para sí junto a una vorágine de rayos y viento que se había formado a su alrededor cuando cayó de rodillas.
-¡¡¡ES HORRIBLE YANG!!! ¡¡¡ESTE ES EL PEOR CASTIGO QUE SE LE PUEDE DAR A UNA MADRE!!! ¡¡¡PERO LO ACEPTÉ E HICE LO QUE MEJOR SE ME DA, HUIR!!! ¡¡¡POR QUÉ AL FINAL, BAJO TODA ESTA FACHADA, SOLO SOY UNA COBARDE!!!
-¡¡Raven tranquilízate!! – Gritó mientras se cubría el rostro del viento que generó. – ¡Terminaras tirando el lugar abajo!
Pero no recibió respuesta, solo escucho el llanto de la mujer maldiciendo su suerte y al mundo por lo que le tocó vivir. Tenía que pensar en algo rápido y ahí se le ocurrió una idea… Una loca idea, pero es la única que tiene.
Activo su magia y se cubrió por completo de fuego… Bien sigue viva. Siente un calor de los mil diablos, pero sigue viva. Ahora es momento de pensar en el paso 2 de su plan… Genial, ahora imita las locuras de Issei. En eso comenzó caminar con dirección de Raven y funcionó, su improvisada armadura la está protegiendo de los rayos y del viento. Con eso logró atravesar la vorágine y llegó frente a Raven que seguía de rodillas y al estarlo solo hizo lo único que se le ocurrió.
Raven solo pensaba que a pesar de decir que podría vivir con el odio y desprecio de su hija demostró que no era así… Escuchar como ella no quería tener nada que ver con ella le destrozó el corazón… Hubiera sido mejor que hubiera muerto en lugar de recibir esta maldición… Solo quería desaparecer y dejar de sentir. Pero en eso sintió como alguien la envolvía en un abrazó, haciendo que saliera de sus pensamientos oscuros.
-¿Yang…? – Pregunto sin creerse que su hija la estuviera abrazando… Soñó con este momento tantos años y ahora no sabía qué hacer…
-Yo… No puedo decir que se lo que tuviste que pasar o cómo te sentiste durante estos años pero… Al menos me dejas en claro que si te importo… Que si le unaimporto a la mujer a la que le debo mi vida y no sabes el peso que eso me quita de encima.
Eso hizo que ella recupera control sobre sus poderes y la tormenta que tenia comenzaba a desaparecer.
-Yang… ¡¡Yaaaaang!! – Raven empezó a llorar de nuevo, solo que esta vez de alivio y alegría mientras abrazaba con fuerza a su hija. Su querida hija.
-Parece que… Ambas hemos sufrido bastante… ¿No? – Fue lo que pudo alcanzar a decir Yang antes de romper en llanto al igual… Que su madre.
-( Te dije que la rubia podría manejar esto por su cuenta.) – Ddraig le habló a su compañero que soltó un suspiro. No lo puedes culpar por desear intervenir al ver cómo las cosas casi se salen de control. – ( Pero al final todo salio bien ¿No?)
Issei sonrió con satisfacción en señal de que así fue, alegrandose de que finalmente madre e hija finalmente hallan encontrado la paz. Procedió a retirarse para dejar que esas dos tuvieran ese momento madre e hija que se merecen. Sin saber que Raven logró verlo una última vez y está internamente le dio las gracias.
