Entre Líneas

Capítulo 25

Una vida que no es la mía

Disclaimer: Los personajes de Naruto son propiedad de Masashi Kishimoto, esta historia es de mi total autoría no está permitida su publicación en otros sitios sin previa autorización. -Azulen-

Summary: ¿Qué harías si pudieras volver a empezar? Sasuke despierta de un largo sueño a punto de tomar una decisión que podría cambiar el destino de todos. SasuSaku. Fluff Romance. Lemmon.

•••

-Llegas tarde.

Sentada tras el escritorio y analizándolo con una mirada severa se encontraba la quinta Hokage en funciones, amargada como en sus memorias, tampoco es que recordase demasiado lo que era estar bajo su mandato, se había ido de la aldea pocos meses después de que comenzara lo que Naruto llamaba "El reinado del terror" incluso podía recordarla más o menos amable y racional en su papel de médico.

No podía negar que le sorprendía un poco verla en aquella posición siendo que en su mundo pasada la edad en la que se encontraba era Kakashi quien desempeñaba el rol de Hokage después de que la sannin se retirara durante años terminada la guerra solo para regresar a ejercer su profesión como médico y directora del hospital liberando a Sakura de aquella enorme responsabilidad.

-Hn…

Tsunade le observó altiva, el mentón elevado, su semblante desafiante con una fina ceja rubia encorvada reprobando su manera de responder antes de que una ladina sonrisa se deslizara por su faz engañosamente joven.

- ¿Pensaste en mi propuesta?

Se tensó imperceptiblemente.

¿Qué propuesta?

Sus ojos se mantuvieron fijos en ella, su frívola seriedad no parecía intimidarla ni un poco y simplemente le abordó con una segunda pregunta que ayudó a esclarecer el asunto.

- ¿Te unirás al ANBU? Sé que quieres seguir los pasos de tu padre y tu hermano en la policía, pero tus habilidades y tu experiencia como shinobi serian mucho mejor aprovechadas en la división de fuerzas especializadas, estarías directamente bajo mi mando.

¿Qué se suponía que tenía que responder?

Mierda… no tenía ni la menor idea de que deseaba su versión en ese mundo, casi podía apostar que optaría por la policía militar… parecía demasiado cercano a su familia y por lo que había escuchado era bastante probable que Sakura estuviera embarazada y por lo tanto… convertirse en un ANBU era demasiado riesgoso en esos momentos, esperaba no estar asumiendo mal…

-No.

- ¿Por qué? Parecías más dispuesto la última vez– le dio una larga mirada aburrida apoyando los codos sobre el escritorio y su mentón sobre las manos cruzadas esperando su respuesta.

-Sakura podría estar embarazada, me necesita a su lado en este momento, si me convierto en ANBU probablemente me alejarás de ella.

Perceptivo.

Su mirada ambarina estaba cargada de cierto tinte de desprecio que no podía identificar del todo, pero algo en su intuitivo ser le decía que a esa mujer le caía de todo menos bien.

-No sé por qué tengo la sensación de que intentas alejarme de mi prometida- reafirmó.

- ¿Yo? ¿Alejarte de Sakura? Por supuesto que no… y menos sabiendo que podría esperar un hijo tuyo… por desgracia…- su gesto falsamente consternado y desentendido le indicó que en ese mundo Tsunade era una vieja harpía que lo odiaba por alguna razón desconocida.

Entonces supo que había tomado la decisión correcta.

-Te lo ofrecí porque mi querida estudiante estaba preocupada por ti- pronunció más seriamente ojeando una carpeta con su nombre.

- ¿Por mí?

- Ya lo sabes, por tu futuro, no parabas de lloriquear con que nadie te toma en serio- se encogió de hombros desinteresada, sin mirarle, su voz se deslizó por la sala como una serpiente venenosa- parecías realmente ofuscado cuando tu padre no te permitió retomar tu posición en la policía porque aún no eres un chunin, aunque tus habilidades sean superiores a las de cualquier jonnin promedio, lo suficientemente bueno para ingresar en ANBU, eso lo tengo que reconocer, no te lo ofrecí solo porque Sakura te recomendara, te consideré desde que regresaste a la aldea- esta vez sonaba sincera, no le miró en ningún momento mientras daba su corto discurso.

