[La vida de Lyra era como una montaña rusa, tenía tramos de alta intensidad que le hacían sentirse viva así como tramos de lentitud que le hacían sentir incertidumbre. A veces podía sentirse en lo más alto y glorioso del mundo, y a veces podía sentirse en lo más bajo e insignificante del mundo.

Ciertamente no podría decirse que había perdido el rumbo de su vida puesto que tenía su objetivo bastante claro y sobre todo, tenía personas que le acompañaban en su felicidad y en su desgracia, sin embargo, desde lo que había ocurrido con sus padres, no sólo se sentía incompleta sino que también sentía que dicho rumbo que había tomado su vida no le estaba llevando hacía ningún lado, su futuro se tornaba cada vez más oscuro e incierto, y no podía dejar de pensar en ello. Tanto ella como sus hermanas vivían el día a día con una preocupación e incertidumbre incesante, ninguna podía asegurar si terminarían el día durmiendo bajo un techo o no. Lyra vivía con una ansiedad y miedo constantes, sus únicos momentos de paz eran cuando irónicamente se encontraba ocupada con sus asuntos escolares, así como también cuando se encontraba acompañada de otras personas. La soledad le corroía, su mente era su peor enemiga y tanto sus recuerdos como pensamientos eran sus verdugos que no le permitían estar tranquila ni un solo día. Es por ello que constantemente buscaba encontrarse acompañada por alguien, no le importaba quién fuese, simplemente no quería quedarse a solas con sus pensamientos.

Sin embargo, lamentablemente para ella no siempre podía contar con la presencia de otras personas a su lado, pues por ejemplo, sus hermanas trabajaban la mayor parte del día y tanto a sus compañeros de clase como a sus mejores amigas sólo las veía por unas horas, así que tenía que encontrar la forma de escapar de esa soledad que le aprisionaba. No obstante, dicho escape recaía en su pelirroja novia, pues en el encontraba ése refugio y paz mental que necesitaba en su día a día.]


- Casa de las Hermanas [8:00 P.M.] -

*Luego de haber pasado gran parte de su día junto a Laika, y de que posteriormente esta se ofreciera a llevarla de regreso hasta su casa. Lyra tendría que afrontar a su hermana mayor Loan, la cual probablemente le estaría esperando en la sala de estar como si de una madre furiosa por la desobediencia de su hijo se tratase. Al instante en el que se separó de Laika, la castaña comenzaría a sentir un enorme escalofrío recorrer su cuerpo, el camino hacía la entrada de su casa se volvió tan corto que en menos de 5 segundos ya estaba frente a la puerta, no quería tocarla, sabía que sus mentiras tendrían repercusiones y por ende, quería ver cuanto podía prolongarlo. La adrenalina recorría todo su ser y, al mismo tiempo, su cuerpo no dejaba de temblar, se sentía como una niña pequeña que acababa de cometer acto negativo propio de la niñez. No obstante, cuando se debatía mentalmente lo que debía de hacer, la puerta se abriría sorpresivamente enfrente de ella, revelando la figura autoritaria de su hermana mayor*

—Está oscuro afuera, ¿No piensas entrar? - Preguntó en un tono serio -.

—Oh, hola Loan... - le sonrió nerviosa - Eh s-si, si... E-Estaba por hacerlo... - Respondió nerviosa para acto seguido ingresar rápidamente a la vivienda -.

—¿Segura? No parecía que quisieras hacerlo. - Mencionaría Loan de forma tajante -.

—Eh si, si... Yo sólo estaba... - tomaría dos mechones de su cabello para jugar con ellos mientras pensaba en una mentira convincente que decirle a Loan - Estaba asegurándome de... no haber olvidado nada en casa de mi amiga... Si, si, era eso. - Dijo Lyra con una sonrisa nerviosa, ante la mirada incrédula y seria de su hermana, la cual permanecía de brazos cruzados e inmóvil en su posición -.

—¿Y?

—"¿Y...?" ¿Qué? - Preguntó Lyra extrañada -.

— ¿No olvidaste nada?

— Eh... Oh no, no, afortunadamente no. - Respondió entre risas nerviosas -.

—Bien. - soltó un pequeño suspiro - Aunque eso no explica porqué estuviste casi 15 minutos parada enfrente de la puerta sin hacer nada.

—"¿Pasó tan poco?" - se preguntó a si misma - Eh... Bueno, ya sabes que me gusta meditar...

—Si, lo sé. Aunque tengo entendido que eso lo haces cuando tuviste un mal día... ¿No? - Le cuestionaría mientras le miraba fijamente a los ojos - Así que dime, ¿Tuviste un mal día?

*Ante la mirada penetrante de su hermana mayor, Lyra se sentía acosada y juzgada, sabía que no podría moverse de ahí hasta ser lo suficientemente convincente para que Loan no sospechara de ella. Sin embargo, el estructurar mentiras para posteriormente pronunciarlas no era precisamente uno de los puntos fuertes de la castaña y Loan lo sabía, la conocía perfectamente bien y no era para menos pues, tenía bien estudiados sus comportamientos, gestos y conductas*

— Emmm... B-Bueno, no realmente, ¿Sabes? - respondió entre risas nerviosas - Es curioso pero tuve un día muy lindo gracias a... - se retractó al instante de lo que estaba por decir - A lo que mis amigas hicieron por mi...

— Mmm... Entiendo... - continuó mirándola fijamente - ¿Y puedo saber porqué?

— Eh si, claro... - esta vez no se demoró en pensar lo que diría, pues se apresuraría en buscar entre sus cosas una prueba que le ayudase a encubrir su mentira - Mira, me regalaron un violín nuevo... - Dijo con sonrisa nerviosa en su rostro -.

—Oh, ya veo... - dejó de mirar a su hermana para fijar su mirada en el violín y apreciarlo con detalle - Creo que me puedo imaginar tu felicidad al recibirlo. - Dijo Loan mientras una pequeña sonrisa se formaba en su rostro -.

—Si, fue demasiada. - Asintió con una gran sonrisa puesto que, a su mente vendrían el momento exacto en el que Laika le hizo entrega de dicho regalo -.

— Fue un muy lindo detalle por parte de tus amigas. Me da gusto saber que tienes amigas tan atentas y consideradas. - le sonrió levemente - ¿Ellas te trajeron de regreso?

— Eh... Si, la madre de Panther se ofreció a traerme de regreso. - Respondió Lyra -.

— Oh, entonces eso explica porqué llegaste en un auto desconocido. - Dijo Loan en un tono un poco más relajado -.

—Si, la señora fue muy amable al querer traerme. Supuse que no tendrías problemas con eso.

—Pues pensaste bien... - soltó un suspiro - Cómo sea, me convenciste, parece que dices la verdad. Podría seguir haciéndote preguntas toda la noche, pero está vez lo veo innecesario.

