Tras semanas de entrenamiento intenso y ganarse la confianza de Dooku, Lelouch estaba listo para su próxima prueba: obtener los cristales Kyber que se convertirían en el núcleo de sus sables de luz. Dooku lo había instruido para viajar al sistema Sullust, donde un cargamento de cristales estaba siendo almacenado en una instalación separatista altamente protegida.

—Estos cristales no son fáciles de manejar —advirtió Dooku antes de su partida—. Aunque te he conseguido acceso, su recolección y sincronización dependerán únicamente de tu conexión con la Fuerza. No intentes apresurarte; los cristales eligen a su portador tanto como tú los eliges a ellos.

Lelouch asintió, sus ojos brillando con determinación.

—Lo entiendo, mi Lord. Haré lo que sea necesario para demostrar mi valía.

Dooku lo observó por un momento, evaluándolo una vez más.

—Recuerda esto: un sable de luz no es solo un arma, es una extensión de ti mismo. El color de tu cristal reflejará quién eres en lo profundo de tu ser. Prepárate para enfrentar lo que descubrirás.

Sullust era un mundo inhóspito, lleno de ríos de lava y un cielo oscuro cubierto por nubes tóxicas. Lelouch aterrizó su nave cerca de la instalación separatista, una base oculta dentro de las montañas. Al llegar, fue recibido por un droide de protocolo que lo condujo al depósito de cristales.

El lugar era impresionante: una cámara subterránea iluminada por el brillo tenue de los cristales Kyber. Eran de diferentes tamaños y colores, cada uno irradiando una energía única que Lelouch podía sentir en lo más profundo de su ser.

—Estos son los cristales disponibles —dijo el droide—. Proceda con la sincronización.

Lelouch cerró los ojos, recordando las palabras de Revan y Dooku sobre la importancia de dejarse guiar por la Fuerza. Extendió su mano hacia los cristales, permitiendo que su conexión con la Fuerza lo guiara hacia los adecuados.

El primer cristal que resonó con Lelouch fue uno de un rojo profundo, su energía vibrante y llena de ira, pero también controlada. Lelouch sintió cómo el cristal respondía a su ambición, su deseo de poder y su determinación de doblegar el caos de la galaxia a su voluntad.

"Este cristal refleja mi lado más oscuro, mi capacidad para utilizar cualquier medio necesario para alcanzar mis objetivos."

Tomó el cristal con cuidado, sintiendo una conexión inmediata mientras su mente procesaba la profundidad de su poder.

Cuando Lelouch extendió su mano nuevamente, otro cristal llamó su atención, pero esta vez, la energía era diferente. Un destello de luz púrpura brilló en su visión. Este cristal no solo vibraba con poder, sino también con equilibrio. Representaba algo más: la dualidad en su ser. Su ambición, sí, pero también su propósito, su deseo de unificar y reconstruir.

"Este cristal simboliza mi visión. No solo el poder, sino el propósito detrás de él. La galaxia necesita orden, y yo seré quien lo traiga."

Tomó el cristal, sintiendo una conexión más compleja, casi como si el cristal lo desafiara a mantener el equilibrio en su camino.

Con ambos cristales asegurados, Lelouch regresó aRaxus Secundus, donde comenzó el proceso de construcción de sus sables bajo la supervisión de Dooku. En un taller aislado dentro del complejo separatista, ensambló cuidadosamente los componentes necesarios, utilizando emisores avanzados proporcionados por Dooku y sistemas energéticos que él mismo había adquirido en Nar Shaddaa.

Dooku observaba en silencio mientras Lelouch trabajaba, sus movimientos meticulosos reflejando la concentración y precisión de un estratega.

—Estás construyendo más que un arma, Lelouch —dijo Dooku—. Estás construyendo tu identidad. No tomes esto a la ligera.

Lelouch asintió, sin desviar su atención del proceso. Finalmente, activó los sables por primera vez. El sonido distintivo de las hojas de energía llenó la sala, una roja como la sangre y la otra púrpura, irradiando un brillo hipnótico.

Dooku asintió, claramente impresionado.

—Dos sables. Una decisión inusual, pero adecuada para alguien como tú. Cada uno refleja un aspecto de tu ser, tu determinación y tu visión. Nuevamente has superado mis expectativas.

Lelouch miró las hojas con una mezcla de orgullo y determinación.

"Estos no son solo armas. Son el símbolo de lo que soy y de lo que estoy destinado a ser."

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Con el paso del tiempo, Lelouch había demostrado ser un estratega brillante y un combatiente en ascenso, pero sabía que había otro elemento crucial para consolidar su posición en la galaxia: la percepción. Si quería liderar, no bastaba con ser fuerte; debía ser alguien que inspirara respeto, temor y lealtad. En su tiempo bajo el mando de Dooku y mientras interactuaba con los Separatistas, había aprendido que la apariencia y el simbolismo podían ser herramientas tan poderosas como un sable de luz.

