Arriésgate, Babs.

Esto es algo que ronda mi cabeza desde hace años, ¿Por qué los guionistas no hicieron que Niles y CC tuvieran una relación en secreto desde ese capítulo? Hubiera dado juego con los dos intentando que no los pillaran, también podrían ser sorprendidos por todos menos por Maxwell y Fran, que la pareja estuviera tan a sus cosas que no se dieran cuenta de que estaban juntos en sus mismas narices... En fin, que he decidido escribir por fin lo que, según mi opinión, podría haber sucedido y haberle dado bastantes más momentos divertidos a la serie.

Por supuesto, ninguno de estos personajes son míos, los tomo prestados para entretenerme y sin ánimo de lucro.

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Capítulo 1: Tras el Encuentro Fortuito en el Resort.

Puede que pareciera mentira por su actitud cuando se dio cuenta de quién era la rubia alta que bailaba en la pista de baile, pero Niles se alegró de ver a la Señorita Babcock en la pista de baile del resort, sólo llevaba un día allí pero ya se aburría sin ella.

-Babcock, ¿qué estás haciendo aquí? ¿No podrías haber cogido tu escoba y haberte ido a otro sitio más acorde con tu personalidad? Corea del Norte, por ejemplo…

-¡Jajaja! ¡Qué gracioso el mayordomo! Yo podría preguntarte lo mismo, Hazel. – Entonces miró hacia la puerta de la terraza del hotel donde estaba la discoteca al aire libre y palideció. - ¡Joder!

-¿Qué pasa? – Preguntó Niles mirando en la misma dirección. – ¿Es por ese tipo? ¿Lo conoces?

-Vamos a rellenar las copas y te cuento, con un poco de suerte no se nos acercará.

Cogieron unos margaritas, se fueron a una mesa apartada, CC se aseguró de que el otro hombre no la vería.

-No es nada grave, pero ese tipo lleva persiguiéndome desde que fui a la playa esta mañana, menos mal que no fui ayer cuando llegué...

-¡Qué casualidad! Yo también llegué ayer, es raro que no nos viéramos antes. ¿Quieres que nos quedemos aquí hasta que se vaya.

-Por favor… es sumamente pesado, insiste en que salga con él y la verdad no me gusta nada…

-Sí, tienes razón, ni he hablado con él y no me gusta…

-¡Bien! No es cosa mía, no estoy loca.

-No quiere decir no estés como un cencerro, Babs…

-Eres un capullo, mayordomo.

-Si quieres me voy…

-No, quédate. ¿Cómo es que has venido aquí? Pensaba que habías ido a ver a tu familia en Inglaterra.

-Mis padres están visitando a mi tía abuela Agnes… preferí venir aquí, mi tía nunca me ha soportado.

-Me gustaría conocerla…

-¡Jaja! Muy graciosa, Babs. No sé lo que le he hecho, pero desde pequeño a mí hermano lo adora y a mí no me soportaba… y era recíproco, por eso no he ido, no me apetece ver su cara avinagrada.

-Entonces, ¿por eso has venido justo aquí?

-Sí, por eso, y porque el hijo de un amigo de la asociación de mayordomos me consiguió una muy buena oferta, tengo una habitación junto a la suite presidencial a mitad de precio. – CC lo miró estupefacta.

-No sé cómo no nos encontramos ayer… estoy en la suite presidencial.

-¿En serio? – CC asintió.

-Sí, el plan original era venir aquí con mi padre, pero al final no ha podido. – Miró un poco triste hacia abajo. Niles le agarró la mano que tenía junto a su copa cuando la vio a punto de llorar, no es que fuera bueno con ella, pero no era un monstruo y sabía que lo pasaba fatal cuando su padre la dejaba plantada. – Gracias, aunque ya debería estar acostumbrada… en fin, se suponía que Noel vendría en su lugar pero tras las vacaciones tiene que dar unas conferencias en la universidad, el que las daba por lo visto ha tenido un accidente de tráfico muy grave o algo así…ya sabes debe prepararlas desde cero. Así que tengo una suite enorme con dos dormitorios sólo para mí.

-¿Cómo es que no te han trasladado a otra suite? La mía está bastante bien.

