La sonrisa de mi cara es perpetua.

No hemos comunicado a nadie la noticia, estamos solo disfrutándola nosotros.

Tampoco hemos puesto fecha pero ambos queremos que sea pronto. Nada de estar comprometidos dos años antes de dar el sí quiero.

Ahora mismo estábamos inmersos en organizar la gira estival porque definitivamente este verano volvían los conciertos y los festivales.

Además quería darle una sorpresa a Edward y reunir a su familia y amigos en el backstage después del Ultra de Miami. Carlisle y Esme me habían confirmado su asistencia y estaba pendiente de los demás, aunque parece que todos tienen muchas ganas de volver a ver a su amigo.

Con Garret estábamos viendo cómo nos íbamos a organizar. Si abrían fronteras él comenzaría a viajar junto a Edward y eso significaba que en alguna ocasión iría él y yo no.

Por último nuestra casa estaba empezando a tomar forma. Las máquinas ya estaban sobre el terreno y si todo iba bien podríamos mudarnos a finales de año.

Ahora mismo solo había un gran agujero en el suelo recubierto de hormigón, los cimientos de nuestro hogar.

Teníamos muchos frentes abiertos pero todos me hacían inmensamente feliz.

A últimos de marzo viajamos a Estados Unidos, Edward sabía que iba a ver a su familia pero no sabía que iba a hacerlo a finales de esta semana. El plan era viajar a Los Ángeles tras el Ultra y luego quedarnos allí dos semanas.

Todos sus amigos y familiares van a viajar a Miami para asistir al festival y encontrarse con él según baje del escenario.

-¿Vamos a contárselo a tus padres?- le pregunto en el avión tocándome el anillo de pedida.

-Sí- me responde mi futuro marido besándome la mano- quiero que vayan limpiando sus agendas para la boda.

-Deberíamos ir viendo fechas. Llevamos dos años sin celebrar bodas y todo el mundo estará como loco por coger sitio.

-¿Tú crees?

Asiento.

-Ya sabes que por mí cuando tú quieras.

Me río, confía demasiado en mí y no ha echado un ojo a su agenda desde hace semanas.

-Este verano imposible, tienes muchísimas contrataciones.

-¿En serio?

-Sí cariño, mira- digo enseñándole el calendario.

Él había dado el ok para todos y cada uno de los sets, lo que creo que no sabía era cuando estaban colocados.

-Septiembre sigue libre- apunta.

Asiento.

-¿Te gusta septiembre?- me pregunta abrazándome.

-Me gusta mucho septiembre- sonrío- puede ser cualquier fin de semana pero mejor si el primero no. Tienes este set en Australia y no quiero bajar del avión y meterme en el vestido de novia.

-¿El tercero? Asumo que no quieres que coincida con tu cumpleaños-

-Asumes bien-

-¿17 de septiembre?- propone él.

Asiento sonriente.

-¿Dónde quieres casarte?- me pregunta.

-En Ibiza- digo de forma obvia-

Él asiente sin sorprenderse de mi respuesta.

-En Ibiza está nuestra casa y para mí es donde tiene sentido casarnos pero si tú prefieres hacerlo en Los Angeles por mí vale- le digo.

Me da igual donde casarme, lo importante es con quien.

Una vez llegamos a Miami nos alojamos en el mismo hotel que en 2019.

Edward estaba agotado, se había pasado todo el vuelo mezclando temas para el set de mañana y yo tenía un jet lag que me había provocado migraña.

Tras darnos una ducha nos metimos en la cama tan solo cubiertos por un antifaz que nos permitiera dormir en total oscuridad cuando fuera el sol brillaba con fuerza.

¡Cómo echaba de menos las persianas!

En el momento en el que ambos comenzábamos a dormirnos, alguien aporreó la puerta.

-¿Has pedido servicio de habitaciones?- me pregunta Edward incorporándose en la cama y quitándose el antifaz.

-Para nada- le respondo haciendo lo mismo.

-Voy a ver quién es- dice saliendo de la cama.

Observo su culo porque un moratón está comenzando a salirle en el glúteo izquierdo.

Le mordí ayer de broma.

Se pone unos pantalones vaqueros y la misma camiseta blanca que ha traído en el avión.

Cierra la puerta tras de sí y yo vuelvo a meterme en la cama al tiempo que oigo más golpes en la puerta.

Lo siguiente que escucho son voces exaltadas de felicidad y risas.

