Hola a todos que tal, aquí el autor.

Hoy quería aprovechar antes de iniciar el capítulo, para responder algunos comentarios, la verdad me gusta que me dejen sus perspectivas, los comentarios siempre serán bienvenidos y aprovechare para responder todos los que pueda.

Bardnan29: Gracias por el comentario, intentare seguir priorizando la calidad en la historia por mas que demora a veces los capitulos por temas externos.

Necron: Que tal, espero los demás capítulos sigan siendo de tu agrado, por ahora tengo masomenos definido que pasara en el capitulo 5, un pequeño adelanto, es que realmente sera un infierno cuando salgan del sello, como dicen por ahí, un pequeño malentendido puede generar grandes consecuencias, y lo que pasara, será solo descrito como un infierno.

SiriuSssIsNotFortuna: Thank you, I will try to advance the chapters when I can and make them more exciting and really advance the story. I send you my regards, I appreciate your comment.

zapatajeremy666: Gracias bro, aprecio bastante que te guste mi manera de escribir, la verdad al principio crei que no me saldria bien y que no describiria bien a los eprsonajes y sus emociones, pero me alegra que este avanzando bien hasta ahora, un saludo.

Guest: Gracias por el comentario bro, espero sigas disfrutando la historia.


POV Subaru

Los días dentro del vacío se me hacían cada vez mas interminables, ya ni siquiera podía distinguir si habían pasado meses, o por el contrario, finalmente habíamos superado la barrera de los años. Al principio, era divertido ver la cara de sufrimiento de Pandora cada que otro de sus intentos por "desvivirlo" era frustrado, pero después de cierto "incidente" la relación entre ellos se había vuelto mas...¿cordial? no sabia si ese era el termino adecuado pero lo que si sabia es que con el tiempo, algo extraño comenzó a suceder. Pandora y yo... comenzamos a hablar. Más de lo que nunca hubiera imaginado.

Al principio, las conversaciones eran cortas, amargas, casi siempre llenas de desdén de su parte, como si me considerara una molestia. Y no me extrañaba, después de todo, ¡yo había sido el que la había traído aquí! Nótese mi orgullo en eso, había logrado encerrar a una diosa todopoderosa dentro de un sello eterno ¡Ja! ¡En su cara, malditos arzobispos perdedores buenos para nada!, ni con todos sus evangelios pudieron evitar que un simple donnadie les ganara la guerra santa.

Dejando de lado mis aires de gloria, pronto me sorprendí encontrándonos a Pandora y a mi en una especie de extraña rutina. Yo comenzaba a contarle cosas sobre el mundo que habíamos dejado atrás, mis perspectivas respecto a sus costumbres y la de mis amigos, sobre mis anécdotas con Emilia... y, aunque sus respuestas eran sarcásticas al principio, podía ver cómo Pandora se iba abriendo, casi sin darse cuenta. Ya no era solo hostilidad y su característico mal humor. Ahora, incluso mostraba curiosidad por lo que decía, algo que nunca había imaginado de una bruja tan altiva.

Sin embargo, me percate del mayor cambio cierto día, mientras hablábamos sobre cosas sin mucho sentido, me di cuenta de algo extraño. Estaba haciendo lo que solía hacer cada vez que hablaba de Emilia, resaltaba lo hermosa que era, mas que cualquier otra mujer que hubiera visto, y en mi rostro inevitablemente aparecía esa especie de sonrisa estúpida que no había menguado ni siquiera con el pasar de los años, sin lugar a dudas ella era un ángel. "Emilia-tan es tan encantadora..." dije sin pensar, como de costumbre, soltando una risa ligera de añoranza al recordar una de nuestras últimas interacciones, sin embargo; al ver el agrio rostro de mi "compañera" supe que algo definitivamente estaba mal con ella.

Pandora, que se encontraba cerca de mí, se tensó de inmediato. Su mirada, siempre desafiante, parecía volverse... algo más. No estaba seguro de lo que estaba viendo, pero lo noté. Aquella mirada que siempre tenía cuando hablaba de Emilia, como si no quisiera darme el gusto de saber que algo en ella realmente se agriaba cada vez que la mencionaba. A veces pensaba que lo imaginaba, pero luego ocurría de nuevo y definitivamente no podía seguir pensando que era una coincidencia.

