Salufos a todos en este pequeño rincon del internet,les traemos un nuevo cap de esta historia y bueno...Ya veran como se avanza espero sea de su gusto,sin mas dilación comencemos.
Se puede ver como la familia Arc junto a Lil estaban caminando con rumbo al cuartel de Spider y por la expresión de los adultos de puede ver que estaban hablando de un tema serio.
-¿Estás son todas las bases de White Fang? – Nicolás preguntó con genuino asombro al ver algunos lugares señalados en un mapa del continente de Vale. Después pasó a ver el mapa de Anima que sostenía su esposa. – ¿Estás segura Miss Malachite?
-Así es. La misma Sienna nos facilitó la información. – La rubia corpulenta habló antes de fumar de su pipa. – Nos lo dio todo con lujo de detalle. Desde la ubicación exacta hasta el número de hombres en cada una de sus bases. Tenemos todo en bandeja de plata.
-Yo todavía no me creo que nos haya dicho toda la verdad. – Juniper no dudó en mostrarse escéptica. – Para empezar. ¿Por qué haría tal cosa después de todo lo que ha hecho?
-Tal vez tenga que ver con ese beso que le dio al Sekiryuutei antes que él saliera de su "celda". – La rubia corpulenta dijo con indiferencia mientras por dentro disfrutaba la mirada molesta de la mayoría de las hijas del matrimonio Arc. – Al parecer él puede ser muy… Convincente.
-Bromea. – La matriarca Arc la vio como si creyera que le estuviera tomando el pelo. Pero al ver como Celeste y Jaune asentían mientras las otras cinco sólo fruncían el ceño… – Cielo santo… Y yo que creía que Jaune tenía mano para las mujeres mayores…
-¿Qué tengo que? – El mencionado pregunto con una ceja alzada. – Si apenas puedo hablar con una chica de mi edad mamá, mucho menos con una mujer mayor.
-Niño, una cosa no tiene nada que ver con la otra. Y tengo varias subordinadas que pueden corroborar eso. – Lil mencionó dándole una mirada burlona al decir eso último.
-¿¡Podemos…!? ¿Podemos dejar ese tema por favor? – Vermillon trató de sonar calmada, pero por primera vez en su vida se sentía bastante celosa.
-Si… Solo hablemos de lo que nos dijo esa… Mujer. – Jade estuvo de acuerdo con su hermana e intentó regresar al tema.
-¿Huelen eso…? Creo que son celos. – La sonrisa de la rubia corpulenta se ensanchó al ver como esas cinco hermanas Arc la miraban con intensidad. – Pero bueno, me atrevería a decir que ella nos dijo la verdad. Puedo notar en su mirada que algo cambió dentro de ella… Ay, lo que hace el amor.
Juane y Celeste se apartaron unos pasos de sus hermanas debido al aura de muerte que están desprendiendo mientras que sus padres solo negaban con la cabeza y Lil reía sin pena alguna. Esas 5 son tan fáciles de molestar que casi no es divertido… Casi es la palabra clave.
-En fin. Si realmente esta es toda la información entonces deberemos avisar a las autoridades de Vale nada más romper esta dichosa barrera. – Juniper vio la mencionada barrera con desagrado. Le hacía sentirse como un hámster.
-Así lo haremos querida. También no diremos nada acerca de la ingeniería inversa que lleva a cabo Miss Malachite, tal como quedamos por sus servicios prestados.
-Sé que usted es un hombre de palabra Sr. Arc. Confío en ello. – Lil asintió a sus propias palabras. Aunque podía notar que la familia no parecía del todo contenta por ello. No los culpa, después de todo ese era el pago acordado por la ayuda brindada durante la resistencia. – En fin sigamos discutiendo lo que tenemos que hacer en la base.
Eso era lo mejor. Después de todo durante su charla ya habían llegado al lugar. Por lo que asintieron y entraron al lugar, a lo que sus vistas captaron por el rabillo del ojo la figura del castaño detrás de la barra. Eso no sería tan raro… Si no fuera porque no llevaba puesta la camisa.
-Oh my… – Vermillon, Jade, Lin, Gris y Magenta no pudieron evitar quedarse viendo como idiotas el desnudo torso completamente musculoso y lleno de cicatrices del Sekiryuutei.
-¿Hm? ¡Oh, hola a todos! – Issei se puso nervioso al ver a la familia Arc al completo junto a la líder de Spider. – No esperaba verlos por aquí tan pronto.
-Pues terminamos de hablar con Sienna y veníamos aquí a pensar en nuestros siguientes pasos. – Juane le respondió a su amigo quien asintió en comprensión. – Pero puedo preguntar, ¿Porque no tienes camisa?
-Pues verás…
-¿Y de dónde viene ese olor a pescado? – Celeste preguntó al notar un pequeño rastro de olor similar a dicho animal.
-Eso es por que…
Mientras el grupo esperaba a que el castaño respondiera se pudo escuchar dos risas joviales provenientes de la escalera que llevaba a la sala secreta del lugar. Todos abrieron los ojos al ver aparecer a dos de las integrantes del Team NPC algo tambaleantes, con el pelo revuelto y las ropas desordenadas.
-Oh por mis circuitos, eso sí que fue intenso. – La pelinaranja metió su única mano debajo se su falda por la parte de atrás y pareció subirse algo.
-Y que lo digas Penny. Y por cierto Issei, no es que me queje ni mucho menos pero creo que te pasaste mordiendonos en… – Ciel se quedó hecha piedra al ver quienes estaban allí también.
-¿Qué ocurre Ciel? – Penny cuestiono a su amiga por haberse quedado callada de la nada cuando ella también noto que no estaban solos. – Oh… Ammm… ¿Salutaciones? – Dio un pequeño saludo con su única mano mientras sonreía de forma nerviosa.
Los segundos de silencio pasaron como horas para los tres involucrados mientras veían como el grupo delante suyo parecía procesar la situación. Lil pareció ser la primera ya que agarró con fuerza su pipa.
-Oigan… – Ella comenzó con un tono bajo pero lleno de rabia. – ¡¿En serio tuvieron la poca vergüenza de montarse un trío en MI establecimiento?! – Y terminó rompiendo una mesa cercana de un manotazo para dar más fuerza a su acusación.
-¡¡¡NO!!! – Issei se apresuró a responder con un sonrojo masivo en su rostro. – ¡¡Se equivoca, no es eso!!
-Pero amado Issei, aún si sólo fue juego previo técnicamente sí hicimos-.
-¡¡¡CÁLLATE PENNY!!! – La ojiazul le gritó al ver que solo los estaba hundiendo.
-...Tienen suerte que sean necesarios para acabar con ese Dios loco… – Lil estaba haciendo un esfuerzo sobrehumano para no agregar otro crimen en su larga lista. – Solo… Larguense de aquí antes que pierda la paciencia.
-...¿Puedo ir a por mi camisa y chaqueta primero? – La mirada de la líder de Spider, junto al hecho que se sacó una escopeta de solo Dios sabe dónde, fue respuesta más que suficiente para Issei.
-Oh por favor, relájate Lil. Estoy segura de que tu también lo hiciste en algunos lugares poco privados en tu juventud. – Juniper casi estalla en carcajadas al ver la mirada de muerte que le estaba dando la mujer. – ¿Oh acaso me dirás que fuiste una santa? Por qué hasta dudo que tus hijas te crean.
-¡No metas a mis preciosas gemelas en esto! – Lil estaba a punto de mandar al demonio la tregua que tenía con esta familia cuando escuchó el sonido de una mano abierta golpeando una superficie.
-¡Ya decía yo que su apellido me sonaba de algo! ¡Usted es la madre de las gemelas que trabajan para Junior! – Las palabras de Issei sorprendieron a más de uno, en especial a la mujer quien bajó su arma.
-¿Y tú de qué conoces a mis hijas? – Ella preguntó de manera autoritaria mientras veía al castaño con seriedad.
-Bueno… – Se rasco la nuca en su ya característico tic nervioso y no ayudaba que tanto Ciel como la mayoría de las hermanas Arc lo vieran de forma fija. – Tuve un pequeño altercado con ellas cuando salí con Yang… ¡No les hice nada! – Se apresuró a decir al ver como la mujer cargaba su arma. – Solo peleamos un poco, pero ellas están bien… 'Tan bien como puede estar alguien que le cayó un edificio encima.' – Murmuró esa última parte, cosa que no fue desapercibida por la mujer.