—"Ah... Por fin..." - Pensó Lyra mientras escuchaba a su hermana hablar -.

—Aunque espero que en la próxima ocasión no regreses tan tarde... - Lyra le asintió - Y si lo haces, no te olvides de llamarme para decirme donde estás, me tenías preocupada. - Dijo mientras palmeaba la espalda de su hermana -.

—Oh si, si, lo haré. Discúlpame por eso, no volverá a ocurrir. - Lyra asintió con una sonrisa nerviosa -.

—De acuerdo. - soltó un suspiro - ¿Por qué no vas a cambiarte mientras yo sirvo la cena? - Preguntó Loan a su hermana en un tono maternal -.

—Oh claro, lo haré enseguida. - Asintió la castaña para acto seguido dirigirse hacía su habitación -.

*Lyra se dio media vuelta y apresuradamente caminó hasta las escaleras que llevaban al pasillo donde se encontraba su habitación, sin embargo, no quería llamar la atención de su hermana con dicha reacción de su parte, así que subiría los escalones con lentitud para mostrarse lo más tranquila y segura posible. Una vez que cruzó el pasillo e ingreso a su habitación, la castaña cerraría la puerta detrás suyo, incluso se aseguraría de ponerle seguro, pues no quería que su hermana mayor la tomara por sorpresa. Lyra se sintió tranquila de estar finalmente en su lugar seguro, inhalo y expulsó una gran cantidad de aire como forma para liberarse de todo ese miedo y tensión que había sentido en todo su cuerpo al momento de estar frente a frente con Loan, luego pasaría a ponerse cómoda, quedándose en ropa interior por unos segundos para acto seguido ponerse un conjunto de ropa para dormir. Al terminar de vestirse, la castaña doblaría su ropa de forma ordenada y, mientras lo hacia se detendría por unos segundos para olfatearla pues, en la tela de dichas prendas aún podía oler la esencia de Laika, pero no sólo podía percibir el olor de su perfume sino que también podía llegar a recordar el olor de su cabello y su cuerpo. Esto provocaría un gran sonrojo en la castaña, pues en su mente se reprodujeron todas esas escenas que había compartido con su novia esa misma tarde, incluida aquella en la que ambas compartieron corazón y alma, uniéndose y volviéndose una sola, su momento más especial. Ese era un hermoso recuerdo que Lyra siempre tendría muy presente en su corazón, pues nunca antes se había entregado a alguien de esa forma, sin embargo, con Laika había dado ese gran paso debido a que ella se había vuelto alguien esencial en su vida y por ende, esperaba poder pasar el resto de vida junto a ella. Tal vez era una idea muy precipitada de su parte, pero era algo que estaba latente y que comenzaba a desear que se hiciera realidad cuanto antes*

—"Hoy fue un día muy hermoso... Muy, muy hermoso..." - pensó la castaña mientras se recostaba sobre su cama, soltando un largo suspiro de relajación - "Tenía tiempo sin experimentar algo así..."

*Lyra se quedaría mirando hacia el techo de su habitación por unos segundos, se sentía en las nubes, su mente estaba extasiada de revivir aquel momento en el que juntas perdieron la vergüenza para contemplar mutuamente lo más profundo de su ser. No obstante, saldría abruptamente de sus pensamientos al sentir que estaba fantaseando de más, no quería que aquello se volviese algo morboso y que por ende, perdiera su encanto, así que se detendría en cuánto sintió que estaba cruzando la linea*

—"Me encantaría poder estar con Laika todos los días, pero aún es muy pronto para pensar en eso... - nuevamente soltaría un largo suspiro - Cómo sea, no me importa cuanto tenga que esperar... Ella lo vale." - Dijo mientras miraba de reojo el estuche del violín que le había regalado -.

"¡LYRA, BAJA POR FAVOR!"

*El repentino grito de su hermana provocaría que la castaña se exaltara y que, por consecuente, se levantase de su cama de un salto. Antes de salir de su habitación se aseguraría de guardar aquellos detalles que Laika le había obsequiado para posteriormente ocultarlas debajo de su cama puesto que por el momento no quería darle explicaciones a sus hermanas sobre el como las había conseguido. Una vez hecho esto, la castaña saldría de su habitación y se apresuraría en bajar las escaleras para acudir al llamado de Loan, quién la esperaba en la cocina*

—Ya estoy aquí. - Dijo Lyra mientras ingresaba a la cocina, encontrándose con su plato de comida sobre la barra de la cocina -.

—¿Te lavaste las manos? - Preguntó Loan mientras tomaba asiento en la barra -.

—Oh no, lo haré enseguida. - se apresuraría en realizar dicha acción para acto seguido tomar asiento frente a Loan - Y bueno... ¿Cómo estuvo tu día? - Le preguntó a su hermana con una sonrisa -.

—Oh, ya sabes. Lo mismo de siempre, recibir órdenes de una imbécil engreída mientras hago papeleo y reportes aburridos. - Explicó Loan mientras soltaba un suspiro de cansancio -.

—Oh, ya veo... - Diría Lyra en un tono condescendiente, sintiéndose mal por el día a día de su hermana mayor -.

—Estoy bien, no te preocupes. - diría en un tono calmado y maternal para tranquilizar a la castaña - ¿Y tú? Sé que tuviste un buen día por lo que me dijiste hace rato, así que supongo que escucharé algo positivo.

—Pues de hecho si... - sonrió algo avergonzada - Después de clases mis amigas me llevaron a comer, luego a dar un paseo y finalmente fuimos a la casa de Panther a pasar el rato, fue un día muy lindo.

—Me alegro por ti. - esbozó una pequeña sonrisa - Aunque tengo una duda. ¿Ese violín te lo regalaron por...?

—Eh... - estaba a punto de entrar en nerviosismo, sin embargo, su mente se iluminó y mantuvo la mentira que había ideado momentos atrás - Otra vez obtuve el promedio más alto de mi clase, incluso fui el 3er mejor promedio de la escuela.

—¿En serio? - la castaña le asintió - Oh, pues te felicito, Lyra. Si eres capaz de eso, no tengo duda de que seguirás logrando más cosas así.

—Muchas gracias hermana, aprecio tus palabras. Te quiero. - Dijo con un tono de voz quebrado. No mentía en ese aspecto, realmente consiguió con esfuerzo ese logro, sin embargo, había tenido que mencionarlo para que su mentira fuese convincente -.

—No hay de qué. Tanto Liena como to estamos orgullosas de ti, y sabes que nuestros padres también lo estarían. - Diría mientras volvía a esbozar una sonrisa -.

—Oh cierto, ¿Dónde está Liena? Se supone que ya debería haber llegado. - Dijo Lyra con preocupación -.

