Capítulo 1: Templo Nakano.

Pasando el umbral de la puerta, un hombre con máscara de mono en color blanco con franja azul, alzó la voz con tono serio y dirigiéndose a su superior dijo.

—¡Líder de equipo!

Itachi levantó los ojos de los documentos en sus manos y se fijó en la voz que lo llamaba.

—Se están movilizando, Líder de Equipo. —informó el hombre llamado Mezu, reiterando sus palabras, mientras dirigía su máscara de mono hacia la dirección en qué se encontraba Itachi. — Habrá una reunión de Clan hoy y aparentemente, Uchiha Fugaku les dirá a todos la fecha de la acción y sus asignaciones.

—¿Sabía eso, Líder de Equipo? — cuestionó el subordinado que se encontraba junto a Itachi, revisando la pila de papeles correspondientes al monitoreo que realizaban sobre el clan. Su nombre era Gozu, y llevaba una máscara de mono también, pero con franja roja en vez de azul. Ambos hombres, Gozu y Mezu, pertenecían al clan Uchiha y eran mellizos.

Itachi movió la cabeza de lado a lado.

"El día finalmente ha llegado." Este era el pensamiento que se repetía en la mente de Itachi.

En cierto punto, era sabido que el clan comenzaría a moverse pronto. No estaba solo al pensar eso; Gozu y Mezu también lo hacían, así como Danzo y los demás funcionarios de la aldea que compartían su mismo punto de vista.

Mientras mantenía bajo control a sus dos subordinados con los ojos, los labios de Itachi temblaron débilmente.

—Sabía que habría una reunión el día de hoy, pero no estoy al tanto de lo que se trata.

Apenas había hablado con su padre desde el incidente con Yashiro y los otros dos Uchiha, que llegaron a su casa para amenazarlo por la muerte de Shisui. Había también, dejado de aparecer en las reuniones. Honestamente no sabía nada más que lo que descubrió ahí con su equipo.

—Hora de moverse entonces. — hasta ese momento, había escapado deliberadamente de ello, de enfrentar al Clan directamente.

"Esta es su última oportunidad."

Subió el último escalón del templo Nakano. Avanzó, dando paso con paso con seguridad. Pero sus puños se apretaban con fuerza.

Itachi se armó de valor y abrió la puerta. Todos los ojos se dirigieron hacia él, al mismo tiempo.

—¿Por qué estás aquí? — preguntó un hombre sentado en el fondo de la habitación con una voz llena de malicia. Ese era, Uchiha Yashiro.

—Vine a hablar. — fue la concisa respuesta que dio Itachi. Sus ojos no se molestaron en observar al irritado hombre que lo fulminaba.

—¿Qué tienes que decir después de tanto tiempo? — al lado de Yashiro, Uchiha Inabi se puso de pie y enfrentó a Itachi. — ¿Hm, Itachi?

La habitación se sumió en el silencio, uno tenso.

Buscando entre esa quietud, Itachi encontró a Izumi, que lo contemplaba con una expresión en su rostro como si estuviera conteniendo las lágrimas.

—Detengan esta locura. — dijo con honestidad mientras apartaba las pupilas de Izumi y éstas regresaban al frente.

Mientras Yashiro continuaba fulminándolo con la mirada, la ceja derecha de Inabi, se disparó hacia arriba y con ira escupió sobre las palabras del joven Uchiha. — ¿Y qué locura es esa?

—El Golpe de Estado. — respondió Itachi, con voz clara. No había ni una pisca de vacilación en su voz. Por mucho que esas personas necias lo juzgaran con la mirada por no mantener la misma postura que ellos, no lograrían doblegarlo. Esta era la última oportunidad para el clan, la última vez que intentaría razonar con ellos.

Todos comenzaron a hablar simultáneamente.

Siguiendo a Inabi, Yashiro también se puso de pie. — Tú ni siquiera vienes a las reuniones.

Nada de lo que puedas decir cambiará algo ahora.

—La aldea no es tan blanda como creen que es.

—No somos niños como tú. — una vena azul apareció en la frente de Yashiro. — Somos mas que conscientes del hecho de que la aldea no es blanda. Es por eso que hemos soportado esta situación todo el tiempo que lo hemos hecho.

