Paz, una fría y reconfortante paz que solo la noche te puede dar, la luz de la luna, tan brillante y hermosa, ilumina la oscuridad del bosque, las estrellas, acompañan a la luna eternamente en su brillo etéreo, los animales duermes cómodos en sus nidos y cuevas, acurrucados entre los suyos, la suave y fría brisa que sacude suavemente las hojas de cada árbol y las hiervas de cada arbusto. Y entre todo ese bosque, en la parte mas profunda y mas oculta, podemos ver un claro, un lugar carente de arboles o otra planta, algo que podría parecer normal, pero si das un paso mas, y atraviesas la cortina que cubre lo que se ve mas haya, veras una cabaña, una acogedora y simple cabaña, ni muy grande, ni muy pequeña, la pequeña chimenea en el techo, libera un tenue y suave humo que se disipa con el viento, las ventanas, con cortinas cerradas, dejando entre ver la luz del interior, los cultivos, se agitan con el suave viento que las golpea junto a la cabaña. Tras la cabaña, una lapida se deslumbra, adornado con flores verdes y blancas bien cuidadas y resaltando los nombres inscrito cuidadosamente en la piedra.

Una risa, una inocente y divertida risita, una que solo un niño podría dar se escucha desde el interior de la cabaña. Los pequeños pies suenan deslizándose contra el suelo de roca a la velocidad de un perro juguetón, pero hay algo curioso, cada pisada deja una marca, una huella, no de suciedad, si no de algo mas, eran huellas de pies quemados, como si los pies del infante estuvieran demasiado calientes.

–Atrápame si puedes!

La voz, cargada de una emoción y diversión tan inocentes y puras, salieron de la boca de la pequeña niña que corría por toda la cabaña cargada de la energía que solo alguien de su edad podía tener. La pequeña niña, era una llama viva en toda la expresión de la palabra, su piel naranja y brillante como el sol, su cabello, que no era mas que una gran llama roja que se meneaba con el viento en su andar con dos pequeños mechones que enmarcaban su adorable rostro, sus grandes ojos, de un color rojo como el mas bello de los rubís, destellaban con emoción y pureza, junto a su pijama, una pijama con diseño de dragón de una tela roja oscura y afelpada para la comodidad al dormir. La pequeña niña, tan pequeña como una y adorable, corría sin la mas mínima intención de detenerse.

–Pequeña escurridiza! Ya veras cuando te atrape!

Otra voz exclamo, llena de diversión y paternidad, no era una voz mayor, era una voz joven, y pertenecía al perseguidor de la pequeña, era un joven, un joven alto de 192cm que no aparentaba mas de 18 o 19 años, su piel tan blanca como el papel, contrastaba con su cabello rojo escarlata desordenado que le llegaba por arriba de los hombros, sus rasgos, apenas algo mas atractivos que el promedio, dejaban ver una pequeña cicatriz en el lado derecho de su boca. Junto a unos colmillos mas notorios, casi como si se tratase de un vampiro. Sus ojos negros como la noche mas oscura. Complementado con su simple vestimenta, una camisa negra de manga corta que dejaba ver un poco su constitución delgada pero atlética, de su cuello, colgaba una cadenita negra que era adornada por una pequeña piedra de amatista en forma de diamante. Su cinturón de cuero marrón con algunas y bolsillos se aferraba a su cintura, manteniendo unos pantalones de mezclilla negros que se hundían por el forro de sus botas de cuero marrón que combinaban con su cinturón y le llegaban por debajo de la rodilla. Un aspecto curioso, pero lo mas resaltante, era su brazo derecho, pues todo su antebrazo, se veía reemplazado por una prótesis metálica que simulaba casi a la perfección una mano humana.

El joven pelirrojo, perseguía a la pequeña niña con diversión, en una posee ligeramente encorvada y los brazos listo para atraparla en su pequeña persecución. La pequeña mantenía los brazos alzados, riendo mientras sus pequeños pies se movían lo mas rápido que se le permitía.

–Eso es si me atrapas!

La pequeña rio, antes de soltar un chillido cuando fue atrapada por las manos del joven quien la levanto con una carcajada victoriosa.

–Te tengo!

Exclamo, antes de atacar a la pequeña con cosquillas haciendo que la niña soltara una risa mientras se retorcía en el brazo del pelirrojo, sus pequeñas llamas se intensificaron ante la sensación de las cosquillas de las que inútilmente intentaba liberarse.

–No! Jajajaja! Cosquillas no! Papi por favor! Jajajaja!

