«Atleta AU/Modelo AU»
...
—¿Eres consciente de que estás arruinando tu reputación de esta manera, Lucy?
—Su Majestad no debe preocuparse de la reputación de una noble cualquiera—respondió una joven rubia mientras tomaba una taza de té.
—No eres una noble cualquiera. Eres la heredera del Marqués Heartfilia. La hija de mis viejos amigos y lo último que dejaron en este mundo antes de partir. Aunque me llames Majestad eres más como mi sobrina.
—¿Y por eso pretende casar a su sobrina con el menor de sus hijos? ¿Cree que eso hará que mi reputación mejore? Ya se lo dije en varias ocasiones. Si quiere comprometer a Su Alteza el tercer príncipe con alguien entonces esa debe ser con la hija menor del Marqués Strauss.
—Lucy, por favor. Tu trabajo como modelo no te ayuda en absolutamente nada. Eres la hija del marqués. Ni siquiera el ducado tiene tanto poder y riqueza como los Heartfilia. El único motivo por el que no se os ha otorgado el título de Duque es porque tu padre falleció antes de aceptarlo y tú no puedes ostentar el título hasta que termines tus estudios en la Academia de Magia Fairy Tail.
—Su Majestad, sabe perfectamente que el único motivo que me ata a ese trabajo es apoyar el pequeño emprendimiento que empezó mi amiga la Vizcondesa McGarden. Su familia no está pasando por un buen momento, lo sabe. Como su mejor amiga es mi deber apoyarla.
—Te estás exponiendo a ojos morbosos.
—No me importa, mi valor como mujer y como maga no disminuirá con eso. Estoy segura que Su Majestad la difunta Emperatriz estaría de acuerdo.
—Lo sé, ella era un alma libre. Después de haberme dado dos hijos no sé cómo pudo aguantar tanto tiempo en este palacio agobiante lleno de ojos criticones. Definitivamente no había nada que la detuviese.
—Eso es porque su amor por usted era suficiente para aguantar la críticas de su ascendencia plebeya.
—Y aún así Ignia solo ve a los plebeyos como peones sin valor.
—Pero aún tiene a el príncipe heredero y al tercer príncipe. Ambos siempre están velando por el bien del país.
—Aunque Natsu siempre está escaqueándose.
—Pero sigue siendo consciente de su papel como príncipe de este imperio y del ejemplo que debe dar.
—Algo que tú también deberías hacer.
Lucy giró los ojos, volvieron al mismo tema.
—Se lo dije, ser modelo es un trabajo como cualquier otro. No hay nada de indecoroso en ello.
—Los demás nobles no piensan lo mismo, estoy seguro de que has escuchando los rumores sobre ti.
—No podrían importarme menos. Mi madre me enseñó que cualquier tipo de vida es honorable porque es la manera en que decidí vivir.
—Lucy... Sé que a ti te da igual, pero a mi no me gusta que circulen rumores sobre mi querida sobrina.
—Y mucho menos si está tratando de comprometer a su querida sobrina con el alma libre de su tercer hijo, porque podría verse afectado el honor de la familia imperial.
—No voy a negarlo. No sé quién tiene más ganas de comprometeros, si yo o Natsu. Pero sigo queriendo lo mejor para ti.
—Dice tonterías. No le intereso a Natsu de esa manera.
Decidió dejar el honorífico a un lado, sentía que ya no estaba hablando con la figura más importante del imperio sino con alguien de su familia.
—Eres tú quien no se da cuenta, ¿por qué sino Natsu se acostaría contigo?
Lucy reaccionó demasiado y suspiró.
—¿Desde cuándo lo sabe?
—Desde el principio. ¿Olvidas que los miembros de la familia imperial deben estar vigilados en caso de emergencia? No había manera de no enterarme de salidas nocturnas de Natsu hacia la mansión Heartfilia. Y estoy seguro de que Natsu lo sabe.