Mientras meditaba en su nave, Lelouch miró el reflejo de sus sables colgando en su cinturón. Uno rojo como la ira y el otro púrpura como el equilibrio. Su vestimenta actual no reflejaba lo que había logrado, ni lo que planeaba convertirse.

"Si voy a moldear esta galaxia, debo convertirme en algo más que un estratega. Necesito ser un símbolo."

La idea surgió mientras estudiaba los registros del holocrón de Revan. Entre las imágenes antiguas de los Sith, encontró diseños de armaduras utilizadas por los cazadores Sith, guerreros imponentes que combinaban la letalidad con el simbolismo. Una figura en particular, con placas negras y detalles rojos, capturó su atención. Aunque le recordaba a algo arcaico, había en ella una fuerza que no podía ignorar.

Lelouch decidió encargar una armadura basada en ese diseño, adaptándola para reflejar su estilo personal. Visitó un taller enRaxus Secundus, especializado en metales raros y tecnología avanzada, y trabajó junto a los artesanos para crear su nueva apariencia.

El resultado fue imponente:

Pecho y hombros:Placas negras reforzadas con detalles en púrpura y rojo. El diseño incorporaba un símbolo grabado que representaba dualidad, reflejando sus sables y su filosofía.

Brazos y guantes:Cubiertos de materiales ligeros pero resistentes, diseñados para soportar el impacto de ataques y permitir la máxima movilidad en combate.

Capa y faldón:Una capa negra que caía hasta las pantorrillas, junto con un faldón similar al de los cazadores Sith, agregando un aire de autoridad y misterio. Ambos tenían bordes en rojo oscuro, diseñados para moverse con él, como si fueran una extensión de su figura.

Sin casco:Lelouch decidió no cubrir su rostro, consciente de que su mirada y su voz eran armas igualmente poderosas.

Cuando finalmente se vistió con la armadura completa y activó sus sables de luz, supo que había creado algo más que un traje.

"Esto no es solo una armadura. Es una declaración de lo que soy y de lo que puedo llegar a ser."

Cuendo Lelouch decidió probar su nueva imagen en un evento organizado por los líderes locales deRaxus Secundus. Era una ocasión perfecta para demostrar su transformación a los oficiales y al pueblo, quienes ya comenzaban a hablar de él como una figura importante dentro del movimiento.

Cuando llegó al escenario, un silencio cayó sobre la multitud. Su figura imponente, con la capa y el faldón ondeando ligeramente detrás de él, capturó la atención de todos. Los sables colgaban de su cintura, y su presencia proyectaba autoridad.

Dando unos pasos al frente, Lelouch comenzó su discurso, su voz resonando con firmeza y determinación:

Esta galaxia está rota. Durante siglos, hemos sido gobernados por una República que no se preocupa por los pueblos que dice proteger. Nos han ignorado, oprimido y reducido a herramientas para sus propios fines.

Hizo una pausa, dejando que sus palabras calaran en la multitud.

Pero esa era está terminando. Somos el principio de algo nuevo, una fuerza que traerá justicia y orden a una galaxia que lo necesita desesperadamente. Juntos, enfrentaremos cualquier obstáculo, destruiremos cualquier barrera y construiremos un futuro que nadie más nos podrá arrebatar.

La multitud respondió con vítores y aplausos. Lelouch observó cómo su imagen comenzaba a tener el impacto que había planeado. En ese momento, supo que no solo había ganado aliados, sino también seguidores.

"Ahora no soy solo Lelouch. Soy el símbolo de algo más grande."penso sabiamente

Poco después del discurso, Dooku convocó a Lelouch para discutir lo ocurrido. Cuando Lelouch llegó, el Conde lo miró con una mezcla de aprobación y cautela.

—Tu aparición ha causado sensación, Lelouch. Has captado la atención de las masas y de los oficiales. Pero dime, ¿cuál es tu intención detrás de esta teatralidad?

Lelouch mantuvo una postura respetuosa, pero su respuesta fue clara.

—Un líder no puede depender solo de su habilidad en combate o de su estrategia, mi Lord. También debe inspirar. Las masas necesitan algo en lo que creer, algo que los una. Este símbolo es tanto para ellos como para nuestros aliados.

Dooku asintió lentamente, aunque su mirada permaneció analítica.

—Eres ambicioso, y eso no es necesariamente malo. Pero ten cuidado, Lelouch. Un símbolo puede ser un faro, pero también puede convertirse en un blanco. Asegúrate de no ser devorado por lo que creas.

Lelouch inclinó la cabeza.

—Lo tendré en cuenta, mi Lord.