—Y ahí está el objetivo —Alix señaló con la cabeza la figura de su director escolar, ya vestido con su 'traje de héroe' —de verdad, la mitad de eso parece una manta de abuela —añadió en voz baja.

—Dale un poco de holgura, Alix. No tiene trajes mágicos como los superhéroes —Marc bromeó, dándole una ligera palmada en el hombro a la deportista.

Los labios de la pelirrosa se inclinaron hacia arriba, cuando un toque de azul y blanco apareció en su memoria.

—Bien, pongamos este plan en marcha, muchachos —Alix apenas esperó el asentimiento del equipo creativo antes de patinar hacía Damocles — ¡Señor Dam- eh, Búho!

El directivo se detuvo ante sus estudiantes, parpadeando con extrañeza —Hola, jóvenes ¿En qué puedo ayudarles?

—Es, eh ¡Una gran coincidencia encontrarlo, señor! —Marc empezó, un poco nervioso por el acto —justo estábamos discutiendo sobre algo importante de lo que necesitábamos hablar.

Las cejas del hombre se levantaron en una expresión de alerta y más curiosidad — ¿Hay algún problema acaso?

Alix afirmó, contundente — ¡Ciertamente! La cosa es… creemos que debemos discutir con usted el hecho de que una amiga y compañera nuestra —casi se mordió la lengua, refiriéndose a Rossi como una amiga después de saber que la había tratado como una idiota —ha estado experimentando acoso por un tiempo —enfatizó.

—Ella dice que no quiere causar problemas, especialmente con todo el trabajo del baile benéfico en marcha ¿sabe? —Nathaniel continuó, justo donde Alix hizo una pausa dramática —pero sentimos que lo correcto es informarlo.

— ¡Ciertamente, jovencitos! El acoso es un asunto muy grave y delicado, especialmente teniendo a alguien como ShadowMoth en la ecuación —el hombre afirmó con seriedad. Aunque Alix se cuestionó si hablaba en serio o simplemente intentaba quedar bien respecto a su trabajo.

Sus respuestas hacia Chloe no ayudaban en el caso pero, fuera de eso, no solía ser tan mal hombre.

—Entonces, empezó hace unas semanas ¿Sí? Lila Rossi dijo-

— ¡Oh! —Marc se vio interrumpido por la exclamación del señor Damocles, cuya expresión se relajó instantáneamente para ofrecerles una sonrisa —¿La señorita Lila Rossi es la chica que está siendo acosada?

— ¿Sí? —Alix alargó su respuesta de forma curiosa, mientras intercambiaba miradas con los chicos. El cambio de actitud fue repentino e inusual.

El hombre arregló su capa de forma distraída —si ese es el caso, yo no me preocuparía —su tono relajado incluso fue acompañado por una pequeña y corta risa entre dientes. Las cejas de Alix se elevaron casi hasta la línea de su pelo —después de todo, ya saben cómo funciona su enfermedad.

Alix, Nathaniel y Marc parpadearon repetidamente con gran confusión.

¿Qué?

Marc se recuperó primero —uh, lo siento —levantó su mano, para centrar la atención del hombre —Tal vez se deba a que no estoy en su misma clase, pero ¿Dijo enfermedad?

—Sí, esa pobre niña —Damocles negó con la cabeza —tan joven… debe ser horrible para ella no poder evitar imaginar que le suceden cosas tan terribles ni controlar lo que dice —las mentes de los tres adolescentes trabajan a toda marcha en ese momento "¡¿Qué?!" —Afortunadamente, es fácil saber cuándo su enfermedad está actuando. Ella afirma que la señorita Marinette Dupain-Cheng la está acosando ¿O me equivoco?

—Ha ocurrido un par de veces —Alix afirmó, recordando el picnic —pero no todo-

— ¡Entonces eso lo explica! —el hombre exclamó, satisfecho, de nuevo interrumpiendo —no hay necesidad de preocuparse. Después de ese problema con la expulsión de Marinette hace unos meses, Lila se sentó conmigo, su maestra y los Dupain-Cheng para explicarnos todo. Su rara enfermedad significa que no siempre puede controlar lo que dice, aunque en su mayoría solo parece activarse en torno a Marinette —el hombre les explicó, como si se tratara de cualquier cosa —y Marinette es una chica inteligente y gentil, ella sabe sobre el problema de Lila y puede manejarla.

