-¡¡Vamos todos ustedes, quiero ver cómo terminan esas 40 flexiones que les faltan!!-.

-¡¡¡SI SEÑOR SAIRAORG, SEÑOR!!! – Fue el grito conjunto de todos los soldados que se encontraban delante del mencionado.

Actualmente el joven demonio se encontraba en la sala de entrenamiento de la Milicia Atlesiana entrenando a los soldados y a algunos de los estudiantes de Cazadores, los cuales solo podían catalogar esto como un infierno. Pero de cierta forma agradecen que alguien como él se preocupe por tenerlos en forma.

Sairaorg por su lado veía todo con una pequeña sonrisa. Era agradable ver la fuerte voluntad que tenían estos humanos, a pesar de que estaba siendo duro ninguno daba su brazo a torcer.

-(Creo que después de esto iré con Kuisha a comer algo. Se lo merece después de estar siempre cuidando de mamá.) – Fueron los pensamientos del joven demonio mientras veía el Scroll que le proporcionó el general. En eso sintió 5 presencias detrás suya y…

-¡Buenos días guapo! – Una voz femenina resonó detrás de él con alegría antes… De darle una fuerte nalgada. – ¿Qué tal estamos?

-Creo que deberías de dejar de hacer eso mujer. – Una voz masculina se escuchó detrás del joven demonio. – Siento eso Sairaorg.

Se disculpó un hombre con cabello castaño corto y ojos verde azulado. Llevaba un uniforme de especialista Atlesiano sin mangas que consistía en un abrigo cruzado blanco sin mangas con detalles en rojo y azul con detalles ornamentales en forma de espoletas, cola ancha con forro rojo y un broche de trébol de cuatro hojas en la solapa.

De su cinturón colgaba un llavero con forma de pata de conejo. También vestía pantalones blancos y se cubría las manos con guantes marrones sin dedos. También usa botas altas de becerro azul con cuatro correas azul oscuro y puntera plateada de acero, también parecía llevar una caña de pescar consigo.

-Mejor no gastes saliva Clover, se ve que ella quiere llamar su atención. – Habló una voz femenina junto que se podía oír cierto deje de burla en ella.

La que hablo era una mujer joven de piel oscura con cabello rubio platino y castaño rapado a los lados y ojos de color rosa oscuro. Llevaba un uniforme de especialista Atlesiano de manga muy corta que consiste en un chaleco cruzado blanco sin mangas con botones plateados y detalles en azul oscuro. Tiene un cuello blanco y azul oscuro, una camiseta de manga corta azul oscuro, una corbata roja y un pantalón corto blanco.

Ella usa chaparreras azul oscuro que presumiblemente se conectan a la parte superior de sus pantalones cortos. Las chaparreras exponen la parte interna de los muslos y la parte posterior de las pantorrillas. Ella también usa guantes azules sin dedos y zapatillas gris oscuro con detalles en negro y una raya blanca acompañada de calcetines rojos. Ella también tiene almohadillas blancas para pantorrillas y rodilleras azul oscuro. También hay correas de color azul oscuro atadas alrededor de la parte superior de su chaleco. Las porciones rubias de su cabello están peinadas de una manera que se asemeja a las orejas de un conejo.

-Sigo sin comprender cómo esos actos pueden llamar la atención de alguien de esa manera. – Comentó alguien con una voz calmada y serena.

Se trataba de un hombre alto con cabello gris corto y rapado, piel pálida como la muerte y ojos azul claro. Tenía varios tatuajes, incluido un tatuaje del tercer ojo en el centro de la frente y la barbilla. Llevaba un uniforme de especialista Atlesiano que consistía en un abrigo blanco cruzado, parcialmente desabrochado, con cola ancha, detalles en azul marino, cuello y solapas en los hombros, una faja roja que pasaba en diagonal sobre su hombro izquierdo y se encontraba con una segunda faja roja alrededor de su cintura debajo de un gran cinturón azul y guantes sin dedos azul marino que le llegan hasta el brazo.

Llevaba pantalones azul marino metidos en un par de botas azul marino hasta los muslos con puntera y talón de acero, una pequeña bolsa a los lados y detalles de rodilleras. Llevaba collares de cuentas alrededor de su cuello y brazaletes de cuentas alrededor de su brazo derecho junto con dos bandas de plata, una pequeña y otra grande en su antebrazo izquierdo.

-Oh vamos, él sabe que no lo hago con malas intenciones. – La nueva voz sonó algo molesta por los comentarios de los demás.

La voz le pertenecía a una mujer alta, joven y musculosa con cabello castaño medio en una cola de caballo corta, piel marrón bronceada y ojos marrones. Llevaba un uniforme de especialista Atlesiano que consiste en una chaqueta corta blanca abierta de una sola manga con detalles en azul oscuro, solapas en los hombros y cuello y una camisa de armadura gris oscuro. Ella tiene brazales plateados sobre sus antebrazos.

En su espalda, tiene un imán que usa para llevar su arma. Ella tiene un cinturón rojo alrededor de sus pantalones blancos y anda descalza a excepción de algunas vendas para los pies de artes marciales junto con placas de pantorrilla azul oscuro que cubren la parte superior de sus pies, las placas tienen tres correas rojas atadas alrededor de ellas; como resultado, las plantas de sus pies están apropiadamente sucias. También tiene un aro de plata en la oreja derecha.

-Si sabemos que no tienes malas intenciones… Pero igual podemos ver claramente lo que buscas.

El ultimo en hablar se trataba de un Faunus macho joven con cabello largo de color negro verdoso atado en un moño y ojos azules. Su rasgo es una cola canina de color gris oscuro. Llevaba un uniforme de especialista Atlesiano que consiste en un abrigo cruzado blanco con botones plateados, detalles en azul oscuro, cuello, solapas en los hombros con puños a juego que tienen dos botones plateados.

La cola del pelaje se divide, lo que permite que la cola de Marrow se mueva libremente. Tiene un cinturón azul oscuro con una hebilla plateada alrededor de la cintura con una bolsa azul oscuro en el lado derecho. Tiene un pañuelo rojo atado alrededor de su cuello. Marrow usa una camisa roja debajo de su abrigo. Viste pantalones azul oscuro metidos en sus botas negras hasta la rodilla.

-No te preocupes Clover, está bien. Y también me alegro de verlos a ustedes Harriet, Vine, Elm y Marrow. – Dijo mientras se volteaba y veía a los demás integrantes de los Ace Ops.

-Tomando en serio el entrenamiento como siempre por lo que veo. – Clover camino hasta estar al lado del demonio. – Creo que los soldados y estudiantes nunca habían tenido la moral tan alta como hasta ahora y todo te lo debemos a ti.

-No creo estar haciendo la gran cosa, solo les estoy dando un entrenamiento.

-'Yo sigo pensando que es una tortura.' – Marrow le susurro a Vine y…

-¿Te gustaría unirte a ellos Marrow? – Sairaorg le lanzó una mirada divertida por encima del hombro al Faunus mientras preguntaba eso.

-¡No gracias, así estoy bien! – Él respondió con algo de miedo. Había olvidado el buen oído que tenía este sujeto.

