Capítulo 1
Esta historia trata de la relación de Vegeta y Bulma, como empezó todo, que hay detrás de esos ojos ónix de Vegeta, que hay detrás de las decisiones de Bulma… como llego a existir algo entre ellos, advierto esta historia será más turbia de lo que se imaginan… explícita, dramática… intensa... así que ya están advertidos...
Ahora si pasen y lean...
...
Gotas de sangre caían al piso lúgubre de la habitación… las muñecas de sus manos estaban cortadas y rasgadas por la presión que ejercía la soga sobre su piel, su cuerpo se tambaleaba ligeramente mientras su respiración estaba agitada y entrecortada… latigazos sin descanso recibía sobre su espalda, pero fiel a su dignidad y a su orgullo, los recibía sin expresar ningún sonido de sufrimiento ni de dolor, cerraba fuertemente su boca y chocaba duramente sus dientes mientras aguantaba la tortura recibida… no le daría gusto al sádico lagarto quien presenciaba la escena con júbilo, con excitación, tanta era su perversión que se sentía complacido y lleno de éxtasis con el dolor ajeno… con los gritos de sufrimiento… pero como siempre con él, no llegaba al clímax, se sentía frustrado viendo al príncipe saiyajin aguantar el dolor sin mostrar conmoción ni debilidad, no escuchaba sus gritos, sus quejidos y eso lo alteraba más… ya que él era su preferido… pero nunca le daba el gusto, nunca lo dejaba llegar a la fase final… siempre se quedaba frustrado al ver como las torturas no rompían al saiyajin…
-Eres un bárbaro, cuando aprenderás…- comenta con cinismo mientras se acerca lentamente al príncipe de los saiyajin… se acerca hasta estar a milímetros de su rostro, siente su respiración tocar su rostro y ve como esos ojos negros lo miran con odio… y con altivez… -Cuando aprenderás que me debes lealtad, que nunca podrás librarte de mi poder, que soy más fuerte que tu y que te puedo desaparecer en cualquier momento… Vegeta… Yo soy más fuerte que el príncipe de los saiyajin! Que los monos saiyajins!JAJAJAJAAJA-pronunciaba cada palabra con la intención de provocarlo, de que si no sirve con los golpes, sean las palabras la que lo destruyan, destruyan su ser, su alma…
Los ojos negros de él no le bajan la mirada y tampoco caerían en su vil provocación, aun no era el momento de su venganza pero él sabía que algún día llegaría…. Solo debía esperar….
-Bájalo, y llévate a este mocoso a su cuarto… no quiero que muera desangrado… asegúrate de curar sus muñecas… mi favorito ya me dio algo de satisfacción por hoy…- comento con una sonrisa Freezer mientras veía como Dodoria retiraba las sogas de la mano del joven príncipe…
…
Sobresalto de la cama totalmente agitado, su torso sudaba, sus manos temblaban, sus recuerdos hacían matraca en su mente y no lo dejaban en paz, las pesadillas no cesaban… llevo sus manos a su cabeza y observo ligeramente sus muñecas llenas de cicatrices, froto sus ojos… fue ahí donde reconoció la realidad… se encontraba en ese lugar distinto a los que estaba acostumbrado… la habitación estaba aun a oscuras, no tenía ni idea de la hora que podría ser, pero estaba seguro que faltaba mucho para el amanecer… desde que le habían dado esa habitación se había encerrado ahí preso del cansancio mental y de la fatiga de su cuerpo y no pudo contener el sueño y caer largas horas inconsciente… observo su alrededor y se levanto… sentía un vacio en su estomago que lo hacía estremecer, necesitaba comer… y considerando la oscuridad de la noche era de suponer que nadie estaría despierto… salió de aquella habitación y vio el largo pasillo, que si bien estaba todo oscuro él lo podía ver… se dirigió rumbo hacia las escaleras y fue a buscar ese lugar donde vio preparar los alimentos a la extravagante mujer… tan solo recordarla hacia que su piel se erizara, no le gusto nada las miradas