Esta obra es una creación original y está protegida por derechos de autor. Los personajes y elementos del universo de Fairy Tail pertenecen al autor mangaka Hiro Mashima
Fairy Tail: Nueva Extalía
Capitulo 22.5 - Aquella vez, hace 1 año.
Prólogo del Arco del Distrito Desértico
Anteriormente...
El equipo Exceed, unido por la determinación y la voluntad de proteger a su gente, había luchado con todas sus fuerzas para detener el plan de la Reina Shaddick. Su objetivo era claro: derrotar a la reina y evitar que lanzara su maldición vinculante: Una marca de la muerte, que eventualmente condenaría a todos los 100 Exceeds de la primera generación que nacieron en Earthland hace 19 años, a una muerte segura. Aunque lucharon con determinación, valentía y toda su fuerza, no fue suficiente. La diferencia entre Shaddick y los Exceeds fue abismal, y con un solo movimiento, la reina detuvo el ataque de Happy sin esfuerzo.
A pesar de la derrota, Shaddick les dio la oportunidad de volver a enfrentarse a ella cuando fueran más fuertes, obligándolos a continuar jugando su retorcido juego. Mientras el equipo Exceed luchaba por sobrevivir, la capital real se convirtió en una trampa mortal. La guardia fantasma, una amenaza aterradora, estuvo a punto de acabar con ellos. Si no fuera por la intervención de esa oscuridad que controlaba a Happy desde adentro, la batalla podría haber terminado en una tragedia aún mayor.
Para Carla, esta intervención despertó un temor creciente. Temía que esa oscuridad, esa presencia maligna que residía dentro de Happy, pudiera volver a tomar el control y desatar su ira nuevamente. La preocupación se convirtió en alerta constante, pero lo que sucedió a continuación la dejó desconcertada.
En medio de la confusión, cuando la vida de una pequeña Exceed estuvo en peligro, fue Happy quien, contra todo pronóstico, intervino para salvarla. A pesar de que todos lo consideraban una amenaza, incluso él mismo había declarado que su objetivo era hacer sufrir y matar a Carla, solo a ella. Y aunque esas palabras seguían rondando en la mente de Carla, esa acción salvadora la dejó completamente confundida. ¿Qué significaba realmente esa oscuridad en Happy? ¿Qué es lo que ocultaba?
Esa duda, esa inquietud constante sobre lo que realmente sucedía con Happy, la dejó intranquila. La mezcla de temor, confusión y esperanza destrozaba la estabilidad emocional de Carla.
Ahora, después de escapar de la capital real, el equipo Exceed se encuentra en un lugar desconocido, herido, agotado y marcado por la maldición que Shaddick impuso. Carla no podía seguir ignorando lo que había ocurrido. Era hora de enfrentarse a la verdad, de abordar esa sombra que aún acechaba a Happy, y tal vez, también, a ella misma.
Actualmente
Habían pasado un par de horas desde que lograron escapar de la capital real. El ambiente dentro de la cabaña era tenso, lleno de silencios incómodos y miradas furtivas. Carla mantenía cierta distancia de Happy, su postura rígida y la forma en que desviaba la mirada dejaban entrever una desconfianza palpable. Touka, observando la interacción, frunció el ceño con preocupación. Había pensado que después de los recientes eventos, ellos dos habrían dejado atrás sus diferencias, pero parecía que algo más profundo los separaba.
Happy, por su parte, abrió la boca, dispuesto a decir algo, pero la mirada de Carla lo detuvo. Antes de que el ambiente pudiera tornarse más incómodo, Touka levantó la voz, con un tono firme pero amable.
"Escuchen, antes de hablar de lo que sea que tengan que discutir, lo primero que debemos hacer es tratar nuestras heridas. Ninguno de nosotros está en condiciones de seguir así."
Su propuesta rompió la tensión momentáneamente. Aunque Carla no dijo nada, asintió en silencio. Happy, con un leve suspiro, también accedió. Era evidente que los tres necesitaban este breve momento de cuidado físico para intentar reparar no solo sus cuerpos, sino también la fracturada dinámica entre ellos.
Habían pasado un par de minutos, y ahora se encontraba atendiendo sus heridas con la ayuda de Touka. Ella se inclinaba con cuidado, atenta a no lastimar más a Carla mientras envolvía su brazo con vendas frescas. El silencio entre ellas era pesado, roto solo por el sonido del vendaje siendo desenrollado. Carla evitaba mirar a Touka, su mirada fija en algún punto indefinido del suelo.
En su mente, un torbellino de preguntas no dejaba de girar, amenazando con desbordarla. "¿Qué quiso decir "Happy" con esas palabras?" Esa amenaza tan directa resonaba en su mente como un eco persistente. "¿Por qué solo yo?¿Qué es lo que busca esa oscuridad de ella? ¿Porque quería hacerla sufrir?" Carla se mordió el labio, y apretó sus puños, sintiendo el peso de la culpa mezclado con el miedo.
Pero había más, y cada pregunta parecía más dolorosa que la anterior. "¿Qué sucede realmente con Happy? ¿Que esa oscuridad que él llevaba consigo?" La idea de que pudiera no volver a confiar plenamente en él le apretaba el pecho. "¿Y si nunca podemos ser como antes? ¿Si siempre habrá una distancia entre nosotros?"
"Carla… ¿estás bien?" preguntó Touka con suavidad, notando la tensión en el cuerpo de su amiga.
Carla parpadeó, regresando al presente. "Sí..." murmuró, aunque su voz sonaba distante.
Touka terminó de atar el vendaje con delicadeza y se sentó frente a ella, observándola con preocupación. "No lo pareces."
Carla no respondió de inmediato. Sentía que si decía algo, todo lo que estaba conteniéndose escaparía en un torrente imparable. En cambio, apretó las manos sobre su regazo, intentando mantener una apariencia tranquila.
Touka suspiró, inclinándose hacia adelante. "Mira, sé que tienes muchas cosas en la cabeza, pero estamos juntas en esto. Si necesitas hablar…"
"Estoy bien, Touka." Carla cortó, su tono firme aunque su mirada seguía desviada. No quería arrastrar a Touka a su confusión. Necesitaba ordenar sus pensamientos primero, entender lo que sentía antes de compartirlo. "Estoy bien..."
Touka no tuvo más opción que asentir, confiando en las palabras de su compañera
Mientras tanto, Happy se mantenía tumbado en el suelo, mirando fijamente al techo. Su mirada perdida reflejaba el peso de todo lo ocurrido. La derrota abrumadora contra Shaddick seguía latente en su mente; la diferencia de poder había sido casi humillante. A eso se sumaban los eventos de la capital: el momento en que estuvo al borde de la muerte y la marca de muerte que ahora acechaba no solo su vida, sino también las de los Exceeds, ahora estaban marcando un límite en el tiempo que nadie más que ellos, sabían que les quedaba de vida.
Y, como si no fuera suficiente, estaba lo que más lo preocupaba en ese instante: la conversación que debía tener con Carla y Touka sobre esa oscura presencia en su interior.
De repente, Happy apartó la vista del techo y fijó su mirada en Carla. La Exceed blanca, quien parecía sumida en sus propios pensamientos, notó que él la observaba. Por un breve momento, sus ojos se cruzaron. Pero entonces Carla, con una expresión de tristeza, desvió la mirada rápidamente, rompiendo el contacto.
Happy suspiró con pesadez, sintiendo cómo una punzada de frustración y desánimo atravesaba su pecho. Durante un instante, había creído que habían recuperado un poco de confianza mutua en la batalla contra Shaddick. Había pensado que trabajar juntos, aunque fuera brevemente, significaba que algo se había arreglado entre ellos. "Que ingenuo fuimos." Pensó él.
Se dio cuenta de que lo único que habían hecho era postergar los problemas, dejando de lado su conflicto personal para enfocarse en derrotar a Shaddick. Y ahora que el peligro inmediato había pasado, esa frágil tregua se había desmoronado.
La distancia entre ellos era palpable, más profunda que nunca. A pesar de haber compartido tantas experiencias y de haberse apoyado mutuamente en esos momentos oscuros, ahora parecían más distantes que en cualquier otro momento.
Happy apartó la mirada de Carla y cerró los ojos. Por más que le doliera, sabía que no podía seguir ignorando la verdad. Si quería salvar lo que quedaba de su relación de amistad (o lo que quedaba de ella) con Carla, tendría que enfrentar todo aquello que ambos habían intentado evitar. Pero, ¿cómo podría comenzar a hablar de algo tan difícil cuando apenas lograban mirarse a los ojos?
Mientras pensaba, el peso de la mirada de Carla lo perseguía. Esa distancia entre ellos, ese silencio tan pesado, era mucho más doloroso que cualquier golpe o herida física que pudiera tener.
"Esto no puede seguir así", pensó para sí, luchando por encontrar una manera de abrirse, de decir lo que estaba sintiendo. Pero las palabras se le atascaban en la garganta, como si una parte de él temiera que al hablar, todo se rompiera aún más.
Mientras la lluvia persistía afuera, cada gota que golpeaba el techo parecía intensificar el pesado silencio entre ellos.
