Notas:
Y aquí esta, el capitulo final de este pequeño fic.
Una disculpa si tarde en traerlo, la verdad, me estaba costando un poco de trabajo el plasmarlo, pero ya esta aquí. El tan esperado quinto día.
Espero haberlo hecho y escrito bien. Ahora sin más, disfruten la lectura ❤️
La cual esta llena de drama y con final feliz (ya saben a lo que me refiero, giño, giño)
Dia 5. Instrucciones:
"Hacerlo lentamente, sintiendo el calor del otro"
—Esto no puede estar pasando...— dijo Maki estando al borde de su cama.
Tanto ella como Yuta estaban en shock.
—Ni yo puedo creerlo... y eso que ni siquiera vamos a mitad de curso...como para comenzar con los intercambios escolares — Yuta y apenas hablo. También él estaba sentado a un lado de ella.
Después de recibir aquella impactante noticia por parte de Satoru, Maki y Yuta habían ido a la habitación de esta.
Estaban procesando aquella noticia sobre que Okkotsu viajaría al extranjero por un tiempo. De verdad los había tomado desprevenidos.
—¿Qué se cree ese idiota de ojos vendados?— dijo Maki muy molesta —¿Cómo te va a mandar así por así a África? ¡Eso es algo tan! ¡Agh!— gruñó y se puso de pie. Empezó a caminar de un lado a otro.
—Bueno, por lo que el sensei explico, es porque quiere que yo vaya a encontrar algo en aquel país — comento Yuta moviendo un poco las manos.
—¡¿Y por qué mejor no va el mismo?!— comento Maki molesta sin detenerse de ir de un lado a otro.
—Eso es porque él tiene mucho trabajo que hacer aquí en Japón y, además — Yuta pasó su mano por su nuca —Con eso de que hace poco recupere mi título como "alumno de grado especial" pues... tiene sentido que me mande a mí en su nombre... además no me desagrada la idea.
—¿Qué dices?—Maki se detuvo en seco ante tales palabras.
—Solo digo que no me desagrada la idea de salir del país. Además, siento que Gojo sensei lo está haciendo con buenas intenciones...
—¡No lo estés defendiendo!
—No lo estoy defendiendo Maki san, pero simplemente siento que este es un gran paso para mí... uno muy bueno en realidad.
—¿Qué estás tratando de decir?— cuestionó está cruzando sus brazos sobre su pecho —¿Estás diciendo que si quieres ir a África?
—Pues... — Yuta soltó el aire de golpe —Si, lo veo como una gran oportunidad para mí.
—¿Así que piensas abandonarnos? ¿Piensas dejarme sola con esos dos idiotas?— pregunto Maki con ofensa al hablar de Toge y Panda.
Aquella actitud le sorprendió a Yuta.
—¡Claro que no pienso abandonarlos!— Respondió con seriedad— ¡Pero siento que por algo está misión me fue dada a mí! Simplemente lo veo como una oportunidad para aprender más y demostrarme a mí mismo de que puedo hacer algo importante incluso fuera del país, esta experiencia podría ayudarme hasta crecer incluso como hechicero — contesto apuntándose a sí mismo.
Yuta siguió hablando— Además, hace un año atrás, tú ya convivías con Panda e Inumaki antes de que yo ingresara a esta academia, así que en teoría no estarías sola... no entiendo por qué eso te molestaría si ellos son nuestros amigos.
—¿Y qué hay de mí? ¿Qué hay con esto?— pregunto Maki con la indignación en la garganta y apuntándose a sí misma.
—No entiendo lo que tratas de decir...— comento Yuta con confusión.
—¡Hablo de nosotros!— dijo Maki elevando la voz y moviendo las manos de un lado a otro—Hablo sobre que pasara con lo que iniciamos... con esto de los cinco días...
Yuta la miro fijamente.
—¿Acaso solo te importa eso?—pregunto con firmeza.
—¿Y a ti no?— dijo está dando unos pasos hacia él, quedando frente a frente —¿Acaso no quieres hacerlo conmigo? ¿Entonces que fue esa estúpida confesión tuya de la mañana?
—¡Sabes que si quiero hacerlo contigo! — dijo Yuta con firmeza —Y esa confesión fue sincera y salió desde el fondo de mi corazón... pero creo que no es correspondida de la mejor manera y manos ahora que me ire en unos días... — bajo la mirada.
Aquello hirvió la sangre de Maki. Tenía que acabar lo que iniciaron. Se sentía desesperada y empezó a actuar sin pensar.
—Entonces para que te puedas ir libremente — Maki tomó el borde de su propia camiseta y se la quito rápidamente al igual que su sostén, dejándolos caer al suelo.
—¡¿Q-q- Qué estás haciendo Maki san?!— pregunto Yuta todo rojo y sorprendido al mismo tiempo que veía a Maki desnudarse frente a él. Esta se quitó casi todas sus ropas, a excepción de sus pantaletas. Y así semi desnuda empezó a acercarse a él, subiéndose sin previo aviso a las caderas de Yuta.
—Estoy terminando lo que empecé. Así que hay que hacerlo de una vez... tengamos sexo... hagámoslo para que te vayan tranquilo — dijo Maki con firmeza, sujetando el rostro de Yuta y empezando a besarlo con desespero.
—¡Maki espera!— susurro Yuta contra sus labios, aquello fue tan repentino que no sabía cómo actuar.
Las manos de Maki viajaron con rapidez a la camiseta de Yuta, parecía desesperada por quitársela, como si quisiera ya acabar con eso a pesar de no sentirse lista y mucho menos saber lo que hacían.
—Maki detente...— susurro Yuta una vez más, tratando de evitar que esta le quitara aquella prenda, pero fue inútil, Maki lo despojo de esa camiseta mientras le llenaba de besos los labios y el cuello.
Por un momento, Yuta perdió el control de sí mismo, se estaba dejando llevar por la lujuria. Aún en aquella posición de esta arriba de él y contra sus caderas, Yuta acaricio el cuerpo semidesnudo de Maki, pasó sus manos por su espalda y la pego más a él. Incluso su boca fue a los senos y cuello de esta, empezando a chuparlos y besarlos.
—Yuta— Un gemido salió de la garganta de esa peliverde.
—Maki...— susurro Yuta contra el cuello de esta.
Pero su lado razonable empezó a calmarlo y a traerlo de vuelta a la tierra. Aquello estaba mal en ese momento. No sé sentía listo y menos cuando lo practicado los cuatro días anteriores se estaban yendo por el caño con ese desespero en querer hacerlo a la prisa.
—Yuta por favor... házmelo de una vez y acabemos con esto– Maki gimió contra su boca, mientras se movía sugestivamente contra las caderas vestidas de él. Parecía desesperada.
Yuta en un rápido movimiento, acostó a Maki contra el colchón para separarla de él. Nunca había aplicado ese tipo de fuerza contra ella.
Aquello sorprendió a Maki, su respiración errática empezó a calmarse una vez vio la seriedad con la que Yuta la miraba mientras esté se subía sobre ella. El rostro de Maki se puso todo rojo. Incluso un escalofrío recorrió su médula, pero no era uno de deseo. Sino de miedo.
El chico se posiciono aún semi vestido arriba de ella, con sus brazos a cada lado de la cabeza de Maki, así como dejo caer suavemente su peso sobre ella, acomodándose entre las piernas de esta, sin dejar de mirarla fijamente a los ojos.
Maki soltó todo el aire de golpe, verlo arriba de ella le había cortado el aliento. Y lo que venía a continuación casi le haría detener su corazón. Pero al mismo tiempo, se lo rompería en trozos.
Yuta acercó sus labios a los de su compañera, los beso varias veces de manera tierna. Después empezó a bajar por su cuello, hasta llegar al centro de sus senos.
Las piernas le temblaron a Maki. Pensaba que quizás ya iban a avanzar a lo siguiente, a dar aquel gran paso a pesar de no saber si estaba lista para que este entrará en ella.
Pero Yuta detuvo tanto los besos como las caricias.
—Lo siento Maki san...— dijo este en un tono muy serio, mientras volvía a apoyarse sobre sus brazos para mirarla fijamente — Pero no puedo hacer esto...— empezó a separarse de ella.
—¿Qué?— salió con dificultad de la garganta de Maki —¿P-p-por qué no?¿Acaso realmente no quieres hacerlo conmigo?
Yuta tomó un gran respiro antes de hablar—Claro que quiero hacerlo contigo, pero no de este modo...— dijo sobre sus rodillas.
—¿A qué te refieres?— pregunto Maki con confusión mientras se sentaba en medio del colchón.
—No quiero hacerlo de este modo tan apresurado y forzado... se siente tan rápido que no lo estoy disfrutando...— Yuta se fue acercando a la orilla de la cama.
Maki apretó los puños ante tales palabras. Sabía que se había dejado llevar de la peor manera.
—Dime Maki san ¿Qué sentido tenía hacerlo lento los anteriores días y acércanos y conocernos en cada aspecto para terminar haciéndolo así...Tan... apresurado?— pregunto Yuta poniéndose de pie —Realmente no quiero hacerlo de esta manera...
—¿Entonces no quieres estar conmigo? ¿Es eso?— pregunto Maki indignada mientras se sentaba en el borde de su cama.