-¡Jajajaja! – Harriet río al ver el comportamiento de su compañero.

-¿Y tu Harriet? ¿Tienes ganas de un pequeño sparring?

-Ahm… Creo que pasó…

-A mi no me importaría una pequeña sesión privada de entrenamiento~. – Elm sonó algo coqueta al decir eso, haciendo que sus compañeros rodarán los ojos pero…

-No tengo problema. – La afirmación de Sairaorg los pilló por sorpresa, en especial a Elm. ¿Finalmente logró que…? – Quizás podamos hacer algunas mancuernas, a esos bíceps tuyos no les vendría mal algo de ejercicio.

La chica cayó al suelo de manera cómica ante esa respuesta. Por supuesto, no podía ser tan fácil. Aunque escuchar las risas sutiles de sus compañeros varones y la nada disimulada de Harriet no ayudaban en su vergüenza… Aunque tomará como victoria el hecho de que se fije en sus músculos.

-Y bueno, ¿Qué los trajo por aquí? ¿Necesitan algo? – Ante esa pregunta el demonio vio como los Ace Ops se mostraban algo inseguros, como si no supieran si hablar del tema o no.

-Lo cierto es Sairaorg… ¿Realmente ese grupo que se está quedando en la mansión de la familia de la especialista Schnee son de confianza? – Harriet fue la que hizo la pregunta.

-¿Puedo preguntar por qué la desconfianza? – El joven demonio pasó a tener un rostro serio.

-Pues que esos tipos no nos producen mucha confianza que digamos. En especial el cara de mono y la gata que pone a Marrow como perro en celo.

-¡Oye eso fue racista! – El agredido vio con molestia a su compañera.

-...Literalmente no le apartabas la mirada de sus pechos y tu cola no ayudaba a ocultar tus pensamientos. – La mujer vio con cara neutra a su compañero quien tuvo la decencia de parecer apenado.

-El caso Sairaorg es que no nos parecen del todo confiables. No nos mal entiendas, si la madre de la especialista Schnee les permite quedarse en su casa es por que confía en ellos… Pero nosotros no lo hacemos del todo.

Clover trato de hablar con el mayor respeto posible ya que aún recuerda cómo se puso cuando Harriet habló mal del Sekiryuutei. Esto pareció funcionar ya que vio como el pelinegro soltó un pequeño bufido mientras asentía.

-Puedo llegar a entender vuestra desconfianza, lo cierto es que oí algunos rumores acerca de ellos hace algún tiempo.

-¡Entonces…!

-Sin embargo no me importan en lo más mínimo. – Sairaorg corto a la joven morena. – Si Issei Hyoudou confía en ellos yo no soy quien para hacer lo contrario.

-Hablas como si lo que dijera el Sekiryuutei fuera la verdad absoluta. – Vine habló con calma, aunque se podía notar cierto deje de cuestionamiento.

-En el corto tiempo que pase con él pude ver que es alguien honesto y de confianza. – Comenzó a hablar de forma calmada con sus brazos cruzados. – Si él le dio su voto de confianza a Vali Lucifer y a su grupo yo haré lo mismo. ¿O acaso me están diciendo que, a pesar de mostrar que no tengo más que buenas intenciones con mis acciones, dudan de mi juicio?

Eso último lo dijo mientras veía con severidad a los Ace Ops quienes no pudieron evitar sudar un poco por la presión que generaba la sola presencia del demonio.

-¡Pa-para nada Sairaorg, s-solo no nos terminan de caer bien nada más! – Elm se apresuró a decir mientras agitaba sus manos. – P-por favor no te enfades…

-Bien, pero que quede claro que cualquier insulto o acto contra Vali Lucifer e Issei Hyoudou será tomado como si me lo estuvieran dando a mi. – Una vez más declaró con un tono de mando que no podía ser cuestionado.

-Lo tendremos presente. De verdad.

-Bien… Ahora si me disculpan debo ir a ver a mi madre. – Dijo antes de voltearse para ver a los soldados y alumnos. – ¡¡Suficiente por hoy, muy buen trabajo todos ustedes!!

-¡¡¡GRACIAS SEÑOR SAIRAORG, SEÑOR!!! – Fue el agradecimiento conjunto que todos dieron antes de caer rendidos al suelo.

El pelinegro soltó una pequeña risa por eso antes de encaminarse hasta la puerta, siendo observado por los Ace Ops.

-Realmente parece confiar completamente en el Sekiryuutei y en el tal Vali. – Marrow se rasco la cabeza.

-Tch, del tal Vali aún puedo darle un pase… Pero que confíe en ese monstruo pervertido…

-Creía que lo ocurrido en el Torneo Vytal fue un accidente. – Vine se mostró algo confundido. Recuerda la reacción del chico en directo y era obvio que eso no lo hizo adrede.

-¡Obviamente no fue un accidente! – La chica le gritó a su compañero quien seguía sin entender. – ¿¡Cómo es que vas a desnudar a 4 chicas por accidente!? ¡Es claro que lo hizo a propósito! – Siguió con sus gritos mientras Vine solo levantó las manos en señal de rendición.

-Dejando de lado que posee habilidades interesantes… – Clover recibió una mala mirada de las dos chicas de su grupo. – Creo que deberíamos juzgarlo tras conocerlo en persona. Solo miren como alguien como Sairaorg confía plenamente en él.

-No veo por qué no. Digo, recientemente logró desmantelar la mitad de White Fang y seguramente terminará con dicha organización en Argus. – Elm apoyó sus manos detrás de su cabeza mientras veía al techo.

-¡Y es precisamente por eso que es peligroso! ¡Primero acaba él solo con un Grimm Clase Gaea y ahora acaba con una organización terrorista!

-Creo que estas exagerado Harriet. – Vine habló con su tono tranquilo viendo a la chica. – Hasta ahora no ha hecho más que ayudar a las personas a su alrededor.

-Hasta que deje de hacerlo. – La chica se mostró sería. – Él no es controlado por nadie.

-Pues si a esas vamos Sairaorg también sería un peligro. – Marrow levantó las manos ante la mirada de Elm. – No digo que sea un mal tipo, después de todo está ayudando a los reclutas y al ejército, pero creo que es claro que no es leal a Atlas.

-Si bien Sairaorg puede llegar a ser un problema, el es manejable… Pero ese tipo no. El general Ironwood lo supo ver desde el principio y…

-Harriet ya basta. – Clover habló con firmeza en su voz. – Si bien todos sentimos la perdida del general Ironwood, es claro que actuó de manera precipitada y poco ética y que sus acciones causaron no solo que Adam Taurus siga libre, si no que Atlas sea el hazmereir de todo Remnant.

-¡Por qué nadie lo tomó en serio! ¡Claro iba tras un adolescente, pero mira lo que ese adolescente resultó ser! ¿¡Y debo recordaros que amenazó con hacer arder Atlas!?

-¡¡Dije que basta!! – El grito que dio Clover resonó en toda la sala, llamando la atención de los soldados y alumnos.

La morena por su lado solo chasqueó la lengua antes de marcharse de allí en un abrir y cerrar de ojos. Esto le sacó un suspiro a Clover que se llevó una mano al rostro.