-…

-En fin… esperaré tu respuesta definitiva dentro de tres semanas, cuando hayas cumplido con el examen chunin- sonrió ladinamente y miró fugazmente hacia la puerta en una silenciosa invitación a largarse- hasta entonces… Uchiha Sasuke.

Asintió en silencio y se retiró sin más.

- ¡Sai!

- ¿Si señora?

- Vigílalo.

- ¡Hai!

•••

- ¡No, gracias! Tengo novio.

¿Sakura?

-No me importa, no soy cel…

Vio el cuerpo de esa pobre alma salir volando varios metros tras el potente puñetazo de la pelirosa, rompiendo una de las paredes de concreto que rodeaban la mansión Hokage al estrellarse, su cuerpo rebotó dolorosamente y los escombros cayeron sobre él en medio de una pequeña conmoción suya y una risilla maliciosa de Sakura quien parecía disfrutar el momento.

Las personas comenzaron a reunirse alrededor del chico buscando ayudarle a sobrevivir y lanzando miradas temerosas en dirección a su esposa quien como una bailarina giró sobre su pie delicadamente.

-Ups…- se encogió de hombros con una risilla traviesa aún sin notar su presencia y se alejó danzante tarareando una melodía alegre, llevaba sobre sus hombros una enorme chaqueta azul con el emblema Uchiha grabado en la espalda cubriéndole hasta la mitad de los muslos, bajo esta se notaban las medias negras y los tacones afilados que hacían que sus ojos se desvíen a sus piernas como un imán.

-Sakura- llamó su atención alcanzándola a paso calmo- Casi matas a ese hombre…

-Si… él estaba molestándome…- le observó con un ceja encorvada y una sonrisa traviesa en sus labios- oye ese tipo ya me la debía ¿bien? Lleva varios días insistiendo, aunque ya le he rechazado de buena manera, parece que no teme por su vida, es tan persistente… solo un pervertido idiota… no vale la pena…- explicó chasqueando la lengua con molestia y regresando sus pasos hacia él, se preguntó seriamente si no tendría frío con esa minifalda.

- ¿Qué miras pervertido? – su enfado pareció desvanecerse repentinamente y con un aire coqueto se apegó a él tomándole por sorpresa cuando juntó sus labios con los suyos de forma demandante allí en medio de la calle a vista y paciencia de la multitud que la había visto atacar a ese ninja le metió la lengua hasta la campanilla.

¿Le había llamado pervertido?

Pasmado en su sitio comenzó a sentirse incómodo, ella se separó de él, sus ojos verdes se clavaron en su rostro esta vez sin expresión, solo una larga mirada analítica.

-Si, definitivamente no eres Sasuke ¿Sabes? Tu definitivamente ya le habrías roto un par de costillas a ese idiota y me abrías robado el alma de un beso solo para marcar territorio- exclamó negando suavemente con su cabeza- algo me dice que esto será… raro…- canturreó tomándole de la mano y obligándole a caminar a su lado.

El alma se la había robado ella al besarle así.

¿En qué momento su lengua se había metido en su boca de esa forma?

N-ni siquiera pudo responderle…

¿Quién diantres era esa mujer? Desde luego no podía ser Sakura…

•••

Estaban en su casa.

Era su antigua casa, la que en su realidad fue destruida durante el ataque de Pain y cuya reconstrucción había costado los ahorros de años de la familia Haruno para remodelar la biblioteca, creyó que jamás volvería a ver esa casa y algo dentro de si se sintió un poco melancólico, recordaba haber pasado uno que otro momento divertido en esa casa, almorzando incómodo con los chistes malos del padre de Sakura o solo pasando el rato con su equipo viendo películas frente al televisor cuando no estaban entrenando.

