Hola ...hola y hola.

lamento la tardanza estaba haciendo trabajo para exponer parte de mi trabajo y me absorbió todo mi tiempo dejando a lado la historia pero ya volvi jejeje asi que gracias por leer y nos leemos para la próxima.

NOTA: estos capítulos tal vez solo aparezca Azucena pero la historia esta mas concentrada en ella asi que espero les guste jejeje.

Capítulo 30. Confianza.

No quiero que seas mejor para mi,

Quiero que seas mejor para ti.

Conmigo serás lo que seas contigo.

Zab G. Andrade.

Azucena.

Vi como Benjamín y su esposa me miraban desde el otro lado de la mesa donde nos sentaron ya pasando la sorpresa, no se que buscaban en mi pero sus miradas no fueron muy agradables incluso comenzaban a ponerme incomoda.

-¿Qué quieres niña? Ya hemos pagado la deuda- Benjamin me veía muy mal no lo culpaba lo soborne con alguien muy importante…su niña.

-Lo se pero…-

-Incluso mas de lo que debía…te salve cuando a un chico casi lo atrapan… defendiéndolos asi que no te debemos nada- su agresividad fue notoria aunque hablo normal su furia estaba ahí escondida por las palabras que arrastraba aunque me sorprendió saber que el ayudo a Federico a ayudar al burdel.

-¡Hey no seas tan agresivo!- Alfredo al ver como me hablo casi se le avienta que tuve que detenerlo tomando su mano ganando su mirada que trate de calmarlo aprentandola.

-Tranquilo…Señore se lo agradezco pero lo que vengo a proponer es algo que le beneficia-

-¡No quiero nada de ti!-

-¿Ni por el bien de tu hija?- decir esta pregunto me costo que de nuevo me tomara por la ropa alzándome del suelo pero esta vez alguien me defendió tomando la mano del tipo alejándolo pero los hombres de Benjamín salieron de su escondite apuntando con armas era una situación muy tensa.

-¡Un movimiento y ambos terminan muertos!- dijo Benjamín muy serio pero

-¿Estas seguro?- me preví esto y ahora no estaba del todo indefensa tenia una navaja en su cuello y cualquier movimiento que el hiciera terminaría muy mal. -¿Quién cuidara de tu esposa e hija? A mi nadie me espera, nadie a quien lastimar con mi muerte pero ¿y Tu?- la mirada que me dio fue suficiente para saber que nada me haría ni un poco de daño.

-Entonces lárgate …no quiero nada de ti- y con un ademan de mano no despidió ya no quería vernos mas.

-Escucha…te ofrezco trabajo uno seguro sin perderlo piensa ¿Acaso tu hija y tu mujer no merecen algo mejor?- le lance la pregunta y como si estuviera predicho la risa de la niña junto a su madre resonó haciendo mas dura la pregunta de lo que fue, me solto casi aventándome lejos pero gracias a Alfredo me logre estabilizar.

-Eres una maldita…ya pague tu deuda…y de mas al salvarte junto a ese chico el día de la ejecución- el día de la ejecución habla cuando me salvo Federico y papá….parecía ya tan lejano.

-Solo quiero trabajadores…te pagare no será gratis-

-¿Con que dinero niña? Tu familia te abandono asi que eres una huérfana ahora pobre y sin una moneda de oro- en parte era cierto.

-Pero yo tengo la capital para hacer funcionar el trabajo- Alfredo hablo por mi y eso me dejo impresionada jamás pensé que me ayudaría con este problema que agradable, vi a Benjamín un poco mas pensativo pero algo en su mirada me dejo tranquila aceptaría lo se.

-Me deja mas tranquilo niño…dime de que trata antes de que me arrepienta-

-Abriré lo que se llama un bar donde serviremos comida y bebidas- al terminar de decir eso solo me vio con una cara de estas loca.

-¿Y para que me quieres? No soy cocinero-

-Necesito protección habrá ebrios en el sitio asi que necesitamos que cuiden del lugar… que dices ¿aceptas? - vi como miro a sus hombres dos de ellos aceptaron otros le dieron a indicar que el tomara la decisión y por un segundo pensé que me diría que no pero lo vi relajarse mas…muy buena señal.

-Esta bien acepto …¿Cuándo nos presentamos?- quería gritar de emoción pero me aguante, le di indicaciones y nos despedimos pronto abriría asi que por ahora no lo necesitaba.

Salimos de la casa mas tranquilos la protección lo teníamos ahora solo falta quien atendería y quien haría la comida fue una pequeña victoria pero es refrescante.

