CAPITULO No 29
El sol era tenue a primeras horas de la mañana, casi siempre era igual en el Seireitei, mientras otros escuadrones apenas iniciaban sus actividades el segundo ya estaba en plena actividad. Yoruichi y Soi Fong se encontraban de pie en una enorme rama de un árbol observando como los oficiales sentados de dos dígitos iban en busca de los reclutas que se encontraban ocultos en esperar de no ser encontrados tan pronto. Los reclutas de ese grupo eran quince y otros quince más estaban programados para el lunes, pero hasta ese momento ya habían descubierto cuatro para decepción de Yoruichi y Soi Fong, ya que solo había pasado hora y media desde el inicio del ejercicio de ocultación.
— Cuando veamos el otro grupo podremos evaluar quienes verdaderamente necesitan un refuerzo en esa área — índico la peli azul.
La morena asintió conforme — les advertí que los primeros en fallar podrían ser castigados como lo hacemos con Ōmaeda — señalo y Soi no pudo evitar una sonrisa — espera — dijo con calma — creo que están a punto de encontrar a otro.
Como lo había señalado la morena uno de los chicos había sido descubierto entre unos arbustos bastantes tupidos que a simple vista no era visible lo que demostraba su buena capacidad para confundirse con el entorno, debía señalar que su apuesta era arriesgada y había funcionado por más de una hora, pero necesitaba mucho más para impresionarlas. El ejercicio era ciertamente tedioso, iniciaba a primera hora de la mañana dando un tiempo de 15 minutos para que los nuevos reclutas se oculten, ellos mismos debían pensar el lugar y como se ocultarían. Desde antes debían informar a su líder instructor que en este caso era Yoruichi el lugar específico de su escondite y cualquier detalle que ayudara a su ocultación.
Después soltaban a los sabuesos como decían coloquialmente, aunque no eran más que los oficiales sentados y con los nuevos siempre los encargados eran los oficiales sentados que correspondían del 10 al 20 para darles cierta oportunidad, aunque todos sabían que eso era una farsa, cualquiera que llegara un asiento era porque había pasado por mucho y sus dos capitanas no eran del tipo de promover a alguien sin talento. Luego debían moverse con rapidez entre los buscadores hacia el lugar indicado donde los asientos señalaban que habían encontrado cualquier rastro dejado por el recluta y esperar a ver si lo encontraban hasta que encontraran al último, con eso el ejercicio podía durar mas de lo estipulado y aun así las dos encontraron un poco de diversión en todo el asunto, usaron Shunpo cada vez que hubo destellos de Reiatsu señalando un posible descubrimiento, pero no era el simple hecho de correr por llegar pronto mas bien era una sana competencia por llegar primero.
Ya era pasado el mediodía cuando el último recluta fue encontrado y el recluta se resistió a ser encontrado fácilmente dando una buena imagen no solo para él, porque también era una victoria para Yoruichi quien había sido quien había dado los primeros cimientos para ser del segundo escuadrón y Onmitsukidō, siendo los entrenamientos enfocados en ocultación, rastreo, Hakuda y Shunpo. Los resultados los discutirían luego de leer todos los informes que dieran los Shinigamis con asientos, pero justo ahora almorzaban en completo silencio había sido una mañana bastante movida y su pequeña competencia o juego con Shunpo les había dado cierto sentimiento de nostalgia que para la morena hacia que su sentimiento fuese mas grande al reconocer que todos esos recuerdos pasados habían sido como una especie de preámbulo de su amor hacia la peli azul, por otro lado para Soi Fong la nostalgia solo le hacía sentir desdichada.
— Debo irme — apunto la morena poniéndose de pie para ir a su habitación — le prometí a Yūshirō que podríamos tener un pequeño entrenamiento.
Soi se puso de pie y medio sonrió — me gustaría ver su progreso — dijo con sinceridad y sin pensarlo mucho ya que tomó por sorpresa a sí misma.
Yoruichi parpadeo, fue como si simplemente Soi haya soltado lo que pensaba — ¿quieres venir? — Pregunto con una leve sonrisa y la peli azul asintió — pero no participaras, solo estarás ahí evaluando el progreso de tu alumno.
Soi hizo una mueca — está bien — acepto, había aprendido que era mejor ceder a meterse a una discusión que pudiese sacar a colación otros asuntos que prefería evitar.
— Bien, solo deja que me cambien de ropa y nos vamos — comento y salió con dirección a su habitación.
Soi suspiro, no sabía si lo que había hecho estaba bien cuando se había propuesto mantener cierta distancia personal con Yoruichi. Pero tampoco podía negarse al hecho de que deseaba ver si su alumno había avanzado en su entrenamiento todo este tiempo que ella no estuvo para guiarlo en su entrenamiento particular. La peli azul esperaba que la cena con los Shihōin no fuese tan larga, sobre todo que lo que haya pasado entre ella y Yoruichi no fuese algo molesto, aunque lo cierto es que no ha pasado nada.
— Ese es el problema aquí — dijo el alma de su espada — no pasa nada porque no quieres, seguro que Yoruichi esta muy dispuesta a que pasen muchas cosas.
Soi Fong puso los ojos — por favor, deja de poner pensamientos así — pidió Suzumebachi.
La morena salió de la habitación sin su Haori, solo vestida con el uniforme estándar de los Shinigamis y su conocida chaqueta naranja. Soi al momento se puso de pie a sabiendas que era el momento de marcharse — vamos — dijo Yoruichi y al instante salió usando Shunpo, Soi parpadeo y supo que debía ponerse al día o quedaría atrás.
Yūshirō estaba practicado sus katas en el dojo de la mansión, su hermana le había dicho que antes de la llegada Soi Fong para la cena iban a tener un pequeño entrenamiento para no perder forma. Según el joven Shihōin sus entrenamientos ya no eran tan divertidos como antes de la guerra, una parte de su alegre y juguetona hermana se había apagado porque no había muchos momentos de relax en el entrenamiento como antes cuando sabía que Soi Fong era quien le hacia trabajar duro y su hermana le daba esos momentos de enseñanza y diversión, hasta le perdonada sus faltas, pero desde que tomo por completo su enseñanza no hubo ningún indulto o juego. Antes había escuchado a Soi Fong comentar que Yoruichi era bastante estricta en la enseñanza, pero sabia que en el fondo la peli azul nunca diría que su hermana se ponía a jugar la mancha al final de cada entrenamiento duro.
La puerta del dojo fue abierta y Yūshirō rápidamente se puso firme, la morena entro de una vez — que bueno que ya estás aquí — señalo la morena — hoy tendremos un observador en el entrenamiento.
El joven moreno suspiro internamente y vio aparecer a la peli azul tras su hermana, por instinto uso Shunpo para acercarse y estaba por lanzarse en una abrazo hacia la peli azul pero su hermana al instante le lanzo esa mirada de advertencia — Gundanchō — saludo inclinándose de manera casi ceremoniosa.
Soi Fong parpadeo un poco confusa — no tiene que inclinarse Yūshirō-san, menos hacer uso de los protocolos — dijo con una leve confusión, el chico casi nunca lo era en privado o cuando tenían sus entrenamientos.
Yūshirō sonrío ampliamente — es una manera de agradecerte por salvarnos a todos — dijo con seriedad — ¿volverás a entrenarme? — Cuestiono.
La morena y Soi se miraron confusas, lo cierto es que no habían hablado al respecto — aún es pronto Yūshirō — respondió Yoruichi — Soi Fong tiene que tomarse con calma el entrenamiento.
— Aun no hemos hablado sobre tu capacitación, por obvias razones — comento la peli azul mirando hacia la morena — Kotetsu taichō pidió que me tomara con clama la capacitación y entrenamiento, se supone que hoy vería si has avanzado desde donde lo dejamos.
El joven Shihōin miraba entre su hermana y Soi, aun cuando era joven podía sentir que entre ellas había cierto ambiente tenso, le recordaba al tiempo en el que su hermana había llegado después de descubrir a Aizen como traidor dejando entrever que su hermana tuvo razón en salvar a Kisuke y los demás, pero su padre aun no le perdonaba por mucho que su madre y el deseaban el regreso de Yoruichi.
— Entiendo — dijo el joven Shihōin — ¿empezamos? — Pregunto a su hermana.
Yoruichi sonrío — esa es la actitud — dijo — toma tu lugar, ya sabes solo será un repaso a lo ultimo que entrenamos.
Al instante el chico se puso en guardia, Yoruichi fue un borrón para cualquiera que no estuviese los ojos afinados o la capacidad de ver a la diosa flash. Soi sabía que Yūshirō era veloz, pero al parecer su hermana parecía no cuartarse con el chico y vio como este hacia su máximo esfuerzo para defenderse a la vez que veía la forma de contraatacar. La peli azul se sorprendió un poco por la manera implacable en que Yoruichi atacaba, pero lo que más le sorprendió fue que el joven Shihōin había mejorado en su defensa y de a poco empezaba los contrataques, usando Kidō y Hakuda combinados. Soi Fong se mostro un poco inquieta ante esa manera de empujar en el entrenamiento a Yūshirō, si seguía por ese camino era muy posible que pronto estuviese por encontrarse con los principio del Shunkō.
Aun así, pudo notar que le faltaba mucho por aprender, Yūshirō cayó al piso tres veces sin poder contener los ataques y luego de casi quince minutos hubo una pausa. Yoruichi espero un momento a que el chico tomara un poco de aire — ahora ataca — ordeno, al instante su hermano inicio sus ataques que al principio fueron lentos y después de unos instantes mejoraban en velocidad e intensidad, pero Soi sabia mejor que nadie lo difícil de asestar algún golpe en contra de Yoruichi, aun ahora hasta ahora tenía cierta dificultad, se notaba el esfuerzo por intentar asestar al menos un golpe, sabia que cualquiera que se enfrentaba a Shihōin Yoruichi, terminaría frustrado. Después de casi media hora el entrenamiento había terminado luego de que un sirviente había anunciado que la cena casi estaba lista. Soi felicito a Yūshirō porque veía un avance a la última vez que habían entrenado.
Shiro Shihōin miraba desde su despacho la entrada del Dōjō, hace mas de media hora que uno de los sirvientes había informado la llegada de su hija junto a Soi Fong, sabia por su hija que antes de la cena haría un pequeño calentamiento con Yūshirō para no perder el hilo de los entrenamientos que después de la guerra se había perdido mucho tiempo de su capacitación y según Yoruichi había dicho que era momento de que su hermano debía de iniciar con el entrenamiento fuerte si iba a ser el próximo líder del clan. Eso que su hija había expresado no sabía cómo tomarlo ya que su hija aún era el líder del clan, pero cuando lo dijo fue con esa convicción de la que era conocida desde que era un infante.