Extrañada salgo de la cama dejando el antifaz y me pongo unas mallas de deporte y una camiseta de Edward para salir de la habitación.

Al abrir la puerta me sorprendo al ver a tantas personas.

-¡Vaya!- digo algo cohibida caminando hasta ellos.

-¡Hola Bella!- me saluda Garret dándome un abrazo.

Luego le sigue Giselle y ésta me presenta a su pequeña hija que vergonzosa se esconde en su cuello.

-Sentimos llegar sin avisar pero no podíamos esperar más para veros por fin, ¡han pasado dos años!- nos dice Giselle.

Sonreímos y los animamos a sentarse en el salón de la suite donde hablamos sobre todo lo que ha pasado estos dos años.

Hemos mantenido el contacto pero sin vernos, se siente como si llevásemos años sin hablar.

Es extraño ver a Garret manteniendo una conversación de trabajo con Edward al tiempo que sostiene a su hija en brazos.

-Bella, me gustaría reunirme contigo mañana antes del set, ¿a qué hora te viene bien?

Me sorprendo un poco porque todo está atado ya y no me ha dicho nada.

Edward frunce el ceño mirándole y luego me mira a mí.

-Sí, podemos quedar después de desayunar, ¿te va bien?- pregunto señalando a la rubia que está sobre sus rodillas jugando con un peluche.

-Perfecto, ¿en la sala de reuniones del hotel? Está en la primera planta. Te espero sobre las 10:30- me dice.

Asiento conforme con la hora.

-Espera, no- dice Edward mirándome- a esa hora no. Quiero ir a Bayfront Park y ver el escenario antes. Ya sabéis que siempre lo hago y tiene que ser antes de las 12:00, antes de que se abran las puertas.

-Tú puedes ir a Bayfront Park y nosotros quedarnos aquí- le explica Garret encogiéndose de hombros.

-¿Y por qué no ponemos la reunión a la 13:00? Me gustaría que Bella viniera conmigo- expresa mi novio.

Garret se ríe.

-Dos años juntos estando pegados noche y día y seguís como el chicle. Solo voy a robarte a tu chica una hora, podrás superarlo y no es necesario que estés en la reunión. Vete a ver el escenario mientras nosotros hablamos de trabajo- le dice palmeando su hombro.

Guiño un ojo a Edward que no está muy conforme con la decisión pero Garret no tiene pinta de querer ceder.

La niña se pone a llorar cerca de la una del mediodía porque tiene hambre y eso obliga a sus padres a abandonar nuestra suite y dejarnos a solas pudiendo dormir por fin.

Por la noche Edward me tienta con el servicio de habitaciones pero es tradición que todos los djs del festival cenen juntos y le obligo a asistir a la cita.

Cenamos junto a David y Madeleine y otros compañeros de profesión. Se nos hace demasiado tarde por ahí y el reloj marca las dos de la mañana cuando volvemos al hotel.

-No Edward- le digo riendo apartando su boca de mi cuello.

Estoy semidesnuda en el baño quitándome el maquillaje y a duras penas puedo mantenerme de pie con el cansancio que arrastro desde que aterrizamos en Miami.

Definitivamente no tengo energías para el sexo.

-¿Por qué?- pregunta acariciándome los glúteos que deja al aire mi tanga blanco.

-Porque estoy muy cansada- le explico tirando el algodón manchado de color negro a la basura.

-Me ofrezco a hacer todo el trabajo- me dice mordiendo mi oreja.

-Muy amable, pero no. Voy a quedarme dormida según toque la cama- le digo riendo y besándole al salir del baño.

Oigo un suspiro exagerado antes de salir y me río mientras me meto en la cama.

Cuando suena el despertador a las ocho de la mañana, tengo toda la intención de darme media vuelta y seguir durmiendo calentita junto a mi prometido pero entonces recuerdo todo lo que tengo que hacer y gimo levantándome de la cama aun cansada.

He creado un grupo de whatsapp para la sorpresa de hoy con los padres de Edward y todos sus amigos, incluidos Alice y Jasper. Todos llegan a Miami a la hora de comer y esperarán a que Edward empiece el set para entrar al reservado y más tarde al camerino.

Estoy muy emocionada por ver cómo reacciona él.

Quiero desayunar con Edward antes de irme pero está tan profundamente dormido que prefiero bajar al restaurante del hotel y dejarle descansar. Así que le escribo una nota despidiéndome antes de salir.