Touka observaba con preocupación el ambiente tenso entre sus dos amigos. Ella se esforzaba por mantener la calma, pero en el fondo no podía evitar preguntarse si este distanciamiento sería algo que pudieran superar. Sus compañeros habían pasado por tanto, y la idea de verlos separados le resultaba insoportable.
Mientras terminaba de vendar a Carla, quien permanecía en silencio y con la mirada perdida, Touka dejó escapar un suspiro. Luego, se levantó y se dirigió hacia Happy, cargando los vendajes restantes en sus patas.
Se colocó frente a él y comenzó a trabajar en cubrir las heridas que marcaban su cuerpo. Durante un breve momento de silencio, Touka, con una voz suave pero llena de intención, dijo: "Pensé que ustedes dos... ya habían vuelto a ser amigos."
Happy desvió ligeramente la mirada, evitando encontrarse con los ojos de Touka. "Yo también lo pensé. Pero... la verdad es que solo estábamos dejando de lado nuestros problemas... para intentar detener a Shaddick." Respondió con un tono cargado de resignación.
Touka hizo una pausa en su tarea, mirando a Happy con un dejo de tristeza. Luego, con una leve sonrisa que intentaba ser alentadora. "Espero que puedan solucionarlo y vuelvan a ser amigos." Dijo ella.
Happy finalmente la miró, con una pequeña sonrisa que apenas lograba asomarse entre su semblante cansado. "A mí también me gustaría."
El silencio que siguió fue denso, pero no incómodo. Touka continuó vendándolo, esforzándose por brindar un poco de consuelo a su amigo, mientras en su interior rezaba para que la grieta entre Happy y Carla pudiera repararse. La unidad del equipo dependía de ello, pero más allá de eso, deseaba que ambos encontraran paz en sus corazones.
El sonido de los paños húmedos sobre las heridas de Happy llenaba el silencio de la cabaña. Touka trabajaba en silencio, concentrada en limpiar y vendar los cortes y moretones, sus movimientos cuidadosos pero firmes. Cada tanto, Happy se estremecía bajo su toque, pero no emitía sonido alguno, manteniendo la mirada baja, evitando tanto a Touka como a Carla.
Mientras tanto, Carla permanecía sentada a unos pasos de distancia, observando en silencio. Sus manos descansaban en su regazo, tensas, como si temiera que cualquier movimiento pudiera romper la frágil calma que se había asentado en la habitación. Pero en su interior, no había calma alguna.
El eco de las palabras de Happy seguía resonando en su mente: "Te odio, Carla. Solo a ti." Aunque su voz había estado cargada de odio, no podía ignorar lo que había visto en sus acciones aquella noche. El odio no explicaba por qué había salvado a la pequeña Exceed, por qué había actuado con una protección tan feroz hacia alguien vulnerable.
"¿Qué clase de monstruo hace eso?" se preguntó, sintiendo cómo la confusión y la culpa se enredaban en su pecho. A pesar del temor que le inspiraba esa oscuridad en Happy, no podía dejar de buscar una razón, una explicación que hiciera todo más soportable.
Desde su lugar, observó a Touka pasar un paño limpio por el brazo de Happy, eliminando los últimos rastros de sangre seca. Carla apretó los labios, sintiendo un nudo en la garganta. La culpa la consumía. Había algo profundamente roto en Happy, algo que ella no había visto, o tal vez no había querido ver. Y ahora… ahora no estaba segura de si podía arreglarlo.
El silencio seguía pesando sobre ellos como una niebla espesa, y Carla no pudo evitar preguntarse si Touka también sentía la tensión. La manera en que Touka se enfocaba en su tarea parecía casi mecánica, como si evitar mirar directamente a Happy fuera su forma de protegerse del mismo conflicto que Carla enfrentaba ahora.
"Happy…" murmuró Carla, su voz apenas un susurro. No sabía exactamente qué quería decirle, pero sentía la necesidad de romper el silencio. Sin embargo, al oír su propia voz, se dio cuenta de que no estaba lista. Había tantas preguntas en su mente, tantas emociones contradictorias, que no sabía por dónde empezar.
Happy alzó la vista por un instante, sus ojos encontrándose con los de Carla. Fue un vistazo fugaz, pero suficiente para que ella notara el cansancio y el dolor detrás de esa mirada. No solo físico, sino algo más profundo, algo que la asustaba porque no sabía si podría alcanzarlo.
"Carla…" Touka la llamó suavemente, interrumpiendo sus pensamientos. "Podrías acercarme más vendas. Las dejé junto a la puerta."
Carla asintió, agradecida por la distracción, y se levantó para buscar lo que Touka pedía. Pero incluso mientras sus pies la llevaban al otro lado de la habitación, no podía escapar de los pensamientos que la atormentaban. ¿Cómo llegamos a esto? ¿Cómo lo ayudamos a volver?
Cuando regresó, sus manos temblaban ligeramente mientras le entregaba las vendas a Touka. La mirada de esta última se cruzó con la suya, y Carla sintió un destello de comprensión en sus ojos. Pero no había palabras. La tensión seguía siendo palpable, y las heridas de Happy, aunque físicas, parecían ser la menor de sus preocupaciones.
Carla, mientras volvía su mirada se dirigió hacia la ventana, entonces notó algo extraño en el cetro real. La figura pixelada de Aoi estaba inmóvil, mirando fijamente al horizonte como si estuviera absorta en sus propios pensamientos.
"Aoi," la llamó Carla con un tono bajo. Sin obtener respuesta, lo intentó de nuevo, esta vez con más firmeza. "¡Aoi!" Sin embargo, la pequeña figura seguía congelada, como si estuviera atrapada en un bucle interno.
Preocupada, Carla tomó el cetro con ambas manos, sacudiéndolo un poco."¿Aoi? ¿Qué estás haciendo?"
Touka, quien estaba terminando de vendar las heridas de Happy, se giró al notar el cambio en la expresión de Carla. "¿Sucede algo con Aoi?"
Antes de que Carla pudiera responder, Aoi parpadeó y su luz comenzó a brillar con su intensidad habitual. "Oh, disculpen," dijo con un tono despreocupado. "No estaba ignorándote, Carla. Estaba... un poco ocupada."
"¿Ocupada en qué?" insistió Carla, entrecerrando los ojos con desconfianza.
"Bueno," empezó Aoi, cruzando sus pequeñas patas pixeladas como si estuviera explicando algo obvio, "la tensión en el ambiente era tan, pero tan incómoda que decidí centrarme en algo productivo. Estuve tratando de triangular nuestra ubicación exacta desde que cruzamos el arco de viaje. Y, ya que estaba en ello, intenté sintonizar alguna señal que provenga del reino, como algún noticiero o algo así. ¿Algo más que quieras saber?"
"Supongo que hiciste algo bien..." Touka dejó escapar una pequeña risa nerviosa. "¿Lograste encontrar algo?"
"No exactamente," respondió Aoi, con un leve tono de frustración. "Solo confirmé que estamos en medio de un bosque, probablemente lejos del Reino Exceed. Y sobre las señales... encontré algo, pero no es agradable de escuchar."
"¿Qué es lo que encontraste?" preguntó Carla, apretando un poco más el cetro.
Aoi emitió un pequeño chasquido de píxeles. "Hay rumores en la noticia acerca de una hermosa y inesperada aurora boreal, además de un reportaje sobre una estela de destrucción que atravesó las calles de la capital real anoche. Al parecer, este último evento fueron causados por... 'unos fugitivos' que habían orquestado una fuga desde el calabozo real."
Touka frunció el ceño, visiblemente molesta. "¡Claro! ¡Esos 'fugitivos' somos nosotros!"
Aoi giró su rostro pixelado hacia Touka, como si estuviera sonriendo. "Técnicamente, los medios aún nos han identificado. Aunque, si somos honestos, no hay muchas otras explicaciones para lo que sucedió."
Carla suspiró pesadamente y desvió la mirada hacia la ventana otra vez, mientras Happy se limitaba a bajar la cabeza, atrapado en sus propios pensamientos.
"Pero eso no es todo... Al parecer según esas fuentes de información oficiales, uno de los responsables de ese rastro de destrucción, era un humano de cabello azul que usaba magia de Viento Rojo..." Aoi concluyó con algo de preocupación, mientras miraba a sus compañeros...
El aire en la habitación se volvió denso, como si la tensión ya existente se hubiera solidificado.
Happy permaneció inmóvil, sus ojos clavados en el suelo mientras sus garras se apretaban con fuerza contra sus patas. Por un instante, parecía que estaba a punto de decir algo, pero el peso de sus pensamientos lo mantenía en silencio. Los recuerdos de la última noche se mezclaban con el sonido de las palabras de Aoi, como un eco distante pero constante en su mente. Finalmente, dejó escapar un suspiro largo y cansado, como si estuviera soltando una carga demasiado pesada.
"Creo que es hora de hablar... Necesitan saber lo que está pasando conmigo."
Touka lo miró con preocupación, mientras Carla, con los brazos cruzados, mantenía una expresión dura, aunque sus ojos traicionaban su confusión.
Carla sin mirar a Happy, le dijo: "¿Qué es lo que sucede contigo? ¿Qué es esa oscuridad que tienes dentro de tí?"
