Saber que deben de ver lo que sería de verdad lo que marcó esa parte de la historia, los hizo prestar atención.

¿Qué podría ser para que la misma Jinn diga que él perdió todo?

La imagen empezó a mostrar lo que era un poblado que estaba rodeado de árboles.

6 años habían pasado desde que el reino cayó. Himmel con los demás supervivientes siguieron sus vidas, con sus subidas y bajadas. El hombre estaba viendo como su sobrina de 14 años estaba jugando con un gato que había encontrado a las afueras del pueblo.

Todos habían seguido sus vidas, hasta él… Las peleas ya no eran lo que seguía. No es que esté tan fuera de forma, pero ya no entrena como antes.

Siente que puede dejar de pelear al fin.

-Parece que está rehaciendo su vida para bien. – Fueron las palabras de Nicolás que veía todo con una pequeña sonrisa.

-Incluso parece más calmado. Supongo que este tiempo ayudó a que Skeith se calme un poco. – Celeste pudo ver en la mirada del hombre un poco de calma, más de la que tenía antes al menos.

Los demás asintieron a esas palabras.

Se giró y vio como Charlotte, que ahora era su esposa, se le acercaba. Ella sonrió al ver como él estaba mirando a su sobrina, siempre era esa mirada que tanto le gusta ver.

- Sabes que ella no está en peligro.

-Lo sé. – Solo deseo estar seguro…

La mujer rodó los ojos, dado que sabe lo protector que era Himmel con Aura, pero era de esperar. Ella era el último recuerdo de Lavenza para él. No es que lo pueda culpar tras todo lo que han pasado.

Ella sentía que su felicidad era completa o al menos en su mayoría, ella deseaba darle un regalo más a su esposo. Se lo merece… Y siente que lo ha logrado. Esperaba darle pronto la noticia.

-¡Oh! – Fue la exclamación de la mayoría de las mujeres al ver la sonrisa en el rostro de Charlotte.

-¿Qué les pasa a ustedes? – Qrow levantó una ceja al igual que la mayoría de los hombres. Pero esto le ganó un golpe en la cabeza de parte de su hermana. – ¡Hey! ¿¡Qué fue eso!?

-Por idiota. – La mujer solo vio con molestia a su hermano quien la veía igual.

-Ains, hombres. Siempre son unos despistados. – Juniper se cruzó de brazos y vio con fastidio a su esposo. – Y tú… ¿Cómo diablos no reconoces esa mirada?

-Yo… – El rubio mayor pensó en lo que podría ser, casi se podían ver los engranajes moviéndose en su cabeza.

-Por el amor de… Hasta yo lo veo y eso que no pase por eso. – Tiamat se sobaba las sienes en un intento de mitigar la migraña.

-Hombres. – Volvieron a decir en sincronía haciendo que todos los hombres den un suspiro de resignación.

Un día, Aura dijo que ya no sabía donde estaba Mia, su gata, por lo que le pidió a su tío que la vaya a buscar. Justo ese día solo estaban en el pueblo Charlotte y la niña, por lo que no le gustaba la idea de alejarse tanto. Pero…

- Ve. Sabes como adora a esa gatita. – Su esposa lo miró con comprensión. – Anda, no tardes. Que deseo darte una buena noticia.

-Debe de ser buena para que estés brillando.

-Lo es.

Alzó una ceja al ver como su esposa le sonreía, pero le quitó importancia. Se despidió de las dos para ir por esa gata. Lo que hace por su sobrina.

-Ese tipo realmente es denso… – Lavinia se pellizcaba el puente de la nariz. – Sin duda es la vida pasada del Issei de ese mundo…

-¡Hey!

-¿Podrían ya decirnos de qué hablan? – Vali ya empezaba a exasperarse. ¿Realmente era para tanto como para que ellas se pongan así?

-Descubridlo ustedes idiotas. – Celeste vio con molestia al Hakuryuukou quien solo se llevó una mano al rostro.

Era oficial, todas las mujeres están locas y es imposible lidiar con ellas.

-Y ustedes son unos idiotas insensibles.

Nuevamente todas las mujeres hablaron en sincronía sacándole una gota de sudor a todos los hombres. ¿Ahora leen mentes?

El hombre caminó buscando a la gata, hasta que…

- Esta sensación… No puede ser. Hasta Skeith lo sintió. Es…

Se giró, vio a Mia la gata y esta pareció verlo. Poco a poco su cuerpo empezó a mutar y tomar la forma de una mujer con dotes de gato sobre una flor, creando un espacio cerrado para ellos.

- Skeith… Es bueno verte. Parece que yo, Macha, deberé de matarte.

Himmel invocó su armadura y se puso en guardia, sintiendo que esto no será sencillo… No ha peleado en años como se debe. Esto era malo.

-Eso… No me lo esperaba. – Kuroka vio con sorpresa como aquel pequeño gato se convirtió de la nada en una de las fases de la Onda. – Pensar que tenían al enemigo tan cerca nya.

-Cierto. Ahora sólo espero que Himmel logre ganar aún tras tanto tiempo sin pelear.

Todos asintieron a las palabras de Raven quien veía con atención la batalla entre el Rey Supremo y la sexta fase de la Onda al igual que los demás.

Macha fue difícil por su uso del veneno y por no haber peleado en años, pero el ente lo miró y…

- Algo está naciendo, algo se acerca a este mundo. Y dudo que los seres de este mundo le hagan frente. Mi mente recuerda poco, solo sé que somos un mundo que estaba muriendo. Y esa cosa nos ha seguido. ¿Crees poder hacerle frente? Él la miró con seriedad. – Humano raro. Pero tengo interés de ver… Si puedes cambiar el destino de este mundo. Muy bien, toma mis poderes, los necesitarás. Rey Supremo…

No creyó que ella lo dejaría tomar sus poderes, porque veía que quizás él era la mejor posibilidad.

- Debemos recuperar forma Himmel. La paz se acabó si es que deseamos estar listos para esto.

Lo sabe… Y eso le molestaba un poco.

-Eso no me gusta nada… – Jade se vio algo preocupada por las palabras de Macha. – Al parecer algo está buscando a Skeith y a los demás.

-Y sea lo que sea, parece que es muy poderoso. – Weiss tuvo un pequeño escalofrío al pensar en las palabras del ente. – ¿Hmm? ¿Te pasa algo esposo mío?

Lo dicho por la heredera llamó la atención de los demás quienes pasaron a ver al castaño, el cual tenía una mirada muy sería.

-...Llámenlo intuición… Pero tengo el presentimiento de que algo está por pasar… Y no será agradable.

Todos se vieron entre sí con un poco de preocupación filtrándose en sus miradas.

Caminó de regreso a casa, cansado, herido y aun con veneno recorriendo por sus sistemas. Ya casi no veía, sus sentidos le fallaban. Solo quiere regresar y descansar… Y hablar con Charlotte de esto.

Que cuando entró al pueblo…

- ¡Himmel cuidado!

No notó el como algo lo atacó y lo mandó al suelo. El como su cuerpo temblaba por el dolor. Alzó la mirada como pudo y lo vio…

-Ares… – El Dios que derrotó hace años, estaba ahí. Y parecía listo para la venganza.

Todos fruncieron el ceño al ver de nuevo al Dios griego de la Guerra, esperaban que hubiera aprendido la lección y no volviera a mostrar su rostro… Al parecer no fue el caso.

-Sabía que tendrían que haber acabado con él. – Weiss no se mostró nada feliz de ver a ese tipo de vuelta con la clara intención de vengarse.

-Ahora la pregunta es… ¿Qué pasará ahora? – No sabía por qué, pero algo dentro de Blake le decía que la respuesta… No sería del agrado de nadie.

El dios había venido para vengarse de él, Charlotte estaba con Aura, quien estaba creando un domo mágico con un anillo que tenía en su mano…

Un Sacred Gear… Un objeto creado por ese Dios Hebreo. Su sobrina tenía uno…

-¿Eh? – Fue lo más inteligente que salió de la boca de Vermillon al ver eso. – ¿Ya existían esas cosas en esa época?

- Desde luego. – Jinn apareció ante todos. – Los Sacred Gear llevan existiendo desde hace tiempo, aunque se podría decir que el que tiene Aura es de los primeros.

-Así que… ¿Ese Elohim ya empezaba a ayudar a los humanos?

- Así es, de hecho en esa época comenzaba a ganar fuerza en el mundo. Cosa que no agrado a otras deidades pero no podían hacer nada ya que si bien no era el Dios más fuerte, tenía sus… Recursos para amedrentar a los demás. Después de todo nadie ha podido recrear sus creaciones y eso que la han estudiado por milenios.

Todos asintieron en entendimiento antes de volver a poner su atención en el relato, no sin antes pensar que el Dios bíblico era una existencia interesante.