Los demás Ace Ops solo se vieron entre sí, esperando que esto no traiga problemas a futuro.

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-Debo reconocer que está ha resultado ser una salida de lo más satisfactoria. – Fueron las palabras de una alegre Lavinia.

Actualmente ella junto a todo el grupo de Vali se encontraba en uno de los centros comerciales de Atlas, donde a primera vista podían notar que sin duda esta enorme isla flotante está hecha para los ricos. A Bikou casi le dio un infarto cuando vio cuánto costaba un maldito plato de ramen…

-¿Seguro que está bien que usemos el dinero que nos dio Willow-sama? – Fay vio con duda a la maga mayor.

-No creo que haya problema Fay-chan. – Lavinia vio a la otra rubia mientras tenía una sonrisa. – Después de todo ella misma dijo que podíamos usarlo sin problemas.

-Además que es necesario que cierta gata consiga algo adecuado para este lugar congelado. – Bikou vio con una sonrisa burlona a la Nekoshou.

-Jodete aliento de banana, saben que soy mas de climas cálidos nya. – La pelinegra desvío el rostro molesta.

-Dejando de lado las peleas recurrentes entre esos dos. – Arthur habló mientras veía el lugar. – Se nota que este reino es el que cuenta con los mayores avances tecnológicos. Es fascinante.

-Es normal. – Las palabras de Celeste llamó la atención del resto. – Debido a ciertos eventos acontecidos durante la Gran Guerra hace 80 años el Reino de Altas, antes conocido solamente como el Reino de Mantle, se vio obligado a desarrollarse tecnológicamente.

-Sufriendo un boom en innovación. Tiene sentido. – Arthur asintió al entender.

-Supongo que eso también explica por qué la milicia tiene tanta importancia en este reino. – Fue la observación de Fay quien se estaba comiendo un crepe con chocolate, nata y fresas.

-Aun así es algo raro que en menos de un siglo llegarán a tener este nivel de tecnología y… ¿Por qué se me quedan viendo así?

Bikou vio con los ojos entrecerrados a los demás miembros del grupo quienes parecían algo desconcertados.

-Es que… – Fay tenía una sonrisa nerviosa sin saber qué decir.

-Esa es una opinión muy lógica y con sentido… En especial viniendo de tí, cara de mono nya.

-De verdad que a veces os odio mucho… Como sea, ¿Cómo vas por ahí líder?

Por su parte Vali se encontraba algo alejado del grupo mientras tenía varias bolsas… Si, el gran Hakuryuukou estaba siendo usado como mula de carga cortesía de Lavinia y Celeste quienes solo le daban mas y mas bolsas para cargar. ¿Cuántos zapatos puede necesitar una mujer?

-Jodete Bikou. – Rodó los ojos a la vez soltaba un suspiro cansado. – No se como me convencieron en hacer esto, ahora podría estar entrenando o pensando en cómo crear una nueva armadura.

Eso les sacó un suspiro a las dos parejas del Hakuryuukou mientras que los demás a excepción de Fay veían con algo de diversión el futuro espectáculo.

-Y ese es el problema Vali, si nos descuidamos puedes quedarte encerrado como Azazel cuando le sale la vena de científico loco. – Lavinia vio al semi demonio con los ojos entrecerrados.

-Claro y la mejor alternativa es hacerme cargar con vuestras compras… – Sobre decir que Vali habló con sarcasmo.

-Al menos tienes algo de interacción interpersonal, algo que no te vendría mal Vali. – Celeste habló mientras veía un escaparate de una tienda de ropa.

-...No hay manera de zafarme de esto, ¿No? – Preguntó mientras recibía un asentimiento por parte de las dos. – Bien… Pero por favor no exageren con las compras, ya es suficiente con los demás gastando el dinero como si no hubiera mañana.

-No prometemos nada, después de todo este es uno de tus deberes como novio. – Lavinia dijo con una sonrisa divertida.

-Tch… Es una lastima que Winter no estaba disponible para charlar, eso sería mejor que ser una mula de carga.

El comentario del Hakuryuukou llamó la atención de todos, en especial de sus dos parejas quienes perdieron sus sonrisas.

-¿Habla de la hija mayor de Willow-sama? – Fay pregunto recibiendo un asentimiento como respuesta.

-Vaya, Vali teniendo contacto con más seres vivos… Es otra señal del Apocalipsis. – Bikou tenía una expresión de falsa incredulidad para luego sonreír con burla.

-Por esta vez tengo que estar de acuerdo contigo mono… Tengo miedo nya.

Arthur fue el único que no dijo nada, pero también era claro que estaba algo sorprendido de saber eso. Vali tenía un tic en su ojo derecho al ver la burla de su grupo… Nuevamente se está arrepintiendo de haber formado equipo con estos idiota.

-(Creo que tenemos problemas más serios de los que preocuparnos Vali.) – Vali levantó una ceja por el tono de miedo de Albion. – (Solo mira a esas dos…)

Haciendo caso a su amigo su mirada se enfocó en el par de rubias y sinceramente se sintió algo intimidado por la mirada vacía de Lavinia y por el brillo en los lentes de Celeste, junto que las dos tenían una sonrisa demasiado dulce en su rostro.

-Así que… ¿Te llevas bien con Winter? – Celeste preguntó mientras se ajustaba sus lentes.

-...Hemos charlado un par de veces, a la vez que tomamos algo de té. – Decidió ser honesto, algo le decía que si no lo era estaría en serios problemas.

-Ya veo… – Lavinia mantuvo su mirada vacía junto que su sonrisa creía más. – ¿Y de qué hablan exactamente y cuantas veces se han visto… Sin que lo supiéramos?

-Solo hablamos de algunas cosas que tenemos en común, como haber tenido pésimos padres y cosas sin importancia… Y en cuanto a la frecuencia con la que charlamos, nos reunimos siempre que tenemos tiempo libre… Es todo.

Esperaba que su respuesta calmara a ese par, pero ver como una aura negra las rodeaba solo mostraba que no fue el caso… Mierda.

-Pues creo que tengo ganas de seguir comprando más ropa y demás accesorios. ¿Qué dices Celes-chan? – La maga le preguntó a su compañera de harem mientras Vali abría los ojos de incredulidad. ¿¡Más!?

-Me parece una buena idea Lavinia. – Vali la vio con algo de temor. – Andando y tú. – Dijo mientras señalaba al Hakuryuukou. – Más vale que no te quejes de cargar nuestras compras.

Sin más que decir ambas siguieron caminando ante la vista algo temerosa de los demás. Después pasaron a ver al Hakuryuukou el cual no se molestó en ocultar su incredulidad.

-...¿Se puede saber que hice?

Los demás miembros del grupo lo vieron con expresiones planas incluyendo Le Fay.

-Lo que te hagan esas dos te lo mereces por idiota nya. – Fue la respuesta de Kuroka antes de comenzar a caminar en dirección de esas dos.

-Espereme Kuroka-sama. – Fay no tardó en seguir a su amiga no sin antes ver feo al peliblanco.