Happy callo por un momento, como si tratara de pensar con cuidado que es lo que iba a decir. "No sé qué es exactamente esa oscuridad," continuó él, su voz temblando ligeramente. "No sé desde cuándo la tengo o por qué apareció. Al principio, pensé que eran solo pesadillas... algo que eventualmente desaparecería. Pero después de lo que pasó contigo Carla..."
Happy tragó saliva y cerró los ojos, su rostro una mezcla de tristeza y remordimiento.
"Te herí... Te amenacé... y ni siquiera era yo," dijo con un tono apenas audible. "Esa cosa que me controlaba, aprovechándose de mi estado emocional cuando me heriste con tus palabras, solo después de eso, 'él' se apoderó de mi cuerpo... se que odia a Carla. Quiere matarla y hacerla sufrir... Pero no sé por que motivo. Lo único que sé es su nombre." Levantó la vista por un breve instante, aunque evitó encontrarse con las miradas de las chicas.
"¿Cuál es su nombre?"
"Freyr... Se llama Freyr," concluyó, dejando caer sus palabras como una pesada losa sobre el ambiente.
Touka apretó los labios, incapaz de ocultar su conmoción, mientras Carla permanecía en silencio, su expresión endurecida, aunque sus ojos parecían llenarse de preguntas y emociones que no podía expresar.
"¿Freyr?"
Carla miró a Happy, pero no pudo sostenerle la mirada por mucho tiempo. Sus pensamientos estaban desordenados, llenos de preguntas que se acumulaban en su mente. Aunque quería mantener la calma, la duda y la incertidumbre eran demasiado abrumadoras. Finalmente, respiró hondo y levantó la vista, formulando la única pregunta que fue capaz de articular.
"Si no sabes desde cuándo... eso está dentro de ti," comenzó ella, vacilando ligeramente, "¿entonces cómo sabes su nombre?"
Happy apretó los labios, evitando mirarla directamente. Pero incluso sin verla, podía sentir la intensidad de su mirada, podía sentir todo lo que no estaba diciendo. No necesitaba que Carla lo expresara; él sabía que las preguntas no se limitaban a una sola.
Observó a Touka, quien permanecía cerca, en silencio pero claramente preocupada por la tensión entre ellos. Luego bajó la mirada al suelo, soltando un suspiro largo y pesado.
"Es mejor que empiece desde el principio," dijo finalmente, su voz baja pero decidida. "Todo esto comenzó cuando dejé el gremio para entrenar... y terminé en otro mundo."
"¿Otro mundo?" preguntó Touka, su tono cargado de sorpresa. "Espera... ¿te refieres a hace un año?"
"¿Cuando te fuiste sin dejar rastro?" agregó Carla, con la respiración entrecortada.
Happy asintió, su expresión reflejando la mezcla de culpa y tristeza que sentía.
"Sí," respondió. "Todo comenzó durante ese año..."
Ambas chicas se quedaron calladas, para escuchar atentamente.
"Como ustedes ya saben," comenzó Happy, mirando a Carla y Touka, "estuve en otro mundo durante ese año que desaparecí. Ya les conté lo principal: cómo llegué allí, lo vacío y extraño que era ese lugar. Pero nunca les hablé de mis primeros días allí." Hizo una pausa, su mirada parecía perderse un momento. "No se los conté antes porque, honestamente, no creí que fuera necesario... hasta ahora."
Carla lo observó con atención, aunque su expresión mantenía esa mezcla de curiosidad y escepticismo. "¿Qué tiene que ver eso con todo lo que está pasando ahora? No parece venir al tema."
Happy suspiró, llevando una pata detrás de su cabeza, incómodo. "Todo... Tiene que ver todo. Si quiero explicarles cómo encontré a Freyr, tengo que empezar por el principio. Porque conocerlo no fue lo primero que pasó."
Touka ladeó ligeramente la cabeza. "¿Entonces, qué pasó primero?"
Happy tomó aire y bajó la mirada al suelo. "Mis primeros días allí fueron un desastre... un completo desastre. Al principio, tenía algo de comida conmigo, pero no duró mucho. Estaba perdido, desorientado, y no entendía nada de ese mundo. Los primeros días ni siquiera tuve el valor de moverme demasiado. Pensé que alguien aparecería para explicarme dónde estaba o qué hacer." Hizo una pausa y miró a las chicas. "Pero nadie vino..."
Carla frunció el ceño, como si empezara a entender lo difícil que había sido para él.
"Cuando se acabaron mis provisiones, me di cuenta de que no podía seguir así. Tenía que buscar mi comida, a parte de pescar, debía aprender a cazar... pero no tenía ni idea de cómo hacerlo. Todo lo que intentaba salía mal. Los animales salvajes eran más rápidos, más fuertes, y a veces me daban más miedo ellos a mí que yo a ellos."
"Debió ser duro," Touka se llevó una mano al pecho, evidentemente conmovida. "¿Y qué hiciste entonces?"
"Decidí moverme, explorar más allá de donde estaba y tratar de entender el lugar en el que me encontraba. Fue entonces cuando empecé a notar algo... ese mundo no estaba vacío, no del todo. Fue entonces que un día tuve mi primer encuentro con el único humano de ese mundo. Un encuentro bastante raro a decir verdad." Explico Happy antes de empezar a recordar su estancia anterior de hace 1 año.
Flashback
Unas semanas después de la partida de Happy.
Happy se encontraba de pie en la orilla de un río, mirando el agua turbia y las sombras que se deslizaban bajo la superficie. No podía evitar sentirse más perdido que nunca. No sabía ni en qué lugar se encontraba, ni cómo había llegado allí. Todo lo que sabía era que no podía regresar, al menos no sin saber cómo.
Pasaron varios días antes de que se diera cuenta de lo difícil que era sobrevivir sin los recursos a los que estaba acostumbrado. En ese mundo, el dinero no valía nada. Lo único útil era la naturaleza y sus herramientas que había llevado consigo, y pero no tenía idea de cómo manejarse por sí. Durante casi una semana, Happy hizo lo que pudo para conseguir algo de comida, pero todo fue un desastre.
Al principio, se las arregló con lo poco que encontraba. Pero su suerte empezó a agotarse, y pronto se encontró sin alimentos. Había pescado durante horas, pero los peces que lograba atrapar tenían un sabor horrible, amargo y difícil de tragar.
"Sólo puedo pescar esto...", pensó, frustrado, mientras miraba su pequeña captura. Los pocos recursos (salvo las herramientas) que había traído del gremio no servían en este mundo extraño.
Después de algun tiempo, Happy llevaba días sobreviviendo con lo poco que podía encontrar. Su pequeño cuerpo estaba débil, y el rugido de su estómago resonaba en el bosque silencioso.
"Comida... Comida..." Dijo él mientras arrastraba lentamente las arrastrando las patas, con las alas plegadas y una expresión de derrota, cuando algo captó su atención. "¿Uh?"
Entre los arbustos, un jabalí grande y bien alimentado se movía tranquilamente, buscando raíces.
Los ojos de Happy se iluminaron, y la imagen del animal asado sobre una fogata apareció en su mente. "¡Carne fresca!" murmuró, empezando a babear mientras su imaginación lo llevaba a un festín. "Podría hacerlo a la parrilla... o tal vez en estofado... ¡o mejor aún, una barbacoa completa!"
Pero el entusiasmo pronto dio paso a la realidad. Era pequeño, sin armas ni fuerza suficiente para enfrentarse a un animal tan grande. "De acuerdo, Happy, piensa. Tienes que ser más astuto que él... ¡y más rápido que tu hambre!"
Happy observó al jabalí desde las sombras, lamiéndose los labios mientras su estómago rugía con fuerza. "Esta vez te atraparé... serás mío, mi delicioso almuerzo." Sus ojos mostraban una espiral, completamente perdido en los posibles comidas que podría hacer con esa presa.
"Necesito algo para capturarlo, ¿Pero que?" El Exceed comenzó a buscar alrededor del claro y encontró unas lianas fuertes y largas. "Esto servirá."
Con las lianas en sus patas, comenzó a preparar su trampa. Ató cuidadosamente el lazo y lo ocultó bajo una capa de hojas y ramas. Era un trabajo rudimentario, pero suficiente para engañar al animal. "Perfecto," murmuró, admirando su obra. "Ahora sólo tengo que asustarlo y guiarlo directo aquí."
Sin embargo, justo cuando estaba a punto de poner su plan en marcha, algo lo distrajo.
Unos pasos suaves rompieron la tranquilidad del bosque, acompañados por el crujir de hojas y ramas. Happy se agachó rápidamente, ocultándose tras un arbusto.
Al principio pensó que era otro animal, pero lo que vio de entre los árboles lo dejó boquiabierto.
Un humano.
Era un humano joven, con cabello de color marfil que parecía brillar tenuemente bajo la luz del sol que se filtraba por las copas de los árboles. Sus ojos verdes irradiaban una mezcla de calma y curiosidad. Llevaba ropa sencilla, que aunque estaba cubierta de polvo y algo desgastada, se mantenía ordenada. A su lado colgaba un bolso de hombro que parecía estar lleno de objetos importantes.