Pandora me miró desde su lugar, frunciendo el ceño con una ligera mueca de incomodidad.

Pandora:"¿Es necesario seguir con tus melodramáticas historias sobre esa semielfa? Emilia-tan esto, Emilia-tan aquello, ¡Por Od Luguna! dame un maldito respiro ¿Te gustaría acaso que te contara mi vida amorosa también? ¿Te gustaría saber el nombre de todos los hombres que clamaron por un poco de mi atención? Porque si es así, te puedo deletrear cada uno de sus nombres por la maldita eternidad."

Para este entonces ya podía ver que estaba a punto de darle un ataque histérico, pero decidí dejarla continuar.

Pandora: "O mejor aún, porque no te cuento sobre todas las declaraciones de amor que me han hecho, créeme, al ser la mujer mas bella sobre esta faz de la tierra, confesiones nunca han faltado en mi haber , ¿te gustaría escuchar eso?" dijo, casi con desdén y sorna, pero pude apreciar como a pesar de ese intento de fingir indiferencia, su mirada me escrutaba insistentemente, como si buscara una reacción mía en todo esto.

Me sorprendí un poco por sus palabras, es decir, quien no se extrañaría si tu mortal enemiga de la nada te empieza a hacer una escena de celos. No era la primera vez que mencionaba a Emilia, pero en otras ocasiones Pandora simplemente me respondía con indiferencia, tal vez incluso algo de burla, como siempre. Pero esta vez... realmente no sabia que pensar ¿Estaba molesta? Nah, molesta era un eufemismo, estaba furiosa.

Subaru:"No te lo tomes tan a pecho, vamos, ya sabia que eras popular, no tenias porque restregármelo en la cara " Le dije, intentando calmar la situación, pero la verdad era que me sentía desconcertado. ¿Pandora... celosa? Eso no tenía sentido, ¿verdad? Era una diosa, o al menos eso decía ella, la mismísima bruja de la vanagloria, una existencia superior a todo lo que conocía y que trascendía los conceptos de la realidad...y por sobretodo la mujer mas irritante que había conocido en mi vida.

Esa mujer no podía estar sintiendo celos ahora mismo, ¿cierto?

Sin embargo, ahí estaba ella, mostrándome que no era la bruja sin sentimientos que pensaba al inicio, su cuerpo temblaba ligeramente luego de haberme dado todo su discurso. La rabia era palpable, pero había algo más. Algo que no podía identificar, y eso me confundía y aterraba a partes iguales.

Subaru:"Pandora," comencé, tratando de que mi voz sonara relajada, "no es para tanto. Solo estaba hablando de Emilia... ¿Sabes? Es una persona importante para mí, rayos, estaba incluso a punto de casarme con ella, no veo la razón para que eso te altere tanto ¿o si?."

La respuesta no tardó en llegar, pero esta vez, su tono era diferente. No estaba tan furiosa, pero sí más... hiriente.

Pandora:"¿Casarte? Claro, de seguro solo alguien tan patético como tu tendría un sueño tan mediocre como el de jugar a la casita con tu princesita buena para nada ¿De verdad la consideras tan especial, Subaru? ¿Crees que porque esa... sucia semielfa te hizo sentir especial, vas a conseguir la felicidad de alguna manera? Eres solo un iluso. ¡Un completoidiota!" Su tono subió un nivel, y me sorprendió lo furiosa que estaba, esos ojos azules que antes reflejaban la calma de un cielo despejado, ahora solo mostraban un frialdad comparada al más frio de los inviernos.

Pandora:"Ella, esa...niñata que solo esta jugando a fingir ser una verdadera mujer, no tiene ni idea de lo que es realmente el amar a alguien, no ha sufrido la perdida de nadie para valorar lo suficiente ese sentimiento, es mas, apuesto a que ya se habrá ido con el primero que le haya hablado bonito, y tú...eres un tonto por seguirla, por aferrarte a ella como si fuera lo único que te quedara en esta miserable vida."

Una ola de rabia se apoderó de mí al escucharla hablar así de Emilia ¿Quién se creía ella para decir toda esa mierda?. Fue su culpa en primer lugar que no pudiera estar junto a ella. No podía quedarme callado, no después de todo lo que había dicho. Sentí cómo mi rostro se contorsionaba de ira.