La pequeña pidió entre risas mientras se retorcía en los brazos de su padre. El joven pelirrojo rio y dejo su tortura de cosquillas para acunarla en sus brazos.

–Es hora de dormir.

–Por que?!

La pequeña niña bufo cruzando sus pequeños brazos en su pecho e inflando sus mejillas en un puchero, ganándose una sonrisa del joven de piel blanca quien camino por la sala, pasando entre los pocos muebles que tenían hasta una de las puertas de las habitaciones.

–Por que ya es tarde, y papi tiene que trabajar mañana, además, te llevare a que te cuide Tronquitos y el Señor Cerdo.

–Podre comer tarta de manzana?!

La niña pregunto con alegría, recordando las deliciosas tartas que la pequeña elefante preparaba, ya sentía su pequeña boca llenarse de baba ante la idea de comer una de esas tartas que tanto le encantaban.

–Claro que si, pero recuerda pedir por favor.

El pelirrojo sonrió mientras abría la puerta de la habitación de su hija, dejando ver el interior, un pequeño pero cómodo cuarto, con varios juguetes y muñecas, junto a algunos libros en estanterías y una mesita de noche con una lámpara de lava que iluminaba la habitación con una única ventana que permanecía cubierta por la cortina roja. El la dejo suavemente sobre la cama, cubriéndola con la cálida manta.

–Puedes contarme un cuento?

La pequeña pregunto, con una mirada tierna a su joven padre, buscando convencerlo de hacerlo, algo que no dudo en aceptar.

–Esta bien, pero solo uno.

Con una exclamación alegre de la niña, el se levanto de la cama y se dirigió a los libros en la estantería para elegir uno, cuando su mano estaba por agarrar uno de los libros, la voz de su hija lo detuvo.

–Ese no! Ya me lo leíste muchas veces!

El iba a agarrar otro libro pero nuevamente la voz de su pequeña lo detuvo.

–Ese también ya me lo leí! Ya me leí todos!

La pequeña exclamo enfurruñada. Ganándose un suspiro del joven quien la miro con aburrimiento.

–Que quieres que haga entonces? No tengo mas libros.

Pregunto con calma, esperando que ella le diera una solución a este pequeño problema, la pequeña niña se tomo el mentón, sus llamas se sacudieron momentáneamente mientras pensaba hasta que se decidió, apartando su pequeña mano de su barbilla lo miro y dio su decisión.

–Podrías contarme tu historia, la tía Marcy dice que es una muy loca.

El abrió enormemente los ojos por un instante ante esa petición, pero luego se calmó y sonrió levemente.

–Segura? Mi historia no es muy linda que digamos.

Dijo con un tono cómplice, ganándose que ella se sentara de un salto en la cama con la manta ahora solo cubriendo sus piernas mientras lo miraba con adorable determinación.

–Estoy segura!

El soltó una leve risilla, divertido por la determinación de la pequeña.

–Esta bien, pero es muy larga, así que te contare una parte hoy y otro día la seguimos.

La pequeña asintió rápidamente. Y se volvió a recostar en la cama, mirándolo directamente con sus lindos ojos escarlata.

–Bien, todo comenzó hace aproximadamente 1000 años…

Amarillo, un brillante amarillo era todo lo que podía ver mientras sus ojos se enfocaban poco a poco, sentándose en el frio suelo amarillo, sus ojos vagaron por la extraña habitación amarilla. Se froto su corto cabello rojo oscuro y se miro a si mismo, todo se veía normal en el, su piel seguía clara y limpia sin heridas, su uniforme escolar seguía intacto, el collar que le dio su padre estaba como si nada colgando de su cuello. Las 3 pulseras en su muñeca derecha seguían en su lugar, y sus lentes seguían en perfecto estado. Con un suspiro de alivio se puso de pie y su mirada recorrió la gran habitación con curiosidad y cautela, no sabia donde rayos estaba o siquiera como llego aquí, solo recordaba estar en una de sus clases de ciencias en el laboratorio de la escuela con sus compañeros y luego todo era oscuro después de eso.

Sintiendo una sensación amarga en su boca, dio una vuelta de eje para ver el resto de la habitación. Todo era amarillo, un amarillo puro, no habia muebles, no habia decoraciones, una gran y amarilla habitación vacía, esto le genero una sensación de malestar, no sabia como llego a este extraño lugar, y mucho menos quería saberlo, miro rápidamente en cada dirección que sus ojos le permitían visualizar, buscando alguna salida del extraño lugar. Hasta que algo lo hizo congelarse en su lugar.

