Saludos a todo el mundo en este rincón del internet. otra semana y un nuevo cap del fic.¿Asi que listos para esto?


Tanto Yang como Raven continuaban compartiendo un abrazo y siguieron así unos minutos hasta que la mujer se apartó un poco y le secó las lágrimas a la adolescente rubia que se apenó un poco por el gesto.

-Realmente jamás pensé que podría tenerte en mis brazos después de tantos años Yang… Sin duda has crecido para convertirte en toda una mujer.

-Por dios Raven… – La rubia río ligeramente. – No tienes pinta de ser del tipo sentimental… Aunque yo no soy quien para decir eso. Supongo que me diste algo más que una cara bonita y un cuerpo sexy.

La mujer soltó una carcajada por las palabras de su hija para luego seguir viéndola con ternura.

-Tienes razón, no soy del tipo sentimental… Pero considerando que es una ocasión especial… Me puedo permitir serlo. – Sonrió de lado y Yang volvió a ver que ambas comparten varias expresiones.

-Y ya aclarando que no te fuiste por mi culpa… – Tomó una bocanada de aire y la soltó para poder estar en calma. – ¿Por qué nunca regresaste?

-Ya te lo dije. Bajo esta apariencia de mujer imperturbable, soy una cobarde. ¿Cómo podría ver a la cara a mi hermano y a tu padre después de todo lo que tuve que decir para poder irme sin preocuparme por que me siguieran?

-Pero… ¿Por qué no pediste ayuda con eso de tus poderes? – Yang cuestionó a lo que Raven soltó un suspiro. – Ahora sabemos que Ozpin sabe de estas cosas, pudiste pedir… No sé, consejos o algo así.

-¿Sabes cómo era Ozpin antes de…? Bueno, la llegada de tu novio. – Raven la vio con una ceja alzada, a lo que Yang asintió pesadamente. – Entonces dime, ¿Qué crees que hubiera pasado si le decía a Ozpin que había adquirido el poder de una Maiden?

Yang meditó la pregunta de Raven y la verdad solo se le ocurrió un escenario y tampoco era uno que le agradará. Raven noto eso al ver la expresión que adquirió su rostro.

-Es como te lo imaginas Yang. Igual me hubiera tenido que alejar de todos y posiblemente no tendrías a tu hermana a tu lado, ya que no dudo que Tai hubiera seguido siéndome fiel… Al final este fue el único camino que tenía.

-Entiendo… ¿Por qué el tío Qrow no pudo ser igual que tú y cuestionarse algunas cosas?

-Qrow… Él nunca ha sido bueno lidiando con las cosas. – Raven soltó un suspiro junto que su expresión decaía un poco. – Los dos nacimos y crecimos en la tribu donde lo que importa es ser fuerte, no es buen entorno para crecer y si le sumamos su semblanza lo hace peor. – No sabe en qué momento comenzó acariciar el cabello de su hija, pero le alegraba ver como Yang no la apartaba. – Y Ozpin, para bien o para mal, le dio un significado a su vida. Eso lo hizo alguien muy… Leal a Ozpin por decirlo de una forma. Aunque yo no fui muy diferente al inicio, de ahí mi otro poder.

-¿Qué otro poder? – Ante la pregunta de Yang, la pelinegra dio una pequeña sonrisa antes de envolverse en un destello de luz y cuando este desapareció… Solo había un cuervo. – Oh… Dios… Mío…

Aún después de volver a su forma humana, Yang no dejaba ver a su madre biológica con asombro. Está río ligeramente por ello.

-Si. Mi hermano y yo somos capaces de hacer esto gracias a que Ozpin uso su magia en nosotros.

-Increíble… Espera. ¿Eso fue antes o después de tenerme? ¿Si fue antes yo puedo hacer lo mismo?

-Esto paso en nuestro segundo año en Beacon y no creo que funcione así Yang. – Rio un poco al ver el puchero que hizo su hija. – Pero igual eres capaz de usar magia así que no veo que tengas que envidiar en que Qrow y yo podamos convertirnos en pájaros.

-¿Ahora me dirás que no es cool ver todo desde las alturas? – El silencio de su madre fue respuesta más que suficiente. – Eso pensaba jajaja.

-Como sea… – Raven se quedó en silencio por un momento, como si pensara en sus siguientes palabras. – Se que no tengo ningún derecho a pedirte nada Yang pero… ¿Me permitirías formar parte de tu vida?

-Yo… – Yang sentía un nudo en su garganta y no confiando en su voz, por lo que solo asintió con la cabeza.

Por su parte Raven no pudo evitar derramar una lagrima más que no tardó en secarse y sonreír agradecida.

-Solo no esperes que te llame mamá muy pronto… Esto es muy reciente y me gustaría que nos conociéramos más. Ya sabes, formar un vínculo. – Raven asintió a sus palabras.

-Lo entiendo… Summer se ganó ese derecho a pulso… – Ella empezó a hablar con pesar al nombrar a su antigua amiga. – Cuando sentí mi vínculo con ella desaparecer no pude creerlo, pero cuando traté de abrir un portal a ella… Dios, la extraño tanto.

Yang volvió a abrazar a su madre al ver como su semblante cayó al hablar de su antigua compañera de equipo. Gesto que fue bien aceptado por la mujer y que no dudo en regresar. Después de un par de minutos rompieron el abrazo y Yang se veía pensativa como si quisiera preguntar algo.

-Raven tú podrías… ¿Te importaría contarme sobre Summer? – Raven se sorprendió por un momento para luego sonreír.

-No le veo problema en contarte algunas anécdotas de nuestro tiempo en Beacon. – Puso un semblante pensativo, tratando de recordar y sonrió al hacerlo. – Creo que podría contarte esa vez que Summer atrapó tanto a tu padre como a Qrow intentando espiar en el baño de mujeres de la academia… Ella podría ser alguien muy amable la mayoría del tiempo, pero cuando se molestaba sus ojos adquirían un brillo más que aterrador. – Yang asintió a esas palabras al recordar las veces que hizo que Summer le castigará por alguna travesura.

Y con eso Raven comenzó a contar parte de los momentos que compartió con Summer y los demás miembros de su equipo y Yang no hacía más que escuchar mientras se avergonzaba al enterarse del pasado de su padre y tío. En todo este tiempo lo hizo con una sonrisa al saber que por fin pudo darle un cierre a algo que la había atormentado por años y estaba agradecida de poder comenzar a formar un lazo con su madre biológica.