Subaru:"¡¿Cuál es tu maldito problema, Pandora?! ¿Qué diablos te ha hecho Emilia para que hables así de ella? ¿Realmente la odias tanto? ¡¿O es que acaso estas celosa de ella?!" La frustración y la furia se acumulaban dentro de mí, por lo que solté lo primero que vino a mi cabeza, sin saber lo que eso desencadenaría.

Pandora me miró con un brillo asesino en los ojos, y fue entonces cuando explotó. El sonido de su voz se hizo más cortante, como si todo el odio acumulado finalmente hubiera salido de su boca.

Pandora:"¿Qué te hace pensar que estaría celosa de esa cualquiera? ¿Crees que eso es posible? Una diosa como yo jamás sentiría celos de una existencia tan mundana como esa, y menos por ti...menos por alguiencomo tú...el maldito que se atrevió a encerrarme, a apartarme de mi destino, a arrebatarme mi victoria sobre todos, todos los que alguna vez se creyeron superiores a mí. Me ofendiste, me humillaste, y lo peor de todo, te atreviste... ¡te atreviste a intentar comprender mi dolor, me diste tu mano cuando nadie te lo pidió, me engañaste con tu falsa empatía y bondad, intentando manipularme, realmente me hiciste creer que había alguien con quien finalmente podía compartir mi perdida!"

Me quedé sin palabras, asimilando lo que acababa de decir, pero Pandora no terminó ahí. Su mirada se tornó más sombría, y su voz, quebrada, resonó con una rabia contenida que me hizo dar un paso atrás.

Pandora:"Y lo peor, Subaru... lo más cruel e imperdonable... es que te creí, creí cada una de tus mentiras, las atesore en mi corazón...fueron mi nueva ancla en este maldito lugar ...me ataste a ti de una manera que nadie se había atrevido en siglos...y no conforme con eso, diste tu último y mas despreciable golpe...hiciste que me enamorara irremediablemente de ti."

Mi corazón dio un vuelco al escuchar sus palabras, la fuerza y convicción con que las decía, el dolor punzante en cada frase al finalmente soltar todo lo que tenia retenido...

La incredulidad me envolvió por completo, haciendo que me quedara inerte, estático, intentando asimilar todo lo que había escuchado...fue por ello que no pude reaccionar a tiempo.

Pandora, con un gesto lleno de furia y desesperación, se lanzó hacia mí. Esperaba de todo, gritos, una cachetada, golpes, incluso paso por mi cabeza que me volviera a estrangular, sin embargo...

Antes de que pudiera reaccionar, sus labios se estamparon contra los míos, con una intensidad inesperada, ardiente, tanto que dejaría a la princesa del sol como una mera llama. El beso fue violento, desesperado, lleno de emociones reprimidas. Mis ojos se abrieron de par en par, incapaz de entender lo que estaba sucediendo. En ese momento, Pandora estaba rompiendo todas las barreras que tan meticulosamente había colocado, todas las máscaras que había estado usando desde que la conocí se desvanecieron y me dejaron con solo una cosa... el rostro de una mujer afligida, la cual rogaba desesperadamente por aceptación .

El beso aunque tan pasional como fue, no duro mucho, o al menos para mi no fue suficiente el tiempo que permanecieron unidos nuestros labios. Cuando se separó, me quedé sin aliento, el rostro de Pandora estaba empapado en lágrimas. Su furia, antes palpable, se había desvanecido por completo, dejando solo una mirada rota y vacía.


Me tomé unos segundos para recuperar la compostura, pero mis palabras salieron atropelladas, como si la realidad aún estuviera intentando abrirse paso en mi mente.

Subaru:"Pandora... ¿qué...? ¿Qué demonios...?"

La miré, esperando alguna respuesta lógica, alguna justificación para lo que acababa de ocurrir, pero la única respuesta que encontré fue el sonido entrecortado de sus sollozos. Sus lágrimas caían sin control, dejando marcas en su rostro, una imagen tan ajena a la mujer que había conocido hasta ahora. Cada lágrima que caía parecía cargar con años de sufrimiento, de dolor oculto, de sentimientos que Pandora había mantenido enterrados bajo capas de indiferencia y maldad.

