— ¿Midoriya Yagi Izuku? —.
— ¿Si? Aquí estamos señor — Respondió una mujer peliverde, con un físico entrenado, de nombre Midoriya Inko.
— Por favor, pasen —.
Ambos entran, la peliverde y un niño de pelo verde y puntas rubias, de alrededor de unos 4 años.
— Y dígame, ¿a qué debemos su cita aquí? — Preguntó el doctor con cierto interés.
— Oh, eso, solo venimos a ver cual es el quirk de mi hijo — Respondió la mujer con cierta expectativa.
— Claro, adelante chico, sígueme, en media hora regresamos, le haré las pruebas —.
La peliverde solo asintió y el chico se paró emocionado, el esperaba tener un quirk tan fuerte como All Might.
— Por favor, siéntate ahí, voy a sacarte una muestra de sangre para hacer un análisis rápido —.
El chico solo asintió y se sentó, fue rápido y sin problemas, probablemente la excitación del niño evito que sintiera si quiera dolor por la muestra que le acaban de sacar.
— Perfecto, para confirmar, acuéstate ahí — Mientras señalaba un maquina en la cual podía entrar una persona, probablemente una maquina para radiografías o algo así.
El chico hizo caso, a los pocos minutos de haberse metido, se empezó a adormilar.
— Kinesis Elemental, es un quirk muy interesante para usted amo —.
Es lo ultimo que alcanzó a escuchar el chico antes de "dormirse".
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El chico se despertó, se sentía raro, como si le hubieran quitado algo de el, pero todo estaba ahí, o eso creía, el doctor lo ayudo a pararse, y le dijo que saliera con su madre, y el saldría en unos momentos, el chico hizo caso y salió con su madre.
— Oh, hijo, ya saliste, ¿cómo te fue? — Preguntó la madre con interés.
— Pues, me saco una muestra de sangre, pero ni lo sentí —.
Su madre solo se río, tan emocionado esta su hijo que podría romperse un brazo y no sentirlo.
— Señora Midoriya, ya tengo sus resultados —.
El doctor suspiró, procedió a mirar al chico con cierta "lastima" y pronunció la siguientes palabras, unas palabras que le cambiarían la vida, totalmente.
— Chico, deberías rendirte, tu no tienes un quirk —.
Esas palabras, le cayeron como un balde de agua fría.
Sus sueños.
Sus metas.
Sus esperanzas.
Rotos.
— En la prueba sanguínea no mostro nada, para corroborar le hice una radiografía — Mientras mostraba un cuadro de un pie — Izuku, tiene 2 articulaciones, lo que significa que no posee ninguna individualidad —.
— ¿Y esto como es posible? —.
— ¿Cuál es su quirk señora Midoriya? —.
— Mi quirk me permite atraer pequeños objetos, pero realmente casi nunca lo uso por mi trabajo de oficinista —.
— Eso suele pasar al ser usted de la 4ta generación, y al estar "debilitado" su quirk, en su hijo se vio reflejado eso, al no tener esa necesidad —.
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El chico, solo se quedó mirando a la nada, en todo el camino de regreso a su casa, ni si quiera saludo a su padre Yagi Toshinori, solo fue a su cuarto y se quedo acostado.
— Toshi, ¿qué vamos a hacer con Izuku y su sueño de ser héroe? —. Pregunto la madre del niño.
— No lo se Inko, no tengo idea, ahora va a ser más difícil decirle quien realmente somos — Respondió el padre preocupado — Pero vamos a dejarlo ahorita que lo asimile, yo mañana hablaré con el —.
Así paso la noche, el pobre chico no pudo ni dormir, pensar que su sueño no sería posible, solo por la falta de quirk.
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— Hijo... Buenos días, ¿cómo estas? — Preguntó Toshinori a Izuku.
— Pa - papá... ¿no podré ser un gran héroe como All Might? — Respondió.
— No hijo... Lo siento, es mi culpa, al igual que tu, yo también soy quirkless y nosotros no podemos se héroes —.
Se formó un gran silencio entre los dos.
Hasta que Izuku lo rompió.
— No es tu culpa — Y sonrió, falsamente, Toshinori creyó que ya lo había solucionado, y que todo estaba bien.