que le dio esa tarde… y los gestos algo sugerentes que le mandaba… mirarla no era desagradable pues era un hembra atractiva aunque madura, pero demasiado confianzuda… trato de concentrar su mente en acordarse el lugar exacto donde tenía que ir pero sus pensamientos fueron interrumpidos con un canturreo ligero y algo melodioso proveniente de una habitación que se encontraba pasando ese enorme salón lleno de muebles, se acerco sigilosamente tratando de no hacer ningún ruido y pudo observar como el espacio estaba algo iluminado, la luz de un aparato abierto alumbraba el oscuro espacio … miro por la rendija de la puerta entre abierta y vio como la mano de alguien que estaba detrás de la puerta de ese aparato colocaba un pote sobre la meza para colocar una cuchara encima de el… Vegeta observaba con curiosidad la escena, quien seria a esas horas de la noche y sobre todo quien buscaba a parte de él alimentos… debido a que era su primer día en esa casa, no podía identificar a nadie mediante su ki, sobre todo si este era diminuto… pasaron algunos minutos y cuando su paciencia estaba por agotarse, la puerta del refrigerador se cerro y la luz se apago… escucho un murmullo de molestia… las luces se volvieron a encender mediante una luz tenue de una pequeña lámpara… dejando ver ante los ojos del guerrero… a una mujer con cabello suelto cubierta con una tela transparente, que para asombro del saiyajin dejaba expuesto su desnudo cuerpo… Bulma se encontraba en su afanosa necesidad de apaciguar su ansiedad… necesitaba saborear un dulce, lo necesitada sino seguiría dando vueltas en la cama… y sin conocimiento de la presencia del guerrero fue en busca de su consuelo…
Vegeta observo sus movimientos… por en un momento retiro su mirada de la escena… era demasiado bochornoso para el estar presenciando eso, no debía husmear, debía irse… él no estaba para eso… pero… preso de cierta curiosidad o tentación… acerco nuevamente sus ojos y vio como la peliazul devoraba el helado de chocolate sentada encima del mesón, observo como su boca se cubría de ese color marrón que por el descuido fue a parar algunas gotas de chocolate sobre su pecho… la tira de esa tela estaba caída y uno de sus pechos casi descubierto… no supo cómo es que se quedo contemplando todo eso… hasta que vio como ella bajaba de esa meza y volteaba su cuerpo dejando su trasero expuesto, permitiéndole apreciar la línea de su cuerpo, la raya de sus glúteos… era suficiente, retiro su mirada rápidamente… sin darse cuenta ya había regresado a su cuarto como si fuera un rayo…
…..
Sintió la luz del sol sobre sus ojos , los abrió lentamente, estirando sus brazos y emitiendo un gran bostezo, recordó que ya se encontraba en casa... lejos de ese planeta a punto de explotar, se levanto con una sonrisa de satisfacción en su rostro. "Por fin en casa, por fin lejos de todo" pensó... Se acerco a su ventana y vio por el jardín a pequeños namekuseins corriendo, parecía que la estaban pasando bien, eso le dio satisfacción, había pensado que sería más complicado todo… empezó a caminar rumbo al baño cuando su cuerpo paro en seco y su mente recordó un suceso…
-Vegeta…- pronuncio en un susurro al recordar que él también era un invitado… una cierta incertidumbre y curiosidad gobernó nuevamente su cuerpo, ella sabía que existía un riesgo teniendo a ese tipo de huésped en su casa, pero muy lejos de seguir su propia conciencia o lógica, la seguía sus impulsos… Bulma siempre fue una mujer desinhibida, libre, fuerte y feliz de la vida que tenia, no conocía el sufrimiento, no conocía la soledad, e inmersa en su propio juicio que la hacía sentirse repelente a cualquier peligro, la hacía ignorar las consecuencias que tendría que afrontar por su inefable curiosidad…