Otra vez ¡¿QUÉ?!

El director parecía estar demasiado distraído, mirando su reloj y dándose cuenta que se le hacía tarde para su aparición en el hospital, como para notar los conmocionados que había dejado a sus tres estudiantes —De todos modos, espero que esto haya aclarado las cosas. Me temo que tengo un compromiso y necesito estar en otro lugar pronto ¡Nos vemos mañana, niños! ¡Manténganse a salvo! ¡Ooh-Ooh!

Y así, sin más, se marchó.

Nathaniel y Marc se quedaron mirando a su director después incluso de que hubiera entrado al hospital, estupefactos. El pelirrojo incluso parecía un poco más pálido de lo usual mientras apoyaba la espalda contra un árbol cercano.

— ¡Esa perra! —Alix finalmente estalló.

— ¡Alix! —Nathaniel la regañó por su vocabulario de forma automática. Su mirada todavía estaba perdida en algún lugar más allá de ellos.

— ¡No me vengas con "Alix"! ¿No escucharon lo mismo que yo? ¡Esa víbora se las arregló para hacerles creer a los profesores que tiene algún tipo de enfermedad para excusar sus mentiras! —la pelirrosa señaló el espacio vacío donde había estado su director a modo de enfatizar — ¿Qué tan loco es eso? ¿Qué tan jodido es que realmente funcione?

—Alix, respira profundo, tienes que tranquilizarte —Marc alcanzó un hombro de la patinadora con su mano, tratando de mantenerse centrado a pesar de lo que acababan de descubrir.

Mientras que Alix tomó aire solo para responder a eso, Nathaniel finalmente levantó la cabeza, con una expresión devastada —y la señorita Bustier lo sabía… ella lo sabía y ni siquiera nos lo dijo. Ella… E-e-ella deja que Lila nos mienta a la cara y no hace nada.

Marc evitó hacer una mueca. Sabía que Bustier era la profesora favorita de Nathaniel… al menos hasta ahora, él la admiraba mucho.

—Marinette no se merecía nada de esto —el pelinegro se quejó, sin poder controlar del todo su propia tristeza y decepción, levantándose la capucha para cubrirse parcialmente el rostro.

Eso sacó a Alix y Nathaniel de sus visiones de túnel y les recordó por qué, o mejor dicho, quién, estaban haciendo esto.

Marinette.


.


Marinette pensó que su rostro no podía estar más rojo… hace unos cinco minutos atrás, y desde entonces solo se demostró que estaba equivocada.
Félix y Adrien parecían completamente felices de contarle a Amélie todo sobre su talento y los logros que había conseguido en su camino a convertirse en diseñadora.

Amélie lucía honestamente sorprendida cuando Adrien detalló los halagos que Marinette había recibido de parte de su padre y de Audrey durante la última semana de la moda, cuando él modeló su sombrero — ¿Audrey? ¿La misma Audrey Bourgeois? —las cejas de Amélie se elevaron con genuina sorpresa, mirando a Marinette —debes estar increíblemente orgullosa, mi querida niña. No es usual conseguir la aprobación de Audrey —Amelie no hablaba por hablar, su gemela había sido la mejor amiga de Audrey por años —entonces ¿Quieres hacer una carrera en la moda?

Marinette, quién había puesto sus manos en sus mejillas para tratar de enfriar la piel sonrojada, se regañó a sí misma para centrarse y asintió con convicción —sí, crear ropa ha sido mi sueño desde que era niña. Durante el último año he estado creando un portafolio profesional con mis encargos más destacados.

Amélie tarareó con una sonrisa —me encantaría ver eso en algún momento… ¿Alguna vez has considerado ser figurinista, me refiero a diseñadora de vestuario escénico? —los ojos verdes de la mujer brillaron con interés y curiosidad.

Marinette inclinó ligeramente la cabeza —el pensamiento ha surgido alguna vez, particularmente por lo divertido que es crear atuendos dramáticos para la banda de mis amigos —con una sonrisa entusiasta, Marinette sacó su cuaderno de bocetos y pasó las páginas hasta los diseños de Kitty Section, antes de pasarle el libro a la mujer.