Gran error.
Pasaron los meses, Izuku iba y venía, entre la ausencia de sus padres por su trabajo de oficinistas en Tokyo, los maltratos de Kacchan/Katsuki al llamarle Deku y su afición creciente a los héroes, All Might y la heroína número 10, Mikesis, la cual tenía una habilidad impresionante para someter a villanos y en labores de rescate, el a menudo se preguntaba si su madre podría ser igual, si tan solo hubiera practicado más su quirk.
Izuku se volvió un niño independiente, roto, pero independiente, y a pesar de todo siempre sonreía.
A los 6 años, los abusos que sufrían pasaron de ser verbales a físicos, todo por intentar proteger a un niño de Katsuki.
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— Hijo, hemos vuelto — Dijeron sus padres mientras entraban a la casa.
— Buenas noches mamá, papá — Respondió Izuku mientras subía rápidamente a su cuarto.
Inko y Toshinori pasaron eso por alto, y solo se fueron a dormir.
Así era cada vez que regresaban a casa, no convivían, y ellos no le prestaban importancia porque creían que estaba bien.
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Iba a ser el cumpleaños numero 10 de Izuku, sus padres le habían prometido que lo pasarían con el, se estaba despertando, era un Sábado.
El teléfono de la casa estaba sonando, así que se levanto para responder, probablemente no iba a ser nada importante, pero prefería evitarse quedarse con la duda.
— ¿Bueno? — Descolgó.
— ¿Izuku? — Se escuchaba a uno de los amigos de su padre por el teléfono — Izuku, es sobre tus padres, ellos tuvieron un accidente muy grave —.
A la par que recibía esa noticia, la puerta de su casa se abría mostrando a Mitsuki Bakugo, la amiga de su madre.
— Izuku, ¿Dónde estas? —.
En ese mismo momento, Izuku se hiperventilo y soltó de golpe el teléfono, recargándose contra la pared mientras todo se oscurecía y quedaba inconsciente.
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Mitsuki había recostado a Izuku en el sofá de la sala, ya respiraba tranquilo, pero dormido, junto con ella se encontraba Masaru, su esposo, y Katsuki, estos solo estaban esperando a que se despertara.
— Izuku, Izuku —.
El peliverde escuchaba débilmente, y sentía una mano que le acariciaba el cabello.
— Puedes estar tranquilo, tus padres estarán bien —.
Se sintió un poco reconfortado, el no sabe porque reaccionó así. Después de ser diagnosticado como quirkless el contacto con sus padres fue disminuyendo gradualmente, le afectaba pensar que lo odiaban por eso, que se sentían avergonzados por tenerlo como hijo, pero ahora mismo, realmente esta preocupado, al fin de cuenta son sus padres.
Abrió los ojos lentamente y se llevó la mano derecha a la cara, secándose las pocas lagrimas que le quedaban.
— Entonces... Ellos tuvieron un accidente... ¿Me pueden dejar solo? —.
Mitsuki iba a replicar, pero al ver la mirada de Izuku, se dio cuenta que realmente necesitaba un rato de soledad — Esta bien, cualquier cosa que necesites ya sabes nuestro número, descansa pequeño — Y dicho esto, salió la familia de la casa de Izuku, Katsuki fue el ultimo, el cual solo volteó a ver a Izuku y emitió un molesto "Tsk" antes de cerrar la puerta con fuerza.
Izuku únicamente se levanto, se fue a su cuarto, se sentó en su cama y abrazo sus rodillas mientras lloraba, se sentía mal consigo mismo, su cuerpo estaba lleno de moretones y cicatrices por los maltratos de Katsuki y otros niños, se sentía un perdedor, un inútil, un "Deku" a palabras de los demás.
Este pensamiento era solo el inicio de una gran montaña que Izuku tendría que superar.
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— Oh, miren, es el quirkless Deku. ¿Cómo estan tus padres? ¿Ya lo has visto? — Preguntarón con sorna.
— A lo mejor y hasta se accidentaron para ya no verte, si, de seguro eso es, quien puede querer a un inútil como tu — Sentenció Katsuki.
— Cállate Kacchan — Dijo entre dientes, maldiciendose por su valentía.