Eran aquellos momentos fugaces con el equipo siete los que rememoraba de vez en cuando sintiéndose nostálgico, todo estaba exactamente en el lugar que recordaba.

- ¿No sientes frío? - apuntó a sus piernas cubiertas por las medias oscuras y ella siguiendo la dirección de su mirada rió quitándose su chaqueta y colgándola en el perchero, en seguida sus ojos negros no pudieron evitar desviarse hacia el inicio de sus senos.

¿Por qué iba tan descubierta?

-Oye guapo, mis ojos están aquí arriba- sonrió ladinamente y sintiéndose apenado por mirar de más desvió el rostro sonrojado hacia otro punto del salón, ella rio formando un escándalo y le empujó suavemente obligándolo a caer en el sofá sentándose a horcajadas sobre él de una manera tan atrevida que le hizo sentir intimidado, la minifalda se subió hasta el inicio de sus muslos revelando su ropa interior de encaje rojo y su ojos jade le contemplaban con deseo contenido.

Estaba comenzando a asustarse.

-Sakura.

Le tomó dos segundos entender que no tenía nada en contra del encaje.

- ¿No sabes decir otra cosa? – su suave carcajada burlona le hizo sentir ofendido, incomodo y confundido, casi amenazado, ella le trataba muy distinto sentía como si… como si fuese a violarlo en cualquier momento o algo así…

-Oye me puse estas para ti- protestó echando una mirada hacia su entrepierna- pensé que así recuperarías la memoria- sonrió traviesa.

El sonrojo se incrementó en sus mejillas y tomó una bocanada de aire para serenarse y recuperar la compostura, sabía que ella solo estaba provocándolo a propósito era su manera de obtener información, Sakura era inteligente y persuasiva en todos los universos, al parecer, aunque sus métodos parecían variar, la retiró de sus piernas con suavidad ejerciendo todo su autocontrol, no sabía hasta que punto esa Sakura era Sakura.

No quería sentir que estaba engañando a su esposa.

-Basta- pronunció fríamente.

-Oye basta tú… estás poniéndome muy caliente… me encanta cuando te pones en plan chico malo…- rio divertida pero finalmente suspiró y le dio un sonrisa amable acomodando su falda y sentándose correctamente en el sillón, aquel gesto le recordó un poco más a la Sakura que acostumbraba a tratar y que era su esposa- ¿Y bien? ¿Quién eres? ¿Por qué estás en el cuerpo de mi novio? Sé de sobra que no eres él… - su rostro ladeado y gentil mirada jade inocente observándole con cierto aire de resignación casi le hizo suspirar aliviado- no soy tonta.

Bien, así estaba mejor.

- Créeme tu tampoco te pareces en absoluto a mi Sakura…- masculló incómodo.

- ¿Tu Sakura? - encorvó una rosada ceja intrigada.

- Escucha, Sakura, no voy a ocultarte la verdad… no soy el Sasuke Uchiha que conoces así que…

- Eso ya lo sé- le interrumpió sin más- ¿Quién eres?

Actitud… esta versión de Sakura… tenía cierta actitud que le daba un aire peligroso por alguna razón, era como si fuese más explosiva, su Sakura era una mujer alegre y extrovertida, pero también era serena y le hacía sentir cómodo, no era impredecible, ni le invadía de esa forma tan… extraña… en que lo hacía la persona junto a él, esta versión de Sakura le incomodaba, le abrumaba de una manera inexplicable como si su presencia se colara bajo su piel y se apoderara de él lentamente.

-¿Siempre eres así?- giró ligeramente su rostro dejando salir la pregunta con genuina curiosidad.

-¿Cómo?- rio pegándose un poco más a él posando sus manos suaves sobre sus muslos sus uñas peligrosamente cerca de su entrepierna.

-Así… -susurró- tan… abrumadora

-Uhm… ¿Crees que soy… "molesta"? – siseó divertida y se alejó lentamente mirándole genuinamente intrigada y llevó un dedo a su mentón- no realmente… - concluyó- empiezo a entender…

¿Entonces ella le estaba probando?

¿Probaba sus límites?