Amélie analizó a profundidad los atuendos y las máscaras. Si bien el aspecto era un poco infantil, en general era evidente el talento y la creatividad detrás de todo. Con el tiempo y la guía adecuada, Marinette podría florecer maravillosamente en la rama de la moda que ella deseara, si sus obsequios de ese día eran una indicación de su talento… sin mencionar lo orgulloso que parecía su hijo de ella; hacía que Amelie quisiera sonreír, arrullar sobre ellos y preguntar cuando debería esperar planes de boda.

—Puedo verlo, ciertamente eres talentosa —comentó, devolviendo el libro con una sonrisa, que Marinette igualó —oh, por favor, discúlpenme —Amelie sacó su teléfono cuando una notificación de su correo electrónico llamó su atención. Ciertamente no estaba dispuesta a distraerse con algún asunto de trabajo ese día, menos después de haber tenido que viajar de imprevisto como le sucedió ayer, pero al menos tenía que estar al tanto de las cosas. Rápidamente descubrió, sin embargo, que el correo no era del trabajo en absoluto —Adrien, querido, ¿desde cuándo Gabriel procrastina de esta manera? —no pudo evitar levantar una ceja.

— ¿Qué? —Adrien parpadeó, ante la pregunta repentina —oh ¿Te refieres al evento pre-colección?

Félix miró a su madre — ¿Por qué? ¿Cuándo es?

—Pasado mañana —respondió, claramente nada impresionada.

Félix igualó la apariencia de su madre antes de mirar a Adrien en busca de alguna información. El modelo se encogió de hombros —Nathalie ha estado enferma un par de veces en el último mes, Padre probablemente ha estado más involucrado en la planificación del evento que nunca antes.

Amélie se burló, rodando los ojos —reservaré cita para peinado y maquillaje —dio algunos toques a la pantalla antes de detenerse, componiendo una mirada evaluativa que llamó la atención de los chicos.

— ¿Mamá? —Félix preguntó suavemente, casi cauteloso.

Los ojos de la mujer se dirigieron a su hijo y su expresión se iluminó repentinamente lo cual puso al joven en alerta ¿Qué estaba pensando ella?

—Marinette, querida, ¿Te gustaría acompañarnos al evento de Gabriel?

Félix se congeló. Marinette saltó en su sitio. Y Adrien le iluminó como un árbol de navidad, con una gran sonrisa emocionada, después de procesar lo que Amelie había sugerido.

Marinette, absolutamente tomada por sorpresa, se puso nerviosa y empezó a tartamudear — ¿Q-qu-ué? ¿Yo? ¿A-acampar, quiero decir, acompañarlos? ¿A un evento privado? ¿Yo? —sacudiendo la cabeza por la vergüenza, Marinette volvió la mirada hacia Félix en busca de ayuda.

La mano de Félix atrapó la suya, un pulgar le acarició la muñeca, justo sobre el pulso y la ayudó a cerrar la boca y calmarse.

Amélie se rió entre dientes, sin poder evitarlo, ante el arrebato de la niña —ciertamente. Ya que tú y mi bebé están saliendo, el evento de un miembro de la familia debería ser la oportunidad perfecta para que empiecen a ser vistos juntos.

La mano de Marinette, la que Félix estaba sosteniendo, se retorció lo suficiente como para que sus dedos encontraran los del chico —espero no estar siendo grosera, pero ¿Está bien si hablo de esto con Félix primero?

La sonrisa de Amélie le hizo pensar que su pregunta fue adecuada, de algún modo. La mujer lucía satisfecha —Desde luego, sweetie. Adelante.

Félix se excusó mientras se levantaba de su sitio, llevando a Marinette con él, con sus manos aún unidas. La oji-azul también murmuró una disculpa mientras se arreglaba innecesariamente la falda de su vestido y se dejaba guiar hasta la cocina.

Una vez ambos salieron de la sala, Adrien miró con curiosidad a su tía. El brillo divertido en sus ojos era tremendamente familiar — ¿Qué tienes en mente, tía?

Amélie le devolvió una sonrisa.

.

.

— ¿Un poco de agua? —Félix ofreció, en cuanto entraron a la cocina.

—Por favor —Marinette asintió, tomando el vaso de cristal que Félix le acercó unos segundos después. Lo vació en solo un par de sorbos antes de tomar una respiración profunda y centrar la mirada en su novio — ¿Qué quieres hacer sobre esto?