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Cambiemos a una escena algo distinta.

En lo que sería la sala donde se llevó a cabo la reunión podemos ver como Jaune estaba conversando con tres de los miembros del Team HVLN y podía verse claramente que se estaba divirtiendo con ellos.

-Así que déjame ver si entendí bien. – Nora tenía una expresión seria al ver a Jaune y este estaba algo nervioso por ello. – No solo planeabas escaparte de tu hogar y de paso robar una reliquia familiar, si no también querías falsificar tus registros para poder así entrar a Beacon sin siquiera tener desbloqueada tu aura… ¿Se me olvidó algo?

-Hammm… No, eso sería todo. – El rubio se encogió en su lugar ante la mirada de la pelinaranja.

-Dejame decirte que… ¡Me agrada tu estilo! – Comenzó con una expresión seria para luego dar un pequeño brinco con los brazos al aire. – ¡Estás completamente loco y yo adoro la locura!

-Maldita sea Nora… – Ren se llevó una mano a la cara mientras negaba con la cabeza.

-¡Oh vamos Renny! – La chica se cruzó de brazos mientras hacía un puchero. – ¡Tienes que admitir que hubiera sido interesante tenerlo en Beacon!

-Ese no es el punto Nora… – Ren solo seguía con la mano en su rostro pidiendo paciencia.

Por su parte Juane veía el cómo interactúan ese par. Paso a ver a la espartana con una mirada que denotaba curiosidad y desconcierto.

-¿Enserio esos dos están juntos? – La pelirroja rió ante esa pregunta y no puede culparlo.

-Sorprendente, ¿Verdad? Aunque teniendo en cuenta su historial no es de sorprenderse.

-Tal vez… – Dijo mientras se rascaba la cabeza al ver como Nora saltaba sobre Ren y pegaba su cabeza a su pecho. – Pero aun así es increíble que alguien tan serio como parece ser Ren este con bueno… Alguien que parece un huracán andante como Nora.

La pelirroja tuvo que darle la razón, pero solo terminó encogiéndose de hombros. Si sus amigos son felices ella no tiene queja alguna. En eso volvió a centrarse en su nuevo amigo.

-Pero bueno dejando de lado que Nora parece haberse olvidado de nosotros y está cariñosa con Ren… ¿Enserio solo me reconociste por salir en la caja de ese cereal? – Preguntó con una ceja alzada y una sonrisa divertida.

-Lo siento por eso… – Habló con vergüenza en su voz.

-Descuida, no es como si me importara mi fama. Solo me parece curioso que seas la segunda persona en que parece no saber nada sobre "La chica invencible".

-¿La segunda…? Oh, imagino que hablas de Issei. ¿No?

-Así es. – Respondió con una sonrisa al recordar cómo fue su primer encuentro con el castaño. – Si bien ahora sé que eso fue más por… Ya sabes, ser de otro mundo. Pero eso no quita que él realmente me viera por quien era.

Juane noto como la espartana sonreía al contarle esto. Hasta alguien con cero experiencia en mujeres puede notar que esa sonrisa está llena de cariño y afecto.

-Comprendo… Honestamente creo que Issei es alguien muy fuerte. Digo, yo no creo tener la fuerza mental y emocional necesarias para soportar la misión que se le encomendó. – En los ojos del rubio se podía apreciar la admiración que profesaba por el Sekiryuutei.

-Si… Eso es otra cosa que admiro de él. – Dijo mientras miraba a la nada. – Es alguien que a pesar de haberlo perdido todo no dudo en evitar que otros pasen lo de él. Si bien me preocupa como al resto lo temerario que suele de ser, todos admiramos el que no se dé por vencido y que siga adelante. – Mencionó para dar un suspiro antes de sonreír decidida. – Y es por eso que yo y el resto nos comprometimos a estar a su lado siempre y ser su apoyo aun si nunca llegaremos a ser tan fuertes como él.

-Jeje se que no lo conozco de mucho tiempo pero puedo ver que tiene ese efecto con todos lo que lo conocen. – Rio de forma alegre viendo a la pelirroja para luego pasar a tener un rostro complicado de nuevo. – Y bueno permíteme pedir disculpas por el comportamiento de la mayoría de mis hermanas.

-No te disculpes… Si bien sé que él es un imán natural para las mujeres cuando sólo trata de ser amable, no puedo evitar sentirme celosa al igual que las demás.

-Entiendo… Pero igual pido perdón de antemano si alguna de ellas hace una locura… En especial las gemelas… Sobre todo ellas.

Antes que Pyrrha pueda preguntar más sobre eso el rostro de Nora apareció entre ellos, cosa que les saco un grito de sorpresa a ambos.

-¡Nora! – Grito Pyrrha molesta con su amiga por el susto. – ¿¡No se supone que estabas con Ren!?

-Si, pero vi que estaban muy a gusto conversando y quise unirme a la charla de nuevo. – Dijo como sin nada mientras se encogía de hombros. – Y Juane… ¿Enserio ese es tu grito? – Eso último lo dijo con una ceja alzada mientras veía al rubio con una sonrisa burlona.

-¡Aún tengo la voz un poco aguda! ¡Pero se solucionará con el tiempo! – Habló con rabia ante la burla de la chica.

-Claaaaaaaaaro. Lo que te haga sentir mejor.

-Nora… Deja de molestar a los demás o le diré a Issei que te prohíba los panqueques… De nuevo.

-...Lo siento Renny. Seré buena. Solo no le digas a mi hermano. – La pelinaranja habló con un tono de voz bajo mientras tenía la cabeza gacha.

Juane por su parte pasó a ver a los otros dos con una expresión de desconcierto a lo que Ren dio un suspiro.

-Nora ama los panqueques.

-Ok… ¿Y por qué llama a Issei hermano?

-Esa es una larga historia… Mejor ponte cómodo. – Pyrrha siguió sus propias palabras y se acomodó en su sitio.

Jaune le hizo caso y escuchó con atención las historias que ellos tres tenían con el castaño durante su época de Beacon. Al mismo tiempo se preguntó si él hubiera tenido un grupo tan agradable como el que tiene el castaño si hubiera logrado entrar a Beacon. Puede que nunca lo sepa, pero soñar es gratis.