-Mi padre es socio del dueño de la cadena de hoteles, se lo sugerí al de recepción, pero tenían órdenes del jefe para que me alojaran allí aunque esté sola…así que a caballo regalado, ya sabes… la única ventaja es que tiene un jacuzzi junto al balcón… creo que no coincidimos ayer porque llegué después del almuerzo y me quedé toda la tarde allí, pedí un sándwich para cenar y me acosté temprano. Esta mañana me crucé con ese tipejo en la playa y no para de perseguirme desde entonces, por eso me quedé almorzando en mi habitación y no nos hemos encontrado hasta ahora.

-Ya, bueno, parece que tu amigo ya ha encontrado otra presa… - El hombre, que era bastante atractivo, estaba bailando con una mujer de aspecto similar a CC, aunque algunos años más joven.

-Sí. Por suerte para mí. Pero lo siento por ella.

-¿Por qué?

-¿Has visto quien es ella?

-Ahora la veo… ¿No es la hija de un senador de Nueva York?

-Exacto… Ha venido a algunos estrenos. Lo que no me gustaba de ese tipo es que se ve a kilómetros que es un cazafortunas.

-¿En qué lo has notado?

-Desde hace tiempo tengo un radar para esa gentuza… lo primero que me preguntó después de mi nombre fue que si era familia de Stewart Babcock e inmediatamente me persiguió pidiéndome salir, ir a cenar, a bailar…no puede ser más transparente…lo siento por esa pobre chica…

-Podríamos avisarla…

-No es necesario, Niles, conozco a su padre y no será el primer cazafortunas que espante por perseguir a su hija…

-Bueno, entonces es posible que tú y yo sigamos viéndonos por aquí. Podríamos firmar una tregua.

-Si me ayudas a espantar lapas no sería tan malo.

Ambos brindaron y rieron, entonces CC miró a la hija del senador y su nuevo ligue saliendo a la playa, estaba atardeciendo y algunas parejas hacían lo mismo. Cuando casi se atragantó con el cóctel.

-¿Qué te pasa ahora, Babs?

Entonces CC se levantó, se sentó en su regazo y lo besó apasionadamente. Niles se quedó estupefacto, pero empezó a devolverle el beso y la rodeó con sus brazos, ella puso uno de sus brazos alrededor de su cuello y la otra mano en su mejilla y él rodeó su cintura con uno de sus brazos y empezó a acariciar su muslo con la otra mano, se abrió su pareo y no podía creer lo suaves que eran sus muslos. Estaban los dos bastante entusiasmados cuando escucharon una desagradable voz chillona:

-¡CC! ¡Querida!

-Sígueme el rollo y te lo compensaré. Hablamos en mi suite. – Le susurró CC al oído. Después se levantó de su regazo y se dirigió a una mujer pelirroja. - ¡Hola Hillary! ¿Qué haces por aquí?

-Estoy de luna de miel, ¿No recuerdas que me casé hace tres días?

-Cierto.

-No te acuerdas porque rechazaste mi invitación.

-Te llamé y te dije el motivo.

-Sí, porque tu novio te llevaba de vacaciones y no es mentira… - Miró a Niles con una sonrisa bastante maliciosa. Niles se levantó y le dio la mano a la mujer mientras rodeaba la cintura de CC con su brazo.

-Niles Brightmore, encantado señora…

-Hillary Sandburn… Por fin soy la señora Sandburn, ¿Puedes creerlo, CC?

-Sí, querida, siento no haber podido ir a tu boda, pero Niles tuvo un detalle tan bonito.

-Me dijiste que no llevabais mucho tiempo juntos…pero creía que me dijiste que se llamaba de otra forma.

-No, supongo que te has confundido, cuando te lo dije estabas muy ocupada con los preparativos de la boda, te has podido equivocar.

-Sí, será eso. Soy una grosera, éste es mi marido Paul Sandburn. – Se saludaron educadamente. - ¿Cuánto tiempo lleváis aquí?

-Llegamos ayer. – Dijo Niles.

-Por eso no hemos coincidido, llevamos sin salir de la suite nupcial desde anteayer… - Los recién casados se besaron. Niles y CC se miraron intentando aguantar la risa por lo ridículos que les parecían, queriendo parecer los más enamorados de la sala.

-Hillary. – Dijo CC. – Disculpad, pero teníamos planeado ir ya a cenar a nuestra suite… ya sabes, una cena íntima y romántica.

-Ya, pero mañana nos veremos para almorzar, por favor…

-Está bien, ¿a la 1 en el restaurante?