Salió de su habitación corriendo, bajo las escaleras con su corazón latiendo fuertemente…
-MAMÁ! PAPÁ!- gritaba Bulma mientras bajaba a toda prisa... llego a la cocina y vio como sus padres la miraban sorprendidos por su escándalo…
-Oh querida sucede algo?-pregunto su Madre con el rostro algo preocupado…
Bulma observo a los dos y vio como ellos se encontraban sumamente tranquilos en la cocina, lo cual hizo que exhale un gran suspiro…
-Que pasa Bulma?- pregunto el Sr. Brief
-No nada! Lo siento solo quería ver que estén bien!- dijo acercándose a los dos y regalándoles una sonrisa…
-Deseas algo de desayunar?- le comento la Sra. Brief algo sorprendida al ver sus fachas, Bulma se encontraba con esa polera rosa de piyama que era muy ancha para su cuerpo pero que siempre utilizo desde niña, solo que ahora le quedaba un poco más arriba pero seguía siendo muy infantil…
-No, no tengo hambre, lo que tengo es sed-Le comento mientras recibía un vaso con jugo de naranja de su madre… -Y como están los invitados?- comento mientras ingería el jugo…
-Los namekuseins son hombrecitos muy divertidos! Les encantan las flores de nuestro jardín y creo que les vamos a enseñar a jugar golf!-respondió la Sra. Brief muy emocionada…
-Si hija, se ven cómodos- agrego el Dr. Brief
-Ya veo… me alegra saber eso! Y Vegeta? Donde esta?- dijo por fin lo que le inquietaba…
-Oh, te refieres al puesto joven… es tan guapo Bulma, muy buena elección!-
-Mamá el no es mi novio! No digas esas cosas!- le comento totalmente sonrojada y al borde de la histeria por el temor que el saiyajin escuche esas barbaries…
-Tranquila hija, en realidad solo lo vimos salir de la casa muy temprano, lo invitamos a desayunar pero… no nos hizo caso- respondió el Sr. Brief mientras tomaba algo de su café…
-No ha comido?- pregunto Bulma
-No… es un hombre un poco extraño, sería bueno que vayas a hablar con él…- respondió su padre
-Hija ayer le di una habitación, pero esa es temporal, debes indicársela tú ya que es tu invitado, te dejo esa tarea- término de decir su madre guiñándole un ojo a la peliazul
Bulma la miro con sorpresa, realmente no tenia remedio… salió corriendo de la cocina… debía buscar al saiyajin…
-Hija! Deberías ponerte una ropa más bonita!-grito al verla irse hacia el jardín
Bulma no presto atención a lo último que le dijo su madre, en realidad en ese momento poco le importaba como se veía, lo único que le importaba era ver a ese saiyajin… y no darse con la sorpresa de que haya decidido marcharse…
…..
Vegeta estaba sentado debajo de un árbol, ese fue un lugar que el encontró atractivo para ordenar alguna de sus ideas… sentía un hueco en su alma imposible de llenar… sentía odio, rencor, orgullo, impotencia… ese infeliz lagarto que odiaba con todo su ser… había muerto, empuño sus manos de cólera… pero no por sus manos, sino por las de Kakarotto… su ser reprimía el sentimiento de envidia que sintió al verlo convertido en un súper saiyajin… como pudo lograrlo, dentro de él existía la incredulidad y la frustración… frustración porque sentía que ese fue su derecho ya que, él era el príncipe de su raza, el debió convertirse en ese súper saiyajin y matarlo con sus propias manos, su linaje, su sangre real lo reclamaba… pero el destino le jugó mal al arrebatándoselo y dándole la gloria a un ser inferior a él … sus perturbados pensamientos fueron interrumpidos al sentir una presencia, un diminuto ki acercarse, no le tomo importancia ya que sabía que no había ninguna amenaza con esa fuerza tan insignificante, sin embargo le incomodo la cercanía ya que, estaba un poco más de un metro de distancia…