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Ahora sí, de vuelta con Issei. Este se encontraba caminando sin una dirección en específico, pero se detuvo al ver a alguien conocida más adelante.

-Hey Ciel. – La nombrada se volvió para ver quién la llamaba, pero al ver que se trataba del castaño prosiguió su camino. – ¿Ciel? ¡Espera Ciel! – Issei fue corriendo hasta ella, pero por más que trataba de llamar su atención ni lo miraba. – ¿Qué es lo que pasa Ciel? ¿Hice algo para molestarte?

-¡¿¡AÚN TIENE EL DESCARO DE PREGUNTAR!?! – Ella finalmente lo miró, aunque sólo fuera para darle una mirada enfurecida.

-N-no entiendo…

-¡¡¡PUES DEJAME EXPLICARTE PARA QUE LO ENTIENDAS IDIOTA!!! – Volvió a gritar mientras sus mejillas se tornaban rojas por la ira. – ¡¡¡MESES, LLEVO MESES TRATANDO DE HACER QUE ME NOTES Y AHORA RESULTA QUE TE METES CON UNA TIPA QUE NO TIENES NI EL MES DE CONOCERLA!!! ¿¡¿CÓMO CREES QUE ESO ME HACE SENTIR?!?

-Yo… Lo siento Ciel, no pretendía-.

-¡¡¡CÁLLATE!!! – Ella lo señaló con los ojos llorosos. – No quiero oírlo… – La morena se volvió y trató de marcharse del lugar, pero fue detenida al momento por el castaño quien la tomó de la mano. – Sueltame Issei.

Pero él no hizo caso y la jalo hacia su dirección para envolverla en un abrazó. Ciel intentó escapar de su agarre, pero simplemente no podía y cuando estaba a punto de volver a gritarle para que la deje ir sintió como sus labios fueron silenciados por los del castaño y ahí fue cuando todo esfuerzo de escapar se detuvo y solo se dejo llevar por el sentimiento cálido que el castaño le transmitía. Cuando el castaño terminó con el beso ella lo vio con sus ojos algo brillosos y aturdidos, a lo que él comenzó a acariciar su espalda.

-Te pido perdón Ciel… Lo último que deseaba era lastimarte de alguna manera. – Issei comenzó a hablar de forma suave sin detener las caricias a la chica.

-Lo se… Pero duele. Duele ver como Kuroka, quien recién llegó, parece haber avanzado más que yo y… – No pudo terminar debido a que sus lágrimas se lo impidieron. El castaño deshizo el abrazo para poder así limpiar las lágrimas del rostro de la ojiazul. – Dime la verdad Issei. ¿Realmente sientes algo por mi?

La mirada de Ciel se tornó seria, pero podía ver que había cierto deje miedo en ella. Por su parte Issei solo pudo reprenderse mentalmente por hacer que ella pase por esto. Por lo que hizo lo único que podía hacer.

Con una de sus manos tomó a la chica de la cintura y coloco la otra en una de sus mejillas y acercó su rostro al de ella donde ambos podían sentir el aliento del otro, donde Ciel instintivamente rodeó el cuello del castaño para finalmente fundirse en un beso suave que hizo que la ojiazul comenzará a derramar lágrimas. Solo que en esta ocasión eran de alegría al sentir el cariño que el castaño tenía por ella.

El beso continuó hasta que ambos sintieron la falta de aire y no tuvieron más opción que separarse y cuando lo hicieron Ciel apoyó su cabeza en el pecho del castaño.

-Dime que esto no es un sueño… Dime que no despertaré para darme cuenta que no es real. – Pedía con su voz temblando mientras el castaño la volvía a envolver entre sus brazos.

-Esto es real Ciel… Y perdón por hacerte esperar y por hacerte pasar por un mal rato. – Dijo mientras colocaba su barbilla en la cabeza de la chica.

-No importa… Al final valió la pena. – Dijo mientras hundía más su rostro en el pecho del castaño. – Ahora… ¿No se te olvida decir algo?

-Jeje, es verdad. – Rio un poco para separarse un poco de la chica para poder verla a los ojos. – Ciel, ¿Te gustaría ser mi novia?

-Si… Por supuesto que sí. – Contestó entre lágrimas antes de volver a besar al castaño.

A medida que pasaban los segundos el beso se fue volviendo más y más intenso. Al final Issei acabó ganando el control después de que ella gimiera por el suave mordisco que recibió en su labio inferior, aunque Issei se sorprendió un poco al sentir como Ciel le agarró el trasero… Que raro, normalmente es él quien hace eso.

-'Issei…' – La ojiazul lo llamó en un susurro cuando se separaron. – Se que aún es pronto pero… No lo aguanto más.

- Ni yo… – Dijo antes de cargar a la chica entre sus brazos, sacándole un pequeño grito de sorpresa. – ¿Dónde…?

-Me da igual, pero date prisa. – Contestó mientras besaba el cuello del castaño, sacándole un gruñido placentero.

En eso los ojos de Issei se volvieron verdes cuando vio la casa que había al lado, notando por el olor que no había nadie dentro. De un salto llegó a la ventana del segundo piso, la cual estaba convenientemente abierta y entró al cuarto para seguidamente acostar a la morena en la cama y empezar a desvestirla mientras la besaba.

-¡Ah~! ¡Sigue Issei, marcame~! ¡Ah~! ¡Haz un desastre conmigo~!

- Tú lo pediste. – El contestó antes de antes de bajar la cabeza y llenar de besos y lamidas por todo el cuerpo de la chica para luego empezar a lamer su zona íntima, provocando que arqueara su espalda ante el abrumador placer. Uno que siguió por unos segundos más antes de finalmente acabar, sintiendo como el castaño tomaba todo de ella. – Mmm~... Eres deliciosa Ciel. ¿Puedo tener más?

-Solo… Si me dejas probarte a cambio… – Ella habló excitada mientras lo miraba con lujuria.

Durante las siguientes horas Issei y Ciel pasaron un rato de lo más placentero, uno que la chica jamás olvidará y esperaba de todo corazón que la próxima vez puedan ir a más…

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-Vamos Shirone, ¿Cuánto tiempo seguirás con esa expresión nya?

Tanto Kuroka como Koneko estaban en una de las habitaciones vacías de la residencia. La Nekoshou menor se encontraba con el ceño fruncido desde que había terminado la reunión.