-¿Ahora cual es nuestra siguiente parada?- Alfredo miraba algo divertido por todo lo que sucedió y bueno como culparlo todo se resolvió de una manera extraña

-Al mercado es momento de conseguir a las chicas- estaba confiada de todo algo no muy bueno pero esto será bueno al futuro ….quería reír pero eso esta mal.

-A veces das miedo linda- ¿eh? No supe por que lo dijo pero no le di mas importancia, caminamos un rato mas hasta llegar a ese lugar que me encantaba ya que tenían muchas cosas nuevas y entre ellas plantas lo mas importante ….no, debía detenerme conocían mi rostro no era momento de emocionarme asi que me cubrí mas el rostro y ajuste mas la capa para evitar que me vean.

-Una moneda…se los suplico mi hijo tiene hambre- y ahí estaba la primera mujer con un vestido sucio y roto pidiendo limosna, camine mas y había otra tratando de robar un pan de un puesto.

-Ve con ella yo iré con la ladrona- le dije a Alfredo señalando a la mujer me miro raro creo que lo dije muy alto.

-¿Segura? No pensara que trato de engañarla- Alfredo tenia un buen punto pero necesitábamos hacerlo.

-Si eso sucede dile que venga conmigo yo sabre persuadirla- le guiñe el ojo era algo en lo que era buena.

-Esta bien linda…suerte-

-Tu igual- le sonreí mientras me daba la vuelta de nuevo observando a todas las personas que estaban cerca de puestos de comida hasta que la vi ahí en el puesto de frutas dando vueltas si que era mala robando era notoria, camine a ella y tome dos frutas dándole los florines al dueño al mirarla me vio con clara intención de robarlo. -Sígueme- le dije caminando a un pilar alejadas del bullicio de la gente.

-¿Qué quiere de mi? …¿Sabe que puedo dañarla y llevarme todo lo valioso que tiene?- la pobre navaja que tenia sin filo y oxidada y el hecho de que este temblando mientras me apunta era miedo ella no merece esa vida.

-Deja eso para defenderte…solo quiero que trabajes para mi nada mas- le pegue en su mano alejando su fea cuchilla de mi, esas palabras que le mencione la dejaron con los ojos abiertos

-¡¿Enserio?! ¡¿Cuándo empiezo? ¿Puedo desde hoy?!- su alegría era contagiosa no me esperaba nada de esto sinceramente esperaba que me viera con odio y repulsión.

-Ve mañana al edificio a lado del burdel ahí estaré-

-¿Junto al burdel? No me digas que…-

-No es eso descuida si tienes a una chica que necesite de un trabajo urgente llévala- la calme dándole las frutas y verla con mejor sonrisa asintiendo prometiendo llegar a primera hora me agrado, fue más fácil de lo que pensé, regrese al centro de mercado donde Alfredo ya me esperaba.

-¿Cómo te fue con la chica?- le pregunté entusiasmada por el buen progreso

-Creo que bien…me rodearon tres chicas les dije lo que planeamos y aceptaron nos verán mañana en el edificio de junto al burdel- era chistoso pero Alfredo estaba sonrojado ¿Qué habrán querido hacerle? Pobre, seguimos caminando un poco hasta que algo nos llamo la atención.

-Compren estos vestidos utilizados solo dos veces casi nuevos- una mujer mas ahí en el mercado se veía pálida tratando de vender vestidos posiblemente robados o que fueron tirados de familias nobles para alguien que necesita vestirse era un buen lugar.

-Linda espera- Alfredo detuvo mi búsqueda haciéndome girar quedando frente a frente cubriéndome por completo.

-Pero…-

-Shhh – me cayo rápidamente señalándome a un lado y vi a varios guardias venir por un segundo me asuste pero pasaron de largo para ir con la mujer que vende los vestidos destruyendo su puesto la gente solo se quedó mirando sin actuar que injusticia.

-¡Basta, Basta!- ella trato de detenerlos pero solo causo que la empujaran haciéndola caer de sus ojos ya salían lagrimas ver esto era doloroso….

-Calla perra… venderlos es ilegal mas si no pagas el impuesto- era mentira para eso era el mercado para ser libres para comprar y vender lo que sea pero al ser mujer…era demasiado injusto.

Cuando terminaron se fueron dejando a la mujer llorando tratando de recoger los pocos vestidos que no estaban rotos o sucios….esos malditos soldados.

-¿Qué hacemos linda?- la respuesta era obvia…

-Darles una nueva oportunidad- le dije acercándome a la mujer ayudándola un poco. Pero tenía desconfianza se veía al mirarme de reojo aun con muchas lágrimas en sus ojos.

