Los personajes no me pertenecen son creación del gran Akira Toriyama. La trama e historia si son idea original mía.

Los caminos son como mariposas que siempre se rozan. Y jamás se chocan, el reloj jamás cambia de sentido. Yo busco un sueño, tú un objetivo. ¿Y quién se equivocó? ¿Quién ganó o no?

Eso ya no se encuentra parte de este corazón, el mundo te desea lo mejor, como un hermano, un amigo. El brillo de esta canción, y no voy a volver a la máquina del tiempo y no cambiaré los momentos por recuerdos. Acuérdate también que siempre estaremos juntos, siempre juntos, pero en otros rumbos. — Hoy te vi feliz, Ves tal vez.

—"¿Qué tiene ese tonto mono que yo no tenga?"

Se cuestionó muchas veces el lobo del desierto.

Con todos era un cretino, y frente a los demás siempre mostraba ser ese arrogante y orgulloso saiyajin que incluso a Bulma, su ahora ex novia, reñía y trataba en forma descortés, dándole igual que estuvieran frente a todos.

Ahora que lo pensaba, debía admitir que si uno se fijaba más a detalle, Vegeta era menos rudo y grosero cuando de Bulma se trataba, aún así seguía siendo insolente y orgulloso.

Lo odiaba, no entendía que tenía ese tipo que hacía que Bulma perdonara sus faltas.

Aquella vez cuando ella puso término a su relación, Yamcha por fin se atrevió a cuestionarla, por dejarlo por ese sujeto, como podía aceptar a un tipo tan egoísta y grosero como él:

"Frente a todos será ese orgulloso egoísta que dices que es, pero a solas conozco sus cualidades, nunca es amable frente a los demás pero yo sé quién es Vegeta... y lo nuestro es más real de lo jamás tuve con alguien más".

Esa fue la contestación de la peliazul, le dolió porque en esa confirmación le dejó claro que lo suyo no se comparaba con lo que había entre ella y Vegeta...

Volteó a verlos, había escondido su ki para que no lo atraparan mientras espiaba. Se había escondido y no quería aceptar los celos que lo quemaban.

«No voy a creer eso que dices, él no puede ser mejor que yo, he visto como te trata y las muchas veces que has llorado porque no te ama como debería, no te dará nunca ese amor que necesitas en público, no importa lo que digas Bulma, ¡Él jamás podrá hacerte feliz, no entiende que eres una figura pública y lo mucho que los rumores de farándula te afectan!»

Yamcha recordó aquella última plática antes de que ella terminara con él y le extendiera su amistad.

«Como si eso pudiera ayudarme a conformarme, ¿Amigos?»

Recordaba las palabras de Bulma como si hubiera sido ayer:

"—Estoy cansada de ir en círculos Yamcha— La peliazul se veía tan fría e indiferente.

Él lo supo desde que llegó, usualmente después de algún feliz que era descubierto por la prensa del amor ella le hacía un gran escándalo pero después de una dramática pelea donde la peliazul le gritaba y lloraba, unas palabras de arrepentimiento de corazón, muchas risas y una cita en un precioso lugar bastarían para hacerle perdonar un pequeño desliz.

Ella siempre sería la "única" aunque a veces necesitaba volar a otro cielos para reconfirmarse que eso era verdad.

Ese día ella lo recibió y se notaba demasiado tranquila, no gritó, no explotó, no dijo nada.

— Ya no quiero seguir así, no más. Es hora de seguir adelante Yamcha, seguiremos ayudándonos seguiremos siendo parte de la vida del otro pero no así como tú quieres, no somos la mitad faltante del otro.

Él la interrumpió asustado — No digas eso, vamos a superarlo como siempre...—

Pero ella negó, estaban en la hermosa sala de la corporación cápsula, había un gran ventanal que daba al jardín, se hallaba sentados en los sillones de blanco impoluto con la mesita blanca del té frente a ellos, donde momento antes la rubia madre de su aún novia les había traído té y panecillos, para lo que la mujer seguramente pensaba era una reconciliación.

— Te quiero en mi vida pero no de esa manera, ya no Yamcha... solo como amigos.