-Solo hice lo que me dijiste que hiciera Shirone, le di una oportunidad a Issei-nya. – Dijo mientras daba un suspiro de cansancio.

-Lo sé… Pero no imaginé que acabarían de esa forma tan rápido… – Y era verdad. Por lo que escuchó de sus actuales parejas al menos tuvo la decencia de esperar un poco.

-Como dijo Davs, él estaba algo "estresado" antes de nuestra charla… Y lo que yo hice solo fue la gota que rebasó el vaso. – Kuroka no pudo evitar sonrojarse un poco al recordar cómo no dudó en mostrarle su zona más íntima sin dudarlo. Aunque eso lo atribuye al beso tan… Candente que se dieron. – Pero no me arrepiento. Se sintió realmente bien. No puedo esperar a pasar mi época de apareamiento con él nya.

Koneko vio como su hermana dijo eso y se sorprendió al ver que no tenía una expresión coqueta, si no una sonrisa dulce con un sonrojo adornando su rostro.

-Sé que es demasiado pronto pero… Ahora sé que él es completamente honesto y leal… La forma que dijo que siempre estaría conmigo y con nuestros hijos… Solo hizo que mi corazón se sintiera cálido nya… Ahora solo quiero… Saber más y más de él.

-¿Realmente estás yendo en serio Onee-sama? – Preguntó mientras su semblante se suavizaba.

-Si… – Kuroka sonrió mientras llevaba sus manos a su vientre. – Quiero que él esté conmigo y no solo para repoblar nuestra raza nya.

-Ya veo. – Sonrió como pudo, pero Kuroka pudo notar cierto deje de dolor en su mirada junto a otra emoción que pudo identificar… Con que eso es. – Te estaré apoyando Onee-sama.

-Gracias Shirone, pero… – En eso Kuroka atrapó a su hermana entre sus brazos. – Creo que deberías dejar de fingir que esto no te molesta nya.

-¿Eh? – La peliblanca la vio con notoria sorpresa para rápidamente apartar la mirada. – No sé de qué hablas…

-Hay aja. – Ella la vio como diciendo que no le cree. – Vamos Shirone, si bien sé que te molesta las cosas pervertidas… Sé que te molesto más el saber que no te las hacía a ti nya.

-E-eso no es verdad. – Respondió con el rostro más rojo que el cabello de Davs y Pyrrha. – Yo sólo siento admiración por Senpai… Nada más.

-Claro y es por eso que cada que alguna otra chica se le acerca frunces el ceño y aprietas tus puños. – Koneko solo pudo sonrojarse más. – Yo no tengo problema que te nos unas en la siguiente ocasión. Pero eso sí, tendrás que usar protección siempre. Aún eres demasiado joven para quedar embarazada.

-¡Onee-sama! – Koneko logró separarse del abrazo de su hermana que tenía una mirada divertida en su rostro. – ¿¡Cómo puedes sugerir que yo tenga un t-t-trio contigo y senpai!? – La pobre Nekoshou ya parecía una masa de calor por el sonrojo monumental en su rostro.

-No le veo lo malo Shirone nya. – Se encogió de hombros restándole importancia al asunto. – Puedo ver lo feliz que eres cuando pasas tiempo con Issei-nya y el parece tenerte en buena estima así que, ¿Cuál es problema?

-¡Pu-pues para empezar soy bastante menor que él! ¡Además que…! A él le gustan los pechos grandes…

-Pues según recuerdo pasó un año en nuestro mundo de origen desde que bueno… Él se topó con esa caída. – Eso último lo dijo dando un bufido al recordar que escucho el cómo fue engañado. – Así que técnicamente no hay mucha diferencia de edad nya.

-...Eso es cierto. – Tuvo que darle la razón a su hermana en eso. – Pero eso no quita que… Bueno… Soy alguien discreta en tamaño.

-Pues esa niña rica con la que la yakitori se lleva bien tampoco es que tenga una figura de infarto nya. – Kuroka habló con cierto deje de burla al referirse a la heredera Schnee. – Así que si bien disfruta de los pechos grandes como los míos. – Ese comentario le sacó una vena en la frente a Koneko. – También parece ser alguien de gustos más… Flexibles.

-...¿Realmente crees que tengo oportunidad? – Koneko preguntó sin mirar directamente a su hermana que sonrió como un felino.

-No lo sabrás a menos que lo intentes. Pero recuerda que tienes mi apoyo.

-Yo… Gracias Onee-sama. – Koneko agradeció mientras le daba un abrazo a su hermana quien no dudó en devolver. – Daré lo mejor de mi para que Senpai me note.

-Ese es el espíritu Shirone nya. – Kuroka le sonrió con ternura a su hermana para luego poner una sonrisa traviesa, cosa que no le gusto a la pequeña Nekoshou. – Además siempre puedes mostrarle a Issei-nya esa forma. Estoy segura que lo dejarás con la boca abierta y lo tendrás lanzándose encima tuya.

-¡¡¡ONEE-SAMA!!!

-¡Nyajajajajaja! – Kuroka solo comenzó a reír al ver el rostro sonrojado de su hermana… La venganza es tan dulce.

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Regresando con Issei. Este se encontraba caminando hacia la guarida de Spider después de… Su momento de caridad con su nueva novia. Ciel había dicho que se adelantara, que aún tenía cosas que ver antes de regresar y con eso se despidió de él. No sin antes darle un beso apasionado.

-(Jeje. Sin duda Ciel estaba bastante reprimida, se vino unas 9 veces en solo 2 horas. Y ese par de 80 eran muy suaves…) – No pudo evitar sonreír de forma pervertida al recordar la figura de la ojiazul. – (El chocolate después de tanta vainilla se siente bastante bien… Espera, ¿Eso sonó racista?)

-( Ehm… ¿50/50?) – Aile dijo sin estar muy segura de que contestar. – ( Pero el caso es que las cosas acabaron bien entre ustedes.)

-( Mi hermana tiene razón. Eso es lo importante.) – Davs parecía estar de acuerdo con lo dicho por Aile. – ( Ahora sólo falta que nos lo pidas formalmente a nosotras y que dejes las cosas claras con las demás.)