–Hey!

Una voz amigable y llena de carisma hablo por sus espaldas. Sintiendo sus pelos erizarse ante la voz desconocida, se dio la vuelta, esperando encontrarse con una persona, pero lo que sus ojos vieron fue una especie de sombra rosa, era la silueta dimensional de un ser abstracto que asemejaba a una persona, era larguirucho, ocupando parte de la pared, el suelo, y la pared del otro lado, tenia algo que se asemejaba a cabello rizado corto con una nariz ovalada junto a un único ojo visible en su rostro plano con un circulo azul celeste como pupila… Y lo estaba mirando.

Sintiendo sus nervios elevarse ante la extraña silueta pintada en la pared, se froto el cuello, tal vez se habia imaginado la voz por estar tan nervioso.

–Como te va?

Okey definitivamente la sombra rosa acaba de hablarle… Su cuerpo quedo como una estatua y su expresión paso del nerviosismo al mayor shock que haya tenido en su vida hasta el momento cuando su mente trataba de procesar lo que acababa de presenciar. Una sombra rosa que parecía una extraña obra de arte abstracta acababa de hablarle… Estaba soñando acaso? Era lo mas lógico.

–Te comió la lengua el gato o por que no dices nada?

Rayos que no estaba soñando! Esto era real! Sus hombros cayeron mientras su mente trataba de procesar la presencia de esta sombra parlante. La confusión, el nerviosismo de no saber donde estaba o que paso durante su clase de ciencias antes de que despertara aquí lo llevaron a una única reacción, gritar y desmayarse. La silueta hizo una mueca incomoda al ver al chico caer de cara al suelo después de gritar.

–Reacciono… Mejor de lo que imagine…

….

Ya despierto, el pelirrojo se alejo lo mas posible de la entidad, pegado lo mas que pudo a una esquina mientras lo miraba con una sensación de miedo y asombro por igual. La sombra alzo sus planas manos en una señal de paz mientras miraba con calma al muchacho.

–Wow amigo, cálmate okey? No muerdo.

Su voz ahora mas calmada, buscando aligerar la tensión entre ambos, algo que pareció tener un poco de efecto en el joven quien con voz algo temblorosa hizo una pregunta.

–Quien eres tu?..

Su pregunta, aun que temblorosa y llena de un claro nerviosismo, no oculto la duda y el asombro que sentía por la silueta frente a el que con una leve sonrisa puso una mano sobre su pecho y respondió.

–Soy Prismo, el amo de los deseos, pero puedes llamarme solo Prismo.

El pelirrojo parpadeo ante la presentación casual y despreocupada de Prismo. Amo de los deseos? Que era esto? Aladdín? Relajando un poco su postura pero sin despegarse del rincón donde estaba, miro a Prismo con intriga.

–Amo de los deseos? Como los genios de la lámpara?

Pregunto, ganándose un bufido de Prismo que se llevo las manos a la cintura con leve orgullo.

Prismo: Si claro, soy mucho mejor que esos tontos egipcios.

Dijo con burla ganándose una mirada en blanco del pelirrojo. Prismo decidió iniciar el tema mas importante y se expresión se puso ligeramente mas seria.

Prismo: Debes estar preguntándote que haces aquí no es asi?..

Su pregunta salió calmada pero firme, causando que el joven asintiera en respuesta y mirarlo mas fijamente, esperando claramente que la entidad respondiera esa incógnita que le estaba carcomiendo la cabeza desde que despertó en esta habitación. Prismo sin pelos en la lengua, o tal vez sin pensar en la reacción del chico a lo que diría, respondió con un tono tan despreocupado pero que no hizo menos fuerte la respuesta para el pelirrojo.

Prismo: Es simple, moriste.

–Que?

Fue lo único que pudo decir, su voz carente de emoción mas que el shock por la revelación que se le fue dada mientras su cerebro procesaba tales palabras que mas pronto de lo que se esperarían, fueron digeridas.

Prismo: Lo que oíste, sucede que durante esa aburrida clase de ciencia hubo una explosión por que unos de tus compañeros mezclaron por error dos químicos altamente inestables. Luego ¡BOOM!

El tono tan despreocupado y casual de Prismo no ayudo al estado emocional del chico por la noticia, quien no aparto la mirada del único ojo visible de Prismo en ningún momento con una expresión tan, tan… Tan vacía. Prismo, dándose cuenta finalmente que su elección de palabras no fue la correcta se froto la nuca con incomodidad.