Y Lucy también estaba segura, porque siempre que tenían intimidad él siempre cerraba las cortinas. Para ella no tenía mucho sentido teniendo en cuenta que a su ventana solo daba el extenso y vacío jardín de la mansión.
—¿No dirá nada respecto al tipo de relación que llevo con él? ¿Tampoco sobre la pérdida de mi pureza o mi valor como mujer?
—Para nada. Porque mi relación con Amelia era igual antes de decidirme a pedirle matrimonio. Pero sobre lo que no me quedaré callado es viendo cómo mi hijo y mi sobrina se quieren y solo tienen una relación carnal, mucho menos cuándo es mi sobrina quien me dice que comprometa a mi hijo con otra mujer.
—Lisanna Strauss es querida por todos los nobles y otorgará una gran reputación a la familia imperial, y lo que es más importante, está enamorada de Natsu desde niños al igual que él de ella.
Igneel suspiró con engorro.
—Eres increíblemente lista para unas cosas y absurdamente tonta para otros.
—Su Majestad.
Volvió a hablar educadamente.
—Tiene un motivo oculto para unirme a la familia imperial.
—¿Motivo oculto?—trató de disimular pero la rubia lo conocía demasiado bien.
—Soy la única maga celestial del imperio y pretende continuar con la historia de los anteriores emperadores. ¿Olvidó que tengo el primer puesto en la Academia mágica? Los magos celestiales antiguamente nacían dentro de la familia imperial pero con el tiempo el linaje se fue regando con otros nobles debido al libertinaje de los anteriores príncipes y herederos al trono. El imperio nunca se libraba de los hijos ilegítimos de algún príncipe y que dejaba abandonado en las mujeres con las que compartían cama. Surgieron los Heartfilia, la única familia que continúo heredando la magia de espíritus celestiales pese a que la sangre imperial desapareció por completo de los demás nobles. Ni siquiera la familia imperial continuó el linaje de magia celestial, con tantos hijos ilegítimos tuvieron que obligarse a hacerse cargo de alguno y convertirlo en el príncipe heredero del imperio, la magia celestial desapareció de su línea de sangre. Pero por generaciones los Heartfilia sirvieron a la familia imperial y a veces comprometían a sus hijos para lograr que el linaje de magia celestial volviese a su lugar. Pero en lugar de ello siguieron naciendo herederos sin magia celestial, por eso los Heartfilia siempre se aseguraban de tener dos hijos. Para que en caso de que la hija mayor no diese a luz a un mago celestial por lo menos siguiese el linaje dentro de la familia y la magia no desapareciese por completo. En mi generación fue diferente, mis padres se fueron de este mundo antes de que mi hermana pudiese nacer. Ya que soy la única Heartfilia en estos momentos tengo que elegir entre continuar con mi línea de sangre comprometiéndome con otro noble o dar un paso en falso como lo hicieron mis antepasados y darle descendencia a la familia imperial.
—¿Y dices que eso te lo enseñaron en la academia?
—Por supuesto que no, solo la mitad. El resto está en los archivos de historia de los Heartfilia y bueno, parte de ello también son conclusiones mías tras leer los archivos.
—Parece que es imposible engañarte a veces.
—Ni si quiera se le ocurra hacerlo de nuevo, Su Majestad. Seré la "mujer vendida" según los nobles pero la ignorancia es pecado.
—A veces pienso que serías mejor pareja para Zeref.
—Para eso ya está Mavis, es mucho más sabía que yo.
—Eso no puedo discutirlo.
Tras reír ambos un momento la mirada de Igneel volvió a endurecerse.
—Lucy, sabes que no es necesario que elijas si casarte con la familia imperial u otro noble. Si uno de tus hijos hereda la magia celestial se convertirá en el Duque o Duquesa Heartfilia para continuar con el linaje. Cualquiera de tus hijos con Natsu no será el heredero al imperio a no ser que Zeref se vaya de este mundo antes que yo y no deje en cinta a Mavis.