Así dejaron solo a los varones del grupo, con el Hakuryuukou más confundido que antes para luego sentir como tanto Arthur y Bikou le dieron unas palmadas en el hombro.

-No trates de entender a las mujeres Vali.

-Bikou tiene razón, en casos así es mejor solo asentir con la cabeza, así es mejor.

Sin más retomaron el caminar, solo que Vali dijo algo sobre que ahora entiende a su rival.

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Mientras tanto en el laboratorio de Azazel, este estaba mostrándole a Pietro lo que parecían los resultados de algo.

-¿Qué opinas Pietro?

-Hmmm… Sus constantes vitales se mantienen estables al igual que sus niveles nutritivos en todo el cuerpo. Sin embargo… – Pietro frunció el ceño con lo siguiente que vio. – Sus ondas cerebrales indican que no es consciente de nada que pase a su alrededor.

-En otras palabras está en coma… – Recibió un asentimiento por parte del científico cosa que le sacó un gruñido. – Sé que no ha pasado mucho desde que pedí tu ayuda pero… Seguimos en el punto de partida.

-Supongo que es inevitable. Digo, si bien parece solo estar en coma… Su fisionomía no es precisamente humana y por ende no se como proceder con exactitud. Es como con la madre del joven Sairaorg.

Él lo sabe mejor que nadie. Ha estado tratando de resolver ambos problemas desde hace ya un tiempo, pero sigue topándose con los mismos callejones sin salida una y otra vez. Es algo realmente frustrante si es honesto.

-Creo que esto me supera…

-Pero no planeas tirar la toalla, ¿Verdad?

-En absoluto. – Azazel le sonrió a su compañero científico. – Hice una promesa después de todo… Una promesa a un hermano.

-Entonces no hay más que hablar, si tú no te rindes yo tampoco.

-Gracias Pietro… De verdad.

-No es nada, después de todo tú me has ayudado con mi pequeña y esto es poco para regresarte la ayuda. – Dijo el científico mientras tenía una sonrisa en su rostro. – Pero cambiando un poco el tema. ¿Cómo están las cosas entre la Sra. Schnee y tú? ¿Todo bien?

-La verdad todo va bien. Jeje me parece divertido ver que estoy en una relación estable, cosa que no ha pasado desde más tiempo del que me gustaría admitir. – Dijo dando una pequeña risa para luego poner una expresión pensativa. – Aunque desde hace algunos días ha estado con mayor apetito de lo normal y hasta parece que agarro cierta obsesión con las cosas dulces.

Pietro levantó una ceja al oír eso, agitó un poco la cabeza y decidió seguir preguntando a ver qué puede concluir.

-¿Otra cosa que notes fuera de lo normal en ella?

-¿Qué es esto? ¿20 preguntas o menos? – Dijo con algo de burla en su voz haciendo rodar los ojos a su colega. – Pero ahora que lo mencionas… También parece más brillante por momentos para luego su humor cambie un poco y también se queja de que los pies la matan, pero eso creo que se debe a esos tacones que usa. Nunca entendí cómo es que las mujeres pueden usar esas cosas.

Azazel tenía una expresión pensativa a la vez que Pietro estaba barajando varias opciones en su cabeza. Puede que su campo se especialice en la robótica e informática, pero eso no quita que sepa una o dos cosas de biología. Fue ahí que una posibilidad llegó a su cabeza que lo hizo abrir los ojos un poco para luego soltar una pequeña risa que atrajo la atención del caído.

-¿Y ahora qué te parece divertido?

-Nada, solo son cosas mías. – Se apresuró a restarle importancia. – Bueno sea lo que sea que tenga la Sra. Schnee espero que no sea nada grave.

-Yo espero lo mismo, no sabría qué hacer si le pasa algo. – Sus palabras estaban llenas de preocupación, era obvio que se había enamorado de la mujer.

-Creo que podemos dejar la investigación hasta aquí por hoy. Mejor ve con tu mujer y estate con ella.

-No estamos casados… Todavía. – Y era verdad, no niega que la posibilidad le lleva rondando la cabeza un tiempo, algo que nunca se hubiera planteado antes.

Al final ambos se marcharon del laboratorio, dejando a la persona dentro de la cápsula flotar dentro del líquido como ha hecho hasta ahora.

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Mientras tanto en los pasillos de los cuarteles generales del Ejército Atlesiano se puede ver como dos figuras femeninas caminaban por los pasillos. Estas se trataban de Winter Schnee y de Penny Polendina.

-¿Cómo sientes tu cuerpo luego de los arreglos que hizo el Sr. Polendina? – Preguntó con genuino interés.

Se puede ver a Winter con una camiseta blanca con cuello, una corbata que se conecta a su nuevo broche y una faja debajo de las solapas de su abrigo. Ella usa guantes y pantalones azul marino y luce una bolsa de polvo alrededor de su cintura junto a su espada.

-¡Mis sistemas están en perfectas condiciones y estoy lista para el combate! – La androide comentó con su típica energía junto que se podía ver que su apariencia era algo diferente.

Su cabello era significativamente más largo y rizado hacia adentro en las puntas y llevaba un lazo de tela negra debajo de un lazo de metal rosa que tenía un símbolo de poder verde con un contorno dorado. El ahoge permaneció y fue más prominente.

Llevaba un vestido estilo alemán verde oliva con un dobladillo negro con rayas verde esmeralda. La región abdominal era negra con cuatro botones dorados con hebillas a juego en las correas de los hombros.

También vestía una blusa blanca con hombros hinchados, puños acampanados con volantes y un forro negro vertical en el centro del frente. La pieza de su cuello eliminó los acentos verdes y en su lugar se terminó con una cinta negra, otro botón de encendido en el centro que se encendía.

Penny tenía piezas de metal negro en las piernas que le llegaban hasta los muslos, ambas con una franja verde que bajaba por los lados, con un gran círculo verde en la parte superior y uno pequeño en la parte inferior, ambos delineados con oro y capaz de encender también. Las piezas de las rodillas de sus piernas estaban fuertemente definidas para verse separadas del resto de las piezas de las piernas.

Tenía un trío de chorros en la parte inferior trasera de las piezas de las piernas que le otorgaban a Penny la capacidad de volar. También usaba un un par de botas negras de metal de tacón bajo con la parte superior oculta por la parte inferior de las piezas de sus piernas.

Además, también usó un par de guantes negros de encaje con puños y detalles de tachuelas doradas en los nudillos. También conservó su mochila plateada en la espalda donde guarda los Floating Array.

-Me alegra escuchar eso. – Sonrió un poco al ver que la chica seguía siendo la misma. – No hemos podido hablar como se debe desde que tú y los demás llegaron a Atlas.

-Si jejeje, mi padre junto con el Sr. Azazel se tomaron su tiempo en mis reparaciones y mejoras.

-¿Mejoras? – La mujer preguntó con genuino interés.

-¡Si! ¡Gracias a las ideas del Sr. Azazel ahora prácticamente puedo sentir con mi cuerpo como hacéis vosotros!

-Oh… Bien…

-¿No te alegras por mi Winter? – Pregunto luciendo algo desanimada por la respuesta poco entusiasmada de la peliblanca.

