Archimaga Modera
Anduin no estaba haciendo mucho más que sentarse allí y esperar a que el Kirin Tor terminace de deliberar cuando sintió unas manos suaves que le hacían cosquillas en el cuello. Giró la cabeza y vio a la sexy Modera sonriéndole.
—Archimaga Modera— saludó Anduin.
—Por favor, llámame Modera cuando estemos solos— ronroneó, jugando con su piel.
—Modera—asintió con la cabeza—¿El Kirin Tor ya evaluó mi propuesta?.
—¿Sobre trasladar Dalaran a Villadorada? Ahora mismo estamos en un receso, pero parece haber un dos votos a favor y dos en contra, siendo tú servidora quien tiene el voto decisivo.
—¿Y usted está a favor o...?
—Sabes— interrumpió ella sensualmente, acercándose a él e inclinándose, colocando sus manos sobre sus muslos— Siempre he tenido la fantasía de que me seducía el guapo príncipe— dijo Modera, inclinándose y besándolo profundamente.
Anduin apenas tuvo tiempo de sorprenderse antes de que su lengua explorara su boca. Él gimió cuando su lengua masajeó la suya, y extendió la mano y colocó sus manos sobre su trasero bien formado. Cuando las manos de Anduin apretaron su trasero, Modera gimió y lo besó con más pasión. A Anduin le encantaba la sensación de su trasero en sus manos. Agradable y redondo, sus manos se deslizaron arriba y abajo por sus mejillas, descubriendo la forma exacta de ellas. Cuando su mano bajó un poco, la deslizó entre sus piernas ligeramente separadas. Modera rompió el beso y gimió.
—¡Sí! Justo ahí —gimió ella, frotándose contra la palma de su mano.
Los labios de Anduin se movieron hacia su suave y delicado cuello mientras ella se desabrochaba su tunica con manos temblorosas. Moviendo las manos hacia sus caderas, la provocó.
—¿Ha pasado un tiempo desde que tuviste un buen rato?— él preguntó, moviendo sus manos hacia el frente de ella y apartó el bastón de entre sus brazos.
Como ella no respondió, Anduin rápidamente la giró y la obligó a inclinarse. Le tomó solo un segundo mirar su sexy trasero abrazado por la túnica de mago. Levantando su brazo hacia atrás, bajó el bastón con la suficiente fuerza para hacer que su trasero doliera.
PLAP
—¡Eeeep!— chilló Modera, mirando por encima del hombro en estado de shock.
Ningún hombre se había atrevido jamás a tratarla de esa manera. Ella era una archimaga del Kirin Tor, miembro del Consejo de los Seis, Magocrata de la Ciudad de Dalaran. Otro manotazo de su propio baston de mago aterrizó en su hermoso trasero.
—¡Kya! Ha-a pasado mucho tiempo—respondió Modera rápidamente, sintiendo un escozor en el trasero.
—Pobre Modera, déjame tratarla como se merece— dijo Anduin, antes de desgarrarle su tunica.
Modera jadeó cuando él usó su fuerza para romper sus costosas tuninicas. Con un poderoso tirón, las arrancó de su cuerpo. Ahora su mitad inferior consistía solo en sus botas de cuero. Había renunciado a su ropa interior para seducir a Anduin. Se agarró de los bordes de la mesa en la que estaba acostada mientras sentía como él depositó suaves besos en las rojas y enojadas ronchas que habían surgido sobre su trasero.
Modera maulló mientras él besaba y lamía suavemente sus mejillas palpitantes, y cuando él bajo y le lamió el coño, ella jadeó salvajemente. Anduin la volteó antes de empezar a quitarse los pantalones. Cuando finalmente se bajo los pantalones, Modera casi se desmaya por la gigantesca losa de carne que salió erguida y enojada. Se dejó caer y le dio una palmada en el vientre, rebotó antes de asentarse. Modera jadeó de placer cuando él se hizo cargo de la situación. Sus grandes tetas explotaron de su túnica rota, rebotando y moviéndose salvajemente cuando Anduin la agarró por sus mejillas doloridas y la levantó.