—Tampoco he dicho que esté dispuesta a casarme con la familia imperial, con quien vaya a casarme será decisión mía. Habría sido diferente si mis padres estuviesen vivos, pero quién toma ahora las decisiones respecto al marquesado y sus miembros soy yo. Y sé que tampoco me obligará al matrimonio por mucho que quiera comprometerme con el tercer príncipe.
—Solo digo que estaría juntando a dos tontos enamorados que solo tienen una vida libertina, además, ¿cómo sabes que no estás embarazada?
Lucy se sonrojó y desvió la mirada.
—Este tipo de cosas no es correcto hablarlo con Su Majestad.
—Vamos, no es como si no supiese nada de vuestra relación.
—De todas maneras, hablar de mi intimidad no es adecuado y menos frente a usted.
—Oh, ya sé. Sale antes de terminar por completo, ¿verdad? Yo hacía eso con Amelia, pero eso no me libró de dejarla embarazada. Cuando le propuse matrimonio me enteré que estaba esperando a Ignia. Nunca pude haber actuado tan a tiempo.
Igneel sonrió recordando el pánico que había sentido con ello temiendo que la gente descubriese que el segundo príncipe del imperio fue concebido antes del matrimonio. Técnicamente no era un hijo ilegítimo pero era algo que los nobles no tenían que saber, aunque sí había circulado el rumor de que el Emperador era precoz o tenía buena puntería. Cuando se anunció el embarazo de Amelia fue la época en que sintió más vergüenza por los comentarios de los nobles.
—¡Su Majestad!
—Parece que acerté.
Lucy se paró del asiento inmediatamente con el rostro colorado.
—Si no tiene nada más que decir entonces volveré a mi hogar.
Técnicamente salió corriendo. Salir antes de que el Emperador te diese permiso para retirarse era una grave falta de respeto pero lo dejaría pasar, ella no era cualquier persona después de todo.
...
—¡Lucy!
La mencionada dejó de correr, estaba pasando por el jardín del palacio. Reconocería esa voz en cualquier lugar. Desafortunadamente no estaba solo.
Inclinó la cabeza y levantó los bordes de su vestido como correspondía a la etiqueta.
—Es un honor encontrármelo, Su Alteza el tercer príncipe.
El muchacho se acercó a ella rápidamente y le sonrió.
—Deja las formalidades, eres mi mejor amiga.
—No es correcto, y mucho menos si no estamos "solos"—Se encargó de recalcar esa última palabra.
—No importa, la señorita Strauss seguro que lo comprende—Giró la cabeza mirando a la muchacha peli-blanca que sonreía amablemente.
—Para nada, comprendo que Su Alteza y la señorita Heartfilia son amigos desde hace tiempo. Además de que son compañeros de clase en la Academia.
—¿Ves? Está de acuerdo.
—Entonces, ¿Su Alteza me está diciendo que está bien tirarme por un puente si los demás están de acuerdo?
Tanto Lisanna como Natsu rieron.
Odiaba que tuviese una risa tan bonita, unos ojos azules como el cielo, un pelo blanco y brillante como la seda, un cuerpo que podía hacer inclinar un imperio entero y una belleza etérea. Simplemente no podía comparársela en nada. Odiaba que la sonrisa de Natsu fuese diferente hacia ella pero lo que más odiaba es que no podía odiarla a ella, porque su amabilidad era como el de ninguna otra persona. Lucy en verdad se preguntaba si ella no era una Santa y estaba escondiendo ese hecho.
—También me honra verla, señorita Strauss—Inclinó su cabeza cortésmente hacia la mencionada.
Ella le devolvió el saludo.
—Igualmente, señorita Heartfilia.
Tras los saludos correspondientes Lucy no soportó seguir viéndolos juntos.