—Si los atacan, perderán. — sentenció Itachi, ignorando las palabras desdeñosas que recibía.

—¡Silencio! — bramó su padre, aún sentado en la parte delantera de la habitación. El recinto se paralizó al instante ante su inmensa ira. — Cualquiera que diga que perderá, incluso sin intentarlo, no está calificado para ser un ninja. Sal de este lugar.

Como rechazando las palabras de su padre, Itachi permaneció en donde estaba.

—¡Fuera! — el bramido de Fugaku, tampoco resultó.

—¿Realmente crees que puedes ganar, padre? — preguntó Itachi con calma.

Después de un breve silencio, Uchiha Fugaku comenzó a hablar.

—Aún eres joven. No conoces el verdadero rostro de este mundo. Hay una realidad que no puede ser cambiada, no importa cuanto pueda luchar uno frente a ello. Aún no puedes entender lo vacía que es la vida, cuando simplemente debes continuar soportando algo hasta la muerte.

—Si esa realidad es tan vacía, entonces, cambiala.

—¡Eso es lo que estamos intentando hacer! — Yashiro interrumpió el intercambio entre padre e hijo.

—¿Basándose en un estúpido plan que ni siquiera considera la posibilidad del fracaso? — replicó, Itachi.

—¡¿Cuánto más vas a tratarnos de estúpidos antes de que estés satisfecho? — Yashiro ya no pudo contener su ira y mantenerse al margen. Hace mucho tiempo venía refrenando su lengua por respeto a su líder, Fugaku. Pero ya no podía hacerlo más. Estaban a punto de cambiar las cosas en favor del clan y hacer historia, y este mocoso aparecía interrumpiendo la reunión, solo para decirles que iban a fracasar. A este punto, era más que evidente en que bando se encontraba Uchiha Itachi. El prodigio que tanto alabaron al principio, estaba del lado de la aldea. Y como el traidor a su propia sangre que era, no merecía contemplaciones o explicaciones de ningún tipo por parte de ellos. — ¡Te das demasiado valor a ti mismo, muestra algo de respeto! ¡Por muy talentoso que seas, no permitiré ninguna otra burla!

—Cállate un momento, Yashiro.

—¡Capitán! — se quejó Yashiro.

—Estoy hablando con mi hijo. — Fugaku "de los ojos Perversos", fulminó con la mirada a Yashiro con un sharingan mortífero.

El subordinado de sangre caliente, se sentó temblando, con una expresión de insatisfacción en el rostro.

—Itachi… — tomando la oportunidad del silencio de Yashiro, Fugaku comenzó a hablar de nuevo. — Ganar o perder es secundario, el hecho de que actuemos es clave. Cuando lo hagamos, la gente de la aldea sabrá la discriminación a la que nosotros los Uchiha hemos sido sometidos. Entonces nos temerán, y la aldea cambiará.

Itachi soltó aire de una manera que pasó inadvertida por todos los presentes. De pronto, se sintió infinitamente cansado, como si hubiese tenido esa misma conversación millones de veces en un lapso muy corto de tiempo.

— Ya son temidos. Es por eso que el Clan fue agrupado en un solo lugar, y conducido hasta el borde de la aldea.

—Ese fue el vago temor al ataque del Nueve Colas. Esta vez, será un temor acompañado de verdadero dolor. Su naturaleza es diferente.

—Eso es irracional.

—¿Por qué no entiendes? — una profunda arruga de dolor fue tallada entre las cejas de su padre. — Estoy actuando por ustedes y por sus hijos. Mi generación cambiará la forma en la que los Uchiha son marginados actualmente.

Con "Ustedes…" Itachi entendió que se refería a él y Sasuke. "Y sus hijos", serían los nietos de su padre.

—Si estás pensando en nosotros, entonces ¿por qué harías algo tan estúpido? — la voz de Itachi fue sofocada, mientras sus oídos captaban duras palabras murmuradas por el grupo a su alrededor.

—El traidor si que fanfarronea.

—Lárgate.

—Exacto. ¡Lárgate!

