Pétalos de Arena
Por
Kuraudea
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Capítulo 12
La última función.
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«Imagina que el tiempo se detuviera de repente. Eso fue lo que sentí cuando te vi por primera vez...y también cuando te arrebataron de mi lado»
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—¿Por qué te aferras tanto a mi?.
—Porque tanto tú como yo merecemos un buen final...pero un buen final juntos.
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El momento había llegado para los desafortunados, y con ello, una última función a la cual acudir y cumplir con el acuerdo que cambiaría todo el significado de su vida. Al observar su reflejo frente al espejo del glamoroso tocador rodeado por bombillas de luz amarillenta, remarcó como punto final sus labios de un tono rojo carmesí seguido después de un profundo & sentido suspiro; definitivamente todo parecía estar perdido, fue lo que pensó bajo su ignorancia. Esa sensación de temor venía de la mano con la advertencia que se escuchó del otro lado de la puerta al aclamar la «primera llamada»; tales palabras le provocaron que el alma se le fuera al suelo y el brillar de sus hermosos ojos azules se hiciera notar ante la conmoción del salir del camerino & enfrentar los irremediables hechos al lado del Señor Zuhnama—Dios mío...—expresó con la voz entrecortada pensando en que quizá nadie acudiría a su rescate, pues no habia rastro alguno de sus amigas ni de su amor de piel canela. Resignada, y pese a su pesar, comprendió que tal vez se habían arrepentido de asistir al HANABI; era un hecho que esa sensación le entristeció sobremanera aunque no los culparía si en todo caso decidieran no asistir. Pues de algún modo, justificó su pensar al saber la situación, y aunque muy en el fondo deseara con todo su corazón zafarse del problema, existía su complejidad.
—Quizá esto sea mi verdadero destino...—se hacía a la idea.
Fue obvio que la inspiración desapareciera al tratarse de ingeniar una nueva coreografía; no ideó nada, no había humor para ello. Por lo que repetiría uno de sus antigüos actos de aquellas gloriosas noches del Hanabi. Siendo ella una auténtica Pétalo de Arena, era natural lucir esplendorosamente bella con el atuendo sensual de una geisha haciéndose notar del kimono detallados bordados orientales. Danzaría en compañía de abanicos de papel y del sonido tradicional de las tres cuerdas del Shamisen & tambores Taiko. El temor por supuesto la seguía acechando al escuchar la irremediable «segunda llamada». Motivo a ello, fue que desvió su mirada por un instante & se enfocó en el maniquí vestido de aquel raro traje con sombrero de turrón. Era tanto su estrés y su angustia, que incluso la hicieron desvariar por un instante, pues estaba tan segura que de ese rostro liso & sombrío salían carcajadas crueles en tono de burla, a la par de frases repetitivas como desagradables haciendo mofa de su situación, éstos decían: «Viva los novios» «Y vivieron felices para siempre» «Tendrás que usar el vestido Mai» «ÉL NO VENDRÁ A POR TI» «JA-JA-JA».
Resonaba en ecos infernales la frase inicial con sensaciones de extrema locura, como si se tratara de una cinta rayada, o si la misma befa pesada viniera de parte de un colorido bufón de dientes afilados:
»¡Viva los novios!.
»¡Viva los novios!.
»¡Viva los novios!.
—¡Ya basta!—alzó la voz al sentirse aturdida—Ya...basta...
Cuando el silencio volvió como relámpago, vino a su mente que de algún modo tendría qué hacer justicia por su cuenta, sin importar que fuese mínima pondría resistencia al menos para no sentirse tan mal consigo misma. Había olvidado sus agallas, de lo que era capaz. Así que de la caja cosmetiquera tomó un afilado perfilador de ceja, mismo, que agregó al liguero de su muslo como si se tratara de un arma letal.
—Señor Zuhnama ... Princesa Serpiente...—expresó sus nombres con cierto recelo pensando en cómo actuar cuando los tuviera de frente.
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El equipo conformado por las cuatros personas que estaban dispuestos a detener el acto matrimonial, se encontraban en la habitación de Violet repasando detalles para el contraataque —Manos a la obra: ustedes al camerino & nosotros a nuestros puestos— agregó el Brief; las dos mujeres de negro tenían que actuar a la de ya, pues estaban a punto de anunciar la tercera llamada a función. Entretanto, Trunks & Goten se filtrarían al escenario prohibido del Hanabi para suplantar a las mujeres y comenzar el plan de rescate.
Las pétalos cubrieron sus rostros con un mallón de licra obscura, dejando solo descubiertos sus ojos rasgados. Fue así, que preparadas la violeta asintió & afirmó:—Es momento de irnos, hay que comenzar.
—Bien—expresaron ambos hombres con sus caracterizaciones.
Pero como última indicación, Ranfán agregó:—Después de diez minutos seguirán el recorrido que repasamos, no lo olviden por favor: Trunks entrará al camerino & Goten se irá directo al área de mesas, ¿entendido?.
—Sí.
—Dejamos esto en sus manos; bien, ahora sí nos vamos—sigilosas salieron de la habitación.
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Aprovechando que se mantenía sin seguros los accesos a la parte prohibida del HANABI, las dos espías bajaron de inmediato; trataban de adherirse a la pared como si fuesen sombras y hacer el menor ruido posible. Después de haberse frenado tras escuchar algunas voces de alrededor, observaron del techo un acceso de la tubería de ventilación; Ranfán ayudó a Violet a subir, y fue en sus hombros que ésta encontró un soporte firme para sus piernas; con un desarmador quitó a prisa los tornillos de la rejilla. Al culminar, se dió ánimo a sí misma—Eso es...—así que elevó su dedo pulgar como señal de triunfo hacia su compañera. Por lo que después necesitó de un poco de impulso por parte de su colega para poder subir a la cavidad por completo «Un poco más, un poco más»; al alcanzar y adoptar la posición correcta, dejó colgado medio cuerpo al abismo y extendió sus brazos para simular ser una escalera humana y así, su compañera subiera; tal posición le recordó a la violeta cuando era una niña pequeña y trepaba a los árboles aferrándose a sus ramas frondosas.
—Acá voy...—Ranfán brincó y trepó gracias al ingenio de su amiga. Luego fue ella quien regresó el cuerpo de la violeta al conducto al jalar de él.