-¡Perfecto! ¡Hasta mañana, queridos! – Dijo Hillary con su voz chillona.

CC cogió la mano de Niles y lo llevó corriendo al ascensor. Cuando le dijo al ascensorista donde iban y la puerta se cerró, CC se echó sobre la pared del ascensor y suspiró.

-Mañana inventaré una excusa para ti, gracias por seguirme la corriente.

-De nada. No te preocupes por eso, iré contigo. – CC lo abrazó.

-Gracias.

Cuando llegaron fueron a la suite presidencial Niles se quedó admirado.

-Vaya, esta suite es espectacular, la mía está muy bien pero ésta es el doble de grande.

-Ya, sabes, mi padre sólo quiere lo mejor. ¿Vas a venir conmigo mañana a almorzar con esos imbéciles? ¿De verdad?

-Claro que sí. Puede ser divertido, además, aunque no te lo creas, te estaba empezando a echar de menos, este sitio es genial, pero me divierto más cuando estás cerca.

-Para humillarme…

-No siempre… cuando te he acompañado a algún evento no tenía que fingir pasarlo bien contigo.

-Lo sé, yo también lo paso bien contigo cuando no actúas como un completo imbécil. – Ambos rieron. – Llamaré al servicio de habitaciones, podemos cenar en la terraza.

-Buena idea.

-Mientras, ¿Por qué no vas a tu habitación y traes tus cosas?

-¿Qué? – Dijo Niles estupefacto.

-Si vas a fingir ser mi novio, tendrás que alojarte conmigo.

-Sí, pero…

-No te preocupes, hay un segundo dormitorio. Mira. – Se acercó a abrir el segundo dormitorio para que lo viera.

-No es eso… pero quería proponerte algo antes de que nos viera Hillary. – Se acercó a ella que se apoyó en la puerta del dormitorio.

-¿El qué? – Dijo nerviosa cuando él se acercó más y puso sus manos en su cintura.

-Estaba a punto de pedirte que salieras conmigo.

-¿Qué? ¿No será una de tus estúpidas bromas? Eso sería rastrero hasta para ti.

-No bromearía con algo así, sabes que nos divertimos bromeando pero en realidad no nos odiamos.

-Ya…pero…

-No me vengas con que soy un simple mayordomo, no estamos en el siglo XVI… aunque en aquella época eras una adolescente. – Ambos se rieron.

-Sí… lo recuerdas perfectamente, ya tenías 40 años en aquel entonces. – Volvieron a reír y CC puso sus manos en sus hombros. – Pero Niles, ¿estás seguro de que quieres que salgamos juntos?

-Claro, ¿Tú te has visto? Me gustas mucho, muchísimo, desde hace muchos años… y sé que es recíproco.

-Niles…

-No me interrumpas. Sabes que es cierto, ¿Recuerdas cuando me besaste "por error"? – CC asintió sin dejar de mirarlo a los ojos. – Sé que fingimos horrorizarnos, pero ambos sabemos que fue el mejor beso que nos han dado jamás…

-Ya…

-Y cuando me besaste antes… si Hillary no llega a gritar creo que no hubiera podido parar… nos hubieran echado de aquí por escándalo público… tuve que pensar en Yetta en bikini para no tener una erección ahí mismo… - CC reía.

-¿En serio?

-¿Te has mirado en un espejo? Eres la mujer más atractiva que he visto jamás. Si te digo lo contrario es porque nos divertimos chinchándonos como críos… - CC sonrió y asintió. – Pero siempre me has gustado. Eres preciosa, sofisticada, culta, inteligente, divertida cuando quieres, tenemos un sentido del humor bastante similar… Tienes todo lo que siempre he creído que debía tener la mujer de mis sueños.

-Niles… tú también me gustas mucho…creo que es una tontería negarlo. Lo que temo es que no funcione.

-¿Por qué no va a funcionar?

-Ya sabes cómo soy… Es probable que meta la pata y terminemos odiándonos. Alguno de nosotros tendrá que dejar de trabajar para Maxwell, no podríamos estar en el mismo sitio sin sufrir. – Se le cayó una lágrima y Niles se la secó.

-Tú misma lo has dicho, sé cómo eres, te costará meter la pata conmigo. – Ella reía de nuevo. – Además, ¿Quién dice que no funcionará? Podemos seguir divirtiéndonos como hasta ahora, con nuestras pequeñas peleas…y tener momentos románticos como siempre hemos querido…y hacer el amor como siempre hemos soñado.