Ella colocó sus manos sobre sus hombros mientras él la levantaba hasta que sus pezones estaban a la altura de su boca. Sin perder tiempo, Anduin se aferró a uno de sus pezones rosados y duros, se lo llevó a la boca y lo chupó con fuerza. Ella echó la cabeza hacia atrás y gimió cuando lamió sus sensibles pezones. Su coño hormigueaba mucho mientras se frotaba contra los músculos duros de su estómago. Poco después, su estómago estaba mojado con sus fluidos mientras ella los untaba por todo su cuerpo.
Modera se mordió el labio mientras veía su pezón estirarse antes de que él lo soltara. La protuberancia dura volvió a su lugar justo cuando ella estaba siendo bajada. Solo un segundo después sintió su cúpula esponjosa separar sus labios empapados mientras él se deslizaba dentro de ella. Envolviendo sus brazos alrededor de su cuello, enterró su cara contra su mejilla mientras gemía y se estremecía. Había pasado tanto tiempo desde que tenía una verga decente. Incluso entonces, no se acercaba ni de lejos al tamaño de la bestia que se estaba abriendo camino en sus profundidades. Modera podía sentir cada cresta de su miembro mientras se frotaba contra el interior de su coño. Cuando la punta de su verga golpeó su cuello uterino tembló salvajemente co sus uñas clavándose en su espalda.
La archimaga gimió mientras él usaba su fuerza para hacerla rebotar sobre su eje. La hacía rebotat tan fuerte que sus tetas se sacudieron contra su pecho. Se sentía extasiada, su respiración se aceleraba cada vez que sus duros pezones rozaban su pecho, enviando punzadas de placer por todo su cuerpo. Modera le mordió el hombro suavemente mientras intentaba aplastarle la verga con los músculos de su coño. Esto le valió un fuerte gruñido. Volvió a mover las manos hacia su trasero y usó los brazos para hacerla rebotar hacia arriba y hacia abajo con violencia.
—¡Oooooooooh! —gritó ella mientras su coño comenzaba a revolotear.
No le habría sorprendido si los fuertes sonidos de las palmadas que creaban sus cuerpos al chocar se hubieran escuchado por todo el edificio. Los sonidos eran húmedos y perversos, pero no pudo evitar sentirse fascinada por ellos. No podía recordar la última vez que estuvo tan mojada. En ese momento, su coño se apretó con fuerza, tratando de extraer el semen directamente de sus bolas. La excitación se deslizaba libremente por la parte interior de sus muslos mientras su cuerpo se sacudía y se sacudía. Anduin continuó follándola brutalmente mientras su mano se movía de un lado a otro sobre su firme trasero. Gruñendo, se estremeció y comenzó a llenar su coño con su espesa semilla. Modera chilló cuando sintió su semen chorreando profundamente en su útero desprotegido.
El Emperador nunca dejó de embestir, con la intención de inyectar su semen lo más profundo posible. Cuando finalmente se retiró, dejó a Modera sobre la mesa, temblando y respirando con dificultad. Tenía las piernas abiertas y el semen se escapaba de su coño abusado. Anduin sonrió por un trabajo bien hecho.
Tal vez tratar con el Kirin Tor no sea tan malo.
Lady Liadrin
Liadrin había decidido que había sacrificado demasiado por el bien del país y que era hora de obtener algo a cambio. Una semana de follar con el niño rey le parecía bien. Liadrin sabía que era una mujer atractiva, incluso para estándares elficos. Siempre estaba demasiado ocupada liderando a los Caballeros de Sangre o criando a Salandria. Ahora su hija era lo bastante mayor como para no necesitar que la vigilaran constantemente y eso le daba algo de tiempo extra para centrarse en sus necesidades. Su necesidad número uno en ese momento era que alguien la dejara exhausta en el dormitorio.
Normalmente, le hubiera gustado alguien de su especie y con más experiencia, pero, si la mitad de lo que había escuchado de Anduin Wrynn era cierto... la sola idea le hacía mojar las bragas. Cuando llegó a donde se alojaba el monarca humano en su visita diplomática en Lunargenta, uso su rango para despedir a los guardias y, una vez bloqueo el pasillo con su magia, dejo caer su armadura, revelando un ajustado conjunto de lencería roja, por supuesto, mostrando sus magníficas curvas y pechos llenos.