A gatas, frenando & observando a detalle por cada rejilla a su paso, las habladurías no se hicieron esperar sobre el tema del momento, pues pronto llegarían a sus oídos «Hoy es la boda del Señor Zuhnama»«Esa Mai es una afortunada, será la soberana del Planeta Calvo» sin darle tanta importancia a los tontos comentarios continuaron con su recorrido hasta dar con el camerino de la futura novia—Es aquí—; indicó una de ellas y se detuvieron en lo que parecía ser el acceso al baño. Con el punto ubicado ambas se observaron & asintieron en silencio tras haber llegado al lugar correcto. Aplicaron el mismo método: retiraron los tornillos, y mutuamente se ayudaron a bajar para acceder al lugar.
Al frenarse en el marco de la puerta pudieron divisar a Mai dándole los últimos retoques a su maquillaje. Aquí venía la parte difícil para las mujeres: no asustarla. Era importante evitar cualquier ruido o exaltación de su parte sino alertaría a las asistentes personales de la Princesa Serpiente. Así que Violet, como buen soldado de la Red Ribbon, se acercó con cautela hacia su amiga, iba lento, muy lento, y cuando justo intentó taparle la boca a Mai, ésta volteó y le encaró con el perfilador.
—¡¿Quién eres?!—le advirtió con una mirada amenazante—más vale que no te acerques porque juro que no responderé.
La violeta sin moverse elevó ambas manos en señal de haberse rendido—De acuerdo, tú ganas...
Al escuchar ese timbre de voz la azabache se extrañó—¿Pe-Pero...?—por lo que la exmilitar se descubrió el rostro mientras a distancia su colega hacía lo mismo—¡Violet, Ranfán son ustedes!—le abrazó fuerte.
—¡Shhhh! ¡Guarda silencio podrían escucharnos!.
Con la pizca de una lágrima en sus ojos, dijo con alegría—¡Han venido, en verdad están aquí, qué felicidad!—en ese instante recapacitó & preguntó por el dueño de sus pensamientos—¿D-Dónde está Trunks...?.
—Escúchame Mai, no tenemos tiempo para explicar qué es lo que está pasando; tenemos que sacarte de aquí ya, ¿comprendes?.
Pese a estar un poco consternada, accedió:—Co-Comprendo—contestó sosteniendo la mirada de la violeta.
—Bien, eso es.
—Es hora de irnos—intervino Ranfán tras sospechar que quizá alguien pudiera sorprenderlas, pero antes tenía algo importante qué hacer—Esperen un momento, por favor...—se acercó a la puerta y con un desarmador quitó el seguro de la chapa con la intención de dejarle libre acceso a Trunks—Ahora sí partamos...
Mai tomó la mano de la violeta, asintió con decisión al estar de acuerdo con ellas y sumarse al reto.
—Hagámoslo, larguémonos de aquí.
—Así será, Mai.
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Las chicas utilizaron sus habilidades para llegar nuevamente a la rejilla de ventilación; primero subió Violet, ella misma le extendió el brazo a la de flequillo desde las alturas para impulsarle, e hicieron lo mismo con Ranfán. «¡Sigan derecho!» esa fue la única instrucción a seguir. Por lo que el trío de pétalos de arena se desplazaron por el estrecho conducto en busca de la liberación.
Entretanto, los diez minutos pactados se habían cumplido para las pétalos farsantes; el momento de tomar sus puestos había llegado; no había marcha atrás. Así que después de algunos años de no mostrar sus habilidades especiales, ya que se habían prometido que a raíz de la desaparición de las esferas del dragón actuarían lo más humanamente posible, hicieron una excepción al recurrir a ellas para desplazarse con rapidez.
Ellos eran unas dulces sombras que iban al acecho; Goten observaba cauteloso si no había "moros en la costa" después de estar completamente seguro asentía para dar luz verde & seguir avanzando—Adelante, hay que continuar—finalmente bajaron por aquellas escaleras rústicas de caracol; conforme se sumergían en las profundidades, el hedor a azufre y la temperatura ambiental del fuego del averno se hicieron notar.
—¿Percibes ese aroma, Trunks?.
—Sí.
—En verdad huele a infierno—justo en ese instante había llegado el momento de separarse—Suerte...—expresó la bella castaña.
—Para ti igual...—agradeció los buenos deseos la azabache.
El Son quien había respirado hondo para calmar sus nervios, tomó decisión & con ambos brazos empujó de las puertas para darse acceso al segundo mundillo colorido del Hanabi, mismo, que se reflejó en sus pupilas las luces de neón rojas junto al denso humo; las risas descaradas & la música, le recibieron con gusto. Trunks, entretanto, continuó por un pequeño pasillo para llegar al camerino de Mai, al tomar la chapa y darse cuenta que no tenía seguro, de inmediato se resguardó. Al cerrar la puerta recargó su espalda y cabeza en ella. Y tal y como lo hizo su amigo, echó tremendo suspiro. Después observó el maniquí quien lucía el traje de novia de las mujeres del Planeta Calvo, a lo que expresó—Pero qué rayos es eso...—al parecerle tan feo, pero ante todo, el imaginarse con él puesto fue algo que le erizó la piel.
—Ni de chiste...
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La técnica del «tacón-punta» había sido un buen aliado para él. Caminaba entre los pasillos de las mesas & las miradas libidinosas por parte de los espectadores demoníacos no se hicieron esperar. Murmullos como «Adiós muñeca» «¡preciosa!» le causaban cierta irritación; tratando de digerir los halagos de esos tipos, disimuladamente expresó—Malditos cerdos...—fue entonces, que tuvo que tomar agallas para acercarse a una de las mesas a ofrecer sus servicios. Por lo que con una faz determinante, manos en la cintura & ceño fruncido, saludó en un tono de voz delicada & ruda—Buenas noches, apuestos caballeros...¿alguien gusta algo de beber?.—Goten se miraba esplendoroso, como si una gran aura de franjas rojas y blancas parpadeantes adornaran a sus espaldas, haciendo entonces de sus pretendientes alucinar «¡es bellísima!».
Las órdenes brotaron como pétalos entre la nieve, primero fue una: «Pues yo quiero un "Trago del infierno"»; luego otra «Y yo quiero un "Hell-power"». Y otras más peticiones llegaron a los oídos del joven «Yo quiero un "Cosmo-Hell, por favor»
—¡A la orden!. Enseguida les traeré sus pedidos, caballeros—les lanzó un coqueto guiño & como punto final cubrió con delicadeza sus labios para dejar salir después su melodiosa risa de ardilla, la cual se esmeró mucho en practicar—¡Ji,ji,ji,!.