-Muy bien… – Ella dejó descansar su arma en su hombro, cosa que le sacó un suspiro de alivio al castaño. – Entonces supongo que no te importará que las llame una vez se acabe todo esto, ¿Verdad? – Ahí el castaño se puso nervioso de nuevo. – Y claro, si tratas de escapar pues te perseguiré yo misma hasta el fin del mundo.
-...¿No? – Él respondió bastante nervioso. Definitivamente estaba jodido.
-Perfecto… ¡¡¡AHORA FUERA DE MI LOCAL!!! – Los tres jóvenes salieron corriendo ante el grito de la rubia corpulenta que dio un suspiro cansado. – Creo que al fin la edad me está pasando factura…
Mientras Lil parecía haber perdido unos años de vida debido al coraje, cinco de las hermanas Arc veían la dirección en donde se habían marchado los tres. Dieron un suspiro en conjunto, algo que no pasó desapercibido por su madre.
-Vamos hijas no pongan esa cara. – Juniper se acercó a sus hijas y les sonrió. – Ya tendrán más oportunidades para poder hablar con él, sólo tienen que buscar el momento adecuado.
-¿Y cuando se supone que será eso mamá? El siempre está acompañado por alguna de esas chicas leonas. – Magenta se cruzó de brazos mientras hacía un lindo puchero.
-Bueno si no se presenta la oportunidad, pues crearla ustedes mismas. – Dijo con una sonrisa que creció al ver el rostro de confusión de sus hijas. – Vamos no pongan esa cara de duda. Yo sé mejor que nadie que cuando ustedes quieren algo hacen todo lo posible hasta conseguirlo.
-Algo que sacaron de ti cariño. – Nicolás habló mientras se sobaba el puente de los ojos. – Aún recuerdo cómo inició nuestra relación… Con un secuestro.
-¡Hey, no había ni un solo momento en que no estuvieras rodeado de frescas y tu lo sabes! – La mujer no tardó en defenderse. – ¡Y era eso o enviarlas al hospital!
-...Eso explica porque nunca nos quisieron contar cómo se conocieron. – Jade tenía una expresión complicada, misma que era compartida por sus hermanas y hermano.
-El punto es que si realmente les interesa Issei tienen que afrontar las cosas de frente. – Juniper habló a pesar del sonrojo de vergüenza que tenía. – Además como ya mencioné alguna de ustedes ya tienen experiencia con los hombres, así que no duden en usarla.
Las mencionadas con experiencia no dudaron en sonrojarse por las palabras de su madre, pero sacudieron la cabeza y las que no tenían experiencia pusieron una mirada neutra por un momento. Pero al segundo siguiente la mirada de las cinco hermanas ganó una determinación en hacer lo que sea necesario para poder entablar un lazo con el castaño.
Esto se ganó una mirada orgullosa de su madre y un suspiro tanto de Nicolás como de Juane y Celeste. Los tres no pudieron hacer más que rezar por el alma del Sekiryuutei… Saben que lo necesitara.
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En las calles de Mistral podemos ver como el Team RWBY caminaba tratando de despejar sus mentes un poco, ya que no quedaba mucho tiempo antes de que tuvieran que hacerle frente a Loky y a sus nietos.
-Vamos chicas, sé que tendremos un día muy difícil pronto pero sé que podremos salir de esta. – Yang habló harta del silencio y del ambiente algo pesado. – Tenemos a Issei y Vali de nuestro lado y ellos literalmente tienen armas mata Dioses.
-Yang… Si bien eso es verdad esto es serio. – Blake vio a su amiga con cansancio. Sabe lo que intenta hacer y lo agradece pero… – Esta será de lejos la lucha más difícil que hemos tenido. – Dio un suspiro mientras se tomaba un brazo. – La verdad estoy algo asustada.
-No eres la única Blake. – Weiss también se mostró nerviosa. – Hasta el momento sólo hemos peleado con Grimms, criaturas a las que nos entrenaron para combatirlas. Y si bien nos habíamos hecho a la idea de que nos enfrentaríamos a una bruja inmortal más adelante… Está vez hablamos de una deidad. Una entidad que, en teoría, se encuentra muy por encima de todas nosotras.
Yang frunció el ceño ante las palabras de sus amigas. Entiende que esto es complicado por decirlo de una manera, no es tonta… Bueno, no tan tonta. Pero el punto es que no pueden estar con los ánimos hasta el suelo. En eso vio a su hermana que tenía una mirada pensativa.
-¿Qué hay de ti Rubes? – Preguntó a su hermanita quien la vio sin entender qué es lo que dijo. – ¿Tu qué piensas sobre todo esto?
-Oh… Pues la verdad… No se que pensar. – La caperucita bajó la mirada. – Yo en un principio me quise volver cazadora para ayudar a la gente y combatir el mal… Pero con el tiempo me he dado cuenta de que esté mundo no se separa en blanco y negro, sino en una escala de grises. – Ella hizo un gesto algo torpe de cómo era dicha escala, sacándole una pequeña risa a sus amigas y hermana. – Pero aun así mi objetivo sigue siendo claro… Apoyar a Issei. Y si él está dispuesto a enfrentar a un dios para proteger nuestro mundo… ¿Qué clase de novia sería yo si no lo apoyará cuando él siempre estuvo ahí para mí?
Dijo eso con una sonrisa y con una mirada decidida que les sacó una sonrisa a sus amigas. Yang por su parte atrapó a su hermana en un abrazo mientras reía.
-¡Esa es mi hermanita! – Dijo mientras aumentaba la fuerza de su abrazo. – ¡Mirenla hablando de forma tan madura! ¡Aún recuerdo cuando me pedía dormir conmigo cuando tenía una pesadilla!
-¡Yang! – Grito con un gran sonrojo que aumentó al escuchar las risas de Weiss y Blake. – ¡Ya no soy una niña! ¡Y déjame ir que me asfixias!
-Owww~. Yo también te quiero. – La rubia finalmente se apartó de su hermana que tenía un puchero en su rostro. – Pero tienes razón, ya no eres ninguna niña. De hecho, en unos días es tu cumpleaños número 16.
Yang dijo eso con una sonrisa algo nostálgica. No creyendo que su hermanita haya crecido tanto y ella ni cuenta se había dado.
-Es cierto… Con todo lo que ha pasado casi me olvido de mi propio cumpleaños jejeje. – Mencionó con pena mientras se rascaba la nuca en un gesto que les recordó a las otras tres a cierto castaño.
-Han pasado muchas cosas en… Este último año… Madre mía, ¿Tan poco tiempo ha pasado? Yo juraría que había pasado más. – Weiss se llevó una mano a la cabeza, no creyéndose que los últimos acontecimientos han ocurrido en sólo un año.
-No eres la única Weiss. – Blake rio un poco a las palabras de su amiga. – Creo que desde que conocemos a mi Alfa las cosas han estado muy movidas… Pero no las quisiera de otra manera, ya que al final tengo a las mejores amigas que podría pedir.
-Ay Blake… Me vas a hacer llorar…
-Oh por favor Ruby, controlate. – Weiss dijo eso antes de ver cómo la rubia le extendió un pañuelo.
-No engañas a nadie Ice Queen. Ten, le necesitas más que yo.
-...Solo dame esa cosa. – Weiss le quitó el pañuelo a su amiga rubia que tenía una sonrisa algo burlona y procedió a secar sus lágrimas. – ¿Saben? Yo opino lo mismo de todas ustedes y de nuestros demás amigos.
-...Ok, tu te lo ganaste. – Antes de que pudiera preguntar de qué hablaba, Weiss fue tomada en un abrazó por Blake. Abrazo al cual no tardaron en unirse Yang y Ruby. – Os aprecio mucho chicas. No imagináis cuanto.
-*Snif* Nosotras también a ti Blake. – Ruby afianzó su agarre en sus amigas.
-Tienen suerte que esté de humor para un abrazo. – A pesar de tratar de sonar dura, Weiss también tenía una sonrisa en su rostro mientras regresaba el abrazo a sus amigas.