—Ah si, sobre eso... - desvió la mirada mientras se rascaba la nuca denotando su incomodidad ante dicho cuestionamiento - Olvidé mencionarte que tendré que salir, mi novia vendrá pasará a recogerme, estará aquí en menos de 15 minutos. - Comentó Loan en un tono serio, sin mirar a la castaña a los ojos, dedicándose a terminar de comer -.

—Eh... ¿De acuerdo? - dejó de lado su comida para mirar con extrañeza a su hermana - ¿Y hay algún motivo en especial?

—No realmente, es sólo un pequeño asunto que tenemos que resolver.

—¿Y ése asunto es...? - Siguió cuestionando a su hermana mayor -.

—Te lo diré en cuánto regresemos, ¿De acuerdo? - la castaña se mantuvo en silencio - ¿DE ACUERDO? - Preguntó en un tono serio y cortante -.

—Si... Está bien. - Asintió a regañadientes, bajando la mirada para dedicarse a seguir comiendo el contenido de su plato -.

—Gracias por entender. - Dijo mientras se levantaba de la silla - Si me disculpas, iré a cambiarme de ropa.

[Lo dicho por Loan provocaría la preocupación de Lyra, la cual tendría un mal presentimiento de lo que se aproximaba. Por desgracia, ella ya estaba acostumbrada a que constantemente ocurrieran situaciones o eventos desafortunados en su vida por lo que temía de lo que pudiese llegar a suceder en esta ocasión. Había pasado algo de tiempo desde la última vez que algo malo les sucedió, sin embargo, su intuición no fallaba y por ende, estaba segura de que algo malo iba a pasar.

Conforme pasaban los minutos la tensión se apoderaba del cuerpo de Lyra, sentía como si su corazón fuese a salirse de su pecho y no podía evitar sentirse nerviosa. Loan no diría ni una sola palabra más en todo ese lapso de tiempo, por lo que una vez que su novia llegó, Lyra entraría en conflicto interno puesto que, por un lado quería obedecer la orden que su hermana le dio y por otro, deseaba descubrir cual era ese asunto que su hermana le estaba ocultando con cierto misterio.]

—Ya llegó. - diría se acercaba hacía la puerta de la entrada - Trataré de... - suspiró - Trataré de volver lo más pronto posible, pero si no lo hago, no me esperes. - Dijo Loan -.

—¿Qué? ¿Pretendes qué me quede aquí como si nada estuviese pasando?

—No, no pretendo eso. Simplemente no quiero que... - soltó un quejido - Olvídalo. Sólo quédate tranquila, ¿Si? ¿Puede hacer eso por mi?

—Yo... No creo poder hacer eso. - Respondió Lyra cruzándose de brazos -.

—Lyra, todo está bien. Sé que te preocupes demasiado, pero...

—Sólo dime que está pasando exactamente, necesito saberlo. - Dijo Lyra interrumpiendo a la rubia abruptamente -.

—No puedo hacer eso...

—¿Por qué?

—Es sólo que... No puedo.

—¿En serio vas a hacerme esto, Loan? Después de todo lo que hemos pasado, ¿No puedes tenerme la confianza de decirme que está pasando?

*Loan se sentía abrumada por los cuestionamientos de Lyra, no quería mentirle ni tampoco se trataba de falta de confianza, simplemente estaba protegiéndola de la situación, no quería involucrarla y arruinar su día. Ése era el motivo principal por el cual se estaba deteniendo, era incapaz de arruinarle el día tan lindo que había tenido su hermana. No obstante, la rubia tendría que tomar una decisión bajo presión puesto que afuera la estaba esperando su novia mientras que su hermana estaba esperando respuestas de su parte*

—¿Es en serio, Loan? ¿No dirás nada? - Lyra siguió cuestionando a su hermana -.

—Lyra... Sabes perfectamente que entre nosotras la confianza es muy importante, no puedo mentirte...

—¿Y entonces porqué no quieres decirme que está pasando?

—No quiero involucrarte en esto, no después de... - No pudo terminar su respuesta debido a que Lyra le alzó la voz, interrumpiéndola -.

—¡Sólo dímelo! ¡Dime! ¿¡Por qué no quieres involucrarme!?

—¡Porqué quiero protegerte idiota! - No pudo contenerse ante la presión ejercida por lo que liberaría dicho estrés en un fuerte grito que sorprendería a Lyra, sin embargo, después de unos segundo se daría cuenta de su error - Espera, no quería insultarte, yo sólo... [suspiro] No quiero que tu día se arruine, ¿Si? Es eso...

—Loan...

—Los últimos meses han sido difíciles y aún no nos recuperamos de eso, así que no quisiera arruinarte esa pequeña felicidad, no más. - Explicó Loan con la mirada baja -.

—Loan, agradezco tu consideración, pero te lo agradecería aún más si me dijeras que fue lo que pasó. Sólo así estaré tranquila. - Respondió de manera fría y seria -.

—De acuerdo, pero no digas que no te lo advertí... - soltó un largo suspiro - Tiene que ver con Liena... - Lyra le miró expectante - Ella se metió en problemas...

—¿Qué clase de problemas?

— Está siendo acusada de abuso de confianza por su jefa del trabajo.

—¿¡Qué!? ¿No se supone que era su amiga?

—Si, y al parecer Liena abusó de esa confianza...

—¿Y dónde está?

— En este momento... En la estación de policía del centro de la ciudad. - Dijo Loan con un tono de decepción -.

—¿Y qué piensas hacer?

—Sinceramente no lo sé, pero tengo que ir a a verla, es por eso que llamé a mi novia, tiene auto y puede llevarme hasta allá, ya que es urgente. Además, ella tiene conocimiento en leyes y estoy segura de que algo sabrá que hacer.

—¿Si sabes que eso no la hace abogada, verdad? - Cuestionaría Lyra -.

—Si, lo sé. - suspiró con cansancio - Sin embargo, estoy segura de que ella podrá ayudarnos en algo.

—Mmm... Ya veo. - suspiró - Pero espera, ¿En serio pensabas irte sin decirme nada de eso? - Lyra recriminó con cierto enojo -.

—Si bueno, cómo te dije, no quería arruinarte la noche, pero que más da. - Diría Loan con la mirada baja -.

—Está bien, lo entiendo. - se acercó hacía Loan para darle unas leves palmadas en la espalda tratando de reconfortarla - Pero ahora nuestra prioridad es Liena, así que vamos. - Dijo Lyra mientras se encaminaba hacía la puerta de la entrada -.

—Si, vamos... - Asintió con un largo suspiro de frustración para acto seguido tomar las llaves de las cada y posteriormente salir de esta junto a Lyra -.