"¿Un humano? Pensé que no habian," pensó Happy, sus ojos parpadeando con incredulidad. "¿Que hace aquí...? Pero antes de que pudiera procesar la rareza de la situación, su mirada se posó en el arco que llevaba en las manos. "¿Ehhhh?"
Entonces lo entendió.
El humano también iba tras el jabalí.
De inmediato, cualquier confusión fue reemplazada por una ola de indignación. Happy apretó los dientes, sus pequeños puños temblando de frustración.
"¡Ese tipo va tras MI presa! ¡MI comida!" pensó furioso, olvidándose por completo de lo extraño que era encontrar a un humano en ese mundo. Su hambre y orgullo superaron cualquier otra consideración.
Se lanzó de inmediato hacia el intruso, listo para defender lo que, según él, era suyo.
"¡Eh, eso era mío!" exclamó Happy, señalando al jabalí que había estado persiguiendo.
El humano lo miró con sorpresa, como si no pudiera creer que un gato azul estuviera hablándole. Luego, su sorpresa se convirtió en diversión, y una leve sonrisa apareció en su rostro.
"¿Tuyo? No veo que el jabalí tenga tu nombre en él," respondió con calma, tensando su arco y apuntando al jabalí.
Happy frunció el ceño, inflando las mejillas. "¡Yo lo vi primero! ¡Y ya tengo un plan para atraparlo!"
"¿Un plan?" El humano alzó una ceja, claramente intrigado.
"¡Sí!" Happy señaló su trampa. "Mira, hice una trampa y todo. Sólo necesito hacer que corra hacia aquí y... ¡bam! Almuerzo asegurado."
El humano miró la trampa improvisada y luego a Happy, conteniendo una carcajada. "Es... interesante. Pero dudo que funcione."
"¡Claro que funcionará!" protestó Happy, cruzando los brazos.
El humano se encogió de hombros. "Está bien, pequeño gato volador. Intentemos tu plan. Si falla, yo lo haré a mi manera."
"¡No fallará!" Happy giró con determinación, listo para asustar al jabalí. Pero antes de que pudiera moverse, el humano tensó su arco rápidamente y disparó una flecha al suelo frente al jabalí.
El animal, asustado, salió corriendo en dirección opuesta, rompiendo ramas y hojas por el camino.
"¡Oye, eso no era parte del plan!" Happy lo miró furioso.
El humano se encogió de hombros. "Se veía más divertido así."
"¡Mi comida se está escapando!" Exclamó Happy molesto. Sin dudarlo, convocó sus alas y se lanzó hacia el humano, extendiendo sus garras para arañarle el rostro.
"¿Alas?" Exclamó algo sorprendido aquel humano. "¿Eres un Exceed?" Pregunto con una sonrisa antes de detener el avance de Happy.
Mientras Happy se retorcía y arañaba en un intento de liberarse, el humano lo mantenía sujeto del cuello con un brazo extendido, observándolo con una mezcla de curiosidad y asombro.
"Un Exceed..." murmuró el humano, sus ojos verdes brillando con interés. "No pensé que volvería a ver uno de los tuyos... después de tanto tiempo."
Happy dejó de forcejear por un momento, confundido. "¿Después de tanto tiempo? ¿De qué estás hablando?"
Pero antes de que pudiera decir algo más, el humano notó que el jabalí comenzaba a alejarse, corriendo entre los arbustos. Frunció el ceño, claramente molesto por perder la oportunidad. Miró al animal, luego a Happy, y suspiró con resignación.
"Lo siento, amigo," dijo el humano, con una expresión que mezclaba disculpa y determinación.
"¿Eh? ¿Lo siento por qué?" preguntó Happy, pero antes de obtener una respuesta, el humano lo agarró con ambas manos, girándolo como si fuera un proyectil, y con un movimiento rápido lo lanzó directamente hacia el jabalí.
"¡¿Qué estás haciendo?! ¡Waaaaaaaah!" gritó Happy mientras volaba a toda velocidad, incapaz de controlar su trayectoria.
El impacto fue inmediato y desastroso para ambos. La cabeza de Happy chocó directamente contra el costado del jabalí con un sonido seco, dejando al pobre animal inconsciente al instante. Happy, por su parte, quedó tumbado en el suelo, mareado y aturdido, con los ojos en espirales y pequeñas estrellas girando alrededor de su cabeza.
"¿Q-Quién soy? ¿Dónde estoy...? ¿Esos peces horribles me persiguen...?" murmuró Happy, completamente fuera de sí.
El humano se acercó tranquilamente al jabalí, inspeccionándolo mientras se ajustaba el bolso. "Lo siento por eso," dijo con una ligera sonrisa mientras miraba a Happy tirado en el suelo. "Pero era lo único que tenía a la mano. No podía usar el arco sin soltarte, ¿verdad?"
Happy recuperó un poco la compostura, sacudiendo la cabeza para despejarse. "¡¿Qué demonios fue eso?! ¡Eso era mío! ¡Yo lo vi primero!" exclamó, señalando al jabalí inconsciente con una pata temblorosa.
El humano se agachó junto al animal, comprobando su estado. "Tal vez lo viste primero, pero yo lo cacé." Se puso de pie, con una expresión de triunfo. "Así que, por ende, es mío."
Happy infló las mejillas de rabia. "¡¿Qué clase de lógica es esa?! ¡Tú me usaste como un arma!"
"No te lo tomes a mal, pequeño." El humano sonrió con autosuficiencia mientras arrastraba al jabalí hacia él, dispuesto a reclamar su premio. Sin embargo, mientras hablaba, no se dio cuenta hacia dónde estaba dirigiéndose.
"Así es la supervivencia," decía el humano con aire de superioridad mientras caminaba hacia el jabalí. "Solo el más apto, astuto e inteli—"
No pudo terminar su frase. En ese momento, su pie activó la trampa que Happy había preparado con tanto cuidado. En un abrir y cerrar de ojos, las lianas se tensaron, y el humano fue levantado por el aire, quedando colgado boca abajo de un árbol.
"¿Qué diablos—?" exclamó el humano, sorprendido.
Happy cruzó los brazos, con una sonrisa satisfecha mientras lo miraba desde el suelo. "¿Astuto e inteligente, eh? Pues parece que no tanto como yo."
El humano giró ligeramente, tratando de liberarse, pero las lianas estaban bien atadas. "¡Oye! ¡Bájame de aquí!"
Happy se acercó tranquilamente al jabalí, poniéndose frente al humano colgado. "¿Y qué pasó con 'es mío porque yo lo cacé'? Bueno, ahora resulta que el más astuto sí gana."
"Esto no cuenta," refunfuñó el humano, tratando de aflojar las lianas, pero sus manos no podían alcanzarlas.
"Cuenta para mí." Happy infló el pecho con orgullo y comenzó a arrastrar el jabalí hacia la dirección contraria, dejando al humano colgando como una piñata.
"¡Oye, regresa aquí! ¡Ese jabalí es mío!" gritó el humano, balanceándose desesperado mientras veía cómo su presa y su orgullo se alejaban con el pequeño Exceed.
"¿Tuyo? No veo tu nombre escrito en él." Respondió Happy de manera burlona.
"¡Regresa aquí pequeño gato!" Exclamó el humano, mientras trataba de zafarse sin éxito de la trampa.
Happy se detuvo por un breve instante, al mirar al humano, una idea maliciosa y traviesa pasó por su mente. "Esto sera divertido."
Decidido, se dispone a tomar una breve pausa para recolectar ramas y piedras para su 'malvado' plan.
El humano lo miró algo confundido. "¿Qué estará planeando ese pequeño?" pensó mientras observaba a Happy, pero el estar de cabeza lo hacía todo más complicado.
En poco tiempo, Happy montó un pequeño fogón justo frente al humano, que no podía evitar mirar con incredulidad cómo el Exceed preparaba un asado. El aroma de la carne comenzó a llenar el aire, y el sonido del jabalí chisporroteando sobre el fuego parecía torturar al humano aún más.
"¿Es en serio? ¿Vas a cocinarlo aquí... justo enfrente de mí?" El humano intentó cruzar los brazos, pero su posición no le permitió ni siquiera hacer un gesto de frustración. Su estómago gruñó al percibir el aroma de esa carne.
Happy, con una sonrisa maliciosa, respondió sin mirar al humano: "¿Por qué no? El que atrapa al jabalí se queda con él, ¿no? Tú mismo lo dijiste. Sólo los más astutos sobreviven."
A medida que Happy giraba la carne sobre el fuego, los jugos empezaron a caer y a hacer un sonido delicioso. El humano, incómodo, no podía dejar de observar cómo Happy disfrutaba del proceso. "E-escucha... Quizás podríamos compartirlo. Ya sabes, trabajo en equipo…"
Happy se detuvo un momento y lo miró con una sonrisa burlona. "Oh, claro, trabajo en equipo… ¿como cuando me lanzaste como una bola? No, gracias. Esto es mi almuerzo."
El humano suspiró profundamente y volvió a balancearse con más fuerza, tratando de liberarse. "¿Cómo fue que llegué a esta situación tan ridícula?" Pensó. "¿A quién se le ocurre que un gato me deje colgado así? ¡No va a ser un buen día!"