-Jeje, lo que digas Ice Queen. – Yang solo rio un poco mientras sonreía igual que las demás.
El abrazo grupal duró unos minutos más antes que las cuatro rompieran el abrazo. Todas mantenían su sonrisa y había un silencio cómodo entre todas.
-Y bueno Yang. ¿Algo que quieras decirnos? – La mencionada vio sin entender la pregunta de su amiga peliblanca. – Enserio que eres un caso… Me refiero a que te vimos con Raven antes de que las cuatro saliéramos a caminar.
-¡Oh! Eso… Pues la verdad es que va bien. Estuvimos hablando.
-Y entonces… – Blake no era de las cotillas, pero hasta a ella le llamaba la atención cómo estaban las cosas entre Yang y Raven.
-Bueno… Puedo decir que estamos en buenos términos. – Se rascó una mejilla mientras se sonrojaba un poco. – Claro que aún tenemos cosas que resolver y todo eso, pero acepte que esté en mi vida. Aunque eso no signifique que me olvide de Summer… Ella siempre será mi madre y eso nada lo cambiará. – Eso último lo dijo viendo a su hermana quien solo le sonrió.
-No te preocupes Yang, me alegro de que puedas tener a Raven cerca… Me gustaría tener esa suerte también. – Dijo mientras dibujaba una sonrisa triste.
-Lo sé Rubes… Y por eso le haremos pagar a Salem por quitárnosla. – Yang dijo eso con un fuego ardiendo en sus ojos púrpura.
-Ni crean que las dejaremos hacer alguna locura… – Weiss dejó eso con seriedad antes de poner una mirada igual de determinada, con sus ojos azules brillando. – Sin nosotras cerca para cubrirles las espaldas.
-Estoy de acuerdo. – Blake también mostró determinación en sus ojos dorados brillantes. – Somos el Team RWBY. Las cuatro juntas iremos hasta donde sea que nos propongamos.
Ruby paso a ver a sus amigas de una en una, sonriendo de la misma forma que ellas y ganando su propio brillo en sus ojos plata. Así las cuatro chicas siguieron su camino, no notando la figura que salió de un callejón cercano.
-...¿Qué es lo que Raven te habrá dicho para que la hayas aceptado Yang? – Qrow se cuestionó antes de acercar su petaca a su boca, pero antes de darle un tragó la vio y al final la volvió a poner en su cintura. – Sea lo que sea, quiero estar sobrio cuando tenga que escucharlo. – Fue todo lo que dijo antes de marcharse en dirección contraria de a dónde se fueron las cuatro chicas.
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Unas horas después de que fuera echado del local Spider, Issei se encontraba dónde estaban todos aquellos que la familia Arc habían rescatado durante el asalto. Ahora mismo se encontraba ayudando en la cocina que los miembros de la resistencia habían creado para dar de comer a los rescatados.
-Aquí tiene señor, que lo disfrute. – Issei le dio un plato con tortilla y arroz a un hombre algo escuálido delante suyo.
-Gracias… No tengo manera de pagar todo lo que han hecho por nosotros. – El hombre habló con gratitud, a lo que Issei solo sonrió.
-Con que se recupere del todo es más que suficiente para mi. – Él contestó con una sonrisa. – ¿Quiere algo de beber para acompañar? Tenemos agua, algo de cerveza… ¿Le gustan los refrescos? Tenemos unos pocos, aunque están tibios.
-Algo de agua estaría bien, no creo que mi estómago aguante aun algo más fuerte.
-Entiendo. Aquí tiene. – Issei llenó un vaso con agua y se lo dio al hombre que lo tomó y le dio una pequeña reverencia antes de marcharse a comer.
-Gracias de nuevo por tu ayuda Sekiryuutei. – Uno de los miembros de la resistencia se acercó a él. – Toda ayuda es poca ahora mismo.
-No es nada. – Negó con la cabeza mientras sonreía. – Si necesitan ayuda con gusto la daré y es agradable hacer esto. Me muestra por qué luchamos.
-Ojalá ese fuera el caso completamente. – Issei lo vio con duda. – ¿Crees que algunos de los que ayudan no pedirán nada a cambio en el futuro? ¿O incluso ahora? Esto sigue siendo Mistral. – El hombre retrocedió unos pasos al ver la mirada seria del castaño. – Yo solo decía…
-Sé que tiene razón. Soy consciente de hasta dónde puede llegar la mente humana y faunus. – Issei suavizó la mirada al ver a unos niños jugar no muy lejos de ellos. – Al menos no le hicieron nada a los niños.
Dijo eso mientras veía como un grupo de niños comían sin preocuparse de la situación. Al parecer Blake tenía razón sobre Sienna, al fin de cuentas no es tan mala. En eso su mente recordó el beso que ella le había robado junto a la expresión que tenía al preguntar si él iría por ella… Solo él se mete en estos líos.
-Cierto. Aunque si bien es un alivio, no quita que hayan hecho cosas horribles y deberán ser juzgados por ello.
-¿Y los que les hicieron eso antes? – El hombre pasó a ver al castaño con sorpresa. – Muchos de los miembros de White Fang fueron víctimas de esas mismas atrocidades. ¿Pero se hizo justicia para ellos? Lo dudo si se acabaron convirtieron en lo que son ahora.
El hombre vio con asombro al adolescente frente a él. Pensar que alguien tan joven tendría esa peculiar forma de ver el mundo… Tal vez él sea lo que se necesite, alguien que pueda ser capaz de empatizar con ambas partes.
En eso los dos notaron como 5 de las hermanas Arc entraban al edificio y cuando su miradas se enfocaron en el castaño sus ojos ganaron un brillo. El hombre de la resistencia río por lo bajo al reconocer esa mirada, a la juventud. Por su parte el castaño por alguna razón se sintió en peligro.
-Ehm… Creo que será mejor que me-. ¿¡Hmph!? – Justo cuando se dio la vuelta para marcharse, Issei sintió como alguien le tapaba la boca y seguidamente lo redujeron, lo ataron y lo metieron en un gran saco.
-Usted no ha visto nada… – Magenta movió las manos en círculos delante de la cara del hombre con quien Issei estaba hablando antes de seguir a sus hermanas.
-...Definitivamente las mujeres de la familia Arc parecen ser de temer… – Fue todo lo que dijo el hombre antes de regresar con su labor. Aún hay mucha gente que alimentar.
Y mientras tanto con Issei… Ok, este ni siquiera sabía qué pensar. Es decir… ¿Qué probabilidades había de que fuera víctima de un secuestro?
-( Con tu suerte,esto iba a pasar tarde o temprano.) – Era una pregunta retórica Ddraig. – ( Pues igual tienes que admitir que tienen agallas para hacer esto en pleno día, además de que esto me parece divertido.)
-(Eres un miserable hijo de… Espera. Han parado.) – Pensó al sentir que ya no lo movían y lo sacaban del saco para hacer que se sentará en un lugar bastante mullido.
-¿Estás cómodo Issei~? – La voz de Jade en su oído le dio un escalofrío de los buenos.
-Sentimos haber…
-Sido tan rudas pero…
-Realmente deseábamos poder hablar contigo sin que tu harem nos moleste.
Ambas gemelas se disculparon a la vez que revelaban el porqué de sus acciones.
-Oh pues… No hay problema… Supongo… – Issei no supo bien qué contestar. – ¿Pero las cuerdas y la venda en los ojos eran necesarias?
-Bueno si íbamos a secuestrarte teníamos que hacerlo bien. – Magenta respondió como si fuese lo más obvio del mundo.
-Además Mamá nos aconsejó hacerlo de esta manera. – Vermillon sonó un poco apenada al decir eso.
Por su parte el Sekiryuutei no pudo evitar poner los ojos en blanco tras su venda ante esas respuestas… Al parecer la matriarca Arc es muy peculiar.
-Ya veo… ¿Y ahora qué? – Él preguntó en un intento de calmar sus nervios. – Quiero decir, querían hablar conmigo. No tengo problema con ello, es más quería hablar con ustedes desde hace tiempo.
-¿¡De verdad!? – Las 5 hermanas preguntaron con notoria felicidad.