-(¿Las demás? ¿De quiénes hablan?) – Pudo escuchar un quejido de exasperación proveniente de ambas IAs. ¿Qué dijo? – (Pero bueno, ¿Cómo es eso que se lo tengo que preguntar formalmente a ustedes dos? Pensé que después de todo lo que hicimos quedó claro.)

-( Sabemos que nos amas, como nosotras te amamos a ti Issei-kun.)

-( Pero eso no quita que nos gustaría que nos pidieras ser tus novias con confesión y todo.) – Davs completo lo que su hermana dijo. – ( Seguimos siendo chicas y nos ilusiona que el chico que amamos nos pregunte si nos gustaría ser sus novias.) – Eso último lo dijo con un tono de ilusión para soltar un suspiro de ensueño junto a su hermana.

-(Cielos…) – Issei negó con la cabeza. – (Supongo que tendré que tener una cita con cada una para hacerlo incluso más especial.)

De pronto esas dos se quedaron en silencio y eso lo preocupó. Pero cuando estaba por preguntar si estaban bien…

-( ¡Claro que tendremos una cita contigo Issei/Issei-kun!) – Dio un pequeño brinco ante el grito en conjunto de ambas AIs.

-( ¡Una cita con Issei-kun! ¡Oh dios! ¿¡Que me pondré!?)

-( ¿¡Y a dónde iremos!? ¿¡Qué comeremos!? ¿¡Tendré que llevar mis propios condones o iremos a un Love Hotel!? ¡¡Kyaaaaa!!)

Al castaño le salió una enorme gota de sudor al escuchar como esas dos comenzaban a parlotear sobre sus futuras citas… Incluso al parecer olvidaron que le dijeron que ellas no podrían quedar embarazadas… Mejor solo sigue caminando y las deja con lo suyo.

Tras unos minutos finalmente llegó a la guarida de Spider y nada más entrar se encontró con Penny y Bisque. Este último se encontraba tratando de unir el brazo de la pelinaranja de nuevo a su cuerpo, pero una rafaga de chispas lo hicieron retroceder para a los pocos segundos el brazo de la androide cayera al suelo.

-Esto empieza a ser realmente frustrante… – Comentó Bisque mientras se ajustaba los lentes. Aunque se podía notar una pequeña vena marcada en su frente. – Tú padre sin duda sabía lo que se hacía.

-¡Sip! – Dijo con una gran sonrisa sin notar la molestia en el hombre. – ¡Mi padre es el mejor científico en Atlas! – Eso último lo dijo llena de orgullo por su padre, aunque a Bisque solo parecía frustrarlo más.

-Hola Penny. – Issei se acercó hasta el par y la pelinaranja lo saludó enérgicamente. – ¿Qué estáis haciendo?

-El Sr. Bisque quiso intentar volver a unir mi brazo, pero hasta ahora falló en sus 31 intentos.

-¡¡No es necesario que digas las veces que falle!! – El hombre vio con rabia a la androide antes de levantarse de su sitio. – ¡¡Ya tuve suficiente!! ¡¡Me vuelvo a mi laboratorio!!

Tanto Penny como Issei vieron cómo el hombre se iba del lugar mientras daba fuertes pisadas y decía algo de que un día supera ese nivel de tecnología. Issei tuvo una gota de sudor en la nuca mientras que Penny solo ladeaba la cabeza.

-¿Dije algo malo, amigo issei? – Pregunto mientras veía al castaño y este solo pudo reír de forma nerviosa.

-Digamos que… Los cerebritos también tienen su orgullo…

-Creo que no termino de entender eso…

Issei solo acaricio su cabeza mientras sonreía. Cosa que hizo que su núcleo volviera a sentirse caliente.

-No te preocupes por eso Penny y puedo preguntar, ¿Porque le pediste ayuda a Bisque para colocar tu brazo? Pensé que habíamos quedado que iríamos a Atlas luego de que esto terminara.

-Oh yo no le pedí ayuda, él se ofreció. – Vio como el castaño alzó una ceja al oír eso. – Dijo algo de que sería una buena oportunidad de estudiar mi composición. Ya que le resulta fascinante mi existencia.

-Eso sonó tan mal… – Issei puso una mirada complicada al escuchar eso. – Pero, ¿No te hizo nada aparte de intentar unir tu brazo a tu cuerpo?

-Solo unas preguntas. Como por ejemplo si me podría bañar sin sufrir un cortocircuito.

-Ok… Entiendo el porqué de la pregunta, pero eso no quita que suene mal.

-No entiendo. ¿Qué quieres decir con qué suena mal? – Ella ladeó la cabeza en un gesto confuso bastante tierno.

-Bueno es que… – No pensó que terminaría teniendo este tipo de charla con Penny. ¿Así se sentirá cuando se tiene "la charla" estando del lado del adulto? – Es que bueno… Hay ciertas cosas que no se pueden preguntar así como así y más si tienen que ver con cosas tan privadas como lo es cuando tomas un baño o cambias de ropa.

-( ¿No te mordiste la lengua al decir eso último compañero?) – ¡Cállate reptil volador con sobrepeso! ¿¡No ves que tiene una charla incómoda en este momento!? – ( Yo solo digo que te viste algo hipócrita al decir eso cuando tu no dudabas en espiar a las chicas mientras se cambiaban de ropa o en todo caso tomaban una ducha.) – Lagarto hijo de…

-¿Amigo Issei? – Penny preguntó algo confusa al ver como el castaño se quedó viendo a la nada.

-¡Oh! Perdón Penny, solo estaba teniendo una pequeña discusión con una lagartija… – Ignoró la queja de Ddraig al ser llamado de esa forma. – Pero continuando, no deberías hablar de ese tipo de cosas con cualquiera ya que es algo privado.

-Entiendo. – La androide asintió en comprensión y él sonrió al ver que no fue tan incómodo. – Pero no hay problema si hablo de cosas así si es con alguien especial para mí. ¿No?

Y en ese momento Issei deseo que la tierra se lo tragara. ¿¡Qué clase de pregunta es esa!? ¿¡Y por qué querría hablar de esas cosas con alguien en primer lugar!?

-No hay problema con eso, ¿Verdad?

-Yo… Pues… ¿Supongo? – Se encogió de hombros al decir eso, pero se podía notar por su tono de voz que estaba bastante avergonzado.

-Entonces no hay problema que hable de esto contigo amigo Issei. – Dijo con una sonrisa mientras que el castaño se petrifica por las palabras de la androide. – Después de todo eres una de las personas más especiales en mi vida.