— Oh, ¿Estas molesto Deku? — Preguntó el rubio/cenizo.
— ¿Estas molesto por qué sabes que es verdad? —.
— ¿Estas molesto por qué eres tan inútil que ellos se alejan de ti? —.
— ¿O estas molesto por qué jamás podrás ser un héroe? —.
— ¡Qué te calles! — Gritó Izuku, empujándolo a la vez que intentaba alejarse de el.
— ¡¿Qué dijiste maldito nerd de mierda?! — Se le veía una cara totalmente molesta, a como se levanto, Katsuki se abalanzó sobre Izuku, usando su quirk para causarle heridas en el rostro, torso y brazos.
Midoriya no se defendió, solo se quedo inmóvil, su cabeza solo estaba llena de insultos hacia el mismo y demás cosas.
— "Inútil, eres un inútil"—
— "Estúpido quirkless"—
— "Jamás podrás ser un héroe "—
Esas palabras hicieron eco, como si de una maldición se tratara.
Pasaron varios minutos, cuando termino y se alejaron de ahí, el chico solo se retiró a su casa, al llegar se desvistió y se metió a darse una larga ducha, ducha que sirvió para ocultar sus lagrimas entre el agua que recorría su cara.
Salió y se dirigió a su habitación, ahí saco un botiquín y se coloco frente a su espejo, curaba sus heridas y se vendaba las más grandes, entre ardor y dolor, le llevó más de una hora curarse.
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Ya era de mañana, apenas se iba despertando por un pequeño rayo de luz que pasó directo a su cara.
Llevaba 3 días sin saber nada de sus padres, solo que estaban hospitalizados.
Otra vez tenía que ir a la escuela, otra vez tenía que aguantar los insultos, otra vez, tenía que llevar esa carga en su espalda, con solo 10 años.
Pasó toda la mañana en la escuela, escuchando las burlas de siempre, nada que no haya vivido antes.
Al salir de la escuela, sabiendo lo que le seguía en su amarga rutina, decidió cambiar el rumbo, iría por otro camino para no toparse con Katsuki y sus bullies, quien diría que ese cambio, cambiaría potencialmente su vida.
Al llegar a una esquina, alcanzó a escuchar gritos y amenazas.
— Por favor, suelta a mí hija, te daré lo que pidas —.
Se encontraba un villano, sujetando a una niña de cabello azabache, probablemente de la misma edad de Izuku, frente a el, se encontraban 2 hombres trajeados, y una mujer atrás, totalmente atemorizada.
Lo peor, es que ellos estaban en medio de una multitud, nadie intentaba hacer nada, los "héroes" solo miraban impotentes.
— No lo entiendes, ¿Verdad? No quiero dinero, quiero a tu hija, probablemente pueda darle buen uso —.
Repugnante, Izuku solo miraba incrédulo esa escena, nadie hacia nada, pero, de un momento a otro, se encontraba agarrando una tapa de metal y corriendo hacia el villano, su cuerpo se movió solo.
Nadie intentó pararlo, los héroes veían incrédulos, alguno se encontraba frustrado, el villano aun sin percatarse de la presencia del chico, solo recibió un impacto en la cabeza, y en reacción a eso, iba a usar su quirk para golpear a la chica, su puño estaba adquiriendo un tono negro.
La chica se preparó para recibir el golpe, temiendo por su vida, pero cuando debía recibirlo, jamás llegó.
En cambió, sintió como unos brazos la rodeaban y le brindaban seguridad, pero de un momento a otro, fueron impulsados con fuerza, la chica veía como la pared se acercaba de forma más peligrosa hacia ella, y de un momento a otro, estaba viendo hacia el otro lado, y sintió como el impulso se detuvo.
No lo proceso.
Su madre se acerco y rápidamente la abrazo, el hombre que estaba con su padre, quien creía que era solo un hombre de negocios, había reducido en segundos al asaltante.
Pero, se dio la vuelta, y lo vio.
Un niño, de pelo verde con mechones rubios, que la miro fijamente.
— Me alegra que no hayas sufrido ningún daño — Fue lo último que dijo con una sonrisa genuina antes de toser sangre y quedar inconsciente.
No lo entendía, no lo conocía de nada, ¿Y el la salvó?.
