Capitulo 22

25 de diciembre 1476

Federico

La situación con Pazzi era cada vez más difícil desde que papá llegó anoche muy apurado y por su puesto herido me pidió mentirles que aún no llegaba, mi familia no se enteró no quería involucrarlos mis hermanos debían estar a salvo.

-Federico ¿Qué sucedió hay mucho ruido? - pero al dar la vuelta me encontré con Zusu con vendajes y medicinas, lo sospechaba desde hace mucho tiempo pero Zusu sabia a que se dedicaba padre incluso antes de que me dijera a mi y aun asi sentía que no me habían dicho mucho pero ella siempre estaba lista para ayudarlo.

-Nada se equivocaron de casa-

-Esta bien espero no se vuelvan a equivocar- sin duda ver esta reacción me hacían dudar. -¿Sabes donde esta mamá?-

-En el comedor –

-Gracias- la vi marcharse con prisa, sin duda ella sabía algo, pero no le preste atención el resto de la noche la pase vigilando todo, mi hermano Ezio no estaba en casa asi que no tendría mucha ayuda si sucedía algo, estaba seguro que todo se debía al arresto de Francesco de Pazzi, desde que lo hicieron Vieri y sus hombres se volvieron mas agresivos. Y por oídos sordos escuche que mañana seria una pelea en el puente con los amigos de mi hermano y los hombres de Vieri.

La casa a pesar de ser silenciosa no podía dormir es mas ni siquiera podía irme a mi cuarto en su lugar estaba paseando en toda la casa evitando que alguien estuviera espiando, papá me había comentado que su trabajo era muy peligroso y que debía mantener firme mis valores, entre ellos la justicia y el velar por la familia y mantener mi honor ante todo pero como hacerlo cuando sentías que algo ocultaban ni como decir que algo malo pronto aparecerá pero solo me quedaba confiar en mi padre y esperar que todo siga igual.

A la mañana un poco cansado fui al estudio de mi padre donde él me pidió ir a dejar ciertas cartas con algunos conocidos de él y me pidió mantenerme discreto ante todo, terminando ya muy tarde con mis deberes me dirigí al Ponte Vecchio y como lo vi la pelea ya había iniciado y si mi hermano ya estaba muy metido en la pelea y como dijo papá sigue educándole para que sea resistente.

-Detrás tuyo- le llame haciendo que dejara a un tipo que seguía golpeando.

-¡Federico! ¿Qué haces aquí?-

-Pasando para ver que tan bien sabes pelear-

-¿Y que tal?-

-Sabes moverte pero lo importante es la resistencia…veamos cuanto aguantas antes de que te acaben a ti- le dije y me fui a pelear con varios de los que aun quedaban, esquivaba los golpes y contratacaba cuando se acercaban a mi a uno le di un fuerte golpe en su nariz noqueándolo y a otro lo derribe con su propia fuerza cuando termine con ellos observe a mi hermano aun peleando, le faltaba mucho, dejaba muchos puntos abiertos y cuando Vieri dio la retira lo vi enfurecido queriendo seguirlos -¡Hey espera ahí!-

-¡¿Qué?!¿Pero casi ganamos?-

-Tu labio- lo había visto desde hace rato tenía un fuerte golpe en su rostro ya no escurría sangre pero sin duda le dejaría marca.

-Solo es un rasguño-

-Eso lo decidirá nuestra hermana – al mencionar a Zusu se tenso había escuchado de Claudia que lo regaño por no cuidarse y que a la otra que llegara herido o muy mal lo haría sufrir era divertido verlo

-Ahh no es nada te lo aseguro…ella no debe saber- su pánico era evidente ay pobre de mi hermanito.

-Se dará cuenta al momento de verte…vamos con un doctor entonces-

-Te digo no hace falta aparte no tengo dinero para pagar al medico-

-¿Mujeres y vino?-

-Que te puedo decir…no tienes que me prestes o estas igual que yo- sin duda esto era divertido nos reímos los dos.

-Búscales tendrán algo al menos para el doctor- cuando termino de saquearles nos fuimos en busca de un doctor ya estaba oscuro esperaba encontrar uno aun o de lo contrario se enfrentaría a la furia de Zusu, Caminamos por la plaza y alcanzamos a ver uno y nos acercamos-

-Va bene Doctore-

-Mmm Los hermanos Auditore ….Ya no es raro verlos por aquí—mire a Ezio al parecer evitaba mas a nuestra hermana de lo que creí -Ese corte se ve horrible –

-No es nada doctor se lo aseguro-

-Ayúdelo Doctor su cara es lo único Valioso que posee-

-¡Jodete!- me reí de su enojo, mientras el doctor lo curaba me preguntaba que haría Zusu al verlo sin duda le daría algo muy amargo y a mi igual por ayudarlo.