*Una vez que Loan y Lyra salieron de su casa, ambas se apresurarían en subir al auto de la novia de Loan. Al subirse, Loan saludaría a su prometida con un beso en la mejilla mientras que Lyra se ponía cómoda en el asiento de atrás, observando dicha acción y sorprendiéndose ante ello puesto que Loan había dejado de ser expresiva desde hace algún tiempo. La prometida de la rubia era pelinegra, con su cabello perfectamente bien atado a una cola de caballo, además de utilizar un conjunto de ropa que consistía en una camiseta blanca de manga corta con una falda larga de color negro, así como zapatos del mismo color. Ante los ojos de Lyra, no era tan atractiva como Laika, pero aún así no podía negar que era linda y que le agradaba como pareja de su hermana mayor, a pesar de que ese era su primer encuentro con ella*

—Bueno Lyra, te presento a mi novia. - Dijo Loan con una sonrisa -.

—Encantada de poder conocerte al fin. - Saludó Lyra con una cálida sonrisa -.

—Sonette, te presento a mi hermana.

—Igualmente, el placer es mío. Loan me ha hablado muchísimo de ti, y me parece que eres brillante. - Diría correspondiendo el saludo -.

—¿En serio? Pues muchas gracias. - agradeció con un leve sonrojo en sus mejillas - Quisiera poder decir lo mismo, pero Loan no ha tenido la oportunidad de hablarme mucho sobre ti, ya que desafortunadamente su trabajo absorbe mucho de su tiempo, sin embargo, sé que eres una gran chica y que mi hermana te quiere mucho - Diría Lyra con una sonrisa -.

—No tienes nada de que agradecerme, por la forma en la que expresas tanto verbal como corporalmente puedo confirmar mis palabras. - volvió a sonreirle a la castaña por medio del retrovisor - Espero que más adelante volvamos a coincidir. Obviamente en una ocasión más cómoda y cotidiana que esta. - Respondió Sonette sin dejar de mirar al frente mientras conducía -.

—Estoy de acuerdo con eso. - esbozó un sonrisa mientras soltaba un pequeño suspiro - Oh, por cierto, ¿Es verdad que sabes de leyes? - Preguntaría Lyra desde el asiento de atrás -.

—Bueno, me gradué de la escuela de leyes y por ende, mi título en derecho lo avala. Sin embargo, no he podido ejercer dicha profesión debido a ciertas circunstancias. - soltó una risa nerviosa - Pero respondiendo tu pregunta, si, si tengo conocimiento en leyes. - Respondió Sonette -.

—Oh, que bien... - Mencionaría Lyra mientras soltaba un pequeño suspiro de alivio -.

—Sonette tratará de hacer todo lo que esté a su alcance para ayudarnos, así que no te preocupes. - Dijo Loan al notar que su hermana menor comenzaba a sentirse nerviosa y preocupada -.

—De acuerdo... - asintió con desánimo - "Sólo espero que sea cierto".

—Si Lyra, puedes estar tranquila en ese aspecto, me aseguraré de que Liena sea puesta en libertad. - Aseguró Sonette mientras se mantenía firme frente al volante -.

—No quiero ser irrespetuosa, pero... ¿Qué eso no es trabajo para un abogado?

—Si, obviamente. - Asintió Sonette -.

—¿Y entonces porqué nos aseguras eso? - Cuestionó Lyra mientras se cruzaba de brazos -.

—Eh bueno, técnicamente soy una abogada, pero como dije, no he podido ejercer la profesión. - Explicó Sonette -.

—Si, si, eso lo entiendo. Sin embargo, no termino de comprender cómo harás para que los oficiales de policía crean que eres abogada y que a su vez, te permitan intervenir en el caso de Liena. - Recriminó Lyra, demostrando su inconformidad -.

—Entiendo que desconfíes de mí, estás en tu derecho de hacerlo, no tienes ninguna referencia de mi o de mi trabajo. No obstante, te olvidas de algo muy importante: tu hermana está siendo acusada mediante una querella. Es decir, la persona afectada presentó ante las autoridades un escrito detallando las acciones que considera fueron abuso de confianza por parte de tu hermana. A menos que dicha querella sea admitida y el juez considere que hay pruebas suficientes para iniciar un proceso penal, Liena no podrá ser vinculada a proceso. Además, incluso si es vinculada, no podrá ser llevada a prisión preventiva a menos que se determine que existe riesgo de fuga o que pueda obstruir la justicia. En cualquier caso, es probable que pueda pagar una fianza para obtener su libertad mientras se resuelve su situación, y solo podrá ser condenada y llevada a prisión si se le declara culpable en un juicio - Explicó Sonette con seriedad -.

—Oh, entiendo... - bajó la mirada sintiéndose avergonzada y algo tonta por dudar de las capacidades de la pelinegra - Discúlpame si te ofendí, no era mi intención. Es sólo que, estoy bastante preocupada por Liena, es todo. - Dijo Lyra soltando un suspiro de frustración -.

—Descuida, no me ofendiste. Entiendo perfectamente como te sientes, así que no te preocupes. - esbozó una sonrisa mientras miraba a Lyra por el retrovisor del auto, tratando de reconfortarla - Todo va a estar bien, te lo aseguro. Trataré de hacer todo lo posible para ayudar a su hermana. - Diría Sonette en un tono serio y convincente -.

—Muchas gracias, en serio. - soltó un suspiro - Son pocas las personas que se preocupan o se han preocupado por nosotras, así que... - su voz se quebró y sus ojos se volvieron acuosos, sin embargo, no derramaría ni una lágrima - Te lo agradezco porqué sé que no es tu responsabilidad ayudarnos. - Diría Lyra cabizbaja -.

—Bueno, quiero demasiado a Loan y no me importa tener que ayudarla en algo así. Además, se cuánto le importan tanto Liena como tú, así que sí a ella le importan y le preocupan, a mi también. - Diría Sonette en un tono emotivo, ganándose así la mirada amorosa de la rubia y la sonrisa aliviada de la castaña -.

[El trayecto del viaje se extendió por 10 minutos más debido al tráfico, dicho tiempo sería aprovechado por la pelinegra para explicarle brevemente al par de hermanas lo que debían de hacer una vez que estuviesen en la estación de policía. Al llegar, Sonette se encargaría de estacionar su auto para acto seguido bajarse del mismo acompañada de Loan y Lyra.

Una vez dentro de dicho lugar, Loan y Sonette se acercarían a la recepción para solicitar información sobre Liena mientras que, Lyra por su parte, tomaría asiento en la sala de espera, la cual a pesar de estar algo concurrida se encontraba en completo silencio, lo que provocaría que la castaña no pudiera evitar sentirse incómoda debido al ambiente tenso e inseguro que podía llegar a percibirse.]