En un parpadeo, las iracundas voces se unieron para formar una ola increíblemente poderosa. Todas eran de odio, enfocadas en Itachi. Fugaku ya no podía hacer nada para detener el torbellino de ira en que se había convertido el consenso del Clan.

Itachi perdió la voluntad de decir algo más.

"Ha llegado así de lejos entonces."

Entendió que no había más que decir. El clan no iba a desviarse del camino envuelto de oscuridad que los esperaba. Cómo de costumbre, sobre estimaban su propio poder.

Lentamente volvió su espalda hacia su padre, y después comenzó a caminar sin vida hacia la puerta que él mismo había dejado abierta.

Los ojos cristalinos de Izumi, siguieron la figura de Itachi en su camino hacia la salida. Dos hileras cristalinas se derramaron. Disimuladamente limpió ambos extremos con el dorso de su mano. Fingir normalidad le costó un poco mas, ya que estaba visiblemente afectada.

"Itachi…"

Los labios de Izumi temblaron mientras se guardaba el nombre que deseaba pronunciar a voces.

Quería poder detener a Itachi, pero sabía que su voz solo conseguiría detener sus pasos brevemente. Lo conocía demasiado bien, para comprender que no lograría impedir que sus caminos continúen separándose.

¿Qué podía decirle a Itachi que no hubiese escuchado ya?

Aún así, deseaba poder tener al menos una oportunidad de intentarlo. No quería perderlo, solo por pensar distinto de los demás.

Pero lograr cambiar su determinación a este punto, parecía algo imposible.

La situación se tornaba cada vez más peligrosa y temía que algunos miembros del clan decidieran que esta era la última ofensa que le permitirían a Itachi y lo buscaran a espaldas de Fugaku, para tomar su vida.

Siempre dio por sentado que al ser de la misma aldea y clan, estarían juntos. Nunca cruzó por su mente, que alguna vez estarían parados en extremos opuestos y que una profunda grieta los separaría.

Sus ojos abatidos, se cerraron con ese pensamiento.

"Ten mucho cuidado, por favor."

Itachi había solicitado una reunión de emergencia para reportar la situación actual del Clan, que había estado investigando junto con sus subordinados en el año transcurrido desde que había sido hecho Líder de Equipo, al igual que los detalles del incidente en la reunión del día anterior.

Según Gozu, quien había permanecido en la reunión después de que Itachi se fue, los detalles del plan se habían dado a conocer.

La fecha para el Golpe de Estado, sería en diez días desde ahora. El plan iba a comenzar con el equipo de ataque al Hokage, liderado por Yashiro.

—Si están instando a una revolución, y pretendiendo usurpar el gobierno, entonces nos veremos obligados a declarar a los Uchiha traidores de Konoha.

—¡Koharu, basta! No te adelantes a las cosas. — increpó Hiruzen a la autoritaria anciana.

Danzo lo observó con una mirada fría.

—Pero, Hiruzen. — dijo tranquilamente. — El Clan Uchiha ya no puede ser detenido. En cuyo caso, con el objetivo de evitar caos, debemos atacar tan pronto como sea posible… Esto también incluye a los niños, que no saben nada de esta conspiración.

—¡Eso no es algo que debas decir delante de Itachi! — espetó Hiruzen, mientras Itachi simplemente observaba. La máscara de zorro ahora estaba puesta sobre la cabeza, pero su mirada vacía la igualaba a la perfección.

En apariencia, las palabras de Hiruzen podrían haber sido tomadas como amabilidad, pero escondida en ellas, había prueba de que el Hokage pensaba igual que Danzo. Ocultar cosas feas de los ojos de la gente, era la verdadera naturaleza de la aldea.

—Y si se llegara a una guerra civil con los Uchiha, no será un asunto sencillo. — continuó Hiruzen. — Debemos de tener algún tipo de plan.

Exactamente, ¿qué tan seriamente había pensado Hiruzen sobre los Uchiha?

Itachi tenía sus dudas sobre Hiruzen. A pesar de sus inquietudes de una guerra civil, no había ido ni una vez a hablar directamente con Fugaku, su padre. Y fue Hiruzen, quien había removido a Shisui de sus funciones regulares y le había permitido maniobrar en secreto. En la superficie, habló como si fuera de corazón, pero al hacerlo independiente como líder de equipo, de forma que pueda monitorear continuamente al Clan, Hiruzen estaba haciendo lo mismo que Danzo.