-Claro. Apenas volvimos a cruzar palabra desde que nos conocimos en el local de Spider y después de veros actuar en el día a día tenía ganas de conoceros mejor. – Dijo con una sonrisa sincera.
Las 5 hermanas no pudieron evitar sonrojarse ante sus palabras junto a verlo sonreír de esa manera. Por lo que asintiendo entre ellas Jade procedió a quitar las cuerdas y la venda al castaño quien solo le sonrió por haberlo liberado.
-De nuevo lo sentimos…
-Por ese momento vergonzoso…
-Esta bien Lin, Gris. Se que no lo hicieron con malas intenciones. – Las gemelas sonrieron por esas palabras, además de que el castaño se acordará de sus nombres.
-Bien entonces… Supongo que deberíamos sentarnos y-.
-¡¡Me pido su regazo!! – Magenta no tardó en sentarse en ese lugar, reclamándolo para ella.
-¡Hey! – Las cuatro hermanas vieron con rabia como la menor de ella se acomodaba en su lugar.
-Eto… ¿De que querían hablar conmigo? – Pregunto el castaño tragando algo de saliva al sentir la… Anatomía trasera de la chica. Si bien es alguien de pechos y eso jamás cambiará… No puede negar que al parecer Magenta tiene buenas proporciones.
-Oh pues ya sabes. – Vermillon se sentó a su lado, presionando sus pechos contra su brazo. – Sobre tu mundo de origen, tus aventuras en este mundo… Que clase de chicas te gustan y cuantas pueden estar en tu harem~.
-Ok… No tengo problema de contarles esas cosas pero… ¿Para qué quieren saber eso último?
-Tenemos nuestros motivos. – Contestaron las cinco en unísono sacándole una gota de sudor por la sincronía.
-También queríamos agradecerte por hablar con nuestro hermano. – Jade dijo eso mientras se recostaba en el otro costado del castaño y dejaba descansar su cabeza en su hombro.
-Oh, eso no es nada. Simplemente estaba en el lugar correcto, no es la gran ciencia. – Sonrió restándole importancia al asunto. Después de todo logró hacer un nuevo amigo esa noche.
-Pues igual…
-Queremos agradecerte…
-Por animarlo y ayudarlo a entrenar.
Lin Y Gris lo vieron cada una con una sonrisa dulce y un ligero sonrojo en sus rostros que le hizo pensar que ambas eran realmente bellas.
-No hay problema. Jaune es un buen chico y estoy seguro que llegará lejos. Confío en que será así.
-¿De verdad lo crees? – Magenta lo vio con alegría.
-Desde luego. Como también creo que ustedes lucen realmente hermosas con esas sonrisas y encantadoras al demostrar tal preocupación por su hermano menor.
El no dijo eso sin otra intención que darles un cumplido y ser honesto, ya que él realmente pensaba que eran unas chicas muy hermosas. Pero vio con desconcierto el cómo todas ganaban un masivo sonrojo en sus rostros.
Por su parte las hermanas Arc no podían evitar morirse de la vergüenza ante las palabras del castaño. Ya habían presenciado en una que otra ocasión del don que tenía con las palabras pero ser víctima de este… Era un sentimiento realmente agradable el ver como realmente piensa eso de ellas.
-Realmente no nos lo dejas fácil… – Vermillon dijo mientras se apretaba más a él.
-Si… Solo haces que tengamos más deseos de interactuar contigo. – Jade río entre dientes a la vez que cerraba sus ojos y dejaba que el calor del castaño la envolviera.
-Si continúas diciendo cosas como esas…
-Definitivamente será…
-Muy difícil que nos contengamos.
Lin y Gris dieron un suspiro antes de volver a sonreír, solo que esta vez su ojos tenían un brillo cautivador en estos.
-Estoy de acuerdo con mis hermanas. – Magenta se pegó más al pecho del castaño. – Pero por el momento creo que nos podemos tomar nuestro tiempo. Así que… ¿Podrías contarnos más de ti?
-No veo problema con eso. – Si bien estaba confundido por las palabras de las cinco chicas se puso a pensar en dónde iniciar y decidió contarles un poco de sus días de niñez en Kuoh.
Y durante las siguientes horas el Sekiryuutei procedió a contarle varias anécdotas a las hermanas Arc que no hacían más que escuchar con suma atención mientras hacían preguntas ocasionales o simplemente reían cuando él les contaba algo divertido. Las cinco saben que tienen mucho terreno que abarcar si es que quieren lograr su objetivo… Pero por el momento pueden conformarse con pasar un buen momento con su querido héroe.
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Mientras tanto, en el continente de Menagerie…
-Ammm… ¿Y qué tal lo hice ahora? – Kunou preguntó algo nerviosa mientras miraba expectante a Kali, la cual estaba viendo de manera intensa el ramen de comida que tenía delante. – ¿Lady Kali?
-Hmmm… Buena presentación… Buen olor… Buena contextura de los fideos… – La Faunus gato acercó la comida a su boca y empezó a sorber los fideos. Después de masticarlos un rato y tragarlos volvió a mirar el plato. – Un muy buen sabor con el punto justo de sal y especias.
-¡Entonces…! – La pequeña kitsune la vio con esperanza y la faunus sólo le sonrió ampliamente.
-Enhorabuena pequeña Kunou, dominaste el arte de cocinar.
Kali rio un poco al ver como las colas de la pequeña youkai se movían alegremente.
-Estoy segura que cierto chico quedará encantado cuando llegue a probar tu comida. – Dijo con una sonrisa gatuna que no hizo más que ensancharse al ver como Kunou se tensó por completo y se sonrojaba.
-E-esto no tiene nada que ver con Issei… Solo quise que me enseñara a cocinar porque… – La pequeña kitsune intentaba pensar en una excusa mientras movía frenéticamente sus manos.
-Cariño, no hay necesidad de ocultarlo de mí. Te entiendo perfectamente. – Kali le acarició la cabeza mientras decía eso. – Está bien que quieras tratar de llamar su atención de alguna forma… Aunque conociéndolo como lo hago, lo más recomendable sería ir directo por la puerta grande.
-¿Qué quiere decir con eso Lady Kali? – Pregunto renunciando a su intento de negar que tiene solo un poco de interés en Issei. Aunque se arrepintió de inmediato al ver como la mujer sonreía de forma más felina.
-Muy simple cariño… ¡Qué te declares de manera directa! ¡Y si le puedes robar un beso mejor, más claro es el mensaje!
La mujer no pudo evitar soltar una gran carcajada al ver como vapor salía de las orejas de la pequeña kitsune junto que se sonrojaba hasta las orejas.
-¿Ya estás molestando a la joven Kunou? – Ghira apareció por el arco de la puerta, siendo seguido por Saber y Sun Wukong. – Lamento las molestias causadas por mi esposa.
-Yo… Yo… – Kunou seguía sin ser capaz de coordinar bien sus palabras, cosa que no hizo más que aumentar las risas de la mujer.
-Ya cariño, sabes que no lo hago con malas intenciones. – Kali agitó una mano quitándole importancia a las palabras de su esposo. – Además no pude molestar a Blake con estas cosas, así que déjame divertirme con Kunou. – Dijo eso último mientras abrazaba a la pequeña que seguía hecha un manojo de nervios.
-Denme paciencia… – Ghira solo se llevó ambas manos al rostro mientras daba un suspiro de exasperación… Ama a esta mujer, pero en ocasiones lo vuelve loco.
-Jojojo. Es bueno ver que Lady Kunou actúa como alguien de su edad. – Por su lado Sun Wukong no parecía tener problemas con la actitud de la mujer con la pequeña kitsune.
-Debo decir que desde la llegada de los Youkais a Menagerie las cosas han sido bastante interesantes. – Saber río ligeramente mientras se cruzaba de brazos.
-Ahora que lo mencionas, ¿Qué tal va la conversión de la tierra? – Kali se mostró sería, algo raro en ella pero era por un buen motivo.
-Las cosas han empezado a ir más lentas ahora que nos acercamos a la mitad del continente. Los Youkais trabajan a buen ritmo, pero me temo que no somos suficientes Faunus para cubrirlos. Más ahora que los Grimm parecen haberse vuelto más agresivos. – Saber informó de todo tranquilamente, pero se podía notar cierto deje de frustración en su voz.