-...Y yo que pensaba que no podía existir alguien más pura que Ruby… Antes de empezar a pervertirse quiero decir. – Issei lloró lágrimas de sangre, metafóricamente hablando mientras trataba de no caer en un coma diabético. – Pero igual no creo que esté bien que me digas esas cosas Penny.

-¿Por qué? Si ya nos hemos bañado juntos y me has visto sin ningún tipo de prenda.

-¡Eso no tiene nada que ver con lo que estamos hablando! – Es oficial, está chica lo matara con su inocencia.

Mientras Issei parecía un manojo de nervios, Penny no pudo evitar que su banco de memoria recordará cuando acompañó a su amiga Ruby al laboratorio de Bisque.

Flashback_

Penny se encontraba viendo a un Atlesian Knight que se encontraba inactivo. No muy lejos de ella se encontraba Ruby quien veía las armas de las cuales disponían con estrellas en los ojos.

-¡Una Satara Shotgun, genial! – La caperucita tomó el arma e hizo como si disparara. – ¿¡Cómo consiguieron armas como estas!?

-Es increíble lo que uno puede encontrar en el mercado negro si sabes donde buscar. – Gunmetal habló con gracia mientras le quitaba el arma a Ruby. – Casi todo lo que ves aquí se obtuvo de manera ilegal.

-Oh… – Eso pareció restarle algo la emoción de Ruby. – Entiendo.

-Y hablando de cosas ilegales. ¿Ya conseguiste el Cañón Gauss que te pedí?

-Oh sí, lo dejé por aquí… – Gunmetal empezó a buscar el arma en cuestión, aunque se veía algo desorientado. Parece que no recuerda dónde la puso.

-Ains… Ustedes sigan viendo las armas si quieren, yo ayudaré a este viejo despistado.

-Me vuelves a llamar viejo y te meto una granada de plasma por donde no te da el sol… – La amenaza del hombre pareció importarle poco o nada al científico que empezó a buscar el arma.

Al ver que ambas se quedaron solas, Penny se acercó a Ruby que ahora veía una ametralladora enorme.

-Oye amiga Ruby.

-¿Hm? ¿Qué pasa Penny?

-Bueno… Llevo tiempo queriendo preguntarte acerca de unas cosas, ya que tu eres una de las pocas personas que tiene experiencia en este campo. – Penny habló mientras jugaba con sus dedos de manera nerviosa.

-Ammm… De acuerdo, trataré de contestar lo mejor que pueda. – Dijo eso con convicción. ¿Qué era lo peor que podía pasar?

-¡SEN-SA-CIO-NAL! – La androide celebró dando unos saltitos. – En tal caso… ¿Cómo se siente el amar a alguien?

-...¿Eh? – Fue lo más inteligente que logró decir la caperucita. – ¿P-por qué preguntas algo así?

-Es que quiero… Recabar información con fines de aprendizaje. *Hic* – Trato de hacer como si eso último no hubiera pasado. Necesita disimular. – Y puesto que tu eres de las únicas en tener novio…

-Oh… Ya… Veo… – No supo por qué, pero Ruby se sentía algo nerviosa al hablar de estas cosas. – Bueno… Amar a alguien es… Algo bastante bonito desde mi punto de vista. Pasar tiempo con él, ir a lugares los dos solos, hablar de lo que nos gusta o disgusta, esas son las cosas que quieres hacer con quien amas… O al menos eso creo yo.

Penny pareció procesar todo lo dicho por su amiga que tenía su cara cubierta con su capucha. Mientras registraba la información se imaginó a sí misma haciendo esas mismas cosas con el castaño y… Debía reconocer que le gustó si ese calor en su núcleo decía eso.

-¿Cómo te sientes cuando otras chicas le coquetean?

-Con ganas de rebanar a esas frescas. – Si bien dijo eso con una sonrisa, esta no transmitía otra cosa que no fuera rabia y sed de sangre. – Se que Issei solo es amable y eso hace que llame la atención femenina… Pero no me gusta.

-Comprendo. – Penny registró la nueva entrada al mismo tiempo que recordaba los momentos en los que otra chica se acercaba a Issei con intenciones nada santas y… Debía de estar completamente de acuerdo con su amiga Ruby. – Por último, ¿Cómo te diste cuenta de tus sentimientos? Digo empezasteis cómo amigos, ¿No?

-Es como dices. Antes lo veía como mi mejor amigo masculino, pero después de una charla con Blake y Weiss me quedó claro que había empezado a enamorarme de Issei. – Ruby dirigió su vista al techo del lugar, recordando ese momento durante su tiempo como estudiante. – Al principio no quería aceptar la idea de que me enamore de él porque llevábamos poco de conocernos y era mi mejor amigo. Pero tras la charla y ver como mi hermana también trataba de llamar su atención me quedó claro cuáles eran mis sentimientos.

-Ya… Veo… – Ella se encogió en su lugar al sentir su núcleo calentarse más. – ¿Y cuáles serían los síntomas del enamoramiento?

-Jajaja. No es una enfermedad Penny. – Ruby río ligeramente ante eso. – En cuanto a cómo me sentía… Pues no paraba de tener una sensación súper cálida en el pecho cuando estábamos juntos, hablábamos y él tenía gestos lindos conmigo como acariciar mi cabeza. – Terminó de relatar mientras tenía una sonrisa más que clara en su rostro.

-Entiendo. Gracias amiga Ruby. – La pelinaranja hizo una reverencia, a lo que la caperucita asintió con la cabeza. Se alejó unos pasos y se apoyó en una pared cercana. – 'Así que… Eso se siente al enamorarse.'

Penny habló en un susurro mientras procesaba toda la información dada por Ruby. Mientras lo hacía recordó todos los momentos que compartió con el castaño, así como cada reacción que ella misma tuvo. Suspiro con resignación al ver que… La verdad que tanto se empeñó en no aceptar ahora era algo innegable.

-'Pero aun así… ¿Lo nuestro sería algo posible?' – Susurro por última vez antes de ir con la caperucita, ya que ambas fueron llamadas por Gunmetal y Bisque.

Fin Flashback_

Penny empezó a tener un conflicto interno. Por una parte aún seguía negándose a la idea de que estaba desarrollando sentimientos amorosos por su amigo castaño, pero por otra no podía hacer caso omiso a las pruebas… ¿Pero realmente una relación con Issei tenía futuro?