¿Qué tanto podía aguantarla?

-Supongo que tu mente está atrapada en su cuerpo y con suficiente suerte su mente esta en tu cuerpo real y no flotando en el espacio ¿Es así? – su tono de voz cambió drásticamente por uno más serio, casi profesional, le recordó a su esposa cuando adquiría ese aire de regañar- ya veo…

-Eres lista- destacó asintiendo con una pequeña sonrisa- Itachi y yo hemos concluido que Sasuke y… yo… venimos de realidades distintas conectadas por un evento en común… y ese evento podría ser tu embarazo así que puedes decírmelo ya… no tienes que preocuparte, cuidaré de ti, eres mi esposa y…

-No estoy embarazada- le interrumpió con cierto deje de decepción mal disimulado en su voz- me hice la prueba hoy, es muy seguro que no lo estoy, así que no es eso.

-Ya veo…

- ¿Así que soy tu esposa? - inquirió acercándose a él con un aire divertido- suenas como un anciano- ¿Eres una versión vieja de Sasuke-kun? - rio estruendosamente- que bien, podemos ir a la habitación, te haré recordar buenos tiempos…- le guiñó un ojo coquetamente entre risas.

-Sakura…- su nombre se deslizó con calma entre sus labios ladeando su rostro como si intentara comprender un enigma- tengo veinte…- suspiró cansado- en fin… tengo que irme, se supone que mi cuñada no puede quedarse sola y no confío en esta versión de Naruto, parece tan tonto como cuando teníamos trece…- declaró seriamente levantándose del sofá.

Sakura frunció el ceño imperceptiblemente.

Demasiado frío.

-Se me hace realmente extraño escucharte hablar así, no lo hagas, no es tu cuerpo, no es tu vida- el rostro de Sasuke no reflejó la sorpresa que sintió al ver a Sakura de pie a su lado repentinamente seria y enojada- si vas a ocupar el cuerpo de mi novio al menos ten la decencia de comportarte un poco más como él, eres un idiota- la ira empezaba a filtrarse en cada palabra pronunciada y no podía evitar sentirse abrumado por su volatilidad- ¿Tratas así a tu esposa? - le cuestionó- si es así entonces espero Sakura se de cuenta pronto de que eres un bloque de hielo sin gracia y te deje- dio un pisotón y la casa tembló.

Se enfadaba con demasiada facilidad.

Entonces… su poder… y su carácter, quizás era como su Sakura a los dieciséis…

-S-Sakura… lo siento yo…

-Tu ¿Qué? - siseó acercándose a él, sus pasos asemejándose más a una pantera a punto de saltar sobre su presa, sus ojos jades entrecerrados mientras le fulminaba.

-No tengo idea de cómo es Sasuke en tu mundo ¿Bien? No lo sé, tienes que ayudarme a entenderlo- su respiración se agitó ligeramente, odiaba sentirse así de perdido- ¿Cómo se supone que tengo que ser? - inquirió apenado.

¿Quién demonios era Sasuke?

Los ojos jade de Sakura se suavizaron y rio suavemente.

-Mi Sasuke es...- su mirada se tornó tierna y sus mejillas enrojecieron dándole un aire absolutamente angelical que consiguió conmoverle- él es un hombre muy dulce… pero solo lo es conmigo…- mordió su labio inferior y sus ojos brillaron deseosos prendados de los suyos- Me ama muchísimo y yo a é... Es atento, es gentil… es apasionado… - entrelazó las manos tras su nuca acercándolo a ella para besarle despacio.

Demonios.

Sin poder resistirse más le correspondió intensificando el beso, y apresando su cintura con un suave apretón sintiendo como se estremecía y deslizaba sus manos traviesas por debajo de la camiseta, su cálida lengua recorrió su labio inferior antes de subir el beso de nivel, cuando sus dedos comenzaron a juguetear con el elástico de los pantalones supo que era momento de parar.

-No, eso no.

Ella contuvo el aliento profundamente ofendida.

