Los personajes son de DC Comics, solo me pertenece el OC
El Nuevo Príncipe y su Arlequín
11: El Nuevo Negocio
El Príncipe del Crimen, estaba junto a Harley Quinn, en un motel, en las inmediaciones de Ciudad Costera. Ambos habían adquirido, una altísima cantidad de artefactos, ciertos metales, algo de diamante y un metal extraído de un meteorito, en el fondo del Mar de los Salish... junto a la Ciudad Costera.
El meteorito, había sido desviado por Superman y cuando un grupo de personas (entre las cuales estaban Amanda Waller y el General Samuel Lane) descubrieron que ese mismo metal, había lastimado los nudillos del Hombre de Acero, entonces los dos últimos, se encargaron de enviar a un grupo de soldados muy bien armados de A.R.G.U.S, para asegurarlo.
Recuerdo
Soldadosvestidosdenegroy fuertemente armados, descendieron de una camioneta blindada y sumamente fortificada.
― ¡Vamos, vamos, vamos! ―ordenó el líder del grupo de Operaciones Negras,mientrasque otros seis soldados descendían ― ¡Activen trajes de buceo! ―todos presionaron botones en sus ropas, que les permitieron sumergirse.
Ninguno de los soldados de Operaciones Negras, que actualmente estaban bajo las aguas,podíasiquiera empezar a imaginar que allí, entre los muros de metal de los contenedores, estaban El Príncipe del Crimen y Harleen Quinzel, ocultos yfuertementearmados.
La paciencia era una auténticavirtud. Pues Andrew tuvo que calmar a Harleen, quienestabadecidida a salir del escondite y matar a los busos. Y era verdad que en ese preciso instante, lo que másqueríael hombre de cabello pintado de violeta, era matarlos. Pero élpreferíaesperar a que extrajeran todo el meteorito.
Andrew y Harleen siguieron el rastro de los soldados de Operaciones Negras. Luego de seis noches de vigilancia constante, finalmente llegó un comprador y el metal fue trasladado hasta una casa común y corriente, que funcionaba como fundidora y forja, en donde transformaron los fragmentos del meteorito, en polvo fino, que luego bañaron en acero.
Cuando el proceso de amalgama de acero y el polvo de meteorito finalizó, fue cuando llegó el General Samuel Lane. Justo cuando Andrew y Harleen abrieron fuego contra el lugar, con armas de uncalibreextremadamente alto, asesinando a todos los soldados de Operaciones Negras; ahora Andrew sabía, que los buzossiguieronlasórdenesde Lane.
Murierontodoslos soldados, todos los científicos y a Lane lo ejecutaron, con una balaenla nuca.
―Pudín, ―dijo Harleen, sin importarle estar pisando sangre, pero su confusión era demasiada, ¿Para qué matarlos? ― ¿Qué se supone queharemosahora?
― ¡Forjar armas de acero, después de haber logrado una amalgama entre acero y el metal del Meteorito y ganar millones, entre los criminales! ―dijo El Príncipe del Crimen, mientras comenzaba areírsedescontroladamente. Harleensóloenseñó una sonrisa feliz.
Fin del Recuerdo
Los dos criminales, recorrieron todas las ciudades importantes y se adentraron en callejones. Adquirieron la información suficiente, sobre los Mercados Negros de armas y fueron a vender allí mismo, sus creaciones.
Se quedaron en Ciudad Costera para vender sus creaciones, antes de moverse a Ciudad Central. Luego fueron a Metrópolis, Washington y finalmente, Ciudad Gótica.
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Algunos días después, Batman se había estado encontrando con sus súper villanos y criminales comunes. Al comienzo, la Batifamilia se preocupó y fueron con él, para detener la oleada de crimen, logrando detener algunos criminales y obtener respuestas. Pero luego de varias semanas, ver a Batman regresar a la Baticueva, con una mirada llena de ira, se volvió lo normal para Nightwing, Red Hood y Batgirl. Ninguno preguntó, sólo vieron a Batman arrancarse la tela rasgada por las cinco garras de Catwoman. ―Hay un nuevo metal en las calles ―explicó, lo llaman ―"Khra'gixx", está siendo comercializado en el bajo mundo y bajo demanda, se pueden fabricar armas. Selina ya me ha demostrado, lo que este metal puede lograr: Perforar mi Acero Endurecido.
Recuerdo
Catwoman ingresó en el establecimiento desvencijado, que estaba en boca de todosloscriminales de Gotham. Todos ellos, portaban armas cortopunzantes...quizásarmasque solo cortaban o tal vez, armas que solo perforaban. Pero el caso era, que ella deseaba casi desesperadamente,algunade esas armasmágicas, quehacíanmaravillas paraconvertirpolicíasen alfileteros y por eso, estaba aquí. Pero al ver a las personasdetrásdel mostrador, se arrepintió. Era aquel hombre aquiensu amante,habíadelegado a sus hijos adoptivos.
Perodetenerla Príncipe del Crimen, era casi imposible. Charlaron largo y tendido, hasta que quedó en claro, que aquel hombre, era totalmente cuerdo y solo se trataba de un Agente del Caos. Uno que le enseñó cuchillos de un metal desconocido, capaz de cortarlo todo.
Y luego de pagarle muy bien, el hombre le forjó nuevas garras y le dijo que las disfrutara.
Dos nochesdespués...
Batman pateó en la espalda a Selina, cuando ella salió del museo, con la bolsa de terciopelo violeta. ―Fin del juego, Selina... ―ella lo pateó en el cinturón, se giró ágilmente y se lanzó contra él, arrojando la bolsa a un lado y yendo a por él, con susnuevasgarras, mientras que su amante le arrojaba Batarangs, los cuales eran cortados como mantequilla. Eso asombró a Selina,quiendesplegó su látigo y comenzó a azotar a Batman, quien tomódistanciay arrojó bombassehumo, haciendo retroceder a Selina, quien se colocó una máscara de gas. Batman salió de entre el humo,peroSelina le lanzó un corte ascendente con sus garras, cortandocomomantequilla, la armadura de Batman, alcanzandosucarne, haciéndolo abrir los ojos y no dejándole ver, el golpe de mano al revés, que le reventó el labio. ― ¿Con qué me está atacando? ―Se preguntó Batman, antes de ser nuevamente cazado poraquellasarmas, ni siquiera notó cuando ella cortó el Cinturón de Herramientas, sino hasta que recibió una patada de tacón, tumbándolo al suelo.
―Adiós cariño, gracias por el entrenamiento ―se despidió Catwoman sonriente, con las nuevas garras de Khra'gixx empapadas en la sangre de Batman y con virutas del Acero Endurecido de la armadura del Caballero de la ásde la sangre, ella se llevó las joyas que solían adornar, aquella corona egipcia, sin que Batman pudiera hacer nadaparaevitarlo.
Fin del Recuerdo