-¿Penny? – Ella alzó la mirada y se sorprendió un poco al ver que el rostro del castaño estaba a escasos centímetros del suyo. – ¿Te encuentras bien? Te quedaste ida por un momento.

-¡Oh sí, estoy bien! – Ella sacudió la mano delante de ella, como quitándole importancia. – Solo estaba viendo archivos pasados, nada más.

-Vamos que estabas recordando algo. – Dijo con una sonrisa de lado. – Es más fácil decir eso. ¿Sabés?

-Pero es lo más apropiado para mi. – Dijo mientras su expresión decaía un poco. – Sigo siendo una máquina y por dentro no soy más que circuitos.

-...¿A qué demonios viene eso? – Issei preguntó con un tono de voz serio, no gustándole que la pelinaranja dijera eso de sí misma. – Serás una máquina, pero tienes tanta humanidad como yo.

-Pero eso no debería ser así en primer lugar. – Issei abrió los ojos con sorpresa ante esas palabras. – Me crearon únicamente para acabar con los Grimms. ¿Qué sentido tiene que tenga humanidad?

-Que gracias a esa humanidad que posees es que le tienes aprecio a la vida de los demás. – Issei habló con una sonrisa mientras acariciaba la cabeza de Penny. – Y eso es lo que hace que te esfuerces en proteger a los que te rodean. Digo los que fueron contigo a la armería parece que te tienen en alta estima.

-Pero ellos no podían ser reparados. – Penny apartó inconscientemente la mano del castaño quien se sorprendió por ello. – Solo me arrancaron un brazo, pero pueden volver a unirlo a mi sin problemas gracias a ser una máquina. Incluso si me hubieran hecho pedazos bastaría con que mi CPU y mi disco duro estuvieran intactos para ponerlos en otro cuerpo. Soy… Reemplazable.

-¡Eso no es verdad! – Ella dio un pequeño brinco ante el grito del castaño. – Puede ser que tus memorias podrían ser recuperadas, pero te olvidas de lo más importante… Tu alma. Eso es lo que te hace ser tú y eso es algo que jamás podría ser reemplazado.

-¿¡Y de qué me sirve tener un alma!? – Ella se levantó de su asiento y miró al castaño directamente a los ojos. – Puedo sentir emociones reales si. ¿Pero de qué me sirven si mi propio cuerpo me limita?

-¿Qué quieres decir con eso? ¿En qué te limita?

-¡En todo! Puedo abrazar a alguien, pero no puedo sentir su calor. Puedo comer y beber, pero no puedo sentir los sabores. ¡Incluso puedo tener relaciones sexuales, pero no puedo tener hijos! – Dijo eso último con especial dolor, cosa que no pasó desapercibido por el castaño. – ¿¡De qué sirve tener estos sentimientos si al final del día no puedo experimentar el mundo como lo hacen los demás!?

Grito mientras agachaba la cabeza y apretaba su único puño, temblaba un poco.

-Mirame… Ni siquiera puedo llorar. En este momento eso es lo único que quiero hacer al darme cuenta que hay tantas cosas que no podré disfrutar jamás… Ni siquiera podré crecer como lo hacen todos ustedes.

-Penny, mírame. – Él le pidió con firmeza, pero la chica negó con la cabeza. – Por favor, mírame.

Ella siguió con la cabeza gacha por unos segundos más antes de levantar la vista lentamente, encontrándose con la mirada firme pero comprensiva del castaño.

-Déjame hacerte una sola pregunta… ¿Por qué te cuestionas todo esto ahora? – Él vio como ella se sorprendió por eso. – Nosotros te queremos tal como eres, siendo una máquina o no. Imagino que debe sentirse frustrante no poder sentir de manera física, yo aun siento que este brazo no es mio. – Dijo levantando su brazo derecho, ese que fue arrancado en su pelea contra el Wyvern y reemplazado por uno de dragón. – Incluso si mi cuerpo entero fuera reemplazado a mi no me importa por qué os tengo a todos vosotros. Estos sentimientos que ustedes me generan son más que suficiente para mi.

-Pero… Aun si es verdad que se que todos ustedes son mis amigos y se preocupan por mi no quita que hay algo que jamás podré hacer, algo que sé que es un imposible. – Dijo con pesar mientras se daba vuelta para no encarar al castaño.

El castaño por su parte no le gustaba ver a su amiga en ese estado tan fuera de su yo normal. No verla con su típica energía y alegría… Eso le dolía en el alma. Es por eso que no dudó en abrazarla por la espalda, cosa que sorprendió a la chica.

-¿Y qué es eso Penny? Si está dentro de mis posibilidades quiero ayudarte.

-...¿Importa que lo diga? – Preguntó con su voz quebrada. – Como ya dije sé que es imposible… No importa.

Issei solo apretó su agarre en la androide y ella por instinto colocó su única mano sobre las del castaño.

-Vamos puedes decirmelo. – Dijo de forma suave mientras descansaba su barbilla en la cabeza de la chica. – Nunca sabrás si es posible si no lo intentas. Podrías llevarte una agradable sorpresa. – Sintió como Penny se tensaba, como si estuviera teniendo un debate si en decirle o no.

Siguieron en esa posición unos minutos más que se sintieron como horas hasta que Penny se dio vuelta y colocó su mano en la mejilla del castaño quien estaba por preguntar el porqué de su acción. Pero abrió sus ojos como platos. ¿La razón? Algo muy simple. Penny había sellado sus labios con los suyos y si bien no sentía calor alguno, por razones obvias, de alguna manera era capaz de sentir las emociones de la pelinaranja. Pero antes de que pudiera devolver el gesto esta se separó de él y lo vio con una sonrisa resignada.

-¿Lo ves? Ni siquiera puedo sentir el calor de tus labios. Si ni siquiera puedo hacer eso, ¿Cómo podría darte hijos? – Ella la vio con suma tristeza. – No importa cuánto te amé, yo no puedo darte lo que mi amiga Ruby y las demás pueden. Lo mucho que puedo hacer es servirte como muñeca sexual…

Dijo eso soltando una risa amarga y estaba apuntó de irse para dejar el tema. Pero no pudo moverse debido a que Issei se lo impidió y estaba por preguntar el porque cuando esta vez ella fue la terminó con sus labios sellados por los del castaño. Eso casi le provocó un corto circuito en su procesador y cuando el castaño se separó ella lo vio sin entender el porqué de su acción.