Cuando ningún héroe fue capaz de moverse, el fue el único que se movió y hizo algo.
El chico no lo sabía, pero en ese momento, inconscientemente había dado el primer paso para convertirse en un gran héroe.
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El chico abrió lentamente los ojos, se encontró con unos agujas conectadas a sus brazos.
— Veo que ya despertaste, me alegra que sea así —.
Volteó la mirada, un hombre, como de 30 años, con el cabello negro, sus ojos oscuros, y su mirada refinada y afilada.
— U - uh - uh, y-yo no se lo que p-paso — Respondió tímidamente y con miedo.
El hombre solo pudo relajarse ante la timidez del chico, le sorprendía pensar que esta chico era el mismo que actuó de forma tan heróica hace 8 horas.
— Fuiste muy valiente ahí, ¿Por qué? — Preguntó el señor, mirando fijamente al niño.
— Porqué es lo que hace un héroe, y yo quiero ser uno capaz de salvarlos a todos con una sonrisa — Respondió el chico genuinamente, la seguridad con la que lo dijo, sorprendió al señor — Pero... Uh, soy quirkless — Eso lo sorprendió aun más.
¿De verdad es Quirkless?
Cuando actuó de esa forma tan heroica no lo parecía.
— Uh... Entonces, joven... —.
— Izuku, me llamo Izuku —.
— Entiendo, joven Izuku, debería de regañarte — Suelta un suspiro mientras lo analiza — Pero, debo de agradecerte, tu intervención fue magnifica, aunque me causo curiosidad que tienes demasiadas heridas, aunque ahora que me dices que eres quirkless, supongo que entiendo, pero, ¿Por qué no dices nada? —.
— Porqué de nada servirá — Murmuró, aunque fue escuchado por el señor, quien solo lo miro conmovido —.
— Aguilar — El niño lo miro extrañado — Jose Aguilar, ese es mi nombre, soy un empresario internacional, de origen Mexicano —.
Izuku se sintió extraño, el apellido Aguilar le suena de algo, hasta que algo hace click en su cabeza.
— Un momento... ¡¿Usted es el dueño de Monarch Inc?! — Preguntó emocionado.
— Uh... Así es, no esperaba que un niño me reconociera — Una ligera risa nerviosa salió de su garganta.
— Uh, pero... N-no s-s-soy digno de que se preocupe por mi —.
— ¿Qué dices? — Le puso la mano en el cabello — Eres un niño valiente, listo y sobre todo, podrías ser un gran héroe, si pudiera te tomaría como mi pupilo —.
— ¿Enserio lo dice? ¿Cree que puedo ser un gran héroe? ¡Quiero ser su pupilo! ¡Por favor! —.
— Izuku — Mira hacia la ventana — Cualquiera puede ser un héroe, incluso un hombre que hace algo tan sencillo y reconfortante como echarle un abrigo por los hombros a un niño para hacerle saber que la vida sigue — Voltea a mirarlo a el — Así que si Izuku, tu puedes ser un gran héroe —.
Izuku a este punto, se encontraba llorando, mientras su cara reflejaba una gran sonrisa, el adulto solo le limito a acariciar su cabello, notaba que el chico podría tener a sus padres, pero sin duda no eran un figura paterna para el, así que decidió que el lo sería.
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Pasó la noche en el hospital, el señor Aguilar le dijo que vendría a verlo en la mañana, curiosamente cuando amaneció, los primeros en llegar fueron un hombre y una mujer, acompañados de la niña que el había salvado ayer, la niña iba un poco tímida, medio escondida detrás de su madre.
Poco después entró el señor Aguilar.
— Señor, señora Yaoyorozu, buenos días, que sorpresa verlos aquí — Dijo a la par que saludaba a ambos mayores.
— Solo venimos a ver al valiente chico que salvó a nuestra hija — Respondió el mayor, volteando a ver a Izuku mientras se inclinaba ligeramente — Muchas gracias chico —.
— N - no h - hace falta que haga eso, señor Yaoyorozu — Respondió totalmente sonrojado y nervioso.
— Calma, calma chico, no te vamos a morder, ¿ya te sientes mejor? — Riendose al ver la actitud nerviosa del chico, ¿Cómo alguien tan valiente puede ser tan nervioso?.