El dios le dijo que cuando supieron su derrota en el Olimpo se volvió el hazme reír de todos, por lo que no iba a dejar que esto quede impune. Que lo haría pagar por su humillación, que lo mataría lentamente.

Himmel maldijo todo, su duda trajo… Debió matarlo… Debió hacerlo…

-Solo esperemos que ese sea su único arrepentimiento. – Issei podía sentir que ese mal presentimiento que tuvo se hacía más fuerte y no era el único que empezaba a tener ese presentimiento.

El dios lo torturó unos minutos, a la vez que Himmel estaba tomando fuerzas que le quedaban. Debe de al menos proteger a su esposa y su sobrina, tiene que hacerlo.

Sacó su espada y la alzó al saber que un ataque venía. Pero en eso oyó el sonido de la carne cortarse y algo caer sobre él. Un calor y un olor que él conocía muy bien, así como el olor de la sangre.

-Charlotte…

Su visión pudo al fin ver que era su esposa la que recibió el ataque del Dios… Lo había protegido… Y ahora ella…

-Mierda… – Issei maldijo mientras veía lo ocurrido con horror, tristeza y furia mientras su mente le jugaba una mala broma y se imaginaba en el lugar de Himmel.

Sintió como agarraban sus dos manos y pudo ver que se trataban de Ruby y Blake quienes también estaban conmocionadas por lo que acaban de presenciar.

- {Ese Dios acaba de firmar con sangre inocente su sentencia de muerte.} – Albion ya podía ver el destino de la deidad. Y no duda que sufrirá un dolor más allá de lo imaginable.

¡¡¡NO!!! El grito de Skeith se oyó y Himmel sintió al ente salir de él con su nueva forma. ¡¡¡BASTARDO!!!

Ares no pudo reaccionar por el miedo de ver a esa cosa, Skeith se lanzó sobre él y lo atrapó con su mano para azotarlo al suelo y empezar a dejarlo marcado con sus garras, dado que el dolor de Himmel era el suyo, así como su tristeza.

Y ese Dios le había quitado lo único que lo hizo feliz.

Pero su ira despareció al oír el llanto de Aura, se giró y vio como ella lloraba al lado de Himmel que sostenía en sus brazos a una moribunda Charlotte.

Ares aprovechó eso para huir, pero el miedo había sido marcado en él… Skeith sabe que puede matarlo luego. Había algo más importante ahora…

-¡¿Qué acaso ese miserable no se va a morir nunca?! – Vernal vio eso con pura rabia. Poco le importaba que fuera un Dios, ese tipo merecía la muerte.

-No es más que un cobarde. – Raven apretó sus puños al ver como la deidad escapaba.

Nadie dijo nada, pero tenían que darle la razón a la Maiden. Pero no podían hacer nada que no fuera ver con tristeza el cómo la vida parecía volver a quitarle algo a Himmel.

Llegó con su otro yo, se le veía incrédulo de que le estaba pasando ante sus ojos. De que Charlotte…

-¿Por qué…? No debías hacerlo… Yo…

-En las buenas… Y en las malas… ¿No juramos eso…? – Charlotte le sonrió a su esposo quien tenía lágrimas en los ojos. – No… No hubiera soportado verte morir… Eres todo para mí… No hubiera podido.

-Yo… Tú también lo eres… Yo… No puedo…

-Podrás… Debes… Tú no debes morir… Aún tienes una misión… Siempre lo supe… Que vivir en paz para ti… Era imposible… Tal vez… esto sea lo mejor… Nosotros, hubiéramos sido una carga…

Y él lo entendió cuando ella puso una mano en su vientre… No…

-Lo siento… Quería decírtelo… Quería que fuéramos felices… Pero la vida te tiene otros planes Himmel… A ti y Skeith… Ustedes… Deben vivir… – La mujer vio al ente quien a pesar de su inestabilidad, se mantenía viendo todo. – Cuídalo… No dejes que haga estupideces… – Skeith asintió sin dudar. – Aura… No llores… Crece, sé fuerte como lo fueron tus padres… – La chica asintió varias veces en respuesta. – Himmel… Te amo… Siempre lo haré… Hasta el fin del mundo… Sé que lograrás grandes cosas… Lo sé… Así que… No llores… Todo va a estar bien…

-Charlotte… Te amo… No te vayas... No me dejes… – La mujer acarició la mejilla de su esposo para luego sonreírle y cerrar los ojos… Para no volver a abrirlos. – Charlotte… – Himmel abrazó el cuerpo sin vida de su esposa y lloró en silencio, maldiciendo una y otra vez su propia debilidad.

Skeith vio a su otro yo llorar, a la niña… Y él sintió algo salir de sus ojos… Con que esto era el dolor… El dolor de la pérdida… Era horrible.

Ahí los hombres entendieron lo que querían decir hace unos momentos… Eso solo hacía la situación más trágica ya que Himmel no solo perdió a su esposa… Si no que nunca pudo conocer a su hijo.

-Eso no debía pasar. – Velvet tenía lágrimas en su ojos junto que sus orejas estaban gachas. – Y justo ahora parecía feliz.

-Sabía que los mundos podían llegar a ser crueles… Pero esto es… – Raven sintió como unas pequeñas lágrimas se le escapaban.

- [Este parece ser otro punto de inflexión para Himmel… Este parece ser el verdadero punto de partida para su leyenda.]

Todos le dieron la razón a Ddraig, pero no quita que les parezca cruel que alguien tenga que pasar por esto… Simplemente no era justo.

Himmel estaba en un lago, la cremación de su esposa acabó. Aura estaba a su lado, se le veía triste.

-... ¿Te vas? – Él asintió. – Quiero ir contigo…

-No. No… Aura, tú mereces más que… Lo que te puedo dar. Estarás bien con los demás, ellos te cuidarán. Yo debo hacer algo más. – La niña lo miró con los ojos llorosos. – Ten. Esto es algo que tu madre y yo teníamos. Que no importa lo lejos que estemos, siempre estaremos juntos. Y te digo lo mismo. Siempre estaré contigo.

Aura abrazó a su tío y él devolvió el gesto.

-Te quiero tío Himmel…

-Y yo a ti, Aura… Recuerda. Aunque no nos volvamos a ver… Ten en cuenta que siempre compartiremos el mismo cielo… Siempre. – Aura asintió a esas palabras y Himmel sólo pasó a ver el cielo nocturno… Esa noche, su vida cambiaría para siempre.

- Tal como dije. – Jinn apareció con una expresión triste. – Pierde demasiado para lo poco que recibe.

Himmel caminaba lejos del pueblo que él y su esposa erigieron, su armadura negra ahora era más detallada. Ahora iba de camino a un desierto…

- ¿A dónde vamos?

- A donde nos lleve el viento… El infierno de ser necesario. ¿Me acompañas…?

- Sabes que si… Hasta el fin del mundo.

Himmel sonrió a lo que Skeith dijo… Agradeció ahora tener a un amigo a su lado.

Y así, el Rey Supremo… Se marchó sin rumbo fijo por el mundo.

-Je… Ese par me recuerdan a alguien. – Issei vio con una pequeña sonrisa la luz que había en su mano izquierda.

- [Jajaja. Me preguntó de quién hablaras.] – Ddraig contestó con algo de humor, no pudiendo evitar ver algo de él y su compañero en esos dos.

- {Supongo que nosotros también entramos en ese aspecto. ¿No crees Vali?} – Albion habló con un inusual tono confidente a su portador.

-Je. Supongo que sí. – Él le contestó con una media sonrisa.

10 años… Vagó por 10 años. Himmel estaba viendo como el cuerpo de la Septima Fase se hacía polvo tras absorber sus poderes y esencia. Con esto, ya tenía lo que quería. Solo…

- ¿Vas a hacer lo que Atenea te dijo? Asintió mientras caminaba a otro lado. – Ella no desea eso, pero lo entiende. Además, nadie lo extrañara… ¿Vamos? De seguro está por esta zona.

Si, debe de buscar a alguien para pedirle un favor… Para poder ir por Ares.

-¿Conoció a la Diosa Atenea? – Ravel sonó sorprendida por las palabras de Skeith. – Vaya.

-Ya la mencionaron antes pero… ¿Es tan raro que conozca a esa diosa? – Magenta preguntó mientras tenía una ceja alzada.

-Más o menos. Puede que ella no sea como el resto de dioses, pero igual es que esté mucho tiempo con los mortales.

Asintieron ante las palabras de la demonio a la vez que se preguntaron a quién iría a buscar Himmel.

La imagen mostró a Himmel frente a algo grande, poderoso y rojo.

- ¿Qué deseas humano? El enorme dragón lo miró con seriedad y Himmel asintió.

