Severus, Harry y Draco salieron de Hogwarts. Severus le había informado a Dumbledore que irían a buscar ingredientes para pociones. Dumbledore había tratado de impedirlo, pero Severus lo refirió a Poppy contando con su miedo de no tener nada listo para alguna emergencia. Dumbledore decidió aceptar que Harry se fuera con Severus siempre y cuando lo mantuviera vigilado. Severus quería reír. Si Harry quisiera irse, nada podría detenerlo.

—Se va a volver loco si no regreso.

Harry no miró por encima de su hombro cuando pasaron por la cabaña de Hagrid.

—Tenemos a alguien vigilándonos.

Harry no había visto mucho al semi gigante, pero sabía que el hombre era amigable con muchos Gryffindor y siempre desvariaba sobre Dumbledore cuando él estaba cerca.

—Sí, Hagrid le dirá a Dumbledore que fuimos al Bosque Prohibido y no a Hogsmeade.

Hagrid no podía guardar secretos y siempre le decía todo a Dumbledore.

—Cuando estemos más adentro, usaré el traslador para llevarnos al callejón Diagon.

Harry nunca había estado en sus bóvedas. Había hablado con Ironclaw sobre sus finanzas y tutelas, pero nunca había visitado su bóveda. Amber —que estaba escondida en sus túnicas— se asomó.

~Aún no. Tenemos que usar el traslador.~

Draco se detuvo y miró a Harry.

—Eres un hablante de pársel.

—¿Un qué?

Harry estaba un poco confundido.

Amber miró a Harry.

~¿Un qué?~

—Creo que Harry es un hablante animal.

Severus observó como ambos niños y la serpiente giraban sus cabezas para mirarlo.

—Lo preguntaré de nuevo, ¿un qué?

Harry nunca había escuchado antes lo que Draco y Severus le acababan de decir. Amber no sabía mucho sobre el mundo mágico, sólo que su madre era una serpiente mágica que perteneció a un mago.

—Es la habilidad de hablar con los animales. Como lo haces con Amber y tus gatos.

—Oh.

Harry frunció el ceño.

—¿Por qué no puedo entender a Fawkes?

~Porque cabeza de chorlito piensa que no puedes así que solo trina. Yo se lo dije y por eso lo llamo así.~

—¡OH!

Harry se rio.

—Fawkes piensa que no puedo entenderlo así que solo trina. Supongo que podré hacerlo si él comienza a hablarme.

—¿No habías estado utilizando a Fawkes?

Severus pensó que Harry había estado utilizando a Fawkes para liberar los objetos. Después de todo, no era uno de sus animales.

—Sí, como niñero. Por lo demás, no. Canta bien.

Harry miró a Severus de cerca y comenzó a reír.

—Pensaste que estaba utilizando a Fawkes.

—Sí —admitió Severus—. Él no es una de tus mascotas y habría sido una escapatoria.

Tenía otra teoría sobre cómo lo estaba haciendo Harry; había vuelto a sus métodos muggles.

—Genial, has sido tú el que ha liberado las cosas de la oficina de Dumbledore.

Draco admiraba que Harry hubiera podido hacerlo sin ser atrapado.

Harry no respondió y comenzó a caminar; un Slytherin nunca admitía nada a menos que fuera atrapado. No lo iban a delatar.


Ironclaw hizo el análisis para que Harry pudiera entrar a sus bóvedas. Severus estaba impresionado de que Harry haya sido tan minucioso; había esperado tener que informarle sobre mejorar la seguridad. Después de que Harry y Amber fueron analizados, se dirigieron a los carritos donde estaba esperándolos Griphook para llevarlos abajo; Harry y Draco encontraron divertidos los carritos mientras que Amber se vio como si estuviera a punto de vomitar.

Harry entró primero.

—¡Qué desastre!

Severus entró y vio que la bóveda lucía como si un huracán hubiera estado girando adentro durante una década; observó unas prendas mohosas sobre algunos muebles, pergaminos, rollos de papel, libros e incluso comida mohosa en las cacerolas que debieron haber estado en la casa de los Potter en el Valle de Godric.

—Creo que todo esto es de la casa de tus padres. Dumbledore debería haber ordenado todo esto antes de guardarlo en las bóvedas.

—Excelente.

Harry se volteó y vio a Griphook parado junto a la puerta.

—¿Cuánto debo de pagar para que se limpie, ordene y, en caso de que esté destruido, se tiré todo esto, Griphook?

—Te daré la lista de precios.

Griphook miró la lista de las bóvedas.

—Creo que deberías saltarte algunas de las siguientes e ir a la bóveda familiar.

Dumbledore solo arrojó todo a las bóvedas para que la casa fuera convertida en un santuario; todo había estado en la casa durante dos años hasta que él logró convencer al ministerio de que el hogar de los Potter era un lugar que todos los seres mágicos querrían visitar.

Severus se agachó y recogió una pila de cartas; como todas las bóvedas tenían encantamientos de preservación, él sabía que Dumbledore dejó todo en la casa de los Potter hasta que estuvo casi arruinado. Recordaba lo duro que trabajó para conseguir que el ministerio declarara el sitio un patrimonio nacional y lo preservara para dar visitas guiadas.