Bulma recorrió casi todos los alrededores de la gran mansión, estaba por regresar, cuando se acerco a uno de los arboles más grandes de toda la corporación y uno de los más apartados a la casa y fue ahí donde lo encontró… bajo la sombra, sentado con los ojos cerrados… la peliazul se quedo observando sin emitir ningún sonido… y debido a la distancia en la que estaba se acerco despacio para poder verlo mejor… no supo porque pero tan solo de verlo a distancia ya le generaba cierto nerviosismo, su presencia realmente era muy intimidante… aun así tomo valor y se acerco a él poco a poco… pero de pronto no pudo hacerlo más, cuando este abrió sus ojos negros y la miro fijamente, fue como si un muro de contención se pusiera entre ellos, la peliazul se quedo perdida en esos ojos ónix que la miraban sin pestañar… de pronto sintió como el calor subía a sus mejillas…
El saiyajin abrió sus ojos y vio la figura de la mujer parada delante de él a un metro de distancia… observo cómo esta estaba descalza con esa prenda demasiado rosada muy diferente a la que vio la noche anterior, sus manos atrás de su espalda, su cabello suelto y algo despeinado… y vio sus ojos… ojos azules?… no entendió el porqué le causo tanto curiosidad verlos, eran diferentes… y haciendo gala de su reputación como buen macho alfa, le mando una sonrisa traviesa pero perversa… la sorpresa fue cuando observo como la mujer que lo invito a quedarse salía corriendo del lugar sin darle una explicación alguna por su intromisión…
Bulma al observar esos profundos ojos negros sobre los suyos, sintió como un rojizo algo bochornoso cubría sus mejillas, el hombre era demasiado atractivo e intimidante, si bien ya lo había visto, hasta el momento no había tenido la oportunidad de verlo directamente a los ojos, sintió como si ingresara a cada espacio de su alma para escudriñarla… a pesar de estar con ropa se sintió desnuda delante de él, la mirada no tenia fin, no tenia forma, no podía interpretar sus pensamientos, porque sencillamente no decían nada y en ese momento se arrepintió internamente de estar en esa fachas delante de él… de un hombre tan apuesto como él y presa de su vanidad salió corriendo de ese lugar sin decir absolutamente nada… solo pensaba que había sido un estúpida al presentarse en ese atuendo…
…
-Bulma querida! Puedo pasar?- preguntaba la Sra. Brief detrás de la puerta
-Sí, Pasa…-
-Hija… Oh qué bueno que te hayas cambiado! Se te ve muy bien asi!-
-Gracias Mamá!- respondió Bulma mientras terminaba de colocarse el labial frente al espejo
-Quería preguntarte si ya le diste su habitación al apuesto joven?-
-No aun no, eso pensaba hacerlo ahora…- le respondió con cierta sonrisa en su rostro
-Qué bueno! Te comento que por fin comió, parece que se moría de hambre porque comió mas de veinte platos, estoy tan contenta que le haya gustado toda mi comida!- comento muy animada la Sra. Brief
-Sí, los saiyajins tienen un apetito descomunal-respondió Bulma con una sonrisa
-Los saiya que?- pregunto confundida su madre
-Los saiyajins, es la raza de Goku, el planeta de donde viene, te acuerdas que les conté?-
-Oh! Es cierto me había olvidado de eso! Entonces nuestro apuesto huésped también es de allá?- pregunto sorprendida la Sra. Brief
-Sí, es el príncipe de esa raza- comento Bulma con los brazos cruzados mirando con gracia la expresión de su madre
-Ohhhh querida! Es un príncipe! Hay que tratarlo como tal- respondió entusiasmada la madre de Bulma
-Mamá por favor no vayas a exagerar, ni mucho menos a incomodarlo!- expreso algo preocupada la peliazul al imaginarse la situación
-No, tranquila… solo ten en cuenta de que debes ser más delicada con él, controla tu carácter tesoro- le dijo la Sra. Brief con una dulce sonrisa
-QUE? Pero…- Bulma no pudo terminar de hablar cuando fue interrumpida
-Oh, casi me olvido el apuesto príncipe te está esperando, le dije que iba a venir a buscarte ya que tu le enseñarías la casa-
La cara de Bulma se puso pálida… -Do-donde esta?-