-Dragón Celestial, el Dragón Emperador Rojo, Welsh Dragon y Dragón de la Dominación, Ddraig, he venido aquí a pedirle un humilde favor. – El dragón lo miró. – Sé de un lugar perfecto donde pelear será sencillo en tu lucha contra el Vanishing Dragon. – Ddraig lo vio en silencio, como diciendo que continúe. – El Inframundo, en la zona donde Hades rige, es un lugar donde no tendrán molestia alguna…

Ddraig dijo que al menos eso le daría gracia, porque detestaba a Zeus por una vez querer atraparlo. Meditó su respuesta, a la vez que oyó a Himmel y este…

- Bien, será interesante ver como los Olímpicos se pondrán cuando Albion y yo luchemos ahí un rato… – Himmel asintió y agradeció al Dragón por su cooperación. – No olvides que esto es por cosa mía, más no por ayudarte mortal. Aunque debo reconocer que tienes valor y una gran osadía para venir hasta aquí, respeto eso.

-Gracias por su ayuda. – Himmel dio una reverencia y se dio media vuelta para irse… No sin antes…

- Tu nombre… Deseo saber el nombre del humano más idiota que he visto en mi vida. – Dijo eso con burla, pero se oía respeto en él, así como una ligera sonrisa en su rostro.

- Haou… Es todo lo que me queda. – Y Himmel le sonrió también, por una razón sentía que era como un amigo.

Humano y Dragón no volvieron a verse en esa vida… Sin saber que el mundo tenía otros planes para sus almas para el futuro.

Todos no pudieron evitar sorprenderse al ver que a quien Himmel le pidio ayuda era el Ddraig de ese mundo y se les hace gracioso ver que tanto él como Issei llegaron a interactuar con Ddraig. Eso era cuanto menos curioso.

-¿Ustedes también pelearon en ese lugar? – Ruby preguntó con curiosidad después de salir de su asombro.

-Lo hicieron… El mundo estuvo patas arriba por un tiempo gracias a que esos dos idiotas literalmente irrumpieron en el inframundo. – Tiamat se llevó una mano al rostro a la vez que soltaba un suspiro.

- [Tampoco fue para tanto…]

- {Si, no fue de nuestras peleas más destructivas. Solo exageras.}

- ¿¡Exagerar!? – Grito con unas ganas de sacar a esos dos de las Sacred Gear para matarlos ella misma. – ¡Por su culpa cada panteón en el mundo estuvo alerta por si ustedes dos, idiotas se les ocurría irrumpir en sus territorios!

- [Bueno… Si lo pones de esa manera…]

-Arg, siempre es lo mismo contigo. No mides lo que haces y luego sigues como si nada. – La Reina Dragón se sobo las sienes en un intento de calmar su jaqueca. – Pero eso es lo que te hace ser tú… Al menos parece que ya no eres tan idiota.

-'Ella sonrió al decir eso último. ¿Verdad?' – Yang le susurró a Weiss quien solo asintió. – 'Solo espero que Ddriag no lo arruine y haga que ella se coma a Ise.'

Ddraig cumplió su palabra, la pelea fue al Reino de los Muertos. Himmel logró subir hasta el monte Olimpo y llegó a la zona más alta. La zona de los tronos de los Dioses de este panteón. Vio a Ares sentado en su lugar, murmurando algo. Estaba como un loco.

Se acercó a él en silencio, la oscuridad anulando el sonido de sus pasos. Y…

-Hola Ares… ¿Tan sorprendido de verme? – Himmel puso la mirada más aterradora que tenía… No sabe que tan tenebrosa es, pero ver la expresión de pavor de Ares le hizo ver que había funcionado.

El dios trató de atacar con su arma usando su brazo derecho sólo para sentir que dicha extremidad caía al suelo, había sido cortada desde el hombro a una velocidad que no pudo detectar. Su propio grito de dolor se vio opacado por la mano de Himmel quien con suma crueldad, le dislocó la mandíbula para que no se le ocurriera gritar. Acto seguido, clavó una de sus espadas en el muslo de Ares y pateó la pierna buena para que este caiga de rodillas al suelo. Ares fue recibido de inmediato por unas cadenas hechas de oscuridad que apresaron al que era, ahora, la presa del momento.

Nadie decía nada y veían con seriedad como el dios griego era reducido en cuestión de segundo por Himmel. Era claro que no sentían pena por Ares después de todo lo que hizo.

Es más, para algunos esto no era nada y esperaban que Himmel se tomará su tiempo con él.

Himmel lo miró con odio puro, le dijo tantas cosas, de que al final lo que él buscaba, el conocimiento que quería, era suyo. Charlotte se lo dio todo antes de morir. Y empezó a hacer más presión en sus heridas para que sufra más. Que sufra por lo que le hizo a su esposa.

- Recuerda porqué estás aquí chico… No dejes que el odio nuble tu juicio, creo que eso ya lo conversamos.

- Yo… Yo debo hacer que pague por lo que hizo… Charlotte… El reino… La reina… Él los mató… – Himmel tomó el cuello de Ares con rabia, sus ojos brillando en rojo ante el pavor del Dios. – Lo mataré… ¡¡¡LO MATARÉ LENTAMENTE!!!

- ¡Estamos aquí para evitar que este idiota cometa una atrocidad y a la vez dejar un mensaje claro a los Dioses… De que hay alguien capaz de enfrentarlos y derrotarlos! ¡No dejes que tu odio te consuma! ¿¡Crees que esas dos desean eso para ti!? ¿¡Acaso ese es el tipo de mundo que deseas darle a los hijos y descendencia de Aura!?

Era verdad… Era… No debía dejar que el deseo de venganza lo nuble.

-Aun si Skeith tiene un punto… Ese tipo merece sufrir. – Weiss tenía una expresión molesta en su rostro.

-Puede ser pero… Es como dice, no creo que a esas dos les guste ver a Himmel actuar de esa manera… Guiado por su odio.

Todos vieron como Issei tenía la mirada fija en Himmel y daba un largo suspiro. Suavizaron sus miradas al entender que esto era especialmente difícil para él ya que está relacionado de cierta forma con él.

Miró a Ares y para sorpresa de este, Himmel tomó la forma de Skeith, diciendo que este era otro poder que desarrolló con los años. Alzó la mano y usó el Soul Drain en el Dios, pero se tomó el tiempo de hacer que el proceso sea largo y doloroso. De que… Muera lentamente al menos…

No quedó nada del cuerpo y con un movimiento de la guadaña, destruyó el alma de Ares para siempre.

Volvió a la normalidad, solo para caer en cuenta que… Lo hizo. Mató a un Dios…

- {Lo hizo…Ya no hay marcha atrás.}

- [Acaba de marcar un antes y un después en ese mundo.]

Ambos Dragones Celestiales sonaron serios al ver lo que Himmel hizo. Ahora solo queda ver qué efectos traerá al mundo.

-Apesar de que vengó a su esposa y a los demás… No parece más tranquilo. – Coco noto la mirada que tenía Himmel y esta parecía algo distante.

-Porque no lo está. – Todos vieron a Vali quien se cruzó de brazos. – Puede que haya logrado su objetivo, pero eso a la vez solo deja un vacío…

Eso último lo dijo mientras miraba a la nada como perdido en sus pensamientos.

Para nadie era ajeno lo que pasaba por la mente del Hakuryuukou, después de todo ya todos conocían su historia gracias al relato anterior.

-Va-kun… – Lavinia vio con tristeza al peliblanco mientras posaba su mano en el hombro de este.

-Esta… Bien Lavinia… – Fue la mejor respuesta que pudo dar mientras ponía su mano sobre la de la chica.

-...Supongo que ahora solo queda ver cómo reaccionan los demás dioses del Olimpo. – Tiamat ya se imaginaba el odio que se ganaría Himmel por parte de ese panteón, al igual que el miedo que les provocaría.

En ese momento, los Dioses llegaron y vieron la escena. Zeus no parecía feliz, más al oír que Ares había muerto. Que cuando le preguntó quien era…

-Recuerden esto Dioses del Olimpo… No se metan en los asuntos de los humanos. Dejen que ellos elijan a quién adorar y qué hacer… Si me entero que tratan de forzarlos, vendré por ustedes. Por cada uno… Sin excepción. El Olimpo será reducido a nada… Y no es una simple advertencia, es una promesa. Yo, Haou, el Rey Supremo se los he advertido… U obedecen o afrontan la muerte eterna.

Lo dijo con tal frialdad que le creyeron por mero instinto.

Se fue volando usando el poder de Skeith, alejándose del monte Olimpo. Ese día, el God Slayer había nacido.

- Y así, el primer God Slayer de la historia de ese mundo nació. – Jinn volvió a aparecer frente a todos y como las veces anteriores estaba seria. – ¿Qué opinan?

-Que el tipo la ha tenido difícil por decirlo de una forma. – Bikou no sabía cómo expresarse tras ver eso.