—Como dije si quiero estar contigo, pero no de esta manera —Yuta tomó su camiseta del suelo y empezó a ponérsela.
—No lo entiendo...— dijo Maki confundida y mirándolo fijamente.
—Maki san, quiero estar contigo, si — dijo Yuta con firmeza —Pero también quiero sentir que quieres estar conmigo...— confesó.
—Pero yo sí quiero hacerlo ¿Eso no debería bastar?— Maki sonaba indignada.
—En este momento no me refiero a hacerlo o no... sino que desgraciadamente— suspiro desanimado — Yo me enamore de ti y hacerlo tan apresurado me esta afectado...
—Pero pensé que habías dicho que sí yo solo te veía como un simple amigo con derechos, lo entenderías y que si yo solo quería que continuemos con esto sin ser nada más formal, lo harías sin problemas ...— dijo Maki recordando lo dicho por él anteriormente.
—Se que lo dije, pero ahora siento que me equivoque... no puedo continuar con esto... no asi...— confesó Yuta mirándola a los ojos.
Eso le dio un golpe muy fuerte en el corazón a Maki, tan duro fue aquel golpe de realidad que hasta la hizo apretar los labios y los dientes.
—Y cómo te dije en mi confesión de hace rato, no tienes por qué responderme ... aunque siento que ya se cuál es tu respuesta a todo esto... — dijo Yuta con desánimo.
—Pero Yuta... Yo...— Las palabras no lograban salir del todo de la garganta de la peliverde.
—Lo siento Maki san pero no puedo hacerlo contigo en este momento, perdón pero no me siento bien y tengo miles de cosas que hacer antes de irme a África...— dijo tomando la perilla y saliendo rápidamente de esa habitación sin decir nada más.
Todo aquello dejó a Maki con un nudo en la garganta. Se sentía fatal porque en su desesperación por concluir con aquel estúpido reto, la hizo meter la pata y arruinarlo todo.
—Yuta...— dijo esta antes de morderse la lengua.
Maki se dejó caer de espaldas y se cobijó con su sábana hasta la cabeza aun así semidesnuda, sintiendo como sus lágrimas bajaban por sus mejillas.
—Yo también me enamore de ti idiota...— confesó ella, abrazándose a sus rodillas entre lágrimas bajo aquella cobija—Pero no quiero que te alejen de mi...— sollozo —Soy una idiota por no decirlo...
Realmente su mañana había sido muy agitada en un sube y baja de emociones que ahora solo la hundían bajo esas sábanas. Y más ahora que aquel al que amaba lo mandarían lejos de ella.
Pero su orgullo parecía no cooperar.
02:50 p.m.
Aquel sábado se sentía demasiado extraño. Parecía como si toda la felicidad de los días anteriores se hubiera desvanecido en un abrir y cerrar de ojos.
Llego la tarde y Maki aún seguía bastante decaída. Incluso se quedó dormida en su habitación después de llorar un rato después de ese agitado y ese casi forzado encuentro entre ella y Yuta.
—¿Acaso me vi muy intensa?— se preguntó mientras se levantaba de su cama y recogía su ropa del suelo —Tal vez no debí haber apresurado las cosas...— pensó para sí misma.
Y más que las palabras de Yuta tenían razón, se suponía que aquello era ir "lento" por algo se llamaba "sexo lento"
—Seré idiota...— se dijo a sí misma mientras se vestía.
Se peinó y después tomo su celular. Noto que eran cerca de las tres de la tarde. Suspiro. Debía salir de ahí antes de volverse loca. Quizás un poco de comida podía ayudarla a pensar más claramente.
Maki salió de su habitación y se dirigió directamente a la cocina.
Una vez llegó al comedor, se encontró con sus otros dos compañeros, por los cuales, Maki se sintió mal de haberlos ofendidos en su momento de locura y lujuria pasajera. Y más que ellos fueron su primera compañía una vez entró en la academia.
Así que se acercó a esos dos, los cuales estaban comiendo y de paso, estaban haciendo mucho ruido.
—Maki ¿Dónde estabas?— pregunto Panda con curiosidad.
—En mi habitación, estaba dormida ¿Por qué?— contesto está tratando de sonar a ella misma, de forma desinteresada y un tanto a la defensiva, mientras se sentaba a un lado de esos dos. Más específicamente a un lado de Inumaki.
—Pensamos que habías salido junto a Yuta hacia la ciudad para ir a comprar algunas cosas que necesitará para su viaje.
—mmmm— la peliverde solo hizo ese ruido.
—¿Ya lo sabes, Verdad?— pregunto el animal moviendo las orejas.
—¿Saber qué? — Pregunto Maki muy a la defensiva.
—¡Qué Yuta se va a África! ¿Puedes creerlo?— dijo su peludo amigo muy sorprendido.
—Salmón— Inumaki movió ambas manos.
—Si ya lo sabía...—Maki gruño — el idiota vendado nos lo digo a Yuta y a mí a la hora del desayuno— dijo está muy molesta —Así que ustedes ya lo saben también ¿Eh?— preguntó recargando sus codos en la mesa y su rostro en sus manos.
—Si, nos lo acaban de decir hace un rato atrás— contesto Panda moviendo sus patas — Realmente fue una noticia que nos sorprendió bastante pero que la vez nos alegra por Yuta.
—¡Shake!— Inumaki afirmó con la cabeza.
Maki suspiro y desvío la mirada.—Si, supongo que si se lo merece...
—¿Tuna Mayo?— pregunto Toge mientras le ofrecía un bocadillo a su compañera.
Esos dos sobre la mesa, tenían varios platillos con varios tipos de sushi, bolas de arroz y demás comida tradicional.
—¿Y esto? ¿Por qué ustedes dos tienen tanta comida en la mesa? ¿Acaso fueron de compras o la ordenaron a domicilio?— pregunto Maki al notar todos esos alimentos sobre la mesa.
—Estos platillos los trajo Gojo sensei —comentó Panda mientras mordía un sushi— Digamos que quiso suavizar la noticia de que Yuta se irá del país con algo de comida.
Maki suspiro—Así que ese idiota si se va a ir ¿Eh? — tomo con sus dedos, un sushi que sabía se llamaba igual que ella — Definitivamente Yuta ya nos dejó a un lado...— su tono de voz era de total tristeza mientras comía aquello.
—Tuna Mayo...— Toge suspiro y bajo sus palillos, al igual que bajo los hombros en un gesto de tristeza.
—Si...— Panda también suspiro— Parece que mi presentimiento se hizo realidad. Yuta se va a a ir de nuestro lado.
—¡Shake!— Toge movió sus manos, ejemplificando un brinco con sus dedos—¡Copos de bonito!— bajo la mirada.
—Tienes razón, él ya dio un paso gigante como hechicero de grado especial, así que ahora nosotros somos quienes nos quedamos atrás— Panda trago otro sushi—Solo espero que estando en el extranjero no nos olvide. O que mínimo no nos reemplace por otras personas.
El escuchar esas palabras hizo que el corazón de corazón doliera todavía más, sobre todo cuando se empezó a cuestionar algunas cosas como: ¿Y si conocía a alguien más en el extranjero? ¿Y si la terminaba olvidando? ¿Y si Yuta se enamoraba de otra chica estando fuera de Japón?
Esas preguntas le dolieron bastante, que Incluso sus lágrimas empezaron a acumularse en sus ojos.
—¿Maki, estas bien?— pregunto Panda al ver que su compañera estar muy callada.
—¿Hoja de Mostaza?
Maki parpadeo varias veces para despejar sus lágrimas y simplemente se hizo la dura.
—¡Lo estoy, si ese idiota se quiere ir que se vaya!— grito molesta, tomo unos palillos y tomó otro rollo de sushi, el cual llevo rápidamente a su boca. Pero el mal sabor de boca que traía ante tal situación, no le dejaba disfrutar de aquella deliciosa comida— No lo necesitamos...— dijo con la boca llena.
Sus compañeros se miraron entre si al notar la tristeza y el mal humor de Maki. Sabían que ella era la más afectada por esa noticia, podían verlo en sus gestos.
Después de unos minutos de comer en silencio, Toge y Panda parecían haber compartido un mismo pensamiento. Uno que sentían era una buena idea para que la despedida no doliera tanto.
—¿Y si?...— Panda empezó a hablar una vez acabo de comer una bola de arroz.
—¿Shake?
—¿Huh?— Maki elevo su mirada a sus compañeros.
—¿Y si le hacemos una fiesta de despedida a Yuta?— comento Panda con una gran sonrisa.
—¡Salmón!— Toge elevo el pulgar en señal de aprobación.
—¡¿Qué?!— salió de la boca de Maki con sorpresa.
—¡Dije que hay que hacerle una fiesta de despedida a Yuta!— comento el animal muy alegremente — Así podemos despedirlo como se debe y desearle buena suerte en su viaje a África.
—¡Kombu!— Inumaki movió la cabeza en señal de estar de acuerdo con lo dicho con su amigo animal.
Maki en cambio, hizo una enorme mueca de desaprobación con los labios.
—Levanten la mano o la pata quienes estén a favor de la fiesta— dijo el animal elevando su pata, al mismo tiempo que Toge elevaba la mano derecha.