-Listo son 200 florines- justo lo que siempre cobran -Ahora no vuelvan mas por aquí- el doctor si que era amargado

-Gracias Doctor-

-Gracias…ahora volvamos a casa o Padre nos regañara por no regresar luego-

-Si deberíamos irnos no quiero recibir un regaño- lo vi desanimado, pero se que lo puede animar.

-¿Una carrear?-

-¿A dónde?-

-Al techo de esa iglesia- le señale y pronto comenzamos a correr divirtiéndonos por comentarios ocurrentes, era más rápido que yo y cuando llegue a la iglesia note que tanto había crecido mi hermano. -Ven sígueme- le dije y comenzamos a subir la torre de la iglesia aun le faltaba aprender a subir al llegar al techo mire como subía más lento asi que le ayude cuando llego a la orilla.

-No esta mal la vida que llevamos hermano- le dije llevándolo a una vista impresionante de la ciudad.

-Ah…es la mejor. Ojala nunca cambie – y esperaba que no pero aun seguía teniendo este sentimiento de que algo malo pasara

-Y ojala no nos cambie a nosotros- le dije admirando todo tratando de encontrar la pieza faltante de este juego de ajedrez pero debía tener paciencia en todo - bueno ya es suficiente es hora de ir a casa-

-Espera…- me dijo y lo vi observando la casa de cierta chica

-Ezio deja dormir a Cristina-

-Ya habrá tiempo para eso-

-Como quieras.- le dije y vi como el salto del techo para aterrizar en un carro de heno, ahh todo era tan tedioso con Ezio jamás entendía esa necesidad de el por ocultar su verdadero ser pero esas cosas debían resolverlas él, me quede un rato más admirando todo y decidí irme a casa, el camino fue rápido y llegando no vi a nadie eso era bueno decidí irme a dormir para ver si esa fea molestia desaparecía.

A la mañana siguiente todo ocurrió con normalidad solo que padre se movía mas lento de lo que debería me encargo hacer unos recados asi que debía apurarme pero me tomo mas tiempo de lo que debería y al llegar me encontré con una escena muy divertida.

-¡Ezio como se te ocurrió no venir conmigo para curarte!-

-Vamos no fue nada y el doctor estaba cerca y no sabía dónde estabas tu-

-No te hagas el listo sabias donde estaba, pero está bien era mas importante cuidar tu herida bueno iré con Leonardo-

-Con cuidado- le dije atrayendo la atención de los dos despidiéndome de ella con la mano.

-Sigue asi Ezio y tendrás muchos problemas-

-¡Bischero!, exagera-

-Se preocupa mejor dicho-

-Demasiado diría yo….- me reí la situación pero de pronto escuchamos una voz no muy conocida.

-Te preocupas demasiado Giovanni Francesco de Pazzi esta en la cárcel ya no puede hacer nada-

Ese tipo Uberto no lo se pero no me gustaba ni un poco y menos al ver como miro a mi padre no confiaba en él, Ezio interrumpió dando el recado de que Messer Lorenzo no estaba, esto solo gano que no hiciera nada mas.

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Azucena.

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Es 26 de diciembre y muchas cosas han pasado en estos dos días papa llego lleno de heridas el 25 eran mas que un simple corte sin duda algo cambio también lo fueron a buscar ese mismo día asi que tuve que esconderme lista para atacar a ese maldito padre pero Federico se encargó de todo, cuando salieron me libre fácil de mi familia y los comencé a seguir sin que se dieran cuenta hasta la casa de Uberto.

-¿Lo encontraste?-

-No señor…el aun no llegaba-

-¡Maldito Giovanni ahora no podremos matarlo! – escuche como arrojo muchas cosas Uberto -Mañana padre quiero que vaya en la madrugada con unos guardias y maté a todos… sin testigos por favor- el maldito se desvió de la línea original, busque a mi alrededor pero no tenia nada al alcance hasta que vi a un guardia en un techo, saque mi daga y con cuidado me acerque al tipo y sin piedad le enterré el filo en su ojo matándolo al instante todo era por mi familia no lo olvides, agradecía haber tenido clases de arquería por los juegos de Florencia hace unos años, tome sus flechas y el arco y escribí una nota necesitaba que todo se iniciara en las fechas, con cuidado baje a un techo cercano donde se veía perfectamente el estudio de Uberto con la ventana abierta lo bueno.

-¡Silencio ante todo padre me oyo!- estaban por irse debía ser rápida y entregar mi mensaje y dañarlos asi que lance la primera flecha dándole al padre en su pierna y rápido lance la otra flecha clavándola en la mesa atrapando a Uberto.