-Ver como perdió a todos los que le importaban y tener que dejar a su única familia… Yo no creo que lo soportaría. – Magenta dijo mientras seguía triste por el destino de Charlotte.

- Si… No todos tienen la fuerza para soportar lo que él vivió. – Jinn tenía una expresión triste al decir eso. – Pero al final el siguió adelante por el recuerdo de sus seres queridos junto a querer evitar que otros pasen lo que él.

Fueron sus palabras antes de desaparecer y que el relato continuará. El grupo solo seguía pensativo digiriendo todo lo visto hasta ahora.

Pero no estaba feliz, no lo estuvo. Aun cuando mató a Ares, no se sentía bien. Solo se quedó viendo el atardecer en una playa cercana, cansado. Que no notó como alguien se sentó a su lado.

Este le preguntó si estaba bien. Pero Himmel dije que no. El hombre le dijo mucho, que la vida es de errores y que aprendes de ellos. Que son los que tienen el valor de avanzar, los que ven el futuro.

Himmel pensó en eso y sonrió un poco, a la vez que le dio las gracias al hombre. Dado que aun tiene una cosa por hacer, pero este le dijo…

-Puede ayudarme en algo, Rey Supremo. – El hombre lo miró, a pesar de que estaba con una capucha, Himmel sintió su aura… Era un Dios. – Todos me llaman el Dios de Israel. Pero puedes decirme… Elohim, si lo deseas.

Ese día el Rey Supremo cumplió su venganza… Pero al final, ganó algo más. Un amigo…

-Al parecer en ese mundo también le gusta hacerse el interesante.

- [Asi parece…]

Tanto Issei como Ddraig suspiraron al ver la forma en que ese Elohim pedía la ayuda de Himmel.

-Así que… ¿Ese es el dios que los mandó aquí? – Celeste le preguntó a Vali quien solo asintió. – Esperaba algo… Diferente.

- {Pues siempre fue un Dios diferente a los demás, eso fue lo que hizo ganar tantos adeptos.}

-Ya veo.

-Ahora que recuerdo… La Gabriel de ese mundo mencionó que esos dos eran amigos. – Yang trataba de hacer memoria. – Pensar que el God Slayer se haría amigo de un Dios.

Eso último lo dijo con cierto humor que hizo reír a varios por la ironía.

Los años pasaron, Himmel más de una vez tuvo que ayudar a Elohim a tener en control a Lucifer y sus tropas de demonios. No los quería matar, dado que sentía que ellos pueden ser una especie diferente, con el tiempo.

Él le hizo caso, siguió deteniendo los ataques de los demonios a los humanos, junto con gente que quería pelear. Gente que lo seguía… Pero claro, él pasaba la mayor parte del tiempo solo, yendo de un lado a otro, buscando a la última Fase.

En esos años, solo pudo pensar que… Al menos tenía una meta.

Aunque ver que por el poder que ganó, no envejecía, le parecía raro.

Ya eran 50 años desde que Charlotte murió, desde que miró a Aura. Tanto que… Dolía. Dolía pensar que en si, estaba lejos de todo. Pero este era su destino… Él lo eligió.

-Pobre… Se ve que aun tras tantos años sigue extrañando a Charlotte. – Ciel vio con tristeza al hombre.

-No es de sorprender… Nosotras estaríamos igual si Issei… – Pyrrha no pudo terminar su oración.

Pero todos entendieron a lo que se referían y el Sekiryuutei solo suspiró de nuevo al verlas con esa expresión.

Fue en medio de su camino para visitar a alguien, que oyó pasos y dio un suspiro. Se giró y vio como alguien se escondía tras una roca. Negó con la cabeza y…

- Ya, sal de ahí Gremory. Ya te vi.

-¡No me llames así!

Sonrió bajo la máscara al ver a la mujer salir de su escondite. Su largo cabello rojo era lo más llamativo. A la vez que su mirada era diferente a la de los demonios.

- Ese es tu nombre, Runeas Gremory. – Sonrió más al ver su puchero.

-¿Eh? – Koneko parpadeo varias veces al ver a la demonio.

-¿Qué hace Runeas-sama ahí? – Ravel también se veía confundida.

-Gremory… Gremory. – Ruby repetía el apellido mientras tenía una pose pensativa. – ¡Ya me acordé, ese es el apellido de Rias!

-Bravo tarada… Tienes buena memoria. – Ese comentario se ganó un pechero de parte de Ruby. – Pero lo que interesa saber es, ¿Que es ella para Rias? Y más importante. ¿Qué relación tiene con Himmel?

-Pues ella es la ancestra de Buchou. – Koneko respondió aún extrañada por ver a la pelirroja con Himmel.

-Ok, eso lo entendemos pero aun no responde a lo segundo.

Tanto la Phenex como la Nekoshou se encogieron de hombros. Ya que ellas tampoco sabían la respuesta.

-Bueno parece que tendremos que seguir viendo para ver qué hace ahí. – Issei respondió sin darle tanta importancia, aunque por alguna razón siente tiene más en común con él de lo que pensó.

La chica se paró frente a él, a la vez que se cruzaba de brazos dejando de ver sus enormes pechos… Agh, ya más de 60 años vivo y no puede dejar de ver que ama los pechos. Y ella parece saberlo, dado como sonríe.

Su relación con ella era peculiar, en medio de pelea con demonios, ella estaba al lado de Leviatán, diciendo que huya. Ella se quedó a hacerle frente y aun con sus poderes, no le hizo nada. La mujer se resignó a morir. Pero él no lo hizo…

Dijo que admiraba su valor y lealtad a sus amigos, que eso la hacía muy atractiva sumado a su cabello.

Himmel se retiró tras ver que habían ganado, pero sus palabras habían quedado en la demonio… Quien solo se quedó viendo como se fue sin entender mucho de lo que sentía.

-...¿Hizo lo que creo que hizo? – Blake preguntó a la vez que se pellizcó la nariz con exasperación.

-Si… Hizo un Issei… – Pyrrha respondió mientras se daba una palmada en la cara.

-¡Hey! ¿¡Qué quieren decir con eso!? – El Sekiryuutei preguntó mostrándose ofendido.

-Que no sabes medir las palabras con las mujeres. – Rossweisse fue quien respondió, haciendo que más de una levantará una ceja y la vieran con sospecha. – ¡Ya dejen de verme así, saben que tengo razón!

-...Por el momento dejemos de lado que Rossweisse actuó muy sospechosa. – Blake no le quitó la mirada a la Valkiria quien se sonrojó por ser el centro de atención. – No puedes negar que tu forma de hablar tiende a tener un efecto en las mujeres y Himmel parece ser igual.

-Y ni te atrevas a negarlo Issei. – Ciel lo señaló de forma acusatoria al ver como abría la boca.

Decidió permanecer callado al ver que era una discusión perdida. Aunque frunció el ceño al ver a los demás varones reírse de él… Ya se vengará de ellos después, iniciando por su supuesto mejor amigo.

Ella lo fue a buscar, para acompañarlo, dado que los conflictos le daban igual. Además que le había dejado todo a su esposo, así como su hijo que parecía muy cercano a él. Matrimonio político, sólo lo hizo para dar un heredero. No más.

Y lo siguió días, pidiendo que deje que la acompañe, hasta que dijo que sí… Puede decir, que con eso, ella dejó de lado la guerra y… Se centró en vivir su vida.

Más de uno parpadeo al ver que básicamente Himmel acabó con un matrimonio… Eso no lo esperaban aunque ahora que lo piensan…

-Momento… Si ella parece estar interesada en Himmel…

-Y a él no parece incómodo con su compañía si la forma en que se le quedo viendo a sus pechos…

Tanto Weiss como Jade parecían incrédulas al unir puntos.

-Tambien hay que hacer mención que le dijo que le gusta su cabello rojo. – Coco dijo eso mientras sonreía de forma burlona al Sekiryuutei.

-Pensar que tanto la vida pasada como la actual salieron con la abuela y la nieta. – Bikou tenía una sonrisa burlona dirigida al Sekiryuutei quien lo vio con fastidio.

-¿Alguien puede golpear al mono?

-Con gusto nya. – Kuroka no tardó ni un segundo en darle un zape al youkai quien lo vio molesto.

-Gracias Kuroka. – Le sonrió a la Nekoshou quien le guiño el ojo. – Pero ya enserio. ¿Cuales son las posibilidades de que lo que dicen sea verdad?

-Bueno, las cosas con los demonios van de una manera y… Ya sabes cómo son esos 4. Zekram dice estar preparando todo para un ataque.

-Y no ayudas, por…

-Por favor, la última vez mandaste a todos los demonios al olvido. Sé que eres fuerte, más fuerte que los Maous, no voy a morir por un orgullo estupido.

-...Por eso eres mi demonio favorito. – Runeas se sonrojo un poco, solo para…

- Coqueteando con una mujer con un hijo… No sabía que eras de esos. Puede que mi matrimonio sea una mentira, pero…

-Sabes que solo lo hago contigo. Vamos, sé que me seguirás quieras o no… Run.