— Si... Ya estoy mejor, gracias por preocuparse por mi — Dijo mientras bajaba la cabeza, en un tono imperceptible de tristeza, pero que para 2 personas en esa habitación, no pasó desapercibido.
El señor Yaoyorozu se acercaría a su esposa, la cual luego de esto, saldría junto con su hija, dejando a los 3 solos en la habitación del hospital.
— Izuku, ¿puedo saber cual es tu apellido? — Preguntaría el señor Aguilar.
— Es Midoriya Yagi, señor, mis padres no estan casados, por lo que tengo el apellido de ambos, primero el de mi madre, ni yo se por qué —.
— ¿Y donde estan tus padres? — Preguntaría el señor Yaoyorozu.
— Ellos tuvieron un accidente hace unos pocos días... No se nada de ellos, aparte de que estan en el hospital, la mayor parte del tiempo no estan en casa, trabajan de oficinistas en Tokyo, según ellos — Respondió con un tono de tristeza — El accidente fue el día que me prometieron venir conmigo para festejar mi 10° cumpleaños —
Esto conmovió a lo mayores, poco después entraría un médico, que se presentaría ante el señor Aguilar.
— Señor, aquí estan los resultados de las pruebas que pidió — Diría el médico a la par que le entrega un sobre.
— Gracias, puede retirarse — Esperaría a que se retiré para abrir el sobre, justo después, se sorprendería con los resultados — Izuku, ¿Cuándo te dijeron que eras quirkless, le dieron los resultados de las pruebas a tus padres? ¿Recuerdas que pasó ese día? —.
Esto sorprendería al señor Yaoyorozu, no se imaginaba que un chico "quirkless" haya sido quien actuó para salvar a su hija, pero no lo juzgaria por eso.
— Uh, recuerdo que... Llegamos y el doctor me hizo una prueba, después no recuerdo casi nada hasta que me dijo que era quirkless, diciendo que tenía una doble articulación en un dedo —.
— Es peor de lo que esperaba... — Respondió el señor Aguilar.
— ¿A qué te refieres? — Preguntó bastante extrañado el señor Yaoyorozu.
— Izuku si tiene el factor quirk, pero efectivamente no tiene quirk, y eso no es posible, solo se ha visto eso en héroes que han perdido su quirk luego de luchar contra cierto villano —.
— Espera, entonces, estas diciendo que Izuku originalmente si tenía quirk, ¿No es así? —.
— ¿No estan jugando verdad? No tienen que mentir ni sentir lastima para que me sienta bien, soy quirkless, no hay otra explicación — Respondió Izuku en un tono molesto/resignado.
— No estoy jugando Izuku, y aquí esta la prueba — Deja el análisis de sangre al lado de el — Efectivamente tienes factor quirk, pero tu quirk desapareció, así que es probable que el mismo doctor te lo haya robado — Sentenció el señor Aguilar.
— Ya veo, ¿Pueden dejarme un rato a solas, por favor? —.
Lo mayores no responderían, solo saldrían, mientras tanto Izuku apretaría sus puños mientras gruñía.
Tenía mucha información que asimilar, el en verdad tenía un quirk, tuvo que vivir siendo maltratado y odiado solo por un medico que se las ingenió para arrebatarselo, ¿Por qué?.
— ¿Qué haremos para que se anime? — Preguntó el señor Yaoyorozu.
— Dijo que hace poco fue su cumpleaños, y es obvio que no lo paso muy bien, así que eso haremos, le haremos una pequeña celebración aquí — Respondió animado el señor Aguilar.
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Izuku estaba mirando a través de la ventana, perdido entre toda la información que había recibido esa mañana, sin duda alguna se sentía aun peor ahora.
Una lagrima resbaló por su mejilla, pero se interrumpió por el sonido de la puerta al abrirse.
Rápidamente se secó la lagrima y volteó a ver a las mismas 4 personas que lo vinieron a ver en la mañana, se sorprendió al ver que tenían un pastel consigo.
— Felicidades Izuku — Sonrieron los mayores mientras lo decían, el chico no lo pudo evitar y varias lagrimas se resbalaron por sus mejillas, y sonrió, una sonrisa que contenía muchas emociones, felicidad, tristeza, confusión, quería preguntar el por qué hacían eso, pero no quería sonar mal educado.