-Espero que no se haya ido, lo deje en el comedor- respondió la Sra. Brief saliendo de la habitación
Bulma se miro por última vez al espejo y salió de la habitación, se dirigió hacia las escaleras y mientras llegaba a los últimos escalones su nerviosismo se hizo presente otra vez… al bajar al comedor se dio con la amarga sorpresa de que este estaba vacío, camino hacia la cocina y no lo vio por ningún lado… iba a salir a buscarlo cuando…
-Hija, lo vi emprender vuelo- le menciono el Dr. Brief
-Como? Hace cuanto tiempo?- le pregunto algo desilusionada la peliazul
-Termino de comer y salió hacia al jardín y lo vi marcharse- le menciono limpiando sus lentes
Bulma puso un cara de decepción única, había pensado enseñarle la casa y su habitación y ahora se había ido, pero por qué? Y a donde? la sonrisa de su rostro desapareció, se sintió algo frustrada… se dirigió hacia el jardín viendo hacia el cielo… con sus manos en las caderas emitió un suspiro de resignación, pensó que probablemente no volvería… en fin al menos lo intento… quería saludar a los namekuseins y cerciorarse que estén cómodos cuando fue interceptada de improvisto por Piccoro…
-Bulma!-
-Casi me matas de un susto Piccoro!- le dijo Bulma con la mano en el pecho algo agitada
-Espero que ahora que se ha ido ese saiyajin, no lo vuelvas a recibir- le dijo pausadamente el namekusein
-Tú crees que regrese?- le pregunto Bulma con interés
-No lo sé…. Solo sé que es un riesgo tenerlo cerca, ya no lo recibas!-
-Qué, pero por qué?- le pregunto Bulma algo confundida
-COMO QUE POR QUÉ? Acaso no te das cuenta lo peligroso que es!- le increpo Piccoro
-Pero…-
-Escúchame! Aquí hay muchos inocentes, ese saiyajin es peligroso, no es alguien en quien podamos confiar- le menciono Piccoro cruzando sus brazos
-Piccoro…no creo que vaya a hacer algo… él- fue interrumpida por el namekusein
-VEGETA ES CRUEL, ES MALO, ES UN ASESINO! ahora no está Goku… no podemos… arriesgarnos, el es tan malo como esa lagartija de Freezer, recuerda eso!-
Bulma se quedo mirando con zozobra mientras Piccoro escupía sus palabras…
-BASTA PICCORO!- grito la peliazul al ver como el namekusein no tomaba en cuenta sus palabras –El tema de Vegeta me encargo yo, no te metas!- soltó sus palabras con molestia y seguridad
-Sera mejor que tengas cuidado, y no lo vayas a provocar… que no haya hecho nada, no quiere decir que no lo pueda o quiera hacer… no entiendo como lo pudiste invitar a tu propia casa, pones en riesgo a todos… espero que sepas lo que haces!- soltó sus duras palabras Piccoro ya que se encontraba preocupado por el ligero roce que tuvo con el saiyajin al verlo salir de la casa, observo su mirada ladina y provocativa y esa pose de supremacía que tanto odiaba… ya que en ese momento para su maldita suerte, debía reconocer que sus fuerzas no se comparaban con las de él, y estaba claramente en desventaja ante cualquier amenaza…
-Es mejor tenerlo cerca y ver lo que hace, a tenerlo lejos libre de poder hacer cualquier cosa!- refuto la peliazul, intentando también convencerse a sí misma
-Solo ten mucho cuidado de no provocarlo- le dijo Piccoro conociendo algo el carácter irritante y desafiante de Bulma
Bulma y Piccoro se quedaron observando con la mirada engestada, la peliazul no supo que responder ante su acusación por su negligencia, o por su estupidez… efectivamente debía reconocer que Vegeta no era de los buenos… y si él quisiera podría asesinarlos a todos sin ninguna compasión ya que Goku no se encontraba para defenderlos… pero si había pasado todo un día y medio y hasta ahora no lo hacía, tal vez no estaría eso dentro de sus planes… de pronto un escalofrió cubrió el cuerpo de la peliazul al pensar en eso… observo como Piccoro le daba la espalda y se retiraba hacia el grupo de namekuseins… dejándola a ella fastidiada…
…..