La demonio se sonrojo más por como la llamó, pero no pudo evitar sonreír… Siempre le gustaba pasar tiempo con él desde el dia que lo conoció.

- Solo si me lo compensas luego Himmel.

-Y luego dicen que el pervertido soy yo.

Runeas abrazó su brazo y él solo soltó un suspiro… Pensar que volvería a hallar el amor en un demonio. Que giros de la vida.

-¿Decías algo Issei-sama? – Ravel vio con una ceja alzada al castaño quien tenía la boca abierta.

-Bueno… Al menos se le ve más feliz. – Juane mencionó en un intento de aligerar el ambiente… Fallo.

-Guarda silencio hijo… En casos como este es mejor permanecer al margen. – Nicolás aconsejó a su hijo también nervioso por la forma en que más de una veía al castaño.

-Fufufu sin duda es un chico interesante, el que eligieron hijas. – Por su parte Juniper parecía encontrar la situación divertida.

Mientras seguían su camino, es que llegaron a la zona boscosa que estaban buscando. Y en medio de eso…

-¡AH! – Los dos vieron como alguien cayó frente a ellos. Era… – Agh… Aterrice mal…

Era una chica de cabello plata y una armadura nórdica, que parecía ser algo torpe. Runeas rio al ver eso y Himmel negó con una sonrisa.

-Ahora ellos deben de… ¡Himmel! – La chica sonrió al verlo, fue a él lo abrazó y le dio un beso en los labios que molestó a Runeas.

- Göndul, ¿Cómo has estado? – Pero el Rey Supremo solo se alegró de verla.

-¿¡Qué hace ahí mi abuelita!? – Rossweisse grito mientras se jalaba sus cabellos. – Ella, ella…

-¿Parece estar en una relación múltiple con la que es la vida pasada del posible interés amoroso de tu otra tú? – Raven vio a la Valkiria con una sonrisa burlona al ver el rostro de la peliblanca. – Si, ese parece ser el caso.

La pobre no aguanto y se fue de espaldas cayendo totalmente inconsciente. Eso le saco una gota de sudor en la nuca a los presentes.

-Bien hecho ahi Raven… Está totalmente tiesa.

-No está muerta Xiao-Long… Creo. – Weiss vio con algo de miedo a la inconsciente mujer.

La verdad todos estaban algo preocupados por la peliblanca, pero ver cómo Qrow revisaba si estaba respirando y este decía que estaba bien los calmó.

-Bueno… ¿Cómo la despertarnos? – Fay pregunto mientras veía a la aún inconsciente mujer.

-Que lo haga la que provocó esto. – Yang vio con molestia a su madre quien solo rodó los ojos.

-Está bien… Cielos. – La Maiden usó un poco de magia para lanzarle agua en la cara a Rossweisse quien se levantó alterada.

-¡Maldición Raven! – Vio con molestia a la mujer quien ni se inmuto. – Ugh… Esto tiene que ser una pesadilla… Mi abuelita estando con él.

-¿Eso quiere decir que en ese mundo Himmel es el abuelo de esa Rossweisse? – Nora preguntó mientras adquiría una expresión pensativa.

-¡No te desmayes de nuevo maldita sea! – Raven trataba de evitar que Rossweisse caiga en la inconsciencia… De nuevo.

Eso les saco una gota de sudor a todos ya que era una vista por más bizarra.

-Es bueno ver a Raven teniendo otra amiga aparte de mi. – Bueno todos menos Vernal quien sonreía al ver a su amiga interactuar con la peliblanca.

Su encuentro con Göndul fue… Más calmado. Mientras visitaba la zona nórdica, la halló recogiendo el alma de unos guerreros para llevarlos al Valhalla. Solo para fallar… Se notaba que era algo torpe.

Pero se esforzaba y eso él lo notaba. Göndul terminó por pasar tiempo para superar su timidez con los hombres. Dado que no tenía experiencia con ellos… Solo que el tiempo y demás, llevó las cosas a algo más… Ella decía que le encantaba como él la trataba y como confiaba en ella… Así que…

-Bien… Ya sabes. Tras la última vez que nos vimos… – Ella se sonrojo un poco, a lo que Runeas da un jadeo por entender y…

-¡La Valkiria virgen ya no es virgen! – Señaló a la chica, quien parecía a punto de desmayarse por lo que acaba de pasar.

-Matenme… Solo saquenme de esta miseria. – Rossweisse pedía que acaben con su dolor.

-No exageres llorona. – Raven rodó los ojos ante la reacción de la peliblanca. – No es como si no supieras que tu abuela hubiera tenido se-.

-¡No te atrevas a terminar esa oración! – Le gritó mientras las señalaba. – ¡Te lo advierto Raven!

-...Sexo. – Dijo con una sonrisa burlona.

-¡Arg! – La pobre ya parecía a punto de arrancarse sus cabellos. – Te desprecio tanto…

Los demás veían la interacción con un rostro inexpresivo y decidieron continuar viendo el relato… Si es mejor para su salud mental.

Himmel se sobó los ojos, a la vez que Göndul se sonrojaba mucho. Y Runeas decía algo que no es justo, que ahora es su turno.

Pero Göndul dijo que ella ya lo había hecho varias veces, a la vez que abrazaba el otro brazo de Himmel.

Él solo decidió seguir caminando, mientras que las dos caminaban y discutían. Sin duda esas dos… Si que le gustan las mujeres de carácter… Rose, Charlotte… Runeas, Göndul… Oh Dios, está perdido…

-Te entiendo a la perfección Himmel… – Issei vio con comprensión al hombre.

-¿Qué quieres decir con eso?

-Si… ¿Qué quisiste decir con eso Cielo?

Trago saliva a la vez que sentía como esas dos aumentaban la fuerza en sus agarres sin contar que sentía la mirada de las demás en su nuca.

- [Genial, otra vez estamos en problemas gracias a tu bocota.]

Ya lo sabe Ddraig… No se lo tienes que repetir.

-( Ya veras cuando esto acabe Issei-kun.)

-( Si… Ya veras Issei.)

El Sekiryuutei solo pudo hallar consuelo en que no está solo en su dolor en el multiverso.

Siguieron su camino, hasta que se vieron en un lago que Himmel conocía, dado que más de una vez habló aquí con ella.

- Ah, llegaste Himmel. – Vio que una mujer con una túnica blanca griega, así como un largo cabello lavanda le sonrió. – Me alegra verte.

-Atenea. Es bueno verte.

La Diosa de la Guerra le sonrió y él hizo lo mismo. Era más que notorio lo que había entre ellos.

-...Hasta una Diosa. – Ilia parpadeó al ver a la bella Diosa ante ellos. – Debe de ser un chiste…

-Al parecer no… – Arthur se quitó sus lentes y se sobo los ojos. – Solo espero que este Sekiryuutei no llegue tan lejos… Aun tengo una charla pendiente con él.

Issei sudó frío, a la vez que Fay miraba molesta a su hermano. Mierda…

- Ahem. – Pero claro, las otras dos estaban con él y no se les veía felices.

Si bien no había logrado jamás concretar algo más físico con Atenea, dado que era un Diosa, él mismo sabe que hay algo entre ellos. Pero era con ellas que las cosas eran… Más pasionales.

-...Osea, tuvo sexo con las otras dos. – Raven ignoró el grito de rabia de Rossweisse. – Pero no con la Diosa. ¿Por qué?

-Tiene que ver que Atenea es una Diosa… Casta. Parece que Himmel no deseaba que ella pierda eso. Pero eso no quita que haya sentimientos.

-Bueno, parece que la respeta lo suficiente. Eso ya dice mucho. – Vermillion admite que eso era impresionante.

- [Eso me recuerda a esa vez que tu y Blake estuvieron en ese hotel de mala muerte en Vale.]

-¡Ddraig, ese era un secreto! – Issei se puso azul, dado que todas las chicas lo miraban con atención. – Ahm…

-Hablen… Ahora. – Fue la orden de Vermillon mientras veía tanto a Issei como a Blake con seriedad.

-Le pedí sexo para olvidar mi dolor. Él se negó dado que dijo que esa no era la manera de hacer las cosas. No hicimos nada… Así que dejen de vernos así. Todas. – Blake afiló la mirada a todas las que la miraban a ella e Issei de una manera que Issei solo la pudo asociar… Con ella… ¡Era la misma mirada! Hasta algunos se asustaron…

- [Y mi teoría se vuelve a confirmar. Ella es el equivalente de Rías Gremory.]

-...De ser así, parece que tendré que poner orden en esto. Ya parecemos un manicomio… Y cierra la boca Weiss, que sabes que es cierto. – Blake alzó un dedo a la heredera que abrió la boca para responder. ¿Cómo lo hizo…?