-Esas cosas han empezado a notar que se están quedando sin territorio, es normal que se hayan vuelto más violentas. – El Youkai mono habló mientras se acariciaba la barba de manera solemne. – Creo que a este paso tendremos que pedirle ayuda a los Ángeles Caídos.
-Honestamente no quisiera tener que hacerlo, ya bastante nos ayudaron con la reconstrucción de Kuo Kuana. – Ghira habló con algo de frustración.
-No creo que a ellos les importe. A muchos les agrado el ver cómo los recibieron los habitantes de aquí y no debemos de olvidar que muchas nuevas parejas se formaron… Era de esperarse de las caídas. – Sun Wukong dijo eso último con cierto deje de diversión.
-Si… No puedo negar eso… – Saber dijo eso con notable felicidad en su voz… Aún tiene que comprar ese colgante que vio para su cuervita. – Pero cambiando de tema, han llegado buenas noticias desde Vacuo.
-¿De qué se trata? – Kali sonó curiosa. Era raro oír que venían buenas noticias de un reino como Vacuo.
-Al parecer el grupo de amigos de Issei lograron acabar con la organización criminal que asolaba el reino. – El líder de Menagerie comenzó la explicación con una notable sonrisa. – Y con ello desmantelar una red de tráfico de personas, de entre las cuales se encontraban algunos faunus familiares de algunos habitantes de Kuo Kuana.
-¡Esas son excelentes noticias! – Kali no ocultó su alegría y su grito fue suficiente para regresar a la tierra de los vivos a la pequeña Kitsune. – Pero espera. ¿Y qué tal están los amigos de Issei? ¿Todos están bien?
-Jojojo. Por eso no tiene nada de qué preocuparse Sra. Belladonna. Gracias a que Lavinia y la joven Ilia estaban con ellos no hubo bajas que lamentar.
-Eso es un alivio. – Kali soltó un suspiro de alivio. – ¿Entonces eso significa que pronto se reunirán con Blake y los demás?
-Según nos dijeron seguirán buscando un poco más a la Summer Maiden, pero si no encuentran señales de ella en los próximos días se marcharan de Vacuo. – Kali asintió a las palabras de su esposo. – Es bueno ver que las cosas están yendo bien.
-¿Eso significa que Issei vendrá pronto a este lugar? – Kunou no pudo evitar preguntar, pero se sonrojó al instante al ver la mirada de Kali y de Sun Wukong.
-Me temo que todavía no Lady Kunou. – El viejo youkai vio como la chica pareció deprimirse un poco ante esa respuesta. – Una vez que se hayan hecho con la Reliquia del reino de Mistral, se dirigirán al reino de Atlas para conseguir esa Reliquia también.
-Entiendo… – No pudo evitar sonar triste a la vez que sus orejas se doblaban hacia adelante. – Solo me gustaría poder hablar con él, eso es todo.
-Bueno eso sí podemos hacerlo. – Contestó Kali con una sonrisa. – El Sr. Azazel creó una línea segura de comunicación, ¿No?
-Bien visto Sra. Belladonna. Me comunicaré ahora mismo con Azazel para que nos dé acceso a ese canal seguro. – Sin Wukong creó un círculo mágico en su oído, todo mientras la pequeña Kitsune movía sus colas y orejas con alegría.
-Me alegra verte contenta Kunou.
-¡Si! ¡Gracias Lady Kali! – Ella no lo dudó y se lanzó a los brazos de la Faunus gato que se sorprendió por ello, pero no tardó en devolver el gesto.
-No es nada cariño. – Dijo mientras cerraba sus ojos y disfrutaba de la muestra de cariño de la pequeña.
Ghira solo sonrió al ver a su esposa así de feliz y tal vez tenga que ceder en ese capricho suyo… No sería la primera vez que lo hace después de todo. Lo único que espera es que su hija lo vea bien…
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Unos minutos antes, en el reino de Atlas…
-¿Qué piensas de estos diseños Azazel? – Un hombre le preguntó al caído mientras le mostraba lo que parecían ser unos planos.
Dicho hombre era un anciano de piel oscura y cabello blanco corto y calvo con ojos verdes. Su vestimenta consiste en una gorra verde con gafas de forma ovalada, un chaleco rojo sobre una camisa color crema con un corbatín rosa, unos pantalones color mostaza oscuro y unas botas de cuero combinan con su gorra y su cinturón marrón rojizo. Este se encontraba sentado en una silla mecánica con cuatro patas móviles y es de color blanco y verde, con detalles en amarillo.
-A ver… – El caído se acercó para ver dichos planos, los examinó por unos segundos y asintió con una pequeña sonrisa. – No se ven nada mal amigo Pietro. Y eso que sólo es un prototipo.
-Jajaja lo tomaré como un cumplido. – El hombre llamado Pietro rio con fuerza mientras sonreía. – Tengo que decir que trabajar contigo ha sido toda una experiencia.
-Lo mismo puedo decir. Tu visión difiere bastante de la de cualquier otro científico que haya conocido y resulta muy interesante.
-No creo que sea para tanto. Pero igualmente agradezco tus palabras mi buen amigo.
Ambos sonrieron con diversión. En eso el sonido de la puerta siendo tocada llamó su atención.
-Sr. Polendina, Sr. Azazel, les traje algo de café. – Klein habló desde el otro lado de la puerta y pasó a la habitación cuando le dijeron que podía entrar. – Veo que se lo están pasando bien. Sus risas se escuchan desde el comienzo de las escaleras.
-Que puedo decir, amo la ciencia. – Azazel se encogió de hombros antes de tomar la taza que el mayordomo le ofreció. – Por cierto Klein. ¿Cómo van los abogados de Willow con la separación de bienes?
-Jojo pues de maravilla. Si siguen así… ¡Puede que a ese bastardo no le quede ni ese ridículo bigote suyo! – El mayordomo dijo con rabia mientras sus ojos se volvían rojos. Pero tras toser en su mano para recuperar la compostura sus ojos volvieron a la normalidad. – Disculpen mi arrebato.
-No hay nada que perdonar, Klein. – Pietro movió la mano quitándole importancia antes de beber de su taza. – Imagino que tendrás mucho que decirle a ese tipo ahora que no es tu jefe.
-Mejor no me tire de la lengua Sr. Polendina…
Los tres hombres rieron abiertamente por eso. Pero se detuvieron al ver como un círculo mágico aparecía al lado de la oreja del Ángel Caído.
-¿Quién es? Oh hola viejo mono. Es raro que me llames. ¿Ha pasado algo…? ¿El canal seguro que hice para los mocosos? Si claro, dame un momento. – Azazel se sentó delante de una computadora que había allí y empezó a teclear. Cuando se detuvo después de unos segundos se levantó. – Ok ya conecte los Scrolls de los señores Belladonna. También conecté el que recibí hace poco por si acaso… Jajaja no hay problema. Nos vemos. – Dijo antes de cortar la comunicación con el Youkai mono.
-¿Ha pasado algo Sr. Azazel? – Klein preguntó, curioso por la repentina petición.
-Al parecer cierta princesa echa de menos al Sekiryuutei. – Los otros dos hombres alzaron una ceja ante esa respuesta. – Cosas mías. En fin, creo que ya lo tenemos todo listo Pietro. ¿Qué tal si vas a darles algo de envidia a los científicos de Atlas con el diseño del "hermanito" de tu hija?
-Jajaja me parece bien. Espero seguir contando con tu apoyo como lo he tenido hasta ahora.
Azazel asintió a esas palabras con una sonrisa. Mientras veía como el hombre se marchaba en su silla mecánica con Klein siguiéndolo, él sacó de su bolsillo el Scroll que hace unos días recibió de Willow.
No era la primera vez que recibía algún obsequio de alguna mujer en su muy larga vida, pero por alguna razón cuando ella se lo dio y le mostró que ya había agregado su número. No podía evitar las ganas de sonreír y no solo con eso, disfrutaba pasar tiempo con ella ya sea solo compartiendo una taza de café o con ella contando alguna anécdota de su juventud. Y pensar que alguien de clase alta como ella fuese tan aventurera, en su adolescencia. Sin duda ha disfrutado el tiempo que ha compartido con ella.
