Descargo de responsabilidad: los personajes no son míos, pertenecen a su autora original, pero la idea es mía.

Corriendo por los pasillos oscuros, aun podía sentir a los que lo perseguían, tal vez no debería haber hecho lo que hizo, pero lo hecho, hecho esta, su única esperanza era llegar a la oficina de la directora y usar su red flu para irse directo a la mansión.

Su padre lo castigaría, total y absolutamente, pero aún eso sería mejor que lo que suponía le harían los que estaban tras el ahora. Entrar a la oficina de la directora no fue problema, la política puertas abiertas de esta era su carta a jugar, entró raudo, el retrato de Snape lo miró arqueando una ceja, sin embargo, no dijo nada, así que nombró su hogar ancestral y se metió.

Aterrizó de mala forma en la mansión, rodando por el piso, eso nunca le había pasado, se puso de pie rápidamente y chocó con una mesa nueva "mierda, que momento para redecorar", salió a tropezones de la salita, directo al estudio de su padre, mientras iba por el pasillo ninguno de los retratos le dijo su falta de modales o el desajuste de sus ropas, abrió la puerta sin avisar "padre".

Su voz se perdió cuando entró a la habitación, claramente su madre había hecho un exhaustivo trabajo de decoración, se enderezó como pudo las ropas y mantuvo la mirada baja, esperando que su padre le autorizara a hablar.

"cuantas veces te he dicho que no entres sin tocar, podría estar en algo importante con tu madre", "¿Qué haces aquí?" fue la pregunta que le realizó el hombre tras el escritorio que claramente era una versión distinta de su padre.

"la última vez que lo comprobé vivía aquí" se da vueltas a ver si es algún tipo de broma, aun cuando su padre no es un tipo gracioso.

"claramente, vuelvo a preguntar, ¿Qué haces aquí, no deberías estar en la escuela?", pregunta el hombre tras el escritorio, que ahora que lo ve bien no es su padre, este hombre es una versión más joven de Lucius, pero tiene una cicatriz en la ceja derecha, viste con una camisa blanca arremangada con un chaleco negro sin mangas ajustado y sin corbata.

"tú no eres mi padre" dice entrecerrando los ojos; no es una pregunta, es una afirmación.

"evidentemente, mis hijos tocan la puerta antes de entrar, siempre" el hombre se levanta de la silla y se coloca de pie, debe tener unos 45 años, lo mira fijamente y le indica que tome asiento, cuando se mueve, le sonríe de forma sarcástica "no voy a hacerte daño, así que puedes guardar tu varita, sé que la tienes en la funda de tu brazo".

"¿Dónde está mi padre?" pregunta tomando asiento, "¿eres algún pariente?" sabe que la pregunta del parentesco esta demás, no hay otros varones Malfoy que él sepa, pero tenía que preguntar, el hombre es claramente más alto que su padre y más ancho de hombros también, por un momento piensa que, si tuviera que reducirlo, su cuerpo larguirucho y con sus músculos en formación no harían mucho por él y este hombre lo reduciría fácilmente.

"está en su casa supongo, y respecto a tu otra pregunta, soy una especie de, pariente" el hombre se sienta sobre el escritorio y le extiende la mano, uñas bien cuidadas se fija, "tu varita por favor, debo requisarla", lo pide amablemente en un tono bajo y grave, el levanta la vista y el hombre gira su cabeza para mirarlo, sus ojos grises son igual que los suyos, del mismo tono, el traga, está mirando fijamente a este hombre; le entrega su varita, y baja la vista.

"Haría un comentario sarcástico en este momento, sobre si no te enseñaron a nunca entregar tu varita, pero asumo que la tienes sin permiso" dice el hombre colocándose de pie, y mirando hacia afuera.

Él no contesta nada, sólo lo mira, en el escritorio hay una serie de fotografías, pero no las puede ver bien sin doblar la cabeza, su padre no debería tener fotos en su escritorio, menos una de él, en eso escucha ruido en el pasillo , piensa que ese debe ser su padre, pero los pasos se sienten más suaves como de mujer, delicados, el hombre los escucha y se da vuelta sonriendo como un típico Malfoy, su mirada descansa en la puerta y entonces entra una mujer, su corazón se detiene.

"¿Quién es esta vez ?, te dije que debíamos cambiar la sala del flu, Tippy me avisó que alguien cruzó, pero,…. Oh" la mujer lo mira apreciativamente "¿a quién tenemos aquí, amor?", Le mujer le sonríe y él da vuelta su cabeza y el hombre la mira con una expresión risueña ocultando su sonrisa con su mano "a un prófugo parece", le señala el hombre, que no se pierde ver como mira a la mujer, ella le sonríe y le da un asentimiento.

La mujer un poco pequeña para su gusto lo mira con las manos en la cadera, pero una expresión risueña en su rostro "¿una pequeña cosita tan linda, prófuga?"

"amor, te he dicho que los hombres no son lindos" el hombre la sujeta de la cintura, "oh, pero, si es una cosita bien hecha" dice la mujer pasando su mano por la mandíbula del hombre "como tú", el hombre le sonríe como idiota a la mujer.

"¿Podría decirme dónde está mi padre?" dice mirando a la mujer y al hombre a su lado. Casi colocando los ojos en blanco ante tal demostración de afecto en su presencia, su padre tenía demostraciones de afecto hacia su madre, pero no tan evidentes como esto.

"en su casa supongo", dice la mujer "no sabía que estábamos en la fecha" ella le señala mirando el calendario, el sigue sentado de uno a otro "por favor, ¿pueden contactar a mi padre?" solicita, no puede negar que se siente incómodo entre estas dos personas, está tratando de no hacer contacto visual con ellos, sobre todo con el hombre.

"pero, cosita, ¿Por qué quieres irte?" le dice la mujer, el hombre que está conteniendo la risa logra decir "no lo acoses mujer". Claramente disfrutan de su incomodidad, espere hasta que su padre se entere.

"no lo estoy acosando" la mujer le pasa la mirada encima "creo que le falta algo de peso esta un poco flaco, no crees" dice ella acercándose a para mirarlo con mayor detenimiento, sus ojos son amables y su rostro no denota preocupaciones.

"sabes bien porque, ya se repondrá" el hombre hace un gesto con la mano como sabiendo cosas que no debería.

"señor, no se su nombre y claramente usted no es mi padre, ¿podría volver por dónde vine?" su voz suena con un dejo de preocupación, claramente es la mansión, pero a la vez no lo es, sin embargo, ellos visten con ropas modernas.

"y devolver tu varita" agrega el hombre divertido, "lo colocaste nervioso" le dice a la mujer, sin dejar de mirarla.

"nunca ha visto mujeres de verdad, a los 18 que conoce, puras fulanas" la mujer mira fijamente al hombre, con un dejo de ¿celos?

"no fulanas, mujeres un poco ligeras" el hombre la observa no dándole importancia al comentario, el cual sabe que es verdad.

"bien, ¿crees que deberíamos enviarlo con tu padre?" el drástico cambio de tema no pasó desapercibido para Draco, él no conocía fulanas, sólo compañeras de escuela, su cerebro se detuvo, miró al hombre con los ojos como plato, luego miró a la mujer estudiándola, cuando cayó en cuenta sólo atinó a decir "¿Granger ?, antes de desmayarse.

"Creo que avisaré a tu madre", dijo la mujer mientras acomodaba a un joven Draco desmayado.