-Genial Ddraig… Abriste una caja de Pandora.

Siente que una nueva Blake ha aparecido… Y le da miedo su futuro. Hasta Koneko parecía recordar momentos que no le gustaba por la mirada que Blake tuvo… Oh cielos, tiene miedo…

- Oh, las trajiste. Es bueno verlas, Runeas y Göndul.

Era raro ver a entes de diferentes panteones interactuar, pero ellas lo hacían. Y aunque Runeas parecía tratar de ser indiferente, se le notaba la amistad que tenía con ellas. Una razón por la que ya no quiere tratar de seguir la guerra.

Himmel las vio hablar entre ellas, una quejándose de Zeus, otra de Odin y la otra de Lucifer.

El ver eso, solo le hizo pensar… Que quizás un día a futuro, las razas… Puedan estar en paz. Ese era su sueño…

-Y como siempre las mujeres unidas para hablar mal de los hombres… Al parecer unas cosas nunca cambian.

-Dejemos de lado que el idiota que llamo hermano está muerto para cuando esto acabe. – Raven y muchas otras lo miraron feo. – Al menos sabemos el sueño de Himmel… Quiere paz entre razas. Eso es noble.

-Y curiosamente ese parece ser también la meta del Issei de ese mundo. – Juane comentó haciendo que más de uno asienta.

-Y también el de aquí quiere paz. – Ruby sonrió mientras veía a Issei quien rió de forma nerviosa.

- ¿En que piensas? – Göndul lo miró, dado que estaba callado. – Se supone que vinimos a relajarnos de todo el caos que pasa en el mundo.

Notó la mirada de Atenea y Runeas en él y… Solo negó con la cabeza, abrazando a las 3, quienes se sonrojaron.

- Solo que estoy feliz de estar con ustedes.

Y ellas pensaban lo mismo… Himmel sabía que quizás no sea para siempre, pero se alegraba de haberlas conocido. Ellas han logrado que el dolor en su corazón… Sea más llevadero. Y siempre las amará por eso.

Todos pudieron ver como él de verdad las amaba, por como dijo eso.

Les alegró pensar que… Halló gente así tras lo que le pasó.

Un día, Himmel que estaba viendo a la lejanía lo que fue la crucifixión de Cristo, quien fue su amigo, solo pudo pensar en cómo esa lanza hizo su trabajo. El poder de matar un Dios…

¿Elohim creó eso por qué razón? No es que importe.

Porque lo había hallado, la Octava Fase. Estaba cerca y fue a su encuentro. No sin antes ver el lugar de la crucifixión, bajar la mirada y dejar que las lágrimas caigan.

-"Perdónalos porque no saben lo que hacen"… Siempre tan bueno Yeshua. Adiós mi amigo, como lo dijiste: Todo está cumplido. – Himmel desapareció entre las sombras para poder salir de Jerusalén y poder ir a la batalla que ha esperado años.

-...Hasta conoció a Cristo y presenció su muerte. – Fay estaba sorprendida. – Así como el nacimiento de las Longinus. Ha estado presente en momentos claves del mundo de esa realidad.

-Ya veo porque hablan de él como si fuese una leyenda… Realmente es una. – Ravel estaba igual que su amiga ya que él estuvo en varios eventos claves en la historia.

En medio del desierto, vio lo que era una enorme semilla, Corbenik. Este ser creó un campo aparte, que los separó del resto del mundo. Himmel sacó sus espadas y se preparó para acabar esto de una vez.

El ente lo atacó con varias magias que no sabían que existían y solo le quedó avanzar, pelear con todo lo que sabía y todos los poderes que ganó con los años.

Sumado a que este ente era Clase Dragón Celestial. Eso no era bueno… Si no fuera por el campo dimensional, la Tierra sería polvo.

El ver cómo halló a la fase final y como empezaron a pelear solo les hizo ver que…

-...Son Clase Dios… Los dos. – Tiamat vio la pelea con atención. – Y sin duda ese Corbenik está al nivel de Ddraig y Albion…

- [Tiamat tiene razón, esos dos están a la par de nosotros dos… Eso es increíble.]

- {Pensar que aquel niño llegaría tan lejos… Aunque el precio que pagó fue demasiado grande.}

Tenían que darle la razón a Albion. El precio que tuvo que pagar fue enorme… Pero eso no quita que estén sorprendidos por la pelea.

En un punto de la batalla, Cobernik tomó otra forma que era como el de un ser humanoide con características de árbol.

Al ver eso, Himmel tomó la forma de Skeith y se lanzó al ataque, la pelea entre los dos coloso que eran Clase Dragón Celestial se llevó a cabo, casi pareciendo que la realidad era alterada por el choque de sus ataques.

Poco a poco el lugar se hacía pedazos. Por lo que debían de hacer algo…

-Ammm… Pregunta: ¿Esa no es una barrera muy fuerte? – Vernal vio a la Valkiria.

-Lo es, una que podría soportar un choque entre los Dos Dragones Celestiales a su máximo. Y la están haciendo pedazos.

-Así que… Esos dos son más fuertes que Ddraig y Albion. ¿Eso es lo que nos quieres decir?

-No digo que sean más fuertes, sino que sus choques son tan fuertes que sacuden la barrera. Es algo normal al chocar poderes, dado que es producto de los dos… Si Ddraig y Albion pelearán en esa barrera como lo hicieron en la guerra, donde mataron casi el 80% de las tres Facciones, lo mismo pasaría.

-En otras palabras, no está hecha para aguantar mucho tiempo una pelea de ese nivel.

Rossweiss asintió… Sin duda era increíble de ver.

En un ataque final, Avatar Skeith recibió todos los ataques que Cobernik le dio y eso le dio la oportunidad a Himmel que volvió a su forma normal de clavar sus espadas en el ente, que pudo ver que ese humano… Era Balance. Oscuridad y Luz, Caos y Armonía… Un ser como ningún otro.

Solo pudo dejar que el Soul Drain lo tome, a la vez que deseaba ver desde el alma de ese sujeto, lo que este hombre lograría.

-Lo logró… Tomó a la Octava Fase. – Weiss soltó un suspiro que estaba conteniendo.

-Con eso están todas. – Yang dijo mientras se quitaba el sudor de su frente. – Eso fue intenso.

-La pregunta… ¿Y ahora? – Nora se rascó la nuca, dado que esto puede significar muchas cosas.

En un destello, Himmel volvió a la realidad. Vio que su cabello era blanco con mechones negros. Le quitó importancia, a la vez que sintió como Elohim llegaba a él.

-Veo que lo lograste. Ha pasado mucho… La guerra inició. – La guerra entre facciones, como Runeas dijo… – Ella no está en el campo de batalla, solo aparenta estar ahí para…

-Lo sé. Yo creo en ella. – Himmel miró la batalla a lo lejos, parece que… – ¿Deseas que detenga a todos los Dioses de que no se metan en esto? Suena sencillo… con el nuevo poder que tengo, siento que puedo hacerlo.

-Por favor. Te lo encargo…

Vio a su amigo cansado, sabía que se venía. Él lo sabe… Le dijo a donde ir, se despidió de él con un estrechón de manos, ambos lo saben… Era el Adiós…

- Adiós Himmel… Suerte.

-Adiós amigo mío… Gracias por todo.

Los dos fueron en direcciones diferentes, caminos diferentes, pero a un mismo destino… Y ellos lo sabían. Paz…

Himmel solo debe encargarse de una misión más… La última.

-Con que la guerra entre las facciones ya había empezado cuando terminó la pelea. – Ravel analizó eso. – Interesante…

-Y parece que Dios quería que él haga algo nya. Y lo piensa hacer. – Kuroka solo pudo decir. – Ambos son iguales, velan por todos…

-Eso explica porque parece que se llevaron tan bien.

Sin duda, pero a su vez demostraba que eran los seres como ellos los que… Son los primeros en morir.

En su camino, Himmel se hizo cargo de los Egipcios, acabó con Rahab, selló Mu, derrotó a todos los Dioses que veían la situación como provechosa.

Pensar que tendría que ser un mediador entre Odin y su esposa para que no se separen. Debió cobrar la terapia…

Aunque le verá lo divertido, darle un golpe en la cara a Thor por chistoso valió la pena. Aunque quizás dejarlo fuera de combate no fue una buena idea…

-Pfff… Pensar que ayudaría al viejo verde con su matrimonio. – Yang se estaba divirtiendo ante ese trozo de información.

-Pobre… Lidiar con Odin-sama nunca es algo sencillo. – Rossweisse tenía la vista algo apagada al decir eso. – Viejo pervertido y idiota.

-Dejando eso de lado… ¿Qué tan fuerte es ese Thor? – Coco hizo la pregunta.

