Severus aterrizó y vio que Harry estaba sentado en una silla de cuero color granate con respaldo alto. Se dio cuenta de que estaba en la mansión Potter. Recordaba a Potter alardeando de las sillas de cuero color granate con respaldo alto y mostrando fotografías de ellas.
—Harry, ¿estás aquí solo?
—No, hay algunos elfos domésticos y Amber. Viví solo durante mucho tiempo, Severus, en una choza en el bosque.
El recordatorio fue claro, Harry no estaba acostumbrado a vivir diariamente con adultos. Los únicos adultos que hubo antes en su vida lo abandonaron. Harry había hecho arreglos con Ironclaw para que los duendes cuidaran su casa.
Harry señaló una silla de respaldo alto a juego.
—Nip nos traerá té una vez que te sientes.
Severus miró la habitación. Era una pequeña sala de estar para los miembros de la familia. Había un librero en la pared frente a la chimenea y algunas mesas con sillas alrededor para juegos. Un Chesterfield largo de color granate estaba enfrente de las sillas que ocuparían.
Severus se sentó.
—Tenemos algunas cosas que discutir. Incluyendo tu salida de Hogwarts.
—Estoy de acuerdo. ¿Por qué me diste una detención por caminar por la mañana? Siempre lo hago y nunca recibí una detención por ello antes.
Harry no iba a perder el tiempo. Todavía no estaba seguro de querer regresar a Hogwarts. Tampoco quería irse en malos términos con Severus. No estaba seguro de por qué.
Severus no se sorprendió cuando la bandeja de té apareció en la mesa entre ellos.
—Nunca te vi o te habría dado una. Harry, no puedes vagar por Hogwarts como si te perteneciera.
Severus vio a Harry parpadear.
Harry sabía algo que él no sabía. Iba a tener que esforzarse para averiguarlo, ya que sabía que Harry no se lo iba a decir.
Harry inclinó la cabeza y observó a Severus.
—No hay nada en las reglas que diga que no puedo caminar por la mañana. Dice que todos los de primer y segundo año deben estar en la sala común a las nueve, aumenta en el tiempo a medida que pasamos de año. Las reglas dicen que nadie puede deambular por los pasillos desde la medianoche hasta la mañana siguiente. No he roto ninguna regla.
Severus debería haber sabido que Harry encontraría una laguna. Nunca había tenido que lidiar con madrugadores o niños autosuficientes, ya que la mayoría en su casa eran sangre pura que tenían elfos domésticos que les hacían todo.
—Es cierto, sin embargo, se le recomienda a los estudiantes no salir de las salas comunes hasta al menos las siete de la mañana cuando ya hay maestros despiertos. A veces me levanto temprano para recolectar los ingredientes de las pociones.
Amber se deslizó hacia Fawkes cuando los gatitos se abalanzaron sobre el pájaro. Harry los miró durante unos segundos.
—Me gusta caminar por la mañana, es tranquilo. Por cierto, ¿qué pasó en el aula? No hice nada diferente a cualquier otro día.
—Es cierto. Lo lamento. Tuve una reunión irritante antes de poder hablar contigo.
Severus no quería seguir con esta conversación. Sabía que, si Harry descubre que Draco había acudido a él, tal vez no lo perdonaría jamás.
—Con Dumbledore. Pero eso no explica por qué querías hablar conmigo.
Harry entrecerró los ojos.
—Alguien te dijo que no iría a tu detención. Supongo que no encontraste la nota en tu escritorio en tu oficina que decía que quería hablar contigo.
Severus había encontrado la nota después de pasar la noche buscando a Harry, pero antes de dirigirse a la oficina de Dumbledore. Si Dumbledore no lo hubiera molestado antes del desayuno, Severus habría encontrado la nota antes de que comenzaran las clases.
—La encontré. Harry, solo lo supuse.
—Alguien te lo dijo, no de manera directa sino sutil. Fue Blaise o Draco, ya que eran los únicos dos que lo sabían. Blaise no lo haría porque me advirtió que no podrían cubrirme. Fue Draco, tu ahijado.