Prismo: Yo eh lo siento, no tengo mucha experiencia en estos temas, muerte es quien mas sabe sobre esto…

Sin respuesta, al menos por unos segundos.

–Mientes…

No fue mas que un susurro, un débil y tembloroso susurro, una suplica, por que de verdad estuviera mintiendo, el no podía estar muerto! El no podía! Apenas tenia 14! El era demasiado joven! No podía morir! No podía dejar a sus padres y a su hermana! Pero las siguientes palabras de Prismo cortaron su delirio en negación.

Prismo: Lo siento hombre… Pero es la verdad…

Su voz, ahora comprensiva y suave, cargado de empatía se le fue dirigida. La mano plana de Prismo se deslizo hasta un control remoto en el suelo, cuando su dedo presiono el botón rojo, una de las paredes al lado de ambos se encendió, la estática la cubrió por unos segundos hasta que mostro un video, la entrada de su escuela, ambulancias atendiendo alumnos y maestros, los bomberos apagando lo que restaba de las llamas en el laboratorio, padres llegando en sus autos para ver a sus hijos que eran atendidos por los paramédicos y subidos a las ambulancias, y otros para llorar sobre los cuerpos de sus hijos que no consiguieron sobrevivir a la trágica explosión. Los ojos del joven se abrieron en conmoción cuando su vista se enfoco en una imagen… Sus padres… Sus padres y su hermana menor… Llorando sobre su cuerpo casi vuelto carbón por la explosión y metido en una bolsa de basura.

Sus rodillas golpearon el suelo cuando estas perdieron la fuerza para mantenerlo en pie, sus hombros temblaron y mejillas se mancharon con las silenciosas lagrimas que caían de sus ojos. Esto no podía estar pasando… Pero estaba pasando… El habia muerto… Prismo lo miro con compasión, sin decir nada, dejando al chico derrumbarse y derramar las lagrimas que le fueran necesarias mientras se desplomaba en el suelo con fuertes sollozos. Lo único que se pudo oír en la silenciosa habitación, fueron los sollozos destrozados de aquel chico quien se abrazaba a si mismo en el suelo tratando de darse consuelo a si mismo.

Prismo: Estas mejor?..

Prismo pregunto suavemente una vez los sollozos del chico se detuvieron y sus sollozos se volvieron algunos hipidos mientras aparecía junto a el unos pañuelos que el pelirrojo tomo para sonarse la nariz y asentir lentamente, seguía dolido, pero al menos ya estaba mas estable que antes. Prismo suspiro y golpeo sus dedos entre si, debatiéndose internamente si podía o no decirle al pelirrojo la razón principal por la que lo trajo aquí. Pero cuando estaba por tomar su decisión, el chico hablo antes.

–Concedes deseos verdad?..

Prismo lo miro con el seño levemente fruncido, sabia el por que de esa pregunta pero no evito que asintiera lentamente.*

–Deseo volver antes de la explosión.

Prismo: Lo siento pero no…

Prismo dijo con calma mientras el chico dejaba caer la cabeza resignado.

Prismo: No puedo cumplir deseos que alteren el orden natural de la vida o la muerte, además, cumplo deseos a los que vienen a mi, y yo te traje… Así que lo siento, pero no…

Explico, con voz cargada de empatía, entendía el deseo de este chico por volver con su familia pero tristemente eso no era una opción. Además, el chico habia muerto definitivamente en su mundo y era algo que el no podía cambiar, solo la muerte y la vida podían.

–Entonces que estoy haciendo aquí?... Vas a juzgarme y mandarme al cielo o al infierno?..

Aun con las emociones que cargaba, no evito preguntar con confusión ante la razón de su presencia en esta habitación junto a el. Prismo sonrió levemente, divertido por tal suposición lejos de la realidad.

Prismo: Para nada hombre, te traje aquí personalmente para proponerte algo que creo podría interesarte.

Respondió, esperando que sus siguientes palabras alegraran un poco el estado emocional y mental del muchacho adolescente que lo miro con cansancio y melancolía.

Prismo: Te gustaría visitar otro mundo?

La expresión amarga del chico se desvaneció en un instante a una de incredulidad ante tal propuesta. Ir a otro mundo? Era algo que siempre le encantaba y entretenía ver cuando estaba en casa y viendo internet, muchas veces fantaseo con algo así… Pero no estaba tan emocionado como pensó que estaría… Tal vez fuera por lo que tuvo que perder para lograrlo. Sonriendo tanto como su estado emocional actual le permitió, respondió.