-Era otro dios en el top 10 de los más fuertes del mundo, estaba por encima de Fenrir. – Fue la respuesta de Ravel quien estaba sorprendida al saber que el noqueo al Dios del Trueno.

-...Y Himmel lo noqueó de un golpeo. – Pyrrha miró la escena con neutralidad… – Es oficial, ese sujeto era un monstruo…

En eso todos pasaron a ver a Issei, quien notó la mirada de todos. ¿Qué pasa? ¿Qué hizo él?

-...Tengo la sensación que tenemos el nuestro aquí.

Issei le sacó el dedo medio a Ren, dado que ni le quería dirigir la palabra. No hasta que se vengue… Ya verá. Hará que Nora descubra su colección secreta en el Scroll… Así aprenderá.

- [Se te salió la vena sádica compañero…] – Tu ni hables lagartija, eres el siguiente en su lista. – [Que rencoroso…]

Fue por los Elementos de la Armonía que Frigg guardó, sentía que serían necesarios. Por lo se fue para seguir. Pero…

Fue hacia una persona que estaba en una zona del Valhalla, practicando su magia… Era un bello bosque, donde ellos… Concretaron tantas cosas.

-Himmel… – Antes de poder irse, debía verla… – ¿Pasa algo?

El hombre vio como Göndul ya no era la de antes, ahora era una mujer capaz y… Soltó aire, esto le dolerá…

- Vine a despedirme Göndul. – Ver como ella pasó de su sonrisa a una expresión de horror y miedo le dolió más.

-¡¿¡QUÉ!?! – Fue el grito de Rossweisse al ver eso. – ¿¡Cómo te atreves a dejar a mi abuelita tras tomar su pureza!? ¡Yo lo mato!

-¡Tranquilízate con un demonio! – Raven estaba sosteniendo a la Valkiria… Si que es fuerte. – ¡Solo es una imagen y a menos que tengas una máquina del tiempo y una forma de ir a ese mundo te aguantas!

-Pero puede usar a Issei, dado que tienen la misma cara… – Nora sonrió burlona al decir eso.

-...Nora escribe poesía donde muestra sus fantasías para con Ren. – Fue el comentario neutro del Sekiryuutei.

-¡Eso era un secreto! – Vio con horror y traición a su figura de hermano. – ¡Eras el único que lo sabía!

-¡A la mierda! ¡Agradece que no hablo de tu otro secreto! ¡Así que silencio! – Vaya, parece que sí le salió lo sadico. – Rossweisse, baja ese puño… Mierda Nora.

Siente que su vida es una comedia…

- Despedirte… Pero… ¿¡Hice algo mal!? ¡Si es así…!

-No, Göndul. No es así. Es… Yo debo de hacer algo. Y no volveré jamás. – Ver cómo ella empezó a derramar lágrimas solo… – Debo hacerlo, porque así habrá un futuro. Debo irme…

-Deja que vaya contigo. Himmel yo…

-No… Göndul, no…

-¡No quiero vivir sin ti! ¿¡Crees que deseo eso!? – La mujer lo miró y lo obligó a quitarse ese casco y verla. – ¡Quiero tener tus hijos, envejecer a tu lado! ¡Eso es lo que quiero! ¿¡Por qué me alejas!?

-Porque te amo tanto, que deseo que vivas…

-...¿Qué decías Rossweisse? – Raven miró a la chica, tras lo que acaban de oír. – Lo hace por una razón… Noble. Ugh, esos son los peores. Porque no puedes refutar sus ideas porque eso es lo que admiras de ellos…

-...Ok… Me deje llevar un poquito. – Rossweisse desvió la mirada ante la forma en que todos la veían. – Y tienes razón… Él lo hace porque quiere que mi abuelita esté a salvo.

-Si… Pero la pobre está destruida. Esa versión de tu abuela lo ama de verdad. – Velvet veía como la mujer no paraba de llorar. – Deseaba pasar su vida con él… Hasta darle hijos. Que duro…

Y muchas pensaban que… Ser noble si que era odioso, porque no podían odiar a esa persona por querer hacer lo correcto.

No pudo decir nada, ella… Himmel puso su frente contra la de ella, quien no dejaba de llorar.

- Quiero que vivas. Que seas feliz… Que tengas una familia. Hijos… Nietos. Quiero eso para ti Göndul, aun si yo no estoy. – Ella lo miró sin poder decirle nada. – Prométeme que lo harás. Que serás feliz.

-...Lo prometo. – Sonrió al oír ello. – Te amo Himmel… Hasta el día en que muera lo haré…

-Y yo a ti Göndul… Gracias por hacerme creer en la belleza de la magia otra vez.

Él solo la besó una vez más y con dolor se alejó de ella, y a una buena distancia, Göndul cayó al suelo de rodillas para romper en llanto… Porque lo sabía… No lo volvería a ver.

-Y ahí va… – Yang se sobó un brazo. – Entiendo porque lo hace, pero… Igual duele. Y supongo que ella lo pasó peor.

-Solo hay que ver el como llora… – Weiss veía con pena a la Valkiria. – Realmente pareciera que acaba de perder parte de su corazón.

Rossweisse jamás pensó ver a su abuela así… Pero la hizo entender que ella también fue joven. Debe de ser difícil… Perder a quien deseaba pasar el resto de su vida.

Himmel siguió con lo suyo, derrotó a Indra, peleó con Shiva… Cada día veía más del mundo. Que había toda clase de seres, así como de Dioses.

Hasta se hizo cargo de darle un susto al hijo de Lucifer por querer atacarlo a traición y lo dejo vivir con el miedo y la vergüenza de que un humano lo derrotó sin esfuerzo.

Se enteró del sellado de los Dragones Celestiales en los Sacred Gears, pensando si… Elohim tenía un plan.

Pero lo dejó de lado, solo debía de verla…

-Y siguió con lo suyo… Deteniendo el avance de los Dioses. – Arthur veía como detenía y hablaba con los Dioses, mostrando su poder. – Sin él, la guerra en ese mundo pudo extenderse o ser peor.

-Pensar que él sería quien evitará que escalara a más… Incluso derrotó a Indra y si es otro top 10. – Ravel se adelantó al ver como varios preguntarían sobre la fuerza del dios.

-Para esos días, Ddraig y Albion fueron sellados. Vaya, hasta eso lo vivió. – Tiamat pensó si su versión de ese mundo pasó lo mismo que ella.

Pero para Vali, el oír cómo ese sujeto derrotó a su abuelo, sin esfuerzo… Y lo dejó vivo para que vida con el trauma. Eso decía mucho… Pero, ¿Qué efecto tendría en esa versión de su abuelo?

- Himmel… – Estaba cara a cara con Atenea, que parecía saber lo que iba a pasar. – Veo que… Es hora.

Himmel bajó la cabeza, sabe que… Atenea lo miró y pudo ver los ojos llorosos de ella.

-Siempre admire tu valor Himmel… Siempre. Y sé que mi amor a ti es algo que una Diosa no debe dar. Pero… Me has hecho tan feliz… Espero que logres lo que te propones. – Ver como ella trataba de no romperse en llanto solo…

La abrazó y ella hizo lo mismo, le dio un beso más y le dio las gracias por todo. Por ser su amiga, por…

- Gracias por… Dejar que vea que si hay Dioses que velan por este mundo. Eres única Atenea… Y te amo por eso… Sigue velando por este, aunque yo no esté… Adiós Atenea.

Se dio la vuelta y se fue del Templo, a lo que la Diosa solo pudo soltar sus lágrimas poder decir lo que no pudo…

-...Adiós Himmel.

-...Alguien paseme un pañuelo. – Coco pidió el objeto, dado que esto la estaba matando.

-Esto es más doloroso que cualquier película. – Jade se estaba limpiando sus lágrimas. – No es justo que termine así las cosas con ellas.

-Lo hace para que ellas sigan sus vidas… ¿¡Por qué duele!? – Ilia lloró sin limitaciones. Y muchas chicas estaban igual.

Los varones no dijeron nada, dado que no es el momento… Aunque si, la escena es dura.

El hombre siguió, no desistió. Estaba cansado. Pero había logrado detener a todos, la guerra parece estar en su punto climax, el caos que los Dragones Celestiales generó ayudó a acelerar el fin de esta.

Que cuando la vio, ella parecía esperarlo. Era de noche y juraba que la luna solo la hacía verse más bella.

- Runeas… – Ella estaba descalza, sus pies sumergidos en el agua del lago que tenía frente a él.

Ella pasó a verlo, pero le dio una sonrisa triste. Esto no será sencillo…

-Ay no… – Ciel ya intuía lo que se venía.

-Ella ya sabe… – Pyrrha vio con preocupación la escena.

-¿Por qué debe de ser tan noble…? ¡Si fuera un patán lo podría odiar! – Weiss ya empezó a lagrimear al saber que se viene.