—"Espero que podamos irnos de aquí cuanto antes... En serio no me gusta estar aquí." - pensó mientras se abrazaba a si misma tratando de calmarse - Me gustaría que Laika estuviese aquí... - murmuró en voz baja, al mismo tiempo en el que se recargaba de forma incómoda sobre su asiento - "¿Aún estará despierta? Nos deseamos buenas noches desde hace un par de horas..." - Reflexionó la castaña mientras entrecerraba sus ojos -.

*La espera se volvía eterna para Lyra, quién, incómoda y preocupada por la situación, decidiría hablar con Laika por mensaje para distraerse y sentirse un poco más tranquila. No sabía si encontraría a la pelirroja despierta a esa hora, pues aunque acostumbran quedarse hablando hasta tarde, a veces alguna de la dos debía dormirse temprano debido a compromisos personales o escolares. Afortunadamente para la castaña, su novia aún se encontraría despierta, pudiendo intercambiar algunos mensajes con ella antes de ser llamada por Loan, quién, le informaría sobre la situación de su hermana*

—Listo, ya nos dieron información sobre Liena. - Diría Loan mientras se acercaba a la posición de Lyra -.

—"Oh, por fin..." - se levantaría de su asiento al instante en el que vio como su hermana mayor se dirigía hacía ella - ¿Si? ¿Qué les dijeron, podrá salir?

—Eh, pues... Es complicado. - Respondió Loan mientras se rascaba la nuca, denotando una notable preocupación -.

—¿Qué? ¿¡Por qué!? - Lyra preguntó exaltada, buscando respuestas en la mirada de su hermana y en su alrededor, ya que había perdido de vista a Sonette -.

—Te lo diré, pero baja la voz, todos nos están viendo... - Dijo Loan con algo de pena -.

—¿¡Y eso qué importa!?

—Está bien, te lo diré. Sólo cálmate. - soltó un suspiro de frustración - Liena está bien; por el momento no puede ser declarada culpable por dos motivos: la falta de pruebas incriminatorias y de una demanda formal, ya que su jefa sólo la denunció. Es por ello que puede salir bajo fianza, incluso hasta podría llegar a un acuerdo con su jefa para que no proceda con la demanda...

—Oh, eso no suena tan mal... - Diría Lyra interrumpiendo a su hermana -.

—Lo sé... - volvió a suspirar - Sin embargo, hay un ligero problema con esa posibilidad.

—¿Y eso es?

—El costo de la fianza es de aproximadamente 725 dólares, sin contar el monto que nos pedirá la jefa de Liena para no proceder con la demanda.

—Oh... - se quedó reflexionando unos segundos tratando de no entrar en pánico - ¿Qué se supone que haremos? No tenemos ese dinero. - Lyra expresaría con severa preocupación -.

—Ya lo sé, es por eso que Sonette está buscando la forma de que reduzcan la fianza. Aunque es difícil debido a que eso se tendría que ver en un juicio. - Mencionó Loan con frustración -.

—¿¡Se supone que eso debe calmarme!? Aún así tendríamos que pagar una cantidad excesiva de dinero que no tenemos. - Diría Lyra con enojo mientras subía la voz, ganándose las miradas de las personas presentes -.

—Ya lo sé, ¿Y qué quieres que haga?

—¡Qué resuelvas la situación, maldita sea!

—Esta es una situación que se encuentra fuera de mi alcance. Sonette está haciendo todo lo posible por ayudarnos. - Contestó Loan con un notable cansancio en su mirada -.

—¿Si? Pues dudo que pueda hacer algo mejor. - Mencionó Lyra con molestia -.

—Lyra, no quiero discutir contigo por ella. - soltó un suspiro - Las tres estamos en el mismo equipo, ¿Recuerdas?

—Si, si lo recuerdo... - Suspiró con resignación -.

—Bien. - palmeó el hombro de la castaña - Por ahora sólo nos queda esperar a Sonette.

*El par de hermanas se quedarían esperando a Sonette, quién, se encontraba hablando exhaustivamente con los oficiales de policía tratando de negociar la libertad de Liena. Por su parte, Loan enfrentaba la espera con algo de tensión, caminando de un lado a otro e incluso saliendo al exterior un par de veces para fumar. Lyra, por su parte, enfrentaba la espera con suma preocupación e impaciencia, recurriendo a Laika para calmarse; sin embargo, la incertidumbre la carcomía lentamente*


[Laika: Trata de calmarte, estoy segura de que la novia de tu hermana encontrara la forma de resolver esa situación.

Lyra: Realmente espero que si...

Laika: Créeme, todo va estar bien. Sólo no te alteres.

Lyra: Si, si, lo sé...

Laika: ¿Estás segura de que estás bien?

Lyra: Si, si, estoy bien amor.

Laika: ¿No quieres que vaya a verte?

Lyra: No, no, no es necesario. Además, no me gustaría que tu madre se enoje contigo por salir a esta hora.

Laika: Mi madre no está, y aún si estuviera sabes perfectamente que iría a verte.

Lyra: Ya lo sé, pero créeme, estoy bien.

Laika: Bueno, aún así me quedaré despierta por si necesitas algo. Por favor avísame cuando hayan salido de la estación de policía. Te amo.

Lyra: ... ... ...]


*Luego de una tensa y dramática espera que se extendió por alrededor de 30 minutos, Sonette volvería con las hermanas para informarles sobre la negociación que había logrado efectuar luego de mucha insistencia de su parte*

—Listo, ya llegué a un acuerdo con el oficial que arrestó a Liena. - Diría Sonette mientras se acercaba hacía el par de hermanas -.

—¿En serio? - Preguntó Lyra con incredulidad -.

—¿Y cuál fue el acuerdo? - Preguntó Loan con intriga -.

—Él comprendió que debido a la falta de pruebas y una demanda formal, la multa de Liena puede disminuir a la mitad, siempre y cuando haya un arreglo con la parte afectada. - soltó un suspiro - Sin embargo, me dijo que tenía que hablar con ustedes para poder acordar eso y otros detalles. - Explicó Sonette con algo de cansancio -.

—¿Qué clase de detalles? - Preguntó Lyra con extrañeza -.

— No lo sé, no quiso entrar en detalles. Sólo me dijo que necesitaba hablar con ustedes en privado.

— ¿Y qué opinas de esa idea? - Preguntó Loan con cierta duda -.

— Siendo sincera, la forma en que me lo dijo no me dio buena espina. Es decir, se está mostrando comprensivo con la situación de ustedes y eso se le agradece, pero no me parece profesional de su parte que quiera ocultarlo, ¿Saben?

— ¿Y entonces qué nos recomiendas? - Preguntó Lyra con angustia -.

— En lo personal, yo les recomendaría que... - Loan la interrumpió -.

— No tenemos otra opción, debemos de tomar el riesgo. - Respondió la rubia de forma tajante -.

— ¿Qué? ¿Hablas en serio?