-Sasuke Uchiha, desde que regresaste a la aldea no ha existido un solo día en el que no me hagas el amor como si fuera nuestro último día en la tierra, bueno… los días que estamos en misiones son una excepción ¿sí? - declaró poniendo los ojos en blanco- Pero cuando no nos vemos ¡Me envías mensajes calientes! ¿Te atreves a rechazarme? ¡Dios! ¿Qué clase de Sasuke eres? ¡Pobre Sakura! Siento lastima por ella, que vida tan aburrida le das si la tienes a dos velas- le dio un golpecito en el pecho- ¡Eres Sasuke Uchiha! ¡Soy Sakura! ¡Siempre me deseas! - comenzó a hacer un berrinche mientras le empujaba fuera de la casa cerrándole la puerta en la nariz sin dejarle acotar nada en su defensa.

Casi sintió ganas de llorar internamente.

¿Cómo carajos iba a volver su vida?

¿Y si se quedaba atrapado para siempre con esa versión enloquecida y ninfómana de Sakura?

Si Sakura era así… y Sasuke parecía realmente obsesionado con esa versión significaba que…

-¡Mierda!

•••

Sakura le había echado de su casa.

A penas llevaba un día en una vida que no era la suya y ya había hecho enojar a su espo… novia, ofuscado, aceleró el paso a su casa sin darse cuenta de a donde lo estaban llevando sus pies, sus ojos oscuros se empañaron de tristeza cuando de pie frente a lo que debería ser la casa que compartía con su esposa solo se extendían kilómetros y kilómetros de espeso bosque, ni rastro de su sutil aroma, ni esos ojos verdes que toda la vida le habían contemplado con tanto cariño… ni rastro del amor de su vida, aquella que le llenaba el corazón con su sonrisa y que muy pronto lo convertiría en padre, eso si en su mundo no había nacido ya y otra versión de si mismo calmaba el llanto de su hijo por las noches…

En el fondo no le importaba si él la tocaba puesto que eran la misma persona a final de cuentas, sabía que Sakura acabaría cediendo en cualquier momento, la idea le hacía sentir ligeramente incómodo, pero no tanto como hace quince minutos en donde pareció torturarlo, le llenó de cierta inseguridad… que aquella versión "mejorada" de si mismo pudiera estar dándole a Sakura lo que él nunca supo darle, porque quizás Sakura nunca se lo diría en la cara como la Sakura de este mundo.

¡Pobre Sakura! Siento lastima por ella, que vida tan aburrida le das…

Resopló hastiado, a penas llevaba unas horas en ese lugar y ya quería volver a casa… la voz de la Sakura de ese mundo no dejaba de torturarlo haciéndole sentir un poquito miserable.

¿Tratas así a tu esposa? Si es así entonces espero Sakura se dé cuenta pronto de que eres un bloque de hielo sin gracia y te deje.

Era consciente de que no era el esposo más cariñoso de Konoha y que quizás Sakura esperaba un poco más de él, ella parecía siempre tan respetuosa de su espacio, de sus tiempos, tan al margen de sus emociones, siempre sacrificándose por él, tan comprensiva y tan dulce en su trato, ella era una esposa maravillosa y él…

-¿Sasuke-chan?

Volteó sobresaltado, aún no se acostumbraba a escuchar esa voz.

-M-mamá…

- ¿Qué haces aquí cielo? Iba a comprar algunas cosas y te vi de pie a lo lejos, pareces perdido- señaló hacia el camino de piedra que conectaba el bosque con la calle con expresión confundida- ¿Pasó algo? ¿Has discutido con Sakura? - su cálida mano cubrió su mejilla haciéndole voltear el rostro hacia ella.

Volvieron a invadirle las ganas de llorar.

La expresión de Mikoto se tiñó de tristeza cuando los ojos de su hijo menor se cruzaron con los suyos cristalizándose en una mezcla de nostalgia y desesperación que le rompió el corazón.

¿Por qué? ¿Por qué su pequeño parecía tan roto?