Pandora levantó la vista hacia mí, y sus ojos, tan fríos antes, ahora reflejaban una tormenta de emociones que no podía entender. Su mirada se cruzó con la mía, y por un instante, todo lo que había sentido por ella en el pasado, toda la rabia, todo el desprecio, se desvaneció. Quedé de pie allí, como si todo lo que había ocurrido hasta ese momento no tuviera sentido. Como si, en ese beso, algo fundamental hubiera cambiado.

Pandora:"¿Lo entiendes ahora, Subaru?"Su voz tembló, aún cargada de rabia, pero también de una tristeza insoportable."¿Lo entiendes? No soy una mujer que se lanzaría con el primer hombre que viera, por mas que pasáramos mil años juntos, no soy para nada sencilla cuando se trata de temas amorosos, he vivido sola durante siglos, impulsada por nada más que odio hacia el mundo, así que estoy lejos de ser perfecta, por mas que lo proclame cada vez que pueda. Pero aun así, aun así... tú, tú eres tan imbécil... tan... tan increíblemente tonto, que hiciste que me enamorara de ti."

Sus palabras se sintieron como un golpe directo a mi pecho. La incredulidad era ahora más fuerte que la confusión, pero, de alguna manera, pude escuchar lo que Pandora intentaba decirme. No estaba buscando excusas. No estaba buscando manipularme, en estos años atrapados, había aprendido como era realmente la llamada "buja de la vanagloria", y la conocía lo suficiente para saber que preferiría estar muerta, que hacer un espectáculo de tal calibre solo para engañarme. Ella simplemente estaba...pidiéndome que abriera mi corazón y que la viera por lo que realmente era.

Sin embargo; antes de que pudiera decir algo, Pandora hizo un movimiento brusco, como si quisiera escapar de su propia vulnerabilidad. Se apartó de mí con rapidez, cubriéndose el rostro con las manos como si intentara borrar lo que acababa de pasar.

Pandora:"No... No sé qué esperaba. No sé qué demonios me pasa, pero no voy a arrepentirme. No quiero ser esa mujer que llora por alguien como tú... pero maldita sea..."Su voz se quebró, y por un segundo, sentí que lo que restaba de su orgullo se desvanecía ante mis ojos."Eres un idiota, Subaru... pero de alguna maldita forma, eres el único idiota que me hace sentir de esta manera... y no sé cómo vivir con esto que siento."

Mi corazón dio un vuelco. Era imposible comprender lo que sucedía aquí. Pandora, la mujer que había sido mi enemiga, mi carcelera, mi némesis, ahora se encontraba ante mí mostrando el tipo de debilidad que yo jamás hubiera esperado de ella.

La observé en silencio, incapaz de encontrar las palabras adecuadas, sin saber si debía acercarme, si debía huir o si debía simplemente dejar que todo esto se desmoronara.

Subaru:"Pandora..."Hablé en voz baja, como si tuviera miedo de empeorar la tormenta que ella misma había desatado."Esto... no lo entiendo, he paso odiándote tanto tiempo...asesinaste a muchas personas amadas para mí. Me causaste tanto sufrimiento...que simplemente no podía pensar en nada mas que verte sufrir...Sin embargo; al verte ahora frente a mi...Simplemente no puedo ver al demonio que tanto daño me hizo...maldición, realmente hubiera querido matarte con mis propias manos...Pero al estar tanto tiempo encerrados...siento que al fin comprendo algo de ti...obviamente eso no justifica tus acciones y jamás lo harán, y si hubiera la posibilidad de que algún día salgamos de aquí, créeme que te hare pagar por todos tus pecados...pero ya no como tu verdugo...sino como la única persona que puede comprenderte en este mundo... tal vez no esté tan lejos de ser un idiota como tú dices jeje. Tal vez, solo tal vez... aun haya algo de esperanza en poder corregir todo el daño que causaste."

Pandora me miró de nuevo, sus ojos aún llenos de lágrimas, pero había algo más en su mirada ahora: una mezcla de anhelo, impotencia, y a la vez una infinita tristeza, aunque no lograba entender completamente el porqué, supe que realmente necesitaba a alguien que la guiara en ese momento, y había decidido firmemente que yo sería esa persona.