-¿Qué quiere? Ya no tengo nada que vender…-su voz era suave llena de frustración y tristeza vi sus manos como temblaban y trataba de guardas las apariencias.

-No quiero comprar nada- le dije tomando su mano sus ojos ya rojos no dejaban de salir lagrimas.

-¡Entonces déjeme en paz!- las lagrimas y el llanto volvieron mientras aventaba la ropa que agarro estaba gimiendo levemente por la impotencia que sentia era desgarrador.

-Trabaja para mi y olvídate de esta situación-

-¿Trabajo? De que…-

-Atendiendo a hombres…-

-¡¿Qué?!-

-Solo es brindándoles un servicio nada malo… sirviendo comida y bebidas que pidan-

-Pero ¿Quieres que trabaje como cortesana? - la mujer me veía con horror y como no, decirle que trabajaría sirviendo bebidas a los hombres puede haber un enorme abismo sobre cuáles son los límites.

-No, no, no...jamás te pediría eso solo servir bebidas y comida sin servicios de satisfacer a los hombres- su cara por fin cambio de expresión a una más relajada.

-¿no me miente? – una pregunta que puede ser simple pero no lo era, ya perdió todo y no sabia que historia estaba detrás de ella pero creo que no fue una vida fácil.

-Por supuesto que no, solo quiero darles un trabajo y si quieren eso pueden irse al burdel que estará muy cerca pero ustedes no van hacer nada de eso -

-Asi es señora no tema- le dijimos ambos tratando de ganarnos su confianza pero el que nos mirara un rato y su puesto destruido y luego a su bebé, que no me di cuenta que lo tenia hasta que lo sostuvo en brazos, fue lo que le hizo decidirse.

-Esta bien acepto- lo hicimos convencimos a la más difícil las otras chicas habían sido más fácil de convencer pero el miedo de ella era grande.

-Eso es excelente ven mañana Al edificio de a lado del burdel. -le dije por ultimo despidiéndome de ella.

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Reunir el personal fue sencillo, pero saber que tendría que ganarme su total confianza había un miedo ahí de no poder conseguirlo sus problemas eran enormes y no conocía sus costumbres sobre todo con las damas qué busque sabía que dos de ellas eran ladronas pero las otras eran madres de niños solteras por perder a sus maridos por riñas o las bebidas.

Paola ya me lo había advertido gánatelos y siempre serán fieles a ti pero si ven debilidad lo único que obtendré es una puñalada por la espalda así que este discurso debe ser convincente

-Se que la situación es difícil para muchas sobre todo buscando trabajos honorables y siendo rechazados por los que tienen más dinero pero yo les ofrezco un trabajo para no preocuparse más por la comida y refugio este trabajo será para poder salir adelante así que confíen en mi y en el proyecto- termine esperando que mis palabras lograrán entrar en ellas pero el silencio no me gusto nada.

-No me convences- dijo una de ellas

-¡Eh!-

-Eres como 10 años más joven que nosotras… muchas ya tenemos 26 años o mas ¿Por qué debemos trabajar para ti? - enserio me veía muy joven tenia 18 años ya o eso creo pero no era tan joven ¿o si?.

-¿Eres una noble caída? Por eso te crees mejor que todas ….no confiaremos en ti- las protestas no se hicieron esperar estaba sola en esto Jane y Paola estaban en el burdel mientras yo aquí en el edifico de alado abandonado siendo gritoneada por esta mujeres.

Deje que hablaran un rato pero sus tonterías comenzaban a molestarme, espere paciente hasta que terminaran de hablar.

-¿Terminaron? …bene no confíen en mi y váyanse sigan con sus trabajos inútiles siendo abusadas por esos guardias, sufriendo de comida ….piensan que soy una noble caída pero ante Florencia soy una fugitiva, una muerta viviente…una criminal yo valgo menos que todas ustedes pero se algo…manejar un negocio algo que ninguna sabe….asi que se quedan para vivir bien o se largan – termine de hablar mirando a cada una de ellas su rostro perturbado por lo que dije creo que nadie se había dado cuenta de quien era pero se que casi toda Florencia estuvieron ese fatídico día.

-Eres la chica de hace unos meses en la plaza- una afirmación porque eso era.

-si- respondi fuerte sin negar nada de nada

-Jajajaja si eres peor que nosotras ….esta bien confiare en ti- dijo una de las ladronas sonriéndome lista a todo

-Y yo-

-Y yo- y asi con todas las chicas, no puedo creer que funcionara jamás lo imagine pero se logró eso me dio esperanza algo que pensé que había perdido hace tiempo.