Las horas pasaron y la noche llego, Bulma se encontraba en su laboratorio poniéndose al día en algunos proyectos de la corporación, quiso distraer su mente con códigos complejos, la fastidio la discusión con Piccoro… que se creía para decirle todas esas cosas… que se creía… la noche seguía avanzando y sus ojos se empezaron a cansar, su cuello le empezaba a doler… debía descansar, todo el día se la había pasado ahí… analizando uno que otro proyecto y tratando de quitarse algo de su mente… esos ojos negros realmente la habían impresionado… y parte de su fastidio también era el hecho de no haberlo visto después de todo, no tenía ni idea si el saiyajin regresaría… estaba a punto de apagar la computadora cuando un aviso de categoría roja apareció en la pantalla de seguridad…
INGRESO NO AUTORIZADO-INGRESO NO AUTORIZADO—-INGRESO NO AUTORIZADO-
Bulma se quedo observando estupefacta como el sistema indicaba el ingreso de alguien no autorizado a los laboratorios, su pecho se acelero y rápidamente fue a ver las cámaras de seguridad pero no reflejaban nada, solo se distorsionaban en la imagen… quien podría estar ingresando a los laboratorios sin ningún permiso, sobre todo cuando se encontraban 20 metros bajo tierra, un lugar tan privado y aislado… sus manos empezaron a temblar de miedo, era absurdo su padre y ella eran los únicos que tenían acceso a esos espacios tan privados…
-DEMONIOS!- pronuncio la peliazul cerrando rápidamente su computador…
-INGRESO NO AUTORIZADO-
La consternación en su rostro se amplió al escuchar ese último anuncio del sistema de seguridad, ya que eso podría suceder solo cuando alguien que no fuera su padre o ella abrieran esas puertas… alguien que el sistema no identifique o sea un desconocido, alguien que este adulterando el sistema… y esta era la última puerta que daba a su laboratorio…
SE ABREN PUERTAS-
Sus ojos no dejaron de mirar con sorpresa como las puertas de su laboratorio se abrían lentamente ante sus pasmados ojos… su pecho se agito y su respiración se acelero, sus manos empezaron a temblar sin que Bulma pueda controlarlas, las luces debido a la intromisión desconocida se tornaron rojas y oscuras lo que hizo que se vuelva un ambiente más terrorífico para la peliazul... cuando la puerta se abrió por completo se quedo estupefacta retrocediendo algunos pasos presa del miedo… por el rojizo de las luces solo pudo apreciar una silueta que salía del marco de la puerta y se dirigía lentamente hacia ella … Bulma estaba a punto de gritar del horror, cuando observo esos ojos negros sobre ella…
-Ve-vegeta?- fue lo único que pudo articular la peliazul… ya que su pecho se estrujo y casi no le salen las palabras por la impresión
El saiyajin la miro fijamente unos instantes y se acerco a los controles de mando, colocó la clave de seguridad y todo volvió a la normalidad, las luces volvieron a su color blanco y las puertas se volvieron a cerrar… lo único que no era normal era la expresión de incredulidad de la peliazul y su quijada que estaba por tocar el suelo…
Vegeta al ver su expresión solo atino a decir -–Simplemente mejora tu sistema de seguridad, es muy predecible-
-Estas queriendo decir que descifraste mi código de seguridad! Esperas que me crea eso?- menciono la peliazul consternada
Vegeta la vio con desdén –No me interesa si me crees o no, pero tómalo como un consejo si no quieres estar como un animal asustado-
Bulma no pudo evitar sentirse ofendida ante su comentario –Yo no soy ningún animal… y tampoco he estado asustada!- comento con los brazos cruzados y el gesto fruncido, sus mejillas no podían evitar estar sonrojadas al imaginarse su expresión
El saiyajin giro su mirada y la vio sigilosamente… la observo con una expresión que para la peliazul resulto extraña -Mientes… yo puedo oler tu miedo ahora mismo-
Bulma se quedo sin palabras, hizo de todo para no evidenciar como su garganta tragaba saliva mientras veía como el saiyajin no le bajaba la mirada, no le daba tregua a esconder efectivamente… su temor…
-Quee-que haces aquí?- Primero su expresión y ahora esto… qué diablos le pasaba porque tartamudeaba
-Seré directo, vine a buscarte porque tu madre me dijo que tú me dirías donde iba a dormir esta noche, necesito la habitación que me ofreciste- le comento sin rodeos…