Shiro podía recordar como si fuese ayer el momento en que nació Yoruichi, el parto se había prolongado por mas tiempo del que era señalado como algo normal lo que molestaba al Tenjirō Kirinji que acompañaba a su ahora aprendiz Retsu Unohana al parto. Habían condicionado una habitación en la mansión. Algunos ancianos del consejo se encontraban en la sala en espera del nacimiento del futuro líder del clan y las esperanzas de que fuese un varón eran grandes. Todos deseaban estar presentes al nacimiento del heredero y por fin luego de más de diez horas nació. Shiro vio como uno de sus sirvientes le miraba pálido, como si algo terrible hubiese ocurrido, cuando entro y se acercó, Minako cargaba a su hijo.
La doctora por fin se acerco "es una niña" anuncio, comento algo más sobre el estado perfecto de salud de las dos y se marchó para darles privacidad. Todos sabían lo que significaba para una de las grandes familiar nobles que el primogénito no fuese varón, podían esperar a tener otro o simplemente un primo podía usurpar su lugar si el consejo no percibía algo extraordinario en la primogénita hembra. Vio las lágrimas de Minako que intuía la suerte que podía tener su hija de ahora en adelante, en ese mismo instante Shiro la observo, la bebe estaba serena en el abrazo de su madre, cuando lo noto de alguna manera alzo su manita y eso derritió su corazón. Desde ese momento se prometió a si mismo que haría de ella una líder que ningún otro Shihōin haya visto y así nadie dudaría de su liderazgo, luego de unos días apareció Ichibē recién llegado del palacio con lo que sería una profecía que fue entregada para reafirmar el liderazgo de Yoruichi.
Desde que el consejo de ancianos del clan acepto a Yoruichi como la líder del clan cuando apenas tenía dos años las cosas fueron más fáciles. Pero si Shiro era sincero consigo mismo, su hija siempre demostró una capacidad innata como líder, su entrenamiento fue con los mejores instructores que la capacitaron desde temprana edad y los cuales no duraban demasiado porque todo lo que Yoruichi aprendía lo mejoraba notablemente, su velocidad siempre fue casi sobrenatural para su edad y nadie podía seguirle el ritmo por lo que rápidamente gano ese apodo de "diosa flash" Aun así Shiro vislumbro la una falla importante de la princesa del clan, su carácter.
Al principio fue fácil que Yoruichi hiciera caso a las reglas aun cuando preguntaba porque debía hacer algo que algunas veces no le agradaba, Minako ya había dicho que su hija tenia sus propios pensamientos y algunas veces podía ser voluntariosa, ser la princesa de casa no había ayudado en eso ya que había aprendido a dar órdenes desde pequeña. Fue en su adolescencia donde más broto su rebeldía a seguir órdenes del consejo al pie de la letra y cuando los ancianos quisieron ponerle un freno ella misma se opuso con voluntad y todos pudieron ver que Shihōin Yoruichi había alcanzado los hitos impuestos para cada líder del clan, no había nadie que pudiese hacerle frente en cada rama de combate para un Shinigami estándar. Shunpo, Kidō, Hohō, Hakuda estaba por encima de muchos, ya poseía Shikai y estaba trabajando para obtener Bankai.
Era el líder del clan más joven que había ascendido en total capacidad y con ello se había presentado con los nobles y Gotei 13 para tomar las riendas del Onmitsukidō y segunda división. El mismísimo Yamamoto Genryūsai había puesto a prueba sus habilidades junto con tres observadores en los cuales se encontraba Retsu Unohana, Kirio Hikifune y Ginrei Kuchiki. Yoruichi gano fama como capitán más joven del Segundo escuadrón y Gundanchō del Onmitsukidō, muchos desearon llevarla al altar, pero su hija en ese entonces deseaba ser mejor y estaba en el camino de inventar una nueva técnica de lucha, así como antes había obtenido su gran carta de triunfo, el poder de la transformación. Fue una de los primeros Shinigamis después de Yamamoto en ser convocada a un entrenamiento especial al palacio.
Después de afianzar su liderazgo en el Gotei 13, tomo la tarea de mejorar su escuadrón, luego de un tiempo su futuro casi se fue por la borda gracias a Kisuke Urahara o mejor dicho por culpa de Aizen Sōsuke, pero al final todo fue para bien porque salvo vidas inocentes que eran compañeros de lucha, a su regreso del exilio fue un referente en la guerra de invierno, aun cuando no había vuelto a retomar el título de líder del clan. Había sido un camino largo para que su hija volviese con la familia, para retomar el liderazgo del clan y hasta ese día Shiro intentaba que su hija hiciera el último esfuerzo por su clan, por la familia y con el fin que se cumpliera la profecía de que su primogénito seria servidor del Rey.
Fue una lastima que sus esfuerzos se fueran por la borda, hubo un momento hace meses que sintió que había logrado que Yoruichi dejara de correr y aceptara cumplir su último deber como líder del clan, el contraer matrimonio y procrear un futuro heredero. Cuando acepto el plan de alejar al consejo con un falso compromiso con Urahara Kisuke fue un gran logro que se esfumo con brevedad. Aun hasta ese día no entendía donde había estado el error, si había sido por la ineptitud del tendedero en el campo amoroso o por la rebeldía ya conocida de su hija, aunque hasta hoy se resistía a rendirse. Pensando en eso último por fin vio que Yūshirō salía del Dōjō, junto a su hermana y Soi Fong, los vio charlar de manera calma y en ese momento Shiro pensó que tal vez Soi Fong podría ser de ayuda para que su hija aceptará nuevamente a Kisuke y volvieran a intentar el compromiso.
Minako había sido la primera que salió a dar un caluroso recibimiento a Soi Fong que hasta se sintió un poco cohibida, Shiro al momento en que apareció se notó visiblemente feliz de verle en privado sin personas entrometidas alrededor. Fueron directamente al comedor para charlar y beber un poco de té, mientras Yoruichi y el joven Yūshirō iban a cambiarse a sus habitaciones. La platica fue bastante normal, entre preguntas sobre su visita al palacio del rey y recuperación, Soi Fong agradeció que las preguntas no fuesen muy intrusivas, además de eso Shiro Shihōin aprovecho el momento para hablar sobre la cena en la mansión de los Tsunayashiro y como Tokinada había arruinado lo que podía ser una oportunidad para lavar un poco su mala fama. Minako deseaba que su esposo no se explayara demasiado y fue en ese momento que sus hijos aparecieron.
— ¿Por qué no esta servido? — Pregunto Yoruichi.
Minako asintió con una sonrisa dando la orden de servir — decidimos esperar a que ustedes se unieran a la mesa, además hemos estado charlando un poco — indico.
— Espero que no estuviesen hablando de política o los nobles — dijo la morena — seria desconsiderado.
— Soi nos contó brevemente cómo fue su recuperación — informó Shiro — como tú, no dio muchos detalles del palacio y tocamos un poco el tema de la cena de ayer.
La morena suspiro, su padre como siempre muy predecible — disculpa a mi padre Soi, al parecer el termino "confidencial" no lo entiende cuando se trata del palacio del rey.
— No es malo saber un poco, no es como si planeara asaltar el palacio — se quejo el patriarca.
Soi sonrío un poco ante el comentario — ¿sabes porque no todos van? — Pregunto la morena y vio que su padre suspiraba — porque quieren mantenerse ocultos, así se evitan de problemas con invasores que quieren poder o destruir los tres mundos.
El patriarca puso los ojos — ¿ves? — Dijo a Soi Fong — es difícil conseguir que me comparta algo de lo que hablo con el Rey.
Yoruichi puso los ojos ante lo dicho por su padre, Soi se mostró interesada — ¿usted tuvo audiencia con el Rey? — Pregunto.
La morena le miro seria por la pregunta, no sabía la curiosidad de la peli azul era simple curiosidad o su manera de interrogarla sutilmente. Lo que pudo notar a primera vista fue que parecía interesada — se supone que es algo que papá no debería ventilar como un tema de conversación — apunto — pero sí, tuve una breve audiencia.
— ¿Tu también tuviste una Soi-chan? — Pregunto Yūshirō.
Soi pareció ser tomada por sorpresa ante la pregunta y la morena pudo notar ese pequeño momento de duda — no — dijo recuperándose un poco — la mayor parte la pase en recuperación.
Minako suspiro — bueno, es mejor cenar antes de que la comida se enfrié — sugirió al ver que ya estaba la comida servida y por la charla nadie comía.
La cena se llevo acabo y la charla fluyo un poco más banal, sobre la reconstrucción en la Sociedad de almas y alguna que otra noticia de los nobles. Yoruichi trato de no hacer muchos comentaros en la cena, dejando que sus padres monopolizaran la conversación, su hermano parecía un poco pensativo, seguramente se preguntaba mentalmente si Soi Fong volvería a entrenarlo como lo hacían antes del inicio de la guerra. Pero la morena sabía que la normalidad tardaría en llegar, Soi aún tenía que recuperarse por completo, hasta ahora solo había hecho un entrenamiento decente con ella sin presionar demasiado los límites y sería contraproducente hacerlo cuando Kotetsu había sugerido ir con calma.
Soi respondía la preguntas de los Shihōin lo mejor que podía sin revelar demasiados detalles sobre el palacio al ver que Yoruichi parecía bastante hermética al respecto y podía entenderla. Nunca había recibido algún indicación de no hablar sobre el palacio del rey o el rey Alma, pero solo el hecho de que pocos supieran sobre el escuadrón cero era de por si un indicativo de que era uno de los secretos mejor guardados del Gotei 13. El padre de la morena parecía darle mucha importancia a la charla de su hija con el rey alma y en ese punto Soi se preguntaba qué pasaría si se diera cuenta que ella también tuvo una audiencia con el rey alma. Minako-san como siempre se mostraba amable y en cierto punto cariñoso en su trato, Yūshirō parecía muy emocionado de su regreso. Entonces lo que Shiro dijo al momento la recibió con sorpresa que no fue capaz de ocultar y más que eso no pudo evitar que su rostro mostrara un sonrojo del cual noto que hizo sonreir a Yoruichi.
— Disculpe, ¿Qué fue lo que dijo? — Pregunto la peli azul.
Shiro carraspeó dando un tono mas serio — escuche sobre un posible interés de cortejo de parte de Byakuya Kuchiki hacia ti — señalo — según tengo entendido hizo un almuerzo en tu honor a tu regreso y el día de ayer según comentó una de sus tías, armo una cena intima en la mansión Kuchiki.