Dio una pequeña risa antes de guardar el artefacto y decidió que no estaría mal darle una visita a Willow. Después de todo, no se le ocurre una mejor manera para pasar su tarde.
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Mientras tanto, en el reino de Vacuo…
Se podía ver a cierto par de Faunus trotar por las arenosas calles del reino central. Cuando estaban por llegar al lugar donde se quedaban junto con sus otras dos compañeras femeninas disminuyeron la velocidad.
-Ufff… Hacía mucho que no salía tan temprano a correr. Gracias por invitarme, Velvet. – Ilia le agradeció a la castaña mientras deshacía su cola de caballo. Lo sentía algo suelta.
-No hay problema Ilia. Es agradable ir con alguien más en lugar de ir sola. – Velvet estiró los brazos por encima de su cabeza mientras decía eso. – Y deja de mirarme los pechos Ilia. Ya sé que crecí algo en el tiempo que estoy aquí.
-...Apuesto que si fuese cierto pervertido castaño no te quejarías. – Ilia sonrió al ver como Velvet se sonrojaba e intentaba formular alguna palabra. – Además tranquila, solo miro un poco. Eso no es un crimen.
-Ya… – Ella respondió con un puchero, uno que desapareció y fue reemplazado por una sonrisa traviesa al ocurrírsele algo. – Pero dudo que a Coco le agrade que le veas los pechos a otra.
-...Ese es un golpe bajo. – Ilia se cruzó de brazos mientras apartaba su mirada de la Faunus conejo quien sonreía de forma victoriosa.
-Hola, le dijo la sartén a la olla.
La chica esquivó un golpe de la Faunus camaleón que tenía sus "pecas" en color rosa, lo que la hizo reír más. Al final llegaron a la puerta y al abrirla se encontraron con cierta modista que estaba aún en pijama, uno de marca dicho sea de paso.
-*Waaam* Oh, buenos días Vel… Y buenos días a ti Azucarito. – Esto último lo dijo mientras se acercaba a la Faunus camaleón y la veía con cariño.
Ilia por su parte cambio de color mostrándose apenada por la mirada de la modista, pero nada quitaba la sonrisa en su rostro. En eso envolvió a la modista en un abrazo y le dio un beso rápido en los labios.
-Me agrada que seas cariñosa azucarito pero… – Coco se apartó un poco de Ilia que la vio con extrañeza. – Creo que sería mejor que tomaras una ducha primero. Apestas a sudor.
-Oh… Si, buena idea. – Ilia se puso toda rosa al decir eso para después empezar a caminar a donde estaba la ducha. Pero de pronto se detuvo y vio a la modista que alzó una ceja. – Y creo que sería una mejor idea… Que ahorremos agua… ¿No crees Bombón?
-...No veo porque no. – Si bien quedó un segundo muda no tardó en poner una mirada coqueta y caminar con prisa a donde estaba la Faunus camaleón. – Con gusto me gustaría que me laves la espalda Azucarito… Y otras cosas.
Lo único que Coco recibió como respuesta fue ser cargada como princesa por la faunus y ser llevada a una habitación cercana. Todo esto fue visto por Velvet quien tenía un pequeño tic en el ojo.
-Eso, restregarme vuestra felicidad en la cara. Tampoco es como si empezara a sentirme algo urgida, que los viejos "juguetes" de Coco ya no me ayuden y que esté deseosa de reencontrarme con Issei…
-¿De qué juguetes hablas Vel-chan? – Velvet pegó un grito al escuchar una voz detrás de ella. Se giró y pudo ver que se trataba de Lavinia quien la veía con una sonrisa pícara. – Buenos días Vel-chan.
-...¿Cuánto lograste escuchar? – Preguntó mientras un gran sonrojo se apoderaba de su rostro junto que sus orejas se movían de forma frenética.
-Pues… – La rubia se puso en una pose pensativa mientras mantenía su mirada sobre la pobre faunus. – Pues desde que deseas pasar mucho "tiempo de calidad" con cierto castaño cuyo nombre repites muy seguido durante las noches mientras crees que todos estamos dormidos.
Al oír eso la castaña se acercó a un sofá cercano, tomó una almohada que había ahí y la puse en su cara para finalmente gritar a todo pulmón.
-No hay nada de qué avergonzarse Vel-chan. Estás en esa edad.
-Solo deja que me muera de vergüenza… – Velvet por su parte seguía con su rostro oculto tras la almohada. – Dime que solo tú… Ya sabes… Fuiste la única en escucharme.
-Puedes estar tranquila. – Velvet dejó ver parte de su rostro al oír eso. – Cuando empezaba a escuchar tus gemidos colocaba un hechizo anti-sonido en tu cuarto. Estás a salvo.
-Gracias… Qué vergüenza… No sabría con qué cara vería a los demás si me hubieran escuchado. – Finalmente retiró la almohada de su rostro y vio con gratitud a la rubia quien solo le sonrió.
-No hay problema… Solo no esperes que esté ahí para cuando tú e Issei-kun lo hagan. Soy tu amiga, no un ángel de la guarda.
Lavinia dijo eso mientras tenía una mirada seria, a lo que Velvet sólo pudo asentir mientras se encogía en su lugar. La rubia solo soltó un suspiro para luego sonreír.
-Bien entonces. ¿Ahora que me dices si-?
-¡¡Ah~!! – El fuerte gemido que se escuchó salir del baño hizo que Lavinia se detuviera. – ¡¡Oh Bombón, eso es… Ah~!! – Ilia se escuchó bastante contenta con lo que fuera que la modista le estuviera haciendo.
-...¿También le pondrás un hechizo anti-sonido a ellas?
-...No… Lo que haremos es irnos de aquí y si los demás llegan y las atrapan que lo resuelvan ellas.
Fue lo que dijo antes de dirigirse a la puerta siendo seguida por la faunus coneja, la cual se sintió un poco mal por dejarlas a su suerte… Solo un poco.
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Mientras tanto, en el reino de Vale…
-Es tan bueno no tener que hacer ese maldito papeleo del flojo de Azazel. – Penemue exclamó con alegría en su voz.
-¿Era tan malo? – El peliblanco le preguntó con una ceja alzada.
-No te haces idea Shi-kun. – Penemue le dijo a su acompañante mientras gruñía un poco y se llevaba una mano a la frente. – Siempre tenía que estar detrás de ese idiota para que hiciera su trabajo… Una vez tuve que arrastrarlo de su laboratorio después de estar una semana entera encerrado en él.
-...¿Tan así era?
-No… Era peor. De alguna manera siempre se lograba escapar para irse con alguna mujerzuela o con algún experimento loco. ¡Y era yo la que tenía que hacer su parte del papeleo!
-Suena peor que Ozpin… – Shion puso una mirada complicada ya que si bien él sabe que el mencionado termina dándose sus escapadas de vez en cuando y dejándole a Glynda los asuntos administrativos… Ese Azazel parecía estar en otro nivel.
-Si… Al menos no me tengo que preocupar de eso mientras estoy aquí. – Exclamó con una sonrisa brillante. – Y lo mejor es que tengo una buena compañía a mi lado.
-También te considero una buena amiga Penemue.
La mujer sonrió de lado al oír eso. Sí debía de ser sincera, le resultaba extraño tener un amigo del sexo opuesto que no la viera con lascivia por lo menos una vez. Hasta sus antiguos camaradas lo habían hecho alguna vez. Pero tampoco se queja.
Ambos bajaron del Aerobús que tomaron para llegar a Beacon, el cual ya estaba reconstruido. De hecho todo el reino ya había sido reconstruido en su totalidad y todo parecía haber vuelto a su cauce normal… Siempre y cuando no se le haga mucho caso a ese nuevo culto que parece haberse formado alrededor de la imagen de Salem.
-Yo todavía no me creo que esa bruja demente ahora tenga su propia secta. ¿Qué acaso en todos los mundos abundan los locos?
-Así parece Penemue. Así parece. – Fue la respuesta de Shion mientras bajaba del Aero Bus junto con Penemue. – Solo esperemos que Salem no se entere de su existencia, ya que no dudó que podría acabar usándolos a su beneficio.