-Cla—claro- respondió Bulma lamentándose internamente por sonar tan nerviosa… debía controlarse… aun así sus músculos no se movieron, simplemente sus ojos azules estaban clavados en los movimientos del saiyajin, quien caminaba por el espacio observando todo a detalle, como escudriñando cada parte de su laboratorio…
- y Bien?… - le respondió Vegeta arqueando una ceja el saiyajin…
-Vegeta antes de ir… quiero saber cómo pudiste ingresar, necesito saberlo- Bulma tomo valentía y le pregunto lo que tanto le carcomía…
-Terrícola! No tengo interés en repetir las cosas- menciono con arrogancia Vegeta
Bulma arqueo una ceja mientras se formaba una vena en su frente…
Vegeta observo como el gesto de la peliazul se tensaba y sus manos se empuñaban, pudo sentir su energía alterada y antes de que la mujer cometa una imprudencia le advirtió… -Debes controlarte… te comento que no soy muy paciente…y debo de admitir que por un momento pensé que ustedes terrícolas eran precarios en tecnología, debido a lo débiles que son no pensé que sean de mucha utilidad pero veo que me equivoque, podrían servir… en algo-
Bulma sintió como la sangre empezaba a hervir por sus venas… debía controlarse, debía hacerlo… pero ese estúpido presumido estaba que la minimizaba como si no fuera nadie o nada y por más que su razón le suplicaba controlarse, sus impulsos le rogaban explotar -Ya veo… para mí también es difícil creer que existan saiyajins inteligentes, comprenderás Goku es un saiyajin y no posee muchas cualidades intelectuales que digamos, es más me creerás si te digo que he perdido muchas veces mi tiempo tratando de explicarle lo remotamente básico, por eso tengo curiosidad de saber que magia utilizaste para abrir esas puertas debido a su precaria inteligencia…- termino sus palabras con una sonrisa de victoria al ver como la sonrisa del rostro del saiyajin desaparecía por sus palabras…
Vegeta la miro fijamente, su expresión cambio a una de molestia y recelo… por un momento se imagino triturando el cráneo de esa atrevida humana, sus dedos se empezaron a mover con ansiedad y manía, se imaginaba estrangulándola haciéndola gritar de dolor… observar como ella no le bajaba la mirada y se atrevía a confrontarlo era lo que más le picaba… sin darse cuenta su instinto reacciono y acorralo a la peliazul contra la puerta de seguridad, estrujando su cuerpo mientras una de sus manos enguantadas sostenía su frágil cuello…
La peliazul sostuvo su mano en desespero pensando que le iba a triturar el cuello…
-Como te atreves a compararme con un tercera clase… ni se te ocurra volverlo hacer ENTENDISTE!- Vegeta pronuncio cada palabra en un tono amenazante, mirándola fijamente a los ojos con vehemencia, mientras sostenía su cuello como señal de advertencia…
Todo fue tan rápido que Bulma no tuvo tiempo de reaccionar… sus manos sostenían la del saiyajin que si bien no le estaba haciendo daño, su cercanía y acorralamiento la había asustado, sus ojos miraban bien abiertos los de él…. los podía observar con detalle… su mirada era tan oscura y sus ojos tan negros que incluso era complejo diferenciar su iris…
-Es..Está bien- tartamudeo la peliazul sin apartar la mirada del guerrero… y sintiéndose extraña al percibir el olor que desprendía su cuerpo… su olor era exquisito, se reprendió internamente como podía notar eso estando en una situación así…
-La próxima vez, no seré tan condescendiente…- le dijo el saiyajin sin darse cuenta de lo perdido que se quedo en esos ojos azules que también lo miraban sin perder ningún detalle, directo a sus iris sin explicación aparente… Vegeta no se entero en qué momento simplemente la soltó… y se alejo… Bulma no pudo evitar aspirar su olor y cerrar sus ojos… para luego abrirlos rápidamente…
Vegeta se había dado cuenta de lo hecho por la terrícola y se sintió algo incomodo… necesitaba salir de ahí… esa hembra le resultaba algo inquietante…