—Jejeje Bien, Inumaki está votando porque si lo hagamos — Panda miro a su compañera —¿Qué dices tu Maki? ¿Le hacemos una fiesta de despedida a Yuta? Incluso podemos invitar a Fushiguro y a los maestros para darle una buena despedida a Yuta.
Maki comió más sushi —Hagan lo que quieran par de idiotas— dijo con la boca llena para fingir que no le interesaba aquello.
Pero por dentro, se moría y solo quería gritar.
—¡Juju! ¡Bien! ¡Decidido! Mañana le haremos una fiesta de despedida a Yuta!— comento Panda con una enorme sonrisa —Le diré a Masamichi sobre nuestra idea para que nos proporcionen las cosas necesarias, no creo que este nos diga que no a esto. Además, podríamos invitar a Kusakabe también. Sobre todo, porque somos muy pocos en la academia actualmente.
—¡Tuna Mayo!— Toge también parecía muy emocionado con todo eso.
En cambio, Maki para nada estaba feliz con eso, pero no le quedó aceptar de mala gana aquella idea de una fiesta de despedida.
10:20 p.m.
La tarde paso volando, llegando así la inminente noche. Una noche que parecía ser bastante triste.
Maki ya estaba acostada en su cama, con sus cobijas cubriéndola casi por completo, solo su rostro salía levemente.
Estaba acostada sobre su lado derecho, se encontraba viendo una película policíaca en su celular, pero de vez en cuando, su mirada se desviaba hacia la puerta, quizás era la leve esperanza la que la mantenía despierta y le hacía imaginar que Yuta llegaría a su habitación como lo hizo días anteriores. Pero parecía que eso nunca pasaría. Así que sus ojos se estaban cerrando de cansancio y de tantas lágrimas derramadas.
10:58 p.m.
Ya eran cerca de las 11 de la noche cuando Maki dio un sobresalto y abrió los ojos de golpe, ya que escucho unos pasos cerca de su puerta. Escucho como la madera ahí fuera crujía, y por un momento notó como si alguien estuviera parado afuera de su habitación. Ya que esta alcanzaba a ver una sombra por aquel diminuto espacio debajo de la puerta.
—¿Yuta?— susurró Maki, con la esperanza en la garganta.
Sentía que su corazón se saldría de su pecho debido a la costumbre de ver a Yuta parado ahí fuera de su puerta.
¿Acaso si había ido? ¿Acaso sería él?
Maki noto como esta sombra se quedaba unos segundos ahí fuera, pero enseguida se fue a la derecha a pasos acelerados.
Se levantó rápidamente de su cama y se acercó casi corriendo a su puerta.
—¿Yuta eres tú?— abrió la puerta de golpe, esperando alcanzar a ver a su compañero, pero una vez se asomó, notó que no había nadie ahí afuera de su habitación.
Maki sintió su corazón romperse todavía más. En especial al ver que aquel pasillo estaba completamente vacío y ya no se escuchaban aquellos pasos acelerados.
—Quizás fue mi imaginación... o quizás solo me estoy volviendo loca...— se dijo en voz baja.
Suspiro y así con el corazón roto entró a su habitación una vez más, cerrando la puerta detrás de ella.
Recargo su espalda en la puerta, se sentó en el suelo y simplemente se soltó a llorar.
—Lo arruine... soy una tonta, he arruinado todo esto y ahora él se va a ir de mi lado...— dijo mientras se abrazaba a sus rodillas y lloraba amargamente —Yuta... te amo...
Fue tal la tristeza que sentía, que con las pocas fuerzas que le quedaban, se levantó y camino hasta su cama, se acostó y se cobijó hasta la cabeza. Simplemente trató de dormir aun teniendo el corazón destrozado.
Desgraciadamente no supo a qué hora se quedó dormida de tanto llorar.
Domingo.
Maki había dormido gran parte de la mañana y parte de la tarde. Incluso ese día no hizo ejercicio por la tan desanimada que estaba. Estaba tan deprimida que no se podía poner en pie.
Realmente no quería salir de su cama, pero debía hacerlo y más cuando sus otros dos compañeros fueron hasta su habitación para sacarla de ahí, ya que querían que fuera a ayudar a organizar el salón donde se llevaría a cabo aquella fiesta de despedida.
Incluso comió poco pero apurada, ya que sus compañeros querían aprovechar que Yuta no se encontraba en la academia para terminar de preparar la sorpresa, ya que su compañero había salido junto con Satoru a arreglar los últimos detalles antes de partir al día siguiente.
05:45 p.m.
—Bien, Yuta no tardará en regresar, así que debemos apurarnos en terminar de arreglar este salón — comento Panda muy emocionado.
—¡Shake!— Inumaki movió con alegría sus manos, apuntando a los bocadillos que había en una mesa.
—¡Tienes razón! Lo bueno que la comida ya está lista para cuando él llegue.
—¿Tuna?
—Si, yo digo que ya tenemos suficientes globos adonando el lugar.
Esos dos parecían muy emocionados, y más al ver como estaba quedando aquel salón que estaban decorado.
En el pizarrón tenían escrito en letras muy grandes "Buen viaje Yuta", así como había varios dibujos de ellos cuatro en sus versiones chibis, así como también habían colocado pequeños mensajes de buena suerte.
Había varias cadenas de colores colgando por todos lados. Al igual que había muchos globos por todo el lugar, así como también había algunas tiras de colores colgando del techo.
Al igual que esos dos habían conseguidos muchos y deliciosos bocadillos, postres y sodas para compartir. De verdad esos dos querían que esa despedida fuera especial.
—Muchas gracias Fushiguro kun por ayudarnos a decorar— contesto Panda comiendo un pequeño aperitivo antes de continuar — Sin tu ayuda hubiéramos tardado mucho más.
—¡Tuna Mayo!— Toge le dio una palmada en el hombro a aquel azabache.
—Es cierto, fuiste de gran ayuda.
Megumi suspiro. No estaba aún tan acostumbrado a convivir con sus senpais, aun así acepto de buena gana aquella tarea —No hay de que, simplemente lo hice por Okkotsu senpai.
—¡Juju! En serio. Espero le guste esta fiesta de despedida ¿Verdad, Maki?— pregunto el peludo animal girándose a ver a su compañera, quien estaba sentada en uno de los pupitres, terminando de atar una cadena de colores que faltaba por colgar.
Ella estaba en total silencio, admirando la decoración, pero con un corazón triste. Recordando simplemente las palabras que Yuta le había dicho antes de irse de su habitación el día anterior.
—¿Acaso lo habré presionado de muy mala forma?— se cuestionaba mentalmente —¿Acaso yo fui la del error? Si lo más seguro que yo fui la del error— suspiro— Tal vez solo debí mantener mi boca cerrada y nunca debí haber propuesto eso de los cinco días... ahora él me ha de odiar de seguro — se decía mentalmente.
Su mente estaba llena de miles de pensamientos que la comían con rapidez.
—Idiota...— susurro para sí misma. Definitivamente esas palabras iban más para ella que para Okkotsu.
—¿Maki, estas bien?— pregunto Panda, poniéndose frente a ella.
—¿Uh? — esas palabras de su compañero peludo sacaron a Maki de sus pensamientos destructivos—¿Qué pasa?— lo miro con seriedad.
—Pregunte que si estas bien— volvió a decir el animal.
—¿Hojuelas?— Toge también se acercó a ella.
Maki se encogió de hombros —Lo estoy, ¿Por qué?— pregunto molesta.
—No, por nada, simplemente te ves muy distraída desde ayer— dijo Panda moviendo las orejas —Y pensábamos que algo te está pasando... o que quizás algo te está molestando...
—Kombu.
Maki soltó el aire con molesta —Dije que estoy bien, simplemente estoy aburrida por toda esta cursilería— dijo está poniéndose de pie, mostrando aquella cadena que ya había terminado de armar, la cual dejo sobre el pupitre —Es más, mi mal humor se debe a que tengo mucha hambre y si ese idiota no llega pronto, me voy a acabar toda su comida— dijo yendo a la mesa de los bocadillos.
Los tres ahí presentes simplemente la miraron con confusión.
Sus compañeros desde ayer notaban a Maki más triste de lo normal. Incluso vieron como esta simplemente se fue directamente a su cuarto después de decidir qué harían aquella fiesta de despedida. Sabían que ella era la más afectada ante la repentina decisión de que Yuta saliera del país. Aun así querían ayudarla, ya que sabían que ella actuaba de ese modo debido al dolor que no expresaba frente a ellos.
Los tres chicos ahí presentes, querían decirle que todo estaría bien y que debería decirle a Yuta lo que ella sentía por él. Pero al mismo tiempo, no querían recibir un golpe de esta, así que mejor decidieron darle su espacio.
—¿Por cierto? ¿Ustedes han visto a Okkotsu senpai? No lo he visto en toda la mañana— pregunto Megumi a sus dos senpais.
—Después de desayunar se fue junto a Satoru a terminar los últimos detalles antes de su viaje de mañana — comento Panda— Sobre todo, creo que fueron al aeropuerto a mandar sus maletas de una vez, asi como fueron a conseguir más cosas para el viaje.
—Ya veo, entonces han sido dos días muy agitados para Okkotsu senpai— comento Megumi.
—Y sí que lo ha sido— dijo Panda moviendo sus orejas —Aun así, ayer pasó un rato con nosotros dos.