–No suena tan mal… Es uno que conozco?

Prismo: Me temo que no, seria injusto si conocieras el mundo al que te enviare, pero te mandare con algunas ventajas que yo mismo elegiré.

El pelirrojo asintió levemente ante la explicación. Lentamente, se seco los restos de lagrimas que le quedaban en sus ojos y miro a Prismo. No sabia a que clase de mundo seria enviado, posiblemente uno bueno o uno donde podría morir apenas llegar, no lo sabia, pero a este punto no perdía nada con intentarlo.

–Y como es este mundo?

Pregunto, esperando saber mas del mundo al que se le seria enviado para estar preparado lo mas posible. Prismo sin embargo sonrió.

Prismo: Vamos, no esperaras que te de información yo mismo? Eso le quitaría toda la emoción.

Dijo antes de que con una estática de colores, a los pies del pelirrojo apareció un frasco de pepinillos con una etiqueta con la palabra "P" inscrita en ella.

Prismo: Toma, para el camino.

Dijo con una sonrisa a lo que el joven tomo el frasco y lo inspecciono levemente, jamás habia probado pepinillos en su vida así que no sabia que esperar del sabor pero igualmente asintió. Mantuvo el frasco en sus manos y miro a Prismo con calma.

–Gracias supongo.

Prismo: Descuida, una vez llegues al mundo, universo, como quieras llamarle, recibirás las ventajas, pero no serán unas que notes, al menos no de inmediato.

El chico volvió a asentir ante esa explicación mientras sostenía el frasco de pepinillos en su mano. Prismo sin decir mas alzo una mano en despedida al momento que el pelirrojo desaparecía en un montón de pixeles de colores.

Prismo: Espero y sobreviva…

[PARA MEJOR AMBIENTE ESCUCHAR: One Chance Music – Main Theme (Story Of Life)]

Cuando abrió los ojos, levemente desenfocados, distinguió que donde estaba parecía un parque, oh eso creía, estaba demasiado sucio y destruido como para estar totalmente seguro. Miro el frasco de pepinillos en su mano con aquella "P" en la etiqueta antes de mirar alrededor en busca de mas gente rondando el lugar, pero todo lo que vio fue escombros y basura, con una mano, se sujeto la cabeza, por alguna razón comenzaba a sentirse algo mareado y con bastante calor de por medio, no entendía por que, si el cielo estaba cubierto en su totalidad por nubes grises que no dejaban un solo espacio para la luz solar. Con una sensación de jaqueca molestando su cabeza y el calor que abrazaba su cuerpo, avanzo hasta lo que distinguió como una ciudad. Sus pasos sonaron contra la tierra bajo sus zapatos mientras esquivaba los escombros y basura que se interponían en su camino. El dolor de cabeza junto al calor no hacían mas que aumentar gradualmente mientras avanzaba hacia la ciudad que comenzaba a aclararse mientras mas se acercaba, su mirada, antes tranquila, comenzaba a presentar cierta fatiga, como si llevara horas sin descanso.

–Que rayos me pasa?..

Susurro irritado, sintiéndose bastante enfermo por alguna razón. Pero esa sensación quedo de lado por un momento cuando finalmente pudo ver bien la ciudad… O lo que quedaba de la ciudad… Edificios derrumbados o apunto de estarlo, calles vueltas escombros, ventanas rotas como si hubieran sido impactadas con una gran fuerza, autos chocados o volcados como si una ola de caos se hubiera desatado, postes a medio caer y que aun expulsaban algunas chispas de sus cables rotos… Todo acompañado con un horrible y perturbador silencio solo arruinado por la lenta y caliente brisa que hacia sacudir las pocas hojas que colgaban de los arboles.

–Que paso aquí?..

Fue el susurro que salió de los labios del chico, quien por poco dejo caer el frasco de pepinillos por el shock de la escena frente a el. Todo estaba vuelto ruinas, sin señales de vida hasta donde alcanzara la vista, con una mirada ansiosa, camino lentamente entre los escombros y destrucción. Mientras caminaba, abrió el frasco de pepinillos, necesitaba algo para calmar el miedo que comenzaba a emerger en el y su método principal era la comida. Tomo un pepinillo y lo mastico antes de escupirlo cuando el sabor golpeo sus papilas gustativas mientras hacia una mueca de asco.