-¡Oh no no, todo lo contrario! Es solo que… – Winter se mostró algo incómoda, ganándose una mirada confundida de Penny. – Ugh… Digamos que el Sr. Azazel no… Me cae muy bien que digamos.

-¿Es por que él mantiene una relación amorosa con la Sra. Willow?

Preguntó con inocencia mientras ladeaba la cabeza. Penny vio como a Winter le dio un pequeño tic en uno de sus ojos junto que apretaba uno de sus puños.

-Ahm… ¿Pregunté algo que no debía?

-...Solo no vuelvas a sacar el tema… – Vio como la chica hizo el gesto de cerrar la boca con cremallera. – Bien… Cambiando de tema, ¿Qué opinas de tu nuevo "hermano menor"?

-¡Qué es increíble! ¡Su capacidad de combate es incluso superior a la mía, además que su diseño es sen-sa-cio-nal! – Penny dio algunos aspavientos para enfatizar sus palabras. ¿Esto que siente es lo que llaman "orgullo de hermana mayor"? Por qué le gusta.

-Jejeje pues si. Incluso Vali dijo que le resultaba interesante y que le gustaría probar sus habilidades él mismo.

Ella dijo eso con una pequeña sonrisa en su rostro, cosa que llamó la atención de la androide. Primera vez que ve a la mujer mostrar esa clase de expresión cuando habla de alguien que no sea de su familia. Le recuerdo un poco ha cuando ella habla con…

-Oh. – Penny golpeó su puño con su mano al llegar a una conclusión.

-¿Qué pasa Penny? – Winter vio con curiosidad a la androide quien tenía una sonrisa en su rostro junto que estaba dando pequeños brinquitos.

-¿¡Acaso te llevas tan bien con el amigo Vali porque comienza a gustarte!? – Preguntó en voz alta mientras levantaba sus brazos al aire.

-¿Eh? – Fue lo que dijo la mujer mientras tenía su rostro desencajado por la declaración de la pelinaranja. – ¿¡Cómo es que llegaste a esa conclusión!? – Pregunto una vez salió de su estado de shock.

-Pues es que cuando hablaste de él tenías una sonrisa casi como cuando pasas tiempo con la Sra. Willow y con mi amiga Weiss, así que… – Dijo dejando al aire lo último para ver como la mujer sólo adquiría un pequeño sonrojo. – ¿Acaso lo malinterprete?

Las dos habían detenido su andar para poder charlar con algo más de calma donde la androide esperaba la respuesta de la peliblanca la cual estaba tratando de calmarse un poco.

-Mira Penny, Vali y yo solo somos dos conocidos que se están haciendo amigos. Si, no niego que hablar con él es algo que me ayuda a relajarme un poco, pero no hay nada entre nosotros dos. – Declaró mientras lograba hacer que su rostro regrese a su coloración normal.

-Entiendo, es que la sonrisa que tenias al hablar del amigo Vali me recordó a la mía cuando estoy cerca de mi amado Issei. Jeje perdón si te incomode. – Se rasco la nuca mientras tenía una sonrisa nerviosa, un gesto que le recordó a la mujer a cierto castaño. – Al parecer aun no soy del todo buena con esto de socializar.

-No te preocupes por eso Penny, con el tiempo mejoraras. – Le respondió mientras ponía su mano en el hombro de la pelinaranja, la cual le respondió con una sonrisa.

Después de eso siguieron caminando, pero ahora Winter se preguntaba si realmente sonreía de esa manera al hablar del semi demonio. En primera instancia le parecía algo absurdo, no habían tenido el tiempo de siquiera conocerse un poco, por lo que la idea de que empiece a gustarle era…

-(Mejor dejo de pensar en ese tema por ahora. Ya llegamos.) – Fue lo último que pensó antes de pararse delante de una gran puerta, la cual tocó tres veces.

-¿Quién es? – Una voz masculina resonó con un tono firme al otro lado de la puerta.

-¡Especialista Winter Schnee reportándose General! ¡Traje a la joven Penny como ordenó!

-Adelante.

Una vez recibieron el permiso Winter abrió las puertas y procedió a entrar junto con Penny, la cual cerró las puertas tras ella.

--

Mientras tanto en la ciudad de Argus, los residentes de la casa Nikos ya hace un buen rato que se habían despertado e incluso desayunado… Bueno, algunos lo hicieron. Cierto grupo no hace mucho que se despertaron y ahora mismo se encontraban desayunando.

-Entonces… ¿Qué tal tu paso al mundo de los adultos Vel? – Coco le preguntó a su compañera, la cual si bien parecía tener una leve cojera también parecía brillar.

-No empieces Coco…

-Oh vamos, es normal que sintamos curiosidad. – Ilia rodeo su cuello con un brazo. – Solo dinos, vamos~.

-...A no ser que quieran que cuente todas las veces que fueron… Descubiertas junto a como son en privado dejaran el tema por la paz. – Fue la amenaza de la Faunus conejo mientras tenía una sonrisa tierna y los ojos cerrados.

-Tch, me gustaba más la Vel tímida y nerviosa. Era más fácil de manipular.

-¿¡Qué cosa!? – Velvet pasó a ver a su líder con algo de rabia, a lo que está solo desvió la mirada mientras silbaba.

-Tranquila Velvet, no le hagas caso. Estás en tu derecho de querer tener privacidad. – La chica vio con agradecimiento a Yatsuhashi. Al menos alguien que no es un metiche.

-Dejando a un lado eso… Creo que por cierta zona la tensión es algo más notoria. – Si bien Fox no podía ver, hasta él podía notar algo en el ambiente.

Ante esas palabras el Team CFYV e Ilia dirigieron sus miradas al lugar en cuestión, que era el otro extremo de la mesa donde estaban.

Ahí se podía ver a Issei, el cual lucía un poco cansado y delante de este estaba Qrow el cual… Tenía cara de pocos amigos. ¿La razón? Bueno solo se tenía que ver a la persona que estaba al lado del castaño, la cual no era otra que Raven. En un principio no habría ningún problema… Si no fuera porque todos la vieron salir del mismo cuarto donde Issei y sus novias pasaron la noche, sumado a que la mujer parecía haber rejuvenecido.

-Así que mocoso… No solo te enrollaste con mis sobrinas… Si no con mi hermana… Tienes agallas eso lo reconozco. – Dijo con una sonrisa que no prometía nada más que dolor.

-No fastidies Qrow. – Raven habló mientras tenía una sonrisa de satisfacción total en su rostro. – Tu eres el menos indicado para criticar. ¿O quieres que le cuente a todos aquella vez donde Summer te encontró en nuestra habitación con dos estudiantes de primer año cuando estábamos en nuestro tercer año en Beacon?

Ante eso todas las miradas fueron a parar rápidamente al hombre, el cual solo tuvo un tic en el ojo antes de decir algo por lo bajo y beber de su café.

Por su parte Ruby y Yang pusieron un rostro de desagrado al imaginarse dicho escenario. Aunque si son sinceras tampoco es que puedan decir mucho ya que esta era la segunda vez en la que ambas pasaban… Tiempo de calidad con Issei juntas y con compañía… Sumado que Raven cumplió su parte del trato al enseñarles un par de cosas. No sabían que se podía dar una rusa de esa manera… En el brazo.