- ...Vienes a decir adiós, ¿No? – La chica alzó la mirada al cielo. – Göndul me lo dijo… Te vas a hacer una estupidez. Hacerte el héroe de nuevo… Idiota. A nadie le importa lo que haces… Ni a los Dioses, ni a esos humanos… ¿Por qué lo haces?

-Porque… Es lo correcto. – Himmel no esperó la cachetada de ella, no le dolió pero… – Runeas…

-No… No quiero oírte. – Ella se giró para poder irse, pero él tomó su mano. – Suéltame…

-Runeas, sabes que yo…

-¡Suéltame! – Ella luchó para que lo suelte, hasta usó su magia para ello, pero no la dejó. – ¡Te odio! – Le lanzó magia y él la recibió. – ¡Te vas cuando me haces sentir esto! ¡Cuando la guerra está por terminar! ¡Cuando me prometiste estar siempre juntos! ¡Eres un mentiroso! ¡¡¡TE ODIO!!!

Solo la abrazó cuando ella empezó a llorar y solo pudo acariciar su cabeza cuando ella rompió en llanto y lo abrazó con fuerza, como diciendo que no se vaya. Y eso le dolía, haberla hecho llorar.

-Al parecer es ella la que peor lo está pasando de las tres… Y eso es decir mucho. – Magenta dijo sintiendo pena por la pelirroja, puede ver que realmente está destruida.

-Ella… Como la primera Gremory, ama mucho… – Koneko se mostraba muy triste por lo que veía. – Esto debe dolerle mucho.

Pues si que lo parecía…

Logró calmarla, pero Runeas no lo dejaba. Ella…

- Te amo… Ahora puedo decirlo. Y quiero… Deseo que podamos pasar más tiempo juntos. Himmel, por favor…

-Sabes que debo hacerlo. Para un futuro. – Acarició la mejilla de ella… – Runeas, quiero que veas a tu descendencia crecer. Quiero que veas, lo que tu familia puede hacer.

Ella lo abrazó más y…

- Lo haré… Veré a cada descendiente que tenga… Le enseñaré a mi hijo y a todos… Del amor que aprendí. Del cariño y la compasión… Eso que me has dado Himmel… Así… Algo de ti vivirá en ellos… En toda la familia Gremory.

Él le sonrió, la besó y ella lo quiso hacer eterno. Solo que… No fue así.

Himmel se fue, no sin antes susurrarle que también la amaba. Y la Demonio pudo ver la belleza y el dolor de amar, dado que empezó a llorar como jamás lo hizo… Al saber que no lo vería nunca más.

-...Dijo que le enseñaría a cada descendiente… Lo que él le enseñó de amar. – Blake trató de pestañear las lágrimas. – Él… Él es responsable de que todos los Gremory en ese mundo sean amorosos…

-Es como ella dijo, así algo de él viviría en su familia. – Hasta Yang parecía querer llorar.

Solo una persona más… Solo una más. Sabía dónde estaba.

Una casa estaba ahí, era de noche, pero sentía que había una persona despierta. Entró a la casa con cuidado, caminó hasta donde estaba… Esa persona. Una anciana viendo las estrellas desde la ventana. Ella lo pasó a ver y…

- Tío Himmel… – Ver a Aura ya mayor, era… Una alegría.

Vieron a la que era su sobrina. Y pudieron ver la diferencia… Ella envejeció, él no…

-El paso del tiempo es cruel con él también… Ni envejecer pudo. – Raven bajó la cabeza al pensar en todo lo que se perdió.

-Al menos pudieron verse una vez más… Después de tantos años los dos están juntos de nuevo. – Vernal trataba de ver el lado positivo, pero aun así no ayudaba mucho.

La mujer vio a su tío, se le veía joven como lo recordaba… Pero la verdad, era un hombre de 100 años, que ha visto tanto. Que su mirada era cansada, como si quiera poder descansar un poco. Pero no lo hacía, no hasta que…

Himmel se enteró que todos los que conoció murieron. Solo quedaba él… Era triste… Pero esperaba que hubieran tenido una vida feliz.

Se quedaron hablando hasta que casi amanecía. Aura sabía que era hora de que él se vaya, lo que le dio tristeza. Pero le sonrió, porque estaba feliz de haberlo visto una vez más.

-¿Ya te vas?

-Si, hora de que me prepare… Deseo ver el amanecer una vez más antes de pelear una última vez. – Himmel acarició la cabeza de la mujer, ella sólo aceptó el gesto con gusto. – Debo irme Aura, este es el adiós.

-Adiós Tío Himmel… Te quiero.

-Y yo a ti pequeña… Y yo a ti.

Himmel se puso de pie para poder salir del lugar. No sin antes darle un último vistazo a la casa donde su sobrina yacía durmiendo… Sabe que ella dentro de poco… Sólo siguió caminando, desea un buen lugar para ver el amanecer.

-¡Waaaaaaaaaaaaah! – Ruby no pudo más, porque sintió que era mucho para ello. – ¡¡TÍO QROW!!!

La chica fue donde estaba su tío, quien reaccionó el abrazo de su sobrina, eso dolió.

-Tranquila enana, aun tengo planes de estar por un buen tiempo por aquí, no te desharás de mí tan fácil. – Dijo con una media sonrisa mientras acariciaba la cabeza de su sobrina. – Cielos, sigues siendo una niña. Eres igual de llorona que Summer-.

Hasta Yang se quiso unir. Pero no… Ella tiene su orgullo. Ella es la ruda… No debe…

-Solo ven de una vez petardo, deja de hacerte la ruda.

Yang no dijo nada y fue a abrazar a su tío, quien rodó los ojos. Esas dos son hijas de sus madres, las dos lloronas. Porque Raven estaba tratando de no llorar por lo que vio.

Decir que algunos trataban de no hacerlo. Agh, esto era peor que una telenovela.

Vio el amanecer una vez más…

Entendió el significado de su vida, el porque pasó tanto… Era para esto. Para poder darles a todos un futuro. No desea la gloria eterna… Le basta con saber que hay gente que lo recordará. Que su legado, vivirá este… El futuro de este mundo es su legado.

Se puso de pie, miró como los Elementos volaron alrededor de él para luego abrir una Brecha Dimensional en el Cielo, era la hora.

Alzó vuelo y miró el mundo una vez más… Sintió a Elohim y Lucifer morir a la lejanía.

Cruzó la brecha sin pensarlo… Era la hora…

-Y ahí va… No lo dudó. – Juniper vio eso y… – Saben, si hay algo que admiro de un hombre es su determinación… Y él la tenía. Dejó todo… Por un bien mayor.

-Eso es algo que muchos no están dispuestos a hacer… Realmente fue alguien digno de admirar. – Raven vio con convicción el como Himmel partía listo para hacer frente a lo que sea que amenace el mundo.

Una vez cruzó la brecha, se vio en un espacio… Raro. Oscuro. Pero sintió que… Algo lo miraba.

Volteó con miedo al sentir un par de ojos verlo en toda esta oscuridad. Lo que vio fue un enorme cráneo de forma extraña con 4 ojos de color verde. Se pudo ver que lo que estaba debajo de esa cosa eran como raíces de un color que daban apariencia a un cuerpo humanoide o al menos tratar de darle una apariencia de ese tipo. Lo que no espero es que sus pies estuvieran unidos al suelo… Un segundo… No era el suelo…

-El lugar entero… ¡Este lugar es él totalmente!

- Su sed de destrucción, su nulo raciocinio… Esa cosa es un monstruo en todo el sentido de la palabra. Hasta Skeith lo veía. – Cubia… Ese es su nombre…

Himmel sacó sus armas, los Elementos alrededor de él como queriendo ayudar…

-Ok… Es hora. ¡Vamos!

Cubia rugió al oír ello. Era lo hora de acabar esto.

Todos dieron un salto al ver esa cosa… Era enorme. Y se sentía que era poderosa. Mucho.

-¿Qué era eso…? – Ravel sintió pavor de lo que vio.

- La Anti Existencia… Cubia. – Jinn apareció frente a ellos. – Un ente que solo busca destruir todo. Pueden decir que es un ente de la clase de Trihexa. Y es tan poderoso como este.

-...¿Es broma? – Bikou vio con temor al ente por sus palabras. – ¿Esa cosa está al mismo nivel que la bestia del APOCALIPSIS?

- Si. Si algo los enlaza, es que son entes destructivos que pueden… Acabar una Dimensión solos.

-¿Y él le hará frente a esa cosa solo? – Issei no pudo creerlo… Era una locura y para que él lo diga.

- ¿Quién dijo que está solo? – Todos miraron a Jinn con duda. – Si algo es sabido… Es que nadie está solo. Ya verán… Sientanse honrados, serán de los pocos que verán… La pelea final del que… Fue el Rey Supremo y el que moldeó un mundo entero.

Parece que deberán de ver, que es lo que se viene.