Mientras tanto, Happy continuaba disfrutando del aroma del asado, como si estuviera en completa paz, regodeándose de su pequeña victoria. Empezaba a salivar al imaginar saborear esa jugosa carne, que aunque no era los peces que tanto le gustaban, no podía quejarse, sobretodo cuando se trata de sobrevivir. "Ya casi está... Un poco más."
Happy seguía girando lentamente el asado, disfrutando cada crujido que produce la carne al dorarse. Su mirada es de pura satisfacción, pero entonces sus ojos se suavizan al mirar al humano atrapado.
"Bueno, supongo que no puedo dejar que muera de hambre... Eso sería demasiado cruel." Pensó él.
El jabalí finalmente estaba listo, y Happy cortó una de las patas traseras con gran satisfacción. La envolvió en hojas grandes y, tras un suspiro, voló hacia el humano atrapado y le extendió la pieza de carne.
"No quiero que digas que soy malo," dijo Happy, con una sonrisa traviesa. "Además, no podría disfrutar mi comida sabiendo que alguien más está pasando hambre."
El humano lo miró sorprendido. "¿De verdad? Después de colgarme aquí, ¿ahora decides ser amable? Esto es casi insultante, sobretodo viniendo de un gato…"
"Eres afortunado," respondió Happy, encogiéndose de hombros. "Si no lo quieres, siempre puedo comerlo yo."
"¡No, no! Está bien, lo aceptaré."
El humano toma la pierna de jabalí, aún con la expresión algo mezclada entre la gratitud y la incredulidad, y da un mordisco. No puede evitar esbozar una pequeña sonrisa mientras saborea la carne.
"Supongo que no eres tan malo después de todo, pequeño gato volador."
Happy infló el pecho con orgullo y le dio una mirada de superioridad. "Soy un Exceed, no un gato. ¡Mi nombre es Happy!"
"Vaya... tu nombre es realmente único, ¿eh? 'Happy'. Aunque, con todo respeto, no me suenas como un gato que trae felicidad. Más bien pareces un desastre ambulante, ¡me diste más mala suerte que otra cosa!" Feith, todavía suspendido en el aire, intenta moverse un poco, aunque su situación no le permite mucho.
Happy, masticando lentamente, le dedica una mirada de reojo antes de responder con tono tranquilo, pero lleno de satisfacción. "Te lo merecías. No deberías haberme arrojado contra el jabalí. ¿Qué esperabas, que me quedara tranquilo?"
El humano suspira profundamente, resignado, mientras sigue intentando liberar sus manos de las lianas que lo mantienen cautivo. "Supongo que tienes razón... Aún no entiendo cómo caí en tu trampa tan fácilmente. Mi nombre es Feith, por si acaso lo quieres saber."
Happy lo observa por un momento, levantando una ceja mientras sigue comiendo. "Feith, eh... Hmm, suena como el tipo que se lanza a la acción sin pensarlo mucho. No me sorprende..."
Mientras ambos comían, Happy seguía en el suelo, degustando su porción con gusto, mientras el Feith, aún colgando boca abajo, masticaba la pierna de jabalí con evidente incomodidad. Su posición era difícil, y aunque intentaba hacer lo mejor que podía para disfrutar de la comida, la incomodidad de estar atrapado no pasaba desapercibida. Happy, sin embargo, parecía disfrutar del banquete con total libertad, sin preocuparse por las desventajas de su situación.
"¿No te cansa estar colgado así?" preguntó Happy, mirando al humano con una ligera sonrisa traviesa.
Feith, con la mandíbula llena, contestó entre bocados: "No, claro, ¡es lo más cómodo del mundo!" El tono sarcástico era evidente, pero aún así, continuó comiendo, como si nada pudiera detenerlo.
Happy se rió de su comentario y, mientras el humano seguía comiendo, una pregunta surgió en su mente. "Oye, ¿no se supone que no hay humanos en este mundo?"
Feith levantó una ceja al oír la pregunta, tragando lo que había en la boca antes de responder. "Pues no hay Exceeds tampoco," dijo, dejando escapar una ligera sonrisa. "No estoy seguro de qué esperabas encontrar en este mundo, pero ya ves, ambos estamos aquí."
Happy frunció el ceño, sorprendido por la respuesta, y se acercó un poco más al humano, curioso. "¿Cómo es que llegaste aquí? Y... ¿quién eres?"
"No es de tu incumbencia, Exceed." Respondió Feith mientras le daba su último mordisco a su comida. "Sabes... No eres tan malo cocinando, como esperaba."
"Tú tampoco pareces tan malo, Feith." Admitió Happy. "Pero creo aún no pienso liberarte. Al menos por el momento. "
Feith algo resignado, al escuchar la respuesta de Happy, intento de nuevo, alcanzar las lianas para liberarse sin ningún éxito. "¡Si tan solo pudiera cortar esa liana!" Pensó con su frustración aumentando gradualmente.
Happy, sin prisa, da un último mordisco a la carne antes de levantarse y estirarse. "Te liberaré después de que termines de comer. No confío en alguien que me arrojó como si fuera una simple bola. Y no, no pienso ser tan amable hasta que demuestres que no vas a intentar hacerme lo mismo."
Feith, claramente molesto pero sin poder hacer mucho, resopla. "Qué egoísta... Pero bueno, supongo que me lo gané."
Happy lo observa por un momento, notando la frustración de Feith, y se siente algo satisfecho con la situación. Con una última sonrisa traviesa, se dedica a terminar su comida mientras Feith sigue atrapado, mirando la situación con resignación.
Feith, bastante frustrado y sudando por el esfuerzo, realizo un último intento desesperado por liberarse de las lianas. "Vamos. Si puedo hacerlo." Comenzó a balancearse con fuerza, luchando contra la sujeción, pero justo cuando parecía que va a conseguirlo, su bolso de hombro que él llevaba, cayó al suelo con un estruendo, esparciendo su contenido por el suelo del bosque.
Happy, ahora con la mirada intrigada, deja de comer su jabalí y vuela hacia el bolso, curioso por ver qué hay dentro.
"¿Uh? ¿Que tenemos aquí?" Pregunto con curiosidad.
"¡Oye! ¡No toques eso!" grita el humano, intentando controlar la frustración mientras observa a Happy acercarse al bolso.
Happy, ignorando la advertencia, se aproximó y empezo a inspeccionar los objetos caídos. Entre ellos, habían varios libros, cuadernos, lápices, bolígrafos, mapas y una brújula. Cada uno de estos elementos parece diseñado para alguien que se dedica a la exploración, lo que despierta la curiosidad de Happy.
"¿Eres alguna especie de explorador?" Happy preguntó.
Con un giro travieso en su mirada, Happy se toma su tiempo y agarra uno de los libros. Lo abrió con destreza y, al observar las páginas, se encuentra con hermosos dibujos de diferentes especies de animales, cada uno dibujado con un nivel impresionante de detalle.
"Vaya, vaya... ¡Mira esto!" exclama Happy, admirando los dibujos. "¿Qué tipo de explorador eres tú?"
"¡Suficiente!" Exclamó Feith, molesto y avergonzado, siguiendo luchando por liberarse, pero en un movimiento de frustración, hizo un último esfuerzo y logró romper la liana que lo mantenía suspendido. Pero sin poder evitarlo, cae pesadamente inevitablemente sobre Happy, quien apenas tiene tiempo para reaccionar antes de ser aplastado bajo el peso del humano.
"¡Quítate de encima!" Exclamó la débil voz de Happy medio aplastado.
"¡Dame mi libro, Exceed!" Reclamó Feith, intentando levantarse, pero para caer de nuevo al suelo. "¿Que demonios—?" Miro que a pesar de haber roto la liana, sus pies aún seguían envueltos por las lianas de la trampa. "Pensé que me había liberado."
Sin embargo, Happy, recuperándose rápidamente del impacto, se yergue con una sonrisa traviesa. "¿Liberado? Me acabas de aplastar. Para estar en paz, creo que me llevaré tu libro." En un abrir y cerrar de ojos, Happy tomó el libro que había abierto antes y, con gran rapidez, empieza a correr hacia el bosque y después mirar atrás riéndose una última vez, para después perderse de la vista de Feith.
Feith, aún tratando de recuperar el aliento, observa cómo Happy se aleja volando con el libro. "¡Espera! ¡Devuélvelo!" grita mientras comienza a retorcerse en el suelo, pero debido a las lianas que aún lo envuelven parcialmente, no tiene más opción que rodar de lado, intentando perseguir al gato ladrón, mientras su cuerpo sigue atrapado en las trampas.
Happy, riendo a carcajadas, mira hacia atrás y dice: "¡No creo que puedas alcanzarme, humano! ¡Tienes mucho que aprender sobre velocidad!"
"¡Vuelve aquí, miserable gato!"
Feith, exhausto y todavía atrapado parcialmente en las lianas, observó impotente cómo Happy se desvanecía entre los árboles, llevando consigo su libro. Su mente era un torbellino de emociones: enojo, frustración, y una pizca de incredulidad ante lo rápido que un pequeño Exceed podía causarle tantos problemas. Se quedó tumbado unos instantes, recuperando el aliento mientras miraba al cielo, calculando cómo podría seguirle.