»¿No es un encanto de chica?» «Tienes razón, todas las Pétalos de Arena de la Princesa Serpiente son muy agraciadas» «Además es muy eficiente»—expresaron lo último al verlo volver de inmediato con charola en mano.
—Aquí están sus bebidas, ji, ji, ji.
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El tocador de bombillas alumbraban a su rostro dándole así un brillo especial a sus ojos azules que lo distinguían de la Pétalo original. En su estómago se instaló esa sensación de terror & nerviosismo; no quería ni pensar en el momento en que tocaran a la puerta para anunciar «la tercera llamada». Al no estar Mai presente sintió al menos un poco de alivio; eso era buena señal, ya que significaba que estaba a salvo al lado de Violet & Ranfán. Sin embargo, su nariz percibió de pronto la fragancia de su perfume, y por efecto, de inmediato lo transportó al dulce sabor de sus labios, ese beso arrebatado que se dieron en el baño como la escena del cariño previo a lo que sería su primer encuentro íntimo. Observó entonces las cosas a medio usar de la cosmetiquera como el polvo compacto y el lápiz labial sin su tapa. Fue obvio que las ganas de verla aumentaron a por mayor, pues sin lugar a dudas la Pétalo de Arena era la dueña de sus pensamientos—Mi amor...—se formó ese tierno adjetivo en sus labios.
De un momento a otro sus pensamientos se vieron interrumpidos cuando advirtieron del otro lado de la puerta —«Mai, es momento de salir; prepárate detrás de bastidores para tu acto. Después regresarás a camerinos para vestir tu atuendo de novia. Oficiaremos la boda con todos nuestros visitantes; son órdenes de la Princesa Serpiente»—el llamado se había hecho.
Así que al tratar de afinar lo mejor posible su voz, contestó para no levantar sospechas—S-Sí...—se levantó para salir y por última vez observó aquel vestido feo con repudia y se marchó.
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Entre pasos, la intensidad de su inquietud aumentaban. Era tanto su aceleración que le provocó cierto éxtasis en su interior; pensaba para sí mismo «Tranquilo, tranquilo...». Al colocarse en la posición correcta detrás del telón, sintió que el aire le faltaba; tragó saliva para estabilizarse y, por un momento, se puso en el lugar de Mai. Era tan fácil estar del otro lado sentado a la expectativa de lo que fuese a ocurrir que, el fuerte murmullo masivo le aturdió tras escuchar los alaridos & exigencias masculinas de todos los espectadores hambrientos de apreciar.
Mientras él estaba vestido como la bailarina exótica de los siete infiernos, comprendió entonces que Mai NUNCA la tuvo fácil. Pues el error más común será siempre asociar la profesión con la supuesta personalidad y perspectiva que se cree tener de las personas: un falso juicio de ellas. La necesidad de subsistir para muchos era el pan de cada día; saber andar entre lobos era algo que irremediablemente, a conforme a la madurez, era necesario aprender con gracia. Finalmente, cosas como los sentimientos, el corazón, el cuidar de nuestro templo personal, nuestra iglesia, es un gran tesoro que no todos merecen conocer; él supo desde la primera vez que la observó montada en el escenario del Hanabi bañada por las luces de colores que era una mujer camaleónica, adaptable a las condiciones que la vida le había dado y con una enorme coraza que le servía para protegerse de todo mal; rebelde como un potro salvaje, renuente, esa era la táctica perfecta para cuidar de su frágil corazón. Sin embargo, en la profundidad de sus hermosos orbes azules fue que descubrió la bella persona que se alojaba en el interior de su ser, una mujer llena de cariño, de fragilidad y de amor genuino para dar.
El usurpador respiró profundo, luego cerró los ojos por un instante meditando cada uno de sus pensamientos mientras estaba en espera de su misión. Al apreciar de nueva cuenta el entorno y la última función que se aproximaba, nombró a la mujer a media voz—Mai...
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Entre las mesas era notorio el mundo de demonios y espectros que disfrutaban de un buen rato en el segundo plano del Hanabi. El azabache, entretanto, observaba a los espectadores con atención, en especial al enorme Señor Zuhnama quien coquetamente lucía un moño negro sobre su cuello en espera de su casamiento con Mai, y por otro lado, al emperador del infierno: el Príncipe Daburah. El segundo en mención sostenía una copa de vino y mencionaba a los otros presentes anécdotas sobre su padre el Rey Abura, así como de la existencia de la enorme estatua que se le había diseñado a él en el reino de los Daimas—Espero que ese tal Gomah nunca acceda al trono; es una insignificante "bola con patas"—comentó en forma burlesca debido a la infantil apariencia del juzgado provocando tremenda risión entre los presentes «ja, ja, ja».
Goten al observar el templete supuso que poco faltaba para que Trunks apareciera en escena; era obvio tras divisar la dirección central que iban tomando las luces de colores. Por ello, al regresar a la realidad de su mesa, pudo escuchar una plática sobre un ligero accidente que tuvo uno de los demonios espectadores tras infiltrarse como citadino en la Capital del Oeste.
—Resulta que al querer bajar a eso que le llaman "pantalón" el cierre quedó atascado en la entrepierna y...
Motivo a ello, el hombre vestido de mujer se compadeció del sujeto al saber que probablemente se había lastimado sus partes nobles, por lo que nada femenino y olvidándose de todo disfraz, dijo con naturalidad:—Oh, hermano, eso debió doler...—provocando así toda la atención de los presentes. Entre ellos cuchicheaban «¿escucharon lo que dijo?» «¿cómo se supone que sabe de "eso" sí se trata de una simple chica». Una gota fría le corrió por la sien al saber que había metido la pata, por lo que trató inmediatamente de arreglar su torpeza al afinar la voz—¡Qu-Quise decir que me imagino LO MUCHO que dolió!, jo, jo, jo—cambió de tema inmediatamente:—¿A-Alguien quiere jugar al póker...? Je,je,je.
Sin embargo, otro de los demonios presentes se quiso sobrepasar con la falsa flor del Hanabi al ponerle una mano encima & apretar su hombro—Eres un primor, muñeca.
Pero Goten muy astuto recordó lo que Violet le había dicho en su entrenamiento: «trata de disfrazar una buena bofetada como si fuese una caricia ...al menos eso le ha funcionado muy bien a Ranfán».
—Eso es...—murmuró para sí mismo. Así que tras encarar al sujeto fue cuando preparó su mano y al paso de un tris fue que le regaló tremenda caricia impresionado a todos los presentes por su gran fuerza «¡¿Quééééë?!». El tipo quedó viendo las estrellas y el Son solo se justificó con los demás al decir:—Es que soy de huesos anchos...ji,ji,ji.