Niles la besó por fin, abrazándola con fuerza contra su cuerpo, y CC respondió apasionadamente. De pronto paró.

-Niles, todo eso lo sé… Puede funcionar, somos más compatibles de lo que parece a simple vista…tenemos química y por lo que noto, probablemente lo pasaríamos muy bien en la cama…

-Y no sólo en la cama, suelo soñar de manera recurrente con hacerte el amor encima del escritorio de Maxwell…

-¡Niles! ¡Estoy intentando hablar en serio!- CC no intentó apartarlo de ella. – Sé que podemos estar bien juntos, hacer planes para ir a conciertos, al teatro y al cine, a ver exposiciones de arte…en fin, hacer planes que nos gusten y no tengamos que compartir con los Sheffield porque sé que no tienen nuestros mismos gustos en ese sentido…

-Eso no es un problema para que estemos juntos, es un punto a favor.

-Lo sé, lo que temo es otra cosa…

-¿El qué?

-Que los Sheffield empiecen a entrometerse en nuestras cosas por la influencia de Nanny Fine…

-Sí, eso puede ser un problema… pero hablaré con Fran y le diré que nuestra relación es nuestra y que no debe entrometerse.

-Y que nos afecte que pueda haber rumores sobre nosotros…

-¿Qué quieres decir?

-Como ese tipo del bar, temo que alguien empiece a decir que eres un aprovechado o que sólo buscas mi dinero.

-Tú sabes que no lo soy.

-Claro, si fuera así, hubieras intentado seducirme desde que me conociste, no colarías mi café con calcetines sucios.

-¿Sabes que a lo largo de los años he podido tener oportunidad de pegar algún braguetazo?

-¿En serio? – Lo miró con curiosidad. - En otro momento me lo cuentas. Yo no quiero que nadie dude de lo nuestro, no quiero que piensen que te pago para que estés conmigo o que sólo buscas sacarme dinero.

-Mira, si quieres podemos estar aquí juntos sin ocultarnos, nadie nos conoce y… ¿Tu amiga vive en Nueva York?

-No, vive en Boston.

-Pues no hay problema. Se lo ocultaremos a los Sheffield y a Fran… Especialmente a ella y su familia… estaremos juntos disfrutando de nuestra relación a solas sin que nadie en casa lo sepa hasta que queramos hacerlo público, mientras tanto haremos escapadas románticas breves…

-Mi padre tiene una pequeña cabaña de esquí en Aspen y una casa en East Hampton… me deja usarlas siempre que quiera, podemos ir allí cuando queramos…

-Ves podremos pasarlo muy bien a solas…

-Sí… y te puedes escapar a mí apartamento cuando quieras…

-O tú colarte en mi habitación cuando te quedas a dormir porque hay mucho trabajo…

-Eso no.

-¿Por qué?

-Siempre te escucho discutir con Nanny Fine porque te ha despertado de madrugada porque no encuentra algo en la cocina.

-Tienes razón, mi bruja… pero si me escapo a tu apartamento y lo hace preguntará donde estoy…

-Puedes dejar una nota pegada a tu puerta para decirle que busque otra cosa que estás agotado… Incluso ella será considerada con un anciano como tú…

-Seré un anciano, pero estás buscando la manera de tenerme siempre metido en tu cama…

-Y si eres lo suficientemente bueno, me dará igual que lo sepa todo el mundo y me aseguraré de no dejarte salir de allí jamás…

-Bruja viciosa…

-Mayordomo lujurioso…

Entonces volvieron a besarse durante varios minutos. Cuando pararon, Niles dijo:

-Entonces, ¿Qué me dices? ¿Aceptas salir conmigo? Empezaremos por cenar aquí mismo… - CC lo miró pensativa. – Vamos, arriésgate, Babs. Ambos lo sabemos, por lo menos, yo sé que te quiero.

-¿Me quieres?

-Creía que te lo había dejado claro, por supuesto que te quiero, no te pediría tener una relación o me plantearía tenerla, si no estuviera enamorado de ti.

-¡Oh, Niles! – Entonces se echó a llorar agarrada a él.

-¿Qué te pasa? No me digas que la he cagado y era demasiado pronto para hablar de amor.