Ya estaba harto de esa sensación de odio que amargaba mi boca...todo había sido tan cansado desde esa estúpida guerra...así que finalmente tome mi decisión... decidí destruir este ciclo inmenso de odio que pandora había empezado hacia tanto tiempo... yo le daría fin con una simple acción...perdonar...pero no lo haría por simple gusto o pereza, lo haría para asegurarme que ninguna otra persona saliera lastimada como yo, curaría a pandora de esa rabia e infelicidad que la consumía para finalmente poner fin a todo.

Pandora:"No lo hagas, Subaru. No me hagas creer que yo aún tengo algún tipo de salvación...porque hasta yo misma sé que no la merezco. No te acerques a mí con tu falsa compasión. No soy una idiota, no quiero... que me salves. Esto... no es algo en lo que deberías meterte."

Puede que ella dijera eso, pero en su voz, incluso con el veneno de sus palabras, había un dejo de desesperación. Desesperación que, al igual que su beso, no entendía, pero sentía de forma palpable. Por un momento, todo lo que había pasado entre nosotros parecía haber quedado en el aire, suspendido, flotando entre esa fuerza inexplicable que ambos compartíamos: una conexión rota, compleja, más allá de la comprensión, pero irremediable.

Subaru:"Creo que ya hemos pasado el punto en el que podemos hacernos los desentendidos por lo que el otro haga...estamos ambos atrapados en todo este asunto...literal y figurativamente hablando...y por mas amenazas que me lances Pandora, no tengo pensado abandonarte ni por un solo segundo... además, creo que ahora me doy cuenta de que, tal vez, ambos estamos más rotos de lo que pensábamos."

Pandora no respondió de inmediato. Se quedó en silencio, sus lágrimas cayendo lentamente, sin que pudiera hacer nada por detenerlas. Algo se había roto entre nosotros, algo profundo y doloroso, pero, de alguna forma, también... algo nuevo había comenzado a formarse.

Un sentimiento ambiguo, extraño, que ninguno de los dos estaba preparado para comprender del todo.

Pero aún así, sentí que, por primera vez, Pandora y yo no éramos solo enemigos.


POV NARRADOR:

La oscuridad del vacío, esa vasta e interminable extensión que había sido su hogar durante tanto tiempo, ya no les parecía tan opresiva. A pesar de que todo seguía igual, a pesar de que el entorno no había cambiado ni un poco, lo que sentían ahora era diferente. Habían dejado atrás la enemistad, la indiferencia, las mentiras y las barreras. Lo que los unía ahora era una fragilidad compartida, una necesidad de comprenderse mutuamente, de sanar las heridas que habían dejado años, siglos, de soledad y odio.

Pandora y Subaru, poco a poco, habían logrado encajar de una manera que ni siquiera ellos habrían imaginado en los primeros días del confinamiento. La compañía del otro, aunque dolorosa y compleja, se había convertido en algo natural. Se necesitaban, más de lo que ambos se atrevían a admitir al principio. Las sombras de sus culpas seguían allí, como una niebla densa que jamás desaparecía por completo, pero aprendieron a convivir con ellas, a no dejar que el dolor los consumiera.

Las conversaciones eran ahora diferentes. Ya no se limitaban a discutir, ni a lanzarse puyas afiladas. Hablaban sobre todo, sobre nada, sobre el futuro que nunca creyeron posible. Subaru le contó a Pandora historias de un mundo que ya no existía, de momentos felices, de sueños rotos. Hablaron de los amores perdidos, de las promesas incumplidas, pero también de las esperanzas de un futuro mejor. Pandora, a su manera, comenzó a compartir partes de su vida, de sus recuerdos, de lo que había significado despertar sus poderes de diosa, lo invencible que se había sentido en ese momento, pero también de la soledad que le había tocado vivir durante siglos.

En medio de esas conversaciones, los dos comenzaron a entenderse de una manera profunda, casi instintiva. Pandora ya no era solo la bruja de la vanagloria, la mujer que se había convertido en su enemiga, la fuerza destructiva que había marcado su vida. Ahora era alguien que, al igual que él, había sufrido, había perdido, y había sido consumida por sus propios errores y culpas.

Subaru ya no era solo el tonto que había arruinado su vida, el chico que había llegado a desafiarla y desterrarla del mundo. Ahora era alguien con quien compartir esa carga, alguien con quien podía encontrar un respiro en medio del vacío infinito.