Soi se sorprendió que una cena entre compañeros capitanes pasara a ser una íntima de cortejo — me parece una exageración — refuto al momento la peli azul y noto la sonrisa divertida de Yoruichi — solo fue una cena entre compañeros capitanes, porque también se encontraba Hitsugaya taichō y Rukia — señalo.
— Bueno, es normal que los capitanes que fueron a entrenar al palacio quieran tener un momento para hablar luego de lo sucedido — concedió Yoruichi dándole un respiro — no creo que a este tiempo a Byakuya le picara el bicho del amor después de tantos años.
Shiro miro entre su hija y Soi Fong, suspiro — en todo caso, sabemos que en algunos rumores hay un poco de verdad — dijo al momento — puede que también quieran emparejarte con Hitsugaya taichō ya que es de tu edad — comento, haciendo que Soi se cruzara de brazos mostrándose un poco incomoda.
— Imagino que Shaolin tiene mucho que procesar luego de su regreso, más que pensar en un matrimonio arreglado — señalo Minako.
Shiro negó — solo pienso que debería de empezar a pensar la mejor opción para un futuro matrimonio, posponer lo inevitable no hará que las obligaciones de su clan desaparezcan.
— Deja se insistir con ese tema, la estas incomodando — dijo la morena al instante.
Hubo un momento de silencio en la mesa, era una suerte que la comida en los platos era casi inexistente. Soi noto que Yoruichi se mostraba visiblemente molesta, el tema no era de su predilección lo sabía bien ya que la fama de la princesa del clan Shihōin era conocida por su aversión a un matrimonio arreglado. Pero ella ya estaba acostumbrada a esos temas con Shiro Shihōin, no era la primera vez que intentaba conocer sobre alguna inclinación romántica o simplemente "aconsejar" Sobre el futuro y ver lo mejor para ella y su clan, sin dejar de mencionar que su clan está sujeto a los Shihōin.
— Sabe lo que pienso sobre el matrimonio Shiro-dono — dijo con calma la peli azul — los ancianos del clan están dispuestos a esperar lo necesario y por ahora lo primordial para mi es una total recuperación — señalo — con el tiempo podre valorar las opciones que se presenten, pero ahora eso no es algo que me quite el sueño.
Shiro esbozo una sonrisa, aliviado ante las palabras de Soi Fong, el más que nadie sabía la posición en la que se encontraba justo ahora luego de que su participación final en la última guerra, cualquier casa noble podía ver la oportunidad y poner su interés en el Gundanchō con la esperanza de concretar un compromiso que termine en matrimonio con el único fin de influir políticamente en el Onmitsukidō. Hace mil años había tenido el mismo temor, pero fue una fortuna que la familia Fong no empujara a su líder a un acuerdo marital por ser demasiado joven, además la chica había puesto las cosas claras al señalar la importancia de reafirmar su posición, así como la del Onmitsukidō y segunda división que habían quedado un poco desprestigiados ante la huida de su anterior Gundanchō y capitán.
— Lo sé, pero tu posición ha cambiado notablemente — señalo Shiro — además de ser uno de los héroes de la última guerra eres un mujer hecha y derecha.
— Déjala en paz, no eres su padre — soltó la morena un poco molesta por la insistencia de su padre de seguir con ese tema. Se puso de pie al momento, sabía que había arruinado el momento — me disculpo Gundanchō, queda en su casa — señalo — estoy cansada así que me retiro a mi habitación, vamos Yūshirō — llamo a su hermano — buenas noches — se despidió y salió del comedor.
— Espero vuelvas a ser mi maestra — dijo el joven y se inclinó levemente — buenas noches Gundanchō — se despidió.
Los vieron marcharse en total silencio, aunque la morena se había adelantado, Minako se puso de pie — será mejor que vayan a la sala, llevare un poco de té.
— Iremos al despacho — indico Shiro — me gustaría hablar un poco más contigo antes de que te marches.
Soi se puso de pie al momento — por supuesto — acepto — gracias por la deliciosa cena Minako-san — agradeció con una leve inclinación.
— Deja el protocolo, sabes que conmigo eso no es necesario — dijo Minako — Shiro no la atosigues — advirtió.
El camino hacia el despacho fue con poca charla, Shiro le contaba a Soi los por menores de los nobles luego del final de la guerra. Como algunas casas se había unido para ayudar con la reconstrucción del Seireitei y llegando al despacho se acomodaron frente a un tablero de ajedrez comenzando una partida como era su costumbre, bebiendo té y de vez en cuando compartía alguna cosas como la forma en que Kyōraku era diferente a Yamamoto en su maneras de llevar las riendas el Gotei. Ante eso Soi solo pudo decir que el Sōtaichō ante todo veía por el bien de la Sociedad de almas, nobles y personas del Rungokai.
Luego de un momento en que Soi movió su rey para hacerle Jaque al moreno este sonrío con diversión — cada partida te toma menos tiempo para vencerme — comento.
— He tenido más de medio siglo para aprender — apunto con una leve sonrisa.
Shiro suspiro — gracias — dijo de pronto tomando a la peli azul por sorpresa — todo este tiempo que Yoruichi no estuvo te has encargado de que nuestra familia tenga el respeto que otros pensaban que no merecíamos.
Soi negó al instante — no tiene que agradecer, el tiempo mostro que Yoruichi-san actuó de manera justa y valiente — se encogió de hombros — como dije hace décadas, estoy para servir al noble clan Shihōin.
— Si, pero también en esta pasada guerra cuidaste de mis hijos llegando justo a tiempo con los demás para su rescate — comento — eso es mucho mas que un simple servicio al clan o mi familia.
— Como usted lo dijo, no fui la única ahí — señalo Soi — se suponía que sus hijos no debían estar ahí, ese fue un fallo de mis hombres y por ende también mío.
Shiro suspiro — seamos sinceros Soi Fong, Yoruichi nunca se quedaría en casa como la princesa que es — dijo resignado — siempre tiene que hacer las cosas a su modo y eso siempre ha sido un problema — se quejó — justo como ahora, sabe que no puede seguir escapando de lo inevitable que es un matrimonio, pero sigue dilatando la situación.
— Estoy segura que Yoruichi taichō sabe la importancia de asegurar el futuro del clan con un matrimonio y heredero — indico la peli azul con tono parco.
El moreno le miro — mi hija ha cambiado — reconoció — la guerra la afecto de una manera que no entiendo — confeso — pensé que con tu regreso volvería a ser vivaz, es más responsable y eso es bueno, pero acepto que me agradaría que fuese feliz.
— Tal vez solo deba darle tiempo — comento Soi tentativamente, no quería tampoco ser una piedra de tropiezo o tomar alguna ventaja — cuando vea que estoy al cien por ciento tendrá tiempo para relajarse, quizá visite el mundo de los vivos.
Shiro pareció bufar — no creo — negó al instante — Soi ayúdame — pidió — el consejo ve que el tiempo pasa y no hay ninguna señal de concretar un matrimonio.
— No veo como yo puedo ayudar — comento incomoda la peli azul.
— Bueno, todos sabemos que Yoruichi te tiene un afecto especial — señalo — eres de las pocas personas que ha dejado que se acerquen a ella fuera de Kūkaku y Urahara.
Soi sintió que su corazón salto ante tal detalle — por el mismo afecto que Yoruichi-san me tiene no soy capaz de inmiscuirme en asuntos de carácter personal y ella no es de las que hablan de sus planes — confeso.
— Entonces, ¿no te ha contado que acepto un futuro compromiso con Kisuke? — Pregunto
— ¿Qué? — salió de sus labios sin pensarlo, pero al momento Soi supo recomponer la sorpresa, siempre fue experta en disfrazar sus sentimientos en presencia de los Shihōin y en ese momento debía de hacerlo de la mejor manera.
Shiro suspiro — lo sé, entiendo tu incredulidad a sabiendas que Kisuke parece poco fiable y no está a la altura de Yoruichi, entre otras cosas — dijo — pero nos guste o no le tiene en gran estima, ha vivido junto a él todo este tiempo antes de regresar a casa — señalo — fue sorprendente que aceptara mi idea.
— ¿Su idea? — Cuestiono la peli azul tratando de mantener la mente clara, cuando sentía que su sangre hervía en celos.
— Claro, mi planteamiento ante la petición del consejo de presionar a un casamiento era darles la noticia de un futuro compromiso — informó — sabia que Yoruichi no aceptaría a menos que fuese alguien en quien confiara y se sintiera cómoda, pero no sé qué sucedió entre ellos, que de un día para otro mi hija rompió el trato y desde entonces esta mucho mas renuente a hablar sobre casamiento — dijo — si no mira su reacción cuando te pregunte por lo que tu pensabas al respecto.
Soi suspiro — no veo como pueda ayudar Shiro-dono — comento — primeramente, me gustaría no involucrarme en algo tan personal para Yoruichi-san — dijo — además, no parece prudente inmiscuirme en asuntos propios de su clan y eso esta fuera de lugar dado que mi clan es fiel servidor del suyo.
Shiro negó al momento — no eres un sirviente Soi Fong — señalo — pero tienes razón, no puedo pedir más de lo que haces — acepto — pero al menos trata de saber que es lo que sucedió entre Kisuke y mi hija, con eso tal vez pueda arreglar las cosas entre ellos.
Soi apretó sus puños sitiándose impotente, celosa y molesta de la situación — lo intentare Shiro-dono — acepto a sabiendas que no podía negarse, se puso de pie — se hace tarde, será mejor volver al escuadrón.
— Tan pronto — se quejo levemente le moreno — bueno, ve con cuidado y espero verte pronto.
— Un gusto Shiro-dono — dijo dando una leve reverencia y con eso busco la salida a pasos rápidos, esperaba no encontrarse con Minako-san a la salida y mucho menos con Yoruichi porque sería imposible contener todas esas emociones en su interior.
Soi llego a sus aposentos tan rápido que pensó que había usado Jikū no Uzu, sentía su Reiatsu burbujeaba en su interior queriendo salir como una explosión de poder. Odiaba esto el sentirse abrumada por el torbellino de emociones como el enojo, los celos, envidia, hasta traición. Sabía que no debía sentirse de esa manera, pues ella misma había rechazado los sentimientos de Yoruichi, no tenía derecho de sentirse traicionada, pero si podía sentirse dolida de que al final Yoruichi se decantara por Kisuke, cualquiera sería mejor y podría soportarlo, pero no Urahara Kisuke. La peli azul fue a su habitación con el único fin de dormir y olvidarse de todo, pero recostada en su futón vio que era algo tan difícil su mente no ayudaba y cuando cerraba sus ojos, imágenes de Kisuke y la morena como una pareja aparecían.