Tras respirar profundamente, entró en su habitación. Anduin había terminado de acomodar sus pertenencia cuando un suave golpe en la puerta atrajo su atención. Al abrir la puerta, sus ojos se abrieron de par en par cuando vio a la normalmente estricta Lady Liadrin usando lencería atrevida. En este punto, Anduin ya sabía lo que venía y estaba más que feliz de dejar que sucediera. Parecía que todo Azeroth estaba lleno de feminas hambrientas de sexo que querían pasar un buen rato con él. Se hizo a un lado para dejarla entrar y observó cómo sus caderas se balanceaban al pasar junto a él.
Un rato después...
—¡Alteza! Eso es muy inapropiado— bromeó mientras comenzaba a frotar su trasero contra su entrepierna.
Mientras su cuerpo se retorcía de placer, no esperaba que él tomara la iniciativa y metiera la mano por la parte delantera de sus bragas. Cuando sus dedos se deslizaron entre sus labios húmedos, Liadrin se desplomó hacia delante y él se vio obligado a sostenerla con un brazo. El orgasmo repentino la había tomado por sorpresa. Chilló cuando la levantaron y la arrojaron sobre su cama. Agarrándola de los tobillos, la acercó más a él y le arrancó su ropa interior indecente del cuerpo. Cuando le arrancaron la parte superior, Liadrin gritó en estado de shock mientras sus grandes tetas rebotaban y se sacudían por el trato brutal. Sus bragas corrieron la misma suerte, dejando su coño mojado y desnudo expuesto a sus ojos.
Su cuerpo todavía temblaba por el orgasmo cuando él empezó a quitarse la ropa. Le sorprendió la confianza que tenía. Claramente los rumores no se habían equivocado. Cuando finalmente se quitó los pantalones y su enorme, gorda y dura verga quedó a la vista, ella jadeó y se quedó mirando.
—¿Te gusta?— le preguntó mientras ella ponía su pie desnudo sobre él. Atrapándolo contra su vientre, comenzó a frotar lentamente la parte inferior con su suave planta.
Las manos de Anduin frotaban sensualmente su suave pierna mientras ella trabajaba su polla con su pie. Asintiendo sin palabras ante su pregunta, sonrió y la agarró por debajo de las rodillas. Su estómago se revolvió cuando él empujó sus piernas hacia arriba y la dobló en una prensa de apareamiento. Inmovilizada e indefensa, su coño estaba a su disposición. Sabía que él podía oler lo preparada que estaba. Toda la habitación se inundó con el aroma a hembra excitada.
Anduin decidió que su cuerpo le pertenecía y lo reclamó rápidamente, embistiendo con su polla hasta el fondo de una sola embestida. Los dedos de los pies de la elfa se curvaron y su grito de placer fue silenciado por sus labios mientras la besaba apasionadamente. Ella profundizó el beso mientras sus caderas comenzaban a moverse cada vez más rápido. Sus ojos parpadearon mientras él le chupaba la lengua mientras su coño apretaba con fuerza su verga que avanzaba.
—Lady Liadrin! ¡Su coño está tan apretado y húmedo!— él gruño al separar sus labios de los suyos.
Liadrin se sonrojó pero no pudo decir nada. Su coño revoloteaba sobre su verga y por el ruido fuerte y húmedo que se podía escuchar, supo que su coño debía estar completamente empapado. Sin embargo, no pudo evitarlo. Él la estaba follando con embestidas largas y profundas que chocaban contra su punto G y golpeaban su pobre cérvix al mismo tiempo. Justo cuando pensaba que podía calmarse, otra embestida golpeó su punto G y la hizo arquear la espalda. Cuando comenzó a correrse, Anduin levanto sus delgadas piernas hasta los hombros. Tartamudeando y balbuceando, trató de apartar su cabeza mientras redoblaba sus esfuerzos en martillarla hasta la sumisión.
Ocultando su rostro entre sus manos, ella ahogó un grito de placer mientras se corría otra vez. Su coño apretó su verga con fuerza, y su cuerpo comenzó a temblar. Anduin dejó escapar un gruñido de placer antes de que ella sintiera el calor extenderse por todo su vientre. Anduin continuó follándola incluso mientras derramaba su semilla profundamente en su útero fértil. Liadrin se quedó allí y dejó que la inseminara hasta que finalmente, sus bolas se vaciaron en ella. Se retiró con un POP húmedo, rodó sobre la cama a su lado. Ambos respirando con dificultad,
—¿Le gusto, Lady Liadrin?— preguntó él, sonriendo. Ella se sonrojó, pero le devolvió la sonrisa.