Le rodeó con los brazos maternalmente acunándole con dulzura contra su hombro y sintió los brazos de él rodearle tímidamente, escondiendo su rostro de ella, aunque su respiración agitada le reveló lo mucho que sufría, genuinamente se preocupó, se estremeció de miedo al pensar en la posibilidad de que Sakura hubiera terminado con su relación o algo peor…

- ¿Qué pasó? ¿Es Sakura-chan? No me digas que…

- N-no- la cortó tan fríamente que no logró reconocerlo- todo está bien, no es eso…

-Está bien… - susurró más calmada deslizando sus finos dedos entre las hebras oscuras un momento antes de sentirle romper con suavidad el abrazo.

-Gracias…- susurró él y le miró a los ojos con una pequeña sonrisa aliviada- estás aquí…

-Estoy aquí…- ladeó el rostro ligeramente confundida y una risilla escapó de su boca- vamos cariño, es hora de ir a casa…

Es hora de ir a casa

Esta no es mi casa…

-¡Oh! Pero antes acompáñame a comprar algunas cosas que hacen falta para la cena- sonrió ampliamente, tal como la recordaba.

-S-si, mamá…

•••

-¡Gracias, vuelva pronto!

-¡Gracias a usted!- respondió Mikoto Uchiha con una sonrisa radiante mientras tomaba la bolsa con los alimentos, haciendo un pequeño gesto triunfal al balancear una barra de chocolate en la mano.

Sasuke le devolvió la sonrisa, más pequeña, pero sincera.

El mundo pareció detenerse por un instante cuando una explosión retumbó a lo lejos, estremeciendo la tierra bajo sus pies, los fragmentos de ese momento se congelaron ante sus ojos observando el sobresalto en el rostro de su madre, el crujir de las ventanas, y luego el grito desgarrador de la multitud al correr despavorida.

-¡Es un ataque!- clamaba la gente mientras huía de las explosiones.

¿Naruto? ¿Se salió de control?

El caos envolvió la escena como una tormenta implacable. Sasuke se giró hacia la columna de humo negro que empezaba a elevarse sobre los tejados, sus ojos entrecerrados con resolución. Sin pensarlo dos veces, salió disparado como una flecha hacia el epicentro del desastre, sus pies apenas tocando los techos, escuchó el zumbido familiar de una persona siguiéndole, vio de reojo a su madre alcanzarle el paso, su chakra un torbellino de determinación.

Era rápida.

Más de lo que recordaba.

-¡La explosión viene de casa!- afirmó Mikoto con la voz cortante como una hoja- ¡Izumi está en peligro! ¿Quién se quedó con ella?

-Papá y Naruto, Itachi dijo que estaría en casa a la hora de comer- respondió escueto y concentrado en el camino.

-Bien.

Otra explosión, más cercana esta vez, sacudió las calles. Sasuke divisó un destello de cabello rubio y un par de pequeños cuerpos corriendo en su dirección, descendió en picada, sus sandalias arañando los tejados al llegar a tierra firme justo cuando Naruto se plantó ante ellos con expresión frustrada, los niños en brazos, el sudor cayendo como lluvia por su frente.

-¡Naruto-kun!- exclamó Mikoto, adelantándose a sostener a uno de los bebés con manos firmes pero gentiles.

-I-Iz-zumi-chan… - jadeó Naruto, su pecho subiendo y bajando agitado- S-se- se ha hecho pasar por mi ¡La… tienen! Fugaku-jiisama fue tras ellos.

¿Se hizo pasar por él?

- ¿Qué? -La incredulidad de Mikoto se transformó en hielo puro mientras sus ojos se endurecían- todo está bien cariño, estás a salvo.

El instinto de Sasuke se disparó.

Sintió el peligro antes de que llegara, sus dedos se movieron hacia la empuñadura de una espada… que no estaba allí.

Maldición.

El aire vibró con un nuevo ataque, sin dudarlo, formó un sello de mano.

—¡Doton: Doryūheki!

Un muro de roca se alzó frente a ellos, absorbiendo las explosiones que se dirigían como balas hacia su posición. La tierra tembló bajo el impacto, el polvo llenando el aire con un sabor amargo de batalla.