Félix mentiría si dijera que no se sorprendió con la pregunta —my dear, la decisión es exclusivamente tuya —él sentenció, reacio a tocarla de cualquier modo hasta que ella entendiera su postura al respecto, por lo cual permaneció a dos pasos de distancia —no eres una 'pareja trofeo', y no planeo presentarte de esa manera nunca. Si no te sientes cómoda siendo mi cita para este tipo de eventos, está completamente bien y mi madre respetará tú elección.

Marinette le ofreció una pequeña sonrisa, conmovida por el hecho de que Félix estaba anteponiendo su comodidad incluso sobre los deseos de su madre.
Despacio, alcanzó una de las manos de su novio, entrelazando sus dedos como una forma de mantenerse tranquila y centrada. Ella tomó una respiración profunda y luego compuso una expresión determinada.

—Conocía la posición de tu familia desde el principio y tenía en consideración que esto podría llegar a suceder tarde o temprano. Puedo hacerlo. Iré contigo si tú también quieres que lo haga —Marinette afirmó, con seguridad. Félix no pudo evitar sonreír al ver la determinación haciendo brillar sus ojos de una manera hermosa, ese poderoso fuego azul que le robó el corazón desde el principio —sin embargo, me habías pedido que cuidara tu anillo mientras tú y tu madre asistían al evento ¿Qué harás ahora? —Marinette levantó la mano que sostenía, llamando la atención sobre la pieza de joyería en el dedo anular.

—Supongo que lo único que queda es dejarlo en casa —Félix hizo una ligera mueca. No es que pensara que su tío sería capaz de enviar a alguien a colarse en su casa (aunque, últimamente, Félix tenía la sensación de que su tío era más y más impredecible) pero aún no le gustaba dejar su anillo gemelo. Entonces, Marinette hizo un pequeño sonido ahogado que volvió a atraer su atención — ¿Tienes una idea? —él consultó, mirándola nuevamente a los ojos.

Marinette pareció considerarlo unos segundos más antes de sonreír. Félix identificó la sonrisa como la misma que Ladybug tenía una vez que resolvía qué hacer con su amuleto, lo cual lo intrigó más —esconderlo a simple vista.

El británico arqueó una ceja —te escucho.

.

.

Unos minutos después, la pareja dejó la cocina y regresó al salón con pequeñas sonrisas a juego. Adrien estaba muy curioso pero, al igual que su tía, se alegró cuando Marinette aceptó unirse a ellos en el evento de Gabriel.

La mujer rápidamente envió un correo de confirmación al evento y le hizo saber a Marinette que se uniría a ella en el salón donde se arreglaría para el evento y, aunque un poco avergonzada, Marinette aceptó con gratitud.

Después de eso, Félix anunció que necesitaban salir ya para la siguiente sorpresa que le tenía preparada a su madre, así que todos se subieron al auto donde Jeeves ya los esperaba, después de empacar los cupcakes en una canasta para picnic, junto con otras cosas.


— ¿Ni siquiera una pequeña pista? —Amelie trató de persuadir a su hijo con su voz más suave que pudo lograr.

Félix, fiel a su muy entrenada póker face, simplemente negó con la cabeza.

Amélie pasó entonces a su sobrino —no busques ayuda aquí, tía, yo tampoco tengo idea de a dónde vamos —Adrien le respondió con su sonrisa de ángel.

Formando un pequeño puchero, la mujer pasó a su última opción, su futura nuera — ¿Marinette?

La niña le sonrió y, para diversión de todos los presentes, hizo la mímica de cerrar su boca con una cremallera, con los ojos más inocentes y angelicales que pudo lograr.

De todos modos, en realidad tampoco tenía una respuesta.

Para fortuna de la curiosidad general, Jeeves se detuvo unos cinco minutos después, frente al Puente Royal, apagó el auto y abrió las puertas, permitiendo a sus pasajeros bajar mientras abría la cajuela y sacaba la canasta de picnic.
Félix lideró al pequeño grupo, caminando hacia las escaleras que bajaban a los muelles frente al puerto.

—Este es uno de los muelles de anclaje ¿Verdad? —Adrien se inclinó hacia Marinette para preguntar en un susurro.

La oji-azul asintió —sí, estoy bastante segura de que subí al Liberty aquí en algún momento —apenas terminó su respuesta cuando vio a Félix sacar unas llaves del bolsillo mientras se dirigía a una de las embarcaciones ancladas.