Cerró los ojos más fuertemente e intento pensar en algo mejor — me sorprendes lo dramática que puedes llegar a ser, creí que ya habíamos superado esa etapa — dijo la voz seria de Suzumebachi cerca del oído derecho de la peli azul.
Soi abrió los ojos — ¿Cómo es que llegue aquí? — Pregunto.
El alama de su espada puso los ojos — pensaste en un lugar mejor — señalo— que mejor que tu mundo interior, donde puedes ser tu misma sin que otros te juzguen.
Ahora fue turno de la peli azul para poner los ojos — tú me juzgas y casi siempre me llevas la contraria — se quejó.
— ¡Por favor! — Exclamo — puede que algunas veces no estemos de acuerdo, pero puedo ser comprensiva y escuchar lo que tengas que expresar — señalo — como hace un siglo que venias a soltar todo ese veneno de amargura, odio y sentimientos de venganza en contra de tu amada Yoruichi y ese hombre — le recordó — sin olvidar la necedad de que liberara Bankai para usarlo en su contra.
Soi suspiro y se sintió un poco avergonzada, entendía que ya no era esa persona — no puedo evitar sentir — acepto.
Suzumebachi se puso a su lado — no puedes reprimir el amor por esa mujer por mucho que lo intentes — dijo seria — ya ha pasado mas de un siglo y hasta el día de hoy ese amor sigue minando tu estado de ánimo, pero ahora por propia elección.
La peli azul suspiro — ¿sabias que se comprometió con Kisuke? — Cuestiono.
— ¿Cómo podía saber? — Pregunto el alma de la espada — apenas sobrevivía con el poco Reiatsu que recibía — señalo — además, según escuche no era un compromiso en toda regla, deberías preguntarle a Yoruichi sobre eso si tanto deseas saber — Soi le miro indignada — oh, si no puedes porque prefieres que se case con cualquiera y al final seguramente termine con ese hombre.
Soi suspiro — sabes que el estatus de Yoruichi como líder de su clan peligraría si cometiera otro error — señalo — no seguir la línea de sangre y no tener un matrimonio es algo que no puede permitirse.
— Diré esto una vez más y espero entre en tu cabezota necia — comento — no puedes decidir por las dos, lo mejor es que hablaras seriamente con Yoruichi — sugirió con calma — pero si estas dispuesta a dejar que se case con cualquiera, hay una gran posibilidad que sea con Kisuke — le advirtió — cásate y ten ese hijo que servirá al rey, así todos saldrán ganando, aunque al final las dos sean infelices.
La peli azul iba a refutar lo dicho, acaso no se daba cuenta que no todo era tan simple como lo decía, el futuro, sus clanes, todo corría peligro si la deshonra caía sobre ellas, pero no hubo nada que pudiese decir porque de pronto se encontró viendo el techo de su habitación y recostada en su futón. Suspiro sabiendo que esa alma de su espada necia le había sacado de su mundo interior para no seguir dándole vueltas al asunto.
El día domingo era tranquilo en el Seireitei y en la mayoría de los escuadrones, las tareas eran mínimas y pocos eran los Shinigamis que deambulaban por el escuadrón en tareas oficiales y algunos que tenían que entrenar por algún castigo o por simple hecho de querer mejorar en alguna área en especial el Dōjō y gimnasio siempre estaban abiertos. Soi Fong despertó tarde ante el hecho de que su sueño fue inquieto, aun así, se dispuso a hacer un poco de papeleo y revisar informes de las patrullas en el Rungokai.
Era una suerte que Yoruichi pasara los fines de semana con su familia encargándose de los asuntos del clan. Ella podía tomar parte del final de la tarde para visitar a Retsu y charlar sobre lo que no le dejaba en paz sobre la morena, reconocía que siempre que hablaba con ella las cosas parecían aclararse en su mente. Pero también reconocía que ahora las cosas no eran como antes, Retsu ya no era esa mujer amorosa que cuidaba de todos con empeño y tiranía, ahora solo era el tan afamado Kenpachi que era famoso por su amor a las batallas sangrientas y su afán por la lucha. Sin olvidar que hoy ya no había ninguna duda sobre la reciprocidad de sentimientos amorosos que la capitana del segundo tenía para la morena.
Retsu sorbía su té con una sonrisa tan amplia que parecía iluminar toda la habitación. Soi Fong, en cambio, fruncía el ceño, sus ojos oscuros como dos tormentas a punto de estallar denotaban su molestia. Habían hablado del supuesto compromiso de Yoruichi y Kisuke, y la reacción de Unohana había sido tan inesperada como una flor brotando en pleno invierno, La capitana normalmente serena y mesurada, se había doblado de risa, una risa estridente y contagiosa que había hecho que Soi se cuestionara sus propias expectativas, ahora solo quería salir de ahí y estar sola, lo odiaba porque una vez más Retsu le hacía sentir como a una niña pequeña.
— Lo siento — dijo la Kenpachi de pronto.
Soi suspiro — está bien, realmente no sé qué estaba pensando.
Retsu le miro, la conocía demasiado bien y la manera tensa en que sostenía la taza de té decía mucho de la capitana del segundo escuadrón — las dos sabemos que no pensabas, solo son tus celos — apunto y vio la indignación en la peli azul — pero debo recordarte que tu misma es quien se ha negado a actuar en torno a los sentimientos que tienen la una por la otra — en este punto Soi sintió un nudo en la garganta — sé lo que piensas — indico — no vamos a seguir con lo mismo, ya hiciste tú elección.
— Si, hice mi elección — acepto — pensé que escogería alguien más, pero tenía que ser ese hombre — se quejó la capitana del segundo escuadrón, su voz era una susurro lleno de indignación.
— Según dices esto es algo que armo Shiro — señalo — seguramente busco alguien que pudiese ser aceptado por Yoruichi y se mantuvo en secreto con las esperanza que con el tiempo fuese real, las presiones de boda siempre han sido altas — reconoció — en consecuencia, no me parece justo que te quejes de que Yoruichi siga con su vida dado que no quieres ser parte de ella.
— Aun así, parece que no puedo estar fuera de los asunto de Yoruichi — se quejó y noto la mirada curiosa de Retsu sobre ella — Shiro Shihōin quiere que descubra cual fue el motivo por el que Yoruichi rompió el acuerdo.
Unohana enarco una de sus cejas — ¿no se lo dijiste? — Cuestiono y pudo ver la confusión en la peli azul — ella te ama, no a Kisuke — aclaro — imagínate, tantos años viviendo en el mundo viviente y nunca hubo más que una simple amistad — sonrío divertida — que clase de hombre no hace un movimiento al respecto, suena poco lógico.
Soi no pudo evitar una sonrisa que se apago al instante — por favor — dijo suavemente.
— ¿No has leído los informes de la reuniones en el primer escuadrón al término de la guerra? — Pregunto sabiendo que Soi ya había ido a leer al primer escuadrón — se fue a los golpes con Kisuke, por sus actitudes — señalo — claro que son mis deducciones, pero todos vieron como esa amistad de siglos de confianza y complicidad se fue deteriorando.
La peli azul suspiro — no hay manera de saber que sucedió entre ellos — confeso — Shiro Shihōin no dejara el tema por la paz.
Unohana le miro seria — pues pregúntale a Yoruichi, seguramente ella te podrá dar luz con respecto a eso.
— Eso es inaceptable — soltó con seriedad y un dejo de temblor en su voz.
Retsu suspiro con una mirada llena de comprensión, la conocía mejor que nadie, eran siglos de seguimiento, charlas sobre el tema y hasta el día de hoy le entristecía que Soi Fong sea tan obtusa al respecto. Siendo sincera con ella misma había veces que la capitana del cuarto escuadrón en aquel entonces quería sacudirla hasta dejarla sin sentido para que dejara de lado su necedad, algo impropio en ese entonces. Hace un siglo Unohana se sintió negligente como capitán de la cuarta división. Cuando sucedió el trágico evento de Hollowficación de unos capitanes y tenientes terminando con la huida del Gundanchō que había irrumpido en central 46 para salvar a Kisuke Urahara y Tessai Tsukabishi de ser sentenciados a muerte por considerarlos culpables, dejando un caos tras de sí y parte de ese caos fue Soi Fong una simple guardia de la princesa del clan Shihōin.
Ciertamente fue sometida a interrogatorios como muchos otros, señalada por alguno de sus pares como la mascota del Gundanchō. Pero su salud se deterioraba conforme su psique estaba en conflicto, no lo había notado en los interrogatorios. La chica parecía normal a simple vista, era terriblemente tímida dado su juventud, aunque no podía dejarse llevar ya que si era parte de la guardia principal de Yoruichi seguramente era un arma de matar. Aun así, con el tiempo la salud de la chica se deterioraba, según los informes de Marenoshin la chica casi no comía, pasaba todo el tiempo entrenando más allá de sus fuerzas y cuando se dio la noticia de que Shihōin Yoruichi era señalada como traidora tuvo un pequeño colapso mental. Le había tomado un tiempo desentrañar el verdadero problema de la chica y en su corazón se compadeció de la situación.
Pero hoy no podía compadecerse — nos conocemos desde hace tiempo Soi Fong — dijo la Kenpachi y la peli azul asintió en afirmación — ya no eres aquella joven tímida que perdió su propósito — le recordó — es mi deber recordarte que hay momentos en la vida que uno debe tomar decisiones cruciales — señalo — puedes seguir tu corazón y aceptar el amor que nació desde tu juventud o simplemente dejarlo pasar por deber o las reglas que rigen a los nobles, pero no olvides que cada elección tiene consecuencias — sentencio.
— No es tan simple Retsu — dijo con tono desesperado, las palabras del rey pesaban en su corazón y su sentido del deber no le permitía considerar desobedecer o decidir contra de cualquier cosa que la alejara de tener un hijo conforme a lo dicho por el rey.
— Las decisiones importantes nunca lo son — dijo con una mirada comprensiva — puedes ver a Yoruichi con otro y en el peor de los casos, verla terminar con Kisuke Urahara o ser rechazada por tu clan, siendo vituperada por los nobles — sentencio Retsu — ¿Cuál es el precio que estás dispuesta a pagar?
Soi Fong se sumió en la complejidad de la pregunta. No sabía que decir ni que hacer al respecto, de manera inesperada, sintió un enorme peso sobre sus hombros. Aunque no era ajena a las grandes responsabilidades y desafíos, esta decisión era distinta; era personal y única. Sabía que cualquiera de los caminos que eligiera no solo le afectaría a ella, sino también al honor de su clan. Nació en el clan Fong donde el deber siempre estuvo por encima de todo y deshonrar ese legado de sus padres sería una mancha imborrable para siempre, la lealtad a los Shihōin y especialmente a Yoruichi era otro motivo a considera.