— Mira Lyra, estoy igual de preocupada que tú, pero no sé si conseguiremos una mejor oferta. ¿Comprendes eso?

— Si, lo sé... - soltó un largo suspiro - Temía que dijeras eso.

— Bien, entonces hay que ir cuánto antes a hablar con ese oficial. - Posó su mano sobre el hombro de la castaña mientras se levantaba de su asiento -.

— Si, está bien... - Asintió mientras soltaba un largo suspiro -.

— Linda, ¿Puedes decirnos dónde queda la oficina del oficial con el que negociaste? - Loan le preguntó a la pelinegra -.

— Oh si, acompáñenme por favor. - Respondió Sonette para luego encaminarse hacía dicha oficina -.

*Lyra no podía dejar de sentirse completamente nerviosa y preocupada mientras caminaba hacía la oficina de aquél oficial que extrañamente había accedido negociar con ellas. En su interior tenía un mal presentimiento puesto que no era muy común que las autoridades de la ciudad fuesen tan peculiarmente permisivas con una situación de la cual podía sacar provecho. Además, el hecho de tener que lidiar con policías era algo que no le traía buenos recuerdos a la castaña, al menos no después de lo que había pasado con su madre*

- Oficina N3 de la Comisaría -

*Una vez que estuvieron frente a la oficina, se detendrían unos cuantos minutos para que Sonette les diera un par de indicaciones. Al terminar, las hermanas se mirarían por unos segundos antes de ingresar a la oficina*

— ¿Por qué tardaron tanto? ¿Se arrepintieron? - Preguntó el oficial con voz ronca y sin voltear a ver a las hermanas -.

— Eh no, no oficial, es sólo que... - Lyra respondió temerosa, pero sería interrumpida por Loan, quién hablaría en un tono más firme -.

— Estábamos terminando de hablar con nuestra abogada, por eso la demora. - Respondió Loan con seriedad -.

— Entonces supongo que ya les notificó sobre las facilidades que les daré respecto a su caso, ¿No?

— Si, lo hizo. También nos dijo que usted necesitaba vernos para poder acordar esos detalles y algo más.

— Así es. - esbozó una pequeña sonrisa; aún seguía dándole la espalda al par de hermanas - Y bien, ¿Están de acuerdo con dichas facilidades?

— Si, lo estamos. - Asintió la rubia -.

— Bien. Ahora solo falta acordar la otra parte del trato. - Mencionó en un tono serio -.

— ¿Qué? ¿Hay otra parte? - Lyra cuestionó al oficial, visiblemente confundida -.

— Claro, ¿No creyeron que cedería tan fácil o sí? Además, los abogados no son de fiar, siempre están buscando su beneficio propio o sino, buscan encubrir a sus clientes, aún cuando estos sean unos idiotas irresponsables o criminales.

— ¿Disculpe? Eso es literalmente lo que su profesión dicta. - Respondió Loan tajantemente, ofendida por lo que mencionó sobre Sonette -.

— Lo sé. Sin embargo, el de la experiencia y la autoridad aquí soy yo, ¿Entiendes eso?

— No me gusta hacía dónde va esto. Lyra, vámonos. - Dijo Loan mientras se volteaba hacía su hermana, indicándole con la mirada que se dirigiera a la salida -.

— Sabes, yo no haría eso si fueran ustedes... - Finalmente se volteó hacía ellas, viéndolas con una mirada fría y llena de desdén -.

— ¿Y por qué no lo haríamos?

— Veamos, tal vez porque quieren hacer lo posible para sacar a su hermana de aquí, ¿No es así? - las hermanas se quedaron en silencio - Eso suponía. Díganme, ¿Qué serían capaces de hacer para liberarla?

— No-Nosotras no...

— Miren, por si no lo sabían, yo soy el jefe de policía y tengo el poder suficiente como para hacer que a su hermana la dejen ir sin necesidad de pagar alguna multa. - Mencionó en un tono perturbador, tratando de persuadir a las hermanas -.

— ¿A que quiere llegar con eso? - Loan, notablemente extrañada, cuestionó al oficial -.

— Necesito un pequeño y diminutivo favor de su parte, sólo uno. - Dijo con una sonrisa macabra y pervertida a la vez -.

— Y... - Loan no quería preguntarle sobre a que se refería, pues en su interior sabía perfectamente que le pediría -.

*A medida que la tensión crecía en la comisaría, el ambiente se volvía cada vez más opresivo. El oficial, aquel hombre corrupto que había prometido a Sonette una negociación a cambio de un favor, se acercó con su mirada fría y calculadora. La sala estaba en completo silencio, solo interrumpido por los pasos de los policías que pasaban por los pasillos. No obstante, el hombre, con una sonrisa torcida y un tono que no dejaba lugar a dudas, rompió el tenso silencio*

— Tengo que ser honesto con ustedes. No tengo ninguna intención de hacer lo que le prometí a su abogada... a menos que ella, cumpla con la pequeña condición que les estoy solicitando. - Dijo el oficial en un tono frío mientras enfocaba su mirada en Lyra -.

— ¿Y cu-cuál es esa condición? - Loan preguntó temerosa -.

— Si ella hace un pequeño favor para mí, en privado, entonces tal vez podría considerar lo que au abogada me pidió y hablar con mis superiores. Quizás logremos que liberen a su hermana de inmediato. - Mencionó en un tono de lujuria mientras mantenía su mirada pervertida en Lyra -.

— ¿Qué clase de favor? - Preguntó Loan amándose de valor -.

— Oh, tú sabes. Es algo que sólo ella y yo haremos en privado. - se relamió los labios mientras seguía viendo a Lyra, provocando que esta cubriera su cuerpo de manera instintiva - Es una jovencita muy hermosa y aparentemente pura, así que quiero comprobar que tan santa es.

— ¿Es en serio lo que usted nos está pidiendo? - Loan preguntó incrédula, estaba totalmente sorprendida ante el atrevimiento del oficial -.

— Si, hablo muy en serio. - se levantó de su asiento para acercarse hacía Lyra lentamente - Si ella lo hace, me encargué de que su hermana salga de aquí sin ningún inconveniente.

— ¿Ha-Habla en serio? - Preguntó Lyra con voz temerosa mientras temblaba en su asiento -.

— Si linda... - al estar frente a la castaña, se encorvaria para estar a la altura de su rostro y así poder acariciarla del cabello - Muy en serio.

[Lyra, temblorosa y con el rostro pálido, miró a su hermana, intentando contener las lágrimas que amenazaban con caer. El miedo la invadía, pero sabía que debía ser fuerte, que debía encontrar la manera de salir de esa situación sin sucumbir a lo que el hombre les pedía.