—Oh, Dios mío —ambos escucharon a Amélie exhalar detrás de ellos… y estaban bastante de acuerdo.

Oh, Dioses.

Con una sonrisa claramente muy satisfecha, Félix le indicó a Jeeves que subiera a bordo, luego ayudó a su madre y a Marinette, para finalmente tirar juguetonamente de su primo por el brazo. Una vez que todos estuvieron dentro, caminó hasta el tablero de control, insertó las llaves e hizo rugir el motor.

Su madre, su novia y su primo lo miraron como si hubiera perdido la cabeza. Jeeves se contentó con presenciar todo en silencio, apenas conteniendo una sonrisa.

— ¿Conseguiste un bote? —Adrien preguntó, despacio y audiblemente aturdido.

Renté una lancha deportiva —Félix lo corrigió, felizmente —ahora, se supone que todos deben ponerse los salvavidas —se inclinó hacia atrás y abrió un baúl empotrado en la popa de la embarcación para empezar a sacar los cinco chalecos de flotación color blanco con el logotipo del barco en azul, sobre el pecho.

Dicha embarcación recreativa era una saxdor 320 GTO, blanca y reluciente, con un tejado color celeste para cubrir del sol a su conductor y algunos pasajeros, dejando más asientos descubiertos para los que deseen trabajar en un bronceado.
Félix se aseguró de que su pequeña tripulación estaba asegurada antes de levantar el ancla automática y poner en marcha la lancha a través del río Sena.

— ¡Estás conduciendo una lancha! —Adrien estaba justo al lado de su primo solo dos segundos después, mirándolo boquiabierto — ¿Cómo y cuándo aprendiste a conducir una lancha?

Félix lo miró de reojo, concentrado en alejarlos de las otras embarcaciones ancladas al muelle —tutoriales en Youtube.

Adrien miró a su primo, con los ojos a punto de escapar de sus cuencas. Félix lo miró de frente, solo un segundo, antes de volver su atención al canal de agua. Dos segundos más y Adrien estaba doblado por el estómago, con sus brazos alrededor de sí mismo, mientras, en esencia, aullaba de la risa —no puedo decir si estás bromeando o no —logró decir, inhalando aire con dificultad.

Félix se permitió una sonrisa ladina —lo descubrirás si no chocamos esta cosa.

Adrien se rió más fuerte. Félix no estaba seguro de cómo era posible.

Amélie también estaba riendo, sacudiendo la cabeza con incredulidad. Y Marinette miró todo con una sonrisa, disfrutando del momento inverosímil pero agradable, así como la brisa fresca que jugaba con los cabellos de todos.

Hacía un día precioso.

.

.

Navegaron a través del Sena con tranquilidad. No era época de turistas, por lo que los ferris y cruceros de paseo no eran tan frecuentes. La conversación pasó del evento de Gabriel, a las sesiones de Adrien, a la escuela y el baile beneficio, del que Amelie estaba muy curiosa.
Después de media hora, Jeeves relevó a Félix de su puesto como conductor para que el joven pudiera unirse a los demás en los asientos bajo el sol y disfrutar de los cupcakes de Marinette, una copa de sidra de manzana y una tabla de quesos y uvas.

Compartieron un brindis silencioso y solemne, en nombre de ambas gemelas Graham De Vanily, y disfrutaron del buen clima y la vista de una París muy activa, con familias y grupos de amigos paseando por los puentes y andenes justo al lado del Sena.

— ¡Miren eso! —Marinette llamó la atención, arrullando dulcemente mientras miraba un crucero que iba en dirección opuesta.

Amélie la coreó con su propio tarareo dulce —es una boda —señaló en voz baja, observando la cubierta del barco donde una pareja, de pomposo vestido blanco y elegante smoking negro con corbata de moño, entrelazaban brazos para beber de sus copas, mientras decenas de personas los aplaudían.

Las dos mujeres caminaron hasta el borde de la lancha justo cuando él crucero pasaba lentamente frente a ellas. Félix y Adrien las siguieron un momento después, sorprendiéndose cuando la novia giró en su dirección por un momento, y saludó con una mano, casualmente. No había ningún tipo de reconocimiento en su expresión, pero sí felicidad y deleite puro.