-Después de todo lo que oí acerca de esa mujer no me extrañaría nada. – La caída asintió y complementó lo dicho por el peliblanco con su propia opinión.
Durante lo que les quedaba de trayecto la pasaron en silencio. Nada más entrar en las instalaciones tomaron el ascensor que los llevaría a la oficina del director, subieron hasta dicho lugar y cuando las puertas se abrieron pudieron ver a Ozpin y Glynda que…
-Oh, Penemue y Shion. Hola. – Ozpin habló con nerviosismo en su voz desde su asiento. ¿Pero por qué motivo?
Pues simplemente porque tenía a la profesora rubia sobre su regazo, sosteniendo con fuerza su corbata con una mano mientras que la otra la tenía en su barbilla. Y sin con eso no fuera suficiente se podían ver marcas de besos por toda la cara del hombre que resaltaban gracias al labial rojo.
-...¿Volvemos en unas horas o así? – La caída pregunta con una sonrisa pícara, sacándole una ligera risa a su acompañante y un ligero sonrojo a los otros dos adultos que se separaron. – Oh no se avergüencen, he llegado a ver a gente hacerlo en lugares mucho menos íntimos.
-Ejem… ¿A qué debemos su visita? – Ozpin se estaba arreglando la corbata mientras que Glynda había dejado el regazo del hombre y se le notaba sumamente avergonzada.
-Veníamos a entregar mi informe sobre los pocos Nightmare que aún quedaban en las zonas circundantes a Vale – Shion abrió su maletín y mostró los susodichos papeles. – Todos fueron cazados con éxito y todo gracias al apoyo de Penemue.
-Oh vamos Shi-kun, no hice la gran cosa. Simplemente apliqué mis conocimientos en magia del sueño que aprendí de una súcubo para facilitar un poco la captura de esas cosas. – Ella dijo mientras movía la mano restándole importancia.
-Dejando a un lado eso de las súcubos… – Glynda se pellizcó el puente de la nariz. – Tengo que admitir que eso ha ayudado a Shion a lidiar de mejor manera con los Knightmares, así que solo nos queda agradecerte por tu ayuda Penemue.
La caída no supo cómo reaccionar en ese momento. No está acostumbrada a que le agradezcan por lo que hace, por lo que solo asintió con una pequeña sonrisa.
En eso el sonido de un Scroll llamó la atención de los presentes. Ozpin llevó su mano a su bolsillo y sacó su Scroll, al parecer era el suyo.
-¿Quién será…? ¡Es el canal seguro que hizo Azazel! – Ozpin se levantó de su asiento. Si alguien está usando este canal quizás…
No lo pensó mucho y abrió el Scroll, entró al canal seguro y a los pocos segundos pudo ver tres pantallas distintas.
- Oh, hola a todos. Espero no interrumpir a nadie. – La imagen de Kali se mostró en una de las pantallas saludando con la mano.
- Me alegra verla de nuevo Sra. Belladonna. Y no se preocupe, aún no empezamos nuestra reunión. – La imagen de Lavinia se mostró en otra de las pantallas.
- Por nuestra parte tampoco estamos ocupados. – En la última pantalla se mostró la imagen de Azazel. – Oh, hola Penemue. ¿Disfrutando de tus vacaciones?
-Sin duda lo hago al no tener que perseguir tu trasero y obligarte a hacer tu trabajo. Es una experiencia realmente gratificante. – Penemue no dudo en decir esas palabras con una sonrisa. Cosa que le sacó una gota de sudor a todos.
-Esto… ¿Puedo preguntar el porqué de esta llamada? – Ozpin prefirió ir al punto de esta reunión casual. – Por un segundo pensé que se trataba de Issei con nuevas noticias sobre la situación en Mistral.
- Lo mismo pensábamos por aquí director. – Velvet habló con cierta decepción de no ver al castaño aún en la llamada, cosa que no pasó por alto para los que escuchaban.
- Llevaba tiempo sin saber de Issei, así que le pedimos al cuervo que nos dejara entrar a este canal seguro. – Kunou se dejó ver en la pantalla. – ¿Aún no llega? Tengo muchas ganas de verlo. – Eso último encendió una alarma en Velvet que la vio con el ceño fruncido.
- Jajaja. Al parecer el mocoso no discrimina con la edad. – Azazel río sin pena haciendo que Kunou se sonrojara de sobremanera.
- Azazel por favor, no avergüences a la pobre niña. – Willow reprendió al caído mientras le pellizcaba la mejilla. – Discúlpenlo. Acaba de terminar un nuevo proyecto con su nuevo socio y está bastante contento.
-Entendemos Sra. Schnee. Después de la última llamada de Azazel sabemos que es alguien… Que disfruta reírse de los demás por decirlo de una manera. – Ozpin dijo mientras se acomodaba en su asiento y escuchaba a Penemue decir idiota por lo bajo.
- Es por eso que sigue soltero.
- ¡Ya vale con eso! – El caído gritó mientras miraba a Lavinia, la cual sólo se puso a silbar.
- Disculpen… – La voz de Kunou llamó la atención de todos. – ¿Y exactamente cuando podré hablar con Issei?
- Mejor ponte a la cola pequeña. – Velvet sonó sería al decir eso. – Actualmente estamos todos en medio de una misión importante. Las charlas interpersonales pueden esperar.
Ambas chicas se vieron a los ojos de manera sería. Algunos incluso juraron ver a un gran conejo marrón mirando desafiante a un gran zorro rubio.
- Dejando a un lado que ese tal Issei parece ser un imán para las mujeres. – Ozpin se vio con la sorpresa de ver a Theodore en la pantalla de Vacuo. – ¿No les parece raro que aún no se haya conectado él o alguno de los que se supone están con él?
- A lo mejor esta demasiado ocupado desnudando a más chicas por ahí. – Una voz femenina se escuchó en la pantalla de Vacuo y esta sonaba con desagrado.
- Ya superalo Octavia, solo fue un accidente. Aunque bien merecido que te lo tenías por siempre burlarte de los demás. – Otra voz se escuchó de fondo, pero está defendió al Sekiryuutei.
- ¡Tú a callar Arslan! ¡A ti no fue a la que dejó en ridículo en televisión!
- Como dije, ustedes se lo buscaron…
-¿Esos son los del Team NDGO y ABRN? – Glynda preguntó mientras seguía escuchando como ambas chicas seguían discutiendo. – ¿Acaso le contaron sobre la misión de Issei y los demás? – Pregunto de forma seria mientras veía tanto a Velvet como a Lavinia.
- No es que tuviéramos elección. – Lavinia habló con calma. – Todos ellos nos vieron usar magia durante el asalto final que llevó a cabo The Crown. Pudimos haberles borrado la memoria, pero pensé que lo mejor sería tener más personas luchando a nuestro lado. No podemos depender únicamente de los dragones.
-Eso… Tiene sentido. – Glynda no pudo hacer más que darle razón a la otra rubia. – Dejando eso de lado" ¿Cuanto más tardara esto Azazel? – Le pregunto al Caido no pudiendo evitar sonar preocupada. Algo le decía que Issei y los demás estaban en problemas
- Pues como bien dijo el tipo de armadura extraña.
- ¡Hey!
- Ya hace rato que deberían haber contestado. – Azazel se llevó la mano al mentón en un gesto pensativo. – Dadme un momento.
Todos vieron cómo Azazel creó un pequeño círculo mágico en su oído. A medida que pasaban los segundos, el rostro del caído iba adquiriendo un semblante de preocupación cada vez más notorio. Cuando el círculo desapareció de su oído…
- ¿Y bien? ¿Qué pasa cuervo?
- ¿Qué ocurre Azazel-sama?
Tanto Sun Wukong cómo Penemue preguntaron algo inquietos ante la expresión mortificada del caído.
- No logró contactar con ninguno de los mocosos… – Exclamó con una expresión seria en su rostro. Eso impactó a casi todos y los alarmó de la misma manera, aunque era Glynda la que se notaba más preocupada.
- ¿¡Qué se supone que significa eso Azazel!? – Willow agarró por los hombros al hombre y lo hizo mirarla, notando la preocupación en sus ojos. – ¿¡Qué le ha pasado a mí hija!?