Estoy con Garret cuando me llama pero no contesto porque la reunión es mucho más formal de lo que me esperaba.

-Siento la premura pero quería hablar contigo de esto cuanto antes y si es posible, cerrar contratos en los tres días del festival- me dice abriendo su portátil.

-Bien, cuéntame- le digo abriendo el mío igualmente.

Accedo a la sede online de la empresa de Edward y Garrett me pide meterme en el calendario.

Tal y como ya sabíamos, todos los fines de semana de verano están ocupados.

-Yann Pisenem quiere a Dj Üll en Ushuaïa los lunes y en HÏ los jueves, desde abril hasta octubre.

Apunto la información en las notas y continúo.

-El festival Beauregard en Francia del 3 al 7 de julio. 16 de julio estadio de Wembley en Londres. La residencia en Las Vegas los miércoles, de mayo a septiembre.

-Vale- le digo apuntando todo.

-¿Entonces confirmamos?

Frunzo el ceño algo contrariada.

-¿Quieres confirmarle 56 shows en Ibiza, 20 en Las Vegas, 2 en Francia y otro en Londres? Así, del tirón- digo con voz seria.

Garret me mira confuso.

-Todo sumado a los que ya tiene agendados que aproximadamente son entr sets cada fin de semana en diferentes partes del mundo- le informo revisando el calendario- es demasiado.

-Bella esto es lo normal- se ríe él.

-No, no me parece muy normal que se pase de mayo a septiembre viviendo en un avión.

-Edward puede con esto y con más. Hay que confirmar esta semana y necesito tu visto bueno, para eso es la reunión.

-Primero habrá que hablarlo con Edward.

-No, nosotros no funcionamos así. Yo soy su manager y yo llevo su carrera, yo tomo las decisiones que mejor le vengan. Tú debes tomar esas decisiones ahora.

-Y yo tomo la decisión de consultarlo primero con él- respondo firme.

-No es tu trabajo. Edward tiene que aceptar las decisiones que tú tomes.

-Garret- le llamo poniéndome en pie- Edward y yo no funcionamos así. No tomamos decisiones que nos afectan a ambos de manera unilateral. No pienso dar luz verde a nada que él no haya aceptado previamente.

-Lo entiendo Bella, de verdad que sí, pero creo que estás confundiendo como tomáis las decisiones de pareja, que os afectan en el ámbito personal, con las decisiones laborales que afectan únicamente al trabajo. Él confía en ti para llevarle su carrera, es tu responsabilidad.

Hay algo en las palabras de Garret, en su tono o en su mirada que me hace sentirme mal conmigo misma.

Me hace sentir que he fallado en mi trabajo.

-Si Edward no fuera mi pareja tampoco daría este paso sin consultarle- determino.

-Está bien, como quieras. Consúltalo pero hazlo rápido- dice poniéndose en pie.

Salgo de la sala de reuniones sintiéndome contrariada.

He entrado teniendo las cosas claras y salgo cuestionándome todo.

Subo a la habitación y me doy una ducha comenzando a prepararme para salir a Bayfront Park con la conversación con Garret aun en mi cabeza.

Estoy terminando de secarme el pelo cuando Edward regresa a la habitación sonriente.

-¿Y?- le pregunto expectante.

-Es impresionante. Han querido volver a lo grande tras el parón de la pandemia- me dice besándome- me gustaría que hubieras venido conmigo.

-Garret no te acompañaba a ver los escenarios antes de cada actuación cuando era tu manager.

Edward frunce el ceño mientras se quita la camiseta.

-Quería que vinieras porque eres mi novia, no mi manager- me aclara.

-Lo sé, perdón- le digo tirando la toalla sobre la cama y acercándome a él.

-¿Qué ha pasado? ¿Qué te ha dicho Garret?- adivina al verme la cara.

Rodeo su cuello con mis brazos y le doy un beso suave.

-Garret tiene una forma de ver este trabajo que dista de la mía y no sé si esa diferencia es porque eres mi pareja o porque realmente es la forma acertada de trabajar. Me expreso fatal, lo siento- le digo mirándole a los ojos.

-¿Qué te ha dicho Garret?- repite serio mirándome fijamente.

-Él quiere confirmar ya residencias y festivales para este verano, de abril a octubre algunos de ellos. Son como unos 70 o algo más y yo quiero hablarlo antes contigo, quiero que tú seas parte activa del proceso pero según Garret ese es nuestro trabajo y tú debes confiar en nosotros. Sin tener voto. ¿Así trabajabais antes?