Draco se había jactado de que Severus era su padrino. Lo hacía muy a menudo, aunque más de su padre. Harry sabía que el niño solo usaba a su padre para salirse con la suya.
—No me lo dijo.
Severus sabía que Harry lo descubriría. El niño era inteligente y un Slytherin. Le recordaba a él en cierto modo, pero sin resentimiento. Incluso utilizó el mismo método para descubrir quién le informó. La mayoría de los niños aún se preguntarían quién se lo dijo.
Harry levantó la mano.
—Por favor, él te lo dijo y en persona.
Nunca iba a entender a los adultos.
Severus suspiró. Sabía que tenía que ser honesto o Harry nunca confiaría en él.
—Sí, vino a verme, pero no me dio un nombre. Lo deduje cuando recordé que rompiste la nota. Estaba preocupado. ¿De qué querías hablar conmigo?
—Había pensado en lo que Draco y Blaise dijeron. Al principio no iba a decirte por qué no iba a asistir a tu detención y ahora no importa. Me alegro de que hayamos hablado. Fawkes te llevará de regreso cuando estés listo.
Harry ocultó su enojo con Draco. Se ocuparía de eso después. Estaba decepcionado con su primer amigo humano.
—¿Qué hay de Hogwarts? ¿La escuela? ¿Nuestros tratos?
Severus no estaba seguro de por qué quería a un Potter de vuelta en Hogwarts. Estaba descubriendo que no veía a Harry como un verdadero Potter. Harry nunca actuaba como James Potter o Lily. James y Lily eran Gryffindor, Harry era Slytherin. Harry también hizo algo que la mayoría de los demás no hicieron, lo vio. Sabía que era un poco más suave con Harry y Draco que con otros estudiantes.
—Hablaré con mis tutores estadounidenses. Quizás iré a una escuela allí. No me gusta Dumbledore y sus trucos. Tú terminaste nuestros tratos, ¿recuerdas?
~Tienes que volver. Averigua qué está haciendo ese viejo tonto en la habitación oculta.~
Amber empujó a los gatitos lejos de ella mientras se deslizaba hacia Harry. Le gustaba Hogwarts. Siempre había ratas para comer y golosinas. Incluso consiguió una bonita y cálida cortina para dormir.
~Sí.~
Harry acarició la cabeza de Amber. Le agradaba Severus y sus lecciones.
Severus se sorprendió un poco al escuchar un poco de dolor en la voz de Harry. Quizás estaba causando una impresión más grande de la que creía. Sabía que Harry había afectado su vida, pero no sabía que había afectado la vida de Harry tanto como él.
—¿Qué tal esto? Nuestros tratos se mantendrán. Te exigiré que asistas a cualquier detención que te asigne. Tendrás detención durante una semana por esto.
—No. Ni siquiera estoy seguro de querer regresar. Me gustaba mi vida antes de que Dumbledore regresara a ella. Si regreso, no haré ni una sola detención inmerecida. No gané ninguna de las dos que me asignaste.
~Deberías haber hablado con él antes de irte~
Fawkes trinó.
~Cabeza de chorlito está de acuerdo conmigo.~
~Iba a hacerlo. Él es quien terminó nuestros tratos, no yo. Me fui para no enojarme con él.~
~Cierto. Dile.~
~Bien.~
Harry miró a Severus.
—Amber quiere que te diga por qué dejé tu salón de clases. Me fui para no enojarme contigo. Cuando cancelaste nuestros tratos fue cuando decidí irme. ~¿Satisfechos?~
~Sí.~ hablaron Amber y Fawkes.
Severus estaba un poco sorprendido por eso. Había pensado que Harry se fue porque estaba enojado con él. Se reclinó en su silla.
—¿De verdad quieres irte de Hogwarts?
—No, pero lo haré.
Harry siempre tenía planes de respaldo. En serio quería encontrar los aposentos de los Fundadores y hacer algo con Dumbledore. Aunque no estaba seguro de qué podía hacer con Dumbledore.
Severus sabía que Harry lo haría. Tomó una decisión. Una que creía que sería la mejor. Una que satisfaría a Dumbledore sin interferir con su trato.