-No, Niles, para nada, estoy muy emocionada. – Levantó la cabeza de su pecho. – Es que yo también te quiero. – Se volvieron a besar tiernamente.

-Brujita, ¿Qué tal si llamas al servicio de habitaciones y pides la cena? Yo iré a por mis cosas, no tardaré… no quiero dejarte tiempo para que te arrepientas.

-No lo haré… ¿Qué te apetece cenar?

-Algo ligero…

-En el menú pone que hay sopa de marisco y ensalada césar.

-Perfecto, vuelvo enseguida. Te quiero, mi bruja.

Niles fue corriendo a por sus cosas, después de besarla repetidamente, CC estaba en una nube, pidió la cena y una botella de vino, llegaría en unos 20 minutos. Mientras se cambió de ropa, se quitó el pareo, el bañador y la blusa que llevaba y se puso un bonito conjunto de ropa interior de color blanco bajo un vestido corto de color azul celeste de algodón, le llegaba a medio muslo, con tirantes y un amplio escote redondo…decidió ponerse ese vestido porque cuando se besaron en el bar notó que no dejaba de tocar su pierna, viendo que le gustaban sus piernas decidió lucirlas, se puso unas sandalias planas. Decidió arreglarse el maquillaje y repintarse los labios con su rojo favorito. Llamó a recepción e informó del cambio de alojamiento de Niles.

Llegó el camarero y le hizo poner la mesa en la terraza, cuando terminó le dio una buena propina. Se estaba preguntando si Niles se había arrepentido cuando escuchó unos golpes en la puerta. Abrió y allí estaba Niles con una maleta, un portatrajes y una enorme sonrisa, también se había cambiado de ropa, se quitó la camisa hortera que llevaba y las bermudas y se puso un pantalón de vestir bastante elegante y una camisa blanca con los primeros botones abiertos, también se quitó las chanclas y llevaba unos zapatos cerrados.

-Babcock, estás preciosa.

-No llevo nada especial…

-Estás maravillosa con cualquier cosa que te pones.

Entró y dejó la maleta y el portatrajes en el sofá y la abrazó.

-Tú también te has puesto muy guapo… - Sonrieron y se besaron. – He llamado a recepción y he hecho que te registren aquí, así no te cobrarán más.

-Gracias, pero no era necesario, podría haber asumido ese gasto.

-Sé que no eres rico…y hace tiempo creía que sería un problema, pero ahora me da igual…pero tampoco creo que te guste gastar cuando no sea necesario…y puede que sea rica pero tampoco me parece bien derrochar por hacerlo.

-¿En serio? Eres una niña rica muy rara…

-Quizás porque vivo de mis ingresos y no de la paga de mis padres como la mayoría de mis amigas.

-Será eso.

Se besaron de nuevo.

-Deja las maletas allí. – CC señaló el dormitorio principal. – Ahora cenemos y después deshaces la maleta.

-Perfecto.

Niles apartó la silla para ella y ella se sentó con una sonrisa, el camarero montó una mesa muy bonita con un pequeño centro de flores y unas velas aromáticas. Charlaron comieron y se divirtieron como siempre que estaban juntos, a solas y no debían ocultar sus sentimientos. Cuando terminaron de comer, CC dijo:

-¿Quieres que pidamos un postre?

-Yo he tenido suficiente, pero si quieres algo, pídelo.

-No…se me ha ocurrido otra idea…¿Qué te parece si estrenamos juntos el jacuzzi? Lo probé ayer por la tarde y es genial.

-Esa es una gran idea, Babs. ¿En bañador o desnudos? – CC se sonrojó sorprendentemente. - ¿Qué pasa? ¿Voy demasiado deprisa? ¿Quieres que vayamos más despacio? No me importa, puedo esperar hasta que tú quieras.

-No es eso… normalmente no me acuesto con alguien en la primera cita…y técnicamente es nuestra primera cita, simplemente acabo de recordarlo.

-Tranquila. – Estaban en el balcón tomando una copa y él dejó la suya en la baranda, desde atrás, la abrazó por la cintura, apartó su pelo y le dio un beso en el cuello. – Si quieres, puedo esperar a mañana.

-¿En serio?

-He esperado años puedo esperar una noche.

-¿Sigues queriendo dormir conmigo esta noche? ¿No prefieres dormir en el otro dormitorio? – Ella se dio la vuelta en sus brazos.