-Más o menos. Es cierto que Garret no me consultaba cada fecha pero hay veces que yo he declinado cosas.

-Entonces soy yo la que no lo está haciendo bien- concluyo.

-¡No! ¡No he dicho eso!- se apresura a aclarar preocupado.

-No quiero venir a cambiar unas reglas que te han llevado a ser el dj número uno durante cuatro años consecutivos. Igual no ha sido buena idea trabajar juntos- confieso el temor que lleva atormentándome desde que he dejado esa sala de reuniones.

La cara de Edward se sorprende y se pone aún más serio.

-Para un momento. Llevas siendo mi manager casi dos años y todo ha ido bien, más que bien, ¿qué ha pasado en estas dos horas para que te replantees tu trabajo?- pregunta escéptico levantando la palma de las manos.

-Es que yo no estoy de acuerdo en agendarte 80 shows en diferentes partes del mundo sin consultarlo antes juntos y no voy a mentirte, me parece fatal disponer de tu tiempo sin contar contigo y con tus planes personales porque una vez fui la novia que quedaba relegada a los ratos libres que Garret me dejaba. Y esto me lo planteo porque soy tu pareja, si solo fuera tu manager quizás no me importaría que durante cuatro meses no te bajes del avión mientras tengas éxito laboral- confieso- quiero que Dj Üll siga siendo el número uno pero también quiero que Edward pueda dormir en su cama, en su casa, al menos dos días seguidos a la semana.

-Bella, cariño, eres la mejor persona que tengo en mi equipo, mejor que Garret incluso, y que no me oiga porque le debo mucho, pero necesito humanidad en mi equipo y eso solo lo aportas tú. Porque tú no me ves como un mero producto que hay que vender y publicitar, tú ves todo eso y también me ves a mí y a mis necesidades como persona. Antes de la pandemia ya había cosas que no estaban funcionando, yo no podía seguir trabajando al mismo ritmo, y tú ahí no trabajabas para mí aun.

-¿Y cuándo dejaron de funcionar?

-Cuando empezamos a estar juntos- confiesa.

-O sea que sí te he frenado profesionalmente-

-No. ¿Recuerdas cuando te llamaron para reincorporarte a la empresa de Barcelona y me dijiste que era incompatible con la vida que querías tener ahora? ¿Que antes te llenaba pero que ahora habías descubierto otras cosas que también te llenaban de la misma manera?

Asiento.

-Pues es igual para mí. Me encanta mi trabajo, me hace feliz pero también me hace feliz estar en casa contigo, sin hacer nada, así de simple. Necesito ambas cosas para ser feliz y solo tú puedes entenderlo porque eres mi manager y pronto serás mi mujer también. Garret nunca va a sentir eso que tú sientes cuando me agendas shows, porque para él solo soy un producto, es mi amigo sí, pero sobre nosotros prima la relación laboral frente a la personal. Si solo actúas como mi manager, no voy a ser feliz así sea el dj número uno del mundo.

-Vale.

-¿Vale?- pregunta bajando a mi altura y acercándose a besarme con ambas manos en mis mejillas- me gusta como trabajas, me gusta sentirme parte de todo el proceso, me gusta que cuentes conmigo para cada paso que decides sobre mi carrera, me hace sentirme importante y más motivado y responsable si cabe. Contratarte ha sido la mejor decisión que he tomado en mucho tiempo.

-Gracias- digo besándole.

Edward intensifica el beso y cuando nos separamos doy el paso que sé que tengo que dar.

-¿Mañana mientras desayunamos vemos las ofertas que tenemos sobre la mesa y decidimos?- le propongo.

-Sí, pero mi novia tiene que estar presente también. Tenemos que cerrar una gira y organizar una boda, vas a tener mucho trabajo Bella- me dice riendo.

Me uno a su risa y luego le meto de un empujón a la ducha.

.

.

.

¡Volvió la vida real!

Nadie sabe aún que se van a casar, tan solo ellos.

¿Qué os ha parecido la reaparición de Garret? ¿Habrá encontronazos con él? ¿Quién tiene ganas de ir de boda en septiembre?

Espero leer vuestras opiniones en las reviews así como también qué creéis que va a pasar en los próximos capítulos.

Muchas gracias por leer una vez más.