—Kombu— Dijo Toge afirmando con la cabeza.
—¿Okkotsu senpai ayer estuvo con ustedes dos? — Megumi pregunto ladeando un poco la cabeza.
—Jejeje así es. Ayer en la noche estuvo con Toge y Conmigo — siguió hablando Panda —Estuvimos hablando hasta tarde y de paso, estuvimos jugando con un nuevo video juego que Toge consiguió hace poco.
—¡Tuna Mayo! ¡Hojuelas de bonito!— comento Inumaki moviendo sus manos muy animado.
—Es cierto, jeje jugamos hasta tarde y Toge nos ganó en casi todas las partidas. Y después de eso, como cerca de las once de la noche él se fue a su habitación— explicó Panda —El pobre también se veía muy decaído. Quizás se debía a las vacunas que le dieron para su viaje y al cansancio de preparar todo en solo dos días.
Aquellas palabras sorprendieron a Maki, quien estaba escuchando todo muy de cerca. Al inicio ella les había dado la espalda para comer, pero aun así, estuvo escuchando todo lo que esos tres hablaban.
La pobre sintió que su corazón se detuvo un poco al escuchar todo eso.
¿Entonces Yuta si había ido a su habitación ayer en la noche? ¿La sombra que vio por fuera de su puerta era de él?
Maki suspiro y dejo su plato con brusquedad y empezó a salir de aquel salón. Necesitaba tomar aire, todo aquello la estaba asfixiando.
—¿Maki, a dónde vas?— pregunto su peludo compañero al notar como esta se iba de ahí.
—Ya regreso, iré al baño—dijo sin mirarlos y levantando la mano — igual si ese idiota llega inicien la fiesta sin mi— salió de ahí.
—Pobre Maki... creo que ella es la más afectada con esto de que Yuta se va del país por un tiempo... — dijo Panda bajando las orejas.
—Tuna Mayo— Toge le dio unas palmaditas a su amigo animal.
—Igual a nosotros nos pone triste el que Yuta se vaya, pero creemos que a ella le está doliendo más— dijo Panda en un suspiro.
—Kombu.
—Si, parece que esos dos tienen problemas de amantes— Panda movio los brazos —Bueno, mejor terminemos de decorar, no creo que Yuta ya tarde en llegar.
Megumi solo miro a su familiar salir de ahí. Sabía que Maki estaba bastante mal, aun así, decidió que él iba intervenir.
Maki una vez salió del cubículo, se lavó las manos y se miró al espejo, sus ojos de verdad se veían decaídos aquella tarde incluso aún detrás de sus anteojos, los cuales se quitó por un momento.
Lavo una vez más sus manos y después se echó agua a la cara. Quería despojarse de todas esas lágrimas que seguían bajando por sus mejillas.
—Debo poner mi mejor cara y demostrarle a ese idiota que estoy bien y que no me importa que se vaya— se dijo a sí misma mirándose en el espejo.
Pero era inútil. La pobre seguía llorando.
—¡Ya deja de llorar idiota!— de nuevo se dijo a su misma. Realmente se quería soltar a llorar, pero debía ser fuerte.
Maki estuvo unos minutos más en el baño, de nuevo se echó agua en la cara y en la nuca para irse calmando. Incluso respiro profundamente. Acomodo su uniforme y decidió que pondría su mejor cara. Incluso pensó en actuar como lo haría su gemela Mai. Desinteresada y orgullosa, manteniendo su porte como la Zenin que se supone era. Incluso pensó en una excusa por si regresaba y ya la fiesta había iniciado.
Después de unos minutos más, Maki salió de ahí.
Una vez regreso a aquel salón, Maki se llevó la sorpresa de que aquella fiesta de despedida aún no había iniciado ya que Yuta aún no llegaba.
En cambio, sus dos compañeros de grado se estaban divirtiendo, ya que Panda estaba cargando a Toge para que este colgara esa cadena de colores que faltaba poner cerca del pizarrón.
Mientras esos dos se divertían, Megumi se acercó a Maki a charlar un poco.
—¿Estás bien?
Maki se encogió de hombros mientras volvía a tomar algunos bocadillos—¿Y por qué esa pregunta tan de repente?
—Porque claramente te vez como triste... ¿Acaso se debe a que Okkotsu senpai se va a ir del país?— pregunto Megumi con serenidad, mientras también tomaba un bocadillo.
Maki soltó el aire de golpe.
—Lo que haga ese idiota me vale una Mierda— dijo molesta— Él se va a ir y a nosotros nos va a abandonar aquí— se quejó— Se nota que no le importamos...
—Te equivocas — dijo Megumi con rapidez.
—¿Eh?
—Solo digo que a Okkotsu senpai de verdad le duele el separarse de ustedes. Pude notarlo ayer cuando Gojo Sensei estaba hablando con él sobre la misión que tendrá en África. Él se notaba triste por dejarlos...
—¿En serio?— pregunto Maki elevando una ceja.—No te creo...
Megumi afirmó con la cabeza.
—Lo es. Okkotsu senpai de verdad se veía triste...
—Si eso fuera así, es obvio que no se iría del país — reclamo Maki molesta, llevándose algo de comida a la boca.
Pero lo siguiente que diría Megumi, dejaría a Maki sorprendida.
—Maki san, Creo que deberías decirle lo que sientes a Okkotsu senpai...
La peliverde casi se ahoga con su comida—¿QUE DICES?— lo miro con furia.
—Solo digo que deberías decirle a Okkotsu senpai lo que sientes por él... y más que bueno... por lo que vi el otro día...— explicó Megumi rascando su nuca por la vergüenza de haber encontrado a esos dos besándose el otro día.
—¡Olvida lo que viste el otro día o juro que te golpeare!— amenazó Maki con el puño. —¡Entre él y yo no estaba pasando nada esa vez!
Megumi solo mostró las palmas en señal de no querer pelear —Esta bien — No quería ser el saco de boxeo de esa chica—No diré nada... aun así, siento que deberías hablar con él... y más que mañana al medio día se irá de la academia para partir al aeropuerto de Haneda.
Maki solo apretó los labios mientras veía a Megumi. Quería decirle algo más, quería defenderse, pero sabía que ese azabache tenía la razón.
—¡Yo!— Maki no pudo decirle nada más a Megumi, ya que fue interrumpida por una molesta voz.
—¡Ya llegamos! ¡Miren quien ya está aquí!— grito Satoru muy emocionado mientras entraba junto a Yuta.
—¡Sorpresa! ¡Bienvenido! ¡Feliz Viaje Yuta! ¡Salmón!— gritaron Panda e Inumaki con total felicidad mientras esos dos se acercaban a su compañero.
Yuta se veía feliz por el recibimiento de sus dos compañeros —Muchas gracias chicos—dijo este con una gran sonrisa.
—Tus amigos te han preparado una fiesta de despedida, así que aquí estamos, listos para darte el adiós como se debe — dijo Satoru con una gran sonrisa y poniendo sus manos en los hombros de Yuta.
—En serio esto es muy especial para mí...— Yuta arrastro las palabras al notar a Maki al fondo del salón, mirándolo en total silencio.
—¡Hasta Megumi chan está aquí!— dijo Satoru con gran alegría viendo a su alumno y a Maki —¡Saluden chicos!— dijo muy animado viendo a esos dos, quienes solo estaban en silencio.
—Jeje los Zenin siempre son así de serios, en fin— Satoru aplaudió —¡Que empiece la fiesta!— grito.
Tanto la respiración de Maki como la de Yuta se detuvieron al verse por fin. Incluso Maki trago saliva porque no sabía que decir y más cuando aquel chico se acercó a ella.
—Maki san...— dijo Yuta con hilo de voz.—Yo...— no pudo completar la oración, las palabras no salían de su boca.
La nombrada tomó un respiro.
—Espero te guste tu fiesta de despedida... Okkotsu —dijo está con total seriedad.
Yuta sintió esa hostilidad. Pensaba que era su culpa. Aun así, se dirigió a ella con total calma—Gracias Maki San...
La peliverde solo se encogió de hombros— No hay de que...— dijo tomando un refresco para alejarse de ahí e ir al otro lado del salón.
Pero antes de que esta diera un paso más, Yuta la detuvo un momento, sujetándola por su mano izquierda.
—Maki san...
—¿Qué quieres?— dijo está girándose a verle con una mueca y soltándose de su mano.
Yuta tomo un respiro y trato de verse calmado —¿Crees que acabando la fiesta pueda hablar contigo?— dijo este con seriedad.
Maki solo rodó los ojos.
—OK, pero por ahora — le dio una palmada en el hombro —Disfruta de la fiesta— fingió alegría junto con una sonrisa.
Yuta podía notar aquella mentira en el rostro Maki. Aun así, hizo un sí con la cabeza y fingió una sonrisa también él.
Aquel no era momento de una charla de amantes.
Era simplemente momento de dejar de lado los sentimientos para disfrutar con los invitados y sus demás amigos aquella fiesta de despedida, para así crear un lindo recuerdo antes de irse.
Aquella fiesta fue bastante cálida para Yuta. Sus compañeros y maestros, así como las demás personas que trabajan en la academia, le estaban dando una calida despedida.