Los días, meses, tal vez incluso siglos pasaron, pero el tiempo en el vacío ya no importaba tanto. No eran conscientes de cuánto había pasado, porque en su compañía, el tiempo se disolvía. Se abrazaban, a veces sin decir nada, solo por la necesidad de sentir que el otro estaba allí. A veces, compartían un beso, un gesto de cariño que desbordaba el amor no expresado en palabras, pero que ya no necesitaba más explicación.

Había momentos de silencio, en los que las palabras sobraban. Se miraban, y en esos ojos cansados pero serenos, ambos veían algo que ya no se podía negar: la aceptación. No necesitaban decir nada más para entenderse, para saber que lo que compartían era real, algo que transcendía el odio y el resentimiento de los días pasados. Se habían convertido en el único refugio del otro, en la única fuente de calor que todavía quedaba en ese frío e interminable vacío.

Pandora, por primera vez, dejó de verse a sí misma como una criatura invulnerable, invencible. En Subaru encontró una humanidad que no había tenido durante siglos. En él, vio algo que había perdido: esperanza. A pesar de sus crueldades pasadas, a pesar de la destrucción que había causado, había algo en él que la hacía sentir menos sola.

Y Subaru, por su parte, dejó de ver en Pandora a la mujer que había destruido su vida. Empezó a ver la fragilidad detrás de la máscara, el dolor detrás de su frialdad. La mujer que había sido su enemiga, ahora se convertía en su igual, en alguien con quien compartir la oscuridad, alguien que lo entendía sin necesidad de palabras.

Juntos, compartieron sueños. Hablaron de un futuro donde pudieran escapar de la prisión del vacío, donde pudieran vivir una vida diferente, una vida sin la carga de sus pasados. Subaru le habló de sus sueños de casarse, de una familia, pero también de sus nuevas esperanzas.

Pandora estuvo conmovida y por su parte, le contó lo que siempre había deseado: un lugar donde no fuera juzgada, donde pudiera vivir sin estar atrapada en su propia vanidad, sin estar atada a la imagen que los demás esperaban que fuera. Ambos, de alguna forma, soñaron con un futuro que ahora parecía posible, un futuro donde pudieran ser más que solo dos almas rotas en un vacío infinito.

Y así, día tras día, noche tras noche, su conexión creció más fuerte. La luz de su relación, aunque nacida en la oscuridad, empezó a brillar con fuerza. A veces, entre las sombras, Subaru sentía la calidez de Pandora cerca de él, y se sentía un poco menos perdido.

A veces, Pandora cerraba los ojos, y el sonido de la respiración de Subaru era todo lo que necesitaba para calmarse, para sentirse menos vacía.

Sin embargo, nada es eterno, ni siquiera el lugar donde ahora estaban prisioneros, y eso lo supieron en el momento menos esperado.

De repente, un día, sin previo aviso, una luz intensa invadió el espacio que había sido su hogar durante tanto tiempo. No era como cualquier luz que hubieran visto antes. Era una luz cálida, cegadora, que parecía prometer algo más allá de lo que conocían. Ambos se miraron, el miedo y la esperanza brillando en sus ojos.

Pandora:"¿Es esto...?" murmuró, su voz temblorosa.

Subaru asintió, sin poder decir nada más. Algo había cambiado. La prisión del vacío parecía estar cediendo, y por primera vez en mucho tiempo, sentían que la libertad era posible.

La luz los envolvió, y mientras el vacío comenzaba a desvanecerse, Pandora y Subaru se tomaron de las manos, sin necesidad de palabras, sabiendo que el futuro, por incierto que fuera, era algo que podían afrontar juntos.

Y, al final, en medio de la luz, la calidez y la compañía del otro fueron todo lo que necesitaban para dar el siguiente paso, hacia un nuevo comienzo. Sin importar el camino que tuvieran por delante, ahora sabían que no estarían solos.


Y FINN¡

Bueno, por ahora XD. Al fin acabe la parte del sello, no saben cuantas revisiones hice, y creo que aun así me faltaron mas XD. Pero como me animaron tanto sus comentarios, decidí traer antes el capitulo.

A mi parecer, me sentí satisfecho al ver como lo narre y desenvolví, pero cada uno tendrá su opinión, espero no haberlo hecho mal esta vez jeje.

Sin mas, espero disfruten y sigan apoyando esta historia, la verdad se ha vuelto mi favorita con el tiempo.

Un saludo a todos, nos vemos.