"Ese estúpido libro… ¿Por qué tuvo que ser él el que lo tomara." Se quejó
Con un suspiro cargado de determinación, Feith comenzó a retorcerse nuevamente, usando su fuerza para liberarse de las lianas que le atrapaban. "Ese gato puede correr, pero no escapar de mí. No esta vez."
Entonces de esa manera, Feith también se adentro al bosque, al menos buscando cualquier rastro que hubiera dejado aquel escurridizo gato azul.
[...]
[...]
[...]
Happy había estado corriendo sin parar, sus pequeños pies levantando polvo del suelo de la aldea abandonada. Se sentía seguro, o al menos lo creía. Había logrado escapar de Feith, al menos por ahora. El ruido de sus pasos, entrecortados por su respiración agitada, le aseguraba que había recorrido suficiente distancia.
Después de correr por un rato, Happy finalmente llego a lo que parecia ser una aldea abandonada. La atmósfera es extraña, como si el aire estuviera cargado de algo olvidado. Happy frunce el ceño, sintiendo una ligera sensación de déjà vu, algo que no puede identificar. "¿Qué es este lugar?", piensa para sí mismo. Nunca ha estado allí antes, pero algo en el ambiente le resulta inexplicablemente familiar.
La aldea parecía vacía, las casas tenían un aspecto sombrío y desgastado por el paso del tiempo. Algunos techos estaban desplomados, y las ventanas rotas permitían que la luz entrara, iluminando lo que quedaba de una vida anterior. Happy, en su curiosidad innata, se detuvo frente a una de las casas.
"Este sitio es perfecto para leer esto." Dijo Happy vislumbrando la oportunidad perfecta para entrar y leer el libro que había tomado de la mochila de Feith. Tomo el libro y lo sostuvo por sobre su cabeza, mientras ingresaba al interior de la casa.
Una vez adentro, se acomodo en lo que parecía la sala de estar, ahora cubierta de vegetación, y tomando el libro, lo dejó caer sobre el suelo de la casa. Pudo darse cuenta de algunos más detalles como el papel arrugado por el paso del tiempo y el olor a papel viejo.
Con sus ojos brillantes, Happy hojeó el libro hasta que encontró la página que le había llamado tanto la atención como para tomarlo "prestado'. Descripciones y dibujos de Exceeds: Posible origen, sus características, y sus habilidades mágicas, esto último lo intrigó profundamente, y por un momento se olvidó de todo, concentrado únicamente en esas palabras.
Happy empezó a leer las anotaciones de aquel capitulo, exactamente en las habilidades mágicas de su especie. "Debido a la naturaleza pacífica de los Exceeds, sus habilidades mágicas ha sido visto como unas características un tanto peculiar, bajo mi opinión. Pues son la única especie que pueden—" Se detuvo abruptamente ya que antes de que pueda profundizar más, una sensación de frío había recorrido su espalda.
Fue entonces cuando lo sintió. Un escalofrío recorrió su columna, como si una sombra estuviera detrás de él. Lentamente, giró la cabeza, solo para encontrarse cara a cara con Feith, quien estaba parado en la entrada, respirando con dificultad pero con una mirada fulminante.
"Al fin te logré encontrar." Feith estaba jadeando, debido al cansancio de haber seguido cualquier rastro que haya dejado Happy.
"¿C-Cómo me encontraste? Se supone que me había alejado lo suficiente de tí." Respondió Happy mientras soltaba el libro. "Toma te lo devuelvo."
Con una sonrisa nerviosa, Happy se aleja lentamente del libro, silbando suavemente mientras intenta hacerse el desentendido. "Te dejé lo tuyo. Ya no tengo nada que ver aquí...", murmura, mientras empieza a caminar hacia la puerta, tratando de dar por terminada la situación.
Antes de que pueda salir de la casa y dar por terminada su pequeña "escapatoria", Feith lo agarra de la mochila verde. "¡No tan rápido pequeño ladrón! ¿Creías que me iba a quedar de brazos cruzados?"
Happy, sintiendo la tensión de la situación, comenzaba a forcejear para librarse. No se disculpa por robar el libro, pero tampoco tiene intención de quedarse a pelear. Sabe que Feith no le perdonará tan fácilmente, y su única salida, probablemente sea la de disculparse, pero Happy tenía sus razones para no hacerlo.
Feith tomo su libro, guardándolo en su mochila de hombro y tomando a Happy, de la mochila, se dirigió de nuevo a la dirección donde estaba su campamento, o mejor dicho donde se comieron a ese jabalí.
[...]
[...]
[...]
Al cabo de unos minutos, Feith llevó de vuelta a Happy al campamento donde habían comido, arrastrándolo a regañadientes mientras el Exceed intentaba zafarse.
"¡Oye! ¡Suéltame!" Repetía Happy.
Una vez allí, Feith lo soltó y se dejó caer sobre uno de los troncos caídos que servían como asiento. La mirada de Feith no era de furia, pero sí de una mezcla de curiosidad y sospecha.
"Entonces," comenzó Feith, cruzando los brazos, "¿por qué tomaste mi libro?"
Happy, algo nervioso, intentó mantener la calma, pero el sudor que empezaba a acumularse en su frente lo delataba. "Bueno... los dibujos me parecieron interesantes," dijo rápidamente. "Pensé que sería... ya sabes, algo temporal. Solo quería echarle un vistazo y luego te lo devolvería."
Feith lo observó fijamente, sin mostrar ni un ápice de sorpresa ante la respuesta de Happy. "Estás mintiendo," dijo con un tono tranquilo pero firme.
Happy tragó saliva y se quedó en silencio por un momento, buscando alguna excusa que pudiera salvarlo. Pero antes de que pudiera formular una respuesta, Feith continuó.
"Te vi," dijo Feith, con una ligera sonrisa que no llegaba a ser amigable. "Te quedaste mirando esa sección de los Exceeds. Esa es la parte que más te interesó, ¿verdad? No es solo curiosidad, Happy... sé que hay algo más."
El tono de Feith cambió ligeramente, volviéndose más analítico. "Puedes ocultar tus intenciones, pero no soy tonto. Creo que tienes un motivo oculto para tomar ese libro."
Happy comenzó a sudar aún más, dándose cuenta de que no tenía una respuesta convincente. Por un momento, pensó en salir corriendo, pero sabía que no iba a ser tan fácil.
Feith, al ver la incomodidad evidente de Happy, presionó aún más. "Es curioso, ¿no? Que te interese tanto algo sobre los Exceeds, especialmente cuando no hay ni uno solo de nuestra especie en este mundo, ni siquiera humanos. Solo animales. Tal vez te atrae la idea de pertenecer a algo, de encontrar una especie que no esté tan sola como tú aquí." La última palabra salió con un toque de escepticismo, como si Feith estuviera planteando una hipótesis más que una afirmación.
La mención de la soledad parecía hacer que Happy se quedara en silencio, pensativo, y Feith lo observó atentamente, sus ojos brillando con una mezcla de duda e intriga. Finalmente, Feith no pudo evitar hacer la pregunta que le rondaba en la cabeza.
"¿Realmente eres de este mundo, Happy?"
Happy, aún nervioso, negó con la cabeza lentamente. Se notaba que no estaba preparado para explicar todo, pero la presión de Feith parecía estar haciéndolo ceder. "No... no soy de aquí," dijo finalmente, con una voz que tenía una mezcla de tristeza y algo de alivio al decir la verdad. "Vengo de un mundo llamado Earthland donde hay humanos... allí sí hay Exceeds. De hecho, es donde nací."
Feith frunció el ceño, la curiosidad ahora completamente captada. No pudo evitar sacar su libro y bolígrafo, anotando rápidamente lo que Happy acababa de decir. "Y, ¿cómo llegaste a este mundo?
"Es algo bastante complicado de explicar." Respondió Happy.
"Pues tenemos todo el tiempo del mundo." Dijo Feith mientras jugueteaba con el bolígrafo. "¿Verdad?"
Happy asintió, mirando al suelo. Su mente comenzó a viajar hacia aquel día. El recuerdo de la discusión con Carla, la dureza de sus palabras, la sensación de inutilidad que lo invadió... Todo eso lo impulsó a tomar una decisión que aún le pesaba.
"Fue... fue por algo que pasó en mi hogar," dijo finalmente, las palabras saliendo con esfuerzo. "Tuve una fuerte discusión con alguien importante para mi, y... ella me dijo aque era débil. Que no servía para nada, que no era útil para proteger a nadie. Me dolió mucho, Feith. Ella... tenía razón. No era lo suficientemente fuerte. Me sentía miserable conmigo mismo. Así que decidí que tenía que cambiar, que tenía que hacer algo al respecto."
Happy se restregó los ojos para evitar sollozar. Él suspiro con tristeza. "Se supone que debía ir a cierto lugar, pero ahora que estoy aquí, en un mundo completamente diferente, me siento más perdido que nunca."
Feith, que había estado observando con una mezcla de interés y comprensión, dejó escapar un suspiro, dándose cuenta de la profundidad de la lucha interna de Happy. Sin embargo, no dijo nada más, como si entendiera que no era el momento para presionar más.
La tensión en el aire se mantuvo un momento, hasta que Feith finalmente rompió el silencio. "No sé qué más responder a eso, Happy. Pero ahora entiendo mejor lo que estás buscando."