-Para nada…además me gustaría estar abrazado a ti cuando te despiertes…por si cambias de opinión y te despiertas… con ganas de ser una bruja traviesa… - Niles arqueó las cejas y le guiñó un ojo sugerentemente.

-¡Eres un obseso sexual!

-Cuando se trata de ti… ¿Qué? ¿Nos ponemos el bañador?

-Sí, si me permites iré yo primero… - Entonces corrió a dentro y a la vista de Niles se quitó el vestido y lo dejó tirado en el suelo de la sala de estar de la suite y entró al dormitorio.

Niles se quedó sin aliento al verla de espaldas con esas braguitas blancas tan pequeñas…sabía que tenía un buen trasero, pero no se imaginaba que fuera tan perfecto.

Entró al dormitorio y CC dijo desde el baño:

-Ponte el bañador y espérame dentro del jacuzzi.

Nunca se había puesto un bañador más rápido, en 5 minutos tenía el jacuzzi preparado y estaba dentro de la bañera de hidromasaje con burbujas con olor a coco a su alrededor. Volvió a escuchar la voz de CC, esta vez desde el dormitorio.

-Cierra los ojos. – Niles obedeció inmediatamente. Tras unos segundos CC dijo: - Abre los ojos.

Estaba de pie al borde del jacuzzi con el albornoz de cortesía puesto, lo dejó caer y llevaba un atrevido bikini de color rojo. Niles se quedó boquiabierto.

-CC estás deslumbrante.

-Gracias, pero creo que necesito bañarme.

Se metió en el jacuzzi junto a él, Niles la rodeó con sus brazos y ella le devolvió el abrazo rodeando su cuello.

-Niles, no sabía que la ropa podía ser tan engañosa… - Dijo CC tras sentarse a horcajadas en su regazo y acariciando lentamente el pecho de Niles. – No estás gordo, estás fuerte…y me encanta.

-Yo puedo decir lo mismo, tienes el cuerpo más hermoso que he visto jamás…

Se besaron apasionadamente, muy pegados el uno al otro…

-Si sigues así, no aguantaré hasta mañana, CC.

-Yo no sé si podré aguantar…pero quiero que esta relación sea especial…¿hacerlo en la primera cita no le quitaría romanticismo?

-Si quieres podemos dormir abrazados y pasar la mañana haciendo el amor hasta que vayamos a comer con ese par de idiotas…empezaríamos por probar esa cama tan grande y cómoda…después podríamos probar este jacuzzi o la ducha o la bañera del baño, lo que prefieras, luego podríamos hacerlo en ese sofá de la sala… estoy deseando probar todos esos sitios contigo, pero quiero que la primera vez contigo sea en la cama, despacio y saboreándolo, no quiero un polvete rápido…quiero que sea inolvidable.

-Repito, si lo que noto aquí debajo de mí es un indicio, lo será.

Volvieron a besarse durante bastante tiempo, tanto, que el agua tibia estaba casi helada y se disolvieron las burbujas de jabón de coco.

-Creo que nos hemos quedado sin burbujas…y el agua está quedándose fría. - Dijo Niles.

-Podríamos pedir una botella de champagne y volver a calentar el agua…

-Una buena idea, pero me apetece más que nos vayamos a la cama temprano, además nos arrugaremos como pasas si estamos más tiempo aquí…

-Está bien…no quiero que te arrugues aún más.

-Yo podría decir lo mismo, Babs.

-No puedes…

-¡Maldita sea! ¡Tienes razón! Eres un vampiro salido del infierno…no te arrugas. – Se rieron a carcajadas mientras salían del jacuzzi. Niles salió primero y cogió el albornoz que dejó CC y la envolvió en él, abrazándola. – Vamos a secarnos CC.

Fueron al baño y se secaron con las suaves y mullidas toallas del resort. CC le dijo que ella tenía allí su pijama y la ropa interior, que él se cambiara en el dormitorio que ella saldría en seguida. Niles se cambió rápidamente, solía dormir en calzoncillos, aunque últimamente en casa se ponía un pantalón de pijama por si acaso desde que un día Fran lo pilló en paños menores, esa noche se puso también el pantalón, siempre fue una persona pulcra y no se iba a pasar toda la noche en calzoncillos en una cama de hotel, aunque fuera la suite presidencial. Aprovechó para sacar su traje bueno del portatrajes y colgarlo junto con el resto de su ropa en el enorme armario de la habitación. CC estaba tardando.