»Oh, vaya, eso lo explica.—sacaban conclusiones entre murmullos.
Por lo que la risita de ardilla salió a relucir nuevamente—¡Ji,ji,ji!.
Fue en eso, que de pronto la oscuridad reinó. Y esa fue la señal exacta para saber que su amigo aparecería ya—Tu puedes Trunks...—le dió ánimos a distancia.
En tanto, el trío de mujeres continuaban desplazándose por los conductos de aire. Ante el apuro de escapar, era obvio que la azabache preguntaría en algún momento por el azúl.—Por favor, díganme dónde está Trunks.
—Él estará bien; no deberías de preocuparte tanto, Mai—contestó la exmilitar.—Lo importante ahora es sacarte de aquí.
—¿Y sí está en peligro por mi culpa?.
—No lo estará...— contestó Ranfán quien iba detrás de sus pasos—Ese chico es muy audaz.
—¿Q-Qué quieres decir con eso, Ranfán?, explícame.
—Bueno, pues resulta que él...
Cuando Ranfán trató de decirle a Mai que Trunks haría una presentación para poder enfrentar al Señor Zuhnama, y ante todo, tomando su lugar, fue que la melodía interrumpió su palabras, y a la expectativa dijo:—Escuchen eso...—era un hecho que había reconocido la música —Ya entrará en actuación.
—¿Có-Cómo que entrará en actuación...?—la faz de Mai era de completa confusión.
—Vamos, continuemos—insistió la violeta a sus colegas—aquí está demasiado sofocado.
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A sus espaldas le respiraba la tela gruesa del telón rojo; estaba preocupado no iba a negarlo, pero había llegado el momento de luchar. La tela, entretanto, iba subiendo y de poco en poco, se mostraban sus piernas gracias a las aberturas de la falda negra de charol. Su cuerpo se meneaba seguro de un lado a otro mostrándose después parte de su cintura y espalda. El impacto que causó fue tan grande que cuando la audiencia observó el sable que sostenían sus manos llamó por completo su atención. Pues era un acto novedoso y jamás ejecutado por la de cabello negro, e incluso, fue de sorpresa para el propio señor Zuhnama «¡Ella será mi esposa!»—presumía con gusto a sus colegas «¿no creen que es hermosa?». La princesa serpiente quien apenas iba llegando observó & mencionó:—Vaya, para haber estado encerrada se esforzó en su coreografía. Jamás había visto actuar a Mai de esa forma.
—Eso parece, Su Alteza—externó una de sus súbditas quien la acompañaba.
El Pétalo de Arena con sus manos jugó con la espada haciéndola girar por algunos segundos en el aire. En eso, pudo observar a su costado exhibido el maniquí con el supuesto traje de novia bajo la luz tenue de un reflector, mismo, que usaría después del show para su unión con el ser extraterrestre. El haber apreciado el traje le inquietó, pues en qué momento fue que lo sacaron tan rápido del camerino?ñ.—En verdad que traen prisa por la boda—murmuró para sí mismo. Al volver al acto se atrevió a dar la cara & como detalle extra les regaló todos un coqueto guiño; la audiencia endemoniada quedó cautivada «¡ES PRECIOSA!», a lo contrario de él que quedó un tanto abrumado al observar la fisionomías de dichos individuos, pues los cuernos como lo arrebatado de sus corpulencias era el distintivo para darse cuenta que tal & como se le dijo, estaba en el mismísimo averno.
Entretanto, el fuego adornó con gracia el contorno del escenario. «Él» o mejor dicho «ella» tomó un tono sexy & atrevido. El ardor de las llamas se plasmó vibrante en sus pupilas azules mientras en pasos pequeños avanzaba hacia enfrente excitando a todo espectador, pues en efecto, todos creían que era Mai. De pronto la técnica y la acrobacia cobró cierto encanto al ejecutar un discreto movimiento de caderas junto con el paso base que le había enseñado Ranfán «1, 2, 3...»; la magia brotó gracias al sable y por la música de heavy metal que adornaba un poco el show otorgándole un toque más sexy como rudo. La herramienta de baile estuvo arriba & abajo; los murmullos de los presentes fueron evidentes: «la señorita Mai es sensacional» por lo que tales halagos llegaron pronto a sus oídos, motivo por el cuál le hizo sentirse más seguro & mostró media sonrisa tal como lo haría su padre.
Entre baile & acrobacia divisó al gigantesco Señor Zuhnama, sintió cierta repudia por motivo a ello una ligera sombra azulada se reflejó en su sien. Observó que entre las mesas estaba Goten, el muy coqueto le saludó al elevar un poco su mano & después la llevó a cubrir su boca «ji, ji, ji». Pero justo en la mesa de alado estaba el Rey de los infiernos, Daburah. Y recordó la advertencia: «¡Ten cuidado con su saliva porque podría convertirte en piedra!», aunque técnicamente el problema no era en sí con él, Trunks solo quería a salvar a Mai de un destino injusto. Pero personajes como el mencionado, al estar presentes, era obvio que podrían acarrear problemas. Por otro lado, era un hecho que no usaría ese horrible vestido, si por sí ya era mucho cargar con el vestuario de cuero, definitivamente no daría ese paso —Eso nunca.—Por lo que faltando pocos segundos para terminar su extraordinaria presentación, no la pensaría mucho y atacaría para acabar de inmediato con el problema. Naturalmente esa era la visión de un empresario: llegar al objetivo principal sin rodeos.
En eso, la princesa serpiente tomó un micrófono e invitó a la de flequillo recto a vestirse con su traje de novia para iniciar la ceremonia—Ahora nuestra querida Pétalo de Arena irá a portar su vestido para tomar matrimonio con nuestro querido Señor Zuhnama; todos seremos testigos de su hermosa unión—los presentes aplaudían, en especial el novio que movía entusiasmado sus largos bigotes sin cesar.
Pero al ver que la futura novia ni se inmutó en lo absoluto y como respuesta a su petición simplemente se dió la espalda, expresó a media voz—No lo haré...—a la realeza verdosa la hizo perderse en el limbo por un instante «¿Eh...?» «¿Pe-Pero qué dijo...?»; tras volver en sí en compañía del fruncir de sus cejas se mostró molesta sintiéndose ridiculizada ante todos. Además no entendía su irreverente conducta puesto que ya había dejado en claro el tema en cuestión, y sobre todo que no había marcha atrás, pues se tenía que cumplir el trato sí o sí «¡¿Ayyy, pero qué rayos le pasa a esta muchachita?!» fue lo que pensó para sí misma ante el bochorno.