Pero pudo haber sido perfecta de no ser que aquella chica que tenía su corazón actualmente, se comportaba un tanto distante a él.
La fiesta acabó cerca de las 10:00 p.m, cuando se decidió que Yuta debía ir a descansar porque mañana saldrá cerca del mediodía.
—Descansen chicos— se despidió Yuta de sus compañeros.
—Descansa, mañana estaremos contigo para despedirte una vez más — contesto Panda alzando la garra para darle una palmada.
—¡Salmón!— Toge también le dio una palmada en el hombro —¡Algas!
—En serio muchas gracias por todo esto que hicieron por mi— dijo Yuta con un nudo en la garganta.
—¡No hay de que! Ahora andando que ya debes ir a descansar y nosotros tambien— dijo Panda empezando a caminar al lado de Toge hacia los dormitorios.
—¿Tuna Mayo?—Apuntó a Yuta y a Maki.
—Si, mejor vámonos adelantando — contesto Panda con una leve sonrisa.
—¡Algas!— Inumaki le siguió la corriente y solo elevo el pulgar mientras empezaba a caminar al lado de su peludo amigo.
Esos dos se iban alejando con curiosidad de lo que podría pasar entre esos dos que dejaron atrás. Aun así, decidieron que mejor les darían su espacio para conversar y que arreglaran sus problemas como "la pareja" que parecían que eran.
Maki suspiro una vez se quedó sola con Yuta en aquel pasillo.
—Bueno, si ya no hay nada más que decir, me retiro a mi habitación — dijo esta con una mueca en los labios.
—Espera Maki san...— dijo Yuta deteniéndola —hay algo que quiero hablar contigo— le sujeto de nuevo por la muñeca.
Maki sintió el corazón detenerse, e hizo su orgullo a un lado para lograr mirar a aquel que le sujetaba.
—Por favor...— su agarre era fuerte contra la muñeca de esta.
Maki relajo los hombros y tomo un respiró —Ok... hablemos— hizo un movimiento para que este le soltara.
—Yo...— Yuta trato de encontrar las palabras adecuadas, así que se tomó un momento una vez le soltó de la mano. Tomo un respiro profundo — Yo quiero pedirte una disculpa por lo de ayer...— bajo los hombros.
Maki le miró con seriedad. Mientras este seguía hablando.
—Ayer realmente esta estresado por lo de esta noticia y más que... ayer en la madrugada yo te había confesado mis sentimientos y...
—Lo entiendo y no te culpo, esta es una oportunidad única para ti— dijo Maki con total seriedad mientras sus manos iban a su cadera.
—Lo sé. Por eso mismo quiero ir y probarme a mí mismo que puedo hacer más...
—Pues si ese es el caso, entonces simplemente vete y disfruta de tu viaje— dijo Maki con molesta.
—¿Acaso solo eso vas a decirme?— pregunto Yuta con confusión —Pensé que lo entendías...
—Dije que entiendo tu punto y de paso, también la respeto. Y más que en este punto, está quedando muy en claro que nosotros tres ya nos hemos quedado muy detrás de ti...— dijo ella con bastante molestia— en especial yo... yo sigo estando al fondo del abismo.
—Maki, no es así.
—Lo es.
Yuta suspiro y empezó a cuestionar muy molesto —¿Y tú Maki san? ¿Acaso no tienes algo más que decir? ¿Algo sobre un tema en especial?
—¿Sobre que?— pregunto Maki con molestia cruzando sus manos sobre su pecho.
—¡Sobre esto! — Yuta movió sus manos con desespero —Sobre lo "nuestro"... sobre lo sucedido entre nosotros dos durante estos cinco días...
Maki hizo un ruido de molestia que terminó con un clic de su lengua—Creo que se terminó... o mejor dicho, nunca comenzó algo entre nosotros... y más que esto, simplemente fue para "reforzar la amistad" la cual creo, fue un grave error... porque más que ayudarnos, esto nos está separando... así que simplemente esto de los cinco días no funciono, así que perdón por haberte involucrado en algo así — dijo está desviando la mirada. También a ella le dolía todo eso.
Esas palabras rompieron más a Yuta. Quien solo suspiro sacando el aire lleno de tristeza.
—Entiendo... bueno, Si ya no hay nada más que decir... me retiro...— hizo una reverencia — Aún tengo algunas cosas que hacer antes de mañana — dijo decepcionado, dándose la vuelta para irse a su habitación.
Maki apretó los labios, las palabras de Megumi resonaron con fuerza en su cabeza. Y más que en menos de 12 horas Yuta se iría del país. Debía dejar de lado su orgullo. Tenía que hacer algo y más que el chico a quien amaba estaba caminando hacia el otro lado. Alejándose rápidamente de ella.
En aquel instante, los pies de Maki se movieron solos y corrieron hacia Yuta, a quien abrazó por la espalda, rodeando lo con sus brazos y aferrando sus manos sobre el pecho de su sudadera blanca.
—Lo confieso— dijo Maki contra la espalda de Yuta.
Todo aquello dejó inmóvil al chico, quien no dio un paso más, mientras escuchaba lo que está rebelde chica tenía que decirle y más que fue sorprendente que lo abrazara de ese modo. En sí, era la primera vez que ella mostraba algo de afecto de esa forma.
—Yuta... tú me gustas más de lo que imaginas...— empezó a confesar Maki con el rostro todo rojo y la voz entre cortada, mientras Yuta solo sentía que su corazón se paralizaba ante tales palabras.
—Y claro que quiero estar contigo ya que si, lo admito— Maki se tragó su orgullo por completo mientras seguía hablando— Yo siento algo más por ti...— humedeció un poco sus labios — Amor creo que es la palabra más cercana a eso... así que Yuta... desgraciadamente yo...— continuó diciendo Maki, mientras sus manos se aferraban con fuerza en la chaqueta blanca de su compañero a la altura de su pecho —Yo me enamore de ti...— su rostro se empezó a humedecer. Sus lágrimas empezaron a bajar por sus mejillas.
Yuta sintió como su corazón se volcaba al escuchar aquella confesión de esa chica rebelde. Hasta sus mejillas se tiñeron de rojo y sus ojos se abrieron demasiado.
—Así que el simple hecho de que nos vayan a separar por un tiempo, me está doliendo como no tienes idea y más porque estoy enamorada de ti...— dijo Maki aún contra la espalda de Yuta — Y si tú no estás dispuesto ni a corresponderme ni a perdonarme por lo sucedido hace un día atrás... yo lo entenderé ya que fui una idiota y ...
En aquel momento, las manos de Yuta sujetaron las de Maki con delicadeza, despegándolas de su pecho mientras se giraba a mirarla.
—Maki san...— la nombró en voz baja, arrastrando las palabras.
Lo siguiente sorprendería a Maki, ya que Yuta, en un rápido movimiento le movería sus anteojos, subiéndoselos a la cabeza de esta y en seguida, la besaría con demasiada pasión.
Los labios de su compañera correspondieron aquello con desesperó, incluso las manos de esta, pasaron alrededor del cuello de este, aferrándose con fuerza, mientras Yuta la acercaba con desesperación hacia él, pasando sus manos a la espalda de esta.
Aquel beso fue profundo y cargado de sentimientos que venían por parte de ambos, sus respiraciones se agotaron como si aquel fuera su último respiro de vida. Incluso Maki pasó sus manos por las mejillas de Yuta y este paso sus manos a la cintura de esta, mientras se detenían de poco a poco.
Ambos tenían las respiraciones agitadas, seguían con los ojos cerrados mientras separaban sus caras a solo a centímetros.
—¿Lo arruine? ¿Cierto? — pregunto Maki al borde de las lágrimas —Arruine todo lo de nosotros con este estúpido reto de los cinco días... ¿No es así?— pregunto abriendo poco a poco los ojos, mientras bajaba sus lentes a su cara.
—No has arruinado nada...— contesto Yuta sacándole las lágrimas con sus manos, para después déjalas sobre sus mejillas—Al contrario, este reto solo ayudó a reafirmar nuestros sentimientos...
—Pero ahora te vas a ir...— Maki acaricio las manos de Yuta sobre sus mejillas. —Nos van a separar...
—Pero volveré— Yuta le robo un beso —Volveré en unos meses cuando acabe mi misión y una vez este de regreso podemos estar juntos y ser más que simple amigos...podemos ser algo más...
Maki hizo un sí con la cabeza, mientras lo abrazaba y pasaba sus manos a su espalda y hundía su rostro en el cuello de este.—¿Algo como una pareja oficial? ¿Novios seria la palabra correcta? ¿Cierto?
Yuta sonrió por esa palabra—Claro, solo si tú quieres que lo seamos.
—¡Por su puerto que quiero que seamos algo oficial!— dijo está mirándolo con las mejillas todas rojas.
—Entonces lo seremos una vez regresé — Yuta le siguió acariciando las mejillas.
—¿Lo prometes?— pregunto Maki acariciando las manos se Yuta.
—Lo prometo... yo estaré encantado de ser tu novio oficialmente una vez este de vuelta—Dijo este con una gran sonrisa.—Ese será mi motivo principal para regresar sano y salvo y lo más pronto posible aquí a Japón.
Maki le acaricio las manos y se acercó a darle un beso más.
Aquel beso de nuevo fue en los labios, los cuales se comían con desespero por la falta de contacto y más ahora que se extrañarían una vez fueran alejados por miles de kilómetros.