-¡Guardias nos atacan!- al escuchar el grito de ese cobarde subí de nuevo al techo y corrí a donde estaba su casa escondiéndome en el escondite que estaba ahí, si no había ruido no me descubrirían.

-¡¿Cómo es posible esto?! ¡¿Quién le advirtió?!- la voz de Uberto se escuchaba muy enojada como no el mensaje que le di le dije que Giovanni estaba advertido que lo buscarían y no aparecería hasta el 28 de Diciembre. Usar las palabras Asesino antes de su nombre de papá lo convencio.

-Agg..Señor ¿Qué hacemos ahora?-

-No puedo arriesgarme a atacar y que no este, procede el plan como estaba antes, falsifique esto padre y el 28 iremos directo a arrestarlos después de mi visita un día antes-

Escuchar eso me alivio un poco, mis planes no se alteraban casi nada.

-Si señor…hare los documentos…ag Estarán listos en la noche de pasado mañana-

-Esta bien-

Fue bueno herir a ese padre corrupto, Sali de mi escondite y comencé a correr directo a casa no deteniéndome en nada salte varias veces y logre llegar al techo de mi casa con agilidad baje y me adentre a mi cuarto cambiándome tratando de que nadie lo notara incluso esquive a Federico para llegar.

Dormí un poco más tranquila, pero al despertar al día siguiente sentía los nervios a mas no poder despertando desayune con todos y volví a encerrarme en mi cuarto estaba tan concentrada en hacer medicinas que no me di cuenta que ya era de noche, embolse todo mañana seria el día donde todo iniciaría.

27 de Diciembre

Hoy es el día sentía que las cosas estaban pasando demasiado rápido, ayude a todos en sus que haceres de la mañana aunque faltaba cierto miembro de la familia ya me imaginaba que sucedió y si después de mal mirar a Uberto que llego a la casa a platicar con papa lo vi ahí estaba Ezio con una enorme cicatriz en su labio sin duda que irresponsable, lo regañe mas que nada por que me preocupaba que algo le hubiera pasado pero lo deje ser asi que me iba a pasar el rato con Leonardo pero oh..oh Claudia estaba sentada en una banca muy cabizbaja.

-¡Claudia! -le grite asustándola al verla bien tenia los ojos muy rojos, Maldito Imbécil no le dije nada y la abrace un buen rato dejando que llorara y sacara todo lo que tenia.

-¡Hey ¿Qué sucede aquí? Padre dijo que me buscabas Claudia- Ezio se acerco a las dos vio a Claudia llorar

-Es…Duccio me es infiel-

-¿Quién te lo ha dicho?-

-Las demás chicas…y yo creyendo que son mis amigas- tan pequeña y ya sufriendo por esto.

-No valen tu presencia Claudia-

-¡Viles arpías! Zu tiene razón no valen tu presencia estas mejor sin esas- yo asentí a esas palabras estaba de acuerdo

-Lo amaba-

-No …Claudia creías amarlo

-Quiero verlo sufrir por lo que me hizo- su cambio de voz si que fue drástico pero estaba dispuesta ayudarla

-No te preocupes ahora mismo iré- me levante lista para encontrar al idiota ese

-No déjamelo a mi…le daré ciertas palabras – dijo y se fue en busca de ese desgraciado que le rompió el corazón a mi hermanita.

-¡Tenias razón….jamás debí permitir eso!-

-Es cierto no debiste permitir esto pero…por fin recapacitaste eso te ayudara en el futuro-

-Gracias a la próxima pediré tu opinión- se veía mas feliz con eso supongo que ir a darle su merecido ayudaba mucho -Por ahora si no te molesta quiero estar sola-

-No hay problema – la vi marcharse un poco cabizbaja si supiera que no habrá una próxima para aconsejarla respecto a su novio.

Decidí irme al taller de Leonardo mas que nada a despedirme y buscar ciertas cosas que necesitaría el día de hoy, de solo pensarlo me daba mucha vergüenza pero seria mi ultimo adiós y quería pasarla bien.

Al llegar al taller lo vi abierto asi que decidí pasar.

-¡Hola Leonardo!-

-Querida que bueno que llegas- conocía bien esas palabras necesitaba ayuda.

-¿Qué necesitas?-

-Estas pinturas pronto las vendrá a recoger tu madre ayúdame a ponerlas en la caja-

-Claro- eran varios cuadros los había visto varias veces, pero ninguno pude verlo terminado y vaya que eran hermosos -Wou Leonardo si que te luciste con esto-

-Solo lo mejor para mi familia noble favorita y claro mejores clientes-

-Jajaja es lo bueno de tener excelentes contactos- me rei por ello terminando de colocarlos todos en la caja.