Happy no dijo nada más, pero en su rostro se notaba un atisbo de esperanza, como si por fin, alguien entendiera aunque fuera un poco de lo que llevaba dentro.
Las palabras de Carla resonaron en su mente nuevamente. A pesar del tiempo que había pasado, todavía podía sentir la punzada en su pecho al recordarlas.
Happy se restregó los ojos para evitar sollozar. Suspiró con tristeza. "Se suponía que debía ir a cierto lugar, pero ahora que estoy aquí, en un mundo completamente diferente, me siento más perdido que nunca."
Feith, que había estado observando con una mezcla de interés y comprensión, dejó escapar un suspiro, dándose cuenta de la profundidad de la lucha interna de Happy. Por un momento, su semblante analítico se suavizó. "No sé qué más responder a eso, Happy. Pero ahora entiendo mejor lo que estás buscando."
Happy no dijo nada más, pero en su rostro se notaba un atisbo de esperanza, como si por fin, alguien entendiera aunque fuera un poco de lo que llevaba dentro.
Feith miró a Happy con una mezcla de comprensión y algo que parecía casi simpatía. "Entiendo un poco mejor tu situación ahora," dijo con un tono más suave. Luego, cerró el libro que había estado hojeando y se lo extendió. "Pero te diré algo: no encontrarás mucha información relevante sobre los Exceeds en este libro. No es un tema que haya tenido oportunidad de explorar a profundidad... aún así, si te interesa, puedes quedártelo un tiempo. Léelo con calma. Tal vez encuentres algo útil."
Happy recibió el libro con ambas manos, inclinando ligeramente la cabeza en señal de gratitud. "¡Aye! Gracias... de verdad."
Al abrir el libro, sus ojos se iluminaron al instante. Las páginas estaban llenas de dibujos detallados, esquemas y notas escritas con una caligrafía pulcra pero llena de anotaciones y correcciones. Había conceptos que parecían ir más allá de la biología normal, teorías que mezclaban ciencia con magia. Cada página parecía un tesoro por descubrir, y Happy sintió cómo su curiosidad volvía a atraparlo. Cerró el libro con cuidado y miró a Feith, su mente ahora ocupada con una nueva pregunta.
"Feith... sé que eres un explorador, lo puedo ver en todo esto." Tocó el libro con cuidado. "Pero... ¿qué haces aquí? Este mundo no tiene humanos, y dudo que llegaras aquí por accidente. ¿Por qué estás en un lugar como este?"
Feith se rascó la nuca, como si estuviera decidiendo cuánto decir. Finalmente, dejó escapar un suspiro y se encogió de hombros. "Bueno, Happy, supongo que podría decirse que mi situación es similar a la tuya. Tenía planeado ir a cierto lugar, pero... tuve un pequeño problema en el camino. Y terminé aquí."
Happy frunció el ceño, tratando de procesar lo que Feith había dicho. "¿Un pequeño problema? Pero... ¿viniste aquí a propósito?"
Feith notó la confusión en los ojos de Happy y esbozó una media sonrisa. "Eso es correcto. Aunque no era mi destino final. Como puedes ver por el libro, mis dibujos y todas esas anotaciones, soy un explorador. Mi objetivo es documentar toda forma de vida animal que pueda encontrar. Pero no soy un explorador común."
La sonrisa de Feith se amplió ligeramente, dejando ver un destello de orgullo. "No me limito a un solo mundo, Happy. Mi propósito es documentar la mayor cantidad de criaturas a través de diferentes mundos. Sí, eso significa exactamente lo que estás pensando: puedo viajar entre mundos."
Happy sintió cómo sus ojos se abrían de par en par. "¿Viajar entre mundos?" Sus palabras estaban cargadas de asombro y fascinación. Era difícil imaginarlo, pero a la vez, explicaba muchas cosas.
Happy miró a Feith con una mezcla de emoción y esperanza. "Entonces... ¿podrías ayudarme a volver a mi mundo?"
Feith dejó escapar un suspiro, cerrando su libro con un gesto lento. "Lo siento, Happy, pero lo estás entendiendo mal. Yo no viajo entre mundos por mi cuenta. Lo hago con ayuda de mi Freya."
Happy ladeó la cabeza, confundido. "¿Freya? ¿Hay alguien más aquí contigo?"
Feith se rió ante la reacción del Exceed, negando con la cabeza. "No, no es alguien. Freya es el nombre de mi barco volador. Una nave mágica diseñada para viajar entre mundos. La construí con mis propias manos, ¿sabes?"
La sorpresa de Happy era palpable. "¿Un barco... que puede viajar entre mundos? ¡Eso suena increíble!"
Feith sonrió con orgullo, pero luego su expresión se ensombreció. "Sí, lo era. Hasta que llegué a este lugar. Algo salió terriblemente mal durante el viaje, y Freya se estrelló al aterrizar. Está dañada, y no tengo los recursos para repararla... al menos, no todavía."
Happy asintió, sintiendo la decepción en sus palabras. "Entonces... ¿es por eso que no puedes ayudarme a regresar?"
"Exacto," respondió Feith. "Sin Freya funcionando, estoy atrapado aquí al igual que tú. Hace unos días se me acabaron las provisiones, y me vi obligado a buscar comida por mi cuenta. Así fue como nos encontramos. Y créeme, no fue mi mejor día."
Happy bajó la mirada, sintiéndose un poco más comprendido. "Entonces, ¿esa nave era tu única forma de viajar?"
"Exacto," dijo Feith, cruzándose de brazos. "Sin Freya funcionando, estoy atrapado aquí al igual que tú. Hace unos días se me acabaron las provisiones, y me vi obligado a buscar comida por mi cuenta. Así fue como nos encontramos."
La curiosidad de Happy no pudo evitar salir a flote. "¿Le pusiste ese nombre por alguien especial?"
Feith se rió con un toque de nostalgia. "Sí. Lleva el nombre de mi esposa. Pero no te preocupes, Freya no está preocupada por mí. Ella también es exploradora, y tiene su propia misión en otro mundo. Ambos sabíamos que habría riesgos al separarnos, pero confiamos en que siempre encontraríamos la manera de volver a vernos."
Happy sonrió ampliamente al escuchar eso. "¡Vaya! ¡Parece que ustedes dos son el uno para el otro! Tal para cual, ¿verdad?"
Feith no pudo evitar una leve sonrisa ante el comentario de Happy. "Sí, supongo que lo somos. Aunque Freya diría que soy más un dolor de cabeza que otra cosa."
Ambos compartieron una pequeña risa, aliviando un poco la tensión del momento.
Feith se rasco la nuca, y su semblante cambio a una de decepción. "Entonces volviendo al tema principal, mi nave está fuera de funcionamiento, al menos por ahora."
Happy bajó la mirada, desanimado. "Es una pena... Pensé que, tal vez, con tu ayuda, podría volver a mi mundo. Pero si tu nave está dañada..." Levantó la vista, lleno de curiosidad. "¿No puedes repararla?"
Feith dejó escapar un suspiro y se encogió de hombros. "Estoy en eso. He estado buscando las partes que se desprendieron cuando la nave se estaba precipitando y posteriormente se estrelló. Algunas han quedado esparcidas por este lugar, otras están a lo largo de toda la ruta que tomo mi nave antes de estrellarse, y por último las partes que están demasiado dañadas... bueno, estoy improvisando para arreglarlas como puedo. Pero no es fácil. Las piezas son muy de un material específico."
Happy, aunque aún algo desanimado, sintió una chispa de determinación. "Si es así, ¡yo podría ayudarte a buscar esas partes! Si encontramos todo lo que necesitas para arreglar la nave, tal vez pueda regresar a casa y continuar con mi viaje de entrenamiento."
Feith lo miró en silencio por un momento, pensativo. Luego, una sonrisa astuta cruzó su rostro. "¿Sabes? Me gusta cómo piensas. No es tan mala idea... pero, ¿qué tal si lo hacemos más interesante?"
Happy ladeó la cabeza, confuso. "¿Más interesante?"
"Para ser franco, reparar la nave nos tomará bastante tiempo ñ, y supongo que en caso de que vuelvas, tengas que irte de nuevo a continuar tú viaje." Reveló Feith.
"Es verdad." Admitió Happy algo decaído. Si tomaban demasiado tiempo, al regresar tendría que aumentar su tiempo que iba a tomar originalmente para su viaje. "No me gustaria tomar más tiempo y seguir afuera del gremio."
"No te preocupes, gato. Tengo algo en mente." Feith se cruzó de brazos, explicándose. "Si me ayudas a buscar y reparar mi nave, no solo te ayudaré a volver a tu mundo. También puedo ayudarte con lo que estás buscando. No será necesario que sigas vagando solo por más tiempo del que quisieras. Como viste en mi libro, ya he conocido a algunos Exceeds en el pasado, y tengo una idea de cómo podría ayudarte con tu problema."
Happy abrió los ojos de par en par, sorprendido. "¿De verdad podrías ayudarme?"
Feith extendió su mano hacia él, con una sonrisa confiada. "Claro que sí. Pero será un trato mutuo: tú me ayudas a reconstruir la Freya, y yo me encargo de entrenarte para que logres lo que buscas. Te prepararé para cualquier cosa."