—¿Sabías que la casa de tus padres está siendo utilizada por el ministerio como un sitio turístico de pago, Harry?

—¿Qué?

—Sí, recuerdo ir ahí cuando era más joven. Creo que mis padres me llevaron para ver si podían averiguar algo.

En ese tiempo, Draco se había preguntado cómo sobrevivió Harry. Severus y Draco vieron el rostro de Harry contraerse de ira; era la primera vez que lo veían expresar una emoción tan fuerte.

Harry salió hecho una furia de la bóveda y Severus y Draco lo siguieron. Griphook se sorprendió un poco, pero logró alcanzar a Harry que fue directo a la oficina de Ironclaw; todos los magos y duendes habían evitado meterse en su camino, sorprendidos por el poder que irradiaba. Ironclaw sintió que un mago enfadado se dirigía hacia él y se preparó.

—¿Cuál es el problema, señor Potter?

—¿Es cierto que el ministerio convirtió la casa de mis padres en un lugar turístico? —interrogó Harry, tratando de controlar su ira.

No era culpa de los duendes.

—Sí.

Ironclaw sacó el archivo y comenzó a leer el registro.

—Fue declarada un sitio turístico en tu tercer cumpleaños. Albus Dumbledore y tus familiares firmaron un acuerdo con el ministerio para recibir los fondos recaudados.

—¿Es legal? ¿Hay algo que pueda hacer para recuperar el dinero? Nunca me vi beneficiado de los fondos cuando vivía con mis queridos parientes y Dumbledore sin duda no lo mencionó. Él debe estarse quedando con todo.

La magia de Harry se descontroló y tres velas explotaron antes de que él pudiera controlarla de nuevo.

Severus y Draco se alejaron un poco; podían sentir la magia ardiente de Harry. Muchos no podían o no querían reconocer la sensación de la magia. Severus le había enseñado a Draco cuando era más joven a sentir la magia; era una habilidad que se podía enseñar, pero funcionaba mejor si ya tenías el don, como Harry.

Ironclaw sacó un contrato, comenzó a leerlo y sonrió al llegar a la cuarta página.

—Dice en el séptimo párrafo de la cuarta página que se te debe de informar sobre la situación y que los fondos serán utilizados en ti. En caso de no ser usado, se debía depositar en una cuenta fiduciaria para ti en el mundo muggle. El dinero que recibe Albus Dumbledore debía ser puesto en una bóveda de confianza para cuando fueras a Hogwarts.

—Quiero que me devuelvan cada centavo y knut, y que se anule el contrato con el ministerio. Si quieren usar la casa de mis padres entonces tendrán que lidiar con mis parientes y conmigo.

[***]

Harry y Draco pasaron el resto del fin de semana trabajando con Severus o haciendo sus tareas. El lunes transcurrió con lentitud para Harry y en la tarde se llevó a cabo la audiencia por calumnia; sus parientes le dijeron que le escribirían todos los detalles cuando volvieran a Estados Unidos y él no podía esperar para enterarse de lo que sucedió. Harry despertó a todos temprano el jueves.

—Debemos asegurarnos de tener buenos asientos cuando se entregue el periódico.

Todos se levantaron, se arreglaron en tiempo récord y se dirigieron juntos al Gran Comedor; sabía que solo algunos Ravenclaw y Hufflepuff estarían allí tan temprano, pero querían asegurarse de sentarse enfrente de Weasley.

El desayuno transcurrió con normalidad, con la notable excepción de que Dumbledore llegó un poco más tarde de lo habitual y habló con Severus antes de sentarse. Harry se preguntó qué le dijo a Severus para que luciera como si quisiera matarlo, y obtuvo la respuesta cuando Severus lo miró a los ojos.

Al fin llegó el periódico y el correo. Harry le dio rápidamente un poco de tocino a la lechuza y abrió el periódico.

La familia Potter gana querella por injurias contra la familia Weasley

Por Rita Skeeter

Ayer, en la sala de audiencias número 8, Arthur y Molly Weasley intentaron defender a su hijo, Ronald Bilius Weasley, contra el cargo de difamación. Ronald Weasley estaba sentado detrás de ellos mientras se dirigían al tribunal. Fue un caso muy rápido, ya que numerosos testigos del incidente pudieron proporcionar sus recuerdos de los eventos en el Gran Comedor.

La corte falló en contra de la familia Weasley en un voto de 43 a 7. El ministro Fudge y otros conferenciaron sobre el castigo y decidieron multar a Ronald Weasley con una suma de 500 galeones, consideraron que una disculpa formal por parte suya en el Gran Comedor de Hogwarts durante la cena sería suficiente junto al cumplimiento de 300 horas de servicio comunitario que cumplirá durante las vacaciones.

Harry bajó un poco el periódico para ver a Weasley; el rostro del chico estaba casi tan rojo como su cabello. Weasley destrozó el periódico y se fue furioso, siendo seguido por Granger y su hermana. Harry miró a los gemelos, esperando que no lo culparan; le agradaban. Fred y George le dieron una pequeña sonrisa.