En otras palabras, Hiruzen hablaba constantemente de la paz y de solucionar el conflicto con la gente del clan y la aldea, pero realmente no hacia nada para evitar que el descontento y resentimiento que crecía entre ambos mermara. No intervino en nada y todo terminó saliéndose de control.

La discusión continuó.

—Es una carrera contra reloj.

Danzo echó un vistazo hacia los otros.

— Debemos atacar primero, antes de que puedan actuar. Si tú y yo, aunamos esfuerzos, juntos con nuestro anbu para un ataque sorpresa por la espalda, terminará pronto.

—Los Uchiha fueron nuestros compañeros de armas. Antes de usar la fuerza, me gustaría intentar hablar con ellos.

La frase del diálogo aparecía otra vez…

"¿Por qué no mostró esa determinación antes? Ya es demasiado tarde." Razonó Itachi con desazón.

—Pensaré en un plan. — le dijo Hiruzen a Danzo, y después dirigió abruptamente sus ojos hacia el Uchiha en la sala. — Itachi, cómpranos tanto tiempo como sea posible. Cada momento ayuda.

Los ojos negros de Itachi, se volvieron sobre los del Hokage. Su rostro impasible, mantenía bien resguardado lo que realmente pasaba por su mente en ese momento.

Ese "tanto tiempo como sea posible" ¿No lo había comprado un hombre ya con su propia vida? Los funcionarios ahí reunidos, simplemente habían desperdiciado el año que Shisui, había intercambiado de su vida para obtener, en vez de elaborar algún plan en concreto. El golpe era en diez días. ¿Qué lograría comprar más tiempo para estos ancianos?

—Entendido. — respondió escuetamente, mientras sus ojos regresaban al suelo.

—Contamos contigo, Itachi.

Angustia fluyendo en sus palabras, la ronca voz de Hiruzen, obligada a ir en contra de sus verdaderos sentimientos, sonó vacía a los oídos de Itachi.

—Hiruzen puede haber dicho todo eso, pero cuando llegue el momento de la verdad, protegerá Konoha. Es ese tipo de hombre. Y cuando realmente llegue el momento, tendrá que tomar las medidas correspondientes a un Hokage. — le dijo Danzo a Itachi en voz baja, mientras permanecían en el patio del establecimiento de raíz.

El Golpe de Estado, sería en diez días. El momento al fin había llegado. Finalmente sería capaz de eliminar el mayor obstáculo que amenazaba la seguridad de la aldea. Danzo se estremeció de alegría, al ser capaz de poner fin personalmente a la historia de la enemistad que se remontaba a la fundación de Konoha.

Itachi escuchó en silencio.

Era un chico inteligente. En la sala de interrogaciones, lo había visto en la actitud de Hiruzen, tan repleta de arrogancia e hipocresía. Ya había comprendido las verdaderas intenciones de Danzo. O más bien, la idea había surgido en el mismo corazón de Itachi, cuando sus camaradas lo acusaron de la muerte de su buen amigo Shisui. Esa idea estaba ahora sobrepuesta en la imagen que Danzo, había dedicado años trazando.

—Ya sea que se convierta en una guerra o no. — comenzó Danzo con calma, mirando al silencioso Itachi. — En el momento en que el Golpe de Estado ocurra, el destino de los Uchiha será la aniquilación.

Danzo se preparó a sí mismo para lanzar el anzuelo.

—…Incluyendo a tu hermano pequeño, que no sabe nada de todo esto. Pero si es antes del Golpe de Estado, hay una forma de salvar a tu hermano por lo menos.

Itachi estaba dispuesto a hacerlo. Había intentado tan seriamente realizar su indignante sueño de eliminar la guerra de este mundo. Dado que mantenía esta convicción anti-guerra tan firmemente, quizás Itachi habría aceptado la propuesta de Danzo incluso sin el anzuelo de la vida de su hermano pequeño. Pero Danzo era el tipo de hombre que tomaba todas las precauciones. Y la vida de Uchiha Sasuke, en compensación por la aniquilación del clan, era un trato demasiado bueno.