Entretanto, trató de disculparse públicamente—Se-Seguramente está nerviosa, je, je je, démosle un poco de tiempo para que se aliste.
Cuando el joven usurpador la encaró, le dijo con propia voz en un tono decisivo—DIJE QUE NO LO HARÉ.
—¡¿Pe-Pero qué has dicho?!—se exaltó la de cabellos afros perdiendo toda vergüenza & modales—¡No digas estupideces y ven aquí! ¡AHORA! —le exigió y continuó con los reproches—¡¿Por qué ahora resulta que no quieres hacerlo, eh?!—se cruzó de brazos irritada.
La de flequillo negro al fruncir la mirada, contestó:—Porque no tienes derecho a decidir sobre los sentimientos de los demás.
—¡¿Qué?! ¡¿qué dices?!—después de un silencio una risa salió de su parte—¡JA, JA ,JA, no digas tonterías, Mai!.
Y continuó con su postura rebelde:—Como tampoco se le puede obligar a alguien a casarse solo para obtener un beneficio de dicha unión—un aura dorada se iba formando a su alrededor con energía & vigor junto al cimbrar del lugar—Y por último...—sus manos se extendieron hacia enfrente para expulsar un ataque—¡PORQUE NO PERMITIRÉ QUE LE HAGAN DAÑO A MI MAI!.
—E-Esperen un momento...¿acaso dijo "a su Mai"?.
Realmente fue cosa de algunos segundos para captar que la supuesta Mai no era Mai sino un impostor. Aunque fue demasiado tarde pues ya había lanzado su primer ataque, gritando así a todo pulmón su técnica:
—¡MASENKO!—el poder luminoso tomó camino sin piedad aterrando a la Princesa.
—¡¿EEEHHH?!.
La euforia como la desesperación no se hicieron esperar entre la mayoría de los espectadores—¡Corran, corran! ¡sálvense quién pueda!.
El mundo se enloqueció en un dos por tres debido al impacto del poder que por poco se llevaba de corbata al señor Zuhnama «¡AHHH!». Goten desde su lugar tomó postura y atacó desde las mesas—¡Tomen esto malditos cerdos degenerados!.
Entretanto, las tres damiselas que escapaban del HANABI se vieron tambaleantes contra el suelo debido al impacto.
—¡¿Pero qué fue eso?!—preguntó Mai en histeria al tratar de incorporarse.
A lo que Ranfán contestó:—Seguramente se trata de algún ataque de Trunks contra el Señor Zuhnama ...
—¡¿Qué?! ¡¿qué has dicho?!¡¿cómo que un ataque?!.—tras preocuparse por él les dijo a sus compañeras—Yo no puedo seguir huyendo; en este momento Trunks me necesita, ¡tengo que regresar!.
—¡¿Has perdido la cabeza, Mai?!.—le cuestionó la exmilitar—tratamos de sacarte de aquí para salvarte, ¡¿qué acaso no lo comprendes?!.
—Es que todo esto es por mi culpa, Violet. Así que no, no me iré sin saber que Trunks esté a salvo—la de flequillo se giró y con su característico valor tomó el mismo rumbo para regresar.
»¡Mai espera, regresa!.
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—Vaya, ya comprendo...conque tú no eres Mai—lo delató la doncella.
El usurpador mostró media sonrisa retadora, así que con el fruncir de su mirada ubicó al gran Señor Zuhnama y se preparó para lanzar otro ataque—¡Hey, Señor Zuhnama!—gritó para atraer su atención & para que supiera que estaba frito, pero justo cuando iba a lanzar otra de sus técnicas, ésta se vió frenada por la gran barrera del Rey de las tinieblas, Daburah.
—¿Có-Cómo...?.—el Brief no esperaba tal interrupción del demonio.
El ser de oscuridad le dijo:—Pero qué falta de respeto interferir en una de mis noches de diversión; eso no te lo perdonaré.
—A un lado, esto no es con usted.
—Quizá...pero ratas como tú no deberían de ser tan molestas. Y como veo que te gusta pelear ...he decidido enfrentarte.
—Pe-Pero ...
Al soltar una efusiva carcajada, agregó el demonio—Hagámoslo más interesante—sonrió malicioso e ideó— Qué te parece esto: si tú ganas, te llevas a la chica. Pero si yo gano la boda continúa y me encargaré de mandarte al rincón más profundo del Inframundo.
Trunks observó a la deidad con coraje, apretó los dientes debido a que no estaba de acuerdo con el ofrecimiento. Sin embargo, sabía los grandes poderes de Daburah y de sus obvias capacidades en batalla, por lo que sin más remedio, terminó por aceptar.
—Hecho.
Después de haberse lanzado un par de miradas, dieron inicio a su enfrentamiento. El azúl se dejó venir con su espada en contra de la gran deidad «¡Ahhhhh!» Pero éste lo detuvo solo con dos de sus dedos «¡¿Pe-Pero cómo?!» El demonio sonrió y escupió al muchacho que gracias a su agilidad evitó ser rosado por la saliva, sin embargo la humedad se impregnó en la tela del telón dejándola por completo hecha piedra. Con cierto impacto Trunks recordó de nueva cuenta la advertencia de Ranfán «Trata de evitar la saliva de Daburah, ésta podría convertirte en piedra» ...—Es verdad...
El joven contraatacó; en las alturas se apreciaban los puñetazos, patadas y demás golpes como técnicas propias de la pelea. Entretanto, el Hanabi se convirtió en un tremendo caos, la gente corría desesperada en gritos. De igual manera, el futuro novio como la Princesa Serpiente estaban como gelatinas; la segunda mencionada temía incluso que su adorado árbol del HANABI se colapsara, pues era su único hogar establecido en la vida humana, desde que escapó de las manos de Enma Daio Sama y supo lo que era la libertad, le dió pavor de solo imaginar volver al solitario camino de la serpiente plateada. En tanto, el señor Zuhnama, al ver lo grabe de la situación no se atrevió a lanzar ni un ataque, e incluso, podría decirse que había perdido el interés, por lo que los pretextos sobraron.
—Yo-Yo-Yo...¡necesito volver a mi planeta!—y emprendió huida, cosa que pronto reclamó la mujer:
—¡ÓIGAME, USTED Y YO TENÍAMOS UN TRATO! ¡NO SEA GALLINA Y VUELVA AQUÍ!.
—¡Olvídelo! ¡me conseguiré otra novia en un mejor planeta!.