—Aun así... Maki san... quiero que hagamos lo que dice el último día de este reto de cinco...— dijo Yuta en voz baja una vez detuvieron el beso.
—Pensé que ya no querías hacerlo por mi comportamiento de ayer... además, en unas horas se acaba el quinto día...— dijo Maki mirándolo a los ojos, sin despegar sus manos de las manos de Yuta.
—Eso fue porque apenas estaba asimilando la noticia de que saldría del país... y ahora, antes de irme, solamente quiero hacerlo contigo... y demostrarte cuanto te amo...— susurro a su oído.
—¿Estás seguro de que quieres hacerlo conmigo?— pregunto Maki sin dejarle de mirar y ahora poniendo sus manos sobre las mejillas de él. —¿Aún confías en mí?
Yuta le beso la palma—Lo estoy y aun confío en ti— le miró fijamente — ¿Y tú Maki san? ¿Aún quieres continuar con esto? Incluso si me dices que no, yo lo respetaré y...— fue interrumpido por un beso en los labios.
—Si quiero... todavía quiero hacerlo contigo Yuta...— dijo entre besos.
Su compañero sonrío ante tal respuesta mientras decia entre besos—Entonces acabemos con lo que comenzamos...
Maki hizo un sí con la cabeza y una gran sonrisa se formó en sus labios.—Ven... Vayamos a mi habitación...
—Si.
Ambos se miraron fijamente con una gran sonrisa antes de que sus manos se entrelazaran.
Al ser ya tarde, ambos anduvieron con suma cautela por los pasillos de la academia hasta llegar a la habitación de Maki.
Una vez la puerta se cerró detrás de ellos, Yuta acorralo a Maki contra la puerta, sus manos estaban a cada lado de la cabeza de Maki.
Esta sintió que su respiración se cortó de golpe, y más al verlo de esa forma tan atractiva muy cerca de ella. Pero lo siguiente la dejo al borde del deseo, y más cuando este acercó sus labios al cuello de esta y le empezó a llenar de besos.
Eso hizo que Maki jadeara y cubriera su boca con su mano, sus piernas empezaron a temblar. Realmente se sentía deseosa por él.
—¿C-Cómo quieres comenzar?—preguntó Yuta en voz baja, mientras le llenaba de besos el cuello y sus manos se aferraban a ella con fuerza por la cintura, mientras sus labios subieron a su boca—¿Que dicen las instrucciones de este último día, Maki san?
Maki gimió un poco, su pecho subía y bajaba ante la excitación.
—Bueno, las instrucciones de este día... dicen que...— de nuevo se le cortó la respiración cuando Yuta le dejo más besos en ambos lados del cuello.
Yuta sonrió al verla cerrar los ojos de placer.
—¿Qué decían?— volvió a preguntar, con su respiración chocando contra la piel de esta, mientras de nuevo le besaba los labios.
Maki lo alejó un poco de ella y empezó a desabrocharse los botones de su chaqueta escolar y de su camiseta blanca, dejando al descubierto sus tetas cubiertas solo con su sostén.
—Dice que lo hagamos lentamente... sintiendo el calor del otro...— dijo empezando a deshacerse también de sus gruesas medias que cubrían sus piernas— Así que— sonrió haciendo a un lado esas medias una vez estaban en el suelo —Quiero que me toques y me beses antes de pasar a ya sabes que...— dijo mirándolo con confianza.
Yuta sintió el calor recorrer todo su cuerpo, eso hizo que hiciera un sí con la cabeza y empezara a despojarse de su sudadera y de su camiseta, las cuales tiro al suelo.
—De acuerdo, cumpliré con todo lo que tu me pidas Maki san.
—Está bien, entonces Yuta...— dio un paso hacia él, quedando frente a frente.—Tócame y besame mucho, hazme no olvidarte para esperar tu regreso con todas las ansias del mundo
Aquella orden puso una gran sonrisa en los labios de Yuta, quien puso sus manos en la cintura de Maki.
—Haré que no olvides esta noche... y aun así en la distancia me desees— dijo en sus labios.
Ambos de nuevo volvieron a besarse y sus manos empezaron a explorar sus cuerpos aun semi cubiertos. En un rápido movimiento, Yuta giro a Maki para que esta quedara de espalda a él, con su espalda pegada a su pecho y esta pegada de frente contra la puerta de su habitación. Aquella posición terminó de excitar más a Maki. Pensó que era algo que había visto en alguno video para adultos.
Rápidamente las manos de Yuta exploraron con lentitud el cuerpo de Maki, empezando primero a tocarle los senos que seguían cubiertos por aquel sostén de encaje.— ¿Sabes Maki san?— su voz sonaba tan sexy — Desde ayer quería volver a masturbarte como lo hicimos en la ducha...— dijo en voz baja a su oído, mientras ambas manos masajeaban aquellos senos.
—Eres un pervertido... ¿Lo sabias?— Gimio ella, al sentir las manos de este sobre sus tetas, empezando a ayudarle un poco con aquella prenda. Así que se subió aquel sostén, dejándolas salir en un suave rebote.
—¿Pero te gusta que sea así, no?— Preguntó este con picardía, mientras apretaba suavemente ambos duros pezones con sus dedos, haciendo que Maki gimiera una vez más e hiciera hacia atrás su cabeza por el placer.
—Odio admitirlo— dijo toda roja— Pero Si, me gustas cuando eres de esta forma... — Suplico en un jadeo — sigue así Yuta...— sonrió pasando su mano a la mejilla de este —Sorprenderme... pero recuerda, hazlo lento...
Los labios de Yuta fueron hacia los labios de Maki aún en esa posición —Lo haré...— Beso su cuello —De tal manera que me desearas más... aun cuando esté lejos...
Aquellas palabras excitaron más a Maki, quien empezaba a sentir la dura erección de Yuta contra su trasero y su propia intimidad, empezaba a ser ya bastante húmeda.
Pero las manos de aquel chico no solo se concentraron en aquellos senos, los cuales acarició y masajeo delicadamente, sino que su mano derecha empezó a bajar hacía en medio de las piernas de esta.
—Maki san...— Yuta Jadeo contra su cuello — Por favor... sube tu falda...— ordenó.
Maki sonrió por esa petición. —¿Acaso está es una de tus fantasías?— preguntó con picardía mientras tomaba el borde de su falda y la subía lentamente hasta dejar totalmente descubierta su cadera y dejando ver su ropa interior —¿Así?— su rostro estaba todo rojo, mientras lo miró sobre su hombro.
Yuta le robo un beso de sus labios.
—Podría ser... — Una sonrisa apareció en su rostro — Debo confesar que siempre fantasee contigo, haciéndolo con el uniforme — dijo a su oído mientras su mano derecha empezaba a entrar lentamente en aquella intimidad aún cubierta con esas pantaletas.
Un espasmo de placer paso por todo el cuerpo de Maki, el cual la hizo arquear levemente la espalda.
—Pervertido... creo que me empieza a gustar esta versión de ti— dijo Maki con una sonrisa mientras la mano de este empezaba a tocar su intimidad.
La mano de Yuta entró entre esas piernas y primero, sobre aquella tela empezó a frotar sus dedos con lentitud, pasando por toda esa feminidad, de atrás hacia adelante y frotando sus dedos contra su clítoris y su monte de venus.
Maki arqueo un poco más la espalda y jadeo al sentir las manos de este sobre su cuerpo. Pero esta tampoco se quería quedar atrás, la peliverde bajo su mano derecha hacia la erección de Yuta. La cual, acaricio sobre esos pantalones, masajeando con lentitud y apretando con suavidad. Sintiendo como Yuta empezaba a jadear y gruñir de la excitación.
—Maki san...— Salió en un gemido de la garganta de Yuta— tú también eres una Pervertida— dijo al oído de esta, al sentir como esta movía su mano y pegaba también su trasero contra su dura erección.
—Pero admítelo. Te gusta que sea asi— dijo está con una gran sonrisa, mirándolo sobre su hombro.
—Ni como negarlo— dijo este besando su hombro.
Yuta paso con lentitud y con suma delicadeza su dedo índice por aquellos pliegues aun cubiertos de esa fina tela, los cuales estaban completamente húmedos, realmente se podía mover muy bien ante tal mancha de humedad. Sabía que ella estaba casi lista para lo siguiente.
Su mano derecha tampoco se quedó quiera, con esta apretaba y masajeaba aquellos lindos pezones y las tetas de Maki, quien seguía gimiendo.
—¿P-Por qué?— dijo Maki con dificultad, levantando un poco su rostro hacia este. Su respiración era bastante agitada ya por la excitación.
—Porque ya estas muy mojada de solo pensar en lo que te haré... y en todo lo que haremos una vez regrese de África — dijo este ahora metiendo ahora su mano en las pantaletas de esta y empezando a tocarla directamente, pasando sus dedos por esos pliegues y frotando su dedo contra aquel palpitante clítoris.
Maki de nuevo llevó sus manos a su boca, quería gemir a lo alto, incluso su cuerpo tembló más contra aquella puerta.
—Baja la voz Maki san...— Yuta beso el cuello de esta —Nos pueden escuchar.