-Honestamente debo decir que estoy… Impresionada. – Iris habló mientras se secaba el sudor del cuello. Acababa de terminar la rutina de entrenamiento si esa ropa deportiva que llevaba puesta decía ello. – Digo, no te imaginaba como alguien que… Disfrutará de la compañía de una mujer adulta Issei.

-Bueno… Realmente no le veo lo malo. Quiero decir, si bien la diferencia de edad es notoria, Raven es una mujer muy hermosa y encantadora y… – No pudo continuar ya que la mencionada le estaba haciendo una llave mientras tenía un notable sonrojo.

-Solo cállate… – Fue todo lo que dijo mientras trataba de regresar su rostro a su color normal. – Cielos, enserio es necesario que aprendas a medir lo que dices… Aunque agradezco el cumplido.

Dijo mientras lo liberaba de la llave, todo bajo la mirada algo complicada de Yang que seguía sintiéndose algo rara de estar en esta situación. Pero bueno, su madre se ve feliz y con eso le basta.

-Fufufu, sin duda tiene un don con las palabras. – Iris vio con gracia la interacción entre esos dos. En eso una idea algo maligna pasó por su cabeza y… – ¿Debería preocuparme por acabar igual? – Con esas palabras el caos se desató.

-¡¡Issei!! – Pyrrha gritó mientras se ponía de pie y veía con furia al castaño. – ¡Ni se te ocurra poner tus manos sobre mi madre! ¿¡Queda claro!?

-¡Si yo no he dicho nada! – Se defendió mientras alzaba sus manos. – ¡Y usted no diga esas cosas Iris, aún no quiero morirme!

-Pfff jajajajaja. Oh lo siento, no pude evitarlo. – La mujer se disculpó mientras se limpiaba una lágrima. – Y relájate cariño, yo no veo a Issei de esa manera.

-Mi hermana empezó igual y mírala. – Qrow hablo, ganándose las miradas de rabia de las novias de Issei. – Solo digo…

-Puede ser pero… – La mujer dio una sonrisa triste. – No creo que alguien pueda llenar el lugar que dejó el padre de Pyrrha…

-Mama… – Pyrrha vio a su madre con tristeza al igual que los demás.

-Oh lo siento, no quise desanimar el ambiente.

-Ni hay nada de lo que debas disculparte. – Raven vio a la mujer con comprensión. – Honestamente yo pensaba que no habría nadie para mí después de Tai, así que la puedo entender.

-Gracias Raven. – Ambas se sonrieron, pues no había más que decir.

-Bueno y… ¿Qué podemos hacer el día de hoy? – Fue la pregunta de Ruby quien estaba comiendo algunas galletas junto con Koneko.

-Obviamente patrullar. – Issei contestó tras terminar su café. – No es que no confíe en las capacidades de los soldados en este lugar, pero me sentiría más tranquilo si nosotros participamos.

-Me parece bien. – Blake vio su reflejo en el café. – Conociendo a Adam es probable que hasta haya logrado infiltrar a alguien en la ciudad.

-También sería buena idea que vayamos a hablar con la que mande en la base militar. Después de todo ellos son los que tienen que proporcionarnos un transporte hasta Atlas para llevar a Sienna y las otras dos.

-Ahora que lo mencionas, ¿Por qué motivo dejasteis a las tres con los militares? – Issei vio a la heredera con duda. El trabajo de vigilar a Sienna y las otras dos era suyo después de todo.

-Dijeron que es por seguridad. – Fue la respuesta de Ciel. – Aunque claro, Neo tiene vigiladas sus comunicaciones. Según ella no quiere que se las traten de llevar por su cuenta.

Todos pasaron a ver a la ex-criminal y está solo sacó su Scroll.

-"No me ven así." – La chica vio a todos con los ojos entrecerrados. – "Saben que Atlas sigue sin estar en la mejor posición luego del fiasco en Vale. No me sorprendería que traten de adjudicarse el crédito de entregar a Sienna ante la ley."

-Ella tiene un punto. – Blake le dio la razón a la ex-criminal. – Sin ofender a las que son de ahi, pero por lo normal la gente de Atlas prioriza la imagen y tener a la líder de White Fang parece ser algo bueno para levantar su muy golpeada reputación.

-No es que pueda decir algo para desmentir eso después de lo ocurrido. – Fueron las palabras de Weiss quién fue apoyada por Ciel. – Y si Penny estuviera aquí seguramente diría lo mismo.

-De acuerdo entonces, creo que lo mejor será dividirnos. – Todos pasaron a ver al castaño. – Ya que es mi responsabilidad seré yo quien vaya a la base. El Team CFYV, Ilia, Raven y Vernal vendrán conmigo.

-Recibido líder. – Ilia le dio un pulgar arriba mientras que los demás asintieron.

-En cuanto a los demás, reuniros con la familia Arc y ver si nos quieren ayudar. Después separaos en grupos pequeños y peinen la ciudad. – Todos asintieron a eso y Sköll ladró.

Con todo acordado todos salieron de la casa Nikos, tomando caminos separados no sin antes que Pyrrha se despidió de su mamá antes de irse.

Justo en ese momento estaba Issei junto a los demás con quién iría a presentarse a la base del lugar para ver cual era la situación del lugar y claro ver que Sienna y las otras dos estén en buenas condiciones.

-Creo que no salíamos los cinco juntos desde Patch.

-Cierto, de hecho hemos tenido poca interacción desde que nos reencontramos en Mistral. – Coco vio como Issei asentía, ciertamente pasó bastante.

-Aunque nuestra salida grupal se acabó convirtiéndo en una cita para cierto par. – Fox habló con gracia mientras tenía las manos detrás de la cabeza.

-Cita que fue arruinada por cierta persona. – Velvet dijo eso recordando como Neo arruinó el final de su primera cita. – Aun no me las cobro…

-Con lo inocente que aparenta y resulta ser muy vengativa. – Dijo Vernal con algo de burla.

-Y pervertida. Debieron verla ayer cuando…

-¡No digas más Raven! – La chica vio con rabia a la mujer mientras tenía un fuerte sonrojo. El cual creció al escuchar la risa de su equipo.

-Hmmm ok, solo por esta vez no diré más… Por esta ocasión. – Tenía una sonrisa de lado, cosa que le ganó que la chica la viera feo. – Es casi tan divertido como molestar a la llorona.

-Vamos Raven, déjala tranquila. – La mujer hizo un pequeño sonido de molestia al ser regañada por el castaño. – Cielos, empiezo a pensar que lo único que Yang sacó de Tai fue el sentido del humor y el color de cabello. Casi podrías ser su hermana.

-Me tomaré eso como un cumplido. Y de los buenos~.

El Sekiryuutei solo soltó un suspiro al ver la actitud de la mujer quien parecía ser incluso más suelta que antes. Pero no niega que le alegra verla así de feliz. Por su parte Vernal también veía como su amiga interactuaba con el castaño donde por una parte si bien no puede evitar sentir algo de celos de que se le adelantara en terminar en la cama del castaño, también estaba feliz por verla tan llena de vida y todo gracias a Issei.