–Ugh…

Gimió disgustado antes de cerrar el frasco, no lo tiraría, viendo la situación actual a su alrededor, no quería desechar posiblemente el único alimento que tendría. Se detuvo junto a un puesto de periódico, sintiendo su fatiga y mareo aumentar poco a poco con cada minuto que pasaba, se inclino para leer uno de los titulares en espera de haya algo que le ayudara a saber que habia ocurrido en este nuevo mundo. El frasco cayo al suelo rompiéndose en pedazos mientras sus ojos leían una y otra vez el titulo en el periódico.

¡SE CONFIRMAN LOS RUMORES SOBRE LA TERCERA GUERRA MUNDIAL!

El día de ayer, a las 8:35pm, el presidente confirmo del inicio de la tercera guerra mundial entre Rusia, Estados Unidos, Turquía, Italia, Bélgica, Alemania, y otros países. Se desconoce el motivo del inicio de la guerra por cooficialidad del gobierno. El gobierno recomienda la temprana evacuación antes del 13 de Agosto de este año, fecha confirmada para oficialmente dar inicio a la guerra, dirigirse a los centros de evacuación o a las bases militares.

8 de Agosto del 2021

La boca del chico cayo momentáneamente al leer el periódico, no podía creer lo que sus ojos veían, estaba en un mundo devastado por la guerra, ahora entendía por que el estado tan deplorable de la ciudad. Pero sobre todo… Entendía por que se sentía tan mal… Estaba expuesto a radiación! Se sujeto la cabeza en puro horror ante la realidad que lo golpeaba, Prismo lo habia mandado para morir aquí por diversión? No quería creer que fuera así, pero no veía otra explicación. Sentía ganas de llorar otra vez, habia aceptado ser mandado a otro mundo esperando tener una nueva vida después de perder la suya y ahora estaba apunto de perder esta también sin siquiera comenzarla. Su miedo y su desesperación lo llevaron a la única opción que su joven mente podía imaginar, correr, no sabia por que, tal vez para buscar mas gente, tal vez para llegar a algún lugar seguro, o solo para huir de todo. Mientras corría, sus pasos se volvieron mas lentos y pesados, la fatiga lo estaba superando, pronto cayo cuando tropezó con una roca, cayendo al suelo con un sonido rasposo, tosió violentamente, el sabor a hierro llego a su boca cuando escupió sangre, su mirada se desenfoco mientras débilmente trataba de mantenerse consciente de su entorno. Así iba a morir? De nuevo? Por radiación? Solo? Lo ultimo que pudo distinguir antes de perder la consciencia fue dos siluetas acercarse a el rápidamente antes de que todo se volviera oscuro.

La pequeña miro con una mezcla de preocupación, confusión, y sobre todo impresión a su padre quien le sonreía con calma sentado a los pies de la cama. La pequeña mente de la niña tratando de comprender todo lo que escucho de la breve historia que su padre le conto, su padre era de otro mundo, murió y fue mandado a otro mundo, este mundo, valla que era algo que jamad espero. Con un matiz ansioso en su inocente voz, hablo, apretando la sabana con sus manos.

–Y que paso después?..

Pregunto con ansias la niña, sus llamas aumentaron levemente por las emociones que la invadían. Sin embargo, el pelirrojo solo rio suavemente.

–Mañana te cuento, ya es demasiado tarde y necesitas dormir…

La niña hizo un puchero, quería seguir oyendo y saber como su padre se salvo de esa situación, pero no discutió y se acurruco en la cama mientras su padre se inclinaba y la besaba en la frente, sin que el calor del cuerpo de la pequeña lo afectara.

–Buenas noches princesa…

–Buenas noches papi.

El se levanto de la cama y camino hacia la puerta, se detuvo en el marco y bajo el interruptor, apagando la luz del techo y dejando que la pequeña lámpara de lava en la mesita de noche iluminara tenuemente la habitación. Dando una ultima mirada a su hija sonrió y cerro la puerta mientras la pequeña miraba al techo, aun procesando esta parte de la historia de su padre. El se apoyo contra la puerta con un largo y pesado suspiro… Fue bastante difícil recordar ese momento de su vida, agradecía a la magia que lo ayudaba a almacenar sus recuerdos por si alguna vez necesitaba recordar algo en especifico. Sacudiéndose levemente el cabello se acerco a una ventana, movió levemente la cortina para ver atreves del cristal… Sus ojos se enfocaron mas haya del bosque, donde alcanzaba a verse una torre, una torre de galleta que formaba parte de un castillo. Entrecerrando su mirada con cautela, cerro la cortina y apago la luz mientras se iba a dormir a su habitacion.

FIN CAPITULO 1