—Solo llámame Liadrin, su majestad— lo provocó, antes de sentir como el masajeaba su clítoris sensible.
Cuando ella chilló en protesta, él se rió y se acomodó entre sus piernas nuevamente. Cuando sus labios presionaron contra los de ella y su miembros se deslizó nuevamente dentro de ella, Liadrin supo que esta sería la mejor licencia de su vida.
Vanira
—¿Así que Talanji planea desembarcar en Tanaris y atacar Nueva Theramore desde Zul'Farrak?— preguntó Anduin a su espía en el Imperio de Zul.
Vanira de los Lanza Negra, siempre estuvo a favor de la visión de Vol'jin y no simpatizaba con la nueva hegemonía Zandalari sobre su tribu. Además, le debía a Anduin el traslado de su tribu a los bosques de Tuercespina luego de que los orcos enloquecieran y asaltaran las Islas del Eco.
—Si, mi rey— dijo ella, mientras admiraba la cabina del Orgullo del León, la Barcaza Voladora de Ventormenta.
—Bien, sera mejor que refuerce las legiones en Kalimdor— decía él, sentado en su escritorio —Muchas gracias por la información Vanira ¿Hay algo que podría hacer por ti a cambio?.
Ella sonrió antes de usar voodoo para desaparecer su vestimenta, para asombro del humano. Ciertamente las mujeres trolls tenían su atractivo y ella tenía un cuerpo bastante atractivo, desde sus caderas amplias hasta sus pechos firmes y grandes.
—¿Eto reponde a tu pregunta?.
En el siguiente instante, Vanira estaba acostada sobre la mesa, con la cabeza caída en un extremo. De pie frente a ella, Anduin estaba follando su garganta con su enorme virilidad. Ligeramente sofocada, ella inclinó la cabeza y lo recibió en su boca. Sus ojos se abrieron de par en par de manera espectacular cuando él comenzó a follarle la cara. Manteniendo sus labios firmemente envueltos alrededor de su grueso miembro, colocó la parte plana de su lengua en la parte superior de su miembro y ocasionalmente la movió, para gran placer oral de él.
—¡Tu boca es tan jodidamente buena, Vanira! —Anduin se estremeció cuando la trol le hizo la mejor mamada de su vida.
Cuando se retiró, su polla estaba reluciente. Anduin se movió detrás de ella y esperó a que él la empujara dentro de su coño aún sensible. En cambio, él la volteó, poniéndola en cuatro sobre el escritorio, antes de darle una fuerte nalgada en su trasero verde lima. Chillando, miró por encima del hombro para decir algo, pero en cambio recibió otra fuerte palmada en el trasero. Todo lo que pudo hacer fue mirar mientras él acariciaba su verga dura y frotaba su coño. Dándose la vuelta y sonrojándose, jadeó y gimió cuando él usó su dedo para pinchar su agujero chorreante. Mientras frotaba y jugaba con su agujero, ella tembló mientras sus dedos de los pies se curvaban. Finalmente, Vanira gritó cuando su gruesa y bulbosa cabeza entró en su coño.
—¡Muy grande!— gritó, chillando de dolor y placer al ser estirada de tal manera.
Afortunadamente, él se lo tomó con calma mientras ella se estiraba para acomodar su enorme circunferencia. Centímetro a centímetro se hundió en ella antes de retirarse. Una vez que su cuerpo estuvo acostumbrado, comenzó a mover sus caderas más rápido, haciendo que Vanira agarrara la mesa con fuerza. Sus jadeos y gemidos lo excitaron aún más cuando sus caderas comenzaron a golpear contra sus mejillas carnosas. Poco después, sus mejillas se ondularon cuando sus caderas se estrellaron contra ellas y la trol de la jungla chilló de placer. Ella gritó y le rogó que mostrara piedad, pero él continuó follando su coño eyaculando hasta saciar su propio placer. Los dedos de sus pies se curvaron mientras su cuerpo se sacudía y se estremecía, y cuando su coño se puso demasiado apretado para él, gruñó y se corrio.