Happy se quedó sin palabras por un momento, pero luego su rostro se iluminó de emoción. Apretó la mano de Feith con fuerza. "¡Trato hecho!"
Feith asintió, satisfecho. "Eso quería oír. Si trabajamos juntos, no solo recuperaré mi nave, sino que también te ayudaré a encontrar lo que estás buscando."
Sin embargo, la curiosidad de Happy no tardó en brotar. "Pero... eso que dijiste sobre los Exceeds que viste antes. ¿Qué era exactamente lo que tenían? ¿Qué habilidades viste en ellos?"
Feith se cruzó de brazos y miró a Happy, reflexionando cómo explicarlo. "Eso es algo que aprenderás gradualmente, pequeño. No es algo que pueda describir con precisión... pero, por simplificarlo, esas técnicas y habilidades mágicas que usaban se llaman Exceed Styles."
"¿Exceed Styles?" repitió Happy en voz baja, sus ojos brillando con esperanza. Algo en ese nombre resonó profundamente en él, como si finalmente hubiera encontrado el camino que tanto había buscado.
Happy sonrió por primera vez desde que llegó a este mundo. Aunque el camino parecía largo, por primera vez en mucho tiempo sentía que estaba más cerca de alcanzar lo que deseaba.
Fin del Flashback
Habían pasado algunas horas desde que Happy había comenzado a relatar su experiencia. El ambiente en la cabaña era denso, y la tensión flotaba en el aire, como si todo estuviera a punto de romperse. Carla, inmersa en sus propios pensamientos, miraba a Happy con una mezcla de desconcierto y tristeza. No decía nada, pero su indiferencia era clara. La carga emocional que había surgido de lo que Happy acababa de revelar sobre su
encuentro con Feith, parecía más que suficiente para que Carla se sumiera en un estado de desánimo.
Después de unos largos segundos de silencio, Carla fue la primera en hablar, pero su tono era frío, como si estuviera desconectada de lo que acababa de escuchar.
"Eso... que acabas de contar, sobre ese hombre llamado Feith..." dijo Carla sin mirarlo, sus palabras saliendo con un leve suspiro. "¿De verdad crees que todo esto tiene que ver con Freyr? No mencionaste su nombre, pero sé que lo estás insinuando." Su tono no era frío, sino lleno de dudas, buscando algo, alguna pieza que pudiera dar sentido a lo que estaba ocurriendo.
Happy, al escuchar la falta de emoción en la voz de Carla, sintió una punzada en el pecho. Sin embargo, sabía que ella tenía razón. El encuentro con Feith había sido solo el principio. Y tenía que explicarlo, aunque fuera difícil.
Happy exhaló con fuerza, como si intentara aliviar algo del peso que sentía. "Sé que parece que me estoy desviando, pero necesito que entiendan cómo todo se conectó. Mi encuentro con Feith fue el inicio de muchas cosas… cosas que eventualmente me llevaron a Freyr. Todavía no hemos llegado a ese punto, pero para entenderlo, tienen que saber cómo empezó todo esto."
Carla frunció ligeramente el ceño, cruzando los brazos mientras intentaba procesar sus palabras. Aunque mantenía una postura rígida y distante, en su interior no podía evitar preocuparse. Algo en las palabras de Happy, en cómo hablaba sobre ese hombre llamado Feith y lo que había aprendido, despertaba una inquietud que no podía ignorar. "Está bien… sigue entonces."
Touka notó la tristeza de Carla, y justo cuando iba decirle algo para reconfortarla, algo la interrumpió, se trataba del cetro real, que ahora, en la esfera de lácrima donde residía Aoi...
"¿Uhhh? ¿Aoi?" Pregunto ella confundido. Esto capto la atención de los tensos Exceeds.
En ese momento, Aoi volvió a mostrarse en el cetro y con una expresión de satisfacción. "Lo he conseguido... He logrado triangular nuestra posición."
"¿Como lo lograste?" Pregunto Touka.
"De hecho fue algo complicado, lo primero que hice fue—"
"Eso no es lo importante," interrumpió Happy. "¿Donde nos encontramos, Aoi?"
Aoi inflo sus mejillas, haciendo un puchero tierno debido a la interrupción. Pero tomó un tono serio "Estamos en el extremo derecho del continente, completamente al otro lado de donde está el Reino Exceed."
La respuesta dejó a Happy y Touka en shock. No solo estaban lejos, sino que se encontraban en una parte completamente desconocida del mundo. El rostro de Carla, por otro lado, permaneció impasible, como si estuviera atrapada en su propio torbellino de pensamientos.
Touka, sorprendida por la respuesta, preguntó con más énfasis. "¿Cómo es posible? El Reino Exceed está cerca de la frontera con Fiore. ¿Por qué estamos tan lejos?"
Aoi suspiró y explicó con calma. "El arco de piedra, que usamos al escapar, fue probablemente alterado por Shaddick. Ella debió haber cambiado las coordenadas para asegurarse de que no pudieran regresar rápidamente, y que se alejaran lo más posible del Reino Exceed, probablemente al 'juego' que está haciendo con ustedes."
El aire se volvió denso, y un pesado silencio se apoderó del grupo. La distancia y el tiempo en su contra parecían interminables. A pesar de sus esfuerzos por huir, ahora se encontraban en un lugar completamente extraño y apartado.
"Eso tiene sentido." Murmuró Touka algo preocupada. "Tenemos 100 días antes de que la marca les arrebate las vidas a ustedes. Si ella quiere jugar con ustedes, y según sus reglas probablemente quiere que empecemos desde lo más bajo hasta lo más alto."
"Es una forma de decirlo." Respondió Happy con decaimiento.
Aoi, al notar el decaimiento en el ambiente, sugirió algo para aligerar el ánimo. "Si van a seguir conversando, podrían aprovechar para avanzar mientras lo hacen. De lo contrario, seguiríamos perdiendo tiempo."
Touka frunció el ceño, claramente preocupada. "¿Perder el tiempo? ¿A que refieres?"
"A esto." Aoi respondió y empezó a proyectar desde el cetro y respondió sin vacilar. "La ciudad más cercana perteneciente al Reino Exceed, dentro de este continente, es la ciudad Verbena. El distrito desértico. Está a casi 4 días y medio de viaje. Es decir aproximadamente a 990 km de aquí."
"¡¿990 kilómetros?!" Exclamaron Happy y Touka al mismo tiempo.
Mientras tanto Carla, aún seguía distante, estaba sumida en sus pensamientos, ajena al ánimo que comenzaba a tomar forma en el grupo.
"Exactamente. Como sé que el tiempo es importante en esta situación, he calculado la fecha en que aparentemente ustedes deberían morir en caso de fallar en su misión." Respondió Aoi. "La fecha de hoy es 27 de febrero. Su fecha límite es en 100 días, exactamente el 7 de junio."
Happy y Touka se quedaron sin palabras y Carla al fin mostró algo de preocupación.
"Si ustedes no logran derrotar a todos los Vestigios hasta ese día. No solamente ustedes dos," Aoi señaló a Happy y Carla. "Sino todos los Exceeds marcados por la reina Shaddick. Todos ellos morirán."
Un ambiente pesado volvió a cubrir la habitación. No habían palabras para describir como el equipo Exceed se sentía. Todo esto apenas comenzaba.
Fin del Capítulo
Buenas noches, mis queridos lectores, les deseo que hayáis pasado una excelente Navidad y Año Nuevo de la mejor manera. Yo si que he disfrutado de esta navidad para ir al cine a ver Sonic 3 (Gran Película toda épica)
Habéis llegado al final de este capítulo de 'transicion'. Ha pasado bastante tiempo desde que publique el final de temporada y bueno, la razón por la que no he publicado casi nada en todo ese tiempo, es por qué estaba escribiendo está historia. Tenía como objetivo, escribir 4 capítulos y recién publicarlos, poco a poco, para tener tiempo de escribir más capitulos, sin agobiarme de que no he publicado nada...
Como pueden ver, estamos en una especie de prólogo, que no debería de durar de más de 3 capítulos (de los cuales voy a la mitad del tercero), y una vez terminado, nos adentraremos en el viaje del equipo alrededor de todas las ciudades del reino Exceed, empezando con la ciudad Verbena, el distrito desertico.
Como estamos en un año nuevo, he decidido mostrar un pequeño adelanto de las próximas sagas, que van a venir a lo largo de este nuevo año. Tengan en cuenta que la duración es estimada, y está sujeto a cambios.
Prologo (3 a 4 capítulos)
Arco del Distrito Desertico. (D capítulos)
Arco del Distrito Costero (de 7 - 12 capítulos)
Arco del Distrito Nevado. (De 5 - 8 capítulos)
?
Si le ha gustado este capítulo, pueden seguirla y darle un corazón para no perderte de las notificaciones de los siguientes capítulos. Son libres de dejarme comentarios, tanto constructivos, como destructivos. Déjeme decirles algo y es que cada vez que recibo un comentario, me motiva a seguir escribiendo para ustedes. Inside Blu se despide hasta el próximo capítulo.
¡Good Bye!
Próximo Capítulo 23: Feith