- ¿¡Y Blake!? ¿¡Qué está pasando Sr. Azazel!? – Ghira apareció en la pantalla mientras su esposa tenía las manos en la boca y parecía contener las ganas de llorar.
- Por favor calmaos. Todos. – Azazel agarró a Willow por los hombros en un intento de calmarla mientras miraba a todos por el Scroll. – Aún tenemos un método para comunicarnos con ellos.
-¿De qué se trata Azazel? – Ozpin vio al hombre con atención.
- Penemue, llama a Tannin. Y tú viejo, llama a los demás. Usaremos el Dragon Gate. – Azazel habló con seriedad, casi pareciendo que estaba dando una orden.
Sun Wukong asintio y desaparecio de la llamada -Dicho y hecho. – Fue la respuesta de Sun Wukong.
-A la orden. – Contestó la caída mientras formaba un círculo mágico en su oído. – Tannin-sama, lo necesitamos en nuestra posición actual. Venga aquí lo antes posible y que sea en su forma reducida.
- ¿Qué es eso de la Dragon Gate? – Fue la pregunta hecha por Velvet mientras seguía con una expresión preocupada.
- La Dragón Gate es un círculo mágico exclusivo de los Dragones. Y está permite convocar a otro Dragón. – Azazel comenzó a explicar mientras trataba de mantener a Willow tranquila. – Si bien otra persona puede dibujar la insignia de Dragon Gate, sólo responderá cuando haya un dragón cerca. Requiere 3 o más dragones poderosos para convocar a la fuerza a otro dragón.
Todos asintieron en entendimiento y les parecía asombroso que algo así existiera. Y fue en ese momento en que un circulo magico de color violeta apareciera en el suelo y a los segundos la figura reducida de Tannin aparecio, sorprendiendo a los que lo veian por primera vez.
- ¿En serio no tienen noticias del Sekiryuutei y de los demás? – Tannin no perdió tiempo y preguntó para confirmar la situación.
-Me temo que eso es cierto. Ya llevamos un tiempo intentando comunicarnos con Issei y los demás. – Ozpin fue el que respondió mientras abrazaba a Glynda en un intento de hacer que se calme.
- Lo que es preocupante considerando que sabemos que el mocoso no es débil al igual que su grupo. Sumado a que Vali también se encuentra con ellos… – Azazel continuó explicando la situación al Ex-rey Dragón que asintió.
- Entiendo. – Contestó mientras dibujaba en el amplio suelo de la oficina un extraño círculo con varios círculos más pequeños y en blanco a su alrededor. – ¿Cómo van los otros?
- Dicen que ya están listos. – El Youkai mono habló con seriedad, a lo que Tannin asintió.
En eso vieron como los círculos más pequeños comenzaron a brillar de un color diferente cada uno. Siendo estos Rojo, Blanco, Violeta, Azul, Verde, Gris, Negro y Dorado siendo los círculos Rojo, Blanco y azul los que brillaban con menos intensidad. Al cabo de unos segundos cuatro de los Reyes Dragón aparecieron, cada uno sobre el círculo de su color.
- ¡Hola a todo el mundo! – Yu Long saludó con su típica energía.
- Céntrate idiota, esto es algo serio. – Vritra miró con intensidad al Rey Dragón verde. – ¡Lo mismo va para ti Midgardsormr! ¡Mantente despierto!
- Ya se… Ya se… – El Rey Dragón gris respondió sin mucho ánimo, sacándole un gruñido de exasperación a Vritra que se veía a punto de cometer una barbaridad.
- Centrense idiotas. – Fafnir habló antes de ver los círculos rojo y blanco. – Los círculos de Ddraig y Albion brillan, por ende sus portadores siguen vivos.
- Y si ellos siguen vivos entonces sus compañeros muy seguramente también.
Las palabras de Tannin parecieron calmar en algo la preocupación de los presentes, en especial a las madres.
-¿Pero entonces por qué no logramos contactar con ellos? – La pregunta de Shion era más que apropiada.
Pero antes de que alguien pudiera contestar el círculo azul comenzó a brillar con más fuerza. A los pocos segundos pudieron ver aparecer la figura de un enorme dragón azul.
- Oh, así que eran ustedes.
- Me sorprende que hayas contestado Tiamat. – La sorpresa en la voz de Tannin era notoria. – ¿Y qué quieres decir con eso?
- Pues esperaba que fuera el portados de Ddraig con el nuevo tesoro que me prometió. – Ella respondió mientras parecía encogerse de hombros.
- ¿Nuevo tesoro? – Los demás dragones la vieron con una "ceja" alzada.
- Para hacerla corta, él me prometió darme cuatro tesoros a cambio de que no lo hiciera mi almuerzo.
-¿Qué clase de tesoros? – Ozpin preguntó teniendo una ligera idea de a qué se refería.
-¿¡Y cómo es eso de que Issei sería tu almuerzo!? – Glynda, Kunou, Velvet, Willow y Kali preguntaron estando entre asustadas por el destino del castaño y molestas por la declaración de la tal Tiamat.
- Tienen mucho valor como para hablarme así… – La Reina Dragón miró con intensidad a las mujeres que le levantaron la voz. – Y en cuanto a los tesoros creo que los llamó… Reliquias Divinas o algo así.
-¿¡Que él le prometió que!? – Ozpin gritó mientras golpeaba el escritorio con sus manos. – ¿¡Enserio le dijo que le daría las reliquias!?
- Es eso o dejarse comer. No sería la primera vez que devoró vivo a un poseedor de ese imbécil de Ddraig. – Ver cómo la dragona se relamía los colmillos al decir eso le sacó un escalofrío a más de uno. – Sin embargo parece ser que él y el portador de Albion están teniendo problemas en ese reino humano.
- ¿Qué quieres decir con eso Tiamat? – Vritra le preguntó a su congénere quien solo puso una expresión aburrida.
- Al parecer después de haber vencido a un ser con el poder promedio de un demonio de Clase Suprema, fueron encerrados en el reino con una barrera bastante poderosa.
- ¿Y quien levantó esa barrera? – Fafnir preguntó, recibiendo un encogimiento de hombros de la dragona.
- Ni idea. Pero si tengo una cosa clara. – Ver cómo la Reina Dragón azul ponía una mirada seria tenso a los que no eran dragones. – Definitivamente es un dios. Uno de rango menor, pero un dios en toda regla.
Un silencio sepulcral se apoderó de todos los presentes, siendo los habitantes de Remnant los que estaban más sorprendidos por la revelación. En cuanto a Sun Wukong, Azazel, Penemue y los demás Reyes Dragón estaban tratando de analizar las palabras de la Reina Dragón.
- Eso es algo… Preocupante cuanto menos. – Fafnir fue quien logró salir de la conmoción inicial. – Según recuerdo lo que nos mencionaron de este mundo es que solo hay dos deidades y ninguna está aquí. ¿Cierto?
-Si… – Ozpin cayó pesadamente en su silla. – Solo vendrán cuando las cuatro Reliquias Divinas se junten… Eso fue lo que me dijeron…
- ¿¡Pero entonces cómo puede haber un dios aquí!? – Yu Long no se veía muy contento que digamos al decir eso.
- De la misma manera que nosotros. – Las palabras de Tiamat hicieron que todos pasarán a verla una vez más. – Si nosotros logramos salvarnos y llegar a este mundo, ¿Qué nos asegura que otros no hicieron lo mismo?
- Ella… Tiene razón. – Azazel se mostró pensativo. – Incluso Kokabiel logró llegar aquí. La idea no es descabellada.
- Pero… ¿Seguro que no existe nada que puedan hacer? – Kali preguntó mientras tenía a Kunou entre sus brazos. Ambas se miraban sumamente angustiadas.
- Podríamos tratar de invocar a los portadores de Ddraig y Albion… Pero si ellos no han tratado de contactar con nosotros por aquí debe ser por algo. – Tannin apretó las garras con frustración. – Me temo que… Solo nos queda esperar…
Esas palabras provocaron varias reacciones distintas. Unos no estaban de acuerdo con eso, otros se sentían impotentes y algunos lloraban en silencio. Lo que empezó como una petición inocente de una niña se había tornado en una maldita desgracia.