Vanira suspiro pesadamente mientras su coño se llenaba con su semen. Era cálido y espeso mientras cubría su interior. Podía sentir algo goteando de su tembloroso coño mientras gemía y se corría continuamente con él. Empujando con fuerza, se aseguró de inyectar su semilla lo más profundo que pudo en ella. Cuando sus bolas se vaciaron, suspiró felizmente y se acostó a su lado. Ahora aliviada, los párpados de Vanira se volvieron pesados. Bostezando, se dio la vuelta y se acurrucó contra el calor que él le proporcionaba. Apoyó la cabeza en su pecho y se quedó dormida con una gran sonrisa en su rostro.
Alexstrasza y Merithra
Anduin estaba volando en el Orgullo del León, se sentía fatigado por haber enfrentado a la Horda de Orlock Brazo de Hierro, el primer kaudillo que había sacado a los pielesverdes más allá de Durotar y de alguna manera se las habían arreglado para desembarcar en las Islas Dragón. Tener que masacrar a una raza maldita y carente de salvación solo hacia que su corazón y espíritu se sintiera apesadumbrado. Se retiro a su camarote, deseando poder quedarse dormido hasta regresar a Ventormenta. Sin embargo, al ingresar fue recibido por un dúo de dragonas que lo miraban con hambre.
Eran Alexstrasza, la Reina de los Dragones y Líder del Vuelo Rojo, y Merithra, Hija de Ysera y Líder del Vuelo Verde. Tia y sobrina lo estaban esperando escasamente vestidas en su cama y le hicieron señas para que se sentara junto a ellas. Anduin le dió órdenes a sus guardias para que no dejarán que nadie lo interrumpiera a menos que fuera una emergencia. Estos le devolvieron la mirada con complicidad y asintieron.
Tan pronto como se sentó, las dos mujeres dragón lo agarraron del brazo y se inclinaron hacia él.
—Saludos Gran Rey de los Humanos—murmuró sensualmente Alexstrasza— Mi sobrina y yo hemos venido a agradecerte por tu ayuda contra los sucios orcos.
Merithra sonrió con más excitación que su tía.
—¡Saludos rey Anduin!—gorjeó con entusiasmo casi infantil— Por las garras de Galakrond ¿Eres realmente humano? Eres tan fuerte y bello, pero no bello como los Elfos, sino más como un bello masculino ¿Eso es lo que llaman ser varonil? Muchos dragones son fuertes y fieros, pero no tan varoniles como tú ¿Es cosa de los humanos o tu eres especial? —pregunto efusivamente y Anduin le dio una sonrisa incómoda.
—Tendras que perdonar a mi sobrina, rey Anduin. Ella siente... una fascinación por los humanos, algo que aparentemente aprendió de sus amigas elfas— explico Alexstrasza, pasando un dedo por su brazo — Mmm, aunque ciertamente usted es un espécimen sumamente varonil entre los humanos— dijo con voz ronca y baja.
Él se estremeció ante su toque erótico y luchó por ocultar el enorme bulto que realmente sobresalía ahora. Ella sonrió cuando vio su problema. Se acercó y comenzó a pasar un dedo sobre la tela tensa. Percy dejó escapar un gemido y Merithra agarró su brazo aún más fuerte, apretándolo contra sus enormes tetas purpuras.
—¿Qué pasa majestad?— preguntó Merithra con genuina curiosidad.
La dragona roja le lanzó una sonrisa.
—Oh querida sobrina, creo que es hora de que te instruya sobre los habitos de apareamiento de los humanos— sonrió con picardía. Merithra le devolvió la sonrisa.
—Oh tía, eres incorregible— ella se rió, sabiendo del porque Alexstrasza era la Dadora de Vida, cosa que los mortales mal entendieron como la "Protectora de la Vida".
Alexstrasza se puso de pie y sento su trasero bronceado en el regazo del humano. Anduin jadeó cuando una aguda sensación de placer se disparó por su vara. Alexstrasza sonrió y comenzó a mover su cadera contra él. Él gimió y echó la cabeza hacia atrás con placer. Merithra, levantó las caderas de su tía y bajó sus bragas rojas, ligeramente húmedas, dejando al descubierto su coño hambriento. Luego bajó la cremallera de los pantalones de Anduin y sacó su miembro erecto de sus calzoncillos.