—Si regresas, comenzaremos de nuevo. Discutiremos cualquier problema que surja. Si nos enojamos, lo diremos y esperaremos hasta que ambos estemos tranquilos para continuar. No puedes irte de Hogwarts sin decírmelo. Seguiré dándote lecciones durante la semana.
A Dumbledore no le importaría mientras Harry regresara. De hecho, estaría feliz de que Harry volviera.
—¿Me quedaré con mis mascotas? ¿Te quedarás con Sofía?
Harry le pidió a los elfos que les consiguieran juguetes y camas a los gatitos. Eran sus amigos más confiables.
Severus quería reír. El niño amaba a sus animales. Tenía que admitir que le gustaba su Sofía.
—Sí, puedes quedarte con ellos. Intenta limitar tus posesiones liberadas de Dumbledore.
Severus no creía que sucedería, pero no perdía nada con intentarlo.
—No sé de qué hablas.
Harry mantuvo una cara seria. No iba a limitar nada relacionado con Dumbledore.
—Toma tus cosas. Fawkes nos transportará a Hogwarts.
Severus estaba un poco sorprendido de lo bien que salió esta conversación.
Había esperado que Harry fuera como sus otras serpientes. El niño no se quejaba, no reclamaba, no gritaba sobre decirle a sus padres. Aún no había escuchado a Harry quejarse de nada. El niño no se quejaba de que la vida fuera injusta, de su pasado, ni siquiera de cómo sobrevivió en las calles. La actitud de Harry fue qué bien, ya pasó, siguiente tema. Sabía que el niño procesó hace mucho tiempo lo que hicieron sus familiares y aunque Harry no lo discutía, no confiaba fácilmente debido a su vida.
—No puedo, no esta noche. Tengo una reunión en Gringotts mañana. Eso era de lo que iba a hablarte.
Harry no iba a contar todos sus secretos. Tampoco estaba dispuesto a decirle a nadie que mantenía protegida su pequeña choza.
—Ya veo. Podemos regresar esta noche. Te acompañaré a Gringotts por la mañana. Le daré al director una razón lógica que no podrá discutir.
Dumbledore iba a tener una rabieta cuando se enterara de que Harry asistirá a una reunión en Gringotts. No había nada que Severus pudiera hacer para evitarlo excepto darle a Dumbledore una razón válida para mantener el ataque al mínimo. Sabía que Dumbledore seguiría intentando conseguir hablar con Harry a solas, pero iba a hacer todo lo posible para evitarlo. Dumbledore se estaba concentrando demasiado en lograr sus propios planes.
~El anciano va a tener un ataque, pase lo que pase. Volvamos. El jefe serpiente lo manejará.~
~Bien. Si Dumbledore nos da problemas, te lo recordaré todos los días.~
Fawkes voló hacia Severus y se sentó en su hombro. Fawkes trinó cuando Harry recogió a los gatitos. Amber se subió a Harry y se acomodó alrededor de su cuello.
—Estoy listo.
Harry llamará después a Nip para que recoja lo que necesitaba y le lleve a sus mascotas sus camas y juguetes.
Severus no pareció sorprendido. Harry tenía todo lo que poseía con él todo el tiempo.
—Listo, Fawkes.
Fawkes los llevó al dormitorio de Harry. No había nadie en la habitación. Severus iba a disfrutar hacer que sus serpientes se preguntaran cómo había entrado en el dormitorio sin que lo vieran. Sin duda, se sumaría a su leyenda. Nunca pensarían que Fawkes lo ayudaría.
—Iré a hablar con Dumbledore. No te enojes con Draco. Él estaba tratando de protegerte.
Harry puso a sus gatitos en la cama. La señora Norris saltó a la cama. Amber se deslizó hacia su parte favorita de las cortinas de la cama mientras Fawkes se dirigía a su percha. Echó un vistazo a la cama de Draco. Draco era el primer amigo humano de Harry.
—Harry, piénsalo.
Severus se dirigió a la oficina de Dumbledore, pero se detuvo para advertirle a Draco que Harry lo sabía y no estaba feliz.
—Lo superará, estoy seguro. Me alegro de que haya vuelto.
Draco esperaba que Harry lo superara.