Le parece curioso como una sola persona quien no luce para nada fuera de lo común pueda tener tal efecto en las personas que la rodean. Al final de cuentas, hasta ella se sintió mejor cuando le contó su pasado.

-Hey, ¿Esa de ahí delante no es…? – Todos vieron como Ilia señalaba en una dirección y cuando pasaron a ver dónde vieron a…

-¿Sra. Calavera? – Issei preguntó algo sorprendido, ocasionando que la mencionada pasará a verlos.

-Anda mira qué coincidencia. ¿Qué hacéis por aquí? ¿Y los demás?

-Fueron a hacer patrullaje. Ya sabe, solo por si acaso. – Respondió el castaño ganándose un asentimiento de la anciana. – ¿Y usted qué hace aquí sola?

-Veran, tengo que ir a Atlas cada 10 años para que le hagan una revisión a estas cosas. – Señaló sus prótesis para luego soltar un suspiro de fastidio que llamó la atención de los presentes.

-¿Entonces por qué va camino a la base de Argus? – Vernal la vio con una ceja alzada.

-Tch, todo es por culpa de esa vieja arpía. – Muy bien, ¿Podrían dar contexto?

Pero antes de que pudieran preguntar a quién se refería se dieron cuenta que ya habían llegado a la base de Argus.

La base está construida sobre varias islas en el puerto de Argus y está conectada al continente por un gran puente colgante.

La primera isla tiene una gran aguja de roca. En la segunda isla es la plataforma de almacenamiento y aterrizaje para la flota de Mantas de la base. También está presente una tercera isla más pequeña.

-¡Alto! ¡Identifiquense! – Fueron parados por dos guardias con el uniforme de las fuerzas Atlesianas.

-Somos Cazadores y venimos a hablar con su oficial a cargo sobre las prisioneras que recién llegaron y de la situación de White Fang. – Issei habló mientras él junto a los demás mostraban sus credenciales a excepción de Vernal y Raven quienes sólo guardaron silencio.

-¡Muy bien, le informaremos a nuestra oficial superior de su visita!

Una vez dicho eso ambos guardias comenzaron a marchar con rumbo al interior de la base mientras entonaban una marcha militar dejando algo descolocados al grupo.

-Bueno… Ellos parecen ser algo… – Yatsuhashi no parecía saber cómo terminar su oración.

-¿Super raros? Si… Definitivamente. – Ilia tenía una ceja alzada para luego ver cómo la anciana parecía más fastidiada. – ¿Qué ocurre?

-Bueno… Puede que conozca a esa oficial a cargo…

-Estupendo, si son amigas de seguro no tendrá problemas en recibirnos. – Velvet tenía una sonrisa que desapareció rápido al ver cómo la anciana frunció el ceño.

-Pues… Amigas no sería la palabra que usaría para describir nuestra relación.

-¿Conocidas? – Coco preguntó alzando una ceja.

-Tampoco.

-¿Aliadas? – Ilia también trato de adivinar.

-Mmm… No.

-¿Enemigas? – Raven dijo mientras se cruzaba de brazos.

-¡Le atinastes!

-Espere, ¿Que? – Issei vio con incredulidad a la mujer mayor. – ¿Como que enemigas?

-Pues verán, como les dije tengo que ir a Atlas por mantenimiento cada 10 años pero… ¡Una sola vez que lleve unas nueces conmigo y me hacen tener que pasar por revisión adicional de por vida! – Exclamó con fuerza mientras apretaba uno de sus puños.

-...Dígame por favor que es una broma… – Issei ya sentía venir la jaqueca. ¿¡Tanto melodrama por unas malditas nueces!?

-Oh vamos no hay que perder las esperanzas. – Dijo con un tono relajado. – Puede que se muriera. – Exclamó con una sonrisa mientras se apoyaba en su bastón.

Antes de que el grupo pudiera decir algo más escucharon las puertas de las bases abrirse y pudieron ver que los tipos de antes habían regresado.

-¡Introduciendo…! – Inició el sujeto de la derecha.

-¡A la operativo especial…! – Continuó el de la izquierda.

-¡Caroline Cordovín! – Exclamaron los dos al mismo tiempo a la vez que se hacían a un lado para dejar ver a…

-De acuerdo, descansar muchachos. – Dijo con algo de fastidio una voz femenina.

La que hablo era una anciana bajita con cabello corto plateado y ojos marrones. Viste un uniforme atlesiano con guantes negros y un cinturón gris oscuro.

La nombrada Caroline dio unos pasos para quedar justo enfrente de Maria donde ambas se vieron con seriedad.

-Bruja. – Dijo de forma calmada la militar con un rostro inexpresivo.

-Demonio. – Maria regreso el insulto, era palpable la enemistad entre esas dos.

-Bueno, veo que en esta ocasión elegiste contrabandear algo más grande que unas nueces.

Dijo mientras veía al grupo con severidad, pero frunció el ceño al posar su vista en el castaño quien levantó una ceja por esa acción.

-Oh Cordo, sabes que dicen que el tiempo cambia a las personas… Pero veo que sigues con tus reglas muy metidas por el…

-¡Hola, buenos días señorita! – Velvet se apresuró a interrumpir a la anciana antes de que los meta a todos en problemas. – Me llamo Velvet Scarlatina y mis amigos y yo vinimos ah…

-Se bien a que vieron a esta base… Srta. Scarlatina. Pero déjenme decirle, civiles, que al parecer no comprenden la importancia de este lugar. Así que déjenme decirles de forma lenta y con palabras fáciles…

Todos vieron como la mujer se puso firme mientras se aclaraba la garganta.

-Genial… Aquí viene. – Maria bajó la cabeza mientras parecía fastidiada.

-¡Esta base! – Dijo mientras señalaba todo el lugar. – ¡Esa torre de relevo! – Ahora señaló a la dirección opuesta. – ¡Y la seguridad de Argus son un regalo del glorioso Reino de Atlas! – Exclamó mientras abría los brazos y tenía una sonrisa de orgullo en su rostro. – Y es mi deber protegerlo porque solo yo tengo el ingenió y la tenacidad para hacerlo.

-¡Qué ingenió!

-¡Qué tenacidad!

El grupo entero vio con una gran gota de sudor a los militares mientras podían jurar escuchar música de fondo y ver la bandera del Reino de Atlas detrás de ellos… Oficialmente están alucinando.

-(Yo también lo escucho compañero al igual que esas dos…) – Genial… Al menos no están solos en esta locura.

-Oh puede ser que Atlas solo quería alejarte lo más posible del reino. – Una vez más María no desaprovecho en decir algo con tal de molestar a la militar.

-(Con lo poco que ha dejado ver, no me sorprendería que incluso ese incompetente de Ironwood no la aguantará y la engañara para mandarla a este lugar.)