—¡Ashhh, maldito gordo! ¡ME LAS PAGARÁ!.
El Hanabi cimbraba sin piedad, se sacudían de un lado a otro y sus grandes frutos se balanceaban por efecto. Las otras Pétalos de Arena que vivían en dicho lugar estaban asustadas «¿pero qué está pasando?» se abrazaban unas a otras para darse valor ante lo desconocido. Mientras tanto, en el área de mesas Goten continuaban corriendo a patadas al resto de los demonios enloquecidos «¡Largo, fuera de aquí!». En tanto, las tres damiselas llegaron al punto de batalla; Mai al observar las alturas divisó al muchacho con cierto asombro, le gritó—¡Trunks!.
El guerrero reconoció inmediatamente esa dulce voz, así que dirigió su mirada hacia abajo y observó a la mujer—Mai...—descubrió entonces que el Señor Zuhnama había desistido con el casamiento al emprender huida «¡Maldito cobarde!» pensó de inmediato; el Brief tuvo un minúsculo momento de templanza al estar maravillado observando a su "esposa". Sin embargo, ese bello retrato se entorpeció cuando recibió un puñetazo que lo hizo regresar a la realidad de la batalla, dicho impacto lo hizo estrellarse en el escenario dejándolo hecho trizas.
—¡Trunks, no!—la de flequillo quiso correr hacia él para socorrerlo, sin embargo Violet la detuvo al sostenerla de los hombros.
—¡Detente Mai, es peligroso!.
—¡Pe-Pero...!—en sus orbes negros se notaba la desesperación, se humedecían en lágrimas—Pero Violet...
El azúl tras recobrar cordura se puso de pie. Entonces, tras observar al demonio supo que el supuesto enemigo al que tenía que enfrentar ya no era el Señor Zuhnama sino ahora era el mismísimo rey de las tinieblas. Al toser con algunas pizcas carmesí, se preocupó porque no sabía con exactitud cómo iba a vencer al gran Daburah. Aprovechando ese momento de debilidad del muchacho, la criatura se dejó venir contra él como una avalancha, y lo golpeó. Más de algún puñetazo pudo evadir el joven, pero de un momento a otro la deidad había conseguido apuntarle con su propia espada en medio de la garganta, Trunks con mucho esfuerzo la detuvo, provocando así el sangrar de sus manos.
—Tu alma se ve algo apetecible, humano.
—Ci-Cierra la boca, maldito—expresó con el fruncir en su mirada y el apretar de sus dientes tras la fuerza que ejercía.
Sin tener esperanzas, con el miedo en su ser, temía por la seguridad de sus amigos, de Mai y del resto de las chicas. Entonces, el azúl volteó con su amigo y le gritó:—¡Goten, saca a las otras chicas que viven aquí en el Hanabi!.
El hijo de Gokú rápido captó la orden, pues todo indicaba que el árbol del infierno quedaría hecho trizas o se derrumbaría—¡Cl-Claro!.—emprendió camino y a su paso tomó a Violet de su mano—Tu vendrás conmigo...—le dijo, naturalmente el chico se preocupó por su seguridad. Así que en compañía & en trotes de tacón se preguntó «¿Pero qué diablos va a hacer Trunks?» ya que la situación no era del todo favorable.
Ranfán regresó la mirada a Mai y le dijo:—Iré a ayudarlos, seguro las muchachas están muy asustadas.
—D-De acuerdo.
Después de que Ranfán partió, la de flequillo negro se percató que a su costado estaba la reina del HANABI hecha trizas, era un manojo de nervios. Sus asistentes personales, entretanto, se aferraban a sus brazos; estaban aterradas. La líder del clan murmuraba repetidas veces como si se hubiese vuelto loca—M-Mi hogar...mi hogar...por favor no destruyan mi hogar...
Pese a sentir cierta pena por la escena, Mai frunció la mirada y le alzó la voz en reclamo:—¡Sí todo esto no hubiera llegado tan lejos por su ambición...!—después de un breve silencio, le sugirió:—Es mejor que salga de aquí, princesa.
—¿Eh...?—la mayor quedó anonadada & solo asintió torpemente sin tener completo raciocinio de sí misma—Ajá...sí...—a como pudieron se pusieron de pie tanto ella como sus fieles sirvientas saliendo así del lugar.
Mai regresó de inmediato la mirada hacia a Trunks y éste estaba en la misma posición: Daburah estaba apunto de perforar su garganta.
—No...esto no puede ser...—desde abajo trató de atacar al príncipe de la oscuridad al aventarle cualquier objeto que se encontraba a su paso —¡Oye, maldito demonio, déjalo en paz!—pero nada funcionaba.
El azúl escuchaba a los lejos los reclamos de Mai en pos de ayudarlo. Sin embargo, mientras continuaba forcejeando con el ser de oscuridad, observó cuidadosamente lo amarillento de sus orbes, así que con esa imagen en compañía de la fuerza que ejercía para no ser perforado por el sable, pensó en cómo vencer a la criatura. Por lo que en su mente aparecían las mismas interrogantes una & otra vez.
»¿Qué puedo hacer?.
»¿Cómo puedo vencerlo?.
Ante la angustia el muchacho desvarió por algunos segundos, y justo ahí, fue que un recuerdo se apoderó de su visión & pensamientos.
—¿Supongo que harás lo que sea necesario para salvar a esa mujer, no es así?—le preguntó el gran Emma Daio Sama.
—Juro que lo haré—asintió con valentía al tiempo que apretó sus puños.
—Entonces toma...—le entregó un amuleto, era un papel con unos kanjis que al leerse decía «Kibō»; su significado radicaba en la esperanza—Es un amuleto de protección, te ayudará un poco a protegerte de esos demonios; utilízalo con sabiduría, Trunks.
—Kibō...—murmuró recordando el significado del amuleto junto con lo último que le dijo el guardián del otro mundo: «utilízalo con sabiduría, Trunks». Y entonces, de tener una derrota segura, existió para él una nueva oportunidad, había una pequeña luz al final del túnel. Fue así, que recordó que ese talismán lo traía consigo en el pecho. Sin embargo, la lucha continuaba y con ella, las exigencias de su rival.
—¡Ya rindente mortal! ¡entrégame tu alma de una vez!—rió con maldad, entretanto, el joven observaba a la pétalo. Daburah al percatarse de ese detalle, le dió al usurpador un golpe bajo tras decirle:—Vamos, no te preocupes tanto por ella; también tomaré el alma de tu querida noviecita para que se vayan juntos al otro mundo.