Aquellas palabras hicieron que Maki cerrará un momento las piernas por el placer que estaba recibiendo gracias a la mano de Yuta dentro de sus pantaletas.
Maki se aferró a los brazos de Yuta y más cuando esté seguía moviendo su mano dentro de las pantaletas de esta. Incluso las caderas de Maki se movieron a placer, haciendo fricción con su trasero contra la erección de este, mientras el dedo medio de Yuta quedaba en medio de su línea íntima.
—Maki san... ¿Quieres que ya meta un dedo en ti?— pregunto este, mientras le besaba el cuello y su erección la pegaba más al trasero de esta.
—No... — Maki nego con la cabeza —Yuta... ahora quiero que ya lo hagamos…— gimió fuertemente, que tuvo que callarse poniendo su mano sobre su boca.
—¿Estás segura?— pregunto Yuta deteniendo los movimientos de su mano y cadera, mirándola sobre su hombro.
—Lo estoy...— dijo ella con confianza —Quiero que ya lo hagamos... quiero que entres en mi— se dio la vuelta para mirarlo de frente.
Yuta le acaricio las mejillas —De acuerdo— le beso la frente — entonces hagámoslo.
Maki hizo un sí con la cabeza.
Ambos se besaron y se ayudaron a desvestirse por completo, dejando en el suelo todas sus prendas. Incluso Maki dejó sus gafas en su cómoda.
Una vez quedaron desnudos, y aun en pie, de nuevo empezaron a besarse tanto en los labios como en el cuello, así como empezaron a acariciarse lentamente todo el cuerpo, en caricias lentas que subían y bajaban por toda su piel.
Maki acaricio la espalda, los hombros y los costados y hasta el trasero de Yuta, mientras este, llevó sus manos tanto al trasero de esta, así como paso sus manos por toda la espalda de ella, haciéndola estremecer.
Incluso la muy dura erección de Yuta, quedo pegada contra el abdomen de Maki, mientras esta le acariciaba sus definidos pectorales e incluso estímulo un poco con sus labios, aquellos pezones masculinos. Parecía que, en esos cuatro días, ya habían aprendido donde eran los puntos débiles de cada uno. Aquellos puntos que los hacían jadear y les gustaba ser tocados.
—Maki san... —La respiración de Yuta era errática — Lo preguntare una vez más — la miro fijamente —¿Estás segura de ya querer hacerlo?— pregunto antes de besarle en los labios.
—Lo estoy... ¿Y tu?— pregunto Maki correspondiendo el beso y poniendo sus manos en el rostro de este.
Yuta le beso ambas palmas —Lo estoy. No sabes cuanto espere por esto.
—También yo... entonces hagámoslo — dijo Maki antes de besarle una vez más.
Los besos y las lentas caricias iniciaron una vez más, incluso Yuta pasó sus manos a la cintura de esta para pegarla más a su erección.
—Yuta... — dijo Maki entre besos.
—¿Si?— pregunto recuperando el aliento.
—¿Me dejarías ponerte un condón?— pregunto está mirándolo a los ojos.
El rostro de Yuta se puso todo rojo—Maki san¿Tu? ¿Acaso? ¿S-sabes poner uno?— pregunto todo apenado.
—Sería mi primera vez poniendo uno... y más que estuve viendo tutoriales de cómo hacerlo...— dijo con una sonrisa —¿Y tú? ¿Acaso sabes poner uno?— pregunto levantando una ceja.
Yuta negó rotundamente con la cabeza.—Nunca me he puesto uno... es más, esta sería la primera vez que uso uno en realidad — se rasco la cabeza todo rojo. Incluso una risa nerviosa salió de su garganta.
Maki le robo un beso.
—Entonces ¿Me dejarías ponerte uno?— volvió a preguntar.
—Claro que te dejaré, así aprendemos ambos— Yuta le dio un beso y después le sonrió en total confianza.
—Muy bien...— dijo está yendo a su mesita de noche y de ahí, saco una cajita de condones.
Yuta trago saliva. Estaba emocionado y a la vez nervioso.
Maki saco un primer empaque de esa caja—¿Estás listo? — se paró frente a Yuta quien seguía de pie frente a la cama.
—Lo estoy...— le dedico una pequeña sonrisa de confianza.
—Bien, pero antes...— Maki antes de abrir ese condón, masturbo un poco a Yuta con su mano, pasando de punta a base con delicadeza mientras también le besaba el cuello y dejaba algunas leves marcas rojas. Incluso paso sus sus labios una vez más por esos masculinos pezones.
Eso hizo que Yuta hiciera hacia atrás la cabeza por el placer recibido—Oh..Maki san... me encantas...— Jadeo, llevando su mano a su boca para no levantar la voz, mientras Maki le seguía masturbando. Parecía que ya sabía cómo hacer maravillas con su mano sobre su verga.
Maki tenía una pequeña sonrisa de triunfo—Solo quería regresarte un poco el favor... ahora sí, ya lo pondré ¿De acuerdo?
—D-de acuerdo...— dijo Yuta con falta de aliento.
La peliverde se sentó en el borde de la cama y abrió con cuidado esa envoltura y sacó aquel plástico. Yuta le ayudó un poco, sujetándose la verga para que esta pudiera deslizar bien aquel condón. Quedando perfectamente en él.
Ambos tenían la respiración agitada, estaban emocionados por lo que vendría a continuación.
—¿Estás listo?— pregunto Maki mirándolo a la cara aún sentada frente a él.
—Lo estoy. ¿Y tú Maki san?
Su compañera sonrió, se quitó su liga de cabello dejándolo caer y se fue acostando en medio de la cama, en una posición muy sugestiva a la vista.
—Lo estoy —dijo mientras jugaba con la vista de Yuta, abriendo y cerrando provocativamente sus piernas y con su dedo pulgar de su pie derecho, acaricio un poco el abdomen de Yuta— quiero hacerlo solo contigo...
Yuta la admiro en aquella posición, desnuda frente a él. Con su intimidad húmeda y todo su cuerpo deseoso de él. Se sentía el chico más afortunado del planeta y más estando con aquella chica que le regreso las ganas de vivir.
—De acuerdo— Yuta tomo primero la pierna derecha de Maki, la cual empezó a llenar de besos mientras se iba subiendo a la cama y se posicionaba sobre ella.
La punta de esa verga, rozó la entrada de Maki, quien se estremeció al sentirlo.
Yuta puso sus manos a los costados de la cabeza de Maki. La cual se veía bastante hermosa con su cabello todo alborotado en la colcha, con la cara toda roja y el pecho subiendo y bajando.
—Te ves muy hermosa...
—Gracias... tú también te vez muy bien...— dijo está llevando sus manos a las mejillas de este, acariciando su rostro para después hacerle el cabello a un lado.
—¿Estás lista?— pregunto Yuta sin dejarla de mirar a los ojos.
Maki abrió un poco más las piernas y con su mano derecha, tomó el miembro de Yuta y lo guio a su entrada.—Lo estoy...
Yuta le dio varios besos más antes de darle la primera penetrada.—De acuerdo, si te lastimo o quieres que pare, solo dime ¿De acuerdo?
Maki hizo un sí con la cabeza— confío en ti...— sus manos tomaron de nuevo el rostro de este.
—Y yo en ti... ahora, Relájate Maki san.
Maki tomó un respiro profundo, mientras Yuta se acomodaba y empezaba a entrar lentamente en ella.
La peliverde cerró con fuerza los ojos y de su boca salió un jadeo muy en alto.
—¿Estás bien Maki san? ¿Te lastime?— pregunto Yuta preocupado, mientras no movía ningún músculo.
Maki abrió los ojos y le miró con una suave sonrisa.
—Estoy bien...—acaricio sus mejillas— no me lastimaste... simplemente es cuestión de acostumbrarme... solo se siente un poco extraño... es una nueva sensación únicamente — dijo con la respiración cortada y sus manos fueron a los costados de este—Continua, por favor...puedes moverte...
Yuta hizo un sí con la cabeza. Y así, con lentitud, Yuta empezó a penetrarla suavemente. Empezando ambos a acostumbrarse al movimiento del otro.
Se miraban a los ojos, sus frentes se pegaban y poco después, empezaron a besarse una vez más en los labios.
—Yuta...— Gimió Maki al sentir como este entraba perfectamente en ella y su interior se acoplaba a él, sus manos fueron a sus hombros e incluso le acaricio los brazos que seguían a sus costados.
—Maki san...—Yuta Jadeo contra sus labios, mientras marcaba el ritmo y sentía como las piernas de esta empezaban a relajarse.
Ambos siguieron besándose los labios, incluso Yuta beso un poco el cuello de Maki, quien se sentía más excitada y húmeda.
Sentían como sus cuerpos ardían y quemaban por el otro, la confianza iba en aumento gracias a sus suaves y lentas sus caricias, así como sentían que se acoplaban perfectamente el uno al otro mientras sus caderas chocaban a un ritmo armónico.
—Yuta...
—¿Si, Maki san?
—P-puedes moverte más rápido... por favor...— suplico Maki llena de placer. Sentía que ya podría ir más rápido después de esos iniciales minutos.
Yuta hizo un sí con la cabeza, mientras le llenaba de besos en los labios —Lo que tu digas, mi Maki san...— También el sentía esa necesidad de aumentar el ritmo.