-(Pienso igual Ddraig, pero mejor no añadamos leña al fuego… Por qué parece que está por descontrolarse.) – Contestó Issei mientras veía cómo la mujer…

-¡Ugh, eres igual que el resto de malagradecidos de Argus! – Gruñó con rabia mientras agitaba una de sus manos. – ¡Esta ciudad no existiría de no ser por el esfuerzo de nuestros antepasados Atlesianos! ¿¡Y qué recibimos a cambio!? ¡Solo burlas a causa de él!

-¿Mia? – Preguntó con una ceja alzada al ver que la mujer lo señalaba. – Ah entiendo, debe de referirse a que no me deje matar por el bastardo de Ironwood.

-¡No te atrevas a hablar mal de un gran hombre como lo fue el General Ironwood! ¡Es más ni se te ocurra mencionarlo, que su nombre salga de tu boca es una ofensa!

-Pues con gusto diré su nombre hasta quedarme sin aire. – Issei habló con burla clara en su voz antes de ver a la mujer con seriedad. – Y eso de que fue un gran hombre… Sí claro, por eso recurrió a armamento ilegal para acabar con un niño por qué este no quería agachar la cabeza frente a él. ¿No?

-Más bien una abominación con aspecto de niño. – El veneno en las palabras de la mujer eran evidentes.

-'Quietos.' – Raven levantó su brazo para detener a los demás, lo cuales se notaba que no estaban nada felices. – 'Si bien no tenéis ni para empezar con todos los soldados de esta base, no creo que sea buena idea buscar problemas con Atlas.'

-Tch. – Vernal, Coco e Ilia dijeron a la vez mientras hacían caso a la mujer, a la vez que Yatsuhashi y Fox tenían una expresión molesta y Velvet parecía haber matado cien veces a esa anciana decrépita en su cabeza.

-Puede que sea cierto, pero no me importa en lo más mínimo si puedo tener a las personas que aprecio a salvo.

-¡Ja! ¿Y crees que ellos te aprecian de la misma forma? – Coreline lo vio con burla. – De seguro solo se mantienen a tu lado por qué les aterra la idea de tenerte como enemigo.

-Je, pues déjeme decirle que varios hombres de Ironwood al final lo dejaron a su suerte al ver lo que estaba haciendo. En cambio yo, se que puedo contar con mis amigos en cualquier momento. – Sus ojos brillaron con sus respectivos colores mientras daba un paso en dirección a la mujer que se veía intimidada. – ¿Puede decirme usted lo mismo? ¿Que sus hombres recibirían una bala por usted no por deber si no por decisión propia?

Ninguno de los soldados pudo decir nada. El aire que despedía el castaño impedía que puedan articular palabra alguna junto que varios estaban sudando del miedo.Pero todos pudieron respirar tranquilos cuando el Sekiryuutei suavizó la mirada y dio retrocedió unos pasos.

-No vale la pena discutir con alguien como usted, pero le diré algo y espero que le quede claro. – Habló con calma, pero eso solo hacía que todos estuvieran más nerviosos ya que sentían que en cualquier momento podría estallar. – Si me entero que Sienna y esas dos están siendo maltratadas de alguna forma o si por su ineptitud Argus sufre algún daño… Yo me encargare que se reúna con Ironwood.

Sin más que decir Issei simplemente se dio media vuelta y procedió a marcharse del lugar, siendo seguido de cerca por sus compañeros que le dieron una última mirada de rabia a la mujer. María se quedó por unos segundos, pasó a ver a Coreline y negó con la cabeza antes de ir con los demás.

-Amigo, la pusiste en su lugar. Me siento orgullosa. – Fueron las palabras de Coco mientras rodeaba el cuello del castaño con un brazo.

-Gracias Coco. Aunque hubiera preferido no hablar así, no me gusta.

-Creeme, era eso o golpearla. – María le dio una palmada en la espalda. – Y ojalá la hubiera podido golpear yo.

-Gracias Sra. Calavera. – Dijo con sonrisa para luego sonreír con pena. – Y disculpe que por mi causa sea muy probable que no la dejen ir a Atlas para su revisión.

-Primero que nada muchacho, ya deja de llamarme tan formal. Puedes llamarme por mi nombre o incluso te daré el favor especial de llamarme abuela. – Eso último lo dijo con una sonrisa divertida que apenó un poco al chico. – Y tranquilo, lo más seguro es que me hubiera tocado viajar dentro de alguna mercancía cuando esa vieja arpía no estuviera viendo.

Nadie supo cómo responder a ese comentario. Pero mejor decidieron dejar eso de lado por el bien de su salud mental.

-Vale, pero viendo que está atrapada con nosotros por un tiempo quisiera pedirle un favor.

-Adivinare. ¿Quieres que ayude a esa otra noviecita tuya con sus ojos? – Pregunto con diversión, a lo que el castaño asintió. – No hay problema, igual tenía planeado darle algunos consejos.

-Se lo agradecería. – Issei sonrió con gratitud a lo que la mujer solo agitó una de sus manos.

-Bueno ya que nuestra visita a la base terminó… Bastante mal, las cosas como son. – Ilia dijo eso mientras se encogía de hombros. – ¿Vamos a patrullar también?

-No me parece mal. – Raven habló y tomó al castaño del brazo. – Vamos Issei, tu y yo iremos por…

-No tan rápido pájara. – Fue lo dicho por Velvet quien tomó el otro brazo del castaño. – En todo caso vendrá conmigo. ¿Verdad Cariño?

-Pues…

-¡Alto ahí! – Vernal lo abrazo por atrás. – Ustedes ya tuvieron tiempo a solas con él. Ahora me toca a mí.

Las tres se vieron de manera retadora antes de empezar a jalar al castaño desde diferentes lados como si fuera un muñeco.

Esto fue visto por los demás del grupo donde Coco, Ilia y María rieron notoriamente mientras que Fox y Yatsuhashi tenían una gota de sudor en la frente. Esto ya se estaba volviendo algo normal de ver…

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A una buena distancia de la ciudad de Argus, algo surcaba por los cielos mientras parecía tararear una canción.

-Aaaah que bien sienta volar y sentir la brisa en la cara. – Yu Long, el Rey Dragón verde, dijo con clara felicidad. Este se encontraba rodeado de un pequeño manto de energía que lo hacía invisible para todos. – Si bien esta parte del continente es algo fría, todo lo demás me da un aire oriental. ¡Me hace sentir como en casa jajaja!

Dio algunos giros en el aire con alegría enfatizando su punto. Continuó volando un poco más hasta que vio algo que le llamó la atención, provocando que se detenga.

-¿Hm? ¿Y eso de ahí? – A lo lejos le pareció ver algunos enormes robots. Se acercó para ver de qué se trataba y… – (¡Wow, esto es un pequeño ejército!) – Fueron sus pensamientos al ver el enorme grupo de personas con trajes raros y robots, todos fuertemente armados.

Tras un olfateó rápido pudo notar que todos los presentes pertenecían a la misma raza que los habitantes de Kuo Kuana… ¿Cómo era? ¿Faunos? Como sea, vio que todos parecían estar preparándose para lanzarse al ataque.

-(Me pregunto qué será lo que pase… ¡Si resulta ser algo divertido tal vez me una jajajaja!)

Pensó con diversión mientras seguía vigilandolos, sin saber la locura que estaba por desatarse.