-¿Ya están? Perfecto llévalos a la puerta por favor- asentí tomando la enorme caja y dejándola afuera, me metí de nuevo tomando mis cosas -Lista para lo de pasado mañana-

-La verdad no…pero asi debe hacerse lo único que quiero es que todos estén bien incluido tu-

-Veras que si, tan pronto como se vayan recuerda venir aquí y te refugiaré-

-Gracias por ello- nuestra conversación se vio interrumpida por unos toques en la puerta ya sabia quien era.

-Hola Leonardo –

-¡Madonna María!-

-Este es mi hijo Ezio- ver esta interacción de estos tres era maravillosa quería gritar de felicidad

-Molto onorato-

-Lonore é mio-

-Hola mamá y Ezio- les salude saliendo la verdad quería gritar y presenciar todo en primera fila.

-Permítame un poco iré por las pinturas...vuelvo enseguida- dijo entrando de nuevo aunque las puse cerca eran pesadas

-Tiene mucho talento-

-Si me lo imagino- Ezio se escuchaba muy apático que grosero

-Lo es…he visto pinturas hermosas –

-El lenguaje del arte es básica para comprender la vida y disfrutarla …deberías tener una afición- ver su expresión de no querer oír mas Valia oro

-Ya tengo aficiones madre-

-El vino y las mujeres no son aficiones Ezio-

-¡Hey!-

-Si Zusu tiene razón sobre todo las vaginas de las mujeres-

-¡Madre!- me burle de el ganando una mirada de enojo

-Aquí están…¿las llevara a su casa?-

-Si…si Ezio ayúdalo por favor…¿vendrás linda?-

-Si mamá- le dije tomando mi bolso lleno de cosas siguiendo a todos que comenzaron a caminar.

-Y Ezio ¿a que te dedicas?-

-Ayuda a su padre-

-Oh será banquero- la conversación surgió tal cual en el juego ver eso me alegraba no había nada malo ni roces por lo diferentes que eran, mamá le dijo lo mismo será un artista grande en el futuro.

-Gracias Ezio no te distraigo mas en tus obligaciones-

-Fue un placer por fin conocerte Ezio- Leonardo siempre tan amable -Espero verte pronto

-Y yo a ti- me alegraba verlos convivir tan bien la primera interacción y fue un éxito sin duda.

-Te vere pronto Linda-

-Con cuidado Leonardo- me despedí de él viendo como se iba con mamá quien sabe a que

-Vaya peculiar que es Leonardo-

-Te dije que era una excelente persona…sabia que te agradaría también serán buenos amigos- me miro raro pero devolvió mi sonrisa.

-A veces me pregunto que tan buena observadora eres –

-Soy única-

-Si lo eres- en todo momento el no dejo de verme que agradable -Bene me tengo que ir posiblemente regrese mañana- se iría con Cristina, lo siento pero no dejare que nada le pase y por supuesto perdón Cristina pero me aprovecharía de su libido.

-Ezio…- tome su mano evitando que se fuera -¿Puedes venir a ayudarme a algo en la noche?- estaba desesperada y utilizaría todos los medios.

-¿Es necesario esta noche?-

-Lo es…te lo pido ven a verme esta noche por favor prométemelo que vendrás- lo vi dudar un poco pero al verme un rato solo acaricio mi cabeza acercándose y deposito un beso en mi frente.

-Esta bien lo que sea por ti- y lo vi marcharse era hora debía prepararme.

Me fui a mi cuarto y me bañe por un buen rato puse flores en mi baño y al salir me tome mi tiempo secándome y peinando mi cabello, solo cortaba las puntas pero a un si era demasiado largo me encantaba, tome aquella prenda que hice con mucho esfuerzo un negligé blanco, no se lo deje a una costurera por la época ya que era muy atrevido, al ponérmelo era corto y cómodo, me puse una bata y tome las velas y el perfume de Jazmín y me fui al cuarto de Ezio, entrando acomodándome todo y espere un buen rato, ya era noche y cuando decidí prender las velas me quede mirando la luna era tan hermosa pero todo se vio interrumpido por el sonido de la puerta abriéndose

-….y estaré…con ella…- Ezio había entrado los nervios ya estaban en mi garganta y hacían que mis manos y pies se enfriaran pero no me acobardaría di la vuelta encontrándome con el de frente, estaba con la boca abierta y a quien no lo estaría encontrando a alguien asi en su cuarto, levante mi mano despacio y le di una sonrisa tierna.

-Ezio…ven- era hora no había marcha atrás.