Retsu la mira con simpatía y paciencia, sabiendo que en esos momentos cualquier decisión parecía una sentencia — es natural sentirse abrumada — reconoció.
Soi negó con firmeza, sus manos temblaban ligeramente — es más que eso — confieso.
— Tómalo con calma, considera lo mejor — sugirió — no debe ser hoy o mañana.
La peli azul soltó una amarga sonrisa — ¿considerar? — Cuestiono — ¡como si tuviera una maldita elección! — Exclamo — el deber me señala un camino y cualquier otro sería como una traición.
La Kenpachi la observo con frialdad, con sus ojos apagados y carentes de emoción. Soi se irguió de inmediato poniéndose alerta. No era la primera vez que podía sentir ese peligro alrededor de Retsu Unohana, hace más de un milenio siendo una joven e inexperta guardia del Gundanchō había percibido ese mismo peligro en la capitana del cuarto escuadrón. En aquel entonces, tras una de sus escapadas familiares para cazar Hollows, Lady Yoruichi la llevo a ser tratada por Unohana, después que Soi, impulsivamente se lanzara a defender a su capitán termino herida. Era evidente que Yoruichi no necesitaba su ayuda, y el resultado había sido su propia imprudencia. Pero Retsu, con la calma de siempre, no la reprendió. En lugar de ello dio un pequeño consejo a la morena de no forzar a los aprendices a seguir un ritmo que no les correspondía y era superior como el de un capitán. Al final, acompaño sus palabras con una sonrisa tan suave y amable. Que lejos de tranquilizarla, le provoco un escalofrió que le recorrió la columna.
— Si eso es lo que piensas — dijo suavemente Retsu, su voz tan suave como una hoja de acero — no vengas a llorar cuando toque educar a los hijos de Kisuke Urahara y la princesa del clan Shihōin.
La peli azul abrió la boca para responder, pero ninguna palabra salió. El corazón le latía con fuerza en el pecho, y sentía como si el aire le faltara. La idea la aterrorizo, sumida en sus pensamientos se cuestionó: ¿Estaba dispuesta a sacrificar su felicidad por el deber? ¿Y qué pasaría si, en efecto, le tocaba la posibilidad de capacitar un hijo de Kisuke Urahara?
Retsu la observó un momento más, había lanzado la bola y era bastante grande. Ahora solo quedaba ver que sucedía primero. Que Soi Fong derritiese su cerebro pensando largamente o tomara el valor de arriesgarse y ser feliz — creo que hemos terminado aquí — señalo, le tomo unos momentos a la peli azul reaccionar y asintió.
— Gracias — dijo en despedida y salió del treceavo escuadrón, la Kenpachi le miro partir y suspiro.
El Gundanchō llego a las oficinas del segundo escuadrón un poco agitada, era de noche y como cada domingo el movimiento de Shinigamis era mínimo, así como las actividades. Se sentía tensa de una manera casi familiar, no deseaba mas que hacer un poco de ejercicio y tal vez comer algo ligero eso siempre ha ayudado en sus peores momentos. Pasaron veinte minutos en el Dōjō privado haciendo un poco de entrenamiento en solitario y luego de un momento soltó un breve suspiro tomándose un descanso, pero lo único que podía sentir era esa constante angustia que quedo de su charla con Retsu.
— Bueno, creo que no podemos esperar un poco de simpatía de su parte — escucho la peli azul en su mente.
La peli azul frunció el ceño — ¿Suzumebachi? — Pregunto.
— Quien mas seria hablando en tu mente — dijo el alma de su Zanpakutō — ven, creo que seria bueno hablar un poco.
Soi puso los ojos, lo menos que deseaba era seguir pensando en su charla con Retsu y sabía que Suzumebachi tenía un punto de vista sobre la situación que era diferente al de ella. En conclusión, terminaría con un dolor de cabeza monumental. Aun así, se dispuso a ponerse en Seiza lista para entrar a su mundo interior y le tomo solo un momento antes de que la avispa estuviese frente a ella con rostro serio.
— Se que no deseabas hablar conmigo de todas las personas — apunto — pero, como te dije antes soy un reflejo de tu alma.
La peli azul suspiro — tenemos diferentes puntos de vista — se quejó con un dejo de frustración — al principio, las cosas fueron bien entre las dos, pero después…
Suzumebachi asintió con calma, su mirada firme pero serena — su partida fue un punto de inflexión — reconoció — pero mi nombre no es una casualidad Soi — comentó — el nombre que se me dio refleja tu carácter: rápido, letal y preciso, sin olvidar tu fuerza, ferocidad y determinación, tan similar a lo que representa una avispa.
— Recuerdo que eso me lo dijiste hace mucho tiempo — murmuro la peli azul, casi para sí misma.
— Por supuesto, cuando te decepcionaste del Bankai — añadió el alma de su Zanpakutō con cierto tono amargo — no es mi culpa que sea letal y de tamaño considerable.
Soi suspiro agotada — créeme, en este punto he aprendido a respetar mi Bankai por su poder de destrucción y agresividad — confeso con franqueza.
Hubo un breve silencio se instaló en el mundo interior, Suzumebachi quedo perpleja al escuchar a su portadora — gracias — dijo, ruborizada. Soi no pudo evitar admitir que había cierto encanto en ver a alguien sonrojarse — además, no solo es por mí — añadió la avispa — tu nombre significa abeja: dedicada, trabajadora, leal…a la reina de la colmena.
— Se que soy una persona compleja — admitió al fin — pensar en que ese hombre sea el elegido como esposo de Yoruichi-sama…es algo difícil de aceptar.
Suzumebachi asintió, entendía ese sentimiento — por mucho que me queje de la poca simpatía mostrada por Retsu, creo que dijo cosas muy ciertas — reconoció — solo debes recordar que no hace mucho renunciaste a tu derecho de ser líder del clan por ser leal al amor que creías imposible — señalo — ¿Por qué no arriesgarse por un amor real? — Cuestiono — ha pasado más de un siglo, este amor es un veneno que consume y el tiempo no lo desaparecerá, porque, aunque no nos guste el antídoto es Shihōin Yoruichi.
La peli azul suspiro deteniendo su mirada en la nada, charlar de sus sentimientos nunca fue fácil, apenas lo hablaba con Retsu, y siempre de manera escueta. La mayor parte del tiempo la excapitana del cuarto escuadrón era quien sacaba sus conclusiones, Suzumebachi nunca fue alguien para considerar hablar ya que sus opiniones solían ser contrapuestas, además, en cincuenta años había pasado de: "haremos pagar su traición" a un inolvidable "olvídate de esa mujer" Aceptaba que en ese tiempo tenía suficiente amargura, resentimiento y dolor acumulados, como para añadir el de su Zanpakutō. Después de su casi muerte y regreso sorpresivo a la vida, Suzumebachi tomo la idea de que Yoruichi y ella debían estar juntas desentendiéndose de todo lo que significaba ser un Fong.
Suzumebachi sonrío con simpatía — se lo que piensas — señalo — como un Fong, el deber y la responsabilidad han sido lo primordial en tu vida, pero te pido por una vez pienses solo en ti — pidió con sinceridad — considera ser feliz, deja de lado la carga del clan que siempre has llevado sobre tus hombros.
El silencio que siguió fue abrumador, Suzumebachi le planteaba algo tan inusual, no es que Soi Fong no haya sido egoísta algunas veces. Pero la frase de "pensar en sí misma" o "ser feliz" Eran un lujo que no se permitió considerar. En su adolescencia pensó que era feliz sirviendo a Yoruichi hasta que desertó dejándola con una sensación dolorosa de traición y perdida. La pequeña avispa tenía razón en algo, la peli azul había cargado toda la vida con la responsabilidad que le fue impuesta desde niña. Cuando Yoruichi huyo, asumió sus títulos y el deber de proteger la reputación de los Shihōin, evitando que su legado cayera en desgracia. Aceptar olvidarse de todo y buscar su propia felicidad era como pedirle que olvidara sus luchas, sus logros y los sacrificios de estos años.
— Debo descansar — dijo Soi en un susurro a sabiendas que posiblemente tendría un poco de insomnio.
Suzumebachi asintió seria, sabía que su portadora estaba sobrepasada con lo charlado con Retsu, sumando lo que ella había aportado. Pero este era el momento para poner las cartas sobre la mesa, sabía que el pensamiento de Yoruichi y Kisuke juntos como pareja era una imagen demasiado dolorosa y molesta para su portadora. Eso podía ser una oportunidad para que la peli azul reevaluara las decisiones. Ahora solo quedaba ser pacientes, esperar y ver qué decisión tomaría al respecto.
El día domingo paso en un abrir y cerrar de ojos, Yoruichi tenía una reunión con los ancianos, parte del consejo había solicitado una reunión con su líder para tratar asuntos del clan. La morena sospechaba que solo deseaban saber sobre el futuro compromiso o noticias del mismo. Shiro estaría con ella, ya se encontraban en el despacho esperando la llegada de los ancianos, Su padre aprovecho el momento para tratar de que su hija fuese un poco dócil a lo que se hablaría en es reunión.
— Seguramente preguntaran sobre tu futuro compromiso — señalo Shiro y noto como su hija ponía los ojos — espero que no hagas eso cuando pregunten al respecto.
Yoruichi suspiro — sabes que ese compromiso no existe — apunto — tal vez les plantee darles el heredero que todos esperan.
Shiro frunció el ceño — ¡estas loca! — Exclamo ofendido — no se te ocurra decirles algo como eso — ordeno — solo seria contraproducente para tu liderazgo.
— Sabes que no me importa — comento cansinamente la morena.
— Se que no, pero piensa en Yūshirō — indico — no seria justo arrastrarlo a la deshonra.
La morena lo medito por un breve instante, su padre tenía razón y le gustara o no debía de ser cauta por su hermano que merecía tener la oportunidad de algún día liderar el clan o la segunda división u Onmitsukidō — no puedo hablar de un compromiso que no existe y no deseo mentir sobre eso.
— ¿Por qué de pronto rompiste con Kisuke? — Cuestiono — no sé porque lo hiciste, pensé que te agradaba de esa manera.
Yoruichi suspiro — no — aclaro — fue alguien de confianza, pero el tiempo me mostro que no puedo confiar plenamente — Shiro iba a decir algo — si no hay confianza no hay nada — señalo — sea amistad, como Shinigamis y como pareja.