-C1- pensó alarmado.

-¡Sasori-dono, he localizado al nueve colas! -La voz resonó desde el cielo, fría y con un tinte de diversión.

Sasuke levantó la vista. El cabello rubio. La capa negra. Los ojos azules de ese intento de artista loco otra vez.

-Deidara -murmuró, su voz cargada de veneno.

Un nuevo grito lo trajo de vuelta.

-¡Sasuke! -Itachi apareció como un relámpago, el manto del clan ondeando tras él en su uniforme de capitán-¡Lleven a mamá y a los niños al refugio! ¡Yo me encargaré de ellos!

-¡Itachi Uchiha! -Una voz juguetona y burlona emergió de las sombras, serpenteando por el aire hasta ellos- Estaba ansioso por conocer a una celebridad…

Obito.

El pecho de Sasuke se contrajo con un furor frío y abrasador.

-¡Naruto, al refugio!

-¡Ni hablar! ¡Voy a pelear!

-¡Estás desarmado, idiota!

-¡Estamos!

El suelo se partió bajo ellos, lanzando esquirlas de roca al aire, la figura ágil de Sakura se materializó como un rayo frente a ellos, destruyendo un títere de un golpe brutal antes de aterrizar entre sus compañeros, el cabello rosa ondeó a sus espaldas luciendo tan valiente y poderosa como en sus memorias.

- ¡Muévanse! - gritó, su voz como un látigo- ¡Yo cubriré a Itachi-niisan! ¡Armen una defensa en la torre con Tsunade-sama y vayan tras el del pájaro! -Señaló a Deidara con la determinación de un general.

-¡Sakura-chan!

-¡¿Qué esperan?! ¡Muévanse!

La urgencia en su tono los impulsó a la acción. Sasuke tomó a su madre en brazos, quien sujetó a los bebés con fuerza mientras corría hacia el refugio oculto tras la montaña de los Hokage. Naruto iba tras ellos, su energía un remolino de fuego y frustración.

- ¡Llévalos! -gritó Naruto antes de desviarse- ¡Tomaré el equipo y te alcanzaré!

Las palabras de Tsunade, gritando órdenes desde la torre llegaron sus oídos y se perdieron en la distancia.

- ¡Es a mí a quien buscan! -oyó Sasuke al rubio antes de aumentar aún más la velocidad.

Sus pies eran un borrón sobre los tejados mientras su chakra chisporroteaba en sus extremidades. No estaba al máximo de su poder. No sabía cuánto tiempo podría aguantar.

-¡Iruka! - gritó al aterrizar frente al maestro- Protégelos.

No esperó respuesta.

Con un último vistazo para asegurarse de que su madre y los niños estaban a salvo, activó su Sharingan echando de menos su rinnegan y el poder de su Mangekyo, podría parar a Deidara muy fácilmente de tener su susanoo.

Su mirada se enfocó como un depredador en el campo de batalla.

Naruto, al borde del peligro, estaba a punto de ser interceptado por un ataque de Deidara.

- ¡Naruto, no inhales! - rugió- podría contener nano-explosivos que te harán añicos desde dentro.

Naruto saltó hacia él. El aire se tensó como una cuerda a punto de romperse.

-Así que me conoces- musitó el Akatsuki, una sonrisa arrogante estirando su boca- Uchiha Sasuke, no eres el Uchiha que quería enfrentar, pero supongo que tendré que conformarme contigo.

Sasuke entrecerró los ojos.

-Deidara…

•••

-¡¿Dónde carajos está Shisui?!- rugió Sakura, su voz rasgando el aire como un latigazo mientras sus puños destrozaban una marioneta que crujió y estalló en pedazos, enviando fragmentos de madera y metal al suelo ennegrecido por el humo.

A su alrededor, el distrito Uchiha ahora convertido en campo de batalla, era un caos de polvo y llamas, la tierra estaba salpicada de cráteres provocados por ella misma y su brutalidad y el aire vibraba con el zumbido de hilos de chakra ocultos en el polvo, sintió el hedor de la pólvora flotando a su alrededor.