En ese momento, los movimientos de ambos empezaron a ser un poco más fuertes y rápidos, al igual que sus respiraciones y jadeos. Mientras se aferraban a sus cuerpos, ocultando sus rostros en sus cuellos por momentos antes de volverse a mirar a los ojos.
Incluso el colchón empezó a moverse un poco al ritmo en sus movimientos.
Yuta se separó levemente de ella para mirarle la cara. Maki estaba toda roja, con los ojos llorosos y de su garganta salían lindos gemidos de placer, mientras sentía como los pechos de esta rebotaba contra el pecho de él.
—Yuta...— dijo está marcando sus manos contra la piel de sus hombros y le miraba a los ojos.
— Maki san...— susurro con una gran sonrisa sin dejarle de mirar.
Este quería ver como esta se arqueaba de placer. Yuta se levantó un poco en sus rodillas sin salir de ella para verla al rostro mientras sus manos tomaban su cintura y seguía penetrándola a su ritmo. En cambio, Maki puso sus manos a los brazos de este, mientras le miraba desde aquella posición sobre el colchón.
Así siguieron solo un poco más, eso hasta que Yuta se atrevió a preguntar algo —Maki san... ¿Quieres seguir en esta posición? O ¿Quieres que cambiemos? — cuestionó deteniéndose suavemente— más que nada lo preguntó porque ayer dijiste que querías experimentar sobre mi...
Maki sonrió mientras lo miraba con el aliento agitado. —Si, ahora quiero estar arriba de ti...
Yuta sonrió ante tal respuesta, con cuidado salió de ella, provocando que está jadeara al sentir su vacío.
—Soy todo tuyo Maki san— dijo Yuta con una gran sonrisa, acostándose a un lado.
Maki se levantó con cuidado, se sentía mareada de placer. Con un lento movimiento se subió con cuidado sobre Yuta. Recargo sus manos a los costados de la cabeza de este y dejando caer suavemente su peso en él. Incluso rozó con suavidad sus senos en el pecho de este.
—Incluso cuando estés en el extranjero. ¿Seguirás siendo mío?— se atrevió a preguntar, mientras se sentaba en la cadera de Yuta, sin aún meter aquella verga en ella y sus senos colgando muy cerca del rostro de este.
Yuta le tomo del rostro y le acaricio las mejillas. —Lo seguiré siendo. ¿Y tú Maki san? ¿Tú quieres seguir siendo mía?— le gustaba como se veía ella arriba de él, en aquella posición.
Maki le tomo el rostro y le beso —Lo seré. Y más te vale el volver para seguir haciéndolo más veces...
Yuta hizo un sí con la cabeza y soltó una leve risa, mientras se sentaba con cuidado para quedar más cerca de ella.
—Volveré por ti, lo prometo— dijo dándole un beso en medio de los senos de esta.
En aquel instante, la excitación en ambos seguía a lo alto. Maki tomó con cuidado la verga de Yuta y poco a poco empezó a bajar completamente en el.
Eso hizo que incluso Yuta gimiera de placer. Una vez de nuevo, sus caderas chocaron mientras las piernas de Maki estaban a los costados de este.
—¿Continuamos?— pregunto está poniendo sus manos en los hombros de este.
Yuta le robo algunos besos.
—Continuemos...— acaricio las piernas de Maki, al igual que su trasero y espalda.
En aquel momento, Maki empezó a marcar el ritmo, dejando en claro quien estaba dominando a quien. Mientras ambos se aferraban a la piel del otro y sus labios se buscaban con desespero.
Después de unos movimientos más en aquella posición de mirarse y hacerlo de frente, ambos ya estaban en sus límites, estaba próximos a llegar a sus orgasmos.
Aquella posición, aunque era nueva para ellos, a pesar de haberla visto en algunos videos porno. Era a su vez, con la cual se sentían más unidos en aquel momento ya que podían verse frente a frente. Podían besarse en los labios y tocarse todo el cuerpo a placer, así como podían abrazarse con fuerza.
—¡Maki!— Yuta fue el primero en llegar al orgasmo, corriéndose dentro de aquel condón mientras Maki seguía moviéndose arriba de él.
A Maki le basto unos movimientos más de cadera para llegar a su primer orgasmo, uno obtenido por primera vez haciéndolo así.—Yuta...— su voz estaba toda jadeante.
Ambos se habían abrazado fuertemente en aquella posición. Pasando sus manos al cuerpo del otro sin querer soltarse.
—Esto...— soltó Maki una vez recupero el aliento.
—Se sintió tan bien para ser la primera vez ¿No es así? — dijo Yuta besando el cuello de esta.
Maki se despegó un poco de él para mirarlo, mientras sus manos le tomaban del rostro y del cabello con suavidad—Fue muy bueno la verdad...— dijo con una leve sonrisa.
—Demasiado bueno ¿Acaso esto es un sueño?— dijo este tomándola del rostro. Mirándola y tratando de comprobar que fuera real.
Maki rio por eso y le lleno de besos —No es un sueño... acabamos de hacerlo...
Yuta suspiro de felicidad, mientras se dejaba caer de espaldas como todo un enamorado, mientras Maki, se separaba del cuerpo de este con cuidado, sacando aquella verga de su cuerpo, la cual aún tenía aquel condón puesto y que podía verse lleno de ese cálido semen.
En seguida, Maki se acomodó a un lado de Yuta, poniendo su cabeza sobre el pecho de este y su pierna sobre él. Haciendo que este le rodeará en sus brazos en un cálido abrazo.
Realmente se sentía tan plena, tan feliz, tan satisfecha
¿Acaso así debía sentirse siempre al hacerlo con Yuta? Si la respuesta era que sí, definitivamente quería hacerlo siempre con él.
—Este quinto día sí que fue...— Yuta estaba tan feliz que no podía completar la frase.
—¿Bastante bueno?— pregunto Maki con una sonrisa.
—Lo fue— acaricio la espalda de esta —¿No te lastime verdad? ¿Estás bien?— pregunto preocupado.
Maki negó con la cabeza.
—No, al contrario, me hiciste sentir muy bien para ser nuestra primera vez... y espero que no sea la última ... espero que cuando regreses lo volvamos a hacer más seguido, incluso poniendo en práctica todo lo aprendido los días anteriores — dijo aún con una sonrisa.
Yuta le robo un beso.—Prometo que cuando regrese te haré el amor muchas veces más y de maneras distintas, incluidas las aprendidas en los anteriores cuatro días — tomo su mano y le lleno de besos.
—¡Más te vale! Aun así, te mataré si repites esto de los cinco días con otra — comento Maki con una mirada amenazante mientras le apuntaba acusatoriamente —Esto debe ser algo solo entre tú y yo.
Yuta rio por ese comentario. —Solo será algo entre tú y yo, lo prometo... Aunque...— sus manos fueron al trasero de esta para acercarla más a él.
—¿Aunque? — Maki le miró con curiosidad.
—Bueno... es que estaba pensando en aque hay una forma de seguir haciéndolo a la distancia...
—¿Así? ¿Cuál es?— pregunto Maki con curiosidad.
—Bueno, es que una vez vi en un video... que lo hacían por teléfono...
—Oh...
—Si, es una idea loca... ya sabes, pero...— Yuta fue interrumpido por los besos de Maki.
—Supongo que pensamos en lo mismo...
—¿Eh?— salió con sorpresa de la boca de Yuta.
—Yo también te iba a proponer esa idea en realidad... El ya sabes, el llamarnos y hacerlo así de vez en cuando— dijo Maki poniendo sus labios sobre los labios de este.
—¿Te gustaría?
—Solo si a ti te gusta.
—A mí me encantaría y más si mi chica me lo pide.
—¿Tu chica? ¿Ahora ya soy tu chica?— pregunto Maki con una sonrisa.
—Solo si tú quieres... bueno y más que en estos cinco días bueno yo... como dije, me enamore más de ti y...— fue interrumpido con más besos por parte de Maki.
Esta le sujeto el rostro para mirarlo a los ojos.
—Bueno, ambos ya nos confesamos y estuvimos de acuerdo que seríamos novios una vez regreses de África, así que supongo que si ya somos algo ¿No?
—Lo somos— dijo Yuta con firmeza.
Aquellas palabras emocionaron mucho a ambos, los cuales siguieron así un rato más, piel con piel, acariciándose y besándose. Prometiendo que una vez Yuta volviera de África, lo harían una vez más pero ahora como novios.
Incluso, durmieron desnudos y abrazados después de hacer el amor una vez más. Dejando así un lindo recuerdo para antes de que se separaran por algunos meses.
Aquellos cinco días los habían cumplido al pie de la letra. Así como su promesa de hacerlo una vez más cuando Yuta regreso de África.
Fin.
Espero les haya gustado.
Como dije, este iba a ser un fic pequeño. Muchas gracias por el apoyo recibido ❤️
¿Qué les ha parecido? Estaré leyendo sus comentarios.
Decidí dejar así el final, ya que algunos decían que este fic lo tomaban como una precuela de mi fic "Home Is Where Your Heart Is" y otros decían que era como una precuela de "Cuatro Estaciones" así que decidí dejar ese final para que lo relacionen con el fic que más gusten, en caso de considerarlo como secuela.
En fin, Nos seguimos leyendo ❤️