— Lo entiendo — acepto el moreno — aunque…Le pedí a Soi que averiguara que sucedió con ustedes — dijo suavemente. Al momento Yoruichi sintió que su estomago se hundía, no podía ser que Soi se hubiese enterado del compromiso con Kisuke, era lo que menos esperaba que sucediera, cuando estaba por reclamar la indiscreción la puerta se abrió apareciendo uno de los sirvientes.
— El consejo de ancianos ha llegado — anuncio.
— Que pasen — ordeno Yoruichi con seriedad.
Al momento diez de los más ancianos del consejo pasaban por la puerta para acomodarse en la oficina de la casa de la familia principal del clan Shihōin. Cada uno desfilo saludando a Yoruichi y Shiro, entre serios y solemnes mientras la morena mantenía seriedad, evitando pensar el lo que habría sido para Soi la noticia y lo que podría esperar cuando la viese el día de mañana. Kūkaku tenía razón, esa había sido una decisión estúpida de su parte y ahora iba a pagar su estupidez. Aun así, no tuvo tiempo para pensar, la reunión con los ancianos empezó y sorprendentemente el tema de conversación no fue ella, si no que los rumores sobre Soi Fong y la cena con el heredero Kuchiki, según lo entendía temían que el poder y la influencia del clan se viese alterado o disminuido si el clan Kuchiki intentaran una unión con los Fong.
El alivio se esfumo después de casi media hora entre relatos y comentarios, cuando uno de los ancianos sugirió que debían casar a la chica Fong con alguien de la familia que no fuese un problema a futuro. Shiro trato que se tomarán todo el asunto con calma, explicando que había hablado con Soi Fong sobre ese asunto, asegurándoles a todos que la chica era inteligente y leal al clan Shihōin. Aun así, los ancianos parecían reacios de dejar el tema por la paz. Yoruichi al momento tuvo una idea que podía ayudar en un futuro y calmar a los ancianos.
— Tengo una idea al respecto — dijo de pronto y todos pusieron atención — puedo hablar con el consejo del clan Fong para concertar un enlace matrimonial entre Soi Fong con un miembro del clan Shihōin, así nos aseguraríamos que otro clan no tome ventaja.
Todos los ancianos se miraron dudosos, mostrando cierta desconfianza ante lo dicho por su joven líder — seria una apuesta inconveniente — dijo uno de los ancianos, Yoruichi iba a refutar y otro de los consejeros amablemente amplio el comentario — princesa, se que tiene la voluntad de ayudar, pero si va con los consejeros del clan Fong les dará mas protagonismo y ellos pueden tomar ventaja.
— Por eso creo que lo que debemos confiar en Soi Fong — comento Shiro — Yoruichi está a su lado, puede estar atenta a cualquier noticia sobre alguna propuesta de matrimonio.
Uno de los ancianos miro hacia la morena — ¿Cómo va lo de tu compromiso? — Pregunto.
La morena miro seria a su padre y luego sonrío — estoy pensando en mis opciones — dijo con calma — Yūshirō aun es joven y si me caso pronto no hay posibilidad que el tome el mando de la segunda división y la familia.
— Según teníamos entendido buscaban alguien fuera de la nobleza para evitar que dejara el liderazgo del clan — señalo uno de los ancianos — cuando sucedió su visita al palacio del rey, su posición e influencia ha crecido en el clan — afirmo — se podría considerar alguien de la baja nobleza para un matrimonio.
La mayoría de los ahí reunidos empezaron a susurrar, algunos en desacuerdo ante lo ultimo dicho — no me parece una buen idea, otro clan noble sea menor o mayor podría disputar al primogénito — con eso último dicho por el más anciano del consejo, la discusión se amplio entre los ancianos y la morena se estaba impacientando, siempre odio que discutiesen sobre su futuro como si ella no tuviese que opinar al respecto.
— Si tengo o no hijos creo que es mi decisión, así mismo un matrimonio — corto la discusión dejando a todos en silencio — no se preocupen — comento con una leve sonrisa al ver los rostros desencajados de los consejeros — quiero vivir lo que me reste de vida con una persona que ame y me ame — sentencio — pero, no me agrada que planeen mi vida.
El mas anciano asintió — lo sentimos princesa — se disculpo con una leve inclinación y los demás consejeros hicieron lo mismo — entenderá que lo que deseamos es que la línea principal prospere a través de usted y luego del joven Yūshirō.
— Entiendo las esperanzas del clan Satoshi-san — dijo Yoruichi con cierto protocolo ante el consejero más anciano — pero cuando planeen mi vida como si fuese solo un plan a tachar en su lista piensen en ustedes mismos en esa situación.
El susodicho sonrío y miro hacia sus compañeros — se hace tarde, seguramente la princesa tendrá asuntos que atender — señalo y miro al patriarca de la casa — Shiro, gracias por recibirnos en tu hogar.
— Siempre son bienvenidos — dijo Shiro con una sonrisa — los acompaño a la puerta.
Después de la fila de despedida con el consejo Yoruichi tomo asiento tras del escritorio que siempre ocupaba su padre para tratar los asuntos del clan. No podía creer que los consejeros se preocuparan por comentarios fuera de lugar con respecto a Soi Fong y Byakuya, ella misma sabía que ahí no había nada más que compañerismo y amistad entre colegas que habían arriesgado sus vidas en la última guerra. Si lo meditaba, esos tres por muy poco sobrevivieron. La morena supo como Byakuya casi muere a manos de un Quincy y fue gracias a Tenjirō que sobrevivió, del joven capitán del decimo sabia que el y Matsumoto habían sido transformados en zombis, pero fue Mayuri quien pudo revertir ese efecto salieron bien librados. Ella mas que nadie sabia los lazos que se podían fomentar al tener experiencias hacían en una guerra o lucha, Ichigo y sus amigos eran una prueba de eso.
Shiro entro en el despacho y vio que su hija pensativa — ya se fueron — anuncio.
La morena le miro seria — no quiero otra reunión de esas aquí en casa — pidió — es más que suficiente las reuniones con todo el consejo para tener que soportarlos en casa.
— Solo están nerviosos, les guste o no Soi Fong ya no es un peón — indico y vio la mirada molesta de su hija — créeme, nunca la vi de esa manera y como le dije una vez a ella, si hubiese alguna oportunidad de hacerla parte de esta familia lo haría.
Yoruichi no pudo evitar sorprenderse por lo dicho por su padre — no importa, si a mi me ven como una cosa, imagina alguien de la baja nobleza
— Debes comprender que lo que dijo Satoshi-san es importante — confirmo — seguir la línea de sangre de tu parte servirá para dejar atrás cualquier duda respecto a tu liderazgo.
La morena le miro seria — creí que ir al palacio del rey confirmaba mi liderazgo.
Shiro suspiro — ayudo, pero un matrimonio y una familia seria perfecto para todo el clan.
— Perfecto para el clan y lo que yo desee no importa — dijo la morena viendo como su padre parecía avergonzado — no era mentira cuando dije que me gustaría compartir mi vida con alguien a mi gusto, así como tú tienes a mamá — señalo — pero se que nunca será como yo quiera.
— Hija — dijo Shiro al ver que Yoruichi buscaba rápidamente la puerta, lo cierto era que no podía simplemente aceptar tal cosa. Su hija siempre precia tener cierta inclinación a tomar las decisiones erróneas en momentos importantes de su vida, podía darle el beneficio de la duda porque la decisión de salvar a Kisuke y compañía fue hecha en un momento donde su liderazgo en el clan y Gotei estaban en lo mas alto y luego casi todo se había ido por la borda, por esa razón no podía permitir que las decisiones de matrimonio las tomara a la ligera.
Yoruichi suspiro en su habitación, parecía que todo se estaba juntando y si no se ponía en acción las cosas serían más complicadas. Mañana vería como era recibida por su pequeña abeja después que su padre fuese tan imprudente para decirle sobre su falso compromiso con Kisuke. Seguramente si no hubiese estado afectada emocionalmente no aceptaba ese plan descabellado y ahora tenia que pagar por su dejadez, aunque podía aprovechar todo eso para picar un poco a su abeja y hacerle reaccionar. La morena esta convencida de que si Soi lo quisiera su relación podía ser posible.
Para molestia de todos la mañana de lunes llego pronto, cuando Yoruichi llego al campo del segundo escuadrón el patio esta lleno de Shinigamis haciendo los ejercicios matutinos, ella va directo al Dōjō donde los reclutas le esperan para que el grupo que faltaba en las pruebas de ocultación tomaran su turno, antes debía darles las instrucciones y cronometrar el tiempo que daba para que los reclutas se ocultaran. Soi llegaría cuando todo estuviese listo para el rastreo. Después de media hora Soi Fong apareció y luego de los saludos cordiales se pusieron en marcha, tal como el día sábado había sucedido Yoruichi y la peli azul fueron tras los asientos que rastreaban a los reclutas, pero a diferencia del grupo del sábado estos mostraban tener mejor talento para la ocultación.
La mañana paso en un abrir y cerrar de ojos, esta vez con cierta satisfacción de parte de la capitana del segundo escuadrón al ver que sus pupilos habían hecho bien su trabajo ya que los asientos tardaron un tiempo en rastrearlos para luego encontrarlos. Soi por otro parte pudo ver que el trabajo de la morena daba los frutos que esperaba, ella misma en su tiempo fue aprendiz de Yoruichi y sabía muy bien que podía sacar mucho de los reclutas. Aunque reconocía que había uno que otro que no había dado la talla y este debía mejorar o seria relegado para tareas de poca importancia. Ahora debían pasar por el siguiente paso que era la inteligencia y contra inteligencia, eso era más una tarea asignada a los asientos.
Después de terminadas las pruebas e indicaciones a los reclutas, las capitanas se dirigieron al comedor común del escuadrón donde tomarían el almuerzo junto con los asientos para ampliar los informes de los reclutas. En el tiempo juntas Soi Fong se había comportado normal, si se podía decir de esa manera. Cordial en el trato, algunas veces con porte frio y enfocada en el trabajo del escuadrón, algo que parecía tan normal para cualquiera y hasta para la morena, aunque en el fondo la peli azul podía reconocer que mantener sus celos muy en el fondo de su alma era tarea cansina. Yoruichi no pudo evitar lanzar una que otra mirada curiosa hacia el Gundanchō, no solo para ver un poco de aprobación a su trabajo con los reclutas, quería ver una apertura para abordar el tema del falso compromiso, porque estaba segura que la peli azul por decisión propia no preguntaría algo así.