-¿Responde eso a tu pregunta? – Mencionó dando una pequeña risa por el rostro de confusión de la pelinaranja.

-¿Eh? Pero… ¿¿Eh??

-Penny… No me importa que no puedas darme hijos. Con saber que eres feliz es más que suficiente para mi. – Dijo mientras acariciaba la mejilla de la chica. – Así que por favor, deja de pensar así. Como dije, todos te queremos tal como eres… Yo te quiero tal como eres.

-...¿Lo dices enserio? – Preguntó mientras su mirada mostraba miedo junto a duda, pero también podía detectar esperanza. – ¿Realmente estas bien con estar con alguien como yo? Ya te lo dije, no puedo tener sensaciones como el resto y sobre todo nunca podré darte un hijo. ¿Estás seguro que no te importa?

-Tus emociones son más que suficientes Penny y también no me importa que no puedas darme hijos. Davs y Aile tampoco pueden y aun así quiero pasar el resto de mi vida con ellas… – Tras decir eso acercó su rostro al de la pelinaranja. – Y quisiera lo mismo contigo, por eso… ¿Querrías ser mi novia Penny Polendina?

-Yo… Eso me encantaría amigo Issei… No, mi amado Issei. – Respondió Penny con una sonrisa radiante mientras abrazaba al castaño y dejaba descansar su cabeza en su pecho.

-Jejeje. Esta es la Penny que conozco. – Dijo con alegría mientras devolvía el abrazo. – Solo espero que las chicas no me maten por esto. Contigo ya hice tres novias nuevas.

Issei río de forma nerviosa al decir eso, estaba seguro que lo van a matar… En el mejor de los casos, en el peor… Mejor no piensa eso y se concentra en la chica que tiene entre sus brazos.

-¿Quién es la otra? – Penny preguntó mientras su mirada se tornaba seria.

-Bueno… – Trago saliva ante la mirada de Penny.

-¿¡No será Sienna verdad!? – Ella prácticamente pegó su cara a la del castaño.

-¿¡Qué!? ¡Claro que no! – Se apresuró a negar la acusación, aunque Penny lo miraba sin creerle. – ¡Te digo la verdad! ¡Ni la he visto el día de hoy!

-¡Pero ella te beso! – Penny lo vio de manera acusatoria. – ¡Incluso para mí no son desconocidos los encantos de las milfs!

-¿¡Quien demonios te enseñó eso!? – Preguntó algo sorprendido de que Penny supiera ese término.

-Mi amiga Neo.

-...Tendré que hablar seriamente con ella sobre no envenenar las mentes inocentes. – Se llevó una mano al rostro mientras soltaba un gruñido.

-¡Ese no es el punto! – Penny gritó mientras tenía un puchero que la hacía ver más tierna. – ¿¡Quien es la otra con la que entablaste una relación sentimental!? Se que una se trata de Kuroka.

-Creo que hablas de mí…

De repente Ciel apareció al lado de ambos, viendo la escena con una sonrisa nerviosa. Penny por su parte parpadeo un par de veces mientras veía a la ojiazul antes de pasar a ver al castaño.

-¿Cuándo fue eso? – Le pregunto de forma seria a lo que él solo pudo rascarse la nuca de forma nerviosa.

-Esta tarde. – Ciel respondió por Issei. – Digamos que estaba de mal humor y luego de una charla algo… Acalorada terminamos en una relación.

-¿Cómo de acalorada estamos hablando?

-Que grite mucho… Por distintos motivos~.

Ante esas palabras Penny vio con los ojos entrecerrados al castaño que desvió la mirada mientras silbaba.

-¿Sigue intacto el himen de Ciel?

-¡¡¡PENNY!!!

Tanto Issei como Ciel gritaron con sus rostros rojos, aunque era la chica la que estaba más avergonzada por la pregunta de su robótica amiga.

-¿Qué? Es una pregunta lógica. Más teniendo en cuenta el dragón pervertido del que estamos hablando.

-¡¡Si por lo general son ellas las que me provocan!! – Grito excusándose. – ¿¡Qué culpa tengo!?

-De tener un libido muy alto. Estoy segura que si hago esto en poco tiempo estarás de ánimo. – Esto último lo dijo mientras frotaba sus pechos en el pecho del castaño… Ok, no serán tan grandes pero sí que se sienten suaves… – ¿Ves? Solo necesite 5'51 segundos.

-¡No soy de piedra! – Grito llenó de vergüenza, vergüenza que aumentó al ver la sonrisa burlona de Penny… Definitivamente Neo es una mala influencia para ella.

-Puede ser… Pero eso no quita que eres fácil de provocar.

-En eso ella tiene razón. – Ahora era Ciel la que se unía a la charla. – Solo basta con hacer… Esto. – La ojiazul procedió a restregar sus pechos en la espalda del castaño a la vez que le daba una serie de besos en su cuello. Issei se estremeció ante la sensación.

-Interesante. Dejame intentar… – Penny también empezó a besar su cuello y la parte visible de su pecho, sacándole más gruñidos placenteros al castaño. – ¿Te gusta esto amado Issei? ¿Te dan ganas de profanarme?

-¿Quién te enseñó a decir…? Adivino. ¿Neo? – Ciel suspiro al ver como la androide asentía. – Y pensar que es la líder del nuestro grupo… ¿Hm? – Al notar que Issei estaba temblando levemente trató de verlo a la cara y… – Oh vaya… Al final me cambié de panties para nada…

-¿Por qué lo dices Ciel? – Penny preguntó ladeando su cabeza hasta que ella también notó cómo temblaba Issei. – Oh… Entiendo… Bueno creo que es una suerte que haya descargado cierta "información" de internet.

-¿¡Qué te tengo dicho yo de-!? ¡Kya~!

La queja de Ciel no llegó a concretarse al sentir como el castaño le agarraba por la cintura y la cargaba en su hombro, acto que hizo con Penny para después llevarse a ambas hasta la sala que él sabía que había debajo del establecimiento. Una sala de la cual ninguno de los tres salió y solo se podían escuchar los gemidos Ciel y, curiosamente, de Penny. Al parecer si podía sentir algunas cosas…