—Venía de hablar con Su Majestad de un tema importante, como ya terminé por lo que vine me retiraré.
—Espera.
Fue detenida antes de darse la vuelta y miró al hombre que la detuvo.
—¿De qué hablabas con él?
—Nada importante.
—Con más razón puedes decírmelo.
—Disculpe, Alteza. Pero estoy agotada del día de hoy y deseo regresar a mi hogar a descansar. ¿No podemos dejar este tema para después?
—No, necesito hablar contigo antes.
—Estaba hablando antes con la señorita Strauss.
—No se preocupen por mi, solo venía un rato de visita. Ya se acabó mi tiempo, debo ayudar a mi hermana mayor con los preparativos de su boda.
—Con el nieto del Duque Dreyar, ¿verdad?
—El mismo, así que si me disculpan—Antes de inclinarse le dirigió a ambos una mirada.
A Natsu una mirada llena de amor, afecto, cariño... Viese por dónde se viese, Lisanna Strauss estaba perdidamente enamorada del tercer príncipe. Y Natsu, por el contrario, le devolvió una mirada amistosa.
Pero para Lucy había sido una mirada que nunca había visto que le diese a nadie más.
Lisanna le dio una mirada amigable a Lucy y le sonrió. La rubia no sabía si era una sonrisa de burla por ostentar el corazón del hombre o de pena pero por el mismo motivo al anterior. En ambas ocasiones, ella salía perdiendo.
Lucy solo le sonrió amigablemente.
Segundos después la muchacha se retiró y dejó a la pareja de amantes solos.
—¿Mi padre te habló de la propuesta de matrimonio?
Lucy se sorprendió.
—¿Desde cuándo lo sabías?
—Desde hace un par de semanas, parece que mi padre estuvo enterado de mis escapadas y ahora quiere comprometerme contigo.
—Rechacé la propuesta de matrimonio, no te preocupes.
—¿Qué?
Se cortó la voz del mago.
No había una emoción clara en su rostro. ¿Enfado, tristeza, vergüenza por ser rechazado? No tenía la menor idea, solo sabía que no era nada bueno.
—Nuestra relación es solo de amantes, no somos una pareja oficial y mi reputación con mi trabajo de modelo solo afectaría a la familia imperial. No hay más que desventajas en ese matrimonio. Es mejor que cada uno se case con quien desee.
Natsu palmeó su rostro y suspiró de cansancio.
—¿De verdad eres así de tonta? Creí que era una broma de Zeref cuando me dijo que no te dabas cuenta pero parece que le debo una disculpa, y perdí una apuesta ante Ignia, estarás contenta.
—Ahora soy yo quien no comprende. Mejor regreso a mi casa, estoy cansada.
—No te lo crees ni tú.
Agarró su mano y se la llevó por un largo pasillo. Subieron unas escaleras hasta acabar en una gran habitación. Nada más cerrar la puerta acorraló a la rubia en la puerta y acercó su rostro a su oído.
—¿Olvidaste lo que te dije la última vez ? La próxima vez lo haríamos en mi habitación, he soñado incontables veces el tenerte gimiendo en mi cama, contra la pared de mi habitación o en mi bañera. Decidí que hoy será ese día y no regresarás a casa.
—Eres un tonto, estás perdiendo el tiempo conmigo cuando podrías intentar acercarte a la menor de los Strauss. Tu matrimonio con ella ayudaría más a la familia imperial y su reputación subiría como la espuma, sin olvidar que los actos de Ignia no hacen más que destruirla. ¿Acaso quieres hundir a la familia imperial? Si se enteran que el tercer príncipe tiene una aventura con la "mujer vendida" será casi imposible hacer que os recuperéis.
—Eres tú la tonta, si eso fuese así mi padre no te habría hecho la propuesta de matrimonio.
Natsu empezó a besar y morder la oreja de la rubia provocando pequeños escalofríos en su cuerpo. Siguió bajando hasta su cuello, la abrazó para acercar su voluptuoso cuerpo contra el suyo.