-¡CC! – Dijo al terminar de colocar la ropa. - ¿Estás bien?

-Sí, ya voy. Me estaba desmaquillando y no recordaba donde puse los discos de algodón.

-Ok, gracias por avisar así no me asustaré al verte sin maquillar.

-¡Jajaja! – Dijo CC desde el baño. – Muy gracioso… a ver si no me asusto yo al verte en pijama…cuando salga y lleves un camisón como el de Mr. Scrooge.

Niles se reía a carcajadas.

-Sal pronto y lo verás.

En ese momento CC salió con la cara lavada, descalza y un camisón de seda negro con encaje por el escote y el corpiño, tirantes delgados y con media espalda desnuda. Niles la miró de arriba abajo.

-¿Te has propuesto matarme?

-¿Por qué?

-Estás preciosa y he prometido no hacer nada hasta mañana…

-Iba a ponerme otra cosa, pero he pensado que podría ponerte a prueba…

-Eres una mujer malvada y cruel…pero me encantas. – La abrazó y la besó.

-Tú también estás muy sexy, me encantan este tipo de pijama de hombre… por el tacto…- Tocó el trasero de Niles con una sonrisa traviesa. - ¿Es seda? – Niles asintió. - No suelo dormir en la casa de los hombres con los que he estado, pero siempre he fantaseado con que me presten la camisa de su pijama de seda…como en Pijama para Dos…

-No sabía que fantaseabas con ser Doris Day… si lo llego a saber me hubiera traído la camisa del pijama, no suelo usarlas, sólo en invierno cuando bajo a poner la cafetera antes de preparar el desayuno. Sí quieres cuando estemos en casa te las prestaré siempre que quieras… Si me prometes que no llevarás nada debajo…

-Por supuesto…y si me prestas alguna de tus camisas de vestir, te prometo lo mismo.

Se besaron apasionadamente y Niles la levantó en sus brazos sorprendiéndola y haciéndole gritar.

-¡Niles!

-Aunque no hagamos nada…por ahora, mi fantasía es llevarte en brazos a la cama.

Volvió a besarla y la acostó con delicadeza, ambos estaban descalzos, Niles fue a apagar las luces, sólo estaban iluminados por la luz de la luna.

-Vaya, hay luna llena, ¿No me devorarás a media noche? – Preguntó con sorna.

-No lo sé…según lo que me molesten tus ronquidos…

Ambos se rieron y se abrazaron, se quedaron en el medio de la enorme y cómoda cama king-size, Niles había puesto el cartel de "No Molestar" mientras CC estaba en el baño.

-Espera un momento que tengo que ir al baño, vuelvo enseguida. – Dijo Niles. Cogió su neceser, hizo sus abluciones nocturnas y volvió a la cama lo más rápido posible. – Espero no haberte hecho esperar.

-Para nada…¿también estabas impaciente por volver a la cama?

-Más bien ansioso…

Se besaron y se abrazaron.

-¿Has guardado tu ropa en el armario?

-Sí, mientras estabas poniéndote este camisón tan bonito…que te quitaré por la mañana…

-Sabes, si estuviéramos en casa estaría ahora mismo…en plan comando…pero en un hotel no sería higiénico.

-Si no llevaras braguitas estaría ahora mismo con la cabeza entre tus preciosas piernas...

-Esa sería una maravillosa forma de despertarse…

-Estaba considerando si despertarte mañana besando tu cuello, mordiendo el lóbulo de tu oreja o bajando un tirante y acariciando tus preciosos pechos…pero creo que tu idea es mejor.

-Como me sigas diciendo esas cosas, esta noche soñaré con todas esas cosas y quizás sea yo la que te despierte con sexo oral…

-Quizás otro día, yo no necesito un incentivo para estar contigo para siempre, aunque sé que me quieres, pasaré estas vacaciones convenciéndote de lo maravilloso que puede ser que estemos juntos para siempre.

Se besaron durante algunos minutos. CC se acomodó en el fuerte pecho de Niles tras besar su clavícula mientras él besó su coronilla y acarició su pelo y sus hombros, su espalda casi descubierta, ella acariciaba despacio el suave vello que cubría su pecho, ambos se durmieron en pocos minutos.