¿Qué demonios pensaría Itachi, de un acto cobarde como amenazar a su hermano pequeño?

El rostro del chico, estaba petrificado, imposible de leer; ni siquiera se movía.

Este era el momento de atacar. Si tenía carta blanca para indagar en el estado mental de Itachi, entonces debía atacar sin detenerse.

—Una vez que realmente suceda, tu hermano sabrá acerca de todo. Si ve a su Clan destruido por los ninjas de Konoha, llegará a alimentar un deseo de venganza contra la aldea. — primero, centrar los pensamientos de Itachi en Sasuke. Luego, apartar los ojos de Itachi de la aniquilación de sus camaradas y darle una causa justa, en aras de salvar la vida de su hermano pequeño. — Una vez que eso suceda, no quedará más opción que tu hermano muera.

—¿Es una amenaza?

En efecto, Itachi no debía ser tratado por medios ordinarios. Los ojos de Danzo se afilaron.

—No, quiero que elijas. — presionó. — ¿Te pondrás del lado de los Uchiha, llevarás a cabo el Golpe de Estado, y serás destruido con tu Clan? ¿O te pondrás de nuestro lado en Konoha y aniquilarás a los Uchiha antes del golpe, dejando únicamente a tu hermano con vida?

Por las acciones de Itachi hasta ese momento, era impensable que se pondría del lado del Clan. Así que, ¿por qué se encontraba en tal conflicto respecto a ello?

—Independientemente de lo que tengamos que hacer, debemos tener esta situación bajo control, antes de que las cosas caigan en caos, por el bien de la aldea. Esta misión sólo puede ser encomendada a un doble agente para ambos, Uchiha y Konoha. Sólo estás tú, Itachi.

El mismo Itachi habría sabido eso. Si alguien externo al Clan era encomendado con la tarea de aniquilar a los Uchiha, los otros clanes en la aldea estarían insatisfechos con los funcionarios de la villa. Si la gente comenzara a sospechar que clanes enteros se eliminaban al convertirse en una carga para la aldea, la situación se volvería insostenible. Que era exactamente por lo cuál, la aniquilación de los Uchiha necesitaba ser hecha por alguien de ese Clan. Un niño con problemas mentales asesinando a su familia, y su Clan… esa era la forma de tener la situación prolijamente bajo control.

—Itachi, esta es probablemente una dolorosa misión para ti. No obstante, a cambio, serás capaz de asegurarte de que tu hermano pequeño sobreviva.

Desde la Residencia del Hokage, Itachi casi no había dicho nada. Incluso en ese momento, estaba observando a Danzo en silencio.

Angustia…

Incluso mientras tenía el pensamiento de que esta no era una palabra adecuada para este niño, Danzo sintió en el silencio de Itachi, una oleada de emoción que podría incluso haber sido dolor.

—Siento lo mismo que tú, respecto a la aldea. — Danzo respiró un poco, antes de pronunciar sus últimas palabras. — ¿Tú… aceptarás la misión?

Como si ya no fuera capaz de soportar los sentimientos que amenazaban con aplastarlo, Itachi cerró sus ojos y bajó ligeramente la barbilla. Volvió su espalda y comenzó a caminar.

Danzo lo observó, sin mover ni un solo músculo, hasta que el saliente Itachi desapareció de su vista; como si vertiera su propia pasión en él.

Fin del capítulo 1

1. Aviso de derechos de autor:

Nota importante: Esta es una obra de fanfiction basada en Naruto, creado por Masashi Kishimoto. No poseo los derechos sobre los personajes ni los conceptos de la serie. Este trabajo es solo para fines de entretenimiento y no tiene fines de lucro de ningún tipo.

Esta historia es una mezcla de muchas cosas. Voy a sacar la primera parte de las novelas de Itachi y otras de El camino ninja. (Road To ninja).

Es un universo alternativo, asique no va a seguir una línea fiel al manga o animé. Tampoco tengo la intensión de que los personajes que aparezcan tengan las personalidades que aparecen en la película, siento que sería muy confuso.

Sin más que agregar,espero que disfruten la lectura igualmente. Nos leemos.en el siguiemge capítulo.