El reloj marcaba las tres de la tarde y en la oficina del segundo escuadrón solo se podía escuchar el sonido de hojas y uno que otro sonido de firma ante el volumen de papeleo que las dos capitanas del segundo escuadrón tenían en sus escritorios, autorización, formas y uno que otro informe a los escuadrones. Ōmaeda suspiro largamente llevándose la atención de sus dos capitanas que alzaron sus vistas del papeleo, este carraspeo.
— Lo siento, solo quería recordarles que el Dōjō privado estará desocupado para ustedes como lo pidieron — informo.
Soi frunció el ceño — ¿ya es hora? — Pregunto seria.
— Si, pero Kai escucho y pregunto quienes iban entrenar — balbuceó suavemente — tuve que decirle que ustedes iban a tener un entrenamiento, corrió la voz con los asientos y…
— ¿Quieren estar presentes? — Pregunto Soi Fong y vio como Ōmaeda asentía, vio hacia la morena — ¿tiene algún problema si hay observadores? — Cuestiono.
La morena se encogió de hombros dándole poca importancia — no es como si no hubiese entrenado con ellos antes — comento volviendo a su papeleo.
Soi asintió conforme volviendo también a su papeleo que casi era inexistente, su teniente rápidamente se puso de pie — iré a preparar el Dōjō — dijo Ōmaeda saliendo de la oficina.
Yoruichi pensó que era el momento de hablar — ¿no vas a decir nada? — Pregunto y pudo notar la leve confusión en Soi — se que papá te pidió averiguar la causa del rompimiento del falso compromiso con Kisuke.
La peli azul se tomo un momento para pensar su respuesta, no quería hablar de eso — lo que diga no importa — señalo — hace tiempo supe que diga lo que diga sobre ese hombre no tiene efecto en usted.
— Bueno alégrate, hoy tiene efecto en mi — dijo la morena — me importa lo que digas, por eso mismo te pregunto.
El bolígrafo en la mano de Soi se rompió — ¿tenía que ser él? — Pregunto molesta.
— No, pero papá pensó que era la mejor opción — respondió seria — además no era un compromiso en regla, solo era algo temporal para apaciguar a los consejeros del clan y yo no pensaba con claridad.
Soi frunció se froto los ojos con su mano izquierda, cada palabra solo empeoraba las cosas porque no quería saber nada o todos esos sentimiento que trata de contener podrían causar una catástrofe, se puso de pie inesperadamente — no quiero saber, no tienen que darme explicaciones — dijo — puede hacer lo que usted quiera, yo…
— ¿Puedes escucharme por una vez? — interrumpió la morena molesta por la actitud de Soi Fong — creo que ya sabes lo que quiero — dijo seria.
Pero como todas esas pocas veces cuando las cosas se ponían serias entre ellas para por fin hablar y tratar de resolver sus sentimientos, la puerta se abrió dejando entrar a un sonriente Ōmaeda que al instante sintió esa tensión en el ambiente — ya esta todo listo — informo suavemente.
— No hay que perder tiempo entonces — dijo Yoruichi empezando su camino hacia el Dōjō, el regordete teniente miro hacia Soi Fong que soltó un suspiro e inicio su camino tras la morena.
Un minuto después las dos taichōs del segundo se encontraban entregando al teniente sus respectivas Zanpakutōs ante las miradas serias de sus asientos que parecían expectantes ante lo que significaba un enfrentamiento entre sus dos capitanas. Yoruichi había dado las reglas del entrenamiento, no espadas, Shunkō, Shikai y Kidō.
El sonido de sus pies golpeando el suelo era el único ruido que se escuchaba en el Dōjō y los movimientos eran demasiado rápidos y poco perceptibles para los que no tenían un alto nivel de Shunpo. Yoruichi se deslizaba como una sombra, anticipando cada movimiento de Soi que, a su vez, ajustaba su postura con rapidez. Sus ojos acerados fijos en su oponente, buscando la apertura perfecta, ya habían transcurrido diez minutos y nadie había acertado algún golpe a su oponente, era palpable para Yoruichi que Soi había mejorado bastante todo este tiempo, aunque era difícil de saber con certeza ya que se contenía un poco y Soi parecía hacer lo mismo.
Soi apretó los dientes mientras bloqueaba un ataque de Yoruichi, su mente estaba llena de pensamientos contradictorios que no le permitían concentrarse. ¿Deseaba ese futuro? La morena levantó una ceja curiosa, como si hubiera percibido algo en la actitud y la leve desconcentración de la peli azul. Un destello de curiosidad brilló en sus ojos, pero no dijo nada. Estaba demasiado molesta con la charla que habían tenido y que como siempre fue interrumpida, se había contenido de golpear a Ōmaeda por ser tan entrometido sin querer, entonces Soi se alejo del enfrentamiento tomando cierta distancia.
— No asestamos ningún golpe —señalo la peli azul — debemos subir de nivel.
La morena suspiro, vio de reojo a sus subordinados que se miraban un poco aburridos y quizá sospechando que esto no era serio — ¿Kidō? — Pregunto la morena.
— Hay que colocar una barrera — señalo la peli azul aceptando la implementación de Kidō. Como si fuese una orden sus asientos hicieron el encantamiento dejando un lugar para que ellos pudiesen ver el enfrentamiento sin ser heridos.
Yoruichi aprovechó para acercarse a la peli azul y darle una botella de agua que acepto con un "gracias" — podrías haberme golpeado — comento y Soi le miro curiosa — te estas conteniendo.
— Usted tampoco no se ha empelado a fondo — recrimino la peli azul.
— Barrera Lista — anuncio Ōmaeda con cierto temor en su voz.
Hakuda y Kidō resulto ser un buen desafío, tanto para una y para otra ya que además de defenderse y atacar con rapidez, debían ser cuidadosas de no distraerse. Cualquiera que supiese lo mínimo en el segundo escuadrón sabían que el que dudaba pida terminar herido y como si fuese un mal presagio Soi sintió que su Reiatsu fluctuó con el último lanzamiento de Hadō #1 Shō, algo que ni por cerca toco a Yoruichi que lo esquivo con cierto esfuerzo pues llevaban unos minutos lanzándose Hadōs y Bakudōs, junto con golpes. La morena contra ataco al instante: Bakudō #9 Hōrin, al instante de su mano un haz de luz anaranjado broto tratando de atrapar a Soi que al instante contrataco con Shakkahō que fue de tamaño mínimo dado que al instante el Reiatsu fluctuó de manera extraña, Yoruichi aprovecho a lanzar un Byakurai tomando distraída a la peli azul que no pudo escarpar al impacto del mismo siendo lanzada al suelo.
Los ojos dorados se abrieron con cierta angustia, rápidamente Shunpo hacia la peli azul que estaba tirada en el tatami del Dōjō preocupada — Soi Fong — llamo con voz insegura, con un poco de desesperación y no hubo respuestas.
— Soi Fong, Soi Fong — repitió, su voz no era como la segura que todos conocían — Soi, por favor — dijo cargada de angustia. No supo cómo y cuándo se había desecho la barrera ya que Ōmaeda y los asientos de pronto estaban a su lado, escucho a lo lejos un leve "voy al cuarto por Kotetsu taichō"
—Taichō déjela, permita que la lleve al cuarto escuadrón — dijo Ōmaeda con tono firme.
— No es necesario, ya estoy aquí — la voz de Isane se dejo escuchar, se acerco a la escena para ayudar, su mirada se posó en una visiblemente afectada Yoruichi — déjame ayudar, la curare — dijo al instante.
Miyuki rápidamente fue con la morena — Shihōin taichō, hay que preparar los aposentos para que el Gundanchō descanse, seguro no querrá que la lleven al cuarto escuadrón.
— Si, por supuesto — dijo Yoruichi y aun así no se movió.
Isane miro hacia la morena — será mejor que se apresuren, no tardare en terminar con ella y debe descansar.
Yoruichi parecía aturdida, había sido una suerte que Miyuki había decidido acompañarla o más bien fue como si ella hubiese previsto que hacer o decir. La morena estaba afectada por lo sucedido, pensaba que la charla con Soi antes del entrenamiento había sido la causante de su distracción, por ende, se sintió culpable por lo sucedido. Vio como Ōmaeda con la peli azul en sus brazos para dejarla en la habitación según órdenes de Kotetsu que estuvo un tiempo más en la habitación. Ōmaeda por otra parte había salido de los aposento como Miyuki que desde que llego Kotetsu taichō se había ido, Isane salió de la habitación para ir junto a la morena que esperaba en uno de los asientos del salón común.
— No te preocupes, ella esta bien — informo tomando asiento frente a la morena.
Yoruichi suspiro — no me pareció así, aun esta inconsciente — señalo y llevo sus manos al rostro — ¿Cómo pude dejarme llevar? — Se quejo.
Isane sonrío amablemente — me preguntaba que había sucedido entre ustedes, quien llego dijo que estaban entrenando — indico — pero no te preocupes, solo le di algo para que descansara, si la dejo despierta seguro no descansa y lo necesita — informo, al momento vio como la morena le miraba un poco mas calmada — hable con Soi Fong taichō y eso ayudo para tratar su problema.
— ¿Qué problema? — Pregunto la morena.
Kotetsu sonrío — antes de decirte cualquier cosa con respecto de la salud de Soi Fong taichō, me gustaría saber eso de "como pude dejarme llevar" — repitió la frase.
Yoruichi suspiro — antes del entrenamiento estuvimos hablando — dijo tratando de evitar usar la palabra discusión — las dos tenemos diferencias de opinión y con eso nos fuimos a entrenar, con el calor del momento creo que no fui precavida.
Isane sonrío internamente un poco divertida, cuando la peli azul había despertado pregunto qué había sucedido. Soi hablo sobre los problemas con su Reiatsu señalando las pequeñas fluctuaciones y que había temido que su nuevo poder se activara, pero para Kotetsu eso no podía suceder así por así, siendo una estudiosa de la psique reconocía la ansiedad en la peli azul como cuando tenia algo en mente. Al final Soi había confesado que entre la morena y ella habían tenido ciertas diferencias en temas banales. Justo ahora todo le queda claro, la relación entre las dos aun no llegaba a un feliz término de convivencia.
— Soi Fong taichō siempre ha tenido cierto grado de dificultad para procesar debidamente sus emociones — señalo Kotetsu — pensé que usted seria un poco mas sensata al respecto.
La morena bufo — la sensatez me abandono cuando supe que Soi había muerto — soltó sin pensarlo y vio la reacción sorprendida de Isane — por mucho que antes era perfecta en mantener una máscara de indiferencia, en algunas ocasiones no puedo.
Isane asintió — me agrada saber que corre algo de sangre por sus venas Shihōin taichō, pero el Gundanchō a diferencia de usted tiene demasiada sangre en las venas — se puso de pie — despertará para la cena y después volverá a dormir, mañana debe descansar también y deberán esperar un poco para volver a los entrenamientos.