Loan por su parte se encontraba en shock, su mente no podía creer ni concebir la situación que se estaba presentando ante sus ojos. Asimismo, se encontraba en un escalofriante dilema: La pureza de Lyra o la libertad de Liena. Esto era algo por lo que ninguna persona debería pasar, era simplemente perturbador pensar que, aquellos que están destinados para la protección de la sociedad y la moralidad, traicionen de esta forma la confianza puesta en ellos.]

— No... No qu-quiero hacerlo, pero te-tengo que... - Murmuró Lyra, casi sin poder articular palabra. El miedo la tenía paralizada -.

*Loan, al escuchar las palabras de su hermana, sintió una oleada de furia recorrer su cuerpo. No podía dejar que Lyra pasara por eso. No podía dejar que nadie, mucho menos ese maldito oficial, aprovechara de ella. Así que, con el corazón acelerado, decidió actuar*

— Espere... ¡Yo lo haré! - Exclamó Loan, mirando al oficial con determinación - Yo lo haré, por favor aléjese de ella. Ella no tiene porque pasar por algo así.

— Oh, ¿Estás segura de querer hacerlo? Con ella iba a ser gentil, pero contigo seré rudo. - Mencionó con una sonrisa de satisfacción -.

— No me importa, sólo quiero que nos podamos ir de aquí. - soltó un suspiro - Haga lo que tenga que hacer.

— ¿¡Qué!? ¿¡LOAN!? - Preguntó Lyra totalmente alarmada -.

— Perfecto... - Respondió el oficial, su tono de voz calmado, casi como si estuviera satisfecho con el resultado - Entonces parece que tenemos un trato. - Diría mientras acercaba su mano hacía la rubia, buscando un apretón de manos qué diera por cerrada la negociación -.

— Loan, Loan espera, no tienes porque hacer esto, ¡Ninguna de las dos tiene qué!

— Lo sé Lyra, ¿Pero que otra opción tenemos? - Preguntó Loan con resignación -.

— ¡Por Dios, cualquier cosa es mejor que esto!

*Loan se quedó completamente en silencio, mostrando su evidente resignación ante la situación e ignorando las súplicas de Lyra, quién trataba de hacerla entrar en razón. Por su parte, el oficial estaba ciertamente excitado de ver dicha situación, por lo que comenzaría a ponerse cómodo mientras esperaba que las hermanas dejasen de discutir*

— ¡Por favor Loan, te lo ruego, no lo hagas! - Diría Lyra mientras lloraba de impotencia -.

— No hagas esto más difícil, Lyra, por favor.

— ¿¡Cómo puedes decirme eso!? ¡Yo sólo quiero que...!

— Obedece a tu hermana, linda. Más te vale cerrar tu linda boquita o sino...

— ¿¡QUÉ!? ¿¡TAMBIÉN SE APROVECHARÁ DE MI!? - el oficial, visiblemente ofendido, se puso de pie y encaro a Lyra - ¡QUISIERA VER QUE LO INTENTE, MALDITO BASTARDO ASQUEROSO HIJO DE...!

*De pronto, un fuerte golpe seco sobre algo blando resonó por toda la habitación, enmudeciendo a los presentes y provocando que la habitación se llenara de un silencio espectral. Todo había pasado tan rápido que, cuando Lyra se dio cuenta, su mejilla estaba completamente roja y su nariz escurría pequeña gotas de sangre. Al ver esto, es que Loan estallaria en furia, pues si había algo que no podía permitir era que alguien le hiciera daño a una de sus hermanas frente a ella*

— ¿¡Quién demonios se cree para tocar a mi hermana!? - le gritó al oficial con el rostro completamente desencajado en furia, sin embargo, se contuvo en lanzarse contra él, prefiriendo brindarle calidez a su hermana mediante un abrazo - ¡Ninguna hará nada! ¡Puede pudrirse en el infierno maldito bastardo!

— Oww, si que me ofendes. - Diría en un tono sarcástico mientras se reía enfrente de las hermanas -.

— Veamos que le pasa a los malditos cerdos corruptos como usted que abusan de su poder.

— Ja, quisiera ver que intente algo ustedes dos y su tonta abogada.

— ¡Ya lo verá, me encargaré de que usted pague por esta denigrante situación por la que nos hizo pagar!

— Pues buena suerte. - Dijo el oficial de policías en un tono arrogante -.

— Vámonos de aquí, Lyra. - La rubia saldría abrazando a su hermana menlr de la oficina del policía; no sin antes escupir en el suelo como señal del asco que sentía por ese tipo -.

[Lyra estaba completamente traumatizada, extraviada en sus pensamientos. Parecía una niña pequeña aterrada por la oscuridad, buscando refugio en su madre. Loan, aunque furiosa, sabía que no podía separarse de Lyra en un momento así. Decidió recurrir a Sonette para denunciar lo sucedido y buscar una solución viable.

Sonette, al enterarse, comenzó a idear un plan con rapidez. Hizo varias llamadas, movilizando contactos y evaluando cómo debían proceder. Sin embargo, en un descuido, Loan, cegada por la impotencia y la desesperación de no saber qué hacer, perdió el control. Al presenciar cómo el oficial corrupto ordenaba que Liena fuese trasladada a una celda de alto riesgo, se lanzó contra él sin pensarlo dos veces.

Por su parte, Lyra, al ver cómo Loan era sometida por los cuerpos oficiales, reunió el valor para denunciar lo ocurrido. Sin embargo, sus acusaciones fueron desestimadas por "falta de pruebas" y consideradas como difamación.

En cuestión de minutos, la situación empeoró drásticamente. Las tres hermanas terminaron encerradas juntas en una misma celda, acusadas de alteración del orden público y resistencia a la autoridad.

Lamentablemente para su causa, Sonette se enteró de lo sucedido demasiado tarde. Cuando regresó tras hacer sus llamadas y no encontró al par de hermanas por ningún lado, fue informada por un notario de la estación sobre los eventos que habían ocurrido momentos antes. La noticia la golpeó con fuerza, dejándola desesperada. Sus opciones se agotaban rápidamente, y cada vez se sentía más limitada para ayudarlas.]

- Celdas (Detenciones) -

*Al verse limitada y sobre todo, ignorada por los oficiales de la estación, Sonette pediría ver a sus clientes, petición que sería aceptada y, por ende, podría ir a ver al trío de hermanas*

— Debieron de haberme dejado aquí, saben... - Diría Liena con pesimismo -.

— Cállate Liena, en serio no quiero escucharte... - bajó la mirada mientras acariciaba el cabello de Lyra, quién estaba acurrucada sobre su pecho - Ve lo que provocaste.

— ¡Perdóname, pero yo no pedí que vinieran!

— ¡Dije que te callaras, estúpida malagradecida!

— ¡No lo haré!

— ¿Sabes qué? Está bien... No quiero discutir... - Soltó un largo suspiro -.