—¡YA CÁLLATE!—alzó la voz enfurecido.
Así que con sus piernas impulsó a la bestia para quitárselo de encima. Por efecto, la espada cayó a otro lado sin tener un rumbo en específico; él de inmediato se colocó de pie. Con un plan improvisado, o más bien, su último recurso, fue que tomó el amuleto que había permanecido adherido a su piel. Al divisar aquel acceso del infierno que se conectaba al Hanabi, se preparó para atacar. Lo haría sin miedo y teniéndose confianza en no fallar como depositando un poco de fé en lo que se le había ocurrido realizar. Si de por sí la rara cotidianidad ya era un verdadero martirio desde la unión de las fallas dimensionales, ahora estar con Daburah era algo que ya no toleraría, por lo que tenía que regresarlo al lugar donde pertenecía.
—Escúchame maldito ...
—¿Acaso me hablas a mi?—mostró una sonrisa & luego sugirió—deberías de tenerme más respeto, humano asqueroso.
Trunks prosiguió con sus palabras con una faz decisiva, le dijo:—Aunque todo se vea perdido, y a diferencia de ustedes... habrá algo que siempre nos mantendrá de pie a nosotros los " humanos asquerosos", y eso es...—se colocó en posición de ataque concentrando todo su ki en la palmas de sus manos en compañía del amuleto.
—¿Uhg...?, pero qué tonterías dices.
En ese instante la justicia brotó de lo más profundo de su ser y alzó la voz con valentía:—¡Y eso es la ESPERANZA!—¡TOMA ESTO, MISERABLE!¡AHHH!—arrojó su poder contra el enemigo, anexando por último—¡LARGO DE NUESTRAS VIDAS!.
El ataque llegó a la deidad del Inframundo, y aunque éste puso resistencia no logró detenerlo. Pues la fuerza de la luz dorada lo condujo al acceso prohibido a gran velocidad. El híbrido selló la entrada con rocas que extrajo de las raíces del árbol y cuando la entrada quedó colapsada colocó el sello de protección.
—Te quedarás ahí por un buen rato...—aunque tal vez no sería por mucho tiempo.
—¡Trunks!—la de flequillo llegó hacia él—¡¿Trunks estás bien?!—la pétalo estaba preocupada.
—Mai...—éste simplemente asintió—Descuida, estoy bien.
Fue en eso, que otro colapso se sintió; el árbol del Hanabi se sacudió y comenzó a arder en llamas. Parecía como si en su centro algo provocara dicho efecto, Trunks asumió que muy probablemente se trataba de Daburah enfurecido—Tenemos que salir de aquí, Mai...—la mujer asintió como respuesta y ambos, con la misma apariencia, abandonaron el lugar.
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Una lluvia inesperada como bendecida llegó a la capital del oeste. Era como si la misma naturaleza hubiese escuchado el llamado para depurar lo malo que había pasado, o al menos lo que había ocurrido en el Hanabi. Él salió del lugar con la pétalo de arena junto con el apretar de sus manos; no importaron los charcos, ni la lluvia, ni tampoco su apariencia; escaparon juntos. Sin embargo, el azúl quería dar el toque final a su triunfo, pues de repente se frenó y se giró con dirección al gran árbol del infierno. De esa manera fue que extendió sus brazos y tras ejecutar diversos movimientos, fue en medio de sus dedos que observó el punto exacto a derribar; cuando estaba a punto de decir «¡Aquí voy!», Mai se interpuso al frenar su ataque:
—¡Detente Trunks!—a sus espaldas estaba ella implorando tal petición
—¿Pe-Pero Mai...?—divisó a la mujer desde su hombro, su faz era de confusión. E incluso, se sintió perdido debido a que lo más obvio era destruir el lugar.
—Aguarda un momento, por favor...—se acercó a él y al tocar sus brazos deshizo su postura.
—Mai...
Fue así, que la Pétalo de Arena pensó en que podría existir otra forma de hacer justicia. Pues recordó que el Hanabi era el hogar de muchas chicas desamparadas o en situación de calle; tal y como en su momento ella lo padeció. Reconoció entonces, que a pesar de todo, la Princesa Serpiente les había tendido la mano y las sacó del mundo ruin que aumentó gracias a la grieta dimensional. Mai sabía lo duro que era vivir en la calle, por lo que no le pareció correcto dejar a las demás pétalos a la deriva—Pensemos en otra alternativa, Trunks...
—¿Otra alternativa...?—el chico se giró hacia ella—Pero Mai, ¿no te das cuenta lo que hubiese ocurrido...?—estaba asombrado de sus palabras.
—Lo sé...—asintió lento con la mirada cabizbaja—pero aún así busquemos otra solución, por favor...—le suplicó.
Al centrase en sus bellos ojos el joven se convenció que en verdad estaba hablando en serio. Así que pese a tener muchas dudas al respecto, cómo tampoco sabía exactamente cuál sería esa "otra solución"...confiaba en ella, por lo que terminó por aceptar.—Está bien...
—Gracias...
Fue así, que con el cielo gris y con la cortina de lluvia en el ambiente, se acercaron. Quedaron frente a frente aquellos que por apariencia lucían idénticos; Mai lo observó fijamente con una simple sonrisa que detonaba ternura, con el corazón palpitante, preguntó:
—¿Te vestiste así para salvarme...?.
—Sí.—el joven contestó de inmediato.
—¿Pe-Pero por qué?.
El azúl esbozó con cierto sentimiento, luego contestó a su inquietud—Durante todos los años que tengo trabajando como empresario de la Corporación Cápsula, créeme que jamás me había tocado vivir algo como ésto; sin duda este ha sido el mes más loco y raro de toda mi vida—Mai le observaba atenta—Además...reconozco también que no soy tan bella y agraciada como tú—la hizo sonreír debido a que estuvo de acuerdo con el comentario, y sobre todo, por recordar lo vivido.
—Te arriésgate demasiado, Trunks, simplemente hubieras regresado a tu vida como empresario.
—¿Pero qué dices, Mai? ¿Y dejarte así como así? No podría ignorar todo lo que pasamos juntos—pues para ellos, en efecto, se movieron fibras sensibles, fue algo inevitable—El solo hecho de pensar que jamás te volvería a ver & que le pertenecerías a alguien más...me estaba matando.
—¿Entonces por qué te aferras tanto a mi...?.
El joven Brief se acercó a ella, y seguro de sus palabras le dijo con claridad—"Porque tanto tú como yo merecemos un buen final...pero un buen final juntos".