Yoruichi se sintió levemente avergonzada por mostrar cierta debilidad, sabia que Soi Fong era un tierno cumulo de emociones encerradas. Siempre había sido así desde que la conoció y al parecer había hábitos que no morían a pesar del tiempo — me gustaría que esta conversación quede entre nosotras — pidió y vio como Isane asentía — tratare que mañana descanse según sus indicaciones, no pienso en entrenamientos por ahora.
— Enviare a Hanatarō al final de la tarde de mañana para una breve revisión a Soi Fong taichō y se le de alta medica — dijo la capitana del cuarto escuadrón — descanse Shihōin taichō — aconsejo y buscando la salida.
El día siguiente fue un infierno desde que puso sus pies en la oficina del segundo escuadrón Byakuya y Tōshirō le esperaban para preguntar por Soi Fong siendo un alivio para los dos la noticia que el Gundanchō solo tenía que descansar. Al parecer el rumor se esparció de una manera ridícula. Hasta su padre había enviado un mensaje para saber sobre la situación cosa que exaspero un poco mas a la morena, el rumor se estaba tergiversando y algunos Shinigamis le lanzaban miradas acusadoras, por un momento la morena tuvo temor que Retsu apareciera para regañarla o algo peor. Soi Fong por otra parte deseaba salir de su encierro en los aposentos, el descanso de ayer había sido bueno y podía admitir que Isane tenía razón de obligarla a descansar, pero eso no había mejorado su situación con Yoruichi que había tomado una actitud distante, cordial, amable y atenta en cuidados, pero en el fondo era como si hubiese una pared entre ellas y eso no era bueno para el escuadrón.
Yoruichi suspiro muy temprano por la mañana, se preparaba para su día de trabajo en el escuadrón, pero a diferencia del día anterior hoy Soi Fong volvía a estar de servicios y de alguna manera eso la cohibía. La noche del incidente y ayer mismo no había podido dormir como esta acostumbrada, la culpa de por lo sucedido le carcomía y aunque Raijin trato de tranquilizarla al respecto el mirar a la peli azul a los ojos le resultaba una tarea difícil. Era una suerte que Soi debía hacer trabajo de oficina, al contrario de ella que debía hacer los ejercicios matutinos y seguir con la capacitación de los nuevo reclutas. Pero por supuesto que antes debían desayunar juntas, el momento como siempre fue cordial y cuando Soi intento un poco de interacción preguntando algo banal, pero dos mariposas aparecieron para dar el mensaje de que había una reunión en el primer escuadrón.
— Debemos posponer un poco el trabajo — dijo la morena — le diré a Ōmaeda que se haga cargo de los reclutas y que retrase el ejercicio general.
Unos pocos minutos después en el salón principal del escuadrón uno los capitanes se encontraban en sus respectivos lugares. Yoruichi parecía demasiado seria en su lugar por no decir con su mente muy lejos de ahí. Ayer mismo había hablado con Kyōraku ya que el había solicitado un momento de su tiempo para hablar del pequeño incidente ocurrido con Soi Fong, por supuesto que no fue una conversación agradable, Shunsui que casi siempre era despreocupado se mostró serio y sorpresivamente preocupado por lo que sucedido ya que podía ser un problema en el segundo escuadrón, Onmitsukidō y central 46. La morena reconoció que cada vez que pensaba que podía tener un conversación con la peli azul, algo o alguien no se los permitía y era frustrante, entonces la reunión inicio.
Novedades sobre la academia, algunos cambios con las patrullas en el Rungokai y mundo vivientes fueron los asuntos a discutir. Mayuri soltó uno de sus discursos sobre las nuevas puertas Senkaimon y los cambios hechos dado los problemas que habían pasado en la pasada guerra, estaba la que era de uso oficial y otra mas que estaba en su escuadrón el cual servía para enviar una cantidad considerable de Shinigamis, un cambio notable fue que los parches de restricción de poder para capitanes y tenientes ya no se colocarían antes de su partida, simplemente al pasar por el Senkaimon haría el trabajo por si solo. Explico que se habían colocado cámaras para verificar el Dangai, la mayoría asintió satisfechos eso era un cambio y ayudaría en caso de problemas, fue ahí que el informe de Mayuri termino.
— ¿Siempre se puede viajar a Hueco mundo? — Pregunto Shunsui y tomo la atención de sus capitanes.
Mayuri sonrío presuntuoso — claro, desde la guerra de invierno se abrió el canal para trasladarse a ese lugar.
Kyōraku carraspeo — por supuesto, fue una apuesta enviar a capitanes fuertes cuando la falsa Karakura era asediada por Aizen y sus secuaces — comento — he estado pensando enviar algunos a una nueva misión a Hueco mundo — informó y vio que algunos de sus capitanes le miraban con cierta confusión.
Shinji fue el que hablo — pensé que no teníamos problemas con Hueco mundo — dijo recordando que algunos espadas habían ayudado a pelear en la antigua guerra.
Kyōraku sonrío — por supuesto que no lo tenemos, esta será una misión diplomática para concretar un tratado de paz con la reina de hueco mundo — señalo, haciendo que todos se miraran unos a otros.
— ¿Cuál es el plan? — Cuestiono la voz seria de Unohana.
El sōtaichō sonrío — como dije antes será una misión diplomática, ya informé a Kisuke que acompañara a Ichigo en esta misión junto a los demás — informo — los tome en cuenta para esta misión porque el chico tiene amigos ahí, con respecto a Kisuke debemos recordar que el ayudo a liberar a la reina de hueco mundo,
— ¿Quiénes acompañaran la misión? — Pregunto Byakuya.
Kyōraku carraspeo serio — mencionare quienes irán a esta misión, si son subordinados suyos les pido que les informen de la misión — señalo — tercer oficial Hanatarō Yamada del cuarto escuadrón, capitán Shinji Hirako — el taichō del quinto escuadrón dio un paso adelante — teniente Matsumoto Rangiku del décimo escuadrón y por último Soi Fong taichō del segundo escuadrón y Gundanchō del Onmitsukidō.
Yoruichi iba refutar, pero Hitsugaya se mostró inconforme — Sōtaichō con todo respeto…
El Sōtaichō levanto su mano pidiendo guardaran silencio — por favor, les pido que escuchen mis órdenes y razones — señalo y al momento se hizo silencio.
— Mis disculpas Sōtaichō — se disculpó el joven capitán del décimo escuadrón.
— Ichigo representa a las 3 razas como ustedes saben y esta familiarizado en tratar con espadas y arrancar — señalo Kyōraku — Kisuke en la pasada guerra ayudo a algunos espadas y fracciones, lo envío a él porque también ayudara con algunos equipos a instalar en las noches que ayudaran a sus ocupantes, Shinji será el líder, puedo confiar en que será sabio en sus decisiones y es parte Hollow, Hanatarō acompañara por si hay alguien necesita ayuda médica, Rangiku es amigable y eso puede ayudar a romper el hielo si es necesario, Soi Fong ira por ser uno de los héroes de la última guerra, además es muy buena observando detalles.
Hirako sonrío satisfecho, al principio dudo del grupo elegido y los inconvenientes de poner a Soi Fong junto a Kisuke en el grupo con una misión delicada. Nunca había ido a hueco mundo e Ichigo llevaba dos viajes. Seguramente esto sería más que una nueva experiencia y esperaba cumplir con la misión. Aunque miro de soslayo hacia la morena que se encontraba seria, quizá inconforme con la decisión de que Soi Fong fuese a esa misión dado que hace dos días atrás había tenido un pequeño percance en un entrenamiento — ¿Cuándo partiríamos? — Cuestiono el capitán del quinto escuadrón.
— En dos días, mañana nos reuniremos para ampliar los detalles y lo que esperamos de esta misión — seño Kyōraku — están despedidos — los capitanes empezaron a salir unos tras otros, Hitsugaya y Kuchiki se quedaron un poco rezagados esperando por Soi Fong para preguntar como seguía luego del percance en el entrenamiento.
Shunsui suspiro, justo en su lugar Yoruichi Shihōin se había quedado y supuso de alguna manera lo que diría — no puedes enviarla, tomare su lugar — dijo de una vez.
— Solo te causaras problemas — señalo el Sōtaichō vio esa expresión que la morena había tenido ayer en su conversación, era entre preocupación y ansiedad — confía en ella y sus capacidades.
— Confió en sus capacidades y sobre todo en ella — confeso la morena — pero hueco mundo no es como ir al mundo viviente.
— No lo es — confirmo Kyōraku — pero como sucedió con nosotros, ellos también fueron casi exterminados en la guerra contra Yhwach — le recordó — si te hace sentir tranquila, hablare con Shinji para que tenga un ojo en Soi Fong, es lo único que puedo hacer.
La morena bufo, sabia que no iba a conseguir nada — está bien — acepto resignada — ten buen día — se despidió y al momento se marchó, tenía cosas que hacer, pero sobre todo había una persona que debía visitar.
Shunsui suspiro, nunca pensó tomar tanta responsabilidad en un futuro, pues esperaba que Yamamoto durara unos mil años más, pero la guerra le mostro que bien o mal resulto ser buen comandante para el Gotei, aunque nunca espero lidiar con problemas del corazón, menos cuando no eran propios, pero las dos capitanas del segundo escuadrón complicaban todo, cuando según Kyōraku debían de estar planeando como disfrutar de su amor mutuo.
Soi Fong llego a los aposentos del segundo escuadrón, los platos vacíos del desayuno aún se encontraban en la mesa, sin perder tiempo inicio la limpieza del lugar esperando que de un momento a otro Yoruichi apareciera. Pero extrañamente no llego, pensó que la morena posiblemente tendría algún tipo de reserva con la futura misión, por mucho que ella misma hubiese querido que Urahara no fuese parte del grupo, no cabía duda que los motivos que expuso el Sōtaichō eran válidos y según experiencia, esta misión podía significar un éxito sin precedente si pudiesen tener algún acuerdo de paz con los Espadas. Soi se movió al patio principal donde los ejercicios matinales estaban terminando, eso no le impidió pasar una revisión a sus soldados.
Yoruichi llego al Dōjō solo para pedir a Ryota que se encargara de los ejercicios de calentamiento de los reclutas por esa mañana mientras ella tomaba un momento para terminar algunos asuntos, los cuales era ir a la cueva escondida detrás la colina Sōkyoku para desde ahí abrir Senkaimon privado familiar, era menester tomar cartas en el asunto y no iba a dejar que Kisuke tentara la escasa paciencia que Soi Fong tenía para con él.