Alexstrasza se lamió los labios con avidez al ver su enorme miembro. Para un humano era bastante grueso y largo. Ella se sentó sobre él y se deslizó directamente dentro de su coño. Su coño apretó su verga y los riachuelos de jugo se deslizaron hacia abajo. Ella gimió y amasó sus tetas mientras rebotaba arriba y abajo de su longitud. Mientras tanto, Merithra apartó sus propias bragas verdes y comenzó a frotarse sus labios violetas, viendo a su tía montar al monarca humano.
Su coño se apretó alrededor de su miembro y ella dejó escapar otro gemido. Aceleró sus rebotes tratando de contener sus gemidos. Anduin apretó los dientes mientras se llenaba de inmenso placer. Él la agarró por las caderas y las mantuvo en su lugar mientras la embestía a una velocidad superior. Alexstrasza dio un pequeño grito cuando su miembro embistió contra la parte posterior de su útero. Ella siguió apretando alrededor de su hombría hasta que con un último apretón se corrió derramando sus jugos por su eje, siendo correspondida por una cremosa eyaculación directa en sus huevos fértiles.
Suspiró de placer y, con cierta amargura, se deslizó fuera de él y se desplomó a un lado, palmenandose la evidente hinchazón en su abdomen. Merithra miro eso con asombro y babeo al ver cómo el miembro humano seguía orgullosamente erguido. Ella rió y se lanzó a su presa.
—¡Ahora es mi turno!— dijo la dragona verde.
Merithra se inclinó y lamió todos los jugos de su verga, limpiándola del desastre que dejó su reina. Anduin vio como Merithra no le importaba sorber los jugos de su propia tía, preguntándose que tan aceptable era el incesto para los dragones. Él dejo esos pensamientos de lado cuando Merithra se quitó las bragas, revelando su trasero violeta respingón.
Anduin extendió la mano y lo apretó y ella se estremeció de placer. Se movió frente a él y se sentó en un movimiento rápido. Su miembro embistió contra ella y la dragona apretó su boca para amortiguar su grito. Anduin no le dio tiempo para adaptarse. La agarró por sus hanchas caderas, hundiendo sus dedos en la suave carne morada y antes de que pudiera reaccionar, comenzó su asalto contra ella. Sus ojos brillantes se abrieron de par en par cuando su gruesa verga embistió contra su cervix, estirando cada rincón y grieta de las áreas más íntimas de su cuerpo.
Alexstrasza comenzó a chupar y besar las bolas hinchadas de semilla de Anduin, mientras veía como su sobrina perdió el control y comenzó a gritar a todo pulmón.
"Novata" pensaba la Reina Dragón, viendo cómo Merithra se mordía el labio, tratando de contener todos sus gritos mientras las lágrimas de placer caían por sus mejillas.
Se amasó sus tetas, incapaz de creer lo fuerte que era la sensación de copular con mortales. Su coño se apretó alrededor de él, moldeándola a él. Anduin también se acercaba a su límite. Aceleró hasta que con una última embestida alcanzó su punto máximo y llegó al clímax, vertiendo su semen directamente en su útero draconiano. La sensación de su semen cálido inundándola la llevó al límite y ella también se vino, liberando sus jugos de amor.
Jadeó y casi se cayó de su regazo. El brazo de Anduin rodeó su cintura para estabilizarla y sostenerla. Merithra, con esfuerzo, se apartó con los pies inestables. Cayó a un lado suyo con un gemido, masajeándose el coño estirado e inseminado.
Alexstrasza le sonrió a su sobrina recién follada, antes de morderse sensualmente su labio inferior al ver la virilidad humana aún desafiante.
—¿Listo para "montar al dragón", majestad?— preguntó Alexstrasza, poniéndose en cuatro. Anduin sonrió.
—Supongo que...
—¿Disculpe?.
Levantaron la cabeza y vieron a Vyranoth, la Dragona Aspecto de las Tormentas, mirándolos.
—U-um...— murmuró Percy, tratando de cubrir su miembro rígido con sus manos, pero ella le sonrio.
—No se preocupen— dijo Vyranoth y comenzó a quitarse la ropa —Sientase libre de "montarme", su majestad.
Fuera del camarote real, sus guardias estaban siendo "entretenidos" por dragonas que "hambrientas" de carne humana...