— Qué bueno porqué... "Yo tampoco"... - murmuró mientras veía con remordimiento a sus hermana - Lo lamento... - Diría con sinceridad en voz baja; permaneciendo Loan en silencio -.

[Liena se lamentaba internamente en un rincón de la celda, observando cómo Loan intentaba tranquilizar a su hermana menor, quien permanecía acurrucada junto a ella. El ambiente estaba cargado de tensión y frustración, mientras los pensamientos de culpa y arrepentimiento consumían a Liena.

Poco después, Sonette llegó al área de las celdas para hablar con las hermanas y obtener detalles de lo sucedido antes de que fueran encerradas. Loan, con una mezcla de rabia y desesperación, le relató a su novia todo lo ocurrido en su ausencia. Al escuchar la historia, Sonette quedó incrédula, incapaz de asimilar completamente los hechos que le narraban.

Tras unos minutos de reflexión intensa, tratando de analizar cada posible ángulo para ayudar, Sonette llegó a una dolorosa conclusión: sus opciones eran extremadamente limitadas. Sin alternativa viable a la vista, decidió compartir esta realidad con las hermanas, consciente de que la noticia podría generar más angustia. La preocupación se reflejó de inmediato en el rostro de Loan, quien, con un tono algo desesperado, le suplicó que buscara alguna forma de sacarlas de allí.

Decidida a no defraudar a su novia ni a las hermanas de esta, Sonette se puso en acción. Comenzó a movilizarse en busca de una solución que pudiera aliviar la situación, haciendo uso de todos los recursos a su disposición. Sin embargo, el estrés comenzaba a pesar sobre ella como una losa, afectando su capacidad de mantenerse centrada.]

~Más Tarde~

*Para Sonette, la sensación de fracaso era abrumadora. Había agotado todos los recursos a su alcance, hecho llamadas urgentes y presionado contactos, pero nada había sido suficiente para cambiar la situación. Cada segundo que pasaba se sentía como un peso adicional sobre sus hombros, y la pelinegra comenzaba a cuestionarse su propia habilidad para manejar el caso. El agotamiento y la frustración se reflejaban en su semblante mientras caminaba de regreso a la celda donde estaban las hermanas. Cada paso era una batalla interna entre el deseo de no defraudarlas y la dura realidad que tenía que enfrentar. Cuando finalmente llegó, se detuvo frente a los barrotes y respiró hondo, tratando de ordenar sus pensamientos antes de hablar. Loan fue la primera en notar su presencia. Sus ojos, cansados pero esperanzados, se clavaron en los de Sonette, como si esa mirada pudiera transmitirle todo lo que ella deseaba escuchar. Lyra permanecía acurrucada sobre el pecho de Loan, mientras Liena, más retraída, observaba desde las sombras, sin saber qué esperar*

— Lo siento... - empezó Sonette con un hilo de voz - Hice todo lo posible, pero... no logré nada concreto.

*El silencio que siguió a sus palabras fue devastador. Loan desvió la mirada, claramente afectada, mientras Lyra apenas reaccionaba, demasiado hundida en su propio miedo. Liena, por su parte, apretó los puños, aunque no dijo nada*

— ¿Qué significa eso? - Preguntó Loan al fin, con la voz tensa, tratando de mantener la compostura -.

— Que la única opción que tenemos ahora es que ustedes paguen las multas correspondientes... —respondió Sonette, su tono cargado de frustración - Pero sé que no tienen el dinero suficiente para cubrirlas, y... aj que quisiera, no puedo conseguirles dinero en tan poco tiempo.

*Loan se dejó caer lentamente al suelo, cubriéndose el rostro con las manos mientras trataba de procesar lo que acababa de escuchar. Lyra se aferró aún más a ella, buscando consuelo*

— Tranquila Son, no es tu culpa. - Dijo Loan con resignación, tratando de animar a su novia, la cual estaba visiblemente afectada -.

— ¿Y ahora qué hacemos? - Preguntó Liena, con un dejo de desesperación que contrastaba con su habitual actitud desafiante -.

— Seguiré buscando una solución... - Dijo Sonette, tratando de animar a las hermanas, aunque incluso para ella sus propias palabras sonaban vacías - No voy a rendirme, se los prometo.

*Las tres hermanas permanecieron en silencio, cada una lidiando a su manera con la incertidumbre y el temor. Mientras tanto, Sonette se alejaba de la celda, sintiendo cómo la presión y el estrés comenzaban a tomar un control absoluto sobre ella. No obstante, antes de que pudiera alejarse de ahí lo suficiente, sería llamada por Loan, quién le propondría una solución a la pelinegra*

— ¿Si pagamos nuestras multas podremos salir de aquí sin problemas, cierto? ¿Estás completamente segura de eso? - Preguntó Loan -.

— Si, estoy segura de eso. Pero como dije, no ustedes ni to tenemos el dinero suficiente para cubrir la multa.

— Si, si, lo sé. Aunque se me acaba de ocurrir algo.

— ¿Ah si? ¿Puedo saber que?

— Si, pero primero dime algo... ¿Tenemos derecho a realizar una llamada, verdad?

— Claro. ¿Por qué preguntas?

— Pues verás, yo...

*Con el orgullo herido y una sensación de vergüenza que pesaba en su pecho, Loan se encontraba en una encrucijada. No tenía más opciones viables, y la única salida que podía vislumbrar era recurrir a una vieja conocida de la familia. El solo pensar en ello le resultaba incómodo, pues habían pasado años desde la última vez que tuvieron contacto, y las circunstancias de su distanciamiento no eran del todo claras, aunque siempre habían mantenido una relación cordial. Loan sabía que pedir ayuda de esa manera significaba reconocer su vulnerabilidad, algo que detestaba hacer. Sin embargo, las circunstancias no le dejaban alternativa. En el fondo, confiaba en que esa persona respondería a su llamado, aunque la incertidumbre de su reacción la carcomía por dentro*


— Muy bien, espero que siga teniendo el mismo número de teléfono... - murmuró mientras marcaba el número - Vamos, vamos, contesta. Por favor...

Esa pequeña espera mientras trataba de establecer contacto con la otra persona se volvió eterna para la rubia, sin embargo, dicha espera valdría la pena*

— Por Dios... Contesta, contesta... ¡Por...!

— ¿Hola? ¿Hellou...? - Preguntó la otra persona desde la otra línea, en un tono algo juguetón y tierno -.

— "Gracias al cielo..." - soltó un largo suspiro de alivio para acto seguido continuar con la llamada - Oh, hola Cecilla. Soy yo, Loan...

— ¿¡Prima!? ¿En serio eres tú? Omg, no lo puedo creer. - Dijo Cecilia en un tono emocionado - ¡Cuánto tiempo sin vernos! ¿Cómo has...?

— Lamento molestarte, pero... - soltó un suspiro - Necesito de tu ayuda...