Por primera vez fue el lobo del desierto quien se alteró — ¿Que quieres que seamos amigos?— caminó en círculos molesto. —¿Acaso hay alguien más?— Preguntó muy alterado.

Bulma nunca fue tan buena mintiendo, no quería herirlo, y tal vez eso estaba haciendo tratando de suavizar las cosas, pero hacía meses, muchos meses atrás que su pensamiento y su corazón comenzaron a tomar otro rumbo, y en forma paulatina y sin darse cuenta, había cambiado de rumbo.

Sin querer hacerlo se encontró suspirando, viviendo, respirando y soñando despierta con alguien más. Alguien que nunca era complaciente con ella, que la retaba, que no cumplía sus caprichos ni la mimaba. Alguien que la hacía sentir muy viva, alguien que se presentaba como todo un desafío y que era mucho más de aquello que mostraba a todos, y que ella comenzaba a vislumbrar.

Se dio cuenta que lo suyo con Yamcha ya no tenía futuro, no se percató de eso, cuando los rumores de infidelidad del lobo del desierto aparecieron, sino cuando se dio cuenta que a pesar de que aparecieron por todos los medios, ella les tuvo sin cuidado y hasta respiró aliviada porque él no se aparecía por su casa varios días y no le quitaría su tiempo.

Fue en ese instante que pudo entender que esa relación ya no existía más.

— No es eso Yamcha, simplemente esto ya no funciona, simplemente quiero que podamos seguir y ser solo amigos.

— ¡No me pidas ser tu amigo, maldita sea! A un amigo puedo verlo y escuchar sus penas y darle su apoyo. Eso no podría ser yo para ti, no podría escucharte hablar de alguien más, un amigo lo consuelas pero a ti te amo Bulma, ¡No vamos a terminar!

La tensión se sentía en el ambiente. De pronto de en el jardin vio como la puerta de la nave donde entrenaba Vegeta en la cámara de gravedad se abría y éste salía de ahí con su traje algo maltratado, y él mismo bastante lastimado, caminando con su cara seria de siempre.

Para él, lo que ellos discutían era de gran trascendencia así que intentó explicarle más sus sentimientos a Bulma, para percatarse que ella ya no le prestaba atención, su mirada aunque discreta voló siguiendo la dirección de alguien más.

Del saiyajin que ajeno a su drama de pareja, avanzaba cansado en el jardín acercándose a la entrada del laboratorio.

— ¿Es por él que quieres dejarme verdad?— Escupió enojado y muy celoso. — ¿Es por Vegeta? Últimamente he visto lo amistosa que te portas con él ¿Acaso enloqueciste Bulma? Ese tipo es un asesino, un cretino.

Se acercó bastante molesto a ella, quien lo miró intentando no hacerlo que se enojara demás y la entendiera.

— No no es por él Yamcha, lo nuestro ya no funciona, ya no siento nada más por ti...—

— Bulma entiende...— pero la peliazul ya había tenido demasiado, — ¡Basta Yamcha! Te he dado mis razones si no las acepta es tu problema, retírate ahora.

Yamcha había querido obligarla a escucharlo, pero tantos años juntos no eran en balde, y sabía que había acabado con su paciencia; ella también lo conocía, sabía que debía hacer algo más drástico o el nunca entendería, enojada alzó la voz — Si no te vas ahora le diré a Vegeta que te muestre la salida, con lo grosero que eres cada vez que se ven, estará encantado de lastimarte...—"

Aquella discusión había terminado de esa forma porque conocía a su ahora exnovia y sabía que sería capaz de hacerlo por eso se había ido.

Volteó a verlos desde el jardín, había escondido su ki para que Vegeta no lo percibiera.

Ella aún no había hecho oficial lo que sea que entre ellos hubiera, nadie sabía, y eso a él le daba esperanzas.

Además hacía poco tiempo habían comenzado a retomar contacto, ahora como amigos y le estaba costando a adaptarse a eso, pero las cosas comenzaban a fluir.