—Mi padre sabe que estoy perdidamente enamorado de ti desde que somos niños, que eres la única a la que miro de la forma en que lo hago, a la única que he deseado de esta manera, la única que me hace amar la vida y querer vivirla sin arrepentirme de nada, sé agradecer lo afortunado que soy de tener familia y tener un techo y una comida. También estoy seguro de que mi padre me apoyó desde las sombras el día que te besé por primera vez y decidí darte mi virginidad. Pero soy el único que sabe lo mucho que te amo.
El corazón de Lucy latía veloz y fuertemente.
Al parecer, sí que era una tonta de campeonato. Porque no dudaba de la verdad de sus palabras, sabía cuando mentía y cuando no. Estaba siendo completamente honesto.
—Soy una tonta.
—Lo eres.
Subió sus besos hasta su frente y párpados.
—Eres mi mayor tesoro, si te casas conmigo me aseguraré de hacerte la mujer más feliz del mundo.
—¿Me acabas de proponer matrimonio cuando te acabas de declarar?
—Tengo que apurarme, no vaya a pasar lo mismo que le ocurrió con mi madre y resultes estar embarazada. Ya me avisó que salir antes de venirse no era de fiar.
—O sea que no se había dado cuenta, tú se lo habías dicho.
—Pues claro, Lucy. Mi padre vio que hacía muchas salidas nocturnas y tuvo que venir a darme la charla. Fue horrible.
Lucy rio.
—Me hizo algo similar.
Natsu se avergonzó.
—Por favor, perdona al liberal de mi padre.
—Si perdono al tonto de su hijo, ¿cómo no lo voy a perdonar a él?
Lucy se estiró y posó sus labios sobre los del oji-verde. Comenzando por un beso dulce que transmitía sus sentimientos hacia él.
—Te amo, Natsu.
—Ya lo sabía.
—Imbécil.
Volvieron a unir sus labios mientras comenzaban a retirar su ropa. Antes de que Natsu desabrochase su sujetador separó sus labios repentinamente.
—¿Cómo que te ayudo desde las sombras cuando tuvimos nuestra primera noche juntos?
—Fue en mi banquete de mayoría de edad,¿recuerdas?
—Sí, el año pasado.
—Mi padre estaba frustrado de que llevase más de diez años sin animarme a dar un paso en nuestra relación así que cuando me tomé el fuego inaugural del Rey Dragón de Fuego imbuyó con algo de magia al fuego. Era una magia de "valentía" si es que podemos llamarlo así. Cuando pasaron las doce de la noche sentí un subidón, fue ahí cuando...
—Cuando me invitaste a tu habitación, tomamos juntos y te acercaste repentinamente a mí para besarme y consecuentemente volverte un adicto al sexo.
—Lo último es culpa tuya—respondió, finalmente desabrochando el sujetador y retirándolo.
—Bueno, se lo agradeceré después.
Ella retiró su camiseta y comenzó a acariciar su buen formado torso.
—Después de aceptar la propuesta de matrimonio, por supuesto.
—Esa es mi chica. Y ahora, ¿dónde te gustaría primero? ¿Contra la pared, la bañera, la cama, el suelo?
—A dónde se le antoje a Su Alteza.
El muchacho rio y terminó de retirar las prendas faltantes de ambos para después posarla sobre la cama.
—Lo primero es la cama, después ya podré seguir cumpliendo mis fantasías en el resto de mi habitación.
—Como ordene—respondió de igual manera.
Se acercó al rostro de la joven y la besó ferozmente, introduciendo su lengua. Guió su mano hasta sus pliegues que ya estaban completamente húmedos.
—Agradezco que te mojes tan rápido, así no tendré que prepararte tanto.
—Mételo ya, por favor.
—Y eso que solo te he besado—se burló, situando la punta de su miembro sobre su parte íntima.