—Pe-Pero...
—Tan solo imagina que el tiempo se detuviera de repente, Mai; Eso fue lo que sentí cuando te vi por primera vez en el Hanabi...y lo mismo cuando te arrebataron de mi lado. Por esa simple razón me niego a perderte, no me lo perdonaría.
—Trunks...
—Además...tengo otra razón más para estar aquí.
—¿Qué me tratas de decir...?.
—Vamos, solo obsérvame por un instante—le indicó irónico—Estoy vestido de esta forma tan ridícula frente a ti. Además, bailé para cientos de demonios como una mujerzuela para llamar su atención, pero... sin importar eso...—guardó silencio, suspiró hondo & continuó con la mirada firme hacia la mujer del Hanabi—todo lo hice por ti, por salvarte.
—¿P-Por mi...?—la azabache se sonrojó.
—Así es.
—Trunks pero...— pero el nombrado interrumpió a la mujer al expresar sus verdaderos sentimientos.
—Lo hice porque te amo.
La Pétalo de Arena estaba anonadada, en su vida había recibido semejantes palabras. Así que al digerir cada letra de la bella confesión, de momento le resultó difícil expresarse pero lo logró. Con más calma salió lo propio como lo esperado por el azúl.
—Y...Y yo te amo a ti, Trunks.
Sus almas se conectaron en su totalidad. Motivo a ello, un fuerte abrazo se consolidó en calidez para "los esposos que no eran esposos". Entre lo apretado sobresalían emociones por parte de él, repetía:—Te amo, te amo; ya no imaginaba mi días sin ti, cariño—la felicidad era mutua y tanta a la vez, que la de cabellos negros a la par de su sonrisa brillaban discretas lágrimas a línea de sus párpados. Pero al buscar sus rostros, tras contemplarse en silencio, escurridizos por la lluvia purificadora que les caía encima, aceptaron su realidad. Fue entonces, que sus labios necesitaron unirse en un beso que sellaría ese nuevo pacto entre los dos; justo al faltar un poco para el tierno gesto, el muchacho interrumpió al decir:—Aguarda un momento, por favor...
—Cl-Claro...—ella no entendió, solo le observó atenta.
Fue entonces que el azúl se quitó la peluca negra volviendo a ser el auténtico & original «Trunks Brief»; como acto seguido agregó con gracia & simpatía—Asi está mejor, ¿no crees?.—tras ella sonreír con las mejillas ruborizadas de alegría y el Brief siendo tal cual con sus lacios expuestos al mundo, el beso se concretó; se unieron en el sentimiento más puro & genuino.
En tanto, el árbol del Hanabi que se mostraba a lo lejos ladeado debido a los sucesos, sus llamas disminuían gracias al glaseado de la lluvia fría. Sin embargo, los protagonistas del beso comprobaron que pese a todo, su amor no se había extinguido como dichas llamas, al contrario, se mantuvo intacto; no se apagó sino creció. Comprendieron entonces que de un simple favor, detrás de un acto de empatía, de compasión & ternura, como el hecho de autodenominarse «Mi esposo» «Mi esposa» despertó sentimientos auténticos en ellos, así como el salir a luchar por el ser amado sin importar nada, dando como resultado una hermosa realidad. Su nueva realidad en compañía de la anhelada libertad sin ningún tipo de ataduras, fuera de angustias y preocupaciones. Ahora su amor avanzaría a otro nivel, no lo esconderían del mundo sino sería su bendición, aunque aún había cosas qué resolver & consecuencias qué asumir...en ese instante solo importaban ellos.
Fue así, que la áspera coraza de Pétalos de Arena que adornaron a Mai durante su estadía en el Hanabi y quizá durante toda su vida, tomaron cierta suavidad al estar cerca de él; así que entre roces de narices le agradeció:
—Gracias por todo,Trunks.
—No deberías de agradecerme...—le respondió a media voz, muy cerca de sus labios—En realidad ...yo solo hice lo que un esposo haría por su mujer—después de mirarle a los ojos, le indicó:—Regresemos a casa, cariño.
Ella conmovida, aceptó—Sí.
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CONTINUARÁ.
¡Nos leemos en el epílogo final!.
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Muchas gracias a todos por su paciencia y espera para este penúltimo capítulo, pues fueron fechas decembrinas y con ello mucho trabajo. Desde aquí deseo que hayan pasado una bella Navidad en compañía de sus seres queridos y que todos tengamos un excelente 2025; bendiciones & mucha salud para ustedes. Y claro, aprovecho también para desearles un feliz día de reyes también. Y bueno, en verdad me hace muy feliz el haber retomando un escrito de este tipo de formato. Tenía años de no crear longfics pero me animé hace tiempo con el fic "Más allá de las letras" que sí bien no es algo tan largo, me dió el valor de continuar ahora con "Pétalos de Arena"; espero poder seguir ofreciendo más historias así. Por mi parte ha sido un gusto tremendo, he disfrutado TANTO esta historia que a veces no me cae el veinte de mis creaciones que sin mentir son frutos de breves chispazos. Les juro que me he puesto en modo lector y me sorprendo de mi misma _ por lo que soy muy bendecida de que ustedes estén aquí conmigo acompañándome en todas mis locuras. Mis queridos chicos muchas gracias por su recibimiento, espero haya sido una historia grata para ustedes, los atesoro enormemente.
Por otro lado, agradezco por las muchas lecturas que ha tenido PA (1,500!), eso me llena de alegría. Muchas gracias por seguir a esta obsoleta & pasada de moda ficker & por todo su apoyo. Agradezco a los que agregaron a favoritos, como a los rws por parte de Cereza de pastel, Lya, Velmon, Trumai Love, REI III NGE, Fernanda Villalba, Ichigo, Nancy & Mar Rivera. Y claro, les mando saludos a mis queridos lectores silenciosos, (¿Cómo andan mis muchachos? ¡Merry X'mas & happy new year! XD ). También agradezco el espacio que me brindan las comunidades del Trumai que gentilmente comparten mis actualizaciones como cualquier otra cosa de mi contenido: chicas, gracias por su apoyo, y a los que dan like a esas publicaciones millones de gracias por estar al pendiente, ¡los quiero!. Y también a los nuevos que se unen a mi fanpage, gracias, ¡Muchos saludos, a todos!.
Sin más qué decir, me despido como siempre al decirles: ¡Nos leemos pronto!. Muero por escribir el desenlace, ¡Millones de gracias!.
Cariños siempre:
Kuraudea~