Marinette se llevó las manos a los costados de su boca — ¡Muchas felicidades! —proyectó, con alegría contagiada.

La novia le dio una sonrisa aún más grande, tomando su ramo de lirios y dahlias antes de extraer uno de los primeros y arrojarlo por el borde del crucero.

Marinette reaccionó para inclinarse ligeramente hacia adelante, no tanto para ser peligroso, y atrapó la flor.

—La ciudad del Amor, tal como dicen —Amelie bromeó suavemente, mirando a la novia despedirse con otro movimiento de manos antes de volverse hacia sus invitados y, aparentemente, prepararse para lanzar el ramo. Luego, se giró hacia la oji-azul, viéndola sujetar el lirio blanco contra su pecho con una expresión que sólo podría definirse como 'joven enamorada del amor'... Esa sería una frase hermosa para un libro o el tráiler de una película… —Dime, sweetie ¿Alguna vez has diseñado un vestido de novia? ¿O lo has considerado? —preguntó con curiosidad.

— ¿Hn? —Marinette parpadeó un par de veces antes de salir de su estado de ensoñación —oh, sí. Surgió una vez. De pequeña fui niña de las flores en la boda de una amiga de Mamá, hace un par de años me pidió ayuda para ajustar un vestido que usaría en una boda y durante la conversación preguntó si había diseñado algún vestido de novia o si me gustaría hacerlo —hubo unos segundos de silencio. Amélie inclinó ligeramente la cabeza, esperando el resto de la respuesta. Y Marinette se dio cuenta de que tanto Adrien como Félix también la estaban mirando con curiosidad —hasta ese momento, no lo había considerado. La respuesta que di en ese entonces, la sostengo hasta hoy, aunque no digo que no pueda cambiar en algún momento del futuro: decidí que el primer vestido de novia que diseñe sería el mío propio.

Amélie le sonrió con comprensión y un asentimiento de cabeza —por supuesto, estás en tu derecho. Esa es una decisión muy personal.

Nadie tuvo la oportunidad de ver la mirada pensativa que surgió, momentáneamente, en el rostro de Félix antes de que desapareciera.


— ¿Permiso para acompañarlo, capitán? —Marinette preguntó, con un tono cariñosamente bromista, mientras se acercaba a su novio, quién había recuperado el timón.

Amélie y Adrien estaban en sus asientos, disfrutando del suave sol y concentrados en su propia conversación. Jeeves simplemente se relajaba, apoyado contra la barandilla del costado izquierdo, con una copa de sidra.

Félix le hizo un gesto con la mano para invitarla a acercarse. Marinette lo tomó con gusto y se deslizó hasta acurrucarse en el costado del rubio, luego de asegurarse que no se estaba interponiendo o entorpeciendo de alguna manera su conducción.

— ¿Tienes frío? —el británico preguntó, sorprendido por su acción.

Marinette se sintió conmovida por su preocupación —no realmente. Solo quería abrazarte, Cher —admitió, apoyando la mejilla en su hombro —pero no quiero estorbarte.

—No lo haces —Félix le aseguró, besando su sien. Y Marinette sabía que no lo decía solo por contentarla, así que se relajó contra él, sintiendo cómo el rubio se apoyaba en ella del mismo modo — ¿La estás pasando bien?

Marinette asintió primero con la cabeza —los nervios nunca desaparecen del todo, realmente me preocupa darle una buena impresión a tu madre… pero todo ha ido maravillosamente hasta ahora —respondió con total honestidad.

—Tal y como te dije que sería —el británico no evitó la presunción en su voz.

Marinette simplemente se rió en voz baja —y siempre tienes razón ¿No es así, Lix?

Félix la apretó un poco más contra él —Generalmente la tengo, sí —Marinette negó con cariño —por cierto, hay algunas cosas que quería preguntarte.

La oji-azul tarareó un sonido de intriga — Dime ¿De qué se trata?

Félix se aseguró de tener una trayectoria despejada antes de mirar a su novia por más que unos segundos —Te he dicho cómo me siento por ti —la miró directamente a los ojos, sin su neutralidad habitual, nada más que franqueza —Esto es más que un "me gustas". Estoy muy comprometido con nuestra relación y necesito que sepas que deseo hacer planes a futuro contigo.