—Si te sigues burlando no te dejaré meterlo, imbécil.
Ante tal amenaza, se hundió en su interior rápidamente haciendo saltar a la rubia y soltando un fuerte grito.
—¿Dejaste de lado las formalidades? ¿Has olvidado quién es el tercer príncipe de este imperio?—preguntó, moviéndose lentamente en su interior, tentándola con sus movimientos, desquiciándola.
—Quien está entre mis piernas en estos momentos no es ningún príncipe sino al hombre de vida—respondió con jadeos entre cortados
—Así me gusta.
Comenzó a dar estocadas fuertes pero lentas, en una danza que los volvía locos a ambos.
Lucy puso sus manos en la espalda del oji-verde dejando claras marcas de uñas y acercándolo más a ella.
—Bésame. Y hazme llegar como nunca antes—pidió. Podía parece una orden pero su tono de voz dejaba en claro que era más un ruego.
Este sonrió satisfecho.
Cumplió su petición, acercó su rostro al de ella y volvió a devorar su cavidad mientras aumentó las embestidas. Chocaba contra su suave y pequeño cuerpo, frotándose contra el clítoris de ella.
Él decía su nombre entre suspiros mientras ella ya gritaba el de él mientras exigía que se moviese con más rapidez.
La cama chirriaba y chocaba contra la pared por la bestialidad de los movimientos.
Los gritos de la mujer se volvieron tan fuertes que tuvo que taparlo con su propia boca, reteniendo sus gemidos contra los de ella. Ambos esperando la ansiada liberación.
El interior de la rubia comenzó a apretarlo y sabía que no tardaría en llegar. Para que ambos llegasen a la vez, dirigió su mano a su clítoris y lo masajeó y pellizcó. Las quejas de ella se volvieron más fuertes mientras seguía reteniendo sus gritos con sus labios, envolviendo su lengua con la suya, acariciándola.
Su cuerpo se contrajó con fuerza contra el suyo y dejó unas marcas en su espalda aún mayores a las de antes. Su miembro palpitaba por la sensación de los fluidos de la rubia y finalmente se vació en su interior a la vez que ella finalmente encontraba su liberación.
Unos minutos después, pese a ambos haber llegado a su liberación él no detuvo sus embestidas. Su miembros seguía completamente erecto y con ganas de liberarse.
—Natsu... Estoy demasiado sensible...
Soltó un gemido contra sus labios mientras se removía.
—Esto solo ha sido la primera ronda de muchas que se vienen, querida prometida.
...
Y se acabó! (Casi 4 meses tarde)
Sé que este último día poco tenía que ver con el tema inicial pero he leído tantos manhwas basados en esa época y de este estilo que quise aprovechar este bonus para hacerlo. Tenía casi toda la historia planeada, no he terminado nada en hacer este día a comparación del día 6 y 7 (que fueron una porquería pero en fin xd)
Terminé la NaLu Week de este año y me doy por sentada. Tengo una historia que estaba escribiendo antes de esta que no es un One-shot pero es una historia corta. No es NaLu es SyaoSaku. Syaoran y Sakura son preociosos así que no me resistí a empezarles una historia. Llevo ya unos capítulos escritos pero mi intención es empezar a publicarlo cuando prácticamente haya terminado el libro, que le quedará uno o dos capítulos para hacerlo. También me he enganchado al Honkai Star Rail y estoy obsesionada con Dan Heng, o sea, soy team solecitos pero es DAN HENG ES ÉL HOMBRE, su hermosura simplemente me mató y ahora es uno de mis husbandos favoritos. Y el ship con Stelle simplemente AMO, así que próximamente haré también historias de ellos :3
Bueno, me retiro por fin.
Gracias por leer este reto y espero que lo hayáis disfrutado más que yo
Gracias por tanto y perdón por tan poco a
Atte: Carolina Heartfilia