-Sí, claro…—la peliazul estaba en ese momento en otra galaxia, sentía como su mente la traicionaba nuevamente como cuando se le presentaba la atracción por un chico, porque diablos tenía que ser tan enamoradiza… no entendía el porqué sentía que sus mejillas se tornaban rojas, su cuerpo sentía cierta ansiedad estando frente a ese hombre… su olor, el tenerlo cerca pudo sentir el olor de su piel y le pareció exquisito… qué diablos le pasaba, se estaba comportando como una maniaca… -Hay que salir de aquí- dicho esto se dirigió hacia los ascensores, seguida por el saiyajin… cuando ingreso, vio como Vegeta se apoyaba contra la pared y cruzaba sus brazos, la puerta se cerró… Bulma no pudo evitar observar a detalle su presencia… algo en el era diferente a todos los chicos que conocía, observo como su rostro estaba volteado hacia otro lado y sus dedos se movían encima de sus brazos con impaciencia…
-Se puede saber que estas esperando para manejar esta cosa- dijo Vegeta quien mantenía sus ojos cerrados con su rostro hacia otra dirección
-Ah?- dijo algo avergonzada al entrar en sí y al darse cuenta de lo tonta que se estaba comportando y de que el ascensor estaba en el mismo piso, marco STAR y en segundos estuvieron en la planta de la corporación. Se abrieron las puertas pero Vegeta no salía, lo miro algo confundida…
Vegeta arqueando una ceja le hizo un gesto como para que ella saliera primero, Bulma no pudo evitar sonrojarse un poco no esperaba ese tipo de detalles viniendo de él…
Bulma empezó a caminar por los pasillos de la corporación, su corazón latía rápidamente, todo estaba oscuro y podía escuchar los pasos de Vegeta detrás suyo… sentía en su estomago un vacio que la hacía sentir ansiedad… que habitación le daría… era lo que en ese momento atormentaba sus pensamientos… ya que su lógica le decía que le ofrezca uno de huéspedes, pero su locura lo quería cerca… al menos lo suficiente para conocerlo más o al menos tener si quiera la remota oportunidad de conocerlo… salieron de la corporación hacia el jardín y observaron como la intensa lluvia mojaba el césped… ahora tenía que cruzar todo ese camino y empaparse la ropa… miro al saiyajin pero su mirada en si no decía nada… así que se aventuro a salir y a cruzar ese largo pasillo de rocas, sintió como el agua mojaba sus prendas y arruinaba su peinado, no quiso voltear a verlo solo apresuro el paso…. Al entrar a la mansión se dirigió rápidamente a las habitaciones principales, su cuerpo estaba empapado y lo único que quería era secarse, no quería coger un resfriado…
-Espérame un momento! Necesito cambiarme de ropa- diciendo esto cerró la puerta dejando al saiyajin afuera, se despojo rápidamente de sus prendas y se puso una polera larga que le cubría un poco sus muslos, se coloco unas zapatillas y se hizo del cabello una cola… iba a salir, cuando…. Se acerco al espejo y rápidamente se coloco un poco de brillo en los labios… total solo era para cuidar su imagen nada más… nada más…
Vegeta estaba esperando afuera de la puerta fastidiado, el no tenia paciencia para esas cosas, por un momento quiso tirar la puerta y reclamarle a esa hembra que le indique donde diablos era su habitación o destruiría toda la corporación… pero sabía que debía controlarse… por ahora no tenia ningún sentido asesinarlos, en ese momento ellos podrían servirle de mucho al menos hasta que llegue el infeliz de Kakarotto…
La puerta de la habitación por fin se abrió… pudo ver a la mujer saliendo de esta con otra prenda… simplemente la siguió, pero se quedo algo confundido al ver como la peliazul entraba a una habitación que se encontraba solo a unos pasos de la anterior…
-Esta será tu habitación Vegeta- pronuncio la peliazul mientras ingresaba a esta y prendía las luces
La habitación era grande y súper elegante, tenía una cama enorme y un balcón, algunos muebles y un aparato grande pegado a la pared… él lo observo con cierto interés…
-Ese es el televisor- comento la peliazul –ah este es el baño, como veras es grande y cómodo- hablaba la peliazul mientras Vegeta observaba todo con detalle… en eso Bulma se quedo pasmada al ver como Vegeta se desprendía de sus prendas superiores ya que estaban mojadas dejando su torso desnudo… ella no pudo evitar quedarse ahí estática viendo ese espectáculo… sobre todo cuando el saiyajin poso sus ojos negros sobre ella…
-Bueno… que descanses- comento Bulma dirigiéndose a la puerta
-Tu habitación es la del costado… verdad?- le pregunto Vegeta antes de que ella saliera de su ahora habitación
-Si- diciendo esto salió de la alcoba sin miras atrás…
Continuara…
Espero que les haya gustado este primer capitulo de esta historia, quisiera saber sus comentarios!
Nos vemos en el siguiente capitulo...