— G - gracias — Dijo en un susurro mientras se secaba las lagrimas y daba su mejor sonrisa.
En eso, se le acerco la chica, que en estatura era más pequeña con el, y le entrego
— G - g - gracias por salvarme, soy Yaoyorozu Momo — Diría la chica, algo tímida y nerviosa.
— N - no t - te preoc-cupes por eso, es lo que un h - e - héroe haría — Habló, sumamente nervioso — Soy Midoriya Yagi Izuku, un g-gusto Yaoyorozu-San —.
— Es un placer Midoriya-Kun, ¿Tu quieres ser un héroe? — Respondió la chica, nerviosa y un poco sonrojada.
— Si... Si quiero, solo que... Soy quirkless — La chica notó la tristeza con la que lo dijo.
En este momento, los 3 adultos se tensaron un poco, los padres de Momo estaban preocupados por cuales serían las palabras de su hija, si bien estaban seguros de que la han educado bien, todavía había momentos en los que ella hablaba sin pensar del todo, y solía sonar hiriente sin quererlo.
— Estoy segura de que serás un gran héroe, después de todo, tu me salvaste ¿No? — Respondió, con una sonrisa tan cálida que derritió el corazón del chico, la primera persona de su edad que sabía de su condición y no lo rechazaba.
— Aunque claro, yo también quiero ser una heroína, así que espero contar contigo, Midoriya-Kun — Remató, y le extendió la mano al chico en un gesto de confianza.
— Claro que si Yaoyorozu-San, puedes contar conmigo — Sonrió el chico — ¿Cuál es tu quirk? —.
— Mi quirk es "Creación", puedo crear cualquier cosa, siempre que sepa como hacerla —.
A Izuku se le iluminaron los ojos al escuchar ese quirk, busco en su mochila y sacó una libreta que decía "Para el futuro - Análisis de Héroe #9" y empezó a anotar la información que obtuvo mientras murmuraba en voz alta, al resto de presentes les sacó una gota de sudor y a Momo le provocó una risa y algo de curiosidad.
— Uhm, Midoriya-Kun, ¿Qué haces? — Preguntó ella.
— Oh, uh, hago anotaciones de tu quirk, siempre llevo esta libreta y cuando veo a algún héroe en acción o a alguien con quirks geniales lo anoto, ¿No te molesta verdad? — Preguntó Izuku.
"Quirks geniales" Esa palabra daba vueltas alrededor de su cabeza, alguien consideraba que su quirk era genial, negó con la cabeza e iba a hablar.
— Izuku, Momo, ¿Van a comer pastel o lo comemos nosotros? — Interrumpió el padre de Momo.
— S - si — Respondieron a la par, Izuku se estaba levantando con cuidado, cuando siente que lo toman del brazo, era Momo, quien decidió ayudarlo.
— G-gracias Yaoyorozu-San — Dijo Izuku con un tinte rojo en sus mejillas.
— No agradezcas Midoriya-Kun, es lo que hacen los a - amigos — Respondió ella.
"Amigos" Esta palabra hizo eco en la cabeza de Izuku, esto era un amigo, entonces, Katsuki no era un amigo desde hace 6 años, ahora lo entendía completamente.
Ambos se acercaron y tomaron un pedazo de pastel, de ahí, con la ayuda de Momo, Izuku regreso a la camilla y se sentó en ella, dejándole un espacio a Momo para que se siente con el.
Momo vería esto y solo se sentaría, aunque su pastel se caería al suelo, provocandole un puchero y una mirada triste.
Izuku sin esperar más, le daría su pedazo de pastel, y a como pudo, se levantaría a por otro, regresaría y le mostraría una gran sonrisa causándole un sonrojo a Momo y una gran sonrisa a los padres de esta.
— Izuku, a partir de mañana irás conmigo a mis oficinas, quiero ponerte a prueba —.
— Si señor Aguilar — Respondió este con total seguridad.
Tal vez Izuku no pudo pasar su decimo cumpleaños con su familia, pero sin saberlo, unos días después había encontrado una nueva familia que lo iba a sacar de su soledad.