Cuando le preguntó porque no había hechos pública su relación con el saiyan, ella le había dicho que con lo de los androides en algunos años, ella prefería dejar lo que tenía con Vegeta en algo discreto, solo entre el saiyan y ella.

Sabía que los padres de la científica se daban cuenta pero los conocía, no se meterían.

Volteó a verlos, Vegeta y Bulma estaban afuera de la nave espacial donde estaba la cámara de gravedad, veía de lejos como reñían, como él le exigía cosas y ella le gritaba enojada.

Tenía miedo, pensaba que en cualquiera momento Bulma iba a enojarlo por fin y Vegeta la mataría.

«Ese tipo no la merece... Bulma debes abrir los ojos Vegeta es un idiota»

Escuchó la típica pelea que a últimas fechas se veía en los jardines:

— Prometiste que estarían listas las mejoras esta noche muchacha terrícola—

Vio a Vegeta molestarla, al llamarla así.

— ¡Bulma! ¡Mi nombre es B U L M A grosero! ¡Y no voy a hacerlo hasta que no te tomes en serio tu recuperación! — Gritó furiosa.

— Tsk, iré pedirle ayuda a tu padre, ese viejo es mejor científico, no quiero tratar con una escandalosa como tú.

Yamcha vio con desaprobación al saiyajin, al ver a la peliazul dar un paso atrás al haberse sentido herida por las rudas palabras del saiyan.

— Así que solo soy para ti un científico que se encarga de las reparaciones y mejoras de tu cámara, ¿Verdad? ¿Mi opinión sobre tu salud no cuenta?—

Escuchó la risa cruel de Vegeta, — ¿En verdad piensas que al príncipe de los saiyajines le importa tu opinión? ¡Sólo me interesa que hagas las actualizaciones que dijiste que harías!

«Maldito idiota, ¡Cómo se atreve a hablarle así!»

Más que furiosa la vio agarrar su herramientas y entrar a la cámara de gravedad con la cabeza en alto con actitud altiva.

Vio al saiyan quedarse recargado en un árbol dejando a espaldas de él la entrada a la casa y de frente la nave, mientras veía con una sonrisa socarrona en el rostro como Bulma ingresaba.

Yamcha siguió rumiando su coraje por ver como ese sujeto la trataba, mientras seguía espiando desde el arbusto donde estaba escondido.

Casi una hora después la vio salir, — Ya está lista, ¡Mátate en ella si quieres, estúpido saiyajin!—

Muy enojada decía mientras avanzaba hacia donde estaba el saiyan.

Lo escuchó decir — Gracias mujer, en agradecimiento estaré a la hora de la cena con ustedes. Mi presencia es una buena forma de pago ¿No crees?

Pero ella alzó la ceja y luego volteó su cara altiva, — Haz lo que quieras Vegeta, yo me iré a cenar con un amigo, así que lo que hagas me tiene sin cuidado—

Yamcha miró a Bulma mientras avanzaba con la barbilla levantada. El viento moviendo los rizos de su cabello estilo afro, se veía hermosa.

La miró sacar su celular y marcar un número, por un momento su corazón latió fuerte pensando que tal vez ella le marcaría, pero eso no pasó.

— ¿Doctor Kuru, cómo estás?— dijo con su voz alegre aún a una distancia de Vegeta, mientras éste la veía sonreír y escuchar lo que sea que dijeran del otro lado.

— ¿Entonces la cena está en pie?— preguntó tranquila, no sabía que decían del otro lado pero la escuchó reír.

Observó la cara del saiyan y la sonrisa de burla no cambió, la miró asentir emocionada y comenzar a caminar de nuevo, — Perfecto entonces ¿Nos vemos ahí? Decía mientras seguía al teléfono y pasaba al lado del saiyan, mientras se dirigía a la casa.

En un instante vio como Vegeta la tomó del brazo y le quitó el celular rompiéndolo.

— ¿Que demonios haces simio estúpido?— Dijo enojada.

Vio al saiyan voltear a todos lados, confirmando que estaban a solas y la encerró entre él y el árbol.

— Te dije que cenaré contigo en la noche— furioso dijo.