Marinette sintió que su corazón se saltaba un latido o dos antes de iniciar un ritmo más rápido, pero se mordió los labios antes de que cualquier tontería sin filtro saliera de su boca.
"Una casa, tres hijos, un perro, un gato y un hámster" la última vez que había soñado planes a futuro con un chico la golpeó con fuerza. No había pensado en nada como eso sobre Félix todavía, pero… no cree que sea algo malo. Ella quiere construir sus planes junto con él, no fantasear con una vida de cuentos de hadas unilateral que no la conducirá a nada.

—Planeemos, entonces, Cher —ella le respondió a cambio, con una sonrisa descarada que Félix adoró — ¿Qué tienes en mente?

Félix igualó su sonrisa, complacido con su respuesta. Se detuvo un segundo a mirar el lirio blanco que ahora se apoyaba entre la oreja y el cabello de Marinette y zumbó con ligereza — ¿Tienes alguna preferencia sobre una boda?

Marinette se resignó a no poder atravesar esta conversación sin ruborizarse.


*Figurinista: palabra corta para las personas que se dedican a crear los atuendos para los personajes de un espectáculo, llámese cine, teatro, ópera, etc.


Conteo de palabras: 4.174


Ahora… hablemos de la película…

1. Ugh. Demasiadas canciones muy poco pegadizas. La primera de Marinette es insoportablemente larga. La de Chat, súper olvidable. La de Gabriel es 'intentó ser Influencia en el más allá y no llegó ni a comercial'. Serás Ladybug es como lo mejorcito que hay, pero no me termina de encantar la parte ¿tipo rap? Eso sí, lo demás lo canto a viva voz xD Coraje en mí, es otra que se siente demasiado larga para el momento en que está metida, pero en inglés y francés sube muchísimos puntos. Por último, la canción del LadyNoir se lleva el premio. La escucho en latino, inglés y francés. Bien ahí.
¿Me faltó alguna?

2. Respecto al cuadro amoroso… cambiar la escena del paraguas fue el peor desacierto de toda la película. Hace que el enamoramiento de Marinette por Adrien parezca demasiado superficial y sin ningún peso a comparación de la progresión del LadyNoir. Para el momento en que cantan juntos, Marinette tiene muchísima mejor química con Chat que con Adrien.

3. Punto importantísimo para señalar que, en este universo, Luka va a la misma escuela que la clase akuma.

4. Tanto Marinette como Chat Noir son mucho más soportables en sus momentos extraños/berrinchudos que en la serie habitual. Se agradece, Jeremy Zag.
Aunque la forma tan simplona en que Adrien obtiene el miraculous, no te la perdono. ¡Lo estabas haciendo bien, cabrón!

5. El final de Gabriel, aunque ambiguo para efectos de la próxima película, fue 50 veces mejor que el final de la quinta temporada. Change my mind… aunque la escena en que el fantasma de Emilie los abraza está como mal animada, no sé, es incomoda de ver por alguna razón.

6. Hablemos de cosas extravagantes. Que los kwamis puedan transformar a sus portadores sin opinión de ellos es espeluznante y preocupante cuando menos.
El maestro Fu creo que está más pa'llá que pa'ca en cuanto a su mente. Como si le fueras a soltar el discursito que le dio a Marientte sin que cualquier persona cuerda salga corriendo en la dirección opuesta.

7. ¿Qué espero para la segunda película?
-Ver que Gabriel acabó preso. O mínimo con algún tipo de consecuencia por ser HawkMoth (recordemos que solo hubo cura milagrosa al mero final. Todos los daños de las peleas previas corrían por cuenta de Paris, cof los impuestos de la gente, cof)
-Buen desempeño y papel importante de Nathalie.
-Ver si hay algún tipo de consecuencias a la revelación de identidades (sean buenas o malas) suponiendo que habrá otro villano.
-Que no haya tantas canciones… o que sean más pasables/pegadizas.

Listo. En el próximo cap hablamos del especial de Londres.


Laurenlmprincess: Gracias por estar aquí aun! Obviamente el fic sufrió un duro golpe en cuanto a lectores y agradezco mucho tu apoyo incluso ahora. Gracias de corazón.
Un abrazo.

Lina Breen: Gracias por el apoyo y por tus lindas palabras. Realmente fue un alivio ser capaz de arreglar mi laptop. Espero que sigas disfrutando de la historia. Y espero seguir leyendo tus comentarios.
Un abrazo y linda semana!