-Jiraiya-sama envió información sobre la posible ubicación de la base principal de Akatsuki… -la voz fría y medida de Itachi Uchiha se abrió paso a través del rugir del combate, inspiró con fuerza formando sellos a una velocidad que volvía a su movimiento imperceptible, una enorme bola de fuego incineró al enemigo frente a ellos- El líder se encuentra allí. Shisui ha ido a asistirlo.

Asistirlo.

La palabra cayó como una piedra en el estómago de Sakura, pero no permitió que el miedo la paralizara, significaba que la pelea había comenzado mucho antes, dio un paso al frente, con los ojos verdes ardiendo como jades en llamas, a su alrededor, dos marionetas más avanzaron en sincronía letal, sus garras llenas de veneno buscando un solo golpe fatal que esquivo con gracia a penas perdiendo un corto mechón de cabello.

- ¡Déjamelo a mí! - exclamó, arremetiendo con un movimiento brusco que hizo temblar el suelo bajo sus pies. Su puño destrozó ambas figuras con un solo impacto, el veneno goteando inútilmente sobre los restos esparcidos- ¡Tienes que ir tras Izumi! ¡No sabemos cuántos más son! Fugaku-sama podría está en peligro también.

Itachi se detuvo por un momento, sus ojos carmesíes atravesando la carnicería con la precisión de un halcón viendo la marioneta incinerada resquebrajarse, ambos elevaron la guardia con la revelación del verdadero enemigo.

-¿Estarás bien?

Sakura le dedicó una sonrisa afilada, la confianza destellando en su mirada como la hoja del kunai que bailó en su mano al volver a su porta-armas.

-Te preocupas como si no me conocieras- chocó el puño contra la palma con una energía desafiante, la adrenalina corriendo como fuego por sus venas- ¡Vete ya, Itachi!

Desde las sombras de humo y polvo emergió una figura y el aire pareció enfriarse, un joven pelirrojo, de ojos gélidos y semblante imperturbable, avanzó con la calma de alguien que saborea la certeza de una batalla ganada.

La capa negra con nubes rojas lo marcaba como otro miembro de Akatsuki, pero lo que hizo que los latidos de Sakura se aceleraran fue el retorcido brillo de placer en su sonrisa al contemplarla casi deseoso.

-Así que tú eres la compañera del nueve colas… -dijo él, su voz tan suave y afilada como un filo oculto- serás una perfecta adición para mi colección, muñequita.

Sakura resopló, su puño apretándose hasta que los nudillos se le pusieron blancos bajo los guantes de combate, el taconazo que dio resquebrajó el suelo bajo su pie y una chispa peligrosa iluminó sus ojos jade mientras adoptaba una posición más agresiva, su cuerpo vibrando con el poder acumulado en sus músculos listos para desatarse.

-Gracias guapo, pero no soy la clase de muñeca que puedas controlar- sonrió con burla, dejando que sus palabras gotearan veneno.

El Akatsuki sonrió.

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Notas de la autora

Sasuke 1 gozando de las mieles del amor, Sasuke 2 aguantando putazos xD Amo la dinámica de esta historia. Primero quiero agradecerles por la gran acogida que está teniendo esta historia, me animan muchísimo a seguir escribiéndola, estamos entrando en un arco de acción, al principio pensé en intercalar historias en plan un capitulo al mundo 1 y un capítulo al mundo 2 pero podría resultar confuso para ustedes así que he decidido dividir este arco en dos arcos fluidos, así que primero veremos el arco del mundo 1 que es donde se encuentra "El Sasuke canónico" y luego veremos cómo le va a nuestra Sakura embarazada con Sasuke reiniciado, así la historia se verá un poco más ordenada.

¡Recuerden dejar sus comentarios para saber que les pareció el capítulo y como le va a esta historia, no olviden añadirla a sus favs y follows para recibir actualizaciones!

¡Gracias a todos!

Con cariño,

Azulen.