Yamcha estaba aterrado, Vegeta se veía muy enojado pero Bulma como siempre parecía no medir el riesgo.

— ¡Y yo te dije que saldré! De todas formas no soy nadie para opinar de tu salud ni preocuparse por ti, soy solo un científico y técnico para tus reparaciones ¿No?— Reprochó enojada.

Vegeta la miraba molesto, lo vio contenerse y mirarla a los ojos, como decidiendo que hacer, cerró los puños furioso.

— Tsk— Fue todo lo que siseó y sin nada más la besó.

Un beso intenso, al que ella se aferró, lo abrazó mientras la manos del saiyan recorrían su cintura y caderas, pegándola más a él, profundizando así en nivel de intimidad lo que ese beso pasional les daba.

La escena le generó nauseas a Yamcha... pero no pudo irse, se quedó contemplando su infierno de frente.

Los vio acabar el beso mientras ambos mostraban sus mejillas arreboladas por la falta de aire.

— Cuando termine de entrenar iré a cenar y después podrás revisar mis heridas—

Fue todo lo que dijo, una sonrojada Bulma lo miró, la había dejado sin palabras, y sólo asintió, mientras él sin decir nada más entraba a su cámara de gravedad para seguir entrenando.

En cuanto la puerta se cerró ella se dejó caer sobre el pasto, aún con la espalda recargada sobre el árbol.

El lobo del desierto quiso mentirse, «Bulma debe estar asustada, devastada.»

Yamcha iba a salir a consolarla cuando de pronto se dio cuenta de la verdad:

Ella no estaba enojada, su mirada perdida se veía feliz, la miró tocarse con un aire emocionado los labios y sonreír para sí misma.

La madre de Bulma de pronto llegó, — ¡Ah! aquí estás hija, te estaba buscado...— Alegre decía la madre de su ex novia.

Pero Bulma se levantó emocionada, — Mamá haz de cenar las costillas que más le gustan a Vegeta, ¡Ah! Y necesito otro teléfono, por mientras hablaré al Dr. Kuru desde el teléfono de la sala, no podré asistir a la cena benéfica...—

La vio irse emocionada platicando con su madre y lo supo... Odiaba a Vegeta, no la merecía y sin embargo sin que él pudiera evitarlo, había visto la forma en cómo ese sujeto que se auto proclamaba príncipe saiyajin, había logrado robarle el amor de Bulma.

Dándose cuenta que no lograría nada levantó el

vuelo... Y mientras regresaba a su casa, de pronto se dio cuenta de la verdad:

«A pesar de todo ella sonreía...»

Con eso en mente voló, mientras en la corporación cápsula, Vegeta seguía entrenando sin saber que alguien había visto la interacción entre él y Bulma.

Para el saiyan aún era confuso, pero ella le atraía. Aunque él trataba de mantener su atracción por Bulma lo más bajo en control posible pero la situación empezaba a confundirlo.

Para Bulma era igual de confuso pero estaba decidida...

Y para Yamcha... él quería pensar para sí mismo que solo tenía que esperar el momento perfecto para recuperarla, pero cuando regresó a casa por fin lo supo... eso no era lo que pasaría...

Ella no volvería por él, una lágrima salió de los ojos del lobo de desierto, era momento de dejarla ir...

Porque aunque lo odiara, esa breve interacción que vio le dijo que aún cuando Vegeta no lo demostrara, ella le importaba y tal vez no la merecía, pero por primera vez en mucho tiempo vio feliz a Bulma, eso lastimó su corazón pero en el fondo solo quería que ella estuviera bien y era por eso que en ese momento se rendiría y aceptaría esa amistad que ella ofreció aunque doliera a su corazón...

Porque a pesar de sus peleas con Vegeta, hoy la vio feliz...

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¡Hola a todos!

Hoy vi un precioso fanart que me hizo imaginar de nueva cuenta los inicios. Y por algún motivo pensé en esta interacción mientras escuchaba la canción que puse al inicio y me imaginé a un yamcha resignado que era testigo de los inicios, de nuestra